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3 El sistema democrático
Compromiso Ods
Paz, justicia e instituciones sólidas
«Promover el Estado de derecho en los planos nacional e internacional y garantizar la igualdad de acceso a la justicia para todos».
Objetivos de Desarrollo Sostenible, meta 16.3.
1 Haced en clase una lista de países que sean democracias y otra de países que no lo sean.
2 Teniendo en cuenta ambos tipos de países, debatid sobre las características que han de cumplir las democracias.
3 ¿Observáis alguna relación entre la democracia y el desarrollo económico y el bienestar de la población de los países?
3.1. Formas de gobierno y división de poderes
Ya en la Antigüedad, Aristóteles estableció una diferenciación clásica entre formas de gobierno, adoptando dos criterios: primero, el número de gobernantes y, segundo, el carácter corrupto o no del gobierno, según atendiera a los intereses de sus gobernantes o a los de la comunidad, respectivamente:
Formas de gobierno Régimen ideal (interés común) Régimen corrupto (interés de sus gobernantes)
Gobierno de una sola persona Monarquía Tiranía
Gobierno de unas pocas personas Aristocracia Oligarquía
Gobierno de muchas personas República Democracia
Para Aristóteles, el mejor sistema de gobierno sería una república, en la que existiera una constitución y en la que se buscara el interés de la comunidad.
En la actualidad, se suele reducir esta distinción a la oposición entre democracias y sistemas autoritarios. Uno de los criterios para definir una democracia es la división de poderes entre instituciones del Estado.
En primer lugar, cabe distinguir entre poder político, militar y religioso. La democratización de un sistema político depende de la independencia del poder político de los otros dos. Pero, además, el poder político se dividiría, a su vez, del siguiente modo:
• Poder legislativo: le corresponde la elaboración de las leyes, obligatorias para todos los individuos, sin excepciones, y cuyo fin es el bien del pueblo. Suele ser ejercido por una asamblea o por un parlamento elegido por la ciudadanía.

• Poder ejecutivo: le corresponde la ejecución de las leyes formuladas por el poder legislativo, al que debe dar cuenta de sus actos.
• Poder judicial: es el encargado de velar por el cumplimiento de las leyes aplicando las sanciones a los delitos y a las transgresiones que se puedan cometer.
La independencia de estos poderes es uno de los criterios para medir la calidad democrática de un sistema político.
3.2. Los principios fundamentales de la democracia
En la democracia, la soberanía reside en el pueblo, se han de garantizar los derechos y las libertades individuales, y se ha de respetar la división de poderes.
Sesión del Senado.
La democracia es una forma de gobierno en la que la soberanía reside en el pueblo, en la que los poderes políticos están separados y en la que existe un sistema de derechos y de libertades civiles y políticas que están garantizados por diversos mecanismos de representación y de participación.
No obstante, tenemos que distinguir dos formas muy diferentes de organizar un sistema político democrático:
• La democracia directa: la ciudadanía participa sin la mediación de representantes en la toma de decisiones y en la gestión de los asuntos políticos.
• La democracia representativa (indirecta): en sociedades muy pobladas, con gran número de habitantes, se delega la soberanía de la ciudadanía en un conjunto de representantes, cuyo cargo está limitado temporalmente.
Además, la democracia se entiende de modos muy diferentes según el propósito al que se oriente. Según el politólogo C. B. Macpherson, podrían distinguirse al menos cuatro modelos de democracia según sus objetivos:
• La democracia como protección de los derechos individuales: el sistema político debe garantizar primordialmente la propiedad, la seguridad y la libertad.
• La democracia como desarrollo social: su objetivo es la eliminación de las fuertes diferencias económicas y sociales, buscando la igualdad.
• La democracia como sistema de equilibrio legal: consiste en un mecanismo de estabilidad y de control social regulado por la legitimidad popular.
• La democracia como participación: se fomenta la implicación de la ciudadanía en las decisiones políticas y la apertura del gobierno a la opinión pública.
3.3. Los problemas de la democracia
Hoy en día, uno de los problemas centrales de la política internacional es saber si la democracia es el mejor sistema de gobierno y, en este caso, si se puede implantar en todas las sociedades, especialmente en aquellas que no tienen tradición democrática.
Al respecto, en algunas corrientes políticas se ha sostenido que la democracia es un sistema de gobierno creado y adaptado a las sociedades occidentales que no se puede exportar a terceros países. Ahora bien, en muchas culturas existe la idea de una discusión pública de los asuntos políticos y una reivindicación de unos derechos mínimos; por lo tanto, la democracia podría surgir de las diversas culturas autóctonas, sin necesidad de que se percibiese como un elemento occidental ajeno a ellas.
Además de las cuestiones relativas a la extensión de la democracia, este sistema político se enfrenta a otras dificultades, entre las que podemos destacar las siguientes:
• ¿Quién es el demos (‘pueblo’) de la democracia? ¿Quiénes componen la ciudadanía con derechos civiles y políticos?
• ¿Cómo funcionan los partidos políticos? ¿La democracia corre el peligro de convertirse en una partitocracia?
• ¿Cuál es la relación de la ciudadanía con las esferas políticas?
• ¿Qué papel desempeñan los medios de comunicación y las nuevas tecnologías en la política democrática?
COMPRENDE, PIENSA, INVESTIGA…
1 ¿Por qué rechaza Aristóteles la democracia? ¿Qué criterio utiliza para distinguir los regímenes corruptos?
2 ¿Puede existir una democracia sin la división del poder político? Averigua qué instituciones representan a los tres poderes políticos en España y en tu comunidad autónoma y qué funciones realizan.
3 Asamblea de ideas. Debatid sobre a qué modelo de democracia de los que propuso C. B. Macpherson se ajusta el sistema de España.
4 Asamblea de ideas. ¿Cuál pensáis que es el problema más grave de la democracia en la actualidad?
Textualmente
«Hoy, el concepto mismo de democracia es inescindible del de los derechos humanos. Eliminad una concepción individualista de la sociedad. No lograréis justificar la democracia como forma de gobierno. ¿Qué mejor definición de la democracia que aquella según la cual en esta los individuos, todos los individuos, tienen una parte de la soberanía? Y ¿cómo se ha podido ajustar de forma irreversible este concepto sino invirtiendo la relación entre poder y libertad y anteponiendo la libertad al poder? Se me ha ocurrido a menudo decir que sería más correcto hablar, cuando nos refiramos a una democracia, de soberanía de los ciudadanos más que de soberanía popular. “Pueblo” es un concepto ambiguo, que utilizan también todas las dictaduras modernas. Es una abstracción a veces falsa: no está claro a cuántos individuos de los que viven en un territorio abarca el término “pueblo”. Las decisiones colectivas no las toma el pueblo, sino los individuos, muchos o pocos, que lo componen».
N. Bobbio, El tiempo de los derechos
1 ¿Cómo define Bobbio la democracia? ¿A qué visión de la sociedad está vinculada?
2 ¿Por qué critica el concepto de pueblo? ¿Estás de acuerdo con la conclusión del autor? Razona tu respuesta.
El estalinismo y el nazismo son los dos principales modelos de los sistemas de gobierno totalitarios surgidos en el siglo xx Retrato de Iósif «Stalin».

4.1. El totalitarismo
En su investigación sobre Los orígenes del totalitarismo (1951), Hannah Arendt considera que el sistema de gobierno totalitario es un fenómeno político totalmente nuevo en el siglo xx y, por ello, difícilmente interpretable desde categorías políticas del pasado.
Para exponer el surgimiento y el desarrollo de esta forma de gobierno, que a mediados del siglo xx habrían representado el nazismo y el comunismo estalinista, Arendt rastrea en la historia europea de los últimos siglos los elementos (el antisemitismo y el imperialismo) que avanzarían y que posibilitarían el surgimiento del totalitarismo.
Para definir un gobierno totalitario, Arendt argumenta que la principal novedad con respecto a formas de gobierno precedentes es que un gobierno totalitario sustituye las leyes por el terror.
A continuación, expondremos algunas de las principales características de los gobiernos totalitarios, según Arendt:
• La inestabilidad del sistema legal y político, puesto que no habría un marco legal claro, se duplicarían cargos y administraciones, y se obvia la importancia de una constitución y de un marco legal jerárquico.
• La existencia de agencias secretas en las que residiría el verdadero poder: así, el poder político no se ejerce a través de la administración de forma pública, sino mediante la policía secreta y en el entorno del líder.
• La sustitución de la estructura de los partidos políticos, incluso del partido único, por un gobierno de movimiento social de masas. La estructura de un partido político sería demasiado rígida para contener y para articular la fuerza de la nación o del pueblo guiados por el líder.
• La ruptura con la tradición, pues el gobierno totalitario impone una fractura y un olvido selectivo del pasado. Solo tendría sentido orientar la política del Estado hacia un futuro de grandeza y de dominio.
• El propósito inmediato es eliminar la espontaneidad del individuo, su libertad entendida como la capacidad de iniciar algo nuevo, no solo la libertad política: esta supresión implica la degradación del ser humano a instrumento del poder.
Textualmente
«El totalitarismo busca no la dominación despótica sobre los hombres, sino un sistema en el que los hombres sean superfluos. El poder total solo puede ser logrado y salvaguardado en un mundo de reflejos condicionados, de marionetas sin el más ligero rasgo de espontaneidad. Precisamente porque los recursos del hombre son tan grandes puede ser completamente dominado solo cuando se convierte en un espécimen de la especie animal hombre.
Por eso el carácter es una amenaza e incluso las más injustas normas legales constituyen un obstáculo; pero la individualidad, es decir, todo lo que distingue a un hombre de otro, resulta intolerable. Mientras que todos los hombres no hayan sido hechos igualmente superfluos —y esto solo se ha realizado en los campos de concentración—, el ideal de dominación totalitaria no quedará logrado. Los estados totalitarios aspiran constantemente, aunque nunca con completo éxito, a lograr la superfluidad de los hombres —mediante la selección arbitraria de los diferentes grupos enviados a los campos de concentración, mediante las purgas constantes del aparato dominador y mediante las liquidaciones en masa—. El sentido común afirma con desesperación que las masas están inclinadas a la sumisión y que todo este gigantesco aparato de terror resulta por eso superfluo; si fuesen capaces de decir la verdad, los gobernantes totalitarios replicarían: el aparato le parece superfluo solo porque hace superfluos a los hombres».
H. Arendt, Los orígenes del totalitarismo.
1 ¿Qué crees que significa que el totalitarismo es un sistema que aspira a que los «hombres sean superfluos»?
2 ¿Por qué sería intolerable la «individualidad» en un sistema totalitario?
4.2. El fenómeno del terrorismo
Si el totalitarismo, según Arendt, se caracteriza por el recurso al terror en lugar de a la aplicación de las leyes, el terrorismo como tal consiste en el uso indiscriminado y aleatorio de la violencia y del terror sobre la población para conseguir determinados objetivos políticos.
Para el filósofo Michael Walzer, el terrorismo se define por el objetivo de destruir la solidaridad de un pueblo o de un grupo social, creando miedo y desconfianza entre la población, y por su método, que consiste en el asesinato aleatorio de personas inocentes, des tacando su carácter indiscriminado: cualquiera puede ser objetivo de un grupo terrorista.
Desde su punto de vista, cabría distinguir tres tipos principales de terrorismo:
• El terrorismo revolucionario y de movimientos de liberación nacional (cabría añadir el del fanatismo religioso), en el que un grupo persigue sus objetivos políticos sembrando el terror.
• El terrorismo de guerra, en el que un bando emprende acciones de ataques indiscriminados contra la población civil para socavar la moral del enemigo.
• El terrorismo de Estado, en el que agentes de las fuerzas de seguridad pretenden acallar protestas civiles y a la oposición política.
4.3. El fin de las ideologías o la pospolítica
A finales del siglo xx, con la caída del bloque comunista como actor político mundial, se habló del fin de la historia y del fin de las ideologías. Esta interpretación significaba el triunfo del sistema económico capitalista y de la democracia liberal occidentales.
Una de las principales consecuencias de esta forma de pensar es la creencia de que ya no hay ideologías políticas realmente enfrentadas y distintas entre sí. Las diferencias entre la izquierda, la derecha y el centro parecerían haber desaparecido.
Esta difuminación de las alternativas ideológicas provoca entre la ciudadanía la sensación de que la política ya no tiene sentido. Muchas personas se definen como no políticas o no interesadas en la política (apolíticas).
Sin embargo, en muchas ocasiones, la negación de la política se tiene que entender como una forma de crítica hacia el sistema de partidos predominante en las democracias actuales. Una negación total de la política sería una actitud en la que se considerase que la gestión de la sociedad debería estar en manos de especialistas.
En el fondo, en esta concepción también se presupone una teoría política: una autocracia o una tecnocracia. Si la política se convierte en una rama de la economía y de la gestión administrativa, en la sociedad prolifera la idea de que la democracia puede ser inútil o incluso perjudicial.
Esta situación es la que se denomina «pospolítica», el gobierno después de la era de la política.
Glosario
Tecnocracia: literalmente, significa ‘gobierno de la técnica’. Alude a la situación social en la que la presión de los medios y de los sistemas técnicos que las personas utilizan para alcanzar una prestación óptima de rendimiento y de funcionamiento obliga a que esas mismas personas dejen de preguntarse qué debe hacerse, por qué, cuándo y por quién con algún sentido intencional. La tecnocracia hace innecesaria la política y, con ella, la democracia, porque cuestiones políticas importantes pueden quedar sustituidas por decisiones de tipo objetivo, preparadas y adoptadas como absolutamente necesarias de acuerdo con los conocimientos técnicos de especialistas.
COMPRENDE, PIENSA, INVESTIGA…
1 Expón las características de un régimen totalitario que destaca Hannah Arendt.
2 Escribe un relato breve en el que describas el estado emocional de una persona perseguida por la policía secreta en un régimen totalitario o de una víctima de un grupo terrorista.
3 Realizad una encuesta entre familiares y amistades sobre su interés por la política. Explicadles lo que significa «pospolítica» y preguntadles si se definen como personas apolíticas. Analizad los resultados para comprobar a cuántas personas de vuestro entorno no les interesa la política.