
NUTRICIÓN DE LAS TERNERAS
CLAVES PARA ASEGURAR EL ÉXITO DE LA FUTURA LECHERA: PARTE II
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Hay pocos temas de los que se escuche hablar con tanta frecuencia y en tan variados ambientes como lo es el caso del cambio climático.
Los datos y la información viajan a la velocidad del sonido, pero las opiniones, a la de la luz.
Intentemos dar un poco de claridad sobre el asunto, haciendo foco en el impacto y consecuencias para Latinoamérica.
Según el BID, 2023 fue el año más caluroso registrado en la región, con 1,5 °C por encima de los niveles previos a la revolución industrial. En este sentido, se firmó una década atrás el famoso acuerdo de París, al que todos los países de LATAM se adhirieron.
Estimaciones indican que la región en su conjunto deberá destinar cerca de US $200 mil millones anualmente para cumplir con las metas de dicho acuerdo, motivo por el que un par de pasajeros ya se bajaron del tren.
Dato no menor es que el 30% de la energía producida en Latinoamérica proviene de fuentes renovables, cifra que duplica al promedio mundial. Además, el 65% del litio y el 40% del cobre de todo el mundo se encuentran aquí, ambos minerales indispensables para la famosa transición.
Facundo Apecetche
Coordinador general nutriNews
Según el IPCC, de aquí al 2050 el cambio climático impactará negativamente en las exportaciones agrícolas de la región en una cifra cercana a los US $40 mil millones, debido principalmente, al aumento en la intensidad y la frecuencia de las lluvias extremas.
Esto no quiere decir que en el corto ni en el largo plazo caerán las exportaciones, tan solo es el efecto del cambio climático en dicho período de tiempo, sin tener en cuenta el progreso genético, las mejoras logísticas, el crecimiento de la superficie productiva, etc.
Existe evidencia también de que ciertos cultivos, tales como el arroz y el trigo (de ciclo fotosintético C3), podrían incluso beneficiarse de una mayor concentración de CO2 en la atmósfera, impulsando al alza sus rendimientos promedios.
En la edición anterior, incluimos un artículo que evalúa el impacto en los parámetros nutricionales del anegamiento en el cultivo de soja; y en esta segunda entrega del año, encontramos un contenido sobre el achaparramiento del maíz, patología que debido a los cambios de temperatura, gana terreno año tras año.
Estos artículos sirven como prueba o evidencia del profesionalismo y la responsabilidad con la que el sector se ocupa del tema.
No sé a ustedes, pero a mi el modus operandi de la agroindustria, me genera mucha tranquilidad.
¡Que disfrutes la lectura!
EDITOR
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Ficha de materia prima: harina zootécnica 04
Alba Cerisuelo
Investigadora Alimentación Animal en el IVIA
Tablas nutriNews Latam Actualización 2025
TABLA PREBIÓTICOS, PROBIÓTICOS & OTROS
22
Proteína unicelular: alternativa sostenible a la proteína convencional
Meryem El Kissi
Product Manager, Departamento de Marketing Técnico, Andrés Pintaluba
El impacto de la suplementación de fibra dietética en lechones 28 38 14
El uso de grasas oxidadas en la alimentación porcina: riesgos y consideraciones. Parte III
Gerardo Ordaz Ochoa, María Alejandra Pérez
Alvarado, Luis Humberto López Hernández
Centro Nacional de Investigación
Disciplinaria en Fisiología y Mejoramiento Animal, INIFAP
Dr. Gustavo Cordero
Gerente Técnico Global de Porcinos, AB Vista
TechnoSpore: La cepa probiótica de Biochem que une lo mejor de dos mundos
Equipo técnico Biochem
Optimizando el desempeño en situaciones de estrés 44 48
Felipe Horta
MV, MSc, Director de producto del Grupo Nuproxa.
Efecto de Detoxa® Plus sobre los parámetros productivos en gallinas de postura 54 68
Achaparramiento del maíz: sus efectos sobre la calidad nutricional
Bernardo Fabricio Iglesias1,2 , María Viviana Charrière1 , Virginia Fain Binda1, Facundo Javier Ferraguti3
1Sección Avicultura, Área de Producción
Animal INTA-EEA Pergamino
2Prof. Adjunto, Área de Producción Animal ECANA – UNNOBA.
3Red de Evaluación de Híbridos de Maíz | INTA-EEA Oliveros.
Vet. Bruno Vecchi, Vet. Cecilia Rodríguez
Equipos técnicos Vetanco Brasil –Vetanco Argentina
Nutrición de las terneras: Claves para asegurar el éxito de la futura lechera. Parte II
Los carbohidratos en raciones para gatos ¿alternativa energética o enemigo silencioso? Parte II 74 84
El Grupo de Comunicación Agrinews quisiera resaltar y distinguir el notable empeño y apreciable aporte y colaboración de los autores de los artículos. El esfuerzo compartido hace posible que podamos ofrecer a nuestros lectores un contenido técnico de calidad. Reiteramos por tanto nuestro más sincero agradecimiento.
Cecilia Cajarville1 , Germán Antúnez 2 y José Luis Repetto1
1Síntesis Nutrición S.L. Consulting, Badalona, Barcelona, España
2Facultad de Veterinaria, UdelaR, Uruguay
Lugo
Alba Cerisuelo, IVIA
La harina zootécnica (o también denominada harinillas de maíz, hominy feed, maize flour by-product, maize feed flour o maize feed meal, entre otros) es un subproducto que proviene del proceso de molienda seca del maíz para la obtención de harina o sémola de maíz.
Este subproducto se compone básicamente de germen, salvado, y una cantidad variable de fragmentos de endospermo, y su apariencia es similar a la del maíz molido.
En algunos procesos de obtención se elimina todo el germen. Es rico en almidón (40-45%) y contiene una cantidad moderada de proteína y muy variable de grasa
En general, se trata de un concentrado energético, nutricionalmente muy similar a la harina de maíz, pero con un contenido superior en proteína, grasa y fibra.
Su principal uso es la alimentación animal, aunque es posible recuperar algunas fracciones para ser utilizadas en alimentación humana.
Este producto tiene un carácter global, es decir, se produce en harineras de todo el mundo e informes recientes a nivel internacional estiman una tasa de crecimiento anual de hasta un 6,7% en el mercado global de este ingrediente entre 2024 y 2032 (Global Market Insights, 2025).
Este crecimiento se justifica por su versatilidad, ya que se puede utilizar en prácticamente todas las especies ganaderas, y por sus efectos positivos sobre el rendimiento y la salud de los animales.
Sin embargo, este ingrediente presenta una elevada variabilidad ligada a particularidades de los procesos de obtención, y el aprovechamiento de parte de las subfracciones que la componen.
La fracción más variable en su composición es la grasa y, por ello, su clasificación se liga principalmente a la cantidad de este nutriente (ver Tabla 2).
En general es un alimento muy palatable y digestible en todas las especies, pero las partidas con una elevada cantidad de grasa (>6%) pueden presentar problemas de enranciamiento cuando su almacenamiento no es adecuado o se realiza por periodos prolongados.
Número Denominación
1.2.3. Harinillas de maíz
En la Tabla 1 se muestran las materias primas clasificadas como “Harinillas de maíz” que se recogen en el Catálogo de materias primas (Reglamento UE 68/2013)
Estas materias primas se contemplan dentro del grupo 1 “Granos de cereales y sus productos derivados”.
1.2.18. Harinillas de maíz
Descripción
Producto de la fabricación de harina o de sémola de maíz. Está constituido principalmente por fragmentos de envolturas y por partículas de grano del que se ha retirado menos endospermo que en el caso del salvado de maíz. Puede contener fragmentos de gérmenes de maíz.
Porciones de maíz molido de grano duro que contiene escaso o nulo salvado y germen.
Declaraciones obligatorias
Fibra bruta, almidón, grasa bruta, cuando sea > 5 %
Fibra bruta, almidón
Tabla 1. Harinillas de maíz y sus características según el Catálogo de Materias Primas (Reglamento UE 68/2013).
De entre los nutrientes que es necesario declarar de estos ingredientes destacan la fibra bruta, almidón y grasa cuando esta es superior al 5%.
En el proceso de molienda seca para la obtención de harina o sémola de maíz, el maíz se somete a una serie de pasos a través de los que se consigue la separación mecánica de las diferentes fracciones del grano.
El proceso incluye el templado de los granos con agua y una desgerminación seguida de una molienda, tamizado y aspiración que permite la separación del grano de maíz en germen, salvado de maíz y endospermo (Fig. 1)
RECEPCIÓN
ACONDICIONAMIENTO
DESGERMINACIÓN GERMEN SALVADO
CLASIFICACIÓN SÉMOLA
MOLIENDA Y REFINAMIENTO
SÉMOLA Harina zootécnica HARINA FINA
FRACCIONES MÁS FINAS
Figura 1. Esquema del proceso de molienda seca del maíz (Round table on responsible soy association, 2022).
El germen se suele procesar para extraer parte del aceite. La torta de germen, los finos procedentes del refinado de la harina, parte del salvado y algunos granos partidos se mezclan, se secan y se muelen para dar lugar a la harina zootécnica (Sharma et al., 2008). El grado de desengrasado del germen condicionará la cantidad de grasa de la harina.
En general, en el proceso de molienda seca, el rendimiento de la harina zootécnica es del 35-37% (Sharma et al., 2008; Round table on responsible soy association, 2022).
En la Tabla 2 se muestra la composición (en materia seca, MS) de las diferentes formas de harina zootécnica utilizadas en alimentación animal según diferentes fuentes (FEDNA, CVB e INRAE).
En principio es un ingrediente con un elevado contenido en energía proveniente del almidón y la grasa, aunque precisamente este es el nutriente más variable (entre 1,4 y 23%) que condiciona la clasificación de las diferentes harinas.
Su contenido en proteína se sitúa entre un 8,7 y un 15,5%.
Su contenido en fibra puede ser importante (hasta un 36,8% de FND), siendo esta muy poco lignificada. En general, a mayor contenido en fibra, menor contenido en almidón o grasa y, por lo tanto, energía.
Su contenido en proteína y fibra es superior al del maíz grano, pero su valor energético puede ser inferior para la mayoría de las especies. La fracción proteica tienen un perfil en aminoácidos similar al de otros subproductos del maíz.
Ingredientes (nomenclatura original en las diferentes fuentes)
Esenciales
Ingredientes (nomenclatura original en las diferentes fuentes)
Valor proteico
Coeficiente de digestibilidad de la proteína en rumiantes
Coeficiente de digestibilidad de la proteína en porcino (%) 67 81 68
Coeficiente de digestibilidad de la proteína en porcino-crecimiento
Coeficiente de digestibilidad de la proteína en porcino-adulto
Coeficiente de digestibilidad de la proteína en aves (%) 80
Coeficiente de digestibilidad de la proteína en gallinas (%) - 80 78
Coeficiente de digestibilidad de la proteína en broilers (%) - 85 87
1 http://www.fundacionfedna.org/ingrediente; valores expresados en materia seca
2 https://www.cvbdiervoeding.nl/pagina/10021/home.aspx. CVB Feed Table 2023. Chemical composition and nutritional values of feedstuffs; valores expresados en materia seca
3 https://feedtables.com/content/table-dry-matter; valores expresados en materia seca
4 Método enzimático
Tabla 2. Composición química (en materia seca) de los tipos de harina zootécnica más utilizados en alimentación animal.
La harina zootécnica es un subproducto con un elevado contenido en energía que, por su composición, se considera un ingrediente seguro que es posible incluir a altas dosis en piensos sin provocar efectos negativos sobre la salud y rendimiento de los animales.
En monogástricos (porcino y aves), el valor energético de la harina es algo inferior al del maíz (Rojas et al., 2013) y se habla de niveles de inclusión de hasta un 40% en piensos, al menos para cerdos de engorde (Stein, 2011).
Sin embargo, existen muy pocos estudios que hayan testado los efectos reales de la inclusión de este ingrediente en piensos sobre el crecimiento y consumo de los animales, y los que hay publicados son antiguos.
En porcino, Dritz et al. (2009) observaron una reducción del consumo y crecimiento de los animales al incluir niveles crecientes de harina zootécnica (de 0 a 37,5%) en los piensos.
Sin embargo, este efecto fue atribuido, principalmente, a la aparición de problemas mecánicos en las tolvas dispensadoras de pienso con harina zootécnica debido a un apelmazamiento de estos y su menor fluidez.
En aves, un estudio del año 1988 sugiere que la harina zootécnica alta en grasa (>6%) puede presentar un valor energético incluso superior al maíz en esta especie y que niveles superiores al 50% de este tipo de harina en piensos para pollos no afectan a su rendimiento productivo, al compararlos con animales alimentados con un pienso con maíz.
Sin embargo, el uso de harinas bajas en grasa (<2,2%) dio lugar a menores rendimientos.
En rumiantes, este ingrediente es especialmente interesante para animales jóvenes en crecimiento y vacas lecheras por su elevada palatabilidad y digestibilidad, y su moderado contenido en fibra.
Algunos estudios indican que niveles de inclusión superiores al 30% en ganado vacuno lechero no afecta a la producción de leche, cuando el aporte en fibra en la ración es adecuado (Cooke et al., 2009).
Además de su interés como fuente de nutrientes, Moate et al. demostraron en 2011 que la inclusión de un 27% de harina zootécnica en dietas de vacas lecheras era capaz de reducir las emisiones de metano entérico de los animales, probablemente debido a su contenido en grasa.
La harina zootécnica es un ingrediente con un valor energético alto y seguro en formulación de piensos para animales. Su elevada disponibilidad a nivel mundial hace que sea altamente demandado hoy en día.
A nivel práctico es necesario tener en cuenta su contenido en grasa y almidón (muy variable) para asignarle un valor energético óptimo y asegurar un consumo rápido o un almacenamiento adecuado, para evitar el enranciamiento.
Actualización 2025
PAISES EN DISTRIBUCIÓN EN LATINOAMÉRICA
INFORMACIÓN ADICIONAL
Fórmula lista para usar por el fabricante de piensos y el productor
ESPECIE DE DESTINO DOSIS DE USO
INGREDIENTE/S CONCENTRACIÓN (UFC/G PROD.)
EMPRESA / FABRICANTE NOMBRE COMERCIAL
Mexico, Guatemala, El Salvador, Honduras, Costa Rica, Panama, Republica Dominicana, Nicaragua, Colombia, Ecuador, Venezuela, Peru, Chile, Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay
Ganado de Leche 14-28 grs / cabeza/dia
Avicultua 1 Kg / Tonelada Metrica de Alimento Completo Porcinos
Inicio: 2 Kg / Tonelada Metrica de Alimento Completo Desarrollo: 1 Kg / Tonelada Metrica de Alimento Completo
Ternero: 7 g/animal/día Novilla: 14 g/animal/día
Preparto: 56 g/animal/día Vaca lechera: 28 g/animal/día
Ternero hasta 110 Kg: 8 g/animal/día Taurillón de 110 a 225 Kg: 14 g/animal/día
Bovino de engorde: 16 g/animal/día Vaca nodriza: 16 g/animal/día
Cerda (gestación/lactación): 2 kg/tonelada
Lechone 1era y 2da edad: 2 kg/tonelada
Cerdo de cebo: 2 kg/tonelada
Gallina ponedora: 0,5 kg/tonelada
Pollo de engorde: 0,5 Kg/tonelada Pavo: 0,5 kg/tonelada
Formula Concentrada por el premezcaldor y el fabricante de piensos
Bovino de Leche
Bovino de Carne
Preparacion de RFCs™ (Carbohidratos Funcionales Refinados™ ) biologicamente activos y Bentonita Preparacion de RFCs™ (Carbohidratos Funcionales Refinados™ ) biologicamente activos y Bentonita
BG-MAX
Porcino
Levaduras Hidrolizadas, extracto de levaduras y cultivo de levaduras (Saccaromyces cerevisiae) basada en comlpejo de RFC™
Levaduras
Hidrolizadas, extracto de levaduras y cultivo de levaduras (Saccaromyces cerevisiae) basada en complejo de RFC™
Aves
Lecheras 6gr /Cb/dia
Vacas
2 gr/ Cb/dia
Bovino de Engorde
Porcino 0.2 K/ T Metrica Alimento Aves 0.05 Kg / T Metrica Alimento
Cabras y Ovejas 0.5 gr /Cb / Dia
Levaduras
Levaduras
Hidrolizadas, extracto de levaduras y cultivo de levaduras (Saccaromyces cerevisiae) basada en comlpejo de RFC™
Hidrolizadas, extracto de levaduras y cultivo de levaduras (Saccaromyces cerevisiae) basada en complejo de RFC™
SCP
CELMANAX
PAISES EN DISTRIBUCIÓN EN LATINOAMÉRICA
INFORMACIÓN ADICIONAL
DOSIS DE USO
ESPECIE DE DESTINO
CONCENTRACIÓN (UFC/G PROD.)
NOMBRE COMERCIAL
EMPRESA / FABRICANTE
Sudamérica
GOLF es una mezcla de prebióticos naturales, de tecnología exclusiva de Yes, especialmente desarrollada para aumentar las poblaciones de bacterias benéficas decenas de veces (principalmente Lactobacillus y Bifidobacterias) y para reducir la población de microorganismos patógenos, como Salmonella, E. coli, Clostridium y otros patógenos oportunistas por la sinergia de sus componentes (FOS, GOS, MOS y Beta-glucanos), que actúan modulando la microbiota intestinal y, en consecuencia, favorecen la salud intestinal y sistémica del animal.
EFECTO BIFIDOGÉNICO: Los prebióticos FOS y GOS son fibras solubles fermentables, que, por no ser digeridas por las enzimas digestivas del animal, alcanzan el intestino grueso, en donde sirven de sustratos para las bacterias beneficiosas, aumentando la síntesis de ácidos grasos de cadena corta (acético, propiónico y butírico) y bacteriocinas.
SALUD INTESTINAL: Con el aumento de la población de bacterias beneficiosas, el crecimiento de microorganismos patógenos es inhibido por diferentes medios de acción, siendo estos, exclusión competitiva, acidificación del ambiente intestinal, acción directa de las bacteriocinas y de los ácidos grasos. La reducción de enteritis y la acidificación del pH intestinal favorecen la acción de las enzimas digestivas resultando en la mejora de la absorción de los nutrientes de la dieta, incluyendo minerales como calcio y magnesio
Aves (pollos de engordepreiniciador e iniciador) 1,02,0kg/ton; Aves (pollos de engordecrecimiento y terminación) 0,5 -1,0kg/ton; Aves (ponedoraspreiniciadior e iniciador) 1,02,0kg/ton; Aves (ponedoras otras fases) 0,51,0kg/ton; Cerdos (preiniciador, iniciador y reproducción) 3,0kg/ton; Cerdos (crecimiento y terminación) 1,02,0kg/ton; Bovinos 1,52,5kg/ton; Ovejas y cabras 1,52,5kg/ton; Equinos 1,52,5kg/ ton; Peces 1,03,0kg/ton; Camarones 1,02,0kg/ton; Perros y gatos (crías) 1,03,0kg/ton; Perros y gatos (adultos) 1,02,0kg/ton.
Mananoligosacáridos, betaglucanos, galactoligosacáridos, fructoligosacáridos, levadura y minerales orgánicos Indicado para todas las especies
GOLF
INMUNOMODULACIÓN: Los 1,3 y 1,6 betaglucanos son inmunomoduladores, que estimulan la actividad de las células del sistema inmunitario.
AGLUTINACIÓN FÍSICA DE BACTERIAS
DAÑINAS: MOS es un poderoso aglutinador de bacterias que posee fimbrias del tipo I, como las Salmonella y E. coli La sinergia entre sus principios activos convierte a GOLF en una mezcla prebiótica con una alta capacidad para modular la microbiota de los animales con efecto inmunomodulador eficaz, aumentando el rendimiento productivo y mejorando el estado de salud de los animales.
PAISES EN DISTRIBUCIÓN EN LATINOAMÉRICA
INFORMACIÓN ADICIONAL
DOSIS DE USO
ESPECIE DE DESTINO
CONCENTRACIÓN (UFC/G PROD.)
EMPRESA / FABRICANTE NOMBRE COMERCIAL
Sudamérica
INMUNOMODULACION: Los 1,3 y 1,6 β-glucanos son inmunomoduladores, que estimulan la actividad de las células del sistema inmunitario. Aumenta la concentración de anticuerpos en el suero y en la mucosa intestinal, la síntesis de antimicrobianos naturales (peróxido de hidrógeno y óxido nítrico) y la resistencia al estrés (cortisol).
DAÑINAS: MOS es un poderoso aglutinador de bacterias que posee fimbrias del tipo I, como las Salmonella y E. coli , contribuyendo al equilíbrio de la microbiota intestinal. El efecto secundario de la modulación de la microbiota y la inmunomoulación intestinal se refleja en una mayor salud sistémica del animal Se puede utilizar como sinérgico, sustituto o rotacional a los APC’s.
AGLUTINACIÓN FÍSICA DE BACTERIAS
Aves (preiniciador e iniciador) 1,52,5kg/ton; Aves (crecimiento y terminación) 0,51,5kg/ton; Cerdos (preiniciador, iniciador, reproducción) 2,0kg/ton; Cerdos (crecimiento y terminación) 0,51,5kg/ton; Bovinos 1,02,0kg/ton o 20g/animal/día; Ovejas y cabras 1,02,0kg/ton o 20g/animal/día; Equinos 1,02,0kg/ton o 20g/animal/día; Peces 1,03,0kg/ton; Camarones 1,03,0kg/ton; Perros y gatos (adultos) 1,03,0kg/ton.
Indicado para todas las especies
Betaglucanos y mananoligosacáridos de las levaduras
MOS
GLUCAN
Saccharomyces cerevisiae
Aglutinación física de bacterias dañinas: MOS es un poderoso aglutinador de bacterias que posee fimbrias del tipo I, como las Salmonella y E. coli , contribuyendo con el equilibrio de la microbiota intestinal. La porción de MOS presente en el producto es soluble, lo que lo hace más biodisponible y efectivo en el proceso de modulación de la microbiota intestinal.
Aves (Pollos de engorde: preiniciador y iniciador) 1,52,5kg/ton; Aves (Pollos de engorde: crecimiento y terminación) 0,51kg/ton; Aves (Ponedoras: preiniciador y iniciador) 12kg/ ton; Aves (Ponedoras otras fases) 0,51kg/ton; Cerdos (preiniciador, iniciador y reproducción) 1,52kg/ton; Cerdos (crecimiento y terminación) 0,51kg/ton; Bovino (terneros) 25g/animal/día; Bovino (animales adultos) 30g/animal/día o 1,02,0kg/ton; Ovejas, cabras y caballos 25g/animal/día o 1,02kg/ton; Peces y camarones 1,03,0kg/ton.
Mananoligosacáridos de la pared celular de levadura
MOS
Saccharomyces cerevisiae
PAISES EN DISTRIBUCIÓN EN LATINOAMÉRICA
INFORMACIÓN ADICIONAL
Sudamérica
Adsorción de micotoxinas: compuestos eficaces en la adsorción principalmente de zearalenona y ocra. Aglutinación de bacterias patógenas: MOS se une a bacterias patógenas como Salmonella y E. coli , las cuales se excretan impidiendo su adhesión al epitelio intestinal; Acción prebiótica: hace del ambiente gastrointestinal un ambiente desfavorable para el crecimiento de bacterias patógenas; La modulación de la microbiota, combinada con la adsorción de micotoxinas, tiene un efecto beneficioso sobre la salud de los animales.
Levadura producida rompiendo la pared celular con enzimas exógenas, bajo estrictas condiciones de temperatura, presión y tiempo, proporcionando un producto final altamente homogéneo.
Este proceso aumenta la disponibilidad de betaglucanos y manano oligosacáridos, además del contenido intracelular (nucleótidos, polipéptidos, ácido glutámico, inositol) y vitaminas B.
Fuente de proteínas de alta digestibilidad; Muy apetecible (debido a la mayor disponibilidad de ácido glutámico); Fuente importante de vitaminas del complejo B, que juegan un papel importante en situaciones de lesiones cardíacas, trastornos nerviosos, trastornos gastrointestinales, locomotores y reproductivos; Fuente muy rica de nucleótidos (precursores de ácidos nucleicos de ADN y ARN; importante para tejidos, huesos y células como el cerebro, la médula ósea, la mucosa intestinal y los linfocitos); Actúan positivamente en relación con el desempeño productivo y reproductivo de los animales.
DOSIS DE USO
Agregar a la ración de los animales según la recomendación del Responsable Técnico.
CONCENTRACIÓN (UFC/G PROD.) ESPECIE DE DESTINO
EMPRESA / FABRICANTE NOMBRE COMERCIAL
Aves –Pollo de engorde1,0 -2,0kg; CerdosLechones –em reemplazo a plasma 2,0 -5,0%; Cerdos -Otras fases –emreemplazo a plasma1,0 -2,0%; Cerdos -Como aditivo 2,0 -5,0kg; Bovinos -Terneros 5 -10g/cabeza/día; Bovinos -Ganado lechero -pre y post parto 10 -20g/cabeza/día; Peces y camarones 0,5 -4,0% Perros y gatos 0,5-4,0%.
Indicado para todas las especies
Betaglucanos y mananoligosacáridos de las levaduras
BIOWALL
Saccharomyces cerevisiae
Levadura
BIOHYDRO
PAISES EN DISTRIBUCIÓN EN LATINOAMÉRICA
ESPECIE DE DESTINO DOSIS DE USO INFORMACIÓN ADICIONAL
INGREDIENTE/S CONCENTRACIÓN (UFC/G PROD.)
NOMBRE COMERCIAL
EMPRESA / FABRICANTE
Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Jamaica, México, Panamá, Perú, República Dominicana, Uruguay, Venezuela
1) Primer probiótico en el mercado con germinación intestinal comprobada in vivo 2) Probiótico resistente a la peletización y al pH gástrico con germinación precisa en el intestino de las aves. 3) Acción en la modulación de la microbiota intestinal, incluso favoreciendo el control de patógenos como E. coli, Clostridium perfringens y Salmonella spp . 4) Favorece la integridad intestinal y tiene una acción antiinflamatoria que promueve un mayor equilibrio de la salud intestinal, disminuye la disbiosis y proporciona mayores ganancias zootécnicas. 5) Producto con compatibilidad comprobada con los principales promotores y anticoccidianos del mercado.
Producto para incorporación en premezcla que se utilizará para la producción de alimentos para pollos de engorde, pavos, reproductoras y ponedoras. 10 g/ton de alimento.
Producto para incorporación directa en alimentos de pollos de engorde, pavos, reproductoras y ponedoras. 500 g/ton de alimento.
29784 1x10 10 UFC/g prod
ALTERION NE Bacillus subtilis
*Algunas afirmaciones pueden no ser aplicables en todos los países. Las indicaciones asociadas al producto pueden variar en función de los requisitos gubernamentales. La disponibilidad del producto puede variar de un país a otro. Póngase en contacto con nosotros para obtener más información
ActiSaf® Sc47 HR+ es la levadura probiótica de referencia obtenida a partir de una cepa única y exclusiva denominada Sc47. En forma de microesferas, el producto resiste las altas temperaturas del proceso de peletización del alimento. ActiSaf® modula la microbiota intestinal, favorece la integridad intestinal, la función digestiva y la digestibilidad de los alimentos, favoreciendo así la eficiencia alimentaria y el rendimiento animal. Ayuda a controlar la enteritis bacteriana, mejora la salud del rumen, aumenta la producción de leche y sólidos, e incrementa la transferencia de inmunidad pasiva a través del calostro, lo que favorece el aumento de peso de los lechones y la homogeneidad de la camada.
Procreatin® 7 es la levadura viva que puede añadirse a los alimentos peletizados; es la levadura probiótica ampliamente utilizada en la producción animal, que actúa equilibrando la microbiota intestinal, mejorando la eficacia de los alimentos, reduciendo los problemas de acidosis, mejorando la digestibilidad de los alimentos, aumentando la masa corporal y la producción de leche y sólidos, reduciendo los trastornos metabólicos en las dietas de transición del ganado y reforzando el sistema inmunitario. Para uso en alimentos a granel.
Consulte al equipo de ventas
Actisaf Sc47 HR+ es una levadura probiótica de primera calidad en forma de microesférula desarrollada para soportar todos los factores de estrés durante el proceso de peletizado
Actisaf Sc47 HR+ Saccharomyces cerevisiae (1 X 10 10 UFC/g)
Procreatin® 7 es un aditivo probiótico con un alto contenido de levadura viva Saccharomyces cerevisiae recomendado para su uso en alimentos no granulados.
Procreatin 7 Saccharomyces cerevisiae (15 X 10 9 UFC/g)
PAISES EN DISTRIBUCIÓN EN LATINOAMÉRICA
INFORMACIÓN ADICIONAL
"Combinación sinérgica de ácidos orgánicos y HMBTa (precursor de metionina) promoviendo la integridad intestinal y salud general de los cerdos, optimizando su desempeño en todas las etapas productivas.
"Acidificante orgánico para mezclarse con el agua de bebida de los animales.
ESPECIE DE DESTINO DOSIS DE USO
CONCENTRACIÓN (UFC/G PROD.)
INGREDIENTE/S
EMPRESA / FABRICANTE NOMBRE COMERCIAL
Consulte la disponibilidad con uno de nuestros técnicos info@novusint.com
Aditivo acidificante para mejorar la eficiencia alimenticia. Para la elaboración de alimento para pollos de engorde, gallinas ponedoras y pavos en todas sus etapas productivas.
Cerdos La inclusión es en función del objetivo de producción y de la etapa de vida del animal.
Aves y
Combinación sinérgica de ácidos orgánicos y HMBTa (precursor de metionina)
Combinación sinérgica de ácidos orgánicos y HMBTa (precursor de metionina)
ACTIVATE DA
0.5 a 1.0 ml/L
Cerdos
Aves y
Metionina hidroxianalogo, ácido fórmico y ácido propiónico
Metionina hidroxianalogo, ácido fórmico y ácido propiónico
ACTIVATE WD MAX
0.5 x tonelada de alimento terminado
Pollos de engorde, gallinas ponedoras y pavos
Ácido benzoico, ácido fumárico, formiato de calcio
benzoico, ácido fumárico, formiato de calcio
Ácido
AVIMATRIX
Probiótico para planta de incubación o agua de bebida. Modula la microbiota intestinal, permite una recolonización rápida luego de terapias antimicrobianas o disbacteriosis.
Suplemento aditivo
Aromatizante, mejorador de la apetencia y palatabilidad del pienso.
"Hasta 0.5% mezclado en el alimento
Cerdos
Ácido benzoico, ácido fumárico, formiato de calcio
Ácido benzoico, ácido fumárico, formiato de calcio
PROVENIA
15 a 60 g/ton
Pollos de engorde y gallinas ponedoras
Timol, Carvacrol
Timol, Carvacrol
ENHANCE
NEXT
¿Quién dijo que la nutrición animal era aburrida?
Meryem El Kissi
Product Manager
Departamento de Marketing Técnico de Andrés Pintaluba
El aumento en el consumo de carne y productos animales ha contribuido significativamente al crecimiento continuo del sector de la producción animal. Según la FAO (2023), se estima un aumento del 12% en la producción de peso en canal equivalente (c.w.e) para 2032
Esta tendencia, combinada con la escasez de harinas y cereales, ha ocasionado un incremento drástico en el coste de las proteínas en las dietas destinadas a la producción animal. Por tanto, los nutricionistas se encuentran en una búsqueda constante de alternativas a las fuentes convencionales de proteínas.
El desafío de encontrar una fuente de proteína alternativa implica considerar varios factores tales como la disponibilidad, el costo, el perfil proteico y su impacto en la sostenibilidad.
La necesidad de desarrollar soluciones económicamente viables y respetuosas con el medio ambiente se vuelve cada vez más urgente.
Las proteínas unicelulares SCP (Single Cell Protein) se obtienen a partir de células secas inactivas de microorganismos o proteínas purificadas aisladas de cultivos celulares.
Una de las ventajas destacadas de la producción de SCP es su independencia tanto de la estacionalidad como de la disponibilidad de tierras cultivables, lo que asegura su disponibilidad estable durante todo el año.
Dentro del ámbito de las proteínas unicelulares, se destaca la de Corynebacterium Glutamicum como una bacteria de notable relevancia. Esta bacteria Gram positiva se caracteriza por ser un microorganismo industrial utilizado en la síntesis de aminoácidos, particularmente el ácido glutámico.
Tras la extracción de los aminoácidos, la biomasa resultante, compuesta principalmente por la bacteria, se recupera y se somete a un proceso de centrifugación y secado.
La biomasa de C. Glutamicum es altamente adaptable y compatible con una variedad de dietas formuladas para diferentes especies animales ya que puede ser integrada en las formulaciones para aves, cerdos, rumiantes, peces y otras especies.
sep.2010mar.2020sep.2020mar.2021sep.2021mar.2022sep.2022mar.2023sep.2023
*Harina de soja
*Harina de pescado Biomasa proteica
Gráfica 1. Fluctuación de precios de 3 fuentes proteicas. Fuente: *Indexmundi 2023
A diferencia de la harina de pescado y la harina de soja, la proteína microbiana proveniente de C. Glutamicum ha demostrado una mejor estabilidad de precio durante los últimos cinco años a pesar de los cambios y fluctuaciones que han caracterizado este período. La capacidad de la proteína microbiana para mantener precios estables ofrece una mayor seguridad y previsibilidad en los costos de alimentación animal. Gráfica 1.
La biomasa de C. Glutamicum es un concentrado proteico con un nivel de hasta un 78% de proteína bruta. Además, posee un perfil de aminoácidos excelente para complementar la formulación de la dieta, otorgándole la capacidad de sustituir a otras fuentes más costosas.
El 65% de la fracción proteica tiene una longitud inferior a 500 Daltons, constituida por péptidos de 1 a 3 aminoácidos, lo que ayuda a mejorar su digestión en el tracto digestivo y facilita su absorción y utilización por parte del organismo animal. Estamos hablando de una proteína altamente digestible.
Además, la biomasa de C. Glutamicum proporciona un alto porcentaje de nucleótidos que alcanza el 6%, lo que ayuda a enfrentar los desafíos de las etapas más estresantes del ciclo de vida del cerdo, fortaleciendo su sistema inmunológico.
El coproducto del ácido glutámico proporciona una cantidad significativa de energía que podría alcanzar las 3200 Kcal de Energía Metabolizable, dependiendo de la especie.
La biomasa de C. Glutamicum tiene un contenido de cenizas del 6%, un nivel bajo en comparación con otras fuentes proteicas como la harina de pescado (12% en promedio). Esto permite su inclusión en la formulación sin afectar el equilibrio electrolítico de la dieta.
Su elevada concentración en la biomasa de C. Glutamicum confiere a los piensos una notable palatabilidad. Dicho compuesto, reconocido por su capacidad para mejorar el gusto y la aceptación alimentaria de los animales, incrementa el consumo diario de alimento.
Diversas investigaciones han resaltado los beneficios de la C. Glutamicum como una fuente proteica en varias dietas y para diferentes especies animales.
En un estudio de Yi-Chi Gheng et al. (2021), se agregó una suplementación de la masa celular de C. Glutamicum lisada de 0, 0,7, 1,4 y 2,1%, reemplazando al plasma sanguíneo en la alimentación de los lechones de 21 días de edad.
La utilización de la biomasa de C. Glutamicum como un subproducto de la industria de producción de aminoácidos para la alimentación animal emerge como una alternativa sostenible que disminuye la generación de residuos y promueve la utilización responsable de recursos.
Este enfoque no solo ofrece una manera efectiva de aprovechar los subproductos de la producción de aminoácidos, sino que también ayuda a reducir la dependencia de recursos no renovables, constituyendo un sistema alimentario más resiliente y sostenible a largo plazo.
A un porcentaje de 2,1% de inclusión en la dieta, se observaron mejoras significativas en cuanto al crecimiento, sin comprometer la digestibilidad de los nutrientes, la estructura intestinal ni la población microbiana en la mucosa yeyunal.
Por otro lado, en una investigación de Achira Padunglerk et al. (2016), se realizó un ensayo para comprobar el efecto de reemplazar la harina de soja por la biomasa de C. Glutamicum a 0%, 20%, 40% y 60% de inclusión en la dieta de las vacas lecheras.
Se observó una reducción en el costo del alimento entre un 2,9% y un 17,3%, acompañada de un notable aumento en la rentabilidad de la producción de leche, que alcanzó un 33,3% cuando el porcentaje
En un estudio llevado a cabo por Puttinan Rukboon et al., (2018), se implementó reemplazar la harina de soja por una mezcla de biomasa de C. Glutamicum y pulpa de yuca en diferentes concentraciones en una dieta para cabritos.
Los resultados revelaron que la dieta con un 15% de la mezcla generó un incremento significativo en el peso corporal, la ganancia diaria de peso y la digestibilidad de la proteína cruda.
Asimismo, se observó una mayor concentración de amonio ruminal junto con niveles más elevados de ácidos grasos volátiles en comparación con el grupo control.
Gabriella do Vale Pereira et al., (2024) evaluaron el efecto de la calidad de proteína ingerida sobre la tilapia del Nilo, realizando una comparación entre la biomasa de C. Glutamicum y varias fuentes de proteínas, incluyendo proteína vegetal, proteína animal y harina de insectos.
Los resultados revelaron una mejora significativa en el índice de conversión, aumento en la ganancia de peso y una mayor eficiencia proteica en comparación con la harina de insectos y la proteína vegetal.
La búsqueda de alternativas sostenibles y económicamente viables se ha intensificado en la comunidad científica.
Entre estas alternativas, las proteínas microbianas, como la biomasa de C. Glutamicum, han surgido como una opción prometedora debido a su alto contenido proteico, su perfil nutricional equilibrado y su menor impacto ambiental en comparación con las fuentes convencionales.
Proteína unicelular: alternativa sostenible a la proteína convencional DESCÁRGALO EN PDF
Gerardo Ordaz Ochoa, María Alejandra Pérez Alvarado, Luis Humberto López Hernández Centro Nacional de Investigación Disciplinaria en Fisiología y Mejoramiento Animal, INIFAP, México
Como ya ha sido mencionado en los apartados I y II de este artículo, en la producción porcina moderna, la alimentación es uno de los factores más determinantes para el crecimiento, la salud y la eficiencia en el proceso de producción de carne de cerdo.
APARTADO 1
APARTADO 2
La grasa, como fuente de energía, es un componente esencial de las dietas animales, y su inclusión en las raciones de cerdos puede mejorar la palatabilidad, densidad energética y rendimiento general de los animales.
El consumo de grasas oxidadas puede tener varios efectos negativos en la salud y el rendimiento de los cerdos [1]:
Reducción en la ganancia de peso
Menor e ciencia alimenticia
Efectos negativos en la salud de los cerdos
Sin embargo, la calidad de la grasa utilizada es crucial. Uno de los problemas que ha captado la atención en las últimas décadas es el uso de grasas oxidadas en la alimentación porcina.
La oxidación lipídica (ver apartado I), un proceso que deteriora las grasas al exponerse al oxígeno, calor, luz o metales, puede tener efectos perjudiciales en la salud y rendimiento de los cerdos, así como en la calidad final de la carne.
Además, la ingesta de grasas oxidadas puede inducir estrés oxidativo en los animales, lo que se traduce en un desequilibrio entre la producción de radicales libres y la capacidad antioxidante endógena del organismo.
Esto puede causar daño celular y afectar la función inmunológica de los cerdos, haciéndolos más susceptibles a enfermedades [2].
A largo plazo, el estrés oxidativo puede contribuir a una reducción en la calidad de la carne, lo que afecta su valor comercial y vida en el anaquel.
El bienestar y el crecimiento saludable de los lechones son fundamentales para la rentabilidad y el éxito en la producción porcina. La dieta de los lechones debe ser cuidadosamente formulada para satisfacer sus necesidades nutricionales y promover un desarrollo óptimo.
En este contexto, las grasas juegan un papel crucial como fuente de energía, facilitando el crecimiento e incidiendo en la maduración intestinal de los lechones.
El consumo de grasas oxidadas en lechones puede tener efectos adversos más marcados, con respecto a animales de mayor talla, debido a que son más vulnerables por su sistema inmunológico en desarrollo y su rápido crecimiento muscular.
Los compuestos tóxicos generados durante la oxidación lipídica (aldehídos y cetonas), pueden causar:
Daño celular
Estrés oxidativo
Desequilibrio entre la producción de radicales libres y capacidad antioxidante del organismo endógena y exógena para neutralizarlos
Uno de los primeros signos de los efectos negativos de las grasas oxidadas en la dieta de los lechones es la reducción en la tasa de crecimiento y la eficiencia alimenticia.
De acuerdo con lo reportado por Silva et al. [3], lechones alimentados con dietas que contenían grasas oxidadas mostraron una disminución significativa en la ganancia diaria de peso en comparación con aquellos alimentados con grasas frescas (Fig. 1).
Figura 1. Rendimiento de crecimiento de lechones postdestet alimentados con dietas con aceite de soja no peroxidado (control) y peroxidado (aceite oxidado). Modificado de Silva et al. [3].
mg/L
Este fenómeno puede ser atribuido a la menor disponibilidad de energía en las grasas oxidadas, así como al efecto negativo de los compuestos tóxicos (aldehídos y cetonas) sobre la absorción y metabolismo de nutrientes.
Firdstein et al. [4] reportan pérdida de niveles séricos de vitamina E en lechones postdestete alimentados con un aceite oxidado, aún después de una suplementación mayor 110-120 mgVE/kg (Fig 2). Lo que sugiere incrementar la respuesta antioxidante ante escenarios de estrés oxidativo dietario.
2,4 2,2 2,0 1,8 1,6 1,4 1,2 1,0 0,8 0,6 0,4 0,2 0,0
Días postdestete
Figura 2. Niveles de α-tocoferol en suero sanguíneo de lechones postdestete de acuerdo con la inclusión de vitamina E. Firdstein et al. [4]
El consumo de grasas oxidadas también tiene un impacto significativo en la salud intestinal de los lechones.
Los estudios han demostrado [5] que las grasas oxidadas pueden alterar la salud intestinal, induciendo procesos inflamatorios y la expresión de genes relacionados con las proteínas de las uniones mucinas en la mucosa del yeyuno, lo que sugiere un daño en el tejido intestinal (Tabla 1).
INDICADOR* AP FRESCO (3%) AP FRESCO (1.5%) + AP OXIDADO (1.5%)
*Valores reportados al día 28 postdestete.
Tabla 1. Efectos de los niveles de aceite de pescado (AP) oxidado sobre indicadores de inflamación y de expresión de genes relacionados con las mucinas en la mucosa del yeyuno de lechones destetados. Modificado de Luo et al. [5]
Además, el estrés oxidativo inducido por el consumo de grasas oxidadas puede afectar el sistema inmunológico de los lechones.
Un sistema inmunológico comprometido puede hacer que los lechones sean más susceptibles a infecciones y enfermedades.
Al igual que en los lechones, los cerdos en etapa de engorda también presentan disminución en el rendimiento productivo al consumir grasas oxidadas.
Los cerdos que consumen grasas oxidadas muestran menor ganancia de peso en comparación con aquellos alimentados con grasas frescas o de baja oxidación.
Este efecto se debe en parte a:
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Menor disponibilidad de energía en las grasas oxidadas
Menor digestión y absorción de nutrientes
Aumento en los requerimientos metabólicos debido al estrés oxidativo
El uso de grasas oxidadas para la alimentación de los cerdos no solo afecta la productividad de la granja, sino que también puede aumentar los costos de producción debido a la necesidad de mayores cantidades de alimento para alcanzar el peso deseado en el momento del sacrificio.
Ello sin considerar la merma económica asociada con la menor calidad de la carne de estos cerdos.
El uso de grasas oxidadas en la alimentación de los cerdos también puede tener repercusiones en la calidad de la carne.
La acumulación de productos de oxidación lipídica en el tejido adiposo puede provocar deterioro en la calidad sensorial de la carne, afectando su sabor, olor y textura [5].
a Indicador
Características de la canal
de la canal (kg)
Área del musculo largo dorsal (cm2)
Grasa
,93a
,97a
Calidad de la carne del musculo largo dorsal
,
,
aTratamiento dietético: BAP, bajo contenido de aceite de pescado (2% de aceite de pescado fresco); AAP, alto contenido de aceite de pescado (8% de aceite de pescado fresco); APO, aceite de pescado oxidado (8% de aceite de pescado oxidado, índice de peróxido = 250 meqO2·kg−1).
Tabla 2. Efectos de la suplementación con aceite de pescado fresco y aceite de pescado oxidado sobre las características de la canal y la calidad de la carne de cerdos en finalización. Modificado de Guo et al. [6]
La carne proveniente de cerdos alimentados con grasas oxidadas tiende a tener una vida útil más corta debido a la mayor susceptibilidad a la rancidez, lo que resulta en pérdidas económicas para los productores y minoristas.
La oxidación lipídica en la carne también puede generar compuestos que son potencialmente dañinos para la salud humana, como aldehídos y cetonas, que son productos de degradación de los ácidos grasos oxidados.
Dado el impacto negativo de las grasas oxidadas en la producción porcina, es esencial implementar estrategias para mitigar sus efectos.
Una de las principales medidas es el control de la calidad de las materias primas grasas antes de su inclusión en la dieta.
Esto incluye la evaluación regular del nivel de peróxidos y otros indicadores de oxidación lipídica en los aceites y grasas utilizados en la formulación de alimentos [7], sin embargo, hay que considerar el tipo de grasa que se está usando, ya que hay grasas que podrían estar en etapas mayores de oxidación.
Por lo tanto, la calidad de la grasa en la dieta no solo afecta el rendimiento y salud de los animales, sino que también tiene implicaciones directas en la seguridad alimentaria y en la percepción del consumidor sobre la calidad de la carne.
Otra estrategia es la adición de antioxidantes en la dieta, que pueden ayudar a contrarrestar los efectos de las grasas susceptibles a ser oxidadas. Antioxidantes naturales como la vitamina E, la vitamina C, y compuestos fenólicos han demostrado ser efectivos en reducir el daño oxidativo en los tejidos animales [8], pero el uso de las vitaminas en reducir la oxidación en el alimento no tiene sustento económico.
El manejo adecuado del almacenamiento y la manipulación de las grasas es crucial para minimizar la exposición a factores que promueven la oxidación.
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El uso de grasas oxidadas en la alimentación de cerdos es un tema de gran relevancia para la industria porcina debido a sus implicaciones en el rendimiento animal, la salud y la calidad final de la carne.
Los efectos adversos asociados con la oxidación lipídica subrayan la importancia de utilizar materias primas de alta calidad y de adoptar prácticas que prevengan o mitiguen la oxidación.
A través de un manejo adecuado de la dieta y la inclusión de antioxidantes, es posible minimizar los riesgos y asegurar un producto final de alta calidad, que cumpla con los estándares de seguridad alimentaria y satisfaga las expectativas del mercado.
Referencias disponibles en la versión web del artículo en nutrinews.com
El uso de grasas oxidadas en la alimentación porcina: línea de producción y producto terminado Parte 3/3
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Dr. Gustavo Cordero
Gerente Técnico Global de Porcinos, AB Vista
El potencial de la fibra dietética en la nutrición porcina ha sido hasta ahora mal entendido y a menudo pasado por alto. Este complejo compuesto se ha considerado principalmente como un factor de dilución o aglutinante de otros nutrientes y se le atribuye un efecto antinutricional.
Sin embargo, los avances más recientes en la investigación, las mejoras en las capacidades analíticas y nuestra creciente experiencia en la nutrición de la fibra, tanto en porcino como en humanos, han resaltado la importancia de la fibra dietética en las dietas animales, permitiendo una mayor comprensión de sus beneficios, como son:
la mejora de la productividad y el rendimiento de los animales y, el soporte de una óptima salud gastrointestinal.
Con esta rápida evolución de nuestros conocimientos, existe un gran interés en cómo optimizar la fibra en la formulación de los piensos.
Sin embargo, la aplicación práctica de la
Históricamente, las metodologías disponibles para medir la fracción no digerible de la dieta, conocida como fibra bruta, han sido insuficientes.
Ésta se compone de lignina, celulosa, hemicelulosa y pectina. Sin embargo, se ha comprobado que la metodología de la fibra bruta subestima los niveles de fibra en un 70-80%, lo que da lugar a una representación incompleta e inexacta del componente fibroso de los piensos para cerdos.
En este artículo analizamos los avances en la medición de la fibra de los ingredientes de los piensos y el impacto que la suplementación con un estimbiótico puede tener en términos de maximizar los beneficios de la fibra en lechones específicamente.
La FND recupera los componentes insolubles de la fibra alimentaria, como la celulosa, la hemicelulosa y la lignina, mientras que el FAD recupera principalmente la celulosa y la lignina; sin embargo, ambos no pueden captar el componente de fibra soluble.
Además, estos métodos tienen el potencial de sobreestimar la fibra al medir otras fracciones insolubles no fibrosas, subestimando la fibra dietética total, particularmente en muestras de piensos/ingredientes amiláceos.
Aunque la FND sigue siendo una medida estándar en la industria porcina de EE.UU., el método de la fibra dietética total (FDT) se introdujo para superar las limitaciones del procedimiento del detergente y proporcionar una medida más completa de la fibra.
Se determina como la suma de lignina y polisacáridos no amiláceos, y puede separar la fibra dietética en fracciones solubles e insolubles.
detergente
1. Interrelación entre la fibra dietética total, fibra neutro detergente, fibra ácido detergente, y lignina ácido detergente.
La FDT es importante en la formulación de piensos para monogástricos, incluidos los cerdos, para mejorar la eficiencia alimentaria y el rendimiento de los animales y favorecer una buena salud gastrointestinal mediante una mejor fermentación del intestino posterior.
El tamaño de las camadas de lechones ha aumentado notablemente en los últimos años. Según la Junta de Desarrollo de la Agricultura y la Horticultura, el tamaño medio de una camada de cerdos en el Reino Unido ha incrementado alrededor de un 24% entre 2010 y 2023 pasando de 12,5 a 15,5 lechones por cerda.
Con un número creciente de cerdos nacidos vivos por camada, también aumenta el número de lechones destetados por cerda y año. Por lo tanto, la cerda tiene que destinar más recursos para parir más lechones y proporcionar nutrientes para el mayor tamaño de la camada.
En las dietas de gestación, se ha relacionado con un mayor peso de los lechones al nacimiento, un mayor consumo de alimento durante la lactación y una reducción de la mortalidad antes del destete.
En la fase periparto, se ha demostrado que reduce la duración del parto.
La suplementación de fibra dietética en los periodos de gestación, periparto y lactación puede proporcionar una serie de beneficios a los lechones.
En cuanto a los periodos periparto y de lactación, cada vez se reconoce más el beneficio de la suplementación con fibra para mejorar el rendimiento de la cerda y de la camada.
En un ensayo reciente en el que participaron 567 cerdas primerizas, los investigadores evaluaron la suplementación con fibra y su combinación con yuca y vitamina
Las dietas experimentales consistieron en tres tratamientos:
El tratamiento control se formuló para proporcionar una ingesta diaria de 277 g de FDT utilizando maíz molido (dieta CON).
Otra dieta formulada para proporcionar una ingesta diaria de 440 g de FDT (de los cuales 40 g eran de fibra soluble), utilizando harinillas de trigo, pulpa de remolacha, cascarilla de soja, cascarilla de arroz, maíz molido y un estimbiótico (Signis, AB Vista) (dieta FIB),
Una réplica de la dieta FIB, añadiendo 680 mg de vitamina C y 2.500 mg de yuca (dieta PLUS).
El ensayo demostró que las cerdas primerizas que recibían dietas FIB o PLUS, suplementadas con fibra soluble, tendían a destetar más cerdos por cerda, además de provocar una menor tasa de nacidos muertos y de mortalidad predestete, lo que equivalía a un mejor rendimiento de la camada.
Los estimbióticos, aditivos no digeribles pero fermentables, ayudan a estimular la fermentabilidad de la fibra en el intestino grueso, aumentando así la utilización de la FDT.
Pueden utilizarse como herramienta para maximizar los beneficios de la fibra, incluida la mejora de la salud intestinal, la productividad y el rendimiento de los animales, y la reducción del uso de antibióticos promotores del crecimiento (AGP) y medicamentos.
En un ensayo en el que se analizaron los efectos de la suplementación con un estimbiótico (Signis, AB Vista) en el rendimiento del crecimiento de cerdos destetados, se observó que los que consumían las dietas suplementadas presentaban una mayor digestibilidad total aparente de los nutrientes, en especial de la FDT además de la energía digestible en comparación con los que recibieron una dieta control.
En el mismo estudio se observó una mayor ganancia media diaria, un mejor índice de conversión y un peso corporal final en el día 42 post-destete significativamente superior con respecto al grupo control.
Otro estudio evaluó el beneficio del uso del estimbiótico sobre la necrosis de las orejas en cerdos estabulados en condiciones de intensivo.
Los cerdos recién destetados se asignaron aleatoriamente a una dieta estándar (CON) o bien a la misma dieta suplementada con un estimbiótico (Signis, AB Vista, 100 g/tonelada de pienso).
Se observó que los cerdos alimentados con el estimbiótico requirieron un 15% menos de tratamientos inyectables además de una menor incidencia de necrosis de orejas que los cerdos alimentados con la dieta control.
A medida que ganamos conocimiento en el área de la fibra, sobre todo gracias a los métodos analíticos como la FDT, podemos dotar a los productores de las herramientas necesarias para incorporar la fibra en las dietas y obtener múltiples beneficios en la producción del sector porcino, tal y como se demuestra en los ensayos citados.
Para optimizar mejor la formulación de los piensos, tecnologías como la espectroscopia NIR (infrarrojo cercano) permiten una evaluación rápida y precisa de las características de la FDT en los principales ingredientes de los piensos compuestos en porcino.
La hipótesis principal de los investigadores asocia estos efectos al cambio beneficioso de la microbiota de los cerdos inducida por el estimbiótico.
Además, la suplementación con estimbióticos contribuye a la modificación de la microbiota intestinal para favorecer la fermentación de la fibra.
Incrementar el potencial de la fibra en la dieta está directamente relacionado con una mayor eficacia en la resiliencia intestinal de los cerdos en condiciones comerciales, para mejorar los rendimientos productivos, así como la rentabilidad de la inversión.
Equipo técnico Biochem Latam
Actualmente, la producción de proteína animal se ha convertido en una operación extremadamente desafiante, ya que cada día debemos producir más, mejor y con mayor responsabilidad en cuanto al uso de recursos naturales, bienestar animal, y con seguridad y trazabilidad de alimentos seguros y saludables.
Con el objetivo de alcanzar estas metas, la industria moderna ha incorporado constantemente nuevas tecnologías y soluciones. Entre ellas, una herramienta sumamente importante y cada vez más adoptada por los productores son los probióticos.
Los probióticos son organismos vivos que, cuando se administran en cantidades adecuadas, aportan beneficios a la salud del animal. Son bacterias beneficiosas que modulan la microbiota intestinal, permitiendo que los animales tengan un tracto gastrointestinal (TGI) más saludable.
Entre los tipos de probióticos más utilizados en la producción animal se encuentran las bacterias ácido-lácticas (LAB) y los Bacillus spp. Ambos grupos tienen la capacidad de promover un TGI saludable mediante la modulación de la microbiota intestinal, lo que beneficia directa e indirectamente la integridad intestinal y la inmunidad, contribuyendo así a la salud intestinal local y la salud general del organismo, lo que resulta en animales más sanos y rebaños más rentables.
Por ello, los probióticos a base de Bacillus spp. son una mejor opción, ya que estas bacterias tienen la capacidad de formar esporas, lo que las hace más resistentes y termoestables, siendo seguras para su uso en procesos como la peletización de alimentos.
En este sentido, los probióticos pueden modular la inmunidad intestinal a través de la producción de compuestos beneficiosos, como los ácidos grasos de cadena corta (AGCC), que poseen propiedades antiinflamatorias y antimicrobianas.
Además, estimulan la producción de IgA, un tipo de anticuerpo presente en las mucosas, que representa una primera línea de defensa frente a patógenos invasores. De este modo, el uso de probióticos puede ayudar a reducir la inflamación del TGI en los lechones, además de respaldar una respuesta inmunitaria más eficaz.
También pueden colonizar el epitelio intestinal y actuar mediante exclusión competitiva contra bacterias patógenas. No obstante, las bacterias LAB son más sensibles a las condiciones ambientales, lo que limita su uso en piensos que pasan por procesos térmicos.
Siguiendo la evolución en la investigación y desarrollo de probióticos, Biochem ha desarrollado una cepa probiótica para responder a las diversas demandas de la industria: TechnoSpore, formada por la cepa Bacillus coagulans (DSM 32016), la primera cepa de su tipo aprobada por la Unión Europea como aditivo alimentario para uso en dietas animales.
TechnoSpore une lo mejor de dos mundos, ya que combina los beneficios de las bacterias formadoras de esporas con los de las bacterias ácido-lácticas. Es una cepa probiótica esporulada, lo que le confiere resistencia ambiental y termoestabilidad, además de ser capaz de producir ácido láctico de forma eficiente (una característica poco común entre otros Bacillus spp.).
El ácido láctico reduce el pH paracelular, dificultando la proliferación de bacterias patógenas. También actúa como sustrato para bacterias beneficiosas que producen ácidos grasos de cadena corta (AGCC) como el butírico, propiónico y acético.
Estos AGCC tienen funciones esenciales en la salud intestinal. El ácido butírico, por ejemplo, es fuente de energía para los enterocitos, lo que contribuye a la integridad de la mucosa intestinal y favorece un entorno más propicio para la absorción de nutrientes.
El ácido propiónico y el acético desempeñan papeles importantes en la regulación de la microbiota y en la reducción de la inflamación intestinal. Así, TechnoSpore® estimula un ciclo beneficioso que fortalece la barrera intestinal y favorece el rendimiento de los cerdos.
Biochem cuenta con numerosas evidencias científicas que demuestran claramente los efectos positivos de TechnoSpore en cerdos. La mayoría de los estudios se ha realizado en lechones recién destetados, una de las fases más críticas en la producción porcina, ya que el cambio brusco en la dieta y el ambiente genera impactos negativos en la salud intestinal, tanto en la integridad como en la microbiota.
TechnoSpore: La cepa probiótica de Biochem que une lo mejor de dos mundos DESCÁRGALO EN PDF
La disbiosis intestinal —un desequilibrio entre bacterias beneficiosas y patógenas — es común en esta etapa y puede ocasionar diarreas, inflamación y disminución del rendimiento.
Los resultados de estos estudios mostraron mejoras en la puntuación fecal, integridad y microbiota intestinal, así como beneficios en el rendimiento zootécnico, con mejor ganancia de peso y eficiencia alimentaria.
Además, estudios de campo en cerdas durante el último tercio de gestación y lactancia mostraron mejor calidad del calostro y mayor peso de la camada al destete (Fuente: Biochem).
Con base en estos hallazgos, TechnoSpore ofrece múltiples beneficios a la porcicultura, comprobados en diversos estudios:
Modulación positiva de la microbiota intestinal
Mejor integridad intestinal
Reducción de la mortalidad
Mejor eficiencia alimentaria
Mayor índice de eficiencia productiva.
Al unir la robustez de los Bacillus con la eficiente producción de ácido láctico, TechnoSpore se destaca como una solución innovadora para optimizar la salud intestinal y contribuir a un rendimiento óptimo en la porcicultura moderna.
Felipe Horta, MV, MSc
Director de producto del Grupo Nuproxa
La producción animal moderna representa un desafío constante: alcanzar altos niveles de eficiencia en sistemas cada vez más intensivos, sin comprometer la salud ni el bienestar de los animales. Los avances en genética y en la intensificación de los sistemas de producción han permitido aumentar significativamente la productividad.
Sin embargo, estos progresos también han incrementado la exposición de los animales a mayores niveles de exigencia fisiológica y ambiental. Uno de los efectos colaterales más comunes en este contexto es el estrés.
Aunque comúnmente se asocia con efectos negativos, el estrés es, en realidad, una respuesta adaptativa natural del organismo ante situaciones que amenazan su equilibrio homeostático. Su objetivo es proteger al organismo y restablecer la homeostasis.
No obstante, cuando los factores estresantes son prolongados o de gran intensidad, esta respuesta deja de ser adaptativa y se convierte en una fuente de alteraciones fisiológicas y productivas.
Los factores estresantes en los animales de producción son diversos y multifactoriales. Entre los más comunes se encuentran:
Factores ambientales: temperaturas extremas (frío o calor), alta humedad, ruidos excesivos, mala ventilación.
Factores alimentarios: presencia de micotoxinas, grasas oxidadas, ciertos aditivos, desequilibrios nutricionales.
Factores sanitarios o inmunológicos: vacunaciones, infecciones virales (como influenza), bacterianas (Ej. Escherichia coli) o parasitarias (Ej. Eimeria).
Si bien el cortisol cumple funciones esenciales en situaciones agudas, su producción crónica o en exceso puede tener efectos adversos, tales como:
Reducción del consumo de alimento.
Catabolismo del tejido muscular.
Hiperglucemia.
Supresión del sistema inmunológico.
Disminución del rendimiento productivo y reproductivo.
Factores fisiológicos o productivos: procesos como el amamantamiento y destete en mamíferos, el pico de postura en aves ponedoras, la muda forzada o la prolongación de ciclos productivos.
Factores de manejo: transporte, reagrupamientos, cambios de instalaciones, entre otros.
Frente a estos estímulos, el organismo animal activa el eje hipotálamo-hipófisissuprarrenal, lo cual lleva a la liberación de cortisol, una hormona ampliamente reconocida como biomarcador del estrés en diversas especies animales (Gunnar y Donzella, 2002; Gillespie et al., 2009).
Adicionalmente, el estrés incrementa la producción de radicales libres, compuestos altamente reactivos que generan daño celular y promueven procesos inflamatorios. Estos radicales pueden afectar órganos clave como el hígado y el intestino:
En el intestino, deterioran la mucosa, favoreciendo la aparición de diarreas, la disminución en la absorción de nutrientes y desequilibrios en la microbiota intestinal.
En el hígado, interfieren con el metabolismo lipídico, facilitando la acumulación de grasa y aumentando el riesgo de esteatosis hepática.
C-Power™: una solución natural frente al estrés
Conscientes de esta problemática, se desarrolló C-Power™, un aditivo natural formulado a partir de extractos vegetales ricos en fitoactivos, especialmente polifenoles y alcaloides.
Este producto ha sido diseñado para mitigar los efectos negativos del estrés, mejorando la capacidad adaptativa de los animales ante factores estresantes que no pueden eliminarse completamente en las condiciones de granja.
Los polifenoles presentes en C-Power™ poseen una potente acción antioxidante:
Neutralizan los radicales libres, reducen el daño celular, disminuyen la inflamación sistémica y protegen la funcionalidad de órganos vitales como el hígado y el intestino, contribuyendo así a preservar la salud y el desempeño productivo de los animales.
Un ejemplo claro de una fase crítica particularmente vulnerable al estrés de múltiples orígenes es la fase de lactación.
Diversos estudios (Farmer et al., 2010; Meng et al., 2013; Weng et al., 2019) han demostrado que la suplementación con polifenoles en cerdas lactantes tiene un efecto positivo en la salud de las glándulas mamarias, especialmente en la reducción del grado de inflamación.
de cerdas control
de cerdas
Gráfica 1. Evaluación del potencial antioxidante en la sangre de lechones provenientes de cerdas suplementadas con C-PowerTM en gestación. Parraguez et al., (2022)
Esta mejora puede traducirse, además, en un incremento en la calidad del calostro y de la leche (Chen et al., 2023; Li et al., 2021; Sun et al., 2019; Meng et al., 2018; Hu et al., 2015), con efectos beneficiosos sobre el desarrollo y estado sanitario de los lechones (Meng, 2018 y 2019; Lipinski et al., 2019; Sun et al., 2020) y en su peso al destete (Frederico et al., 2022; Li et al., 2021; Wang et al., 2019; Meng et al., 2018; Hu et al., 2015).
Por otro lado, los alcaloides presentes en C-PowerTM actúan a nivel del eje neuroendocrino, contribuyendo a la modulación de los niveles de cortisol.
Esta acción permite mitigar sus efectos negativos desde las etapas iniciales, evitando así consecuencias más severas como la pérdida de apetito, la inmunosupresión y la disminución del rendimiento productivo.
Tabla 1. Niveles de cortisol (ng/ml) en la saliva de cerdos suplementados o no con C-PowerTM a 100g/ton de alimento entre 120 y 150 días de edad. Fuente: InsideSui, datos todavía no publicados
Gracias a la combinación de sus efectos antioxidantes y moduladores del eje neuroendocrino, C-Power™ no solo protege a los animales frente al estrés, sino que también contribuye a mejorar su desempeño productivo y reproductivo.
El uso de C-Power™ ha mostrado resultados concretos en diversas fases del ciclo productivo, destacándose especialmente en etapas críticas como la lactación:
En cerdas lactantes, la suplementación con C-Power™ ha demostrado mejorar la ganancia diaria de peso (GDP) y el peso de los lechones al destete, además de contribuir a una reducción en la mortalidad pre-destete.
Asimismo, se han observado efectos positivos en la prolificidad mayor número de lechones nacidos vivos en la siguiente camada.
Tabla 2. Desempeño de cerdas y lechones en fase de maternidad (21d) con la suplementación o no de C-PowerTM en la dieta de las cerdas a 2g/cerda/día. Frederico et al. (2022)
Es posible observar un desempeño superior en cerdas suplementadas y sus lechones.
Se destacan la menor conversión alimenticia en peso de camada (-0,25) y la producción de leche (+1,12 kg/día), que resultó en mayor GPD y peso al destete.
También se destaca el efecto positivo en la reproducción, con aumento de lechones nacidos vivos en el parto siguiente
En cerdas gestantes, su suplementación mejora el peso de camada, el peso promedio de lechones y su homogeneidad al nacimiento. También mejora el potencial antioxidante en la sangre de lechones;
p= 0,074
Lechones <1kg
Lechones >1kg p= 0,001
Control C-PowerTM
Gráfica 2. Efecto de C-PowerTM en dietas de gestación sobre el peso de lechones al nacimiento. Parraguez et al., (2022).
Suplementando C-PowerTM en gestación podemos aumentar el peso promedio al nacimiento
En los sistemas intensivos actuales, el estrés es un enemigo silencioso, pero constante. Sabemos que no siempre es posible percibir y tampoco eliminar todos los factores que lo provocan, pero sí podemos actuar para mitigar sus efectos.
C-PowerTM nace justamente con ese objetivo: ayudar a los cerdos a mantener su equilibrio fisiológico y mejorar su productividad, incluso bajo los factores de estrés que no logramos controlar.
Más que un aditivo, C-Power es una herramienta estratégica, que permite afrontar los desafíos del día a día con animales más adaptados y productivos. Una solución natural, efectiva y alineada con las demandas de la porcicultura moderna.
Optimizando el desempeño en situaciones de estrés DESCÁRGALO EN PDF
En cerdos en la fase de finalización, ayuda a controlar el estrés de disputa por alimento, densidad y del metabolismo acelerado bajando cortisol y estimulando el desempeño;
Tratamientos
Tabla 3. Desempeño de cerdos suplementados con C-PowerTM en fase de finalización, entre los 120-150d de edad
Suplementando C-PowerTM en gestación podemos aumentar el peso promedio al
Bernardo Fabricio IGLESIAS1,2, María
Viviana CHARRIÈRE1, Virginia FAIN
BINDA1, Facundo Javier FERRAGUTI3
1Sección Avicultura | Área de Producción
Animal | INTA-EEA Pergamino.
2Prof. Adjunto | Área de Producción
Animal | ECANA – UNNOBA.
3Red de Evaluación de Híbridos de Maíz | INTA-EEA Oliveros.
El achaparramiento del maíz (conocido en inglés como corn stunt disease, CSD), es una enfermedad de creciente importancia económica en el continente americano. Es transmitida por Dalbulus maidis (Hemiptera: Cicadellidae), un insecto popularmente conocido como “chicharrita del maíz”, “cigarrita” o “cigarrinha”. El adulto de la chicharrita se caracteriza por su coloración predominantemente amarillo pálido, con dos puntos negros sobre el vértice de la cabeza y mide de 3,7 a 4,3 mm de largo (Figura 1).
Si bien el área histórica de distribución del vector comprende entre los paralelos 30° de ambos hemisferios (desde el norte de México hasta la zona norte de Argentina), ocasionalmente puede expandir su presencia al sur de EE. UU. y a la Región Pampeana Norte (Virla, 2024)
El Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) menciona que es probable una expansión del área habitual y ocasional de D. maidis, provocada por el cambio en las condiciones climáticas (Santana et al., 2019).
Recientemente, el CSD ha resurgido y se ha detectado la expansión a nuevas áreas de Canadá, EE. UU. (Univ. of Minnesota Extension, 2024), México (Pérez-López et al., 2016), Colombia, Brasil, Paraguay, Uruguay y la región maicera centro y sur de Argentina (de Rossi et al., 2024; Secr. de Bioeconomía, 2024).
Esta situación es preocupante ya que las pérdidas de rendimiento asociadas a esta enfermedad pueden ser severas, entre 30 y 70%.
El patosistema del achaparramiento está integrado por el maíz como hospedante, los agentes fitopatógenos y el D. maidis, el insecto vector. Los agentes patógenos más comunes son dos virus, Maize rayado fino virus (MRFV) y Maize striate mosaic virus (MSMV), y dos bacterias Mollicutes, Spiroplasma kunkelii (corn stunt spiroplasma, CSS) y Maize bushy stunt phytoplasma (MBSP).
No obstante, cuando se combinan altas poblaciones del vector con híbridos muy susceptibles, las pérdidas pueden ser directamente, totales. Este escenario fue el que se observó en muchos lotes de la campaña maicera 2023-24 en la Argentina, y que significó un recorte de 11,4 millones de toneladas en la producción nacional, valuadas en US $2.045 millones (Marin et al., 2024). a c b
El vector D. maidis adquiere estos patógenos al succionar la savia desde el floema de plantas afectadas y, luego de un período de incubación, es capaz de transmitirlos a plantas sanas. En este proceso pueden combinarse más de un patógeno, por lo que es frecuente encontrarse infecciones mixtas afectando a la misma planta (Mesa Técnica Nacional del INTA, 2024).
Figura 1. Adulto de Dalbulus maidis (a) sobre escala milimetrada, (b) en hoja de maíz y (c) en cogollo de maíz. Fotos: M. Casuso (a) y F. Ferraguti (b y c).
Los principales síntomas de los virus incluyen el acortamiento de los entrenudos y mazorcas con fallas de cuaje de granos de diferente magnitud. Las hojas de plantas afectadas por MRFV presentan finas rayas a lo largo de las nervaduras, visibles a trasluz, un síntoma exclusivo de este patógeno que ayuda a diferenciarlo de acortamiento por estrés hídrico (Figura 2).
Figura 2. Síntomas foliares y en mazorca característicos de MRFV transmitido por D. maidis. (a) Rayas finas a lo largo de las nervaduras; (b) fallas en polinización y cuaje de granos.
Fotos: F. Ferraguti.
Los Mollicutes proliferan en el floema, causando restricciones en el flujo normal de los asimilados, y disparan la síntesis de antocianinas, un pigmento que actúa como protección contra el estrés ambiental y la acumulación de azúcares. Este síntoma de enrojecimiento, normalmente es acompañado por amarillamiento que se inicia desde los márgenes y avanza hacia la nervadura central, siendo característico de la infección de CSS.
Si la infección es temprana y el genotipo es susceptible, se puede observar, además del acortamiento de entrenudos, la estimulación de macollaje e hiperprolificidad, mazorcas múltiples y filodios con crecimiento anormal (Dudek et al., 2024) (Figura 3).
Figura 3. Síntomas de CSD en planta, (a) achaparramiento severo, enrojecimiento y color púrpura en hojas; (b) hiperprolificidad y crecimiento desmedido de filodios.
Fotos: F. Ferraguti.
La restricción del flujo de asimilados hacia las mazorcas en formación y/o durante el llenado determina que las mazorcas afectadas por Mollicutes tengan menor tamaño, menor número de granos por mazorca, menor peso de los mismos y en algunos casos, la interrupción abrupta del llenado de granos y muerte prematura de la planta.
Esta situación tiene como consecuencia varias aristas:
1
En primer lugar, la merma de rendimiento por menor número y peso de granos, que dependerá de la incidencia y severidad de CSD;
2
En segundo lugar, se afectaría la calidad nutricional por cambios en la proporción de almidón, proteína y aceite del grano, ya que cada fracción tiene una dinámica de deposición diferente y distintos requerimientos energéticos y de nutrientes para su síntesis (Uhart & Andrade, 1995; Borrás et al., 2002);
En tercer lugar, las mazorcas afectadas que tienen una culminación abrupta de su llenado quedan expuestas al clima con semanas de anticipación al resto de las plantas y esto puede ir en detrimento de la calidad e inocuidad del grano debido al brotado y proliferación de hongos micotoxigénicos (Espósito & Ferraguti, 2020) (Figura 4).
La podredumbre de mazorcas causadas por hongos micotoxigénicos son prevalentes en todas las zonas maiceras de Latinoamérica, cambiando los géneros, especies y cepas en función del inóculo presente y las condiciones climáticas. Las especies más relevantes son Fusarium verticilloides, Giberella sp., Aspergillus sp., Penicillum sp., Stenocarpella maydis y Alternaria sp., entre otros.
Se han descrito casi 400 micotoxinas, destacando a las aflatoxinas (AFL), fumonisinas (FUM), deoxinivalenol (DON), zearalenona (ZEA), toxina T-2, otros tricotecenos y ocratoxinas (OCRA) por su amplia distribución en producción pecuaria, e implicancia en la salud pública y animal (United State Department of Agriculture, 2016).
3 a c b
Figura 4. (a) Plantas con muerte prematura; (b) mazorcas de plantas con muerte prematura que exhiben granos brotados y colonizados por hongos; (c) comparación entre una mazorca de una planta sin síntomas vs. una mazorca de planta con muerte prematura. Fotos: F. Ferraguti.
La contaminación por micotoxinas en el alimento puede provocar una variedad de problemas de salud en los animales que las consumen, incluyendo reducción en el crecimiento, pérdida de eficiencia alimenticia, trastornos hepáticos, inmunosupresión y, en casos graves, incluso la muerte (Gimeno, 2009)
Por lo tanto, es fundamental realizar pruebas exhaustivas para detectar la presencia de estas toxinas para tomar medidas de manejo y mitigación adecuadas para garantizar la inocuidad del alimento.
Actualmente, se dispone de escasa información acerca de los efectos del achaparramiento del maíz sobre la composición nutricional del grano y la posible contaminación con micotoxinas. El objetivo de este trabajo fue evaluar la calidad nutricional y la inocuidad de maíces contrastantes en características agronómicas y sanitarias respecto a los patógenos transmitidos por D. maidis.
Cuadro 1. Escala propuesta para la estimación de pérdidas de rendimiento por mazorca
Con el objetivo de complementar las evaluaciones foliares, caracterizar la tolerancia de híbridos y estimar las pérdidas de rendimiento de un cultivo afectado por CSD, de Rossi et al., (2024) propusieron una escala de severidad de mazorcas basada en la merma de rendimiento (Cuadro 1, Figura 5).
A su vez, esta escala también ha sido utilizada como referencia para evaluar la capacidad germinativa y la viabilidad de establecer maíces voluntarios (guachos) de las semillas pertenecientes a mazorcas con diferente grado de afectación (Ferraguti et al., 2025).
Daño Grado Merma de producción de mazorca al tacto
Sin daño 0 0%
Bajo 1 1-20%
Medio 2 21-60%
Alto 3 61-100%
Figura 5. Escala de evaluación de daño en mazorca, adaptada de de Rossi et al. (2024). Se presentan mazorcas modelo según grado de la escala y la comparación de tamaño de granos correspondientes a cada categoría.
Fotos: F. Ferraguti (a); A. Límido (b).
Se analizaron muestras de 4 híbridos contrastantes en ciclo y textura de granos pertenecientes al ensayo comparativo de rendimiento de la Red Nacional de Maíz del INTA. Las mismas provinieron del sitio Oliveros (Santa Fe, Argentina) siembra tardía de la campaña 2023-24 (Cuadro 2).
La fecha de siembra fue el 21 de enero de 2024, donde se registró alta presión de D. maidis desde la emergencia, encontrando 6 individuos por cogollo en el conteo de V6. El ciclo del cultivo transcurrió con frecuentes golpes de calor y un estrés hídrico moderado hasta la floración femenina (R1). Durante el período de llenados de granos, las precipitaciones recargaron el perfil del suelo y las temperaturas máximas descendieron. El rendimiento promedio del ensayo fue bajo (2867 kg/ha).
Sobre estas muestras se determinó Energía Metabolizable Verdadera (EMV) y su coeficiente de utilización (EMV/EB) por la técnica de Sibbald (1976) empleando gallos.
A su vez, se estimó por NIRS (Near-Infrared Spectroscopy) el contenido de Proteína Cruda (PC), Extracto Etéreo (EE), Fibra Cruda (FC) y Cenizas (Cen), además de Almidón y los Aminoácidos (totales y digestibles) más importantes en nutrición aviar.
Por otra parte, una 15va muestra del Híbrido 3 que presentó granos brotados en planta, se envió, junto a muestras del Híbrido 2 (con los 4 grados de afectación) a EE. UU. para analizar el contenido de micotoxinas a través de espectroscopia de masa para la identificación y cuantificación de 54 micoproductos.
Los datos fueron sometidos a ANOVA empleando el software InfoSTAT (Di Rienzo et al., 2020).
Peso de granos
Se encontró interacción significativa (p<0,05) Híbrido x Grado para el peso de granos, debido a que no todos los híbridos redujeron en la misma magnitud el peso de los granos entre Grados de la escala (Figura 6).
El peso de grano de la categoría G1 se redujo un 44% respecto a las mazorcas sin daño (G0 = 287 mg/grano), mientras que, en las categorías G2 y G3 la caída del peso fue significativamente mayor (53 y 73%, respectivamente). Estos valores indicarían una severa restricción de la disponibilidad de asimilados por grano y desde una etapa muy temprana del llenado de los mismos (Uhart & Andrade, 1995; Borrás et al., 2002).
de
de mazorca
Textura grano 0 1 2 3
Híbrido 1 X N/A X X Tardía Intermedio-corto Flint
Híbrido 2 X X X X Tardía Intermedio Dureza intermedia
Híbrido 3 X X X X Tardía Intermedio Semidentado
Híbrido 4 N/A X X X Tardía Corto Dentado
X: muestra analizada; N/A: no analizado.
Cuadro 2. Materiales analizados y características de los mismos.
El valor de G1 es similar a una restricción de asimilados desde grano pastoso, mientras que G2 y G3 a una restricción tan temprana como grano lechoso (Saini & Westgate, 1999). Teniendo en cuenta que las condiciones climáticas fueron adecuadas durante postfloración, la restricción al llenado de granos estaría ligada a CSS y MBSP, Mollicutes que proliferan en los vasos del floema, obstruyendo progresivamente el transporte de savia entre órganos, impidiendo la llegada de asimilados a los granos (Ruschel Haas et al., 2023).
En cuanto a la calidad nutricional, se encontró que el EE disminuyó significativamente desde el primer grado de severidad (G1) (p ≤0,05, Cuadro 3), y con una tendencia lineal (R2: 0,82, Figura 7). Esto se asocia a la patogenia de este fitopatocomplejo donde las bacterias, especialmente CSS y MBSP proliferan en los vasos del floema, obstruyendo progresivamente el transporte de azúcares entre órganos e impidiendo la llegada de nutrientes a los granos (Ruschel Haas et al., 2023; Mesa Técnica Nacional del INTA, 2024).
Cuadro 3. Resultados de análisis proximal, almidón, energía y aminoácidos de maíz con diferente grado de afectación por achaparramiento.
Datos estandarizados al 88% de materia seca. Medias con distinta letra en la misma fila difieren significativamente (a,b: p≤0,05; A,B: p≤0,10).
Grado de afectación
Las barras de error indican el error estándar.
y=0,28x + 8,085
= 0,6253
y=0,218x + 3,637
= 0,8211
y=0,1105x + 2,507
= 0,9313
Grado de afectación
Por otra parte, tendió a incrementarse la concentración de PC en los granos afectados por CSD (p≤0,10, Cuadro 3). La concentración de PC en granos es el componente más sensible a cambios en la disponibilidad de asimilados, ya que afecta paralelamente la absorción de nitrógeno (Pan et al., 1995).
El hecho que aumente la proteína podría estar ligado a la disminución del número de granos fijados por mazorca, llevando a una nueva relación fuente/destino donde se favoreció, levemente, la acumulación de esta fracción.
Esta situación podría entenderse como beneficiosa desde el punto de vista nutricional, dado que la proteína es uno de los nutrientes más caros en la formulación de las dietas para aves y otras especies (Maia et al., 2021); sin embargo, si se presta atención a los aminoácidos más importantes en avicultura (key amino acids), se puede observar que este incremento de la proteína no afectó su concentración (p>0,10) e incluso bajaron en forma lineal, si son expresados como porcentaje de la PC (Figura 8).
Figura 7. Variación de la concentración de la proteína cruda (PC), el extracto etéreo (EE) y fibra detergente ácido (FDA) en función del grado de afectación de los granos por achaparramiento del maíz. Letras diferentes sobre una misma línea, difieren significativamente (a,b: p≤0,05; A,B: p≤0,10).
Esta situación se observó en otras materias primas expuestas a situaciones de estrés abiótico durante su producción (Iglesias et al., 2025). Entre los key amino acids, el único que tendió a incrementarse en forma lineal con el grado de afectación, fue la isoleucina total (p≤0,10), pero no ocurrió lo mismo con la isoleucina digestible (p>0,10, Cuadro 3).
= 0,9308
y= -0,0737x + 3,8538 y= -0,0334x + 3,2253
= 0,871
Grado de afectación
Figura 8. Variación de la concentración de los principales aminoácidos, expresados como porcentaje de la proteína cruda (PC), en función del grado de afectación por achaparramiento. Letras diferentes sobre una misma línea, difieren significativamente (p≤0,05).
No se observaron diferencias significativas en la concentración de almidón (p=0,11, Cuadro 3), aún con los drásticos cambios registrados en el peso de granos y las diferencias morfológicas que permitieron clasificar a simple vista los grados de daño (Figura 5).
Si bien, esto no se condice con lo observado por Ruschel Haas et al. (2023), en el trabajo realizado por Martínez et al. (2017) para regiones maiceras contrastantes de la Argentina, se observó gran estabilidad de este constituyente, principalmente atribuido a la capacidad de amortiguar variaciones en la calidad ambiental a través de la removilización de carbohidratos solubles acumulados previamente en el ciclo.
A su vez, la FDA, representada básicamente por celulosa y lignina (Van Soest, 1963), se incrementó significativamente (p≤0,05, Cuadro 3), y en forma lineal (R2: 0,93, Figura 7). Este resultado sería consecuencia de la disminución del EE, tal como ocurrió con la PC. Si bien, la celulosa y la lignina son indigestibles para las aves, pueden colaborar en la estimulación de la molleja (Jiménez-Moreno et al., 2013).
El valor de EMV de muestras de G0, G1 y G2 estuvieron por encima de los datos históricos para un maíz amarillo/anaranjado (Azcona et al., 2007) y no presentaron diferencias entre sí (p>0,05, Cuadro 3, Figura 9), sin embargo, las muestras de G3 con una caída de 180 kcal/ kg respecto del promedio de los otros tres grados, difirieron significativamente (p≤0,05), básicamente por una disminución en la utilización de la EB (EMV/EB) (p≤0,05, Cuadro 3, Figura 9), lo que sería consecuencia de la disminución del EE y aumento de la FDA (Cuadro 3)
EMV (kcal/kg) EMV/EB (%) 3 a a a a b a a b
y= -34x2 + 39,4x + 3674,4 y= -0,9x2 + 1,404x + 92,329 R2 = 0,9984 R2 = 0,9653
Figura 9. Variación de la energía metabolizable verdadera del maíz en función del grado de afectación por achaparramiento.
Letras diferentes sobre una misma línea, difieren significativamente (p≤0,05).
El análisis de micotoxinas del Híbrido 2 desde G0 a G3 no presenta análisis estadístico debido a que se realizó sobre una muestra por grado (Cuadro 4). A modo informativo, ningún Grado del Híbrido 2 presentó niveles problemáticos de micotoxinas. Las muestras evaluadas presentaron niveles bajos de micotoxinas, por lo que la Cantidad Equivalente de Riesgo (del inglés Risk Equivalent Quantity, REQ) fue baja, no obstante, no se descartaría el uso de algún secuestrante de micotoxinas en función de las micotoxinas halladas (Bueno, 2014).
Parámetro (%)
Híbrido 2 - Grado de afectación Híbrido 3 Brotado 0 1 2 3
Tricotecenos tipo A* - - - - -
Tricotecenos tipo B** - 30 27 - 1577
Cuadro 4. Contenido de micotoxinas en muestras de cada uno de los grupos analizados (ppm)
*Tricotecenos tipo A = T-2 + HT-2 + diacetoxiscirpenol (DAS) + neosolaniol; **Tricotecenos tipo B = deoxinivalenol (DON) + 15-acetil DON + 3-acetil DON + fusarenona X + nivalenol + DON-3-glucósido; ***Micotoxinas emergentes = beauvericin + moniliformin + eniatina A/A1 + eniatina B/B1 + fomopsina A + alternariol; #REQ: cantidad equivalente de riesgo. Esto representa la suma de riesgo de micotoxinas basado en la concentración y su respectivo factor de riesgo. Riesgo bajo: REQ<35, moderado: 35<REQ<75, alto: REQ>75.
En concordancia con lo dicho en artículos anteriores (Iglesias et al., 2025), no sería recomendable alimentar categorías de animales sensibles, como pollitos BB, reproductoras o pavos. O bien, se podría diluir las micotoxinas en el alimento limitando el uso de este tipo de materia prima.
La muestra de maíz brotado del Híbrido 3 presentó niveles preocupantes de micotoxinas, catalogado como de riesgo alto por el REQ.
Las mazorcas que brotan a campo mientras se espera la recolección del lote, tienen más tiempo de exposición a las variaciones ambientales de humedad y temperatura y son más propensas a la proliferación de hongos micotoxigénicos (Ferraguti et al., 2022) (Figura 5), sobre todo si son expuestos a estrés térmico por frío (Vujanovic et al., 2012)
Los valores de contaminantes registrados para las mazorcas brotadas hacen que su uso como ingrediente en dietas para aves sea peligroso, aún si se recurre a secuestrantes de micotoxinas.
En los próximos años, se espera un aumento en la frecuencia de lotes afectados por CSD debido a la expansión del área donde el vector de la enfermedad, la chicharrita D. maidis, está presente y por la tendencia a mayor variabilidad climática.
Además de las pérdidas de rendimiento ampliamente documentadas, en este trabajo se demostró que las mazorcas afectadas por CSD disminuyeron su calidad nutricional e inocuidad como ingrediente en las dietas de aves. Los Grados de mazorcas se diferenciaron claramente en peso de grano y, comparadas a las mazorcas sanas, tuvieron contenidos más bajos de EE, EMV y en el aprovechamiento de la EB (EMV/EB).
No obstante, el contenido de almidón se mantuvo constante, y se incrementaron los niveles de FDA y PC, probablemente porque las mazorcas afectadas tuvieron una relación fuente/destino diferente al de las mazorcas sanas. A pesar del aumento de PC, los AA no siguieron la misma tendencia.
El contenido de micotoxinas presente en las mazorcas brotadas fue alarmante, y ante la necesidad de usar este tipo de material por cuestiones de disponibilidad en caso de nuevas epifitias, se recomienda realizar el análisis de micotoxinas para identificar los contaminantes presentes y en función de esta información elegir si se usa o no y el uso de un secuestrante acorde.
Achaparramiento del maíz: sus efectos sobre la calidad nutricional DESCÁRGALO EN PDF
Vet. Bruno Vecchi, Vet. Cecilia Rodríguez, Equipos técnicos Vetanco Brasil – Vetanco Argentina
El cambio climático plantea importantes desafíos para la seguridad alimentaria global.
Las variaciones en la temperatura, la humedad y los patrones de precipitación, junto con el aumento en la frecuencia de eventos climáticos extremos, afectan a las prácticas agrícolas, la productividad y valor nutricional de los cultivos destinados a la alimentación. Además, estos cambios favorecen la proliferación de microorganismos como los hongos (1).
Los hongos contaminantes de cereales representan un riesgo para la producción animal, ya que producen micotoxinas, compuestos tóxicos liberados en condiciones de estrés en diferentes etapas de la cadena de producción.
En los últimos años, el hongo Fusarium ha proliferado de manera alarmante, aumentando la presencia de micotoxinas como las fumonisinas (FB1) y los tricotecenos (como la toxina T-2) (4).
En aves de postura, la exposición a estas micotoxinas es preocupante debido a su impacto en la salud, el rendimiento y la calidad de los productos finales, cuya gravedad varía según el tipo y la cantidad de micotoxinas consumidas.
La toxina T-2, por ejemplo, ha sido asociada con una reducción en el consumo de alimento y en la ganancia de peso, una disminución del grosor de la cáscara del huevo y la aparición de lesiones en la cavidad bucal (3).
Estudios previos han demostrado que estas lesiones pueden evolucionar a necrosis, erosiones y ulceraciones en la base de la lengua, el paladar y la comisura del pico, lo que agrava el cuadro (4).
Por otro lado, las fumonisinas han sido relacionadas con un aumento en la serotonina circulante, lo que genera un efecto similar al de los tricotecenos en la reducción del consumo de alimento en animales de producción.
(consumo voluntario)
En términos productivos, las micotoxinas afectan negativamente la síntesis de proteínas y lípidos en aves de postura, lo que repercute en una menor producción y tamaño de los huevos, así como en una reducción del tamaño proporcional de las yemas (2).
Dado que el alimento balanceado representa entre el 55 % y el 60 % del costo de producción de una docena de huevos, es fundamental implementar estrategias eficaces para mitigar el impacto de las micotoxinas.
En este sentido, los inactivadores enzimáticos han demostrado ser una herramienta clave, ya que neutralizan estas toxinas dentro del tracto digestivo, protegiendo la salud y el rendimiento de las aves.
Actualmente, existen diversas estrategias para el control de micotoxinas, pero debido a la complejidad de sus estructuras químicas, los aditivos enzimáticos antimicotoxinas se han posicionado como la opción más efectiva.
A diferencia de otros métodos, estos aditivos actúan de manera específica sobre las micotoxinas sin depender de su polaridad.
Investigaciones de autores como Jouany (2007), Armado et al. (2012) y Tso et al. (2019) han demostrado que ciertas cepas de Saccharomyces cerevisiae poseen las enzimas necesarias para biotransformar y neutralizar micotoxinas clave, como tricotecenos, ocratoxinas, fumonisinas y zearalenona.
Se llevó a cabo un experimento en la Universidad del Estado de Santa Catarina, campus Chapecó, Brasil, con el objetivo de demostrar la eficacia de un inactivador enzimático de micotoxinas a base de S. cerevisiae (Detoxa® Plus) en aves de postura desafiadas experimentalmente con Fumonisina B1 (FB1) y Toxina T2 (T-2).
El ensayo incluyó 60 aves Hy-Line Brown de 25 semanas de edad, divididas en cinco grupos experimentales con cuatro repeticiones por grupo. Las aves fueron alojadas en jaulas convencionales equipadas con comederos en línea y un sistema de bebederos tipo nipple.
Las micotoxinas FB1 y T-2 se obtuvieron en estado puro mediante métodos estandarizados y fueron incorporadas al alimento en diferentes concentraciones según el grupo experimental.
Los niveles de FB1 y T-2 en las dietas de las aves de postura en este estudio se presentan en la siguiente tabla:
Nota 1: ND - No detectado (Límite de cuantificación: 30 ppb).
Análisis realizado mediante cromatografía líquida con detección por espectrometría de masas (HPLC-MS/MS).
Tabla 1. Grupos experimentales y tratamientos.
Resultados zootécnicos: Se evaluaron los parámetros productivos en tres ciclos de 28 días cada uno. Entre ellos, se analizaron el porcentaje de postura, el peso promedio de los huevos, la masa de huevos, el consumo de alimento y la conversión alimenticia (CA/docena y kg/kg).
Calidad del huevo: Al final de cada ciclo, se midieron la resistencia y el grosor de la cáscara, así como los porcentajes de cáscara, albúmina y yema.
Tabla 2. Resultados de parámetros zootécnicos por tratamiento.
Como se puede observar, en todos los parámetros evaluados se encontraron diferencias significativas entre ambos controles, lo que confirma el efecto negativo del desafío con micotoxinas.
En cuanto a los tratamientos, Detoxa® Plus logró valores similares al control negativo en el peso de los huevos, aunque mejoró los resultados en comparación con el control positivo en términos de porcentaje de postura, consumo de alimento, peso del huevo y conversión alimenticia.
Este beneficio diferencial por la incorporación de una dosis mayor de Detoxa® Plus en ciertos parámetros productivos se debe a que tanto T2 como Fumonisina B1 tienen un impacto mayor en algunos parámetros productivos por sobre otros.
En cuanto a la calidad de los huevos, el desafío con micotoxinas redujo la resistencia de la cáscara en comparación con ambos controles. Las únicas diferencias significativas entre los tratamientos se observaron en el porcentaje de albúmina, que fue significativamente mayor en los grupos tratados, incluso en comparación con el control negativo.
Sin embargo, los controles no tuvieron diferencias, lo que estaría indicando que el desafío de micotoxinas no tuvo un impacto directo sobre la calidad de huevos.
Tabla 3. Resultados en calidad del huevo por tratamientos.
Letras diferentes (a-d) indican diferencias significativas entre tratamientos en los distintos ciclos (p≤0.05).
Detoxa® Plus mejoró los parámetros productivos de las aves desafiadas durante tres ciclos de 28 días, desde las 25 hasta las 37 semanas de edad, con FB1 y T-2. Además, aumentó los porcentajes de albúmina en los huevos.
Estos hallazgos destacan el potencial de Detoxa® Plus como una herramienta esencial para mitigar los efectos negativos de las micotoxinas en aves de postura, lo que podría traducirse en mejoras en el rendimiento productivo incluso frente a desafíos severos por micotoxinas.
Este trabajo fue realizado en conjunción con los equipos de investigación de la Universidad del estado de Santa Catarina, la Universidad Federal de Santa María y la Universidad estatal de Mato Grosso del Sur.
El mismo fue publicado en la revista Microbial Pathogens Vol 149:
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Efecto de Detoxa® Plus sobre los parámetros productivos en gallinas de postura DESCÁRGALO EN PDF
Cecilia Cajarville1, Germán Antúnez2 y José Luis Repetto1
1 Sintesisnutrición S.L. Consulting, Badalona, Barcelona, España.
2 Facultad de Veterinaria, UdelaR, Uruguay.
En la Parte I de esta serie sobre alimentación de terneras, se describieron de manera esquemática las etapas clave de la cría y recría, desde el nacimiento hasta el primer parto (destete, pubertad, servicio). Recordamos a nuestros lectores, que el objetivo principal que perseguimos con el manejo de la alimentación de las terneras es lograr que las terneras tengan su primer parto a los 24 meses, con un desarrollo corporal y mamario adecuado.
Como se ha señalado previamente, hay dos aspectos críticos en la crianza de terneras que por su importancia volvemos a destacar:
En esta segunda parte, profundizaremos en manejos alimenticios durante la cría orientados a mejorar el desempeño posterior de ese animal y a aliviar el momento crítico de la etapa de transición de pre-rumiante a rumiante. 1 2
Un calostrado adecuado durante las primeras horas de vida
Recordar las limitaciones enzimáticas y digestivas que condicionan la alimentación en los primeros días, que nos obligan a suministrar leche o sustituto lácteo de excelente calidad.
Entre las prácticas de alimentación durante la etapa de lactancia, ha ganado popularidad la llamada “cría acelerada” (Kertz et al., 2017). Este método consiste en administrar una mayor cantidad de leche o sustituto lácteo en comparación con la cría tradicional, con el objetivo de estimular un crecimiento más rápido durante esta fase inicial de la vida.
Además, se ha enfatizado en que es esencial mantener una relación óptima entre proteína y energía en la dieta durante toda la fase de cría y recría, para garantizar un desarrollo mamario apropiado, y esquematizamos estas relaciones para distintos biotipos y edades de terneras.
En general, mientras que los sistemas de cría tradicional proporcionan una cantidad de lácteo equivalente al 10% del peso vivo (PV), los sistemas de cría acelerada duplican esta proporción (20% del PV).
Por ejemplo, en terneras Holstein de 40 kg al nacimiento, esto se traduce en un consumo diario de 4 litros en el método tradicional frente a 8 litros en el acelerado. Con este enfoque, se busca que las terneras alcancen el doble de su peso inicial a los 60 días de vida.
Muchos se preguntan si este sistema realmente resulta ventajoso, especialmente considerando su mayor costo durante la etapa de lactancia. A continuación, exploraremos sus ventajas, inconvenientes y los retos clave que enfrenta su implementación.
Es sabido que el crecimiento corporal de los terneros en los primeros 60 días de vida, antes del desleche, está estrechamente relacionado con la ingesta de lácteo.
Durante las primeras semanas de vida los terneros tienen un bajo consumo de alimentos sólidos (Khan et al., 2011), por lo que, como vimos, aún en los sistemas de cría tradicional el lácteo es la principal fuente de nutrientes en las primeras 7 semanas de vida.
Por ello, aumentando el consumo de lácteo, mejoramos el crecimiento corporal durante la etapa predesleche (Brown et al., 2005; Terré et al., 2006).
Además, múltiples estudios demuestran que las ventajas en el crecimiento obtenidas mediante la cría acelerada persisten tras el destete e incluso podrían traducirse en mejoras en la producción láctea durante la primera lactancia (Morrison et al., 2012; Kiezebrink et al., 2015).
Gelsinger et al. (2016), en un metaanálisis, observaron que cuando las terneras superan ganancias de peso de 500 g/día, se producen efectos positivos en la producción lechera posterior, estableciendo una relación entre la velocidad de crecimiento en la etapa lactante y el rendimiento en la primera lactancia.
Estos hallazgos fueron cuantificados por Soberon y Van Amburgh (2013), quienes reportaron incrementos lineales de 100 kg de leche en la primera lactancia por cada 100 g adicionales de ganancia diaria de peso durante el período de lactancia.
En la figura 1 se muestran aumentos en la producción de leche reportados por trabajos publicados compilados por los autores antes mencionados.
Es importante tener en cuenta que los resultados reportados por la mayoría de los autores provienen de lecherías del hemisferio norte, con vacas que producen 10.000 kg o más de leche por lactancia.
Como se observa en la figura 1, en vacas con lactancias más bajas, el aumento en la producción de leche (expresado en kg) será menor, y por lo tanto, el análisis sobre la conveniencia de invertir litros de leche durante la lactancia probablemente varíe.
Cría acelerada
Producción de leche en la 1er lactancia (kg de leche en 305 días) Bar-Peled et al., 1998
En un ensayo realizado con vacas que consumían dietas mixtas (pastura y ración total mezclada, RTM), se observó un aumento de 500 kg en la producción durante la primera lactancia (Tesis de Doctorado Germán Antúnez, 2025, sin publicar). En este caso, es importante destacar que los mayores niveles de producción se observaron no solo en las terneras que consumieron 8 litros sino también en los animales mejor alimentados después del destete independientemente que consumieran 4 u 8 litros de lácteo.
Ahora bien, este aumento de la cantidad de lácteo suministrado disminuye la ingesta voluntaria de concentrado de inicio. Gelsinger et al. (2016) concluyen que, en términos generales, la ingesta de concentrado de inicio disminuye 66 g de MS/día por cada 100 g adicionales de MS proveniente de la leche.
Figura 1. Producción de leche durante la primera lactancia de terneras que fueron criadas en un sistema de cría tradicional (barras moradas) o cría acelerada (barras azules). Los valores sobre las barras indican la producción de leche extra (expresado como % respecto al control) y el P valor reportado en el trabajo (Datos extraídos de Soberon y Van Amburg, 2013).
Este aspecto es importante, porque los terneros que consumen menos concentrado durante el periodo de lactantes desarrollan una menor actividad fermentativa ruminal, por lo que tienen al desleche una menor capacidad para digerir los alimentos sólidos (Terré et al., 2007; Hill et al., 2010).
Los terneros que además de leche consumen sólidos desde el inicio, desarrollan a nivel ruminal desde edades tempranas una microbiota similar a la del adulto, capaz de fermentar almidones y otros carbohidratos produciendo acetato, propionato y butirato, siendo estos dos últimos los principales factores que estimulan el desarrollo del epitelio ruminal (Sander et al., 1959; Hinder y Owens, 1965).
Mientras tanto, los terneros que consumen únicamente leche desarrollan una microbiota mucho menos diversa, en la que predominan Lactobacilos spp. que fermentan la lactosa y generan a partir de ella ácido láctico (Dias et al., 2017).
Según Quigley et al. (2019) los terneros deberían haber consumido como mínimo 15 kg de carbohidratos no fibrosos a lo largo de su crianza para alcanzar la máxima capacidad de digerir sólidos luego del desleche.
Si optamos por sistemas de cría acelerada, asegurar el consumo de cantidades adecuadas de concentrado es un aspecto que hay que tener en cuenta para lograr un desempeño exitoso durante la transición.
Consumo MS digestible (g/d)
Semana 7 (predesleche)
Es de hacer notar, que el momento del desleche, representará una baja muy brusca de la ingesta de nutrientes sea cual sea el sistema de crianza que hayamos adoptado.
Este hecho se ejemplifica en la figura 2, donde se observa la notable disminución en el consumo de materia seca digestible tanto en terneras bajo cría tradicional como acelerada después del desleche.
Para superar este trance, la herramienta más efectiva es contar con un rumen funcional, capaz de adaptarse rápidamente a las nuevas condiciones de alimentación.
Tradicional Acelerada P
Semana 9 (postdesleche) 782 ns
Figura 2. Resultados de una prueba en que se evaluó el consumo de materia seca digestible en la semana 7 (terneras lactantes) y en la semana 9 (terneras deslechadas), en terneras de cría tradicional y acelerada (4 y 8 litros de lácteo). La ingestión de MS digestible antes del desleche es significativamente mayor en las terneras de cría acelerada, pero que dicha ingestión se iguala una semana luego de deslechadas. Observar la notable disminución de la MS digestible ingerida para ambos casos luego del desleche (transición). Datos de Antúnez et al. (2017).
Son pocos los trabajos que han analizado los efectos durante la etapa de transición, combinando niveles de suministro de lácteos durante la etapa de lactante y luego del desleche. En la figura 3 se puede observar cómo, terneras alimentadas con un sistema de cría tradicional (4 litros de leche), compensan el menor suministro de lácteo si se le permite consumir mayores cantidades de alimento en la etapa de recría.
Es necesario señalar que en el trabajo mencionado en la figura 3, tanto la cría tradicional como la recría se realizó en óptimas condiciones de sanidad y manejo, formulando las dietas de acuerdo con las recomendaciones nutricionales internacionales.
En definitiva, podremos ser exitosos con cualquiera de los sistemas que elijamos, siempre y cuando tengamos claros los posibles puntos débiles de cada uno. Esquemáticamente además de las recomendaciones generales de salud y manejo, en cada sistema debemos atender los siguientes puntos:
En los sistemas de cría tradicional: vigilar el suministro de una dieta adecuada en su relación proteína/ energía, en cantidad suficiente luego del desleche.
En los sistemas de cría acelerada: controlar que el consumo de sólidos sea suficiente como para alcanzar un desarrollo ruminal adecuado en el momento del desleche.
Figura 3. Evolución del peso de terneras criadas bajo regímenes de cría tradicional o acelerada hasta los 60 días, que luego fueron cada grupo dividido en un nivel alto o medio (más bajo que el anterior) de alimentación post desleche. Se generaron así 4 tratamientos: alto-alto (HH), alto-medio (HM), medio-alto (MH) y medio-medio (MM). Observar que, si bien durante la cría los niveles altos de alimentación resultaron en terneras más pesadas, las que tuvieron un nivel alto de alimentación durante la recría, aunque comenzaron esta etapa con un peso menor alcanzaron a las de nivel alto a los 150 días (datos de Tesis de Doctorado Germán Antúnez, 2025, sin publicar).
¿Es importante suministrar forrajes a las terneras durante la etapa lactante?
Como vimos en la primera parte de esta serie, el aporte de los forrajes en la etapa de lactancia es clave para preparar a las terneras en su transición a rumiantes. En esta entrega, nos centraremos en aspectos fundamentales como el tipo de forraje recomendado, su forma de suministro y el manejo integral de la alimentación durante esta fase.
Dar forraje desde la corta edad, ayuda a que los terneros empiecen a rumiar antes, se comporten mejor, más desestresados, favoreciendo también un mejor desarrollo de su sistema digestivo (Castells et al., 2012; Mirzaei et al., 2017).
Sin embargo, no todos los forrajes tienen el mismo efecto, y el uso de forrajes más o menos fibrosos y con diferentes digestibilidades es un tema en discusión. Algunos estudios dicen que henos de alta calidad ayudan a que los terneros coman más y crezcan mejor, pero otros no vieron diferencia o incluso resultados mejores al utilizar forrajes de menor calidad. Profundizaremos en este aspecto.
En un estudio realizado por Castells y colaboradores (Castells et al., 2012) compararon 6 tipos diferentes de forraje ofrecidos a terneros lactantes a partir de la primera semana de vida que además consumían un concentrado iniciador y se encontraban en condiciones similares de alojamiento.
Comunican estos autores que los terneros que comieron heno de avena, paja de cebada o ensilado de triticale consumieron más materia seca total y aumentaron de peso en forma mayor que aquellos que consumieron heno de alfalfa, de raigrás o ensilado de maíz.
Los mismos resultados de mayor consumo y crecimiento se dieron al compararlos con el control que no recibía ningún tipo de forraje. El forraje en este experimento se ofrecía sin restricciones de cantidad (ad libitum) y separado del alimento concentrado. Las diferencias se podrían deber al tipo de forraje, pero también a la relación forrajeconcentrado de la dieta, aspecto que no pudo ser evaluado en dicha investigación.
También se han observado diferencias debidas, no sólo al tipo de forraje sino al manejo de la alimentación en su conjunto. Por ejemplo, si se da junto con el concentrado o por separado y también a las características de ese concentrado.
Respecto a este último aspecto un interesante trabajo realizado por el equipo del IRTA (Catalunya) evaluó si la forma física del concentrado influía en los resultados finales (Terre et al., 2015). Estos autores compararon si suministrar el concentrado en forma de pellets o texturizado, y acompañado o no de paja de influía en el crecimiento de los terneros.
El alimento texturizado se caracteriza por haber sido procesado para tener una textura más suelta y fibrosa, generalmente usando granos partidos, harinas, melaza y a veces pellets triturados. Generalmente, es más palatable, los ingredientes son visibles y contiene partículas de diferente tamaño.
El peletizado es compactado mediante la aplicación de calor, presión y humedad. Es fácil de manejar, con poco desperdicio y compacto. La principal conclusión del trabajo fue que el crecimiento de los terneros no varió entre tratamientos. Sin embargo, los que recibieron paja tuvieron un pH ruminal más alto y cuando se suministró con pellets el consumo fue mayor.
Respecto al texturizado la presentación del grano de maíz entero y no laminado dio valores más estables de pH ruminal.
Otros autores al trabajar con concentrados iniciadores comunican resultados algo diferentes. Por ejemplo, Porter et al. (2007) indican que los piensos texturizados aumentan el consumo de alimento iniciador en comparación con los alimentos iniciadores peletizados.
Por su parte Drackley (2008) señaló que, si los concentrados contienen algunas partículas largas, como avena entera, maíz, pulpa de remolacha o cáscaras de algodón, no es necesario suplementar con forraje, especialmente si los terneros están alojados sobre camas de paja.
Hay acuerdo en que cierta cantidad de fibra dietética puede ser necesaria para que los terneros jóvenes mantengan la estimulación sobre las paredes del rumen y eviten un desarrollo anormal del mismo (Greenwood et al., 1997), especialmente si el alimento iniciador no tiene un tamaño de partícula adecuado.
Por ejemplo, las dietas con partículas finas y una alta proporción de granos procesados han provocado una rápida producción de ácidos en el rumen (Laarman et al., 2012), una disminución del pH ruminal y un desarrollo deficiente del epitelio ruminal (Greenwood et al., 1997).
Las posibles consecuencias del suministro de forraje sobre el rendimiento de las terneras, el nivel de fermentación ruminal o los cambios macroscópicos y microscópicos del epitelio ruminal han sido ampliamente estudiadas (Pazoki et al., 2017).
Sin embargo, pocos estudios abordan el efecto del forraje enfocándose más específicamente sobre el microbioma ruminal, aspecto que puede ser fundamental en la transición.
En la figura 4, mostramos imágenes de un experimento realizado en la Facultad de Veterinaria de Uruguay, en el que se compararon terneros alimentados con sustituto lácteo y suplementados con concentrado o heno de alfalfa de buena calidad exclusivamente.
Vemos que el heno promueve una microbiota más diversa al inicio de la vida, mientras que el concentrado promueve un mayor desarrollo papilar en el rumen, mostrando la importancia de suministrar ambos tipos de alimento durante la etapa de lactante.
ruminal (semana 5)
Firmicutes
Bacteroidetes
Actinobacteria
Euryarchacota
Proteobacteria
Cyanobacteria
Elusimicrobia
Fibrobacteres
Spirochaetes
Synergistetes
Tenericutes
Figura 4. Diversidad microbiana en el rumen a las 5 semanas y desarrollo de la pared del rumen a las 9 semanas de edad en terneros suplementados con concentrados o con heno de alfalfa (como único suplemento al lácteo). Se observa la mayor diversidad microbiana cuando en la semana 5 cuando se suplementa con heno de alfalfa, pero cuando este se suministra como único complemento del lácteo el crecimiento de las papilas ruminales es significativamente menor (Datos extraídos de la Tesis Doctoral de Noelia Vázquez, 2025, sin publicar).
Tras el destete, la inclusión de forrajes de alta calidad —como el heno de alfalfa— no solo estimula el desarrollo ruminal, sino que también favorece un mayor consumo de concentrado. Así lo confirma un metaanálisis (Imani et al., 2017), donde se demostró que el acceso a heno de alfalfa incrementa significativamente la ingesta de concentrado en comparación con otros forrajes.
Más recientemente, Mitchell y Heinrichs (2020) encontraron que suministrar heno de pasto llevó a menor consumo de materia seca, ingesta de energía metabolizable, ganancia diaria, ganancia de peso corporal vacío, y tendió a reducir el peso final en comparación con forrajes de más calidad como el ensilado de maíz y el heno y ensilado de alfalfa.
Como se desprende de lo descrito, no hay conclusiones claras sobre algunos aspectos del uso de los forrajes en las primeras etapas de la vida de los terneros. De todas maneras, sabemos que utilizar forrajes además de concentrado durante la etapa de crianza es positivo.
La mayoría de los autores lo recomiendan desde las primeras etapas de la vida del animal, y como se expresó al inicio de esta sección, dar forraje desde la corta edad ayuda a que los terneros empiecen a rumiar antes, se comporten mejor, más desestresados, favoreciendo también un mejor desarrollo de su sistema digestivo.
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Nutrición de las terneras: Claves para asegurar el éxito de la futura lechera (Parte I) DESCÁRGALO EN PDF
Ada E. Lugo
Médico Veterinario y Nutricionista
Asesora independiente
CARBOHIDRATOS EN
Debido a las presiones evolutivas, gatos desarrollaron diversas adaptaciones anatómicas y fisiológicas en los procesos de digestión, absorción y metabolismo de los carbohidratos que reflejan su verdadera naturaleza carnívora (Pekel et al., 2020; Li y Wu, 2024).
Estas particularidades comúnmente se asocian con una capacidad mucho menor para digerir y utilizar el almidón dietético en el intestino delgado, comparado con los perros (Li y Wu, 2024).
en comparación con animales omnívoros.
Por otra parte, el intestino grueso, no posee microvellosidades y el ciego es poco desarrollado, a pesar de lo cual cuenta con una buena carga bacteriana (Osorio y Cañas, 2012; Pekel et al., 2020; He et al., 2024; Li y Wu, 2024).
En relación a los procesos digestivos, amilasa salival está ausente o es muy escasa en la saliva felina.
De igual forma, la amilasa pancreática y disacaridasas como la maltasa, poseen actividad reducida, mientras que la digestión enzimática de la lactosa y la fructosa es prácticamente nula en gatos adultos (Osorio y Cañas, 2012; Verbrugghe y Hesta, 2017; Pekel et al., 2020; Li y Wu, 2024).
Por otra parte, el hígado felino tiene una mínima e incluso ausente actividad de la enzima glucoquinasa, quien interviene en la fosforilación de la glucosa hepática, así como una reducida actividad de la enzima glucógenosintetasa, encargada de la conversión de la glucosa a glucógeno (Osorio y Cañas, 2012; Verbrugghe y Hesta, 2017; Li y Wu, 2024)
Los aspectos anatómicos, digestivos y metabólicos mencionados, determinan una capacidad mucho menor de digestión y utilización del almidón
los CHO no hacen parte de la dieta habitual del felino doméstico, la mayoría de los alimentos comerciales destinados a esta especie actualmente disponibles en el mercado contienen como ingrediente principal cereales ricos en almidón (maíz, arroz, entre otros), a un nivel de inclusión que puede superar el 40% (Case et al., 2011; ANFAAC, 2020; Pekel et al., 2020; Laflamme et al., 2022; Singh y Singh, 2024).
Volvemos entonces al cuestionamiento inicial:
¿Pueden los gatos consumir carbohidratos en la dieta regular, o estos se convierten en enemigos
En líneas generales, los CHO no son esenciales y no hacen parte de la dieta habitual del felino doméstico, por lo que no hay requisitos establecidos de carbohidratos dietéticos para gatos (Kirk, 2011; Fascetti, 2013; Verbrugghe y Hesta, 2017; Laflamme et al., 2022; Kayser et al., 2024; Li y Wu 2024).
Sin embargo, la glucosa sí cumple un rol fisiológicamente indispensable para esta especie, al existir diversos órganos y tejidos como el cerebro, los glóbulos rojos, los leucocitos, células especializadas en la médula renal, los testículos y los ojos, que dependen exclusivamente de este carbohidrato para cubrir sus necesidades energéticas (Case et al., 2011; Verbrugghe y Hesta, 2017; ANFAAC, 2020; Laflamme et al., 2022; Kayser et al., 2024; Li y Wu, 2024; Singh y Singh, 2024).
De tal forma que es indispensable para el gato mantener una concentración estable de glucosa en sangre (3,9-6,7 mmol/L) (Osorio y Cañas, 2012; Pekel et al., 2020; Li y Wu 2024).
Esta alta demanda endógena de glucosa no puede ser satisfecha únicamente por los escasos carbohidratos presentes en la dieta natural felina, basada en presas, por lo que el gato ha desarrollado una alta capacidad de síntesis de glucosa vía gluconeogénesis, utilizando como combustibles principales los aminoácidos y las grasas presentes en su dieta natural, produciendo glucosa de forma continua (Osorio y Cañas, 2012; Verbrugghe y Hesta, 2017; Pekel et al., 2020K; Kayser et al., 202;4 Li y Wu, 2024).
Es necesario resaltar que, aunque la vía gluconeogénica podría ser suficiente para suplir las demandas energéticas de glucosa a partir de las proteínas de la dieta, esto no implica que los gatos no puedan utilizar los carbohidratos en la dieta como fuente de energía (McKenzie, 2022),
lo que es especialmente válido durante estados fisiológicos energéticamente demandantes como la gestación y la lactancia en gatas adultas (Danks, 2016; NRC, 2006; Kirk, 2011; Kayser et al., 2024).
Bajo estas premisas, y aun siendo carnívoros estrictos, múltiples investigaciones avalan la posibilidad de uso de CHO en la dieta de los gatos domésticos (Danks, 2016; NRC, 2006; Kirk, 2011), fundamentando esta afirmación en elementos evolutivos, genéticos, metabólicos y tecnológicos (Fascetti, 2013; Danks, 2016; Hu et al., 2014; Kim et al., 2023; Osorio y Cañas, 2012; Pekel et al., 2020; McKenzie, 2022; He et al., 2024; Li y Wu, 2024 ;Verbugghe y Hesta, 2017).
En este sentido, se cita la presencia de modificaciones evolutivas en el genoma del gato doméstico que han determinado cambios morfológicos en el intestino y en el metabolismo de los nutrientes, lo que pudiera deberse al consumo de restos de alimentos (Kim et al., 2023) que incluían cereales como el mijo o el arroz en gatos que ya acompañaban los asentamientos humanos (Hu et al., 2014).
Por otra parte, la menor longitud del tracto gastrointestinal del gato, la carencia de la enzima amilasa salival, la baja actividad de las enzimas amilasa intestinal y pancreática y la prácticamente ausente glucoquinasa hepática, en comparación con el perro, podría ser compensado con una mayor área de superficie de absorción mucosa (Osorio y Cañas, 2012; Pekel et al., 2020; He et al., 2024; Li y Wu, 2024) y por la existencia de mecanismos enzimáticos alternativos como la presencia de las enzimas hexoquinasa I, fosfofructoquinasa y piruvatoquinasa.
De igual forma, estudios han demostrado que la fracción de CHO en la dieta a base de presas consumida por gatos en su ambiente natural puede alcanzar de 10 a 15%, lo que implica que incluso en la naturaleza los gatos podrían tolerar una fracción mayor de CHO en su alimentación (Fascetti, 2013; Danks, 2016; Laflamme et al., 2022).
Al existir estas 3 enzimas en el hígado felino en concentraciones mayores en comparación con el perro, potencialmente compensan la ausencia de la glucoquinasa y posibilitan la fosforilación y oxidación de la glucosa (Osorio y Cañas, 2012; Li y Wu 2024), reflejando la capacidad de adaptación de las enzimas digestivas felinas (Verbugghe y Hesta 2017).
Por otra parte, aunque los gatos solo producen entre 2-5% de la amilasa pancreática producida por el perro, pueden digerir CHO complejos como el almidón con alta eficiencia equivalente, alcanzando hasta el 90% o 100% en el gato adulto (Osorio y Cañas, 2012, Verbugghe y Hesta, 2017, Li y Wu, 2024).
Adicionalmente, el patrón de consumo de múltiples comidas pequeñas a lo largo del día favorece una ingesta reducida pero regular de CHO lo que puede complementar su fisiología enzimática (Fascetti, 2013).
Este proceso permite que el almidón se gelatinice, lo que favorece su hidrólisis por enzimas intestinales mejorando su digestibilidad y evitando efectos adversos.
El almidón gelatinizado también proporciona integridad estructural a la croqueta, evitando que se desmorone (Case et al., 2011; Williams, 2019; ANFAAC, 2020; Singh y Singh, 2024) y al interactuar con las proteínas presentes contribuye a mejorar la textura y el sabor (Danks, 2016; Verbugghe y Hesta, 2017; Corsato et al. 2021).
En los alimentos húmedos, la proporción de CHO digeribles es menor, pero igualmente funcionan como agentes gelificantes al procesarse (Verbugghe y Hesta 2017).
Las consideraciones anteriores permiten sustentar que, a pesar de las limitantes descritas, los gatos pueden digerir, absorber y utilizar CHO de forma eficiente, incluso en las cantidades comúnmente contenidas en los alimentos comerciales para felinos.
Sin embargo, para que esto sea posible, el almidón utilizado en los alimentos secos formulados debe necesariamente ser sometido a procesamiento y cocción (Kirk, 2011; Fascetti, 2013; Verbugghe y Hesta 2017).
Sin embargo, es importante señalar que aún con este procesamiento y los ajustes metabólicos descritos, el gato no puede hacer frente a altas concentraciones de carbohidratos en la dieta.
Existe evidencia de que al suministrar dietas que superan el 40-50% de carbohidratos, incluso procesados y cocidos, los gatos pueden limitar voluntariamente su ingesta, comprometiendo la capacidad de la ración para cubrir todos los demás requisitos de nutrientes, especialmente las proteínas.
con el consiguiente aumento del peristaltismo, heces blandas y diarrea (Kirk, 2011; Fascetti, 2013; Verbugghe y Hesta, 2017; Laflamme et al.,2022; Ly y Wu, 2024).
Es notoria la tendencia que hoy apunta a definir a los CHO como innecesarios e incluso perjudiciales en la alimentación de los gatos domésticos, premisa que se basa fundamentalmente en su naturaleza carnívora y en las particularidades anatómicas y metabólicas que condicionan el uso de esta fracción en la dieta.
Por otra parte, el uso creciente de CHO en el alimento balanceado comercial felino, se cita con frecuencia como poco saludable e incluso responsable de patologías específicas, por lo que existe la controversia en relación a si estos son realmente beneficiosos como fuente de energía o si por el contrario son un enemigo silencioso que afecta negativamente
La evidencia analizada señala que los gatos sanos, aun con las especificaciones pueden utilizar los CHO de forma tan eficiente como el perro, siempre que estén debidamente procesados y cocidos y formen parte de una dieta nutricionalmente completa y equilibrada,
convirtiéndose en fuente de energía que permite satisfacer de manera eficiente el requerimiento celular de glucosa y ahorrando proteínas que, al no ser utilizadas como combustible gluconeogénico, son dirigidas a la síntesis de tejido.
Sin embargo, las investigaciones también indican que los CHO (procesados y cocidos) no deben predominar y/o ser excesivos en la dieta regular del gato, garantizando así que se cubran los requerimientos de otros nutrientes, particularmente proteínas.
En síntesis, es posible utilizar los CHO en la dieta de los gatos domésticos siempre que se procesen adecuadamente, se respeten las proporciones recomendadas y se garanticen los parámetros de calidad y cantidad de este ingrediente, sin olvidar que, a pesar los procesos adaptativos, el gato debe ser alimentado siguiendo las especificaciones que exige su naturaleza de carnívoro estricto.
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Los carbohidratos en raciones para gatos ¿alternativa energética o enemigo silencioso?- Parte II DESCÁRGALO EN PDF