La resistencia antimicrobiana (RAM) se ha convertido en una de las mayores amenazas para la salud global, con millones de muertes relacionadas cada año.
Su origen se asocia principalmente al uso inadecuado de antibióticos y a las dificultades para innovar en nuevas moléculas, ya que el proceso de investigación suele ser largo, costoso y con limitadas clases químicas disponibles.
En este contexto, la inteligencia artificial (IA) se presenta como un recurso disruptivo para acelerar y transformar la búsqueda de fármacos.
Un ejemplo claro de este potencial es la Halicina, un antibiótico de amplio espectro identificado por investigadores del MIT a través de un modelo de aprendizaje profundo.
Originalmente desarrollada para la diabetes y luego descartada, fue redescubierta gracias a un análisis masivo de bibliotecas químicas con IA, que detectó su capacidad para combatir bacterias resistentes.
Su nombre rinde homenaje a HAL 9000, la mítica inteligencia artificial de 2001: Odisea del espacio.
Halicina: El antibiótico
antibiótico redescubierto con IA
La Halicina destaca por su mecanismo de acción poco convencional: colapsa el gradiente de pH en la membrana bacteriana, interrumpiendo la producción de energía (ATP) y provocando la muerte celular.
Este enfoque innovador la hace menos propensa a generar resistencia y ha demostrado eficacia en estudios preclínicos frente a superbacterias como Acinetobacter , Staphylococcus aureus resistente a meticilina (SARM) y Clostridioides difficile. Sin embargo, aún no es eficaz contra Pseudomonas aeruginosa, un patógeno especialmente complejo.
A pesar de su potencial, la Halicina todavía no ha llegado a ensayos clínicos en humanos, por lo que se desconocen su seguridad y eficacia
Estudios en animales sugieren posibles retos de absorción y toxicidad que deberán resolverse antes de su uso
No obstante, su descubrimiento marca un hito en la integración de IA y farmacología, mostrando que la tecnología puede ser clave para superar la crisis de la RAM y abrir camino a una nueva generación de antibióticos.
Durante décadas, los opioides como la morfina han sido esenciales para controlar el dolor intenso, pero también han traído consigo un grave problema de salud pública: dependencia, sobredosis y miles de muertes cada año.
En Estados Unidos, la llamada crisis de los opioides alcanzó cifras alarmantes en 2023, con más de 80.000 fallecimientos relacionados. Este panorama ha impulsado la búsqueda de tratamientos que alivien el dolor sin poner en riesgo la vida de los pacientes.
En este contexto, investigadores de la Universidad de Kioto (Japón) han desarrollado un nuevo fármaco experimental llamado ADRIANA, que podría marcar un antes y un después en la medicina.
A diferencia de los opioides, ADRIANA actúa mediante un mecanismo innovador: bloquea de forma selectiva los receptores adrenérgicos α2B, lo que potencia la acción natural de la noradrenalina para aliviar el dolor sin afectar de manera negativa al corazón ni generar adicción.
Los primeros ensayos clínicos han arrojado resultados muy prometedores. El fármaco mostró seguridad en voluntarios sanos (fase I) y logró reducir el dolor posoperatorio en pacientes con cáncer de pulmón (fase II).
Actualmente, se están preparando estudios de mayor escala en Estados Unidos, en alianza con BTB Therapeutics, para confirmar su eficacia en una población más amplia y en distintos tipos de dolor.
De confirmarse estos hallazgos, ADRIANA podría convertirse en la primera alternativa real a los opioides, ofreciendo un manejo del dolor intenso más seguro, con menos efectos secundarios y sin riesgo de dependencia.
Este avance no solo representa una esperanza para millones de pacientes en el mundo, sino también un paso crucial en la lucha contra la crisis global de los opioides.
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Drogas La Rebaja: Del oscuro origen al sistema de salud
El Gobierno Nacional recibió oficialmente la cadena Drogas La Rebaja, con más de 880 puntos en todo el país, que pasa ahora a ser administrada por el Ministerio de Salud y Protección Social.
La transferencia, realizada por la Sociedad de Activos Especiales (SAE), incluye activos, registros mercantiles y la marca, en un proceso que culmina tras años de medidas de extinción de dominio. Con esta decisión, los establecimientos quedarán al servicio de los colombianos como un recurso estratégico para fortalecer la red de acceso a medicamentos.
El ministro de Salud aseguró que la red de farmacias se convertirá en un actor clave en la distribución de medicamentos, especialmente a través de las EPS y en territorios apartados: “Este es un paso fundamental para que estas farmacias se transformen en agentes farmacéuticos al servicio de todos los colombianos”.
Por su parte, la presidenta de la SAE, destacó que se trata de un aporte directo al fortalecimiento del sistema de salud y a la garantía del derecho a la salud.
La historia de Drogas La Rebaja ha estado marcada por su vínculo con el cartel de Cali, que utilizó la empresa como vehículo de lavado de activos.
En 2016 se declaró la extinción de dominio sobre la cadena, tras el reconocimiento judicial de los hermanos Rodríguez Orejuela en Estados Unidos de haber blanqueado más de 2.000 millones de dólares a través de la compañía.
Con la entrega definitiva al Ministerio de Salud, la marca deja atrás ese pasado y entra en una nueva etapa con valor social y proyección pública.
De cara al futuro, el Gobierno proyecta que Drogas La Rebaja se convierta en un operador farmacéutico estratégico que garantice mayor accesibilidad a medicamentos, reduzca las barreras de disponibilidad y amplíe la cobertura en zonas históricamente desatendidas.
Un nuevo fármaco, inhibidor STAT3, contra el cáncer está dando esperanza a gatos y también podría beneficiar a los humanos.
En el primer ensayo clínico en gatos domésticos con carcinoma de células escamosas, el 35% logró controlar la enfermedad con mínimos efectos secundarios, un avance notable frente a la falta de tratamientos efectivos.
Este tipo de cáncer oral es uno de los más agresivos en gatos, y hasta ahora, la cirugía, la quimioterapia y la radioterapia ofrecían poca eficacia.
El nuevo medicamento actúa sobre la proteína STAT3, responsable de mantener el crecimiento descontrolado de las células cancerígenas, y abre la puerta a un enfoque terapéutico innovador.
Los gatos no solo se beneficiaron directamente: su participación como modelos permitió obtener datos más cercanos a la realidad que los obtenidos en ratones, lo que refuerza su valor para la investigación en salud humana.
Casos como el de Jakiro, un gato que gracias al tratamiento pudo vivir ocho meses más de lo esperado, muestran el impacto de estos avances.
Los investigadores destacan que este inhibidor pionero de STAT3 no solo bloquea las células tumorales, sino que también potencia la respuesta inmune contra el cáncer.
El siguiente paso será avanzar en ensayos clínicos tanto en animales de compañía como en pacientes humanos.
Este hallazgo marca un hito en la oncología comparada, pues evidencia cómo los tratamientos desarrollados para mascotas pueden allanar el camino hacia terapias más efectivas en personas.
Si los resultados se confirman, STAT3 podría convertirse en una de las dianas terapéuticas más prometedoras para cánceres de difícil tratamiento, transformando la manera en que se abordan estas enfermedades tanto en la medicina veterinaria como en la humana.