la energ a de s s empleados En la era del conocimiento pensar en las empleados, como un recurso que uno administra ya no funciona. La velocidad a la que el mundo cambia y la creciente complejidad han convertido la figura del jefe “todopoderoso y de infinita sapiencia”, que utilizaba a sus subalternos solamente para que cumplieran sus órdenes, en una figura mandada a recoger. Bajo las condiciones actuales, únicamente contando con el conocimiento y las capacidades de los colaboradores se pueden alcanzar resultados. Es por ello que, desde el punto de vista del gerente de CAUAC; “la principal responsabilidad de un jefe actualmente, está en apoyar el desarrollo de las personas a su cargo para que logren alcanzar su mejor desempeño y de esta manera obtengan resultados altamente desafiantes, necesarios para mantenerse competitivos”. Lo anterior significa que los jefes efectivos en la actualidad, son aquellos que están al servicio de su gente, y no al contrario como sucedía anteriormente. La pregunta entonces es ¿qué debe hacer específicamente un jefe para ejercer su papel con efectividad? Simple, tres cosas: liderar, gestionar y apoyar a los colaboradores que están a su cargo, a partir de la verdadera esencia de su rol, que consiste en el desarrollo de las personas por medio de la confianza, la autonomía, la motivación y el interés, afirma Jiménez Sánchez. Para liderar, la clave está en liderarse a uno mismo y lograr que los colaboradores se lideren a sí mismos, en pos de un propósito común. Eso implica actuar con motivación, coherencia, y capacidad de persuasión. La herramienta por excelencia para liderar es hacer un buen uso de los fundamentos estratégicos de la organización – visión, prioridad cultural, misión, valores y competencia nuclear -. Los verdaderos líderes son quienes demuestran continuamente con sus acciones su alineación con ellos y se convierten así en un ejemplo a seguir. Tristemente pocas son las organizaciones en las que se tiene conciencia del poder de estos fundamentos para establecer dirección y criterio común, por lo cual muchas
veces se definen por salir del paso o por cumplir con un requisito, dejando la organización al vaivén de las ideas de los directivos de turno. La gestión de un jefe, tiene que ver con aquellos aspectos que permiten a las personas trabajar conjuntamente y desempeñarse con efectividad. Esto tiene relación, entre otras cosas, con saber generar las condiciones, para que los colaboradores trabajen en equipo. Tener habilidad para manejar conflictos, evaluar el desempeño de los colaboradores de forma objetiva e imparcial y saber delegar y facultar. Para dar un buen apoyo al equipo de trabajo, la esencia está en la capacidad que se tenga para comunicarse efectivamente. Para ello es importante contar con competencias tales como: saber escuchar y hacer preguntas, y algo muy importante que no se puede olvidar, que es saber dar retroalimentación. Los jefes que actúan de esta manera son personas concientes de su poder y de su responsabilidad para influir positivamente en otros. Son el tipo de jefes que cuentan con las personas, brindándoles apoyo para efectuar mejor su trabajo y ayudándoles a desarrollarse, con el propósito de lograr resultados de mayor relevancia para ellos y para las organizaciones. Por estas y otras razones vemos que el mercado pide a gritos un “manual para jefes”, que por fortuna ya existe y se llama Al Rescate del Jefe (www.cauac.com/ardj.html) este es un programa que busca desarrollar las competencias para desempeñar este importante rol de manera efectiva. Su implementación la lleva a cabo CAUAC. Aplicando el resultado de años de investigación y análisis de las competencias que una persona debe desarrollar, para actuar mejor como jefe. Es una combinación de formación y coaching lo que asegura la transferencia del aprendizaje a las actividades diarias de quien lo realiza; por lo tanto Agustín Jiménez nos sugiere que visitemos Al Rescate del Jefe (www.cauac.com/ardj.html).
17
