TEMA 5. A) LAS POTENCIAS Y SUS ALIANZAS. LOS SISTEMAS BISMARCKIANOS

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TEMA 5: LA 1ª GUERRA MUNDIAL: a) Las grandes potencias: Imperio Británico, Francia, Alemania, Imperio Ruso, Imperio austrohúngaro, Imperio otomano. El fin de los sistemas Bismarckianos. Resumen realizado por: Emma Fernández y Paula Pardo B1ºD

La primera guerra mundial: Las potencias que intervinieron. PRÓLOGO En 1914 estalló la guerra más mortífera habida hasta entonces en Europa. Las razones de un conflicto bélico de esta magnitud hay que buscarlas en las rivalidades económicas y coloniales entre las grandes potencias y en los conflictos y reivindicaciones nacionalistas en el seno del continente. La Primera Guerra Mundial enfrentó a dos bloques de países: por un lado los aliados que formaban la Triple Entente (Francia, Inglaterra y Rusia, a los que se unieron entre otros Bélgica, Italia, Portugal, Grecia, Serbia, Rumania y Japón), y por otro lado las potencias centrales de la Triple Alianza (el Imperio alemán y el Imperio austrohúngaro, apoyados por Bulgaria y Turquía). Aunque todo el mundo creyó que sería breve, la Primera Guerra Mundial se prolongó por espacio de cuatro años (1914-1918). Tras una fase de estancamiento en que la muerte de centenares de miles de soldados en las trincheras apenas movió los frentes, en 1917 los Estados Unidos entraron en la guerra en apoyo del bando aliado, que resultaría a la postre el vencedor. Las tensiones de la guerra propiciaron en octubre de 1917 el triunfo de la Revolución Rusa, la primera de las revoluciones socialistas, que se convertiría en referencia para las organizaciones y partidos de la clase obrera en el siglo XX. Con la devastación demográfica y económica ocasionada por la Primera Guerra Mundial se inició el declive de la Europa occidental en favor de nuevas potencias emergentes: los Estados Unidos, Japón y la URSS. LA EUROPA DE 1914: SITUACIÓN PREVIA A LA GUERRA MUNDIAL Como consecuencia de la expansión industrial de las décadas anteriores y del dominio colonial, en 1914 Europa era el centro económico, político y cultural del mundo. El viejo continente, sin embargo, no era en absoluto un conjunto homogéneo. Francia, Gran Bretaña y Alemania lideran casi todas las ramas de la industria; entre las tres naciones se estableció una feroz competencia en la que los germánicos comenzaron a destacar. Rusia, el Imperio austrohúngaro, Turquía y las pequeñas naciones de los Balcanes habían comenzado a modernizarse, pero todavía la mayor parte de la población de estos países vivía de la agricultura. Desde el punto de vista político, Francia y Gran Bretaña gozaban de sistemas democráticos, mientras que los imperios alemán y austrohúngaro, pese a fundarse en constituciones liberales, se regían por sistemas más autoritarios. Rusia, pese a las reformas iniciadas en 1905, era un imperio en el que el Zar mantenía una autoridad casi absoluta. La rivalidad económica y las tensiones generadas por las aspiraciones contrapuestas de los nacionalismos favorecieron a finales del siglo XIX la configuración y consolidación en Europa de dos grandes alianzas internacionales fuertemente armadas. Las relaciones políticas internacionales descansaban desde 1871 en el sistema de alianzas y equilibrio entre las grandes potencias que había diseñado el canciller alemán Otto von Bismarck con el objetivo de aislar a su rival, Francia, y colocar a Alemania en una situación de supremacía en el continente europeo. Ya en tiempos de Bismarck, y por iniciativa del estadista alemán, se había constituido la Triple Alianza (1882), que agrupaba a los llamados Imperios Centrales (El Imperio alemán y el Imperio


TEMA 5: La 1ª Guerra mundial: Las grandes potencias austrohúngaro) y al reino de Italia, que no obstante se uniría al bando contrario tras iniciarse las hostilidades. El ascenso al trono de Guillermo II, que destituyó de Bismarck (1890), intensificó el expansionismo económico del Imperio alemán. La respuesta al peligro potencial que suponía la Triple Alianza fue la Triple Entente: lentamente gestada y negociada entre 1894 y 1907, consiguió reunir los intereses comunes de Francia, el Reino Unido y el Imperio ruso.

Los sistemas bismarckianos ANTECEDENTES La guerra franco-prusiana había finalizado en 1871 con la derrota de Francia en donde termina el Segundo Imperio francés de Napoleón III. El 18 de enero de 1871, en Versalles, era proclamado el segundo Imperio alemán (II Reich) que engrandece el poder de Prusia con la dinastía reinante de los Hohenzollern en el resto de estados alemanes. Otto Von Bismarck (1815-1898) había logrado sus aspiraciones, y Alemania se convertía en la potencia hegemónica del continente europeo. No obstante, sabía que esta posición no sería tolerada por el resto de países. Además, la posición central que ocupaba Alemania en el continente, la hacía vulnerable frente a posibles ataques enemigos de Francia por el Oeste, Austria-Hungría por el sur, Gran Bretaña con su potente flota, y por el este, la más temible rival: Rusia. Ante el peligro de una alianza entre estas naciones que acorralaron a Alemania, se hacía necesaria una política que evitara la guerra en varios frentes. Bismarck es en ese momento Jefe de Gobierno de Prusia, y es nombrado canciller por el emperador alemán Guillermo I ( de la muy conservadora dinastía Hohenzollern). El problema interno del Imperio alemán es que al estar construido sobre la base de una alianza de soberanos, el rey de Prusia, con el título de emperador alemán, actuaba como un primus inter pares, pero a él le correspondía la política exterior. Y mientras, la política interior quedaba en manos de esos soberanos que limitaban el poder a sus relaciones con la élite aristocrática y la alta burguesía, impidiendo así que el sufragio universal se hiciera efectivo en el Parlamento Imperial (Reichstag), donde el poder legislativo apenas se ejercía en la cámara. Por otro lado, la sociedad alemana cada vez estaba más instruida y la economía más desarrollada lo que estaba provocando una gran paradoja en relación a este régimen político anclado en otros tiempos. El Partido Socialdemócrata iba adquiriendo cada vez más importancia y más peso en este contexto de tensión social. En la política exterior alemana, Bismarck debía encargarse de evitar las represalias francesas, para lo que diseña una Realpolitik (política pragmática) por la que asegurará al Imperio alemán, no solo sus fronteras exteriores, sino también la paz social. Esta política se basaba en un sistema de alianzas con las principales naciones europeas. La actuación para llevarlas a cabo fue casi siempre secreta, a través de tratados que no se hacían públicos, siendo una época de auge de la diplomacia secreta. El sistema de alianzas se basaba en una idea de equilibrio que según Bismarck existiría entre los poderes europeos si Alemania tenía la hegemonía en el continente y Gran Bretaña mantenía el dominio oceánico con su imperio de ultramar. Y fundamentalmente buscaba el aislamiento de Francia, para evitar una posible revancha por la derrota de 1870 y la pérdida de Alsacia y Lorena. Aunque Francia estaba sumida en crisis internas, su recuperación pasaría por emprender una expansión imperialista que la convertiría en una gran potencia, mientras Bismarck mantendría a Alemania en el plano europeo. Con estos objetivos Bismarck estableció sucesivas alianzas vinculan a Alemania con otras potencias y que se conocen como Sistemas Bismarckianos: PRIMER SISTEMA BISMARCKIANO (1873-1878)

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TEMA 5: La 1ª Guerra mundial: Las grandes potencias – En 1873, la Liga de los Tres Emperadores estableció una alianza entre los tres grandes Imperios Conservadores: Austria, Rusia y Alemania). El propósito fue mantener el principio monárquico. El canciller austriaco, Beust, había aceptado la hegemonía de Prusia en Alemania. En septiembre de 1872 se reunieron en Berlín Francisco José de Austria- Hungría, Guillermo I de Alemania y Alejandro II de Rusia. Al año siguiente esta alianza se consolidó en la liga de los tres emperadores que aislaba a Francia. Sin embargo, existía en los Balcanes una rivalidad entre Austria y Rusia por las respectivas pretensiones territoriales en la zona a costa de un Imperio turco cada vez más decadente. Con la declaración de guerra de Rusia a Turquía en 1877 que finaliza con la victoria rusa y la firma del Tratado de San Stefano (1878), se rompía el frágil equilibrio. En cuanto a la cuestión de Oriente, en los Balcanes: Se reconocía la independencia de parte del territorio de Rumanía, Serbia y Montenegro. Al sur de Rumanía, Bulgaria y Rumelia Oriental se crean bajo dominio del Imperio Otomano. Inglaterra obtiene Chipre. Austria Hungría pasa a administrar Bosnia Herzegovina. Los imperios británico y austrohúngaro se interpusieron hasta que Bismarck intervino a favor de Austria en el Congreso de Berlín de 1878, organizado bajo la presidencia del canciller alemán, y del que formaron parte representantes del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda, del Imperio austrohúngaro, de Francia, Alemania, del Reino de Italia, del Imperio ruso y del Imperio otomano. El resultado fue la modificación del Tratado de San Stefano. La diplomacia europea conformaba los estados balcánicos. En Rusia, donde se había confiado en el apoyo alemán a sus victorias, se comenzó una campaña de prensa antialemana. El Imperio ruso era apartado de los territorios turcos y sometido a la influencia europea. Los británicos se veían protectores de los judíos en el Imperio otomano mientras que los rusos siguieron considerándose defensores de los cristianos. Tras el Congreso de Berlín concluye la guerra balcánica y Bismarck promueve un nuevo sistema de alianzas. SEGUNDO SISTEMA BISMARCKIANO (1879-1886) -En 1879, el canciller de Austria y el de Alemania firman un tratado secreto frente a Rusia que se conoce como la Dúplice Alianza. -Dos años después, en 1881, se conviene incorporar de nuevo a Rusia en una nueva alianza entre los tres imperios que duraría tres años. -Paralelamente en 1882 se establece una Triple Alianza entre Alemania, Italia y Austria. Estas dos últimas potencias estaban enfrentadas desde el proceso de unificación italiana por el que se habían declarado la guerra a causa de varios territorios disputados en el norte de Italia. Pero como existía también una mala relación de Italia con Francia por la disputa colonial en el norte de África, de clara influencia francesa, sobre todo en Túnez, y por el maltrato que sentían los italianos que vivían en el sur del mediterráneo francés parte de las autoridades del país, la incorporación de Italia a los sistemas bismarckianos se vio como una oportunidad de apoyo para sus aspiraciones coloniales en África y una posible ganancia territorial a costa del Imperio otomano en los Balcanes. Quedaba patente el alejamiento de Rusia y de Francia. También Rumanía y Serbia firmaron tratados con Alemania y Austria para alejar a Rusia que les presionaba para lograr una salida al Mediterráneo. TERCER SISTEMA BISMARCKIANO (1887-1890)

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TEMA 5: La 1ª Guerra mundial: Las grandes potencias -En 1887 se decide revisar el sistema de alianzas anterior, después de casi una década, a causa también de las pretensiones expansionistas de Rusia a costa del Imperio otomano. Supuso un afianzamiento del anterior sistema: Se mantuvo la Triple Alianza (Alemania, Austria, Italia). La alianza de los tres emperadores (Austria, Rusia, Alemania) no fue renovada al terminar su vigencia. En 1887 Bismarck logra que el zar Alejandro II firme el Tratado de Reaseguro entre Alemania y Rusia, por el que se garantiza la neutralidad de Rusia en caso de un ataque de Francia a Alemania. A cambio, Alemania no intervendría si se producía una guerra entre Austria-Hungría y Rusia (incumpliendo la dúplice alianza) Italianos y británicos firmaron un acuerdo para evitar la expansión francesa en el norte de África. Al mismo tiempo Alemania también había colaborado en temas coloniales para mantener apartada a Francia. En 1887 Bismarck convocó a Gran Bretaña, Austria e Italia en el Pacto del Mediterráneo para impedir que Francia expandiera su poder en Marruecos después de haber ocupado Túnez.

Fin de los sistemas bismarckianos

La muerte del emperador Guillermo significó el final de la política de Bismarck. Cuando Guillermo II ocupó el trono imperial en 1890, decidió prescindir del canciller, pues consideraba que había tenido demasiado poder político y ahora el kaiser quería poner sus objetivos más allá de Europa en una Weltpolitik, a nivel mundial. El nuevo canciller Von Caprivi apenas tenía experiencia diplomática, y el ministro de Exteriores, Von Holstein, no renovó el pacto con Rusia pues consideraba que era incompatible con la dúplica alianza de Alemania y Austria, con la que la nueva política quería mantener una alianza fuerte. E igualmente con Gran Bretaña, aunque pronto el panorama cambiaría y sería Alemania la potencia que se quedaría aislada del resto.

Consecuencias de los sistemas bismarckianos La Triple Alianza: ​Se formó en 1882 promovida por el canciller alemán ​Bismarck​. Estuvo constituida por ​Alemania​, ​Austria-Hungría e ​Italia​. Sin embargo esta última no cumplió sus compromisos cuando estalló la guerra y en principio se mantuvo neutral hasta intervenir más tarde como miembro del bando contrari A lo largo del conflicto nuevas potencias se adhirieron a este bloque: ​Turquía (octubre de 1914) y Bulgaria La Triple Entente: Se creó en 1907 y sus integrantes fueron Francia, Gran Bretaña y Rusia, a las que se añadió más tarde Serbia. Se conoce también con el nombre de los “aliados”. Los precedentes de esta liga hay que buscarlos en la “Entente Cordiale” de Francia y Reino Unido, instituida en 1904. Durante el conflicto se incorporaron Bélgica (atacada por Alemania); Japón (agosto de 1914) aspirante a arrebatar a Alemania sus colonias del Pacífico y sustituir su papel de potencia imperialista en China; Italia (mayo de 1915); Rumanía (junio de 1916), Portugal (marzo de 1916); Estados Unidos (abril de 1917); Grecia (junio de 1917); también fue el caso de China y varios estados latinoamericanos​.

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