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Venado Tuerto

G E N E R A L L Ó P E Z
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Origen
Desde tiempos inmemoriales la estepa santafesina estaba caracterizada por una llanura Desde tiempos inmemoriales la estepa santafesina estaba caracterizada por una llanura inmensa, despoblada de montes, con muy pocos árboles, alguno que otro chañar, surcada inmensa, despoblada de montes, con muy pocos árboles, alguno que otro chañar, surcada por enormes cañadones y lagunas propias de las precipitaciones pluviales, que la hacían por enormes cañadones y lagunas propias de las precipitaciones pluviales, que la hacían muy rica tanto en fl ora como en fauna. muy rica tanto en fl ora como en fauna.

Desde la época de las vaquerías se sabía que en la zona se habrían producido enormes Desde la época de las vaquerías se sabía que en la zona se habrían producido enormes matanzas de vacunos, también caballos, que buscaban los pastos tiernos y las aguadas del matanzas de vacunos, también caballos, que buscaban los pastos tiernos y las aguadas del lugar. Se conocía que la región era tierra muy buena para pastoreo y agua. lugar. Se conocía que la región era tierra muy buena para pastoreo y agua.
Todo ello transformó el lugar en el campo de caza preferido de muchas tribus indígenas nómades primero y después con el caballo; fue tierra que los ranqueles de la pampa frenómades primero y después con el caballo; fue tierra que los ranqueles de la pampa frecuentaban con habitualidad para proveerse de sustento. cuentaban con habitualidad para proveerse de sustento. Por el año 1700 cruzaba precisamente por la actual Venado Tuerto un largo camino serPor el año 1700 cruzaba precisamente por la actual Venado Tuerto un largo camino serpenteante, que unía Mendoza con Buenos Aires, llamado el viejo camino del indio, o tampenteante, que unía Mendoza con Buenos Aires, llamado el viejo camino del indio, o también rastrillada de Las Tunas. Mucho antes de la Revolución de Mayo de 1810 había varias bién rastrillada de Las Tunas. Mucho antes de la Revolución de Mayo de 1810 había varias fortifi caciones en la zona como el fuerte de Melincué, el de San José de la Esquina, el fuerte fortifi caciones en la zona como el fuerte de Melincué, el de San José de la Esquina, el fuerte de Loreto (Maggiolo), y el fortín de Las Tunas, al sur de Córdoba, de donde tomaba el nomde Loreto (Maggiolo), y el fortín de Las Tunas, al sur de Córdoba, de donde tomaba el nombre. Eran fortifi caciones virreinales. bre. Eran fortifi caciones virreinales.


El tráfi co era intenso porque desde la zona de Chile y Cuyo, venían largas caravanas de El tráfi co era intenso porque desde la zona de Chile y Cuyo, venían largas caravanas de carretas con arrias de mulas trayendo metales, frutas, vino y demás productos rumbo a carretas con arrias de mulas trayendo metales, frutas, vino y demás productos rumbo a Buenos Aires, para retornar luego con los artículos manufacturados. Además transportaban a los pasajeros en un largo y agotador viaje.
La presencia del indio durante el siglo XIX principalmente, se hizo sentir y muy fuertemente, por los continuos malones que entraban por la línea de frontera llevando hacienda y cautivas, quedando testimonios trágicos de encuentros y desencuentros. Muchos de los cuales han podido documentarse en obras escritas a tales efectos. También debemos decir que muchos de los lugares tenían fonética indígena y que de a poco fueron siendo castellanizados, perdiéndose sus nombres originales en el silencio de los tiempos. Algunos de ellos perduraron como Melincué, Ancaloo, Huitru, Trauma Trulli (Venado Tuerto) y tantos más.
Es también justo decir que cuando llegaron los inmigrantes a la región, ya la zona contaba con una numerosa población de gauchos y criollos, que habitaban lugares a la vera de lagunas importantes como eran la de Melincué, Los Leones (Murphy), La Picasa, o en distintas
zonas dedicándose a actividades propias de la vida criolla, como la cría de animales, trabajos en cueros, caza de ñandúes y gamas, etc. La mayoría de ellos habían sido guerreros de la Independencia, de las Guerras para la Organización Nacional, la Guerra del Paraguay (o de la Triple Alianza), y por último poblaron los fortines como sufridos milicos en la contienda con el indio. Para ellos hubo poca atención, la tierra tenía otro destino. El choque cultural fue fuertísimo para estos hijos del país, demasiado cruel. Aunque cueste reconocerlo, fue así.
Origen del nombre
Eduardo Casey, siguiendo la sugerencia de su paisano Santiago De Rinzy Brett, decide adquirir a la provincia de Santa Fe la primera extensión de campo. Es recorriendo esta inmensa fracción que llega a una laguna conocida como del Tuerto Venado, o Venado Tuerto.
Luego, en rueda de fogón, el baqueano que era un viejo fortinero del lugar, le relata la anécdota del venadito tuerto, criado en el fortín de chico y que pastaba en los alrededores. Al sentir o presentir el malón que del sur y oeste venía, este venadito corría presuroso al fuerte, dando así aviso del peligro que se avecinaba.
Esta anécdota impresionó vivamente a Casey y allí mismo dijo, que si fundaba un pueblo en esas posesiones le pondría el nombre de Venado Tuerto. Y como hombre de palabra que era cumplió. El lugar era conocido como los Pagos del Hinojo, porque a unos pocos kilómetros de su actual plaza principal se había levantado en octubre de 1864, a orillas de una laguna de ese nombre el fortín El Hinojo o Hinojal. Allí se estableció Santiago Turner con la primera Estancia Santa Rosa, en 1882, siendo esta la primera de la zona. Turner era el administrador que mandaba Eduardo Casey.
Primeros pobladores
La inmigración de ultramar a la actual ciudad de Venado Tuerto dio comienzo con los remates de campo que efectúa Eduardo Casey, por los años 1881 y 1883. El primero de ellos consistió precisamente en el remate de los Campos del Venado Tuerto, que consistían en una inmensa extensión de tierras de 72 leguas cuadradas ubicadas en el extremo sur de la provincia de Santa Fe, antes conocido como departamento Rosario, actualmente departamento General López.
En forma casi inmediata Casey compra y remata en 1883 una fracción lindante hacia el oeste con la otra, de 100 leguas de campo, y quedando ubicadas muchas de estas fracciones en la vecina provincia de Córdoba. Fue llamado el remate de los Campos del Loreto. Para ese entonces los límites de las provincias de Córdoba, Santa Fe y Buenos Aires, estaban sin delimitar. Lo cual ocurre recién en 1882 mediante un Laudo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que fi jó los límites que actualmente conocemos. Hasta ese entonces se decía que en el fuerte de Melincué, confl uían las tres provincias.
El fundador de la ciudad, Eduardo Casey y O’Neill, era descendiente directo de irlandeses, nacido en la localidad de Lobos, provincia de Buenos Aires. Fue educado en el colegio de San José, por los padres bayoneses y se había destacado desde joven por su especial inteligencia, además de su debilidad por los caballos, siendo un consumado jinete.
Gran colaborador de los capellanes irlandeses, quienes estaban encargados de la predicación religiosa de sus paisanos, en general profundamente católicos y que por razón del idioma habían logrado crear una especie de prelatura religiosa.
Eduardo Casey hábil hombre de negocios, tenía conocimientos profundos de la reciente y numerosa inmigración irlandesa que se había radicado en la campaña bonaerense y sabiendo por los sacerdotes, que los ovejeros irlandeses tenían sus buenos ahorros, decidió con su ayuda formar la primera y única Colonia Ovejera Irlandesa en el país. Razón por la cual, sus remates de campo fueron dirigidos especialmente a esta inmigración. Las subastas fueron un verdadero éxito, y a partir de 1882 comienzan a llegar los primeros colonos, que reportaban directamente a don Santiago Turner, encargado de Casey en el lugar.
Primeros años
Inmediatamente producido el segundo remate, el de Los Campos del Loreto, que comprendía lo que hoy es La Chispa, San Francisco, Amenábar y parte de Maggiolo y Sancti Spiritu, Eduardo Casey logra que el 1º de junio de 1883 la Provincia de Santa Fe, establezca por decreto el distrito de Venado Tuerto, y que se nombre como Primer Juez de Paz a don Alejandro Estrugamou.
Alejandro Fernando Estrugamou había sido vecino de Casey en unos campos de Saladillo y con el tiempo entablaron una amistad. Cuando el irlandés decidió poblar esta zona, lo trajo al vasco como su administrador, y además socio en el almacén de ramos generales que establecieron en el incipiente poblado frente a la plaza. En forma inmediata, Casey que deseaba poblar la comarca, estableció un servicio de galeras en Pergamino, que era punta de riel con el Venado Tuerto. Hasta bien entrado ya el decenio de 1890 el servicio de galera lo hacia la empresa Mensajerías Argentinas del mayoral Don Julián Anolles, haciendo cuatro viajes por semana. Fue por ese medio que arribaron los primeros pobladores del Venado Tuerto.
Muchos irlandeses venían a ocupar sus fracciones de campo en la llanura despoblada arriando sus majadas de ovejas desde Lobos, Montes, Mercedes, Navarro, buscando como punto de referencia la laguna de Melincué y de allí torcer al suroeste. En 1885 y al no obtener repuesta de Carlos Casado sobre la llegada o extensión del ferrocarril para estos lados, Eduardo Casey se inclinó rápidamente a poblar la inmensa propiedad de la Curamalal que le había adquirido al coronel Plaza Montero, en la provincia de Buenos Aires. Su íntimo amigo el gobernador Dardo Rocha de Buenos Aires, le había prometido la llegada de la línea de tren a Bahía Blanca, que pasaría por Pigüé. En esta colonización fundaría los pueblos de Coronel Suárez, Pigüé y Arroyo Corto. Casey se aleja de Venado Tuerto en 1895 y ya para 1886 se desprendió de su nave insignia que era la estancia El Zapallar (hoy estancia “La Victoria”) que fue adquirida por Don Alejandro F. Estrugamou, quien fuera el verdadero artífi ce del mantenimiento de la colonia, como también de haber acumulado una de las fortunas más impactantes de la década fi nisecular del siglo XIX.
La locura de la especulación, que culminó con la famosa crisis de 1890, se apoderó de todos, incluido Casey. Esta crisis que derrumbó al irlandés y a tantas otras inmensas fortunas, concluyó con el alejamiento de Juárez Celman, y la asunción a la presidencia de la Nación de Carlos Pellegrini.
Entre junio y septiembre de 1890 llega el ferrocarril a Venado Tuerto, con la concesión que fi nalmente logra la Sociedad Gran Sud de Santa Fe y Córdoba, en el tramo que era de Villa Constitución a La Carlota. La llegada del tren modifi có totalmente el poblado, que dejó de ser un rancherío para transformarse en un poblado pujante.
De 1890 en adelante, Argentina se encuentra inmersa en uno de los acontecimientos sociales más conmovedores del mundo. La inmigración de ultramar llega en oleajes imparables a poblar Sudamérica, desparramándose por la pampa húmeda. De allí en más este sector pasa a llamarse Pampa Gringa, siendo precisamente la ciudad de Venado Tuerto como un eje radial de este proceso.
Llegan en multitudinarios grupos italianos, españoles, árabes y originarios de todas las nacionalidades, que van bajando hacia el interior y alquilando fracciones de campo, creando así la fi gura señera de los chacareros. Otros tenían profesiones adquiridas, por lo que surgen negocios de distintas facetas. La pampa se pobló de chacras, con humaredas y sembradíos de trigo, lino y maíz, que van dándole nuevas características a la pampa indómita que habían conocido nuestros hermanos indios y criollos. A la vera de las vías del ferrocarril se van creando las estaciones férreas y en la mayoría de los casos surgían también los pueblos.
La llegada del siglo XX Con la llegada del siglo XX, el poblado había tomado impulso. En 1892 se había creado la Comisión de Fomento. A fi nes de 1899 ya se cuenta con una escuela fi scal, y también escuelas privadas que se encargaban de la educación de los numerosos niños venadenses.
En los primeros años se instalan la iglesia católica, la iglesia y escuela Metodista y se da el nacimiento de los primeros clubes. Por otra parte, la Logia Masónica logra muchos objetivos, destacándose entre ellos la Biblioteca Alberdi.
Para 1912 ya se encuentra funcionando el Molino América de los hermanos Bartolo y Alberto Long y se instala el alumbrado eléctrico. Para 1920 se perfi lan hacedores italianos, como es el caso de Carelli Hnos. que regó el país con sus famosas cocinas a leña y demás productos. Los talleres de Don Santiago Giubergia se transformarían luego en la famosa fábrica de Cosechadoras Giubergia. En el ámbito rural fl orecen los establecimientos destinados principalmente para la época de invernada y engorde del ganado bovino, aunque en su principio el ganado iniciador había sido la oveja. Para 1880, la instalación industrial del frío hizo que los envíos de ganado en pie fueran suplantados por el establecimiento de los frigorífi cos, reemplazantes naturales de los viejos saladeros.
La hacienda o ganado bovino de razas inglesas eran engordados en la región y destinados a la faena en las instalaciones ubicadas sobre el Paraná, principalmente el Swift de Rosario. En la ciudad, el frigorífi co El Centenario hizo notar su presencia durante varios años, haciéndose conocido en el mundo entero.
El crecimiento del ámbito rural se complementa con el de la industria en diferentes aspectos, como lo son la fabricación de maquinarías agrícolas, el establecimiento de silos (como la fi rma Silos García), fundiciones, metalúrgicas y demás empresas que van ganando relevancia.
Se sucedían las Comisiones de Fomento, turnándose para resolver las cuestiones urbanas y rurales, como caminos, educación, salud, etc. Por lo que fue necesario esperar hasta bien entrada la década de 1930 para poder contar con la primera ruta pavimentada a Venado Tuerto. Esta fue la Ruta Nacional Nº 8. Santa Fe es la primera provincia en aplicar la Ley Sáenz Peña del voto secreto y obligatorio en los comicios de 1912. De esa forma el radicalismo, con Manuel Menchaca a la cabeza, gana la gobernación al legendario Lisandro de la Torre con su Liga del Sur, y en Venado Tuerto asume Don Andrés Contreras. Manuel Menchaca con escasos treinta mil votos es proclamado gobernador, partidario del “Peludo” Hipólito Yrigoyen.
La parte política estaba siempre presente, tanto en el pasado como en la actualidad. En 1931 ganó las elecciones de la Comisión de Fomento la fi gura preponderante de Don Luis Chapuis, un médico de alto prestigio tanto por su sapiencia médica como por su desinterés patrimonial. Atendía a todos y a cualquier hora.
Este prestigioso médico inició en 1935 la pavimentación de la ciudad en la calles Juan B. Justo y Sarmiento. El año anterior había practicado un censo de la ciudad, que contaba ya con más de 12 mil habitantes, por lo que pidió la declaración de ciudad.
Se declara ciudad
Luego de que Chapuis fuera relevado del cargo por la intervención de Santa Fe, y designándose en su lugar al escribano José Amado Aufranc, el 16 de diciembre de 1935 Venado Tuerto es declarada como ciudad. Ya ciudad, Venado Tuerto tomó un mayor impulso y son muchos los clubes e instituciones que le dan prestigio.
Por ese entonces el Venado Tuerto Polo and A. Club, pionera en el desarrollo del polo en el país se hace escuchar en el mundo entero. La Ruta Nº 33 se hace esperar y mucho, a pesar de la gestiones del Dr. Joaquín Argonz quien fue nombrado primero como ministro de Hacienda y luego alcanzó el cargo de gobernador. Fue él quien realizó ingentes esfuerzos para que la ruta prosperara más allá de Pujato, buscando el Venado Tuerto.
Recién en 1951 llegaría a la ciudad y de allí a Rufi no, y aún hoy es la única ruta que une Venado Tuerto con los puertos de Rosario. En la década de 1940 la ciudad ratifi ca su potencial industrial y también comercial, transformándose sostenidamente en un polo de desarrollo educacional. Ya funcionan varios institutos religiosos y laicos que le van dando un lugar de concentración en varios kilómetros a la redonda. Para el año 1949 el Club Jorge Newbery, organiza la Primera Vuelta de Santa Fe para turismo de carretera, que si bien es ganada por el legendario Juan Gálvez, ya descuella el ídolo local Marcos Ciani y Raymundo Caparros. Antes, eran los hermanos Carlos y Vicente Garbarino quienes se hacían notar en la especialidad. La ciudad se transformaba año tras año con esta competencia que se corrió durante largos períodos.
SVenado Tuerto en fotos T
Hospital Venado Tuerto
Hotel Londres


Banco Nación Catedral en construcción (1924)



Colegio Santa Rosa Línea de transporte 2


Belgrano y 25 de Mayo (1924) Calle Belgrano

Escuela Normal






Obras y sucesos relevantes Van surgiendo muchos emprendimientos privados y con la intendencia de Don José Cibelli la ciudad reanuda su pavimentado de calles, creciendo apresuradamente. La construcción de edifi cios es imparable y comienzan a aparecer numerosas propiedades de edifi cios horizontales. Tuvo el honor la ciudad que una belleza de la comunidad fuera elegida como Miss Mundo para el año 1962. La bellísima Norma Beatriz Nolan, descendiente de esos primeros irlandeses que poblaron la región.
Una de las viejas aspiraciones de la ciudad era poseer sus propios Tribunales de Justicia, que funcionaban con exclusividad en Melincué como cabecera del departamento. Llega por fi n el año 1972 en que se crea el Tribunal de Primera Instancia, que luego en forma sucesiva se amplía con la creación de varios juzgados más, y la formación de las Cámaras Civil y Comercial, y fi nalmente la Penal.
El 26 de abril de 1984 la ciudad cumple 100 años, y se viste de gala para la ocasión. Se crea una Comisión de los 100 años, que decide entregar un regalo a la ciudad, edifi cándose la actual Escuela de los 100 años, un testimonio de perdurabilidad para las generaciones que vendrán.
Ya para fi nes de este siglo, la ciudad va pasando de ser una ciudad industrial a convertirse en una plaza comercial y fi nanciera, con fuerte raigambre en la parte rural, cuya infl uencia se radiaba por todo el sur santafesino, por el sudeste de Córdoba y parte del norte bonaerense.
Muchísimos venadenses actuales provienen de la migración de habitantes de localidades vecinas, que por ser más chicas y/o con menos desarrollo buscaron en Venado Tuerto un lugar de desarrollo, lo que hizo de la misma la principal ciudad del extremo sur santafesino.
Gobierno local
En 1883 fue elegido Alejandro Fernando Estrugamou como primer Juez de Paz.
A partir de 1892 se darían las presidencias de la Comisión de Fomento, este mismo año se dieron las gestiones de Manuel Vilela, Jorge Isaac y Ramón Mariño, posteriormente en 1893 asumiría Jorge Isaac nuevamente, prolongando su período de gobierno hasta la asunción de Remigio Camarero (1894 – 1895).
Entre 1896 y 1897, fue presidente de la Comisión de Fomento el señor Sestilio V. Zar, siendo sucedido por José Alciro Anderson (1898 – 1900) y luego por David Sinclair (1900 – 1902). Desde 1902 hasta 1903 estuvo a la cabeza de la localidad el señor Patricio Kirk, siendo su lugar posteriormente ocupado por Conrado Puccio (1903 – 1904), Jorge Isaac (1904) y Carlos A. Hay (1904 – 1905).
En 1905 la presidencia de la Comisión fue llevada a cabo por Leicester W. Smiles, y Conrado Puccio, en 1906 fue nuevamente turno de Leicester W. Smiles, siendo sucedido por Chamberlain Hinchliff y luego por Patricio Kirk (de 1906 a 1911).
Juan F. Mariño estuvo al frente de la localidad de 1911 a 1912.
Entre 1912 y 1913 se dieron los mandatos de Juan V. Chevillard, José María Pardal, Julián Pando y Luis Cucchiani.
En 1913 asumiría el cargo de presidente de la Comisión el señor Andrés Contreras, siendo sucedido en 1917 por Antonio Lucero. En 1918 se daría la gestión de José M. Olivera, seguido por Alberto Long (1919), José Alciro Anderson (1919 – 1920), Juan Domingo Pardal (1920 – 1921), Juan Scott (1922 – 1923) y Alcides Silvano López (1923 – 1924).
Guido Torcuatti se haría cargo de la presidencia desde 1924 hasta 1926, cuando asumió nuevamente Alcides Silvano López (1926 – 1928). Posteriormente, ocuparon el mismo cargo Alberto De Brouckere (1928 – 1929), Luis Chapuis y José Monasterio (1929 – 1930), Juan Casagrande y Américo Chiesa (1930), Dante Bonzini (1930 – 1931) y culminando esta etapa, el Dr. Luis Chapuis (1931 – 1935).
Desde 1935 hasta 1940, estuvo a cargo de la ciudad el señor José Amado Aufranc, posteriormente sucedido por Ángel Re (1941 – 1943), Adhemar Sarbach (1943 – 1945), Miguel Tonelli (1945 – 1949) y Pedro Barberis (1949 – 1951). Ya en 1952 asumió Ulises Giacaglia hasta 1955, cuando comenzó el período de Manuel Imperiale (1955 – 1957). También en 1957 tuvo lugar la gestión encabezada por Mauricio Venturini, que fue continuada por Fernando López Sauqué (1957 – 1958) y luego por Hugo Strenitz (1958 – 1960).
El mandato de José V. Cibelli (1960 – 1962), fue seguido por el de Humberto López (1962 – 1963). En 1963 asume el cargo Fernando López Sauqué, desempeñándose en el mismo hasta 1966, cuando se dio la llegada de Roberto Isidro Guilera (1966 – 1970).
Antonio Garnier se haría cargo de la localidad desde 1970 hasta 1973 y luego asumirían en la misma función: Fernando López Sauqué (desde 1973 hasta 1973 y nuevamente, de 1977 a 1979), Luciano Saúl Domínguez (1976 – 1977) y Ernesto Pelosso (1979 – 1983).
En 1983 fue elegido como intendente el señor Ernesto De Mattia, quien perduraría en el cargo hasta 1995, cuando asume Roberto Alcides Scott (1995 – 2007). En 2007 se impone en las urnas José Luis Freyre, extendiendo su mandato hasta 2019, cuando fue electo Leonel Chiarella como nuevo intendente de la ciudad.

