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Melincué

G E N E R A L L Ó P E Z
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Origen del nombre
La más antigua referencia documental sobre el topónimo Melincué corresponde al año 1681, la laguna siempre fue conocida como un paraje estratégico. Antes de la creación del Virreinato del Río de la Plata, Melincué es mencionada como límite entre la provincia de Tucumán y la de Buenos Aires. Según el Profesor R. Casamiquela, especializado en lenguas indígenas, Melincué, corresponde a una lengua hoy desaparecida, que signifi ca “aguas amargas”. La laguna de Melincué existió antes de la fundación del pueblo y la colonia, y antes de la construcción del fuerte, por lo que se puede decir que existe el nombre antes de la araucanización. Es más lógico atenerse a la tradición transmitida de padres a hijos, que relata que el nombre corresponde a la lengua de los indios de su hábitat o mezcla de vocablos, ya que por la zona pasaron borogas, pampas, guaraníes y ranqueles, entre otros.

Otra versión vincula al nombre con la tradición oral de las lenguas indígenas, conocida como leyenda de Melincué o leyenda del caballo blanco. Una excursión defensiva del pueblo originario ranquel, liderado por el cacique Melín, fue emboscada a orillas de la laguna, y todos sus integrantes fueron masacrados. A la matanza solo sobrevivió su esposa, quien malherida huyó en su caballo, un tordillo blanco que llevó a la moribunda madre hasta una de las islas de la laguna. Allí, la mujer, aterida de dolor y furiosa por la muerte de su hombre y de Cue, el hijo de ambos. En su agonía maldijo a los invasores, antes de morir llamando al lugar Melincué, por su hombre y su hijo, le deseó al pueblo que las aguas de la laguna crecieran y que de a poco fueran tapando con sus olas todo el lugar.

Pero nadie puede afi rmar a ciencia cierta cuál es el signifi cado de Melincué.


Fundación
Hacia la llegada de los españoles al Río de la Plata merodeaban en la actual zona sur de Santa Fe, región donde se encuentra Melincué, los querandíes, cuyo núcleo principal presumiblemente se asentó entre el arroyo del Medio y el río Arrecifes. A fi nes del siglo XVI, llegan provenientes del otro lado de la cordillera, los araucanos, entre ellos los denominados pampas, quienes inician sus correrías por la zona.
La imperiosa necesidad de asegurar las rutas para el comercio interno y la circulación de correspondencia llevó a la creación de los fuertes. Tanto Santa Fe como Buenos Aires se proponían extender zonas de seguridad hasta el interior, siendo este el origen del Fuerte
de Melincué. Como concepción estratégica, su importancia es innegable, desde Pergamino desviaba la ruta hacia Puntas del Sauce, hoy La Carlota, acortando considerablemente la distancia.
A Don Melchor de Echagüe y Andía, el progresista teniente gobernador de esta provincia, se debe la fundación de este extremo reducto fortifi cado en medio del dominio indígena. Según convenio celebrado con el virrey Cevallos, correspondería a Santa Fe la edifi cación del fuerte y a Buenos Aires la provisión de tropas de resguardo.
El Fuerte de Melincué se funda el 27 de noviembre de 1777, cuando comienzan las obras de construcción y el 12 de abril de 1778 llega al lugar una tropa de carretas transportando armas, municiones y demás útiles para el resguardo y manutención de la gente destinada a la guarnición. Hasta entonces no había población alguna.
A principios de 1780 se termina la construcción de la primer capilla y se designó capellán al R. P. Fray Francisco Albarracín. La guarnición de Melincué alcanzaba a 50 soldados. La fortaleza de San Juan Bautista de Melincué debió estar terminada a fi nes de 1778. Constaba de comandancia, zanjeado del contorno del recinto, puente levadizo y viviendas para los soldados. A partir de 1800 y hasta 1814 el fuerte de Melincué estuvo a cargo del Gobierno de Buenos Aires, pero el pago de la guarnición y el sostenimiento de capellanes estuvieron a cargo de la caja del Cabildo de Santa Fe.
La guarnición de soldados en el fuerte, iba variando según los acontecimientos políticos de la Argentina. Después de 1810, la campaña del Paraguay lo dejó sin tropa, así también como la guerra con Inglaterra y Francia volvió a dejar vacío el fortín.
El 17 de mayo de 1825 se libró la batalla de Melincué por el General de Brigada Estanislao López, contra los indios ranqueles de Rosario. La batalla memorable la ganó el General López, a quien se debe el nombre del departamento.
En 1848 el coronel Prudencio Arnold trasladó Melincué más hacia el oeste, por razones estratégicas. El Mangrullo sufrió tres traslados hasta ser construido donde se encuentra actualmente. La vida del soldado de frontera se veía acechada no solo por los indios que merodeaban, sino también por las condiciones de vida, debían salir a cazar bichos para mantenerse ya que las provisiones que enviaban eran escasas y el pago de sus sueldos estaban atrasados.
Algunos aborígenes se aprovechaban de estas circunstancias y con el apoyo de gauchos alzados o desertores, continuaban con sus correrías.
La construcción del Mangrullo data de 1865; sus paredes son de ladrillo y consta de un refugio en su parte inferior, desde el cual una tosca escalera llevaba a las troneras de la torre. Estas permitían avizorar en la infi nitud de la llanura circundante con sus vertiginosas tolvaneras, el indeciso contorno de los lanceros ranquelinos desplazándose en medio de la niebla, en la media luz de los amaneceres o en la propicia opacidad de los plenilunios. Su edifi cación estuvo a cargo de don Luis Lafl or, un denodado poblador de la frontera. Arrasada por los indios su estancia de Azul se trasladó a Melincué en cuya proximidad pobló de nuevo. Un malón llevó cautivos a su hijita Nemesia, de 6 años, y a su cuñada doña Isidora Vila. En su desesperación, acompañado por el comandante don Pío González, emprendió una riesgosa expedición hasta las tolderías ranquelinas, logrando precisar el paraje de cautiverio y realizando luego cansadoras tratativas con el cacique.
Para recuperar a su hijita apenas alcanzaba el valor de sus haciendas, el moblaje y los ahorros. Habiendo pagado ya el rescate regresó de las tolderías, y junto a su familia se vio en la necesidad de dormir en el suelo ¡había enajenado hasta las camas! Y a comenzar de nuevo a reunir recursos para comprar la libertad de su cuñada, lo que logró dos años después.
Posteriormente pobló de nuevo sus campos, emprendió nuevas actividades y a manera de recompensa por la protección que le prestó el comandante González en el trance relatado, se ofreció para edifi car el Mangrullo.
Finalmente el Comandante Benavidez, que mejoró la situación, fue reemplazado por Genaro Racedo, quien gracias a sus gestiones logra la formación del pueblo y colonia en 1872.
El primer Comandante del Fuerte de Melincué fue Juan González en 1778, posteriormente estarían a cargo del Fuerte Jose Antonio Mojaga (1780), Antonio de Torres (1790), Francisco Javier Acosta (1792), Jerónimo González (1809), Tte. Coronel Laureano Jurao (1815), Sargento Mayor Felisardo Piñero (1817), Tte. Coronel Juan de la Cruz Manzo (1822), Comandante Nicolás Ríos (1827), Comandante Domingo Robles (1828), Capitán Ramón Sorayre (1832), Tte. Coronel Juan Ugarte (1838), Tte. Coronel Ramón Sorayre (1847), Coronel Prudencio Brown Arnold (1848), Sgto. Mayor Pío González (1849), Tte. Coronel Agustín Fernández (1850), Capitán Jorge Marín (1852), Tte. Coronel Gervasio Goytea (1860), Coronel Francisco del Prado (1864), Mayor Martiniano Charras (1864), Comandante Francisco Carbonell (1865), Coronel Antonio Benavídez (1866) y el Tte. Coronel Genaro Racedo.
Se podría decir que Melincué tiene por lo menos dos fundaciones, la del Fuerte y la de la colonia. Ya realizadas las solicitudes por el Tte. Coronel Genaro Racedo para establecer una colonia, el gobierno provincial promulga un decreto, el 9 de marzo de 1872 expresando: “En razón a las grandes ventajas que ofrece a la provincia la fundación de una colonia agrícola, en el paraje denominado Melincué, departamento de Rosario, no solo porque la situación de esta población aseguraría gran parte del departamento contra las depredaciones de los indios, sino porque los numerosos habitantes diseminados en la campaña, tendrían un pedazo de tierra para dedicarse al trabajo y un centro de población en donde pueden mejor gozar de los benefi cios de la educación, El Gobierno de la provincia decreta:
Art. 1º Procédase a la delineación de una colonia en el paraje denominado Melincué, para la que se destinan dos leguas cuadradas de campo. Art. 2º Sobre una de las leguas, se delineará un pueblo cuya área determinará la Comisión, y lo demás se dividirá en suertes de chacra de veinte cuadras cuadradas, las que se donarán a todos los que quisiesen poblarlas, bajo las condiciones establecidas por las leyes, sobre otras colonias. Art. 3º Nómbrase en comisión para la ejecución de este decreto al Teniente Coronel Don Genaro Racedo como presidente, al señor Mayor Ortega, a Don Celedonio Valdez, don Nemesio Rodríguez y Don Augusto Fary. Art. 4º El Departamento Topográfi co mandará practicar la delineación ordenada en el lugar que la Comisión determine. Art. 5º Comuníquese, publíquese, dese al R.O. Iriondo. José M. Pérez. Ofi cial Mayor”.
La colonia de Melincué, se establece sobre dos leguas cuadradas de campo, una legua y media la Fracción Nº 50 que perteneció a Tomas Armstrong y media legua de un campo fi scal.
A la colonia se la denomina San Urbano en lugar de Melincué, en homenaje obsecuente a Don Urbano de Iriondo, padre del gobernador de la provincia Simón de Iriondo.
Primeros pobladores Los primeros pobladores de la colonia fueron las familias que ya estaban asentados en el Fuerte, 438 habitantes según un censo nacional de 1869, a quienes se le sumaron más de 200 familias llegadas de Europa.
El Comandante Racedo, ahora ya en su cargo de Juez de Paz, solicita el 19 de diciembre de 1872 al Gobierno de la provincia el establecimiento de una escuela primaria, se nombra preceptor a Don José Conti y en 1873 asistían a la nueva institución veintiséis alumnos. Actual Escuela Primaria N° 160 “Florentino Ameghino”. En mayo de 1874, con el nombre “La Pastora”, se establece el primer servicio de diligencias, siendo su propietario Don Luis Lafl or, el recorrido establecido es desde Rosario a Melincué pasando por Carmen del Sauce. En estos vehículos se transportan pasajeros, correspondencia, encomiendas y muchas veces carga. El 25 de mayo de 1877 aparece el primer periódico con el nombre de “La Luna”, editándose durante varios meses seguidos.
El crecimiento de la colonia avanza aceleradamente y al comenzar el año 1878 ya cuenta con dos escuelas elementales, iglesia, Juzgado de Paz, servicio de diligencias y publicación de un periódico. La población sigue aumentando, en noviembre de 1880 cuenta con 1.030 habitantes, en una extensión territorial de 2.400 cuadras cuadradas, con 266 de ellas cultivadas.
Por decreto provincial del 17 de marzo de 1882 se nombran Tenientes alcaldes del distrito Melincué, a Don Laureano Riquelme y Don Teófi lo Busto.
Por ley provincial del 16 de octubre de 1883, se crea el departamento Gral. López y se declara cabecera del mismo a la Villa de Melincué. El primer censo general de la provincia que se realizado en1887 le asigna al distrito Melincué 2.441 habitantes, correspondiendo 463 a la población urbana y 1978 habitantes a la rural. De estos 2.169 son argentinos y 272 extranjeros. Reciben instrucción 67 alumnos.
La segunda Comisión de Fomento es nombrada el 9 de Marzo de 1888 y es integrada por Donato Bocio, José M. Carreras y Pedro Correa.
El 19 de agosto de 1886, se realizó la inauguración de la estación del Ferrocarril Oeste Santafesino, a la estación se la denomina Melincué y se encuentra a unos mil setecientos metros aproximadamente al norte de la plaza de la población, realizándose, en sus alrededores, el trazado de una nueva planta urbana. El ferrocarril unía Melincué con las ciudades de Casilda y Rosario. El 22 de noviembre de 1887 se construye una línea férrea desde Villa Constitución a La Carlota, luego se extenderían hasta Río Cuarto. El 30 de abril de 1890 arriba el primer tren proveniente de Villa Constitución. Melincué ha contado con servicios de trenes de pasajeros que la comunicaban con Rosario, Buenos Aires y Córdoba.
Por una ley sancionada por el Senado y la Cámara de Diputados de la provincia, el 5 de noviembre de 1888, se autoriza al Poder Ejecutivo a invertir la suma de 60.506 pesos para la construcción de edifi cios destinados a ofi cinas públicas, escuela e iglesia San Urbano.
Nacimiento de las instituciones locales y sucesos relevantes
En 1892 son fundadas la Sociedad de Socorros Mutuos “Fratelli d’Italia” y la Sociedad Española de Socorros Mutuos. En 1898 vuelve a ser erigida la Parroquia Nuestra Señora del Carmen de San Urbano.
El 22 de noviembre de 1902 un ciclón azota la zona de Melincué, derrumbando casas, tapiales, galpones. Según el informe del Padre Pedro Roselló hubo tres muertes y muchos heridos. Se derrumbó la iglesia vieja y las obras de la nueva, salvándose solamente el Sagrario y la imagen de la Virgen del Carmen.
El 6 de febrero de 1904 se puso la piedra fundamental del templo de Melincué y el 28 de mayo de 1905, se inaugura el nuevo templo en su emplazamiento actual, se bendijo el Cristo crucifi cado donado por el señor Miguel Torres y su esposa y la imagen de la Virgen de Luján donada por la familia López.
En 1908, se funda la fábrica de Fideos “Alhora” de Raúl Roberto Rébora. En 1914 abrió sus puertas la Escuela Provincial “Dr. Felipe Carreras” en la casa de la familia Rolfo. En 1916 se le otorga el Nº 162 a la Escuela Provincial “Dr. Felipe Carreras”.
En 1915 el Pbro. Manuel Sánchez bendice las campanas del templo de Melincué. Las campanas llevan los nombres de “Sagrado Corazón de Jesús” y “Nuestra Señora del Rosario” y fueron costeadas por suscripción pública.
En 1916 se funda el Banco Nación.
El 16 de agosto de 1917 los Sres. Francisco Corte y José Corrales Ruiz convocan al pueblo a fi n de constituir una Biblioteca Popular que abre sus puertas al público el 26 de agosto con el nombre de “Biblioteca Popular Argentina Rivadavia”, en el local alquilado al Sr. Blas Alsina, contando en ese momento con 718 libros y ayudados por la Protectora de Bibliotecas Populares. Esta biblioteca es ya centenaria y continúa funcionando en la actualidad. El 14 de enero de 1922 se inaugura el hotel balneario, sobre el lugar donde se encontraba la isla mayor. Fue construido por Don Consolato Corti. El edifi cio contaba con planta baja, primer y segundo piso, 34 habitaciones con baño privado y poseía usina propia. El salón de baile era muy amplio con orquesta permanente que desde noviembre a marzo actuaba en forma exclusiva y sin interrupción.
El hotel tenía una fábrica de hielo, garaje para su clientela y un gran galpón para autos y diversos materiales. Embarcadero para sus clientes, casillas en la playa para los mismos, con piso de mosaico y contaba con dos canchas de tenis. El balneario ofrecía: estación de servicio, casillas gigantes donde funcionaba una peluquería, otra de fotografía, fotógrafo ambulante, entre otros. En la playa había un embarcadero y una lancha para 35 personas. En 1938, el hotel balneario sufre una inundación quedando inhabilitado al turismo desde 1941 hasta 1960. El 19 de marzo de 1926 Don Miguel Torres ex–soldado del Mangrullo de Melincué, hace donación del terreno donde se levanta el histórico Mangrullo, con la condición de que allí se construya una plazoleta con las leyendas históricas que actualmente ostenta Don Alfredo R. Muñoz, antiguo poblador que recibe la donación en nombre de la Comuna.
En 1933 se fundan los Tribunales de Primera Instancia, Casa de Justicia y el Banco de Santa Fe. En 1934 se funda la fábrica de fi deos “Rébora” de Liberato S. Rébora SCA.
SMelincué en fotos T

Hotel balneario década del 20
Almacén Cernadas San Martín y Moreno

Balneario década del 20

Balneario década 40 Isla laguna década del 70



El 1 de abril de 1936 inicia sus actividades la Escuela Secundaria “Pablo Pizzurno”, haciéndolo como Instituto Popular de Enseñanza Secundaria. Durante ese año lectivo funciona en un aula cedida por la Escuela Primaria “Florentino Ameghino” N° 160.
El 7 de enero de 1942 se funda el Club Náutico “Melincué” Sede social. El 28 de septiembre de 1944 es declarado Monumento Nacional el Mangrullo de Melincué.
El 17 de agosto de 1948 en la Escuela Provincial Nº 726 de Campo Sierra, se plantó un retoño del pino histórico de San Lorenzo. Este retoño fue conseguido por gestión del Sr. Antonio Torné con el guardián del convento San Carlos, Fray Tomás Calvente y fue traído desde San Lorenzo por el Sr. Víctor Reinaldi.
El 5 de octubre de 1949, por Ley Provincial Nº 3575, se cambia el nombre de San Urbano por el de Melincué. En 1952 fue ofi cializada la Escuela de Comercio Pablo Pizzurno por Decreto Nº 10.409 del 26 de mayo de 1952. En 1956 se declara como feriado no laborable en la localidad el 16 de julio de cada año por ser el día de la Virgen del Carmen. El 3 de noviembre de 1957, se funda la Asociación Vecinal barrio Estación, siendo su primer presidente Don Jacinto Vera Coronel. El 2 de agosto de 1978 se fundó la Primera Comisión directiva de los Bomberos Voluntarios y el 21 de octubre de 1979, inauguraron ofi cialmente el cuerpo activo de la Asociación de Bomberos Voluntarios de Melincué. El 4 de julio de 1981, se inaugura el edifi cio propio de la Escuela de Comercio “Pablo Pizzurno”.
En 1985 se inaugura la Estación de Ómnibus “Brigadier General López”.
En 1986 se funda la Iglesia Evangélica Cristiana Pentecostal “Maranata”. El 11 de febrero de 1990, se inaugura el actual edifi cio de la Comuna de Melincué, durante la presidencia Comunal del Sr. Osmar Otegui. Desde el 1 de julio de 1995, la localidad cuenta con agua potable, servicio prestado por la Cooperativa de Provisión de Agua Potable y Gas, Crédito, Consumo y Vivienda de Melincué Ltda. (CAP y OSER) de esta localidad.
El 2 de octubre de 1992 abre sus puertas la Sala de la Cultura “Don Liberato Rébora”, donde antes se encontrada el antiguo cine “Selec”. El 27 de noviembre de 2000, se inaugura el Museo de Melincué, por un proyecto interinstitucional entre los alumnos de la Escuela “Pablo A. Pizzurno” Nº 425 y docentes de la Escuela Primaria “Florentino Ameghino” Nº 160. A fi nes de 2001, la Legislatura Provincial aprobó la creación de tres casinos en territorio provincial, uno de ellos en Melincué, en el marco de un centro turístico integral. El 25 de octubre de 2002, visto la necesidad de establecer ofi cialmente la fecha en que se conmemora el día de nuestra localidad, durante la Presidencia del Dr. Jorge Raposo, se creó la ordenanza Nº 161/02: que dice “Fíjase como fecha de conmemoración del aniversario de la creación de nuestra comunidad el 27 de noviembre y por tal motivo se declara feriado en la localidad”.
El 14 de abril de 2003, se inauguró el programa de alfabetización y educación básica para adultos, el centro Nº 250 que funciona en el local de la Escuela Primaria Nº 160.
El 8 de Julio de 2003, debido a un fuerte viento, varias cuadras del pueblo quedaron anegadas, lo que obligó a varias familias a dejar sus casas; debido a que el agua de la laguna pasó por sobre el anillo de contención en el sector oeste, rodeó el cementerio y pasó por encima de la defensa que en ese lugar era más baja. Desapareció el camino al cementerio. Todos los vecinos trabajaron llenando bolsas de arena para la contención del anillo que rodea a Melincué, para lograr aumentar las defensas y tratar de ganarle a la naturaleza hasta que las obras del canal regulador lleguen a su fi n.
El 30 de agosto de 2003 se inauguró el nuevo Centro asistencial San Urbano “Dr. Felipe Gorgoglione”. En 2004, dos empresas comenzaron sus trabajos para el proyecto del canal nivelador, estas son Mundo Construcciones, encargada del canal nivelador que une el espejo de agua con el canal San Urbano, en cuyo ensanche y ampliación está trabajando la fi rma Milicic.
En abril de 2006, comenzó el primer año del EMPA Nº 1283 en Melincué, con la modalidad de ciclo cerrado y siendo un anexo de la institución de Bombal.
En agosto de 2006 comenzaron las obras de construcción del Casino de Melincué adjudicado a las empresas Boldt S.A., Inverama S.A. y Grainco S.A. También en agosto de 2006, se realizaron obras que incluyeron la construcción de un canal debajo de la Ruta Nº 90, para abastecer de agua a las estaciones de bombeo. Con esto se intenta recuperar miles de hectáreas que se encontraban bajo el agua que con el tiempo se espera vuelvan a ser productivas.
En diciembre de 2006 se dio a conocer el resultado del concurso “Una Bandera para mi pueblo”. El primer premio lo obtuvo la Sra. Graciela Analía Boglietti; la fundamentación de la bandera es la siguiente, el área rosa y negra signifi ca el ala de un fl amenco, la celeste y azul la laguna y la blanca el mangrullo. Estos elementos representan genuinamente los orígenes e identidad geográfi ca e idiosincrasia de la localidad. La misma será izada por primera vez el 20 de junio de 2007.
El 28 de septiembre de 2007 queda ofi cialmente inaugurado y habilitado, el Melincué Casino & Resort. El 18 de enero de 2017, se decidió derrumbar el viejo puente sobre la Ruta Nº 93 donde se desarrollaban las obras del nuevo puente vial “Durham”, la amplitud del Canal “San Urbano” y la rectifi cación de la propia carretera. Se adelantó la demolición para que el agua escurriera más rápido y así tratar de evitar inundaciones. El 8 de mayo de 2017, se rompen las defensas que contenían el agua de la laguna, que venía aumentando en los últimos meses debido a las intensas lluvias, se inunda gran parte del pueblo, el agua entró en muchas casas y hubo muchos evacuados. El pueblo junto con la Comuna y los Bomberos Voluntarios llenaron bolsas de arena para paliar la crisis. Se recibió ayuda de distintos sectores de la provincia, Ejército, Bomberos Voluntarios de localidades vecinas, Ex Combatientes de Malvinas y desde diferentes localidades han enviado donaciones. Finalmente el agua pudo ser contenida por un nuevo terraplén de arena y piedras, se utilizaron bombas para sacar el agua de las calles. Se esperan obras defi nitivas para que este episodio no vuelva a ocurrir. El sábado 17 de junio de 2017, un fuerte viento ocasionó el derrumbe del viejo hotel balneario que se encontraba inundado.
La laguna La laguna de Melincué es el cuerpo de agua de mayores dimensiones del sector santafesino de la Pampa Norte, ocupa el área más deprimida de un bloque levemente hundido que forma una cuenca endorreica, sus aguas y la freática de la cuenca son de tipo sulfatado–sódico, lo que indica lo salado de sus aguas. Esto otorga una característica distintiva tanto a su fl ora como su fauna.
En lo relativo a la vegetación, si bien en las áreas defi nidas cercanas a la laguna existen ejemplares arbóreos tales como chañares, cina–cina y espinillos, puede considerarse que los árboles están ausentes, salvo los plantados por el hombre, en toda la cuenca de la laguna. Por lo tanto debe decirse que la vegetación que la cubre es de carácter netamente pampeano: comunidades herbáceas, praderas y estepas. Con respecto a la fauna se han observado con variaciones en el tiempo, miles de ejemplares de fl amencos australes, parinas, grandes garzas, cuervillos, gallaretas, gaviotas y patos, destacándose importantes concentraciones de aves muy llamativas, como el coscoroba y en menor medida el cisne cuello negro, la espátula rosada y la cigüeña común, chorlos y playeros. Por épocas el fl amenco austral y la gaviota capucho gris, nidifi can en la zona de la laguna. El humedal se encuentra categorizado como una de las “Áreas Importantes para la Conservación de las Aves en la Argentina” (AICAs) y fue declarado Humedal de Importancia Internacional el 24 de julio de 2008 y registrado en la Lista de Humedales de Importancia Internacional de la Convención Ramsar, bajo el número 1.785. Es un área natural protegida, denominada Reserva Natural del Humedal de la Laguna Melincué.
El tamaño de esta laguna ha sufrido grandes variaciones desde la primera referencia disponible, realizada por Félix de Azara en 1796; en esa época el tamaño era muy reducido y había dos lagunas pequeñas. Posteriormente, se la cartografi ó en 1913, 1924, 1954, 1958 y 1978, registrándose un aumento paulatino de volumen; entre 1958 y 1978 la profundidad aumentó 3,50 metros. En las cartas de 1954 en adelante aparecen dos series de islas. Dichas islas fueron generadas como lunetas marginales por el viento sur durante períodos de estabilidad en épocas secas. Según Castellanos (1924), en 1921 la laguna quedó dividida en dos durante una sequía importante; el sector norte era denominado como laguna chica.
Principales obras La población de Melincué ha soportado en los últimos setenta años diversas inundaciones, vinculadas con las lluvias de primavera–verano, y en los últimos años se ha establecido una correlación con el fenómeno del Niño (ENOS). Cada inundación tuvo sus implicancias, pero fue la de 1932 la que motivó el proyecto y posterior ejecución del canal San Urbano, con el que se pretendía neutralizar los aportes de la sub–cuenca A, hacia la población y laguna. La de 1941, ocurrió mientras se construía el canal. En 1965–66, la falta de mantenimiento y de capacidad del canal, determinaron que los aportes de la sub–cuenca A rebalsaran el canal y llegaran a la población, desde el norte. Afortunadamente la laguna absorbió el aporte. El crecimiento paulatino de los valores de las precipitaciones a partir del año 1965 y durante la década del 70, elevaron la cota de la laguna, y durante el verano de 1974–1975, nuevamente el desborde del canal hizo zozobrar a la población y zona rural del distrito Melincué; cortó el acceso al balneario y hotel existentes en la isla, defi nitivamente y nunca más se pudo acceder al mismo.
En 1977, se iniciaron las tareas de reacondicionamiento del canal San Urbano. En 1981 se registra la cota histórica máxima para entonces, de 85,73 m sobre el nivel medio del mar;
no obstante el descenso en las lluvias, la cota fue bajando lentamente, a través de la evaporación del espejo de agua. Durante la década del 90, el crecimiento de la cota fue paulatino. Durante los años 1995 y 1996 se produce un marcado descenso en las precipitaciones, viéndose seriamente comprometidas las cosechas de soja y trigo en la región, y sin embargo la laguna tuvo un lento retroceso en su cota, llegando a 83,62 m sobre el nivel medio del mar hacia septiembre de 1997. A partir del 30 de septiembre de ese año, se inicia el fenómeno del Niño, y tanto las precipitaciones como las cotas fueron creciendo paulatinamente. Las rutas pavimentadas o de tierra se encuentran clausuradas, entre Melincué y Elortondo y los caminos de tierra se encuentran en pésimo estado, siendo muy difíciles de transitar. La obra del canal nivelador y las estaciones de bombeo está destinada a regular los niveles de la laguna. Se encuentra situada topográfi camente más abajo que el canal San Urbano, hacia donde se prevé bombear el agua de la laguna. La distancia es de once kilómetros, con dos estaciones de bombeo compuestas por dos bombas cada una. En julio de 2009 se fi nalizaron las obras de contención de excedentes de agua. El gobierno provincial fi nalizó la construcción del terraplén de cierre en el canal San Urbano que busca evitar el anegamiento de la localidad de Melincué. Como obra complementaria en este sector se construyó un canal de drenaje, que posibilita la descarga hídrica de las áreas rurales más deprimidas aledañas al terraplén, posibilitando su recuperación productiva. Por su parte, la habilitación del canal de aducción en el sector del nuevo puente de la Ruta Provincial Nº 90 signifi có un movimiento de suelo superior a los 25 mil metros cúbicos. De acuerdo a lo proyectado, fue construido un nuevo tramo del canal, y se efectuó el cegamiento y acondicionamiento del sector afectado por el desvío que se construyó oportunamente, en forma provisoria, para el funcionamiento de la alimentación de las estaciones de bombeo.
Personajes y anécdotas de la localidad Debido a la inauguración del nuevo Tribunal en 1933, llegó a la localidad el que fuera en ese momento gobernador de la provincia el Dr. Molinas, que era demócrata progresista; el acceso al hotel balneario estaba inundado, pero como no tenían otro buen lugar como para hospedarlo, hicieron un muelle, pusieron una balsa y de esta manera el gobernador se hospedaría allí. Cuando llegó el momento de llevar hasta el hotel a las demás autoridades, el gobierno comunal de turno, que era contrario a la ideología progresista, baleó la balsa, y esta se tumbó en plena laguna. De cualquier manera, mojados y embarrados participaron de la fi esta en el hotel.
En 1971, Esther Tacconi tomó la concesión del hotel balneario junto con su marido y relata: “Trabajábamos con 20 empleados y atendíamos 17 habitaciones por planta. En la planta baja estaban la cocina, restaurante, y los domingos al mediodía dábamos de comer a 800 personas en dos turnos. Como venía tanta gente, los domingos ofrecíamos un menú fi jo; pollo al horno con papas y ravioles caseros. Recuerdo las calles del pueblo cubiertas de automóviles y de qué manera también trabajaban los negocios fuera de la isla”. Cuando llegó la inundación Esther recuerda “no paraba de llover, la Ruta Nº 90 ya se había cortado y el camino hacia la isla también estaba inundado. Cargamos lo que pudimos y cruzamos hasta el pueblo. Nunca más volvimos. Allí quedaron camas, heladeras, muebles y colchones que se arruinaron”.
En el año 2011, en las elecciones locales, el escrutinio defi nitivo registra un empate entre el responsable de la Comuna, Oscar Pernigotti, postulante de un Frente Vecinal y el candidato del Frente Santa Fe para Todos, Gabriel Rébora, en 445 votos. Tal cual lo establece la ley electoral santafesina, dicha situación se debió defi nir a través de un sorteo que se realizó en
la capital provincial y terminó otorgándole la responsabilidad de gestionar la cabecera del departamento General López desde el 10 de diciembre de 2011 a Gabriel Rébora.
El escudo
El sol estilizado, representado por sus rayos, es fuente de vida y razón cobijando la historia y el presente de la localidad. El Mangrullo simboliza al antiguo fortín, el fl amenco la fauna de la laguna, los laureles y las armas del escudo provincial, las glorias de antaño. En la punta inferior está simbolizada la laguna. En el arco superior fi gura el nombre de la localidad y, opuesto a este, el de la provincia.
Gobiernos locales
A lo largo de la historia de Melincué se dieron diferentes gestiones. A comienzos de 1900 estuvieron a la cabeza de los gobiernos locales Manuel Garayar (1909 – 1910), Carlos Fischer (1910), Armando González (1910 – 1911), Ernesto de los Santos (1911 – 1912), Félix Roca (1912), Pedro Zavaleta (1912), Alfredo R. Muñoz (1923 – 1925), C. A. Fischer (1925), Alfredo Muñoz (1925), Gustavo Fischer (1932 – 1934), Liberato Rébora (1934 – 1935) y cerrando la década Consolato Corti (1935 – 1940).
A partir de la década del 40 se fueron sucediendo en el cargo Lázaro Peralta (1940 – 1946), Luis Schiavon (1946), Arturo Gandolla, Fernando Newton y Luis Acosta (1956), Daniel Sevilla (1964), Aldo Tacconi (1964 – 1965), Rafael Rosatto (1965 – 1967), Luis Eulogio Siburu (1967 – 1971), Atilio Fernando Roman (1971 – 1973), Ángel B. Meregoni (1973 – 1976), Avelino Santiago Cardona (1977 – 1981) y Hugo Salvador (1981 – 1983).
Más recientemente, la presidencia comunal ha sido ocupada por el Dr. José Raposo (1983 – 1990), seguido por Osmar Otegui (1990 – 2001). Entre 2001 y 2003 Raposo volvió a ocupar el cargo, siendo sucedido por Oscar Pernigotti de 2003 a 2011 y luego por Gabriel Rébora (2011 – 2017), y el Dr. Horacio Andrés Saccheto (2017 – 2019).
Silvio Garbolino es quien encabeza la gestión desde fi nes de 2019.

