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Allí, en los zapatos del otro.
A lo largo de mi educación académica he estado involucrada en actividades con sentido social y cultural, en las cuales he podido encontrar todo tipo de personas. El arte ha sido eje fundamental de dichos encuentros; allí no se discrimina por raza, sexo y, mucho menos, condición social. Es en lugares como estos es donde surge nuestra identidad, lo que realmente somos.
La pedagogía tiene un papel fundamental para la construcción de identidad y autocrítica a partir de estrategias didácticas diferentes. Pero, ¿por qué son diferentes? ¿Por qué estos lugares nos hacen pensar desde un punto de vista diverso? Simple, la catarsis. Se entiende como una posibilidad de liberación o la resignificación de los recuerdos en el ámbito emocional, corporal, mental y espiritual, a través de experiencias empáticas de carácter colectivo, donde te encuentras a ti mismo y puedes hacer un proceso de reflexión de lo que eres, sentirnos identificados con el otro. Entendemos cómo se forma el ser de los demás a partir de acontecimientos en el pasado, en nuestro presente, y de manera amplia en el futuro. La empatía es un sentimiento colectivo, la capacidad de percibir y lo más importante, de compartir emociones mediante el reconocimiento del otro como uno mismo. Eso es lo que se vive en carne propia durante actividades como la Semana de las Memorias donde su nombre lo
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relata todo. Durante las actividades que se llevaron a cabo puedo decir, que mis compañeros y yo nos sentimos identificados con las historias contadas en el marco del performance Reflejos de Guerra donde mostramos y tratamos de sentir episodios del conflicto alejados de nosotros.
“Ahora sus gritos permanecen, como aquella mina antipersona, como si hubiera estallado también en mi corazón, para permitirme curar las heridas mucho más profundas que aquellas que permanecen en la piel. Al inicio sentía rabia, coraje y rencor, pero después he descubierto, que, si me limitaba a transmitir ese odio, creaba más violencia todavía. Puedo pedir así una vez más perdón, mi corazón se desahoga y me siento libre’’1
Desde la perspectiva de una persona que nunca ha percibido la violencia cercana, es demasiado difícil interpretar un papel parecido, en cambio para alguien que ha experimentado estos aspectos, es demasiado chocante recordar aquellos momentos de angustia. Es ahí donde nuestro sentimiento de empatía juega un rol importante, de hecho, primordial, ponernos en los zapatos del otro, como dice el dicho popular, donde ser consciente del sentimiento ajeno es esencial.
1 Fragmento guion “Reflejos de Guerra”. Proceso de escritura y creación colectiva LDHC. Dirigido por el docente Rolando Franco
Erika Tatiana Rodríguez @tatiana._.rodriguez