4 minute read

Las ocho características que mejor definen a un caballo criollo

Rusticidad: con casi 500 años de selección natural, esta raza se convirtió en una de las más rústicas. El caballo criollo es conocido por su increíble agilidad, velocidad y facilidad, por lo que es capaz de lograr una gran adaptabilidad. Gracias a su fuerte instinto de supervivencia, puede resistir largas distancias y duras condiciones climáticas, por eso se lo considera uno de los más resistentes en el ámbito de la familia caballar.

Versatilidad: los caballos criollos son conocidos por su versatilidad y gran habilidad para el trabajo de campo. Esta raza es muy demandada para la realización de las pruebas oficiales de la Asociación de Criadores de Caballos Criollos, ACCC, como rodeos, rienda FZB, freno de oro, corral de aparte, entre otras. Además, se pueden utilizar para jugar al polo, al pato y para clases de equitación. Su mansedumbre lo muestra como una de las mejores razas para los niños, ya que es un caballo seguro, fácil de montar y con un carácter suave. Por su tranquilo comportamiento, también se utiliza mucho en equinoterapia.

Advertisement

Mansedumbre: por lo general, son caballos de carácter tranquilo, fáciles de domar y que aprenden muy rápido. Poseen una buena disposición para los trabajos montados, capaces de conectar rápidamente con su jinete y entender sus órdenes.

Agilidad: al ser animales de un tamaño más bien chico, sus cualidades morfológicas le brindan agilidad en sus movimientos. Funcionalmente son excepcionales, ya que tienen un conjunto de características que le permiten moverse con soltura y rapidez.

Resistencia: el dinamismo y el equilibrio son unas de las características que mejor definen a la raza. Los caballos criollos son muy ágiles, tienen movimientos rápidos y precisos, y pueden sortear obstáculos y cambiar de dirección con gran facilidad. Además, son animales robustos y fuertes, con una excelente capacidad para cargar peso. Esta es una de sus principales características, ya que les permite desplazarse con gran facilidad y resistir terrenos difíciles.

Longevidad: los caballos criollos son famosos por su perdurabilidad, algunos ejemplares alcanzan más de 30 años de vida. Esta resistencia al paso del tiempo los hace particularmente únicos, lo que les permite seguir reproduciéndose a una edad avanzada. Esta impresionante capacidad de supervivencia ha hecho que el promedio de vida de un caballo criollo sea de entre 20 y 30 años.

Fertilidad: la raza criolla cuenta con una tasa de fertilidad sorprendentemente alta en entornos naturales, con un promedio de entre el 95 y el 97 por ciento. Esta característica se debe a su adaptabilidad al medioambiente y su resistencia a las enfermedades, lo que se traduce en una tasa de preñez estable y sin variaciones.

Aptitud para trabajos ganaderos: el caballo criollo se ha destacado por su versatilidad, lo que lo hace ideal para trabajos ganaderos y de hacienda. Estas tareas pueden ser variadas, por lo que se requiere un caballo integral que tenga todas las cualidades necesarias para llevarlas a cabo. Por esta razón, el caballo criollo resulta ser la mejor opción para estos trabajos.

Ficha técnica

Tamaño: eumétrico y mesomorfo (medidas y formas medianas).

Pelajes: se aceptan todos los pelajes con excepción del pintado y el tobiano, con el fin de procurar la paulatina eliminación del albinismo.

Cabeza: de perfil preferentemente rectilíneo o subconvexilíneo. En conjunto corta, liviana, de base ancha y vértice fino. Proporcionalmente tiene mucho cráneo y poca cara. Frente ancha y más bien plana. Carrillos destacados y separados entre sí. Ojos vivaces y expresivos. Orejas chicas, anchas en su base, separadas y paralelas. Ollares medianos. La cabeza debe denotar la pureza racial, el carácter y la natural diferenciación sexual entre machos y hembras.

Cerda: tuse y cola más bien anchos y bien poblados de cerda dura. Cernejas de mediano desarrollo y solo sobre la parte posterior del nudo. Cuello, pescuezo o cogote: de suficiente largo y flexibilidad. Musculado en su inserción superior con la cabeza. Ligeramente convexo en su línea superior y recto en la inferior. Su eje se unirá al tronco en un ángulo casi recto con las paletas.

Cruz: medianamente perfilada y musculada. Larga e insensiblemente unida.

Dorso: de largo mediano, fuerte, firme y ancho, musculado hacia el posterior. Suavemente unido a la cruz y al riñón con los que conformará una correcta línea superior.

Riñón: corto, ancho, musculoso, fuerte, bien unido al dorso y a la grupa, con los cuales deberá guardar armonía en conjunto.

Grupa: de buen largo y musculada, de ancho mediano y suavemente inclinada. Vista del posterior, redondeada, sin protuberancias óseas ni hendiduras perceptibles.

Cola: de maslo corto, debe continuar suavemente la línea superior de la grupa con una inserción más bien baja.

Pecho: medianamente ancho, musculado y bien descendido. El esternón se ubicará aproximadamente a la mitad de la alzada del animal.

Tronco: visto de costado, profundo desde la cruz hasta la cinchera, y de frente, de forma oval. De buen desarrollo en su perímetro y cerca del suelo. Costillas moderadamente arqueadas y abiertas hacia abajo y hacia atrás. Vientre amplio, continuando insensiblemente el perfil interior del tórax.

Flancos: cortos y llenos.

Espaldas o paletas: medianamente largas e inclinadas. Separadas entre sí y bien musculadas.

Brazos y codos: paralelos al plano medio del cuerpo. Brazos de buen largo, inclinación y musculatura. Codos visiblemente separados del tórax.

Antebrazo: bien aplomados, largos, de buen ancho y musculatura.

Rodillas: cerca del suelo, anchas, medianamente largas, nítidas, sin desviaciones ni fuera del eje.

Muslos: anchos y bien musculados, de nalgas largas y descendidas.

Piernas: largas, anchas, musculosas, con los tendones del corvejón fuertes, separados y nítidos.

Garrones o corvejones: fuertes, anchos, nítidos, paralelos al plano mediano del cuerpo y cerca del suelo.

Cañas: cortas, con cuerdas fuertes, nítidas y bien destacadas.

Nudos: fuertes y nítidos.

Cuartillas o pichicos: fuertes, de longitud e inclinación medianas.

Cascos o vasos: relativamente chicos, lisos, tensos, resistentes. De talones adecuadamente altos y separados entre sí.

Biometría

Talla: ideal 1,44 m, las fluctuaciones máximas para los machos serán de entre 1,40 m y 1,48 m pudiendo aceptarse como excepción hasta de 1,50 m y no menos de 1,38 m, previa resolución del Jurado de Admisión o Inspector actuante. Hembras 2 cm menos, es decir, 1,38 m a 1,46 m, con excepciones hasta 1,36 m y 1,48 m.

Perímetro torácico: ideal 1,78 m, hembras 2 cm más.

Perímetro de la caña: ideal 0,19 m, hembras 1 cm menos.

Las fluctuaciones de las medidas deberán guardar la debida armonía con las indicadas para la talla.

Algunos datos estadísticos

r 1188 criadores vigentes dentro de la raza.

r 1008 socios de la ACCC (febrero de 2023).

r 272.607 reproductores inscriptos desde el inicio de la raza.

r 7154 crías inscriptas en el último año.

r 2054 transferencias realizadas el último año.

This article is from: