D iccionario
biográfico - estadístico de los matadores de toros españoles olvidados
matador de toros en Benalmádena (Málaga), el 15 de agosto de 1976, con El Monaguillo y José Ortega, ambos, de Málaga. Se corrieron tres toros de Fernández Palacios y tres de Branco Nuncio. Tras retirarse como matador de toros, no lo hizo de los ruedos, pues ingresó en el escalafón de banderilleros donde pronto logró hacerse un sitio entre los mejores por sus excelentes dotes con las banderillas, contratándose en la que se hizo famosa “Cuadrilla del Arte” formada por él, Curro Alvarez y su primo Pepe Ortiz. El 1 de noviembre de 1977 sufrió una grave cogida toreando en Torremolinos (Málaga), al ser cogido por el segundo de la tarde. Sufrió una cornada en el tercio medio, cara externa, del muslo izquierdo, con trayectoria de doce centímetros hacía arriba y adentro, que “dislacera, contusiona y secciona fibras de tensor y de la fascia láta y vasto interno, agotando su trayectoria a nivel del tercio superior de la diáfisis femoral”, según parte facultativo. En esta corrida se despidió del toreo el malagueño Juan Arias, que alternó mano a mano con Avelino de la Fuente, que cortó una oreja en su primero y fue pitado en el otro. Juan Arias fue aplaudido en su primero y dio la vuelta al ruedo en su segundo toro, en el de su despedida. Hubo un toro para rejones de Manuel Camacho para Luis Valdenebro. En su carrera de matador de toros, Manolo Ortiz sumó 31 novilladas con picadores y 88 corridas de toros. Su hijo Ricardo Ortiz, siguió sus pasos y fue matador de toros, retirado de los ruedos desde la mitad de la década de los años 90 del siglo XX.
Ortiz Trixant, Santiago “SANTI ORTIZ”
Matador de toros nacido en Huelva, el 4 de octubre de 1949, donde residió con su familia en la Cuesta del Carnicero, por donde pasaban los cabestros para el “manifiesto” los días que había corrida, según el mismo contó en una entrevista de Marciano Breña Galán en elMira.es con fecha de 22 de octubre de 2016. Aunque sin antecedentes taurinos en su familia, el chaval sintió la vocación temprana y con once años se puso por primera vez delante de una becerra en Trigueros (Huelva). “En el colegio era mal estudiante pero, a los once años, en una capea se me metió el gusanillo de los toros. Mi padre me ofreció trabajar en su comercio de tejidos y yo, encantado. Con un primo de un novillero y el hijo de un torilero me escapaba al campo. En las capeas de Trigueros del año 1961 me puse delante de unas vacas y pasé mucho miedo aunque ahí hubo algo que me enganchó. 62