D iccionario
biográfico - estadístico de los matadores de toros españoles olvidados
Ramos, Miguel Rodríguez, en algunas ocasiones, con Curro Vázquez, Víctor Puerto y Uceda Leal, etc., totalmente consolidado en el escalafón de plata. En total fueron 132 novilladas picadas y 41 corridas de toros las que toreó este diestro del que se esperaban mayores proezas.
Rovirosa Virgili, José “JOSÉ ROVIROSA”
Matador de toros nacido en Barcelona, el 11 de febrero de 1878, en el seno de una familia acomodada, por lo que nadie hubiera imaginado que el joven eligiera el toreo como profesión, pero este tenía un gran espíritu aventurero y tras su bachillerato practicaba esgrima con florete en la Sala de Armas de Madrid, a la que también concurría el matador de toros Luis Mazzantini. Las conversaciones con este despertaron sin duda su interés por la Tauromaquia, seguramente más como deporte de aventura que por vocación. Así pues, y plenamente convencido, se presentó ante la afición de Barcelona en la plaza de Las Arenas en una novillada en 1900 con Alvaradito y Moreno de San Bernardo. El novillo de su presentación ante la afición barcelonesa fue “Costurero”, negro, marcado con el número 56, perteneciente a la ganadería de Indalecio Gómez. El debutante, según la crónica de Lorenzo Uraga, fue revolcado en dos ocasiones, aunque demostró tener “facultades y valor sereno”. Después, con cartas de recomendación del propio diestro Luis Mazzantini para un empresario mejicano, viajó a México donde toreó en las plazas de Orizaba, Chihuahua, Monterrey y Durango entre otras. Al finalizar 1.900, recibió la alternativa el 20 de diciembre en la plaza de Puebla de Zaragoza (Puebla-Méjico), con toros de la ganadería de “San Diego de los Padres”, de manos de Nicanor Villa “Villita” y Antonio Olmedo “Valentín”, en la que está considerada como la última corrida del siglo. Estuvo muy valiente y gustó su actuación. El éxito le abrió las puertas de otras plazas de toros y toreo en todos los estados mejicanos, contabilizándosele 18 corridas de toros. Precisamente, toreando en la misma plaza en la que se doctoró, recibió una cornada en febrero de 1901. Fue al dar un cambio de rodillas. Fue enganchado por el pecho con la suerte de no recibir más que una herida en la mano derecha. De regreso a España volvió a torear novilladas, especialmente en la región catalana, destacando la que lidió en la plaza barcelonesa de Las Arenas el 16 de junio, de azul y oro, alternando con Morenito de San Bernardo y Manuel Domínguez, con
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