Sus obras más destacadas

En apenas treinta años de madurez, fue sobresaliente en materias como la teología, la política, la psicología y la filosofía, llegando a dominar más de seis lenguas. Sin embargo, si algo define la figura de Vives no es su amplitud de conocimientos, sino el hecho de ser considerado un auténtico hombre del Renacimiento, ya que reunía en su persona todas las actitudes características renacentistas: crítica de la autoridad, preocupación por el hombre, vuelta a las fuentes clásicas, atención a la observación y la experiencia, curiosidad por las novedades, culto al trabajo y al espíritu. Defendió la gramática, la poética y la retórica contra el lenguaje abstracto de los escolásticos.

El pensamiento filosófico de vives se manifiesta vitalmente, en su persona y en su reacción frente a los problemas de su tiempo. Su nacimiento en una familia de judeoconversos y los procesos inquisitoriales contra sus padres, no prueban que recibiera una educación judaizante; señalan una posterior profundización en el cristianismo. La reflexión filosófica de vives le conduce de la naturaleza, por medio de la experiencia, al descubrimiento de un orden que le dan su sentido y finalidad. La perfección consiste en que cada ser logre el fin para el que fue creado. La acción muestra la esencia de cada ser. Los seres humanos tienen una capacidad para el entendimiento de lo inmaterial y su fin está en conocer y amar a dios. El esfuerzo por superar la ignorancia debe ir parejo con el de ordenar las pasiones, por la coherencia entre verdad y virtud. La pedagogía es un instrumento para educar en la virtud.

Sus obras más destacadas Opúsculo 1519: colección de opúsculos donde encontramos la que fue su primera obra de carácter filosófico. Adversus pseudodialecticos 1520: presenta la lectura de los clásicos, como humanista que es, como medio para adquirir agilidad mental. De subvención epauperum 1525: trata del problema de la pobreza buscando soluciones en las instituciones públicas, que deben socorrer a los

verdaderos pobres y hacer trabajar a los que sólo son vagos; para ello es preciso una organización de la beneficencia. De disciplináis libri XX 1531: es una obra enciclopédica, en la que se encierra su obra pedagógica. De ánima et vita 1538: es su obra de madurez y en ella el autor desarrolla conceptos de psicología. Longeva latina exercitatio: son diálogos sobre la educación dedicados al príncipe que después sería Felipe II, y cuya intención es instruir en la lengua latina al mismo tiempo que introduce amenas cuestiones sobre moral y conducta social y evoca sus recuerdos infantiles. (López, 2010, p. 176)

Sobresaliente en sus estudios y en sus aportaciones a la pedagogía, su ideal fue el de mejorar las condiciones humanas por medio de la educación, la política y sus críticas constructivas. Sus enfoques contribuyeron a la formación de leyes más rígidas que obligarían a trabajar a muchos vagos, y que permitirían a los pobres tener una vida más digna.