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Concepción de la naturaleza y el ideal educativo
Concepción de la naturaleza y el ideal educativo Rousseau en el Emilio de la educación afirma el nuevo concepto del hombre y de la educación. Al afirmar la bondad natural del hombre, Rousseau se aparta explícitamente del dogma del pecado original, haciendo al hombre dueño de su destino. De manera semejante cuando considera que el fin de la educción es la formación del hombre para sí mismo, no sólo rompe con el concepto tradicional de educación, subordinado a la salvación y al estado que a cada uno corresponde en la sociedad, sino que también rechaza el ideal educativo de los ilustrados de carácter civil y cosmopolita. Rousseau sitúa al hombre en el primer plano del proceso educativo, tratando de eliminar los obstáculos que impiden el desarrollo de su individualidad.
Rousseau propone un modelo educativo ideal y universal, en el que deben respetarse las leyes de la naturaleza, que son las mismas que rigen el desarrollo físico e intelectual del hombre. Esto le lleva a considerar la infancia como un estadio en sí mismo, diferente del hombre adulto, con sus leyes propias, de lo que deriva la necesidad de conocer al alumno y de respetar las diferentes etapas de su desarrollo mental. El concepto de “educación progresiva” y la idea de que la pedagogía ha de basarse en la observación psicológica constituyen los puntos de partida de la moderna pedagogía científica.
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En cuanto a los métodos de enseñanza, Rousseau rechaza los libros, los programas y la enseñanza verbalista. La aplicación de los sentidos al conocimiento de las cosas es indispensable para el desarrollo intelectual, de modo que el alumno aprenda por sí mismo a través de la experiencia cotidiana. Rousseau reconcilia al hombre con la naturaleza, que ya no aparece como una fuerza antagónica de la educación sino como la mejor maestra del hombre. (p.203)
Rousseau plantea el ideal de la educación conforme a la naturaleza en el desarrollo armonioso del amor a sí mismo y del amor al prójimo; la vida en y por