
Vivir en una isla del Delta supone aprender del ritmo del agua, los modos en que el viento decide sobre el fluir caudaloso o escaso de los ríos y arroyos. Aprender de los ciclos de las estaciones, las variaciones de la luz y el color, los tiempos de crecimiento y floración. Aceptar que el barro arcilloso nos constituye, que el agua que trae el río es fuente de vida, que el fondo de nuestras casas, pantanoso y frondoso, es el filtro que limpia el agua que las ciudades y poblados van contaminando. Que cuando el agua entra a nuestros patios y lo cubre todo se produce entre agua, flora y tierra un intercambio de regeneración vital. Eso, al fin y al cabo, es un humedal.
Aprender que en esa frondosidad viven, anidan y se reproducen infinidad de aves, insectos, arácnidos, mamíferos, reptiles. Descubrirlos, escucharlos, entender sus comportamientos requiere detenernos, estar atentos y ser respetuosos. Ellos estaban aquí antes que nosotros y aprendieron a convivir con nosotros. Entender esto es descubrir que todo ese universo infinito de seres compone nuestro ecosistema vital, biológico, pero también cultural.
Amamos lo que conocemos, y si lo amamos lo protegemos. Partir de esta premisa básica como punto de partida para imaginar pequeñas acciones colectivas que nos interpelen como habitantes o visitantes de las islas. Aprender que en nuestros hábitos cotidianos no sólo se visibilizan concepciones del mundo, sino también modos de estar en y con los otros, humanos y no humanos, que lo habitamos.
Con Luciano e Ignacio López Chaves, Leonardo Cardozo Chaves y Cosntantino Barbieri (Tati para nosotros) nos propusimos investigar sobre las aves que conviven con nosotros. Las aves que, acá cerca y ahora mismo, están viviendo,
reproduciéndose y cantando en las copas de los árboles, entre el pajonal del centro de las islas, en las orillas de las zanjas y arroyos. Conocerlas para apreciarlas, quererlas para cuidarlas, que es otro modo de cuidar la isla como totalidad. Hicimos listas de las aves que conocíamos, los chicos preguntaron a sus padres y abuelos. Nos compramos una guía de aves argentinas, buscamos en internet, comparamos las fotos con lo que nosotros veíamos entre las ramas, en la orilla, en los muelles…
Fuimos armando una suerte de catálogo de las aves de la isla. Dibujamos, leímos, pintamos, miramos, escuchamos y diseñamos estas banderas para colgar en nuestros muelles para que nuestros vecinos y vecinas, también los remeros que navegan estas aguas, se detengan a mirarlas otra vez, conozcan sus nombres, los colores y las formas de este bicherío plumífero que a veces escuchamos pero no siempre miramos. Hacer visible a otros esta riqueza con el deseo de colectivizar una conciencia sensible y respetuosa hacia el medio en el que vivimos. Nuestras acciones destructivas sobre los humedales, los incendios, los desmontes, el rellenado de centros de isla, pero también la desidia con la que tantas veces arrojamos basura a nuestras aguas e islas, impactan directamente sobre las aves y en extensión sobre nosotros mismos.
Aca cerca y ahora mismo, hay un mundo infinito y diverso por conocer, querer y cuidar!
Fabiana di Luca, Luna Llena una isla taller en Arroyo Gambado, 1º sec Islas, Delta de Tigre





“Alla lejos y hace tiempo” es un libro que el naturalista Guillermo E. Hudson escribió, viviendo ya en Inglaterra, a partir de los recuerdos de su infancia en las pampas argentinas a principios del siglo XIX. A pesar de la distancia temporal y geográfica, Hudson logra reponer sus experiencias en la llanura pampeana traduciéndolas a una prosa que tensiona los límites de la narrativa poética y el registro científico naturalista. Una escritura que da cuenta de un modo de observación que lejos de expresar una distancia objetiva, con pretensiones taxonómicas cientificistas y por tanto ordenadoras, da cuenta de un estar ahí, un modo de vincularse con el mundo allí afuera, la pampa, en el que caminar, detenerse, mirar, escuchar, describir, oler, escribir no son otra cosa que distintos modos de ser parte del paisaje.
Nuestro proyecto, Aca cerca y ahora mismo, es un intento de recuperar algo de ese modo de estar y ser parte de un territorio.























OTRAS DERIVAS
en medio del proceso de realizar las estampas, también hicimos algunas versiones de estas mismas aves en otros formatos: pinturas, pines y juguetes


juguetes de madera articulados






traducir las acuarelas a plantillas gráficas para estampar las banderas las banderas son de 1,50x1,50mts en lienzo de algodón estampadas con tintas gráficas al aceite a partir de plantillas de goma eva. Los logos fueron impresos en serigrafía.

