2017 11 04 lecturas 50

Page 1

PODEMOS

Área de argumentario y discurso

REGIÓN DE MURCIA

Cuadernos de Materiales #Lecturas50

04/11/2017 Desde la convicción de que hacer política no se trata de estar completamente atados al mediático e intenso día a día de la actualidad, sino de ser capaces de enlazar los pequeños pasos en lo cotidiano con la mirada larga, creemos fundamental tener una buena selección de materiales de la enorme cantidad de páginas que se publican a diario y conservar algunos de ellos que puedan ser útiles para la formación y la pedagogía en nuestra organización. Os dejamos por ello una recopilación de artículos de los últimos días que esperemos os sean útiles.

Pág.

1.

La trama del agua y el regadío murciano María Giménez 30/10/2017 La Opinión

2

El Govern de la Generalitat en el exilio Ignacio Escolar 30/10/17 El Diario

5

3.

We the Poble Jorge Lago 31/10/2017 Ctxt

7

4.

Por qué ondea la bandera española en el Parlament Javier Franzé 01/11/2017 Público

13

5.

Puigdemont sorpassa a Maza Elisa Beni 01/11/2017 El Diario

16

2.

1


La trama del agua y el regadío murciano Artículo publicado originalmente el 30/10/2019 en La Opinión

María Giménez Diputada Regional de Podemos RM

“El PP quiere debilitar a las Comunidades de Regantes de la Región para favorecer a una empresa implicada en el 3% catalán.”

“La multinacional francesa Suez ha puesto su mirada en la gestión del agua de riego en la Cuenca del Segura. Esta noticia nos parece enormemente preocupante pues supone el avance de la privatización en la gestión del recurso más preciado que hay para los murcianos. Debemos recordar que Suez es una multinacional de origen francés que controla más de un 75% del grupo AGBAR, Aguas de Barcelona, empresa encargada de la gestión del suministro de agua urbana en gran parte de España. Según datos de AEOPAS, en Murcia, por medio de su filial Hidrogea (antes llamada Aquagest), se encarga de la gestión de más del 30% de los servicios de agua y saneamiento de los municipios de la Región, estando prácticamente todos ellos bajo control privado. La gestión privada del agua y del saneamiento en ciudades

2


#Lecturas50 4 de novimbre de 2017

LA TRAMA DEL AGUA Y EL REGADÍO MURCIANO MARÍA GIMÉNEZ

como Murcia, Cartagena y Lorca, está muy cuestionada. A la opacidad y falta de transparencia se le añade el hecho de ser el agua más cara de España, dato que, sin embargo, no se corresponde con la buena calidad en el servicio. El hecho de que se esté abriendo la puerta del regadío murciano a Suez nos hace temer lo peor. En ausencia de una política regional del agua coherente, responsable y sostenible, la situación del regadío murciano se encuentra en una situación difícil, caracterizada por la ausencia de mecanismos de planificación adecuados y escaso control de la ilegalidad. Por ello, mucho nos tememos que la privatización del agua de riego alejará a nuestra agricultura de los intereses de los agricultores responsables. El interés de la multinacional francesa en la Región no es nuevo. En connivencia con el Gobierno de Mariano Rajoy, se han dado, en varias ocasiones, pasos encaminados a privatizar la “Joya de la Corona” del agua en alta, la Mancomunidad de Canales del Taibilla. Además, este creciente intento de expansión de Suéz-Agbar sobre el regadío, viene muy bien a las grandes empresas del agrobusiness, que no están cómodas con el actual sistema de comunidades de regantes. Recordemos que las Comunidades de regantes son el actor más importante en la gestión de agua de riego, y su organización y funcionamiento no se adapta a la visión mercantil que el Grupo Agbar está promoviendo. El hecho de poner como responsable de esta gestión al Sr. Federico Ramos, que salió del Ministerio tras el caso Acuamed, tampoco tranquiliza. Además, todos lo recordamos porque ya engañó a los regantes prometiendo que todo se solucionaría a través del Memorándum del Tajo, cuya participación en su negociación y elaboración fue importante, y ya hemos visto que resultado ha tenido para Murcia. Es preocupante a su vez, que se esté pensando abrir la puerta en nuestra cuenca a una empresa relacionada con uno de los casos de corrupción sistémica más graves de nuestro país. En estos momentos la Jueza de Lara (Lugo), que instruye caso “Pokemon” por supuestas actuaciones irregulares de la empresa AQUAGEST (Hidrogea en Murcia), y no dudó en equipararla a una “asociación ilícita”. En este sentido, ya se están investigando municipios como Murcia, Cartagena, Lorca, Campello, Benidorm, Elda, etc., correspondientes a la rama levantina de la trama. Lo que está aflorando son cohechos a concejales y alcaldes en forma de viajes, regalos o pagos, por un lado, y una gestión aparentemente delictiva una vez que se hacen con el servicio, creando artificialmente sobrecostes, mediante contratación con otras empresas del mismo grupo, bien de servicios que directamente no se prestan, o que se cobran a un precio desorbitado, de modo que el recibo del agua sigue subiendo para la ciudadanía, víctima de este auténtico saqueo. La situación resulta aún más polémica, si tenemos en cuenta, que recientemente saltó a la luz la relación de Aquagest Región de Murcia con la trama del 3% de

3


#Lecturas50 4 de novimbre de 2017

LA TRAMA DEL AGUA Y EL REGADÍO MURCIANO MARÍA GIMÉNEZ

Convergencia Democrática de Cataluña (CDC), por el presunto pago de comisiones ilegales por el amaño de adjudicaciones públicas de la administración catalana. El PP extiende su afán privatizador también a la gestión del regadío, en una huida de todo lo que supongan mecanismos de control. Una vez más deja a los agricultores vendidos a sus empresas “amigas”.

4


El Govern de la Generalitat en el exilio Artículo publicado originalmente el 30/10/2017 en El Diario

Ignacio Escolar Periodista

“La huida al exilio belga del expresident Carles Puigdemont supone el reconocimiento implícito de que la República de Catalunya nunca existió”

Carles Puigdemont no está en Bruselas de visita. Es parte de una estudiada estrategia de defensa contra las querellas que el fiscal general del Estado acaba de presentar. El expresident de la Generalitat ha viajado hasta Bruselas porque sabía que esa querella llegaría este lunes, porque sabe que pronto seguirá una orden de detención, porque se ha asesorado legalmente y porque cree que esta huida a Bélgica es la mejor opción para su defensa, tanto política como legal. El expresident de la Generalitat tiene en Bélgica uno de los sistemas judiciales más garantistas de Europa. Es uno de los pocos países –con Alemania, Holanda y Reino Unido– donde una orden europea de detención y entrega puede ser recurrida en

5


#Lecturas50 4 de novimbre de 2017

EL GOVERN DE LA GENERALITAT EN EL EXILIO IGNACIO ESCOLAR

los tribunales del país entrando en el fondo del asunto: en los delitos de los que se le acusa. Así, sus abogados podrán argumentar que no hay un delito de rebelión ni de sedición, y será un juez belga quien tenga que decidir si es así. Puigdemont, con bastante razón, cree que tiene más opciones de librarse de la cárcel si pleitea desde allí. Para su defensa política, Bélgica también es la mejor opción. El país está gobernado por una coalición en la que participa un partido nacionalista flamenco que pide la independencia de Flandes y simpatiza con el independentismo catalán. Uno de los viceministros belga de este partido, Theo Francken, fue quien ayer planteó que habría que dar asilo político a Carles Puigdemont. No está claro que el expresident de Generalitat vaya a conseguir esta protección –el primer ministro belga después corrigió a su viceministro–. Pero sí parece probale que Puigdemont la vaya a pedir. La huida al exilio belga de Puigdemont, al que acompañan varios de sus consellers, confirma varias cosas. Es una aceptación implícita del 155, de la disolución del Govern y el Parlament. También el reconocimiento, por mucho que se declarara la independencia, de que la República de Catalunya nunca existió. Una vez que se active el 155 CE de verdad, no habrá marcha atrás.

6


CTXT

We the Poble Artículo publicado originalmente el 31/10/2017 en Ctxt

“Igual sigue habiendo mimbres para un sujeto político, para un nosotros con capacidad de nombrarse y alumbrar lo que viene, pero no creo que admita ya más soluciones en falso, y la catalana no ha sido, desde luego, la única”

Jorge Lago Sociólogo

No hay independencia sin la construcción de un sujeto político. Y toda construcción de un sujeto necesita de un nosotros. Ese nosotros nunca está dado, no es el resultado de algo que ya está ahí, sino de una construcción o, si se prefiere, de una articulación. Articulación de demandas, sentimientos, necesidades, creencias, aspiraciones y, también y no menos importante, de enemigos comunes. Lo que nos une y lo que impide realizar eso que nos une. Eso, me temo, es un pueblo. Y eso ha faltado. Ese pueblo, ese nosotros, nunca es total, siempre deja fuera de sí una parte. Pero no es lo mismo, y esta es la cosa, dejar fuera a una minoría -o a un sector amplio pero desarticulado-, que a casi la mitad de la población. Escuchaba a Soledad Gallego esta mañana en La Ser decir que esto de un solo pueblo es el principio de todos

7


#Lecturas50 4 de novimbre de 2017

WE THE POBLE JORGE LAGO

los males, que menos mal que hay muchos o diversos pueblos. Bueno, no necesariamente -con permiso de Soledad-. Sin ese nosotros que funda un pueblo, que se acaba convirtiendo en un todos nosotros, no hay Revolución Francesa, ni independencia estadounidense. Por no haber, no hay ni siquiera Constitución del 78. La cuestión no es, pues, la apelación al pueblo. Porque sin éste no hay sujeto soberano y, sin él, el cuerpo político existe porque es nombrado por un otro externo (un soberano sin sujeto popular, un rey, un estado sin sociedad civil, unas élites o una oligarquía, y suma y sigue). La cosa, creo, estriba en la capacidad que tengas de que al decir “nosotros, el pueblo” no generes una división en la sociedad que deje de tu lado de la frontera a una escasa mitad de la población, o menos. No es, claro, una parte numérica sino simbólica lo que se busca nombrar, es decir, una parte que marca el rumbo, que se dota de razones --las tenga todas o no--. Esa parte que se hace todo. Pero si es una parte que une a la contraria y la define frente a ti con fuerza… no, no has logrado un sujeto político capaz de transformar una situación dada. Y eso es, quizá, lo que se ha hecho desde el bloque independentista: nombrar un nosotros con más fuerza para articular al otro (a esos que se sienten ellos) que para definirse o nombrarse a sí mismo de forma suficiente. También es necesario valorar la articulación de ese nosotros desde dos o tres variables más: de entrada, es necesario preguntarse cuánto de negativo y cuánto de positivo tiene esa articulación. Y me explico: ¿prima el elemento de rechazo, de antagonismo o conflicto con el ellos para definir al nosotros, o pesa más el elemento positivo, lo que ese nosotros quiere ser y será si triunfa? Dicho de forma aún más clara: ¿somos porque no nos dejan ser, o somos porque queremos ser otra cosa, esa otra cosa que ya representamos? Para que la definición del nosotros tenga vocación mayoritaria, el elemento negativo (somos en la medida en que nos oponemos a ellos) debe dar paso a un elemento o momento positivo (somos para ser… una democracia más avanzada, igualitaria, inclusiva, moderna…. toda vez que incompatible con y desde ellos.). Me temo que no es difícil intuir qué tipo de apelación al nosotros ha primado en el procés. Y por qué le ha costado ir más allá de su base electoral. Así que no, la cuestión no es la de decidir entre el nacionalismo y alguna otra forma de construcción del sujeto político o del nosotros (¿qué sería lo contrario del nacionalismo?), sino la de atender a la capacidad de construir --o no-- un sujeto político nacional (y si no lo construyes tú, te lo construyen). Y es que tenemos que cuidarnos de asumir o tomar por evidente una creencia asentada en la izquierda: la de que todo nacionalismo es un relato inventado, una narrativa mítica, una fantasía opuesta, por tanto, a una (la) verdad (material) de las cosas. Y de que, por tanto, el pueblo no se construye o articula, sino que se manipula o se representa. Es decir, que el pueblo, el nosotros, el sujeto político es algo que está ya ahí, con intereses y demandas objetivas (que derivarían de realidades económicas, políticas o históricas identificables desde la sola razón), y que podrían ser ocultadas, manipuladas o deformadas por

8


#Lecturas50 4 de novimbre de 2017 relatos falaces. Esta idea oculta siempre una (falsa e inconsistente) soberbia, que se despliega en dos tiempos: primero se expresa en esa idea por la que el otro manipula mientras tú haces política (una cierta superioridad moral, vamos). Para, después, considerar que el otro construye falsos relatos sobre el nosotros mientras tú los fundas en la verdad o la objetividad (superioridad intelectual, digamos). Y para terminar, esta doble soberbia oculta, como toda soberbia, una falta, una ausencia, una carencia: la de la incapacidad de la izquierda para nombrar un nosotros, o de hacerlo con más potencia o capacidad de movilización y de arraigo que sus oponentes políticos. Una ausencia, en definitiva, que se traduce en una derrota por incomparecencia. ¿Cómo que la izquierda tiene necesariamente que oponerse a todo nacionalismo?¿No hemos aprendido del S.XX? ¿De la imposible --y trágica-- apelación a la clase para fundar un país? ¿O del siempre insuficiente recurso legal-contractual para constituirse como sujeto soberano? ¿Tampoco hemos aprendido nada de la derrota histórica de un internacionalismo que se olvida siempre de que sin nación no hay nada que inter-relacionar? ¿De que si no construyes tú el nombre y el sentido del proyecto común de una sociedad --que hoy por hoy es estatal por mucho que te esfuerces en desear lo contrario--, te lo construyen siempre otros? ¿De que no hay vida en común que no pase por la apelación a un nosotros, y que más te vale ganar el relato, al menos ser parte sustantiva de su enunciación, porque de lo contrario vas a estar eternamente pidiendo perdón por hacer política (por usar la bandera, por cantar el himno, por no saber qué política internacional defender, por que te duela la emigración de tus hijos y de todos los amigos de tus hijos, por que sientas no pertenecer a un lugar porque otros se apropian de su relato? Y aquí es donde entra en escena el juego de espejos nacionalista a ambos lados del Ebro: quizá el problema no es, como mucha izquierda sugiere, el de un simple enfrentamiento entre nacionalismos. Sino el de uno entre nacionalismos sin proyecto de país más allá de su negación recíproca. ¿Qué idea de España hay detrás de las apelaciones a la unidad? Ninguna o, por ser generoso, una idea escasa, exigua. Se trata de una unidad fundamentalmente negativa: soy en la medida en que no te vas. Si se tratara de un argumento para mantener a tu pareja, sería no solo escaso, sino patético por inútil y vacío: solo somos en la medida en que no te vas. Unidad sagrada pero vacía. Ese es el contenido de la unidad que propone, exige y ejecuta el Gobierno español: Unidad Negativa Española, sin contenido propositivo alguno (salvo que esconder la corrupción, los recortes y la desafección política cuenten como contenido positivo). Apelar una y otra vez a que el Régimen del 78 ha permitido las cuatro décadas de mayor democracia y mejores derechos sociales de la historia de este país, además de tautológico (no hay otras cuatro décadas presentes con qué comparar), es un estéril ejercicio de viaje en el tiempo, a ese tiempo en que la crisis, la corrupción y la desafección política no habían roto los acuerdos que lo hicieron posible: me retrotraigo a ese momento en el que los consensos operaban para clamar… ¡que vuelvan los consensos victoriosos!

9


#Lecturas50 4 de novimbre de 2017

WE THE POBLE JORGE LAGO

No tengo problema en confesar que me ha interesado mucho más el nacionalismo catalán que el español. No por esos prejuicios izquierdistas que descalifican el nacionalismo propio pero simpatizan con el ajeno, sino por una cuestión elemental: en su construcción discursiva hay elementos no meramente negativos (no soy tú y eso me define), sino también positivos (democracia, republicanismo, modernización institucional…). No oculto tampoco que en una confrontación entre pura negatividad (no te vas porque si no no soy) y negatividad especular (me voy para ser lo que tú no te permites ser), simpatizo con los segundos. Pero también me cuesta poco confesar que esa simpatía con el nacionalismo catalán se transforma en relativa indignación al constatar que la premisa de la necesidad de la independencia se sostiene en la hipótesis de una España irreformable. Es decir, en una lectura selectiva de la crisis del R78 por la que la sempiterna negación Estatal/Gubernamental de las demandas de autonomía y soberanía catalanas (expresadas primero en la reforma del Estatut y después en el deseo mayoritario de un referéndum) hace sombra, hasta ignorar, los procesos de cambio político (todo lo bloqueados que se quiera) iniciados en el 15M. Lectura de la crisis del R78 que corre el riesgo de volverse puramente performativa (esto es, que acabe generando su propia confirmación): un cierre regresivo del bloque constitucional… ¡que legitima su involución democrática precisamente por la existencia del otro que se va! Y no, no puedo hacer responsables a los independentistas catalanes de ignorar lo que pase a este lado del Ebro, ni por los efectos que han tenido o pueden con mucha probabilidad tener en España las decisiones que han tomado desde el procés. Pero sí puedo, e igual debo, señalar el panorama reaccionario que nos regalan, en España y Cataluña… ¡a cambio de nada! Y es que igual no había una mayoría social catalana para un proceso independentista de este calado. Igual lo que había era un espacio político y social para una mayoría soberanista: ese cerca del 80% de la población catalana a favor del derecho a decidir, esa tradición soberanista e independentista que podía articularse, o aglutinarse, desde el “un sol poble” del movimiento obrero catalán que se construyó con el Psuc (que la clase no haga al pueblo no significa que el pueblo se haga sin una dimensión de clase) hasta el más refinado independentismo de los jóvenes ultra formados a la Graupera, pasando por el republicanismo y federalismo transversales de sectores no desdeñables del PSC y los Comunes, sin olvidar a una sociedad civil con enorme capacidad de generar institucionalidad (ANC, Òmnium), por ser en exceso sintético. Un soberanismo con mimbres discursivos, sentimentales y políticos más que suficientes para una ruptura con esa Unidad Negativa llamada España. Esa mayoría social que se acabó mostrando mayoritaria el 1 de octubre, sí, pero como reacción soberana ante la respuesta represiva y delirante de la Unidad Negativa. Pensar que esa unidad es lo suficientemente estúpida como para repetir esa tragedia, ya en

10


#Lecturas50 4 de novimbre de 2017

WE THE POBLE JORGE LAGO

forma de farsa, y legitimar mediante la represión un proceso de independencia es, me temo, un gran error político del procés. Enfrente tenían un proyecto político con escaso relato y una apelación vacía a la Unidad Negativa de España, sí, pero también se trataba de un estado moderno que hubiese necesitado de mucho más para hacer efectiva la ruptura imaginada. Termino con un gráfico. Mírenlo porque explica algunas cosas fundamentales:

Fuente: electomania.es Explica, de entrada, una profunda desafección generacional tan importante o más que la crisis de identidad nacional y su traducción política en forma de proceso de independencia. Un 56,4% de menores de 40 años llega a empujar al independentismo más lejos que nunca en 2013, durante los efectos más duros de la crisis económica y social, durante lo peor de los recortes (¡en Cataluña de forma notable!) y a poco menos de año y medio del 15M… para acabar siendo la cohorte de edad que menos apoya, hoy y según este estudio electoral, la independencia de Cataluña. No tengo espacio en este texto para un análisis más detallado de lo que esta desafección generacional, social y política ha supuesto en la historia reciente de España. De los espacios de cambio y transformación democrática que ha permitido, pero también de la orfandad política en la que puede acabar arrojada, y de la responsabilidad histórica que tenemos para evitarlo. Valga ahora una reflexión mínima en forma de eslogan: igual esto iba más de crisis generacional y de régimen (del 78, sí) que de crisis territorial (o, por decirlo con algo más de precisión, de una crisis generacional y de régimen, la que expresó el 15M, que una vez puso en crisis el bipartidismo, desplazó sus efectos --y algo dije sobre esto aquí-- a una crisis territorial y nacional que no ha conseguido articular ese descontento y esa aspiración a un cambio político sustantivo). Igual sigue habiendo mimbres para un sujeto político, para un nosotros con ca-

11


#Lecturas50 4 de novimbre de 2017

WE THE POBLE JORGE LAGO

pacidad de nombrarse y alumbrar lo que viene, pero no creo que admita ya más soluciones en falso, y la catalana no ha sido, desde luego, la única. Tras el aparente fracaso del procés, todo indica que vamos hacia una nueva huída hacia atrás de la Unidad Negativa Española y de su juego de espejos (DUI más breve que un suspiro, 155 hasta nuevo aviso, judicialización de la política y cierre aparente, en nombre de una estabilidad y unidad asfixiantes, de toda posibilidad de cambio político). Queda por saber si es posible todavía una construcción positiva de ese nosotros. Si cabe un proyecto de país que permita una democratización del Estado, del modelo productivo, de lo público y lo común --también de la soberanía compartida o plurinacionalidad-- a la altura de las aspiraciones que se despertaron de forma meridiana a partir de 2011… y cuyos efectos políticos han generado estos lodos de hoy.

12


Por qué ondea la bandera española en el Parlament Artículo publicado originalmente el 01/11/2012 en Público

Javier Franzé Profesor de Teoría Política UCM

“Quizá va siendo hora de dejar de esperar la excepción, la crisis orgánica, el quiebre del “Régimen del ‘78”. Godots que nos quitan la vista de la gris política cotidiana, del momento frugal, del grano de arena.”

Y la victoria fue la derrota. Cuando el viernes 27 a las 15.27 el Parlament ¿declaró la independencia de Cataluña? las fuerzas independentistas catalanas hicieron lo que nunca hay que hacer en política: obligarse a un esfuerzo para el que no se tiene la fuerza suficiente. En ese instante, el independentismo se creyó el relato de los sedicentes “constitucionalistas”, que asimila catalanismo a independentismo. Esa equiparación

13


POR QUÉ ONDEA LA BANDERA ESPAÑOLA EN EL PARLAMENT

JAVIER FRANZÉ

#Lecturas50 4 de novimbre de 2017

conviene al “constitucionalismo” porque minimiza la vía de agua abierta en su embarcación; más precisamente, del 70/80% de catalanes que quiere votar en referéndum su relación con España, al 40/48% independentista que desea crear un Estado propio. Un 40/48% no constituye un demos nuevo. Cuantitativamente, por razones obvias. Pero tampoco cualitativamente por falta de diversidad. Salvo que se piense que en democracia pueden existir comunidades políticas homogéneas. Ese viernes el independentismo segó su propia base de poder, la que pacientemente había construido durante años, y cuya fortaleza consistía precisamente en ir más allá de su propia identidad independentista. Si las fuerzas independentistas se fortalecieron desde 2010 fue porque no se encerraron en la demanda de independencia, que los confinaba a un 10% de apoyo, y fueron al encuentro de la de democracia a través de la petición de referéndum. Es más, su éxito narrativo consistió en subordinar la demanda independencia a la de democracia/referéndum, que les permitió vincularse al 70/80% de los catalanes. La articulación independencia-referéndum-democracia situó al llamado “constitucionalismo” en un sitio incómodo, defensivo, que lo obligaba a mover la Constitución del ’78 del lugar de consenso-democracia en el que la posicionó desde sus inicios el discurso de la Transición, al de escudo del españolismo y del centralismo neofranquista. El discurso del rey fue quizá el coronamiento —nunca mejor dicho— del mapa de la guerra de posiciones trazado por la ofensiva independentista. Esa noche el monarca tuvo que abandonar su posición de árbitro y “factor de unión” —entre las diversas identidades nacionales, no nos engañemos— para bajar al barro partisano, desvistiendo a la Constitución de sus ropas generalistas. Justo la Corona, la primera que había entendido el sacudón del 15M y de Podemos. La bandera española ondea en la Generalitat republicana. Los partidos independentistas, que dicen desconocer la autoridad del Estado español, corren presurosos a las elecciones autonómicas que éste convoca. Nadie resiste, ni en la calle ni en los despachos, la destitución del Govern. El president, de la esperada barricada a un real despacho de abogados ginebrino. Todo ello, secuela de una independencia proclamada con la boca pequeña y tibiamente aplaudida, sin ¡bravos! ni lágrimas, como las obras de teatro interesantes. Quizá ese clima funerario que envolvía al Parlament el viernes 27 fue el único y tardío gesto de lucidez política del independentismo. ¿Traición? ¿Dirigencias entregadas al enemigo? ¿Conspiración? No. Algo mucho más denso y vidrioso: legitimidad. Ése fue el trofeo que el independentismo entregó al constitucionalismo. Rajoy lo divisó rápido: había que apropiarse del significante democracia. Lo hizo a través de un único gesto: la convocatoria a elecciones au-to-

14


POR QUÉ ONDEA LA BANDERA ESPAÑOLA EN EL PARLAMENT

JAVIER FRANZÉ

#Lecturas50 4 de novimbre de 2017

nó-mi-cas, que además traían la promesa de acortar la intervención. “Ahora somos nosotros los que gritaremos votarem!”, empujó a la red Rivera el centro de Rajoy. Ni traición, ni habilidad cirujana de Rajoy. Política. Lo que muestra esta secuencia, que cambió radicalmente el clima político del país en menos de veinticuatro horas, es quizá que la política es creencia, movilización de la voluntad, lucha por los imaginarios, construcción de instantes. La fuerza desnuda es tan inane como las victorias formales. Hay 155 porque tiene apoyo popular, el mismo que muy probablemente no alcanza para una intervención prolongada en Cataluña. La independencia fue una victoria pírrica precisamente porque se apartó del otro 40% de catalanes que querían referéndum. El independentismo pereció justo cuando confió en sus propias fuerzas para chocar contra la muralla. No deja de ser también una lección para las fuerzas transformadoras españolas. Quizá va siendo hora de dejar de esperar la excepción, la crisis orgánica, el quiebre del “Régimen del ‘78”. Godots que nos quitan la vista de la gris política cotidiana, del momento frugal, del grano de arena. De la guerra de posiciones: Europa no es lo que a menudo se piensa que es América Latina.

15


EL DIARIO

Puigdemont sorpassa a Maza Artículo publicado originalmente en el 01/11/2017 en El Diario

“No hacía ninguna maldita falta forzar el sistema. Ninguna. No obstante la Fiscalía, con obvias instrucciones del Gobierno, lo ha hecho y parece que hay jueces dispuestos a seguirles el juego”

Elisa Beni Periodista

Un día antes de que el fiscal Maza presentara su querella anunciada, Puigdemont y sus consejeros ya tenían un diagnóstico claro de lo que iba a suceder. Es lo que tiene ir pregonando y amenazando con querellas desde días antes de que se cometan los presuntos hechos delictivos, que las cabezas legales comienzan a pensar.

Es posible, según mis fuentes, que antes de que el Real Madrid y el Girona se midiesen, los ex miembros del Govern ya estuvieran valorando las posibilidades que se abrían ante ellos. La querella se presentará y habrá una llamada inmediata a declarar y una petición de cautelares de prisión que será decretada les debieron explicar. A la vez se les plantearon otros escenarios. Uno de ellos era, claramente, explicarles que si no comparecían sólo se les buscaría mediante Interpol si se hallaban fuera del territorio

16


#Lecturas50 4 de novimbre de 2017

PUIGDEMONT SORPASSA A MAZA ELISA BENI

Schengen. De permanecer en Europa, la Audiencia Nacional se vería obligada a dictar una Orden Europea de Detención y Entrega (OEDE) un mecanismo entre judicaturas creado para agilizar los trámites entre las justicias europeas. Los expertos en estos procedimientos internacionales, que no son muchos, saben bien que existe una lista de delitos en los que la entrega es prácticamente inmediata pues se han estudiado con anterioridad la reciprocidad e igualdad de los mismos en las distintas legislaciones. Pero héteme aquí que los delitos de los que la Fiscalía acusa a Puigdemont y compañía NO se encuentran en dicha lista de exención de la comprobación de la doble incriminación. Ya ven, me veo de nuevo guiándoles por los vericuetos jurídico procesales. No se encuentra ninguno de ellos, ni siquiera la malversación como apuntan algunos, puesto que el único delito que podría equipararse en el listado es el de corrupción, pero sucede que existe una directiva marco europea que deja muy clarito qué es corrupción y qué no y sucede que la malversación no lo es. Ya les he dicho muchas veces que el Derecho no es un terreno que admita metáforas, símiles y comparaciones como si fuera un relato creativo, aunque muchos parezcan creer que sí. Así las cosas, a Puigdemont le tuvieron que explicar ese domingo que, una vez fuera de esa lista de inmediatez, los diferentes países ofrecen distintas soluciones procesales y que Bélgica, Holanda y Reino Unido eran las mejores opciones para conseguir que hubiera un proceso pleno de análisis sobre la cuestión antes de proceder a la entrega. Obvio era que los dos primeros eran más fáciles de alcanzar, incluso en coche. Además podían funcionar otros criterios como los equipos legales especializados existentes en cada uno de ellos o el propio gusto personal por residir una temporada en un lugar u otro. No se lo pensaron mucho. Tomada la decisión los mencionados salieron en coche de España. Iban hacia Bélgica vía Marsella, como especificó Puigdemont, “a buscar garantías”. No iban, como muchos medios han traducido, a pedir garantías de nada a la Justicia o al Gobierno español sino a asegurarse de que esas garantías existían al forzar que un juez belga tenga que estudiar el fondo del asunto y analizar las pruebas de la existencia del delito, los indicios y los grados de participación, etcétera. El ex Govern y sus letrados debieron pensar que es más difícil que un juez belga atienda a relatos creativos y forzados y también que si la decisión belga es de no entrega, y difiere en sus conclusiones de la de la Justicia española, se abrirían otros escenarios jurídicos que ya explicaré llegado el caso. Desde mi punto de vista, tal golpe de efecto procesal no había sido previsto bajo ningún concepto por la Fiscalía General del Estado. No les estoy hablando desde un punto de vista de análisis político sino jurídico, aunque no cabe duda que el procedimiento que les acabo de relatar también apuntala el relato independentista sobre la internacionalización del conflicto.

17


#Lecturas50 4 de novimbre de 2017

PUIGDEMONT SORPASSA A MAZA ELISA BENI

Así las cosas sucederá que Puigdemont no estará en la Audiencia Nacional en respuesta a la citación de la juez Lamela que se verá obligada a dictar la citada OEDE. En ese mismo momento, creo poder avanzar que Puigdemont y los ex consellers dejarán claro con sus hechos que no pretenden sustraerse a la Justicia sino que tienen dudas sobre la española en particular. En Bélgica prima también la excepcionalidad de la prisión preventiva es decir, que la Fiscalía belga estaría obligada a acreditar que hay alguna intención de huida para que se pudieran tomar medidas allí contra ellos pero, ya digo, eso no va a suceder. Así las cosas, se iniciaría un proceso en Bélgica, muy similar al de extradición, en el que podrían alegarse todas las cuestiones de fondo que son discutibles en la actuación presurosa de la Justicia Española. En este momento algunos esperarán que yo ponga el grito en el cielo por las dudas que se expresan sobre la actuación judicial española. Yo, que tanto les hablo de mi firme afección al Estado de Derecho. Pues bien, como ya explicaba la pasada semana, podría hacerlo si no fuera porque tengo claro que en esta cuestión se están forzando los límites del Derecho Penal de una forma clara. Tenemos un tipo delictivo claramente forzado por parte de la Fiscalía, como es la rebelión, en un relato de querella que jurídicamente es muy discutible. Tanto que el propio Tribunal Supremo en su auto de admisión ya les ha bajado un tanto los humos hablando de que quizá es más bien una conspiración para la rebelión lo que hay que investigar. Bajando el pistón claramente. No es ese el caso de la juez Lamela que ha metido la sexta y se ha remangado para dar cumplida satisfacción a todas las propuestas de la Fiscalía por muy discutibles jurídicamente que sean. Así ha aceptado ser ella la que asuma la querella porque los hechos del viernes negro, que no se produjeron estando ella de guardia, “se encuadran dentro de todo el proceso secesionista”. Sin despeinarse. Por esa misma lógica todos los atentados de ETA se inscribían dentro del mismo proceso criminal de busca de la independencia de Euskadi, pero no los acumuló el mismo juez. Con la misma soltura, la juez de instrucción se declara competente para el delito de rebelión. Dice que conoce el auto de sus superiores jurisdiccionales de 2008 en el que todo el Pleno de la Sala de lo Penal, apoyado por el fiscal, manifestó en un auto firme (34/2008 de 2 de diciembre) que “ el delito de rebelión NUNCA ha sido competencia de esta Audiencia Nacional”. Lo conoce pero se lo pasa por el forro porque asume una nueva doctrina de la Fiscalía y les enmienda la plana. Ella. A casi veinte magistrados de la sala. En definitiva, que la juez Lamela ha decidido que la Audiencia Nacional sí es competente y que además es ella la que debe llevar el tema. Todo muy conveniente para los intereses de la Fiscalía. Si no conociera ese órgano judicial podría pensar que nunca se ha forzado que un instructor u otro

18


#Lecturas50 4 de novimbre de 2017

PUIGDEMONT SORPASSA A MAZA ELISA BENI

llevara o no un caso por pensar que sería más proclive a las tesis del Gobierno. Otro día les refresco la casuística. El caso es que, mientras se discuten o no estos extremos, creo que los juristas que le pusieron sobre la mesa a Puigdemont que todo eso iba a ser analizado con ellos instalados en Soto del Real no erraron ni un milímetro en su análisis. Es duro decirlo pero existe un claro empeño por parte de la Fiscalía de sacar este asunto del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya y traerlo a Madrid. De hecho, piden también a Lamela que exija los procedimientos que allí, tan lentamente para algunos, se instruyen. No hacía ninguna maldita falta forzar el sistema. Ninguna. No obstante la Fiscalía, con obvias instrucciones del Gobierno, lo ha hecho y parece que hay jueces dispuestos a seguirles el juego. Les han dado así un relato que no tenían, puesto que muchos de los que defendemos el imperio de la ley y el Estado de Derecho no podemos comulgar con su forzamiento y utilización interesada. Maza va ahora varios pasos por detrás.

19


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.