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"Cristo es el lugar de encuentro con Dios"

La mañana del sábado 26 de noviembre comenzó con el “Encuentro con Dios”. La celebración de la Eucaristía, presidida por Monseñor José María Gil Tamayo, arzobispo coadjutor de Granada, y animada por las voces del coro del Santuario de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro de Granada, sirvió para dar gracias y buscar el encuentro con Jesús.

El Arzobispo coadjutor de Granada comenzó su homilía celebrando este “encuentro” de la escuela católica y ofreciendo un mensaje de gratitud y ánimo. “Gratitud”, hacia los educadores, por su trabajo, por estar ahí en tiempos que, “no siendo apocalípticos”, están llenos de dificultades y contrariedades. “Gracias por estar ahí, porque realizáis vuestra vocación de servicio humano y eclesial”, al evangelizar con vuestro trabajo y al hacer realidad el derecho fundamental de los padres de educar a sus hijos conforme a sus convicciones.

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Y les “animó”, ante las dificultades y contrariedades, sabiendo que el mal “no tiene la última palabra”, y que los que perseveran en Cristo triunfarán, porque el encuentro con Dios nos exige descalzarnos, despojarnos, vernos cara a cara con el Señor.

En palabras de Monseñor Gil Tamayo una escuela católica tiene que ayudar a ir a lo esencial, a estar con Dios. “Dios -dijo- no puede ser un sin papeles, o algo ocasional, solo que esté para momentos cumbres, Dios tiene que estar transversalmente, tiene que estar presente en todo”.

En línea con la invitación del papa Francisco en Evangelii Gaudium a “ser evangelizadores con espíritu”, Gil Tamayo invitó a los educadores a evangelizar desde su trabajo, a buscar el encuentro con los demás y a encontrarse con Jesús, a acudir a Él, a conocerlo más y mejor, en definitiva, a poner a Cristo en el centro, porque “Cristo es el lugar del encuentro con Dios”.

“Haced y trabajad por construir hombres y mujeres nuevos, por darles en este mundo nuestro razones por las que vivir, no solo capacitarlos para la consecución de medios de vida”, sino también para encontrarse con Cristo que es camino, verdad y vida, dijo.

Finalizó con una reflexión para los educadores sobre la necesidad de que todos “tiremos del carro” en la misma dirección, con un profundo sentido eclesial, viviendo y participando de la comunión. “Sois comunidad educativa, pero también comunidad cristiana”, concluyó.