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#Inauguración

«No debemos escatimar esfuerzos para ser buenos maestros»

El XVI Congreso de Escuelas Católicas, un encuentro muy esperado que fue presentado por la periodista Mª Ángeles Fernández y que acogió durante tres días a cerca de 2.000 educadores en el Palacio de Congresos de Granada, fue inaugurado por la presidenta del Consejo Escolar del Estado, Encarna Cuenca.

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A lo largo de su intervención la Presidenta del Consejo Escolar del Estado destacó la importancia que tiene el encuentro en la educación, porque facilita la escucha, permite conocer qué piensan los alumnos y lograr lo mejor de cada uno de ellos, y a los docentes les alentó a ser buenos maestros: “no debemos escatimar esfuerzos para ser buenos maestros”, dijo.

Encarna Cuenca, presidenta del Consejo Escolar del Estado

También habló del Consejo Escolar del Estado como el lugar de encuentro de la educación donde se congregan las distintas opiniones que se convierten en modelos de inspiración para otros. Un lugar, donde, insistió, se da mucha importancia a la opinión del alumnado. Así lo demostró al hablar sobre el acto conmemorativo del Día Internacional del Estudiantado, celebrado días antes en el Paraninfo de la Universidad Complutense de Madrid, en el que los estudiantes, tal como explicó, elaboraron un decálogo a través del que se comprometían, entre otras cuestiones, a implicarse en la vida de su centro; colaborar con toda la comunidad educativa; o crear espacios de trabajo.

El acto de inauguración comenzó con el discurso de bienvenida de Pedro Huerta, secretario general de Escuelas Católicas, quien tras saludar a los congresistas, representantes de instituciones educativas nacionales e internacionales, y los patrocinadores que hicieron posible la celebración de este Congreso (Banco Santander, McYadra, SM, Edelvives, Edebé y Serunión), explicó por qué se decidió dedicar esta cita al encuentro a través de unas bellas palabras que te ofrecemos en esta misma sección.

Miguel Canino, presidente de Escuelas Católicas Andalucía, agradeció a todos los congresistas su asistencia al evento celebrado en “esta tierra caracterizada por su capacidad de acogida y de encuentro a lo largo de la historia, llena de encanto, embrujo e inspiración”, y les invitó a “abrir los ojos del corazón para vivir un Congreso, un encuentro lleno de inspiración”.

También participó en el acto inaugural la subdirectora general de Cooperación Territorial e Innovación Educativa del Ministerio de Educación, Mª Purificación Llaquet, en representación del Secretario de Estado de Educación. Durante su discurso recordó que la inspiración, la innovación y la creatividad son elementos imprescindibles para que la educación pueda afrontar los cambios, y aseguró que la innovación y la tecnología, a pesar de sus riesgos, ofrecen ventajas, pues abren vías de interconexión entre centros, facilitan el conocimiento de saberes, e impulsan la creatividad del alumnado.

Homenaje a José Mª Alvira

José Mª Alvira, secretario general de EC de 2012 a 2020

Durante la inauguración se vivió también un momento muy especial cuando se rindió homenaje a José Mª Alvira, religioso marianista y secretario general de Escuelas Católicas de 2012 a 2020, a quien debido a la pandemia no se le pudo realizar en su momento la despedida que merecía.

Un vídeo de reconocimiento a su trayectoria durante esos ocho años y unas cariñosas palabras de la presidenta de Escuelas Católicas, Ana María Sánchez, sirvieron para reconocer su trabajo en defensa de la libertad de enseñanza y de la escuela católica, y para poner en valor su generosidad, entrega, coherencia, constancia y fe. “José Mª Alvira ha dedicado toda una vida a la educación, es un hombre que ha cultivado el encuentro, que nos ha ayudado con su capacidad de diálogo”, aseguró la Presidenta de EC.

José Mª Alvira, afirmó que Escuelas Católicas aporta algo muy positivo al entramado asociativo, siendo fiel a sus principios, pero abierta a otras realidades y organizaciones, y recordó el enriquecimiento que supuso para la institución el contacto con gobiernos nacionales y autonómicos, con organizaciones, patronales, entidades, medios de comunicación, Iglesia, personalidades… “Esas relaciones nos enriquecen, y nos gustaría seguir siendo desde Escuelas Católicas inspiradores de encuentros”, dijo.

Además, rememoró con gratitud el trabajo con las sedes autonómicas, y la labor en la sede nacional, y cómo hace 10 años dijo “sí” a la propuesta de la institución, porque sabía que contaba con un “equipo formidable” que le ofreció tranquilidad y al que ha estado muy agradecido.

Tras sus palabras, la Presidenta de Escuelas Católicas, entregó a José Mª Alvira una placa conmemorativa en recuerdo de su labor en la institución.

Tiempo para el flamenco

La música de Gaudea no fue la única que se escuchó en el acto de inauguración. Tres bailarines de Paco Gramaje Studio abrieron el Congreso bailando flamenco frente a un colorido video mapping proyectado en la pantalla del escenario. Un guiño al baile y a la música flamenca con el que también se puso fin a la primera jornada del Congreso.

LOS EDUCADORES, INSPIRADORES DE ENCUENTROS

(Discurso de Pedro Huerta, secretario general de EC)

Finalmente, nos encontramos.

Las posibilidades de encuentro se han reducido en los dos últimos años al espacio virtual y a momentos puntuales. Este mismo Congreso ha tenido que adaptarse y retrasar un año su celebración, obligados a cambiar algunos espacios tradicionales para el encuentro y el compartir, como las comidas: condicionados por la desconfianza ante los espacios que se nos ofrecían, la incertidumbre de la situación (debíamos tomar la decisión con un año y medio de antelación), pero teniendo siempre como principio la voluntad y el deseo de cuidarnos. Estoy convencido de que no será un impedimento para que indaguemos otros modos de encontrarnos y reconocernos.

Dedicar un Congreso de la escuela de ideario católico al encuentro es apostar por uno de los elementos esenciales de la misión educativa. La escuela es un lugar privilegiado para inspirar encuentros y nosotros, los educadores, estamos llamados a ser, en nuestra hermosa labor, inspiradores de encuentros. Fuera de la familia, donde predominan las relaciones afectivas, es en la educación donde las palabras adquieren una nueva resonancia. Lo hacemos posible a través de la enseñanza de determinadas materias, en la búsqueda de interpretaciones, de realidades, valores y comportamientos. Es en la escuela donde dan comienzo los primeros contactos sociales, en el grupo de nuestros semejantes que, sin un vínculo familiar, se convierten en nuestros conocidos, en nuestros amigos.

Inspirar encuentros no es una tarea menor, por eso mismo requiere de todos los que formamos parte de la aldea de la educación. A lo largo del Congreso contaremos con un buen número de inspiradores, ellas y ellos compartirán con nosotros una invitación al reconocimiento, harán fuerte la memoria para una mística del encuentro, nos señalarán la necesidad de caminos sinodales y para la equidad, alimentarán nuestro deseo de compromiso, de cuidado y de Evangelio. Nos inspira el papa Francisco, que nos invita a crecer en la cultura del encuentro, a salir de nuestros invernaderos para descubrir que la identidad no se cultiva en la autorreferencialidad, sino en el encuentro con el entorno y con los otros, en diálogo con aquellos junto a quienes debemos caminar como amigos en la busca de un bien común, en un pacto que mejore las relaciones. El diálogo no necesita de pregoneros y juglares que lo canten como emblema, por eso seguimos reclamando que el diálogo sea real y constructivo, que nos implique a todos en la escucha mutua y en la participación para la mejora de nuestro sistema educativo.

La historia está llena de encuentros inspiradores, también el Evangelio. Uno de los más bellos lo cuenta Homero en la Odisea. Cuando Odiseo, Ulises, regresa a Ítaca, tras veinte años de encuentros y desencuentros por el Mediterráneo, obtuvo la ayuda de Euriclea, la nodriza de Telémaco. Ella ejerció de inspiradora del reencuentro entre Ulises y Penélope, del lento y complejo reconocimiento entre ambos después de la larga ausencia. Penélope tiene miedo, no sabe qué hacer cuando tenga ante ella a Ulises, duda entre besarle la cabeza o tomarle de la mano. En el reencuentro se suceden miradas, titubeos, incertidumbres, hasta que las señales del cuerpo y de las cosas ayudan a recobrar, desde la memoria, la presencia perdida. Finalmente, Penélope y Ulises se abrazan. El abrazo, ἀγαπάζω (ágape) es el término que usa Homero, se convierte en el signo de proximidad y reconocimiento que permite el reencuentro.

Años de ausencia, nosotros solo hemos tenido que esperar tres, espera inacabable que encuentra la mirada del otro, el gozo del reencuentro y el reconocimiento. Como Penélope y Ulises, también nosotros nos encontramos, primero, con la mirada, después con los abrazos. Ver y tocar, principio de posibilidad, de encuentro en el otro, inspirados siempre por quien nos quiere y acompaña. Ha llegado el tiempo de mirarnos, de abrazarnos, de encontrarnos. Granada es nuestra Ítaca, no hemos sucumbido a la voz y los hechizos de las sirenas, aquí nos reencontramos con quien nos esperaba. Que, una vez concluya nuestro Congreso el próximo sábado, no tengamos que arrepentirnos, como le ocurrió a Penélope, de los abrazos rehuidos. Sed inspiradores de encuentros.

"INSPIRANDO ENCUENTROS", LA CANCIÓN DEL CONGRESO

El acto finalizó con la actuación musical de Gaudea, nombre artístico de Icíar Ybarra, profesora de Música en el Colegio Sagrado Corazón de Jesús de Madrid, y cantante, que interpretó en directo el tema “Inspirando encuentros” que ha compuesto en exclusiva para el Congreso y cuyo videoclip se puede ver en el canal de YouTube de EC.