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REVISTA

NILONTRARO N° 07. AÑO 3. SEPTIEMBRE 2014

Relatos y Poemas Inéditos AGRUPACIÓN DE ESCRITORES DE ERCILLA EDICIÓN FIESTAS PATRIAS FOTO “AROMO” GENTILEZA LUIS LIZAMA RIVERA

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ÍNDICE

PÁG.

PORTADA…………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………

1.

ÍNDICE…………………………………………………………………………………………………………………………….……………………………………………………….

2.

EDITORIAL…………………………………………………………………………………………………………………….…………………………………………………………

3.

RELATOS……………………………………………………………………………………………………………………………….…………………………………………………

4.

La herradura de plata………………………………………….………………………………………………………………..…………………………………………………

5.

Historia sin explicación……………………………………………………………………………………………………………………………………………………………

9.

Recuerdos del 18 de septiembre…………………………………………………………………………………………..…………………………………………………

11.

Las etapas de la vida…………………………………………………………………………………………………………….………………………………………………….

15.

POEMAS……………………………………………………………………………………………………………………………….…………………………………………………

16.

Vuelo sin futuro……………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………….

17.

El poder………………………………………………………………………………………………………………………………..…………………………………………………

18.

No cumplido……………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………

19.

Ilusiones……………………………………………………………………………………………………………………………….…………………………………………………

20.

Primavera……………………………………………………………………………………………………………………………..………………………………………………..

21.

Corazón seco………………………………………………………………………………………………………………………..…………………………………………………

22.

Primavera y amor……………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………

23.

La noche……………………………………………………………………………………………………………………………….…………………………………………………

24.

Soy……………………………………………………………………………………………………………………………………….…………………………………………………

25.

Payas…………………………………………………………………………………………………………………………………….…………………………………………………

27.

CUENTOS GANADORES DEL CONCURSO EL 18 EN MI COMUNA………………………………………………………………………………………………

28.

Mi volantín………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………

29.

Fiestas Patrias……………………………………………………………………………………………………………………….………………………………………………..

30.

Regalos dieciocheros en mi comuna……………………………………………………………………………………..……………………………………………….

31.

La niña Ignacia y el dieciocho más divertido………………………………………………………………………….……………………………………………….

32.

Me lo contó mi tío………………………………………………………………………………………………………………..……………………………………………….

33.

Fiestas patrias en Ercilla……………………………………………………………………………………………………….…………………………………………………

34.

Una fiesta solidaria…………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………

35.

Trompetín el trompo bailarín……………………………………………………………………………………………….………………………………………………..

36.

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EDITORIAL

En nuestro 3° año de vida, hemos querido continuar con la tradición de la Revista Nilontraro, dando el espacio a nuestros socios, socias y colaboradores, de publicar sus creaciones en esta publicación. Poemas, cuentos y relatos que nacen desde la experiencia y de los sentimientos albergados en su ser, nos deleitan y apasionan de principio a fin…

Además incluimos los relatos ganadores de nuestro Concurso de cuentos el 18 en mi comuna, como una forma de potenciar y reconocer a los niños y jóvenes de Ercilla, quienes, a pesar de su corta edad, nos demuestran sus capacidades y desarrollada imaginación.

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Relatos‌ 4


LA HERRADURA DE PLATA LEO.

Hace mucho tiempo atrás, vivió en las cercanías del pueblo, un modesto y muy conocido campesino: Don Manuel. Se dedicaba a hacer trabajos esporádicos en los predios vecinos. Producto de esto, le permitía mantener a su numerosa familia. Tan conocido era que un día, un prestigioso agricultor lo mandó a buscar para que ayudara en las tareas de siembra. Día a día se fue ganando la confianza de su patrón; no así la amistad de los demás trabajadores; porque pensaban que les iba a quitar el trabajo estable a ellos. Cuando estaban en la mitad de la siembra, el patrón se dio cuenta que le iba a sobrar semillas, y para no perderla, decidió sembrar un potrero que jamás se había ocupado para este tipo de labores; ya que en ese lugar se ubicaban las casonas patronales, y que por su antigüedad las habían demolido. Así que era un peladero y el terreno muy duro. Habló con sus trabajadores para que alguno se ofreciera como voluntario para hacer esta labor; pero ninguno quiso, porque sabían que era muy difícil arar el terreno. Habló con don Manuel, y éste le dijo de inmediato que sí, porque se aseguraba unos días más de trabajo a pesar de lo sacrificado sería realizarlo.

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Solicitó dos yuntas de bueyes para no forzarlos muchos, y dos arados por si se quebraba alguno. Empezó donde creía que era la parte más difícil, e iba rotando los bueyes y arados. A medida que iba avanzando se le ponía más y más dificultosa la tarea; así es que con autorización del patrón le pidió a dos de sus hijos mayores que le ayudaran a sacar las enormes piedras que se encontraban en el terreno. De lejos, los trabajadores del predio lo miraban y se reían de don Manuel, porque pensaban que no iba a ser capaz de terminar. Cuando llevaba más de la mitad mandó a sus hijos a que empezaran a pasar la rastra, y así ganar tiempo, porque quedaba muy poco para que se cumpliera la fecha de siembra. Cuando ya nadie pensaba que don Manuel iba a terminar el trabajo; él y sus hijos estaban a un surco de finalizar. Oscurecía y el patrón estaba esperándolos para ir a dejarlos hasta su casa. Don Manuel mandó a guardar las herramientas y la otra yunta de bueyes mientras él terminaba. Los bueyes tiraban con fuerza el arado, y éste se deslizaba velozmente por la reseca tierra que ya a esa altura no ofrecía resistencia. De repente se siente un gran golpe y don Manuel detiene los bueyes y va a ver qué había pasado. Por suerte el arado no se dañó a pesar del fuerte golpe, escarbó la tierra para ver si había alguna piedra, y se encontró con una montonera de fierros oxidados y al lado una brillosa herradura de plata. La guardó en su cartera, sacando los fierros oxidados, y prosiguió arando hasta terminar. Fue rápidamente a guardar los bueyes y el arado. Sus hijos estaban esperándolos en el vehículo del patrón para que los fueran a dejar hasta su casa. Ya en ella el agricultor le dio las gracias por su trabajo y le canceló. Ahí don Manuel le mostró la herradura que se había encontrado y éste le dijo que se quedara con ella por todo su esfuerzo y que se la había ganado. Muy contento don Manuel. Al otro día mandó a uno de sus hijos a comprar al pueblo para hacer una rica comida y así compartirla con su familia. Al reunirse todos, don Manuel les enseñó lo que se había encontrado. Uno de sus hijos le dijo que por qué no la vendía, a lo mejor tenía algún valor. No – dijo don Manuel- la guardaré, a lo mejor es de la suerte. Y la colgó detrás de la puerta. Don Manuel siguió haciendo trabajitos, hasta que de nuevo el agricultor lo mandó a buscar. Ahora era para cosechar. 6


El agricultor le pidió que llevara a su familia para que ayudaran en la casa mientras se cosechaba. Con esto, los trabajadores se enojaron y decidieron hacerle una visita después de terminar las cosechas y amedrentarlo para que no fuera a trabajar más al predio. Una noche, mientras don Manuel dormía junto a su familia, éstos se dejaron caer, y empezaron a apedrearle la casa, quebrando los vidrios de la modesta casa. Don Manuel se levantó y decidió enfrentarlos, pero uno de los que estaban afuera lo golpeó en la cabeza, dejándolo botado en el suelo. Ahí aprovecharon de entrar a la casa, destruyendo lo que encontraban a su paso, asustando a los que estaban adentro. La casa, como no tenía luz, no se veía nada. Uno de estos forajidos andaba con una linterna y alumbraba para que los demás destruyeran lo que estaba a su paso. Antes de irse le gritaron a la señora de don Manuel y a los asustados pequeños, que le dijeran a su papá que no lo querían ver más en los predios vecinos. Al alumbrar hacia la salida, el que portaba la linterna se fijó que detrás de la puerta había algo que brillaba mucho. Se acercó y se dio cuenta que era una herradura, y la sacó de su lugar huyendo posteriormente. Después que se fueron, los niños corrieron a ver a su papá que todavía estaba aturdido por el golpe que había recibido. Su señora lo auxilió hasta que volvió en sí. Al otro día don Manuel fue al pueblo para que lo vieran en la posta, y para hacer la denuncia en el retén de carabineros. En su regreso a casa se encontró con el agricultor que le había dado trabajo y le contó lo sucedido. Éste, al ver a don Manuel en ese estado, le ofreció irse a vivir a una de las casas que tenía en su predio por mientras reparaba la de él. Don Manuel le dijo que había sido amenazado, y que no querían verlo en ningún predio del lugar. No te preocupes Manuel, en mi campo no te va a pasar nada; así que arregla tus cosas y mañana mismo te vas a mi campo, le dijo el agricultor. Así lo hicieron, los hijos más grandes se quedaron para reparar la casa y cuidarla para que no volvieran a tocarla. Pasaron los días y don Manuel ya recuperado empezó nuevamente a trabajarle al agricultor. Los trabajadores que lo habían atacado ni se acercaban a él para no ser reconocidos. Un día el patrón decidió recorrer su fundo y fue al establo a buscar un caballo… al ponerle la montura se dio cuenta que estaba en malas condiciones. Al buscar una que estuviera mejor, encontró una mochila debajo de ellas. Al revisar su contenido encontró unos guantes, una especie de bate de madera, y una herradura de plata. Agarró la mochila y fue a preguntarle a don Manuel si era de él. Sorprendido le dijo que no. Entonces, ¿por 7


qué está la herradura que te encontraste? – preguntó el patrón - . Cuando me fueron a atacar a mi casa me la robaron – contestó don Manuel. Bien, creo que ya sabemos quién te atacó, voy a ir al pueblo a hacer la denuncia. Mañana que vengan tus hijos mayores – le dijo el patrón- . Don Manuel fue a avisarles que debían estar presentes porque les tenían buenas noticias. Al otro día tempranito, antes de que empezaran las labores agrícolas, el patrón los reunió como todos los días sin levantar sospechas; y les dijo que iba a hacer unos cambios en su campo, pero antes debía decirles algo: “Cuando yo nací, mi abuelo ya era dueño de todo este predio; tenía una crianza de caballos de raza y uno de ellos era su regalón, al cual le tenía una hermosa montura, y le mandó a forjar cuatro herraduras de plata. Una vez iba persiguiendo al ganado con su caballo; éste tropezó y se quebró las patas; así es que hubo que sacrificarlo. Como recuerdo conservó sus las herraduras; y antes de morir, mi abuelo le regaló una a cada uno de sus tres nietos varones. La cuarta herradura la escondió, y es la que encontró don Manuel y que llevó hasta su casa porque yo le dije que lo hiciera. Mi abuelo debe estar de acuerdo conmigo…. Aquí tiene su herradura don Manuel”. Los trabajadores estaban mudos y se miraban unos con otros. En ese momento llega un vehículo policial y detiene a los autores del robo, y por haber atacado a don Manuel y a su familia. Después que se fueron los policías y detenidos, el patrón nombra a don Manuel como nuevo capataz.

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HISTORIA SIN EXPLICACIÓN JOSÉ NAVARRETE R. (PEPE LALO) Este no es un cuento, es una historia real que le sucedió a Pedro, quien es una persona bastante preocupada de las cosas extrañas que cuentan las personas haber vivido, tales como: ver visiones, espíritus, ánimas, escuchar voces, u otras cosas raras que no tienen explicación. Esta experiencia le sucedió cuando se encontraba haciendo el servicio militar. De esto ya hacen muchos años atrás ya que sucedió en el año 1.957. La campaña en la cual se encontraba Pedro, se fue a la cordillera en pleno invierno, ya que esta campaña era de alta montaña o andina como le decían. En invierno, cuando todo es nieve y el frío cala los huesos, y hay esas noches tormentosas en que sólo se escucha el viento, la lluvia y los truenos. Una de esas noches está Pedro en el refugio junto a sus compañeros, este refugio era del Ejército y se encontraba a los pies de uno de los volcanes más altos de Chile, en la Novena Región de la Araucanía. Era una casona de madera de dos pisos. Pedro tenía su dormitorio en el segundo piso y lo compartía con Arturo, un joven al que a Pedro le parecía una buena persona, ya que siempre lo veía; que al momento de acostarse rezaba y se encontraba con Dios. Entonces Pedro pensaba que Arturo debía ser un buen hijo por su forma de ser. Fue una noche de estas noches, cuando arrecia el viento y se sienten los truenos como que fueran cañonazos de guerra de seres invisibles de otros mundos, que no pueden ser vistos por los seres humanos, ya que sólo por algunos habitantes se refleja la luz de algún rayo. Después de estar jugando al naipe, allegados a una fogata se fueron a dormir cerca de la media noche, a esa hora en que todo parece que fuera más tétrico y terrorífico que de costumbre. 9


Luego de acostarse como de costumbre, Pedro no podía quedarse dormido por los ruidos de la tormenta, mientras tanto que su compañero de dormitorio dormía plácidamente, entonces Pedro encendió la luz y se puso a pensar en su madre, a la cual quería mucho y también a las hermanas con las que vivían junto a ella, y que éstas eran menores, también pensaba en su hermano mayor. Después de un largo rato de estar pensando, apagó la luz. No habían pasado veinte minutos cuando Pedro sintió que alguien se sentaba en los pies de su cama, entonces estiró sus manos en la oscuridad, esperando tantear a alguien, pero quedó sorprendido al no encontrar a nadie, entonces volvió a estirar su mano y prendió la luz, pero grande fue su sorpresa al no ver nada extraño en su cama ni en el dormitorio, sólo su compañero dormía plácidamente como si no sintiera ningún ruido de la tormenta que remecía la casona que servía de refugio. Esto le pasó a Pedro muchas veces más, sobre todo cada vez que había noches tormentosas. Después de algunas veces, esto pasó a ser habitual para Pedro, pero nunca le causó temor, así Pedro se hizo el ánimo de que esto tendría que ser bueno ya que no lo asustaba, y pensaba como decirle a Arturo lo que pasaba sin que se asustara y menos decirle al resto de sus compañeros, ya que estos pensarían que era un miolento, mentiroso o loco, así que optó por guardar el secreto para Pedro. Esto nunca tuvo una explicación y hoy espera algún día para poder encontrar una explicación. Pedro piensa que tal vez sea algo que les ha pasado muchas veces y tampoco lo han dicho por miedo a que los demás piensen que son mentirosos o miedosos, pero espera que alguna vez le cuente algo parecido, o tal vez vuelva a tener otra experiencia igual que pueda encontrar una explicación, y pueda encontrar una explicación a este hecho, ya que no fue un sueño, sino una realidad, tal vez encuentre la explicación a estos sucesos tan insólitos y raros. FIN.

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RECUERDOS DEL 18 DE SEPTIEMBRE VEGOÑA

Cuando yo era niña de 8 años aproximadamente, recuerdo los maravillosos 18 de septiembre Para mi eran muy bonitos… recuerdo yo que en esos años las familias se preparaban para esas Fiestas, ya que para ellos ir a las ramadas a mirarlos juegos, tener ropa nueva y lucirla era como sentirse importante. Mi mamá juntaba su plata y compraba género para mí y para ella. Me hacía un vestido con adornos y blondas. Para ella igual; y me decía que el género se llamaba percala. Ella hacía a mano todas las costuras y yo la miraba como lo estababa haciendo. A ella le encantaba y le quedaban muy lindas. Los géneros eran con flores… me compraba calcetas blancas para el desfile y para el vestido nuevo; mi papá se compraba sombrero; ya que el usaba sombrero . En esos años la mayoría usaba sombrero. Mi papá también se compraba camisa, pantalón y si no encontraba ,compraba género. En esos años existían negocios donde vendían todas clase de géneros como el SR . DURAN ,SR. REYDET y el SR. MAUL. Ellos vendían zapatos, pañoletas de seda, adornos, hilos y todo lo que necesitara para coser. La gente no tenía que ir a otro lugar. Íbamos a las ramadas el día de los juegos eran muy bonitos habían muchas ramadas : mínimo 8 ramadas 5 mesas ;las mesas eran ramadas sin baile, era de pura comida. Había empanadas, chicha , cazuela, pajaritos, pancitos dulces con merengues, vinos ,bebidas caldillos para los malos de la caña, sopaipillas , 11


pebre ,ajiacos ,mote con huesillo ,mate para los que venían del campo sin desayuno. Todos pasaban a comer algo y a darle algo a los niños , ya que los ellos eran felices comiendo dulces y tomando bebidas, los grandes iban a bailar ,y a nosotros los chicos nos dejaban con los dueños de las mesas. Nos daban lo que nosotros queríamos comer. Yo recuerdo que lo primero que tome fue una bebida bilz. Después nos íbamos a mirar los juegos que eran muchos ,empezando por la buena cueca bien zapateada y las infaltables peleas de boxeo, palo encebado ,chancho encebado ,el ganso ,juegos de los huasos, juegos de la riendas ,el trompo ,tirar la cuerda, carrera en saco ,el huevo, la moneda en un plato de harina, el mejor que hiciera bailar el trompo , y que fuera más bonito y bien terminado. También había carreras a la chilena, ya que

la cancha quedaba en la

avenida Ercilla. Las ramadas se instalaban en el rincón de la avenida donde está el servicentro, empezando frente a la familia Ruff. Algunas ramadas tenían conjuntos de 4 a5 jóvenes que cantaban de todo… pero lo que más cantaban era mexicanos. No todas las ramadas tenían conjuntos en esos años; no había

equipo de música,

eran puros

tocadiscos… yo creo que les agregaban parlantes, se escuchaba súper fuerte; cual ramada tenía más fuerte la música. Eran grandes ramadas ya que los fonderos y los de las mesas se repartían el terreno; y yo como era chica las veía muy grandes. Recuerdo que cuando llovía se hacía mucho barro, uno llevaba los zapatos limpios y tenía que saltar para que los zapatos no quedaran pegados en el barro. Y en la tarde, cuando los curados salían de las ramadas, se les quedaban los zapatos enterrados . Era muy bonito, ya que elegían la ramada mejor adornada; los adornos eran de puro papel de volantín, globos serpentinas, banderas…además todos los adornos eran hechos por sus dueños, entre más colores era mejor. Los nombres de las ramadas, eran según las canciones de moda, como la consentida, tiburón con fleco, la pulga loca , la vaca blanca, y tantos otros nombres que no me acuerdo. Nadie quería irse de las ramadas… amanecían, era mucha la gente, ya que del campo venían las familias completas. Se quedaban 2 o 3 días. De alguna manera llegaban: en carreta, carretones, caballos, y el resto de a pie, venían de súper lejos pero igual llegaban. 12


Recuerdo que era chica y para ver la gente bailar, nos subíamos en los tablones donde se sentaba la gente que había alrededor de la ramada. También recuerdo el mesón donde atendían los fonderos; era grande ahí; se compraba y llevaban la compra hasta donde estaban. En esos años habían cantinas que traían la chicha en pipa del norte y los dueños de la ramada pedían una pipa de chicha, igual el vino; según el bolsillo de los fonderos, los otros vendían chuicas de 15 litros.( ya que en ese tiempo se usaba las chuicas), ahora se les dice garrafa.Tenían chicha dulce y fuerte al gusto de la gente, vinos puros, pipeños, hacían mucho ponche: 1 jarro de 2 litros con 4 cañas, después de 2 jarros de ponche y quedaban “pate laucha”, las cañas en el medio de los bailarines, el jarro en otro lugar, los dueños de las ramadas le daban bebidas a los niños para que recolectaran las cañas y los jarros, sobre todo en el barro. Las ramadas eran muy buenas, la mayoría era de puras ramas en los alrededores; el piso, la mitad madera para bailar, y el resto tenía aserrín. Esos eran otros tiempos, se respetaban a las personas, nadie tenía miedo de quedarse tarde, los niños jugaban mientras sus papás bailaban, ni frío les daba, ya que el rincón donde hacían los juegos no lo desarmaban; entonces jugaban hasta alta horas de la noche. Todos los años eran los mismos fonderos. Trabajaban con la familia completa, los papás atendían los mesones. En los concursos se ganaba dinero, por eso se peleaban para concursar, sobre todo las cuequeras. El palo ensebado era súper alto y a veces tenía buenos premios. Arriba tenía plata, zapatos, vino, pollos asados; eran 2 premios. Las peleas de boxeo también se premiaban con plata, eran muy bonitos mirar los juegos y a la vez hacerle barra y aplaudir a los mejores. También recuerdo que cuando íbamos con mi mamá y mi papá, todo el mundo era cariñoso, le ofrecían de todo: pedía y nos daban a mi mamá y a mí; ya que mi papá también nos invitaba

al final. Mi papá terminaba curado porque todos le ofrecían vino y comida.

Antiguamente si del campo te daban algo y no lo recibía, era un desaire para ellos, aunque fuera un poquito quedaban tranquilos. La gente compartía, bailaba sin mirar si era rico o pobre 13


o mapuche. Después, yo era más grande y nos juntábamos los parientes, compañeros de colegio o del barrio. Bailábamos, nos reíamos de lo chistoso que bailaban los curaditos. Nosotros nos veníamos a las tantas de la noche, teníamos que esperar que mi papá se refrescara. En cuanto despertaba había que irse al tiro, antes que lo invitaran de nuevo, ya que no faltaba al que le pican las pulgas, es decir busca rosca. Para mí, lindos recuerdos, yo creo que queda gente que recordará como yo cuanto se compartía. Después se fueron los fonderos antiguos, cambiaron de dueños las ramadas. La gente igual preguntaban por ellos, luego las ramadas fueron cambiando de lugar en diferentes sitios, me recuerdo que en los columpios, donde ahora está el mercado. También donde los bomberos iba mucha gente, ponían música moderna y los jóvenes lo pasaban harto bien. En el estadio también fueron buenas, ya que la gente decía lo pasé bien, nos vinimos porque parecía que iba haber problemas. Qué pena que no se pueda ir a una fiesta o ramadas con tranquilidad y sin miedo que le pase algo, que pena que Ercilla no sea como antes, esa armonía y no el miedo de ahora, era tan bonito… para las ramadas o fiestas venían de Collipulli ,Victoria y otros lugares a pasarlo bien, la gente de uno, es decir sus familia no quieren venir porque tienen miedo. Bueno

yo cuento lo que yo recuerdo como lindo, creo que mucha gente lo

recordará como yo, el 18 era un lindo recuerdo cuando se compartía, se bailaba se tomaba se pasaba bien, esto que escribo lo hago como un lindo 18 de mi niñez.

FIN.

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LAS ETAPAS DE LA VIDA ANIRAM

La vida nos presenta distintas atapas las que, paulatinamente se van haciendo evidentes con el correr de los años. Tenemos una etapa llena de amor, de ternura, de admiración, de felicidad y de sueños, es decir, una vida tremendamente placentera…somos adolescentes que disfrutamos todo lo maravilloso de esa edad. Sigue transcurriendo el tiempo de manera rauda, empezamos a sentirnos débiles, enfermas; y es aquí donde se presentan otras etapas que deberíamos superar: el dolor, tristeza, impotencia y soledad…somos adultos mayores que tenemos que luchar por sacar de nuestra vida las etapas difíciles y aprender a envejecer con dignidad. Cuando vivamos situaciones que nos amarguen la existencia, tenemos que superarlas, luchemos con todos los obstáculos que se presenten en nuestro diario vivir, pensando siempre que si los años arrugan nuestra piel, no dejemos que nos arruguen el alma, la mente, menos el corazón. La última etapa: la muerte… ésta no solamente llega cuando nuestro corazón deja de latir…también se muere cuando vemos que no hemos cumplido con todos nuestros ideales, cuando no nos entienden aun sabiendo que atesoramos grandes experiencias y, más aún cuando nos ignoran. Todo esto hace que nos vayamos inclinando poco a poco hacia la tierra; como si ésta tuviera un imán que nos atrae y vayamos convirtiéndonos en desechos humanos antes que llegue la verdadera muerte.

FIN

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Poemas …

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VUELO SIN FUTURO. ANA RODRÍGUEZ PALACIOS

Me prometes volar ¿adonde? A un cielo claro, azul, sin nubes negras, sin lluvias? Miro alrededor y mi corazón Deja de latir, Luego corcovea cuál potro salvaje, intento detenerlo y no puedo. ¿ O es acaso , un débil gorrión Chocando contra su jaula En un intento por escapar lejos? Y elevarse sin angustias, sin miedo Hacia la nube blanca Y estallar en miles de luces claras? ¡ No me apures! Vuela tú, tienes muchas heridas que curar. ¡Déjame! No tengo fuerzas para volar, Yo sólo detendría tu caminar. Vuela, vuela muy alto 17


Hasta alcanzar el verdadero amor, Ese que nunca tuvistes Y que anhelas tener.

EL PODER LUIS LIZAMA RIVERA El poder del amor no se esconde en los labios ni en oscura mentira del enigma guardado, el poder del amor no se esconde en fracasos ni en frustrados intentos o en soñados abrazos. El poder del amor reverdece en la vida es un soplo de aliento en las almas perdidas, el poder del amor no sofoca algún llanto y alimenta el perdón sosteniendo el ocaso. El poder del amor es leal, no traiciona es renuevo y esencia con fragancia de aurora, él alcanza a besar los instantes de gloria desafiando el dolor solitario que brota, cual torrente de penas en sublimes historias. El poder del amor reconoce la espera, no quebranta, ni humilla, no ofende, ni lacera y agradece el prodigio de la excelsa belleza: que se mira en el alma de los ojos que besan. El poder del amor no es cegar la nostalgia, es sembrar cada día la ilusión con el alma, es silencio en las noches y es la magia del alba, es decir con los ojos lo que ahogan las ansias. El poder del amor no es mezquina promesa es el genio de dar virtud en la tristeza, no se engaña, no miente escalando quimeras, no se esconde entre sombras de utopías siniestras. El poder del amor no es un falso contrato, es sentir que la vida nos ofrece el regalo cual romántico edén en vergel deseado, que no esconde falacias, ni sumidos quebrantos.

18


NO CUMPLIDO SOLEDAD PAZ

Un día me prometí No volver a amar Ni menos enamorar Que sola me iba a quedar.

Pero la vida y el destino Otra cosa me dijeron Y en mi camino A ti me pusieron

Tú, con tu amabilidad Y comprensión Fuiste conquistando Mi corazón Atrás fueron quedando Esos días grises De tristeza y soledad Pues tu lo has llenado de amor y felicidad.

19


ILUSIONES Creer que existe un ma単ana es una quimera. Creer que el destino te depara algo mejor es una quimera. Creer que la vida es un pasar es una quimera. Creer en un ma単ana lleno de primavera es una quimera. Creer, creer no, mejor no creer es una quimera.

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PATTY.


PRIMAVERA. “N” Con el aroma de las flores Y las avecillas cantar Se anuncia que ha llegado Un tiempo primaveral Los niños corren alegres Al ver los animales nacer Como no alegrarnos Junto a ellos también. Los jardines coloridos Y el aroma a miel Tanta maravilla, qué podemos ver Dulces son nuestros sueños Y tranquilo amanecer. Muy alegres y coloridos Todos vienen y van Con sueños y esperanzas Dulzura, amor y paz Con palabras sencillas Te quiero agradecer

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Mi bella primavera hacernos renacer.

CORAZÓN SECO ANA RODRÍGUEZ PALACIOS

Cada día que pasa pienso en ti, con dolor, tu cariño , tu alegría para mi ya se fue. No te culpo de nada de lo que sucedió, serás siempre mi hija igual cuando eras niña y pedías mi amor. Pero el tiempo pasa rápido y la vista te alejó pero el amor no se obliga pues tenías razón. “Corazón que no siente Que no sabe sonreír, No se inmuta, ni se ablanda Se olvidó de querer”

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PRIMAVERA Y AMOR ANIRAM

Llegas a nuestra vida hermosa Primavera, con tus flores, tus aromas y campos floridos, iniciando nuevos amores, algunos perduran, otros perdidos.

Son felices los que aman, más aún si don correspondidos, viviendo entre nubes e ilusionados al sentirse tan amados y queridos.

Eres hermosa estación, pasas rauda y todos están alegres, viviendo una efímera emoción al ver todo cubierto de verde.

Es placentero vivir el presente, sentir en nuestro pecho un clamor, gritar al mundo que te amarán por siempre, y por una vez sentir el verdadero amor. 23


LA NOCHE PATTY. El silencio de la noche me recuerda a ti. El silencio de la noche me habla de ti. La soledad de la noche me hace sentir. La soledad de la noche tu recuerdo en mi vivir. La oscuridad de la noche me nubla la razón. La oscuridad de la noche hace latir mi corazón. La noche…..la noche que inmensa y profunda. Que quieta es la noche en la oscuridad de mi tumba

SOY 24


LUIS LIZAMA RIVERA La minúscula partícula, de una fascinante trama. Soy todo el universo, en un solo beso. El que fecunda quimeras, Que alimentas pasiones utópicas... Soy , las caras marcadas de espanto como estatuas en callejones vacíos. Soy el que observa el alba, bailar con los siglos oxidados. El que busca una fecha viva que se parezca a un pájaro. Soy el que abriga la palabra de los ensueños con nieve. El que tiene acopios de fatiga donde, un flagelo crece. Soy sombra de paraísos, Multiplicando frescura. Soy el viento que oscurece y apaga las antorchas. El perfume de una planta seca o el temor escondiéndose en las fauces del silencio. Soy todo esto y más... Soy un hombre.

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PAYAS. Colaboración de un vecino anónimo. I Me gusta tomar en cacho la chicha con fantasía yo salgo a hacer mis pedías el domingo en un despacho y cuando estoy como tacho yo me pongo a fantasear de pobre me paso a rico los mil pesos los sé nombrar cuando no tenga ni un cinco de bolsa salgo a tomar. II Al llegar a Melipilla con una manta de castilla pregunté por sopaipillas 26


me contestó una chiquilla estira la mano y atienta después me pasó una cuenta Qque me tiraba las mechas y estando las cosas hechas le agarre la pantorrilla con la izquierda y la derecha.

Cuentos Ganadores Concurso de Cuentos el 18 en mi Comuna… 27


MI VOLANTÍN

TOMÁS PENROZ MORALES 1° LUGAR CATEGORÍA INFANTIL FUNDACIÓN EDUCACIONAL SAN FRANCISCO DE ASÍS Concurso de Cuentos “el 18 en mi Comuna” Septiembre 2014

Había una vez un niño que vivía en la comuna de Ercilla, en calle Fresia. El niño se llamaba Enrique. Cada vez en el 18 de septiembre volaba su volantín de papel de distintos colores, con una cola de color rojo, al que cariñosamente llamaba colibrí. Hacía tres años que estaban juntos. Enrique cuidaba de él como nada en el mundo, pues su situación era muy humilde, y no le permitía darse el lujo de comprar otro. Un día para el 18, anunciaron una competencia de volantines. Enrique se emocionó y decidió concursar a pesar de que su volantín era sólo de papel y no era nuevo. Él confiaba que iba a ganar. El día de la competencia Enrique llegó con su volantín en el brazo, confiando en que su volantín triunfaría. Los otros niños se burlaban de él y hacían comentarios de su feo volantín de papel, pero a Enrique eso no le importaba. Llegó el momento de la competencia y todos se elevaron hasta el cielo. Eran más de veinte volantines, y aquellos que iban cayendo eran eliminados. Cuando sólo quedaban tres volantines en el cielo, incluyendo el de Enrique; se levantó un fuerte viento que hizo que los volantines se descontrolaran, cayendo dos de ellos al suelo. El de Enrique no cayó al suelo, pero sí entre las ramas de los árboles. Debido a esto, los jueces determinaron que él era el ganador del concurso. Al niño no le importó el premio al ver su volantín 28


todo destrozado y se lamentaba de haber participado… lloró desconsoladamente y se fue a su casa. Los otros niños, a pesar de que perdieron, decidieron ayudar a Enrique sacando el volantín de las ramas de los árboles para repararlo entre todos. En la noche fueron a la casa de Enrique a dejarle su volantín reparado, y lo felicitaron por haber ganado el concurso, y por haber sido tan inseparable con su amigo el volantín.

Fin

FIESTAS PATRIAS

MAXIMILIANO FIGUEROA GALLEGOS 2° LUGAR CATEGORÍA INFANTIL Escuela Salvador Allende G. Concurso de Cuentos “el 18 en mi Comuna” Septiembre 2014

Había una vez un niño llamado Alex que se vistió con su mejor ropa. Fue con su madre llamada Elisa a las únicas ramadas, Alex estaba ansioso por probar las empanadas, pebre, chicha y anticuchos ( lo que más le gusta), y también jugar con los volantines, trompos, emboque y al chancho ensebado. Pero lo que a Alex no le gustaba eran los caballos… se ocultaba detrás de su madre. Pasó mucho tiempo, y Alex ya estaba grande, pero todavía le seguía dando miedo a los caballos. Lo invitaron a una ramada; fue y no pensó que iba a montar un caballo. Carlos, el granjero, el que tenía caballos, le dijo - aquí está tu caballo-. Alex le respondió 29


pero Carlos, yo le tengo miedo a los caballos… -inténtalo por lo menos…- le contestó Carlos. Alex se subió al caballo y dijo: ¡qué fácil, ahora podré correr una carrera! Alex finalmente pudo montar un caballo y superar su miedo, y no sólo eso, ganó la carrera.

Fin

REGALOS DIECIOCHEROS EN MI COMUNA ROBERTO QUIÑILÉN ARRIAGADA 3° LUGAR CATEGORÍA INFANTIL Escuela Salvador Allende G. Concurso de Cuentos “el 18 en mi Comuna” Septiembre 2014 Había una vez un pequeño llamado Bruno, él era de pelo castaño como el color de la tierra, sus ojos eran café claro. Él vivía en Ercilla, pero asistía a una escuela de Pailahueque. Bruno tenía muchos amigos, sus nombres eran: Roberto, Elizabeth, Arlette, Osiel, Estefanía y Maximiliano; ellos jugaban a la pelota, a la pescada y muchas otras cosas. Al salir de la escuela siempre visitaba a su tío Checho, y un día, para su cumpleaños, (que justo era un 18 de septiembre), su tío le dijo: Bruno, no tengo un regalo muy grande, ya que aún es pequeño, pero te lo daré. ¿Ves a mi yegua Clara? Ella está embarazada, y el potrillo que va a nacer es tuyo. Bruno le dijo que sí con la cabeza. Su tío le dijo que debía darle agua, pasto, ir a dejarla y buscarla al potrero…Bruno le volvió a decir que sí. Bruno hizo lo que le pidió su tío, y más tarde el potrillo nació. Era plomo gateado, que es como rayado, con un plomo con rayas más claras.Unos años después Bruno ya estaba en el Liceo, y su potrillo era un caballo grande. En fiestas patrias se organizó una carrera en la que Bruno se preparó y entrenó a su caballo. Ganó la carrera, pero su caballo no alcanzó a frenar y se dio vuelta, pero protegió a Bruno y se quebró una pata.

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Le dijeron a su tío Checho que los llevara de vuelta, pero él se curó en una ramada, y un caballero que le decían don Cacho los llevó en su camión para transporte animal. Lo llevaron al veterinario y lo curaron, pero aún debía estar en reposo, y lo dejaron donde su tío Checho. A su tío también lo tuvieron que llevar, pero no al veterinario… sino al doctor porque estaba curado. Bruno le preguntó a su mamá si podía ir a ver a su caballo, pero su mamá Jacqueline le dijo que no porque debía estudiar. Le dijo a su hermana que fingiera que él estaba estudiando para poder ir, y salió por la ventana.Así lo hizo hasta que su caballo se recuperó, y volvió a correr. Pero a Bruno lo castigaron sin ir a las ramadas…. Pero igual volvió a salir, ya que bruno nunca obedecía. Y colorín colorado, este cuento se ha acabado…para mañana ir a la fonda, a ver si no me pillan.

Fin

LA NIÑA IGNACIA Y EL DIECIOCHO MÁS DIVERTIDO. ELIZABETH MERINO RIQUELME MENCIÓN HONROSA CATEGORÍA INFANTIL Escuela Salvador Allende G. Concurso de Cuentos “el 18 en mi Comuna” Septiembre 2014 Había una vez una niña llamada Ignacia que vivía en Pailahueque. Ella tenía 14 años, era pecosa, de ojos verdes y pelo café claro. Ella tenía una hermana llamada Elizabeth, de 16 años, pelo negro, ojos marrones y morena. Un día 18 de septiembre, Ignacia y su hermana elevaban un volantín. Por allí pasaba un niño llamado Osiel, de pelo oscuro y moreno, usaba frenillos y tenía 14 años. Osiel fue a buscar a Bruno, a Cristel, a Maximiliano y a Arlet. Ellos jugaron hasta que se hizo de noche. La mamá de Ignacia le dijo: -

Éntrate hija porque ya es de noche. Ignacia de dijo:

-

Ya voy madre…

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Bruno le dijo que se escaparan, y todos dijeron que sí, entonces Maximiliano dijo: a las 21.30 hrs. nos juntamos aquí. Ya eran las 21.30 hrs., y se juntaron. Ignacia escapó por la ventana. Osiel salió por la puerta; Maxi dijo que iba a la casa de Osiel, y Arlet que iba a la casa de Elizabeth… todos tenían un plan perfecto. Los niños no querían volver a sus casas. Lo pasaron súper bien, y Osiel se compró tres empanadas, y tomó bebidas en la ramada “El pistolero”. A las 01.00 de la mañana se devolvieron a casa. Los padres no se enteraron de que ellos habían salido; pero de todas maneras prometieron no hacerlo nunca más, porque en Pailahueque lo que no saben lo inventan. Finalmente, tuvieron un buen dieciocho. Fin

ME LO CONTO MI TÍO ULISSES CASTRO PLAZA 1° LUGAR CATEGORÍA JUVENIL Complejo Educacional Collipulli Concurso de Cuentos “el 18 en mi Comuna” Septiembre 2014

Hace un buen tiempo en una conversación con mi tío abuelo para fiestas patrias, me relató cómo eran las fiestas acá en Ercilla en aquellos tiempos. Les relataré lo contado: Cuando él era niño se divertía mucho ya que hacían muchas ramadas hechas de ramas en la avenida Ercilla; eso es en la entrada de la ciudad, muchos juegos para los niños y adultos tales como las corridas en sacos, el huevo con la cuchara, la carretilla, el salto del ganso y boxeo entre otros. Nosotros nos hacíamos unas cambuchas, los volantines se veían muy poco ya que uno tenía que fabricárselos, y el que sabía nos ayudaba a todos nosotros a hacerlos. Nos compraban ropa, era como una tradición para esas fiestas. Su mamá, es decir mi bis abuela, les preparaba empanadas, pajaritos y muchas cosa ricas para comer junto a sus hermanos y visitas que podrían llegar. Eran tiempos difíciles, pero ella igual se las arreglaba para tenerlos de todo un poquito. Las calles eran solo de tierra, llovía y se formaba mucho barro, pero eso no impedía pasarlo bien. Los juegos igual se realizaban, eran más divertidos y él se reía de esos jajaja. Con sus amigos participaban en cuanto juego podían, algunas veces ganaban, otras perdían pero eso no les importaba, lo importante era participar y pasarlo bien. 32


En los desfiles participaban todas las instituciones que existían en esos tiempos acá en la comuna, los colegios todos teníamos que estar ahí, eran tan bonito. Él se preguntaba por qué ahora no se pueden hacer esas cosas. Los tiempos han cambiado tanto hijo; me decía, (y se ponía serio), eso podría haber seguido siendo así si la gente hubiese querido y luchado por ello. Sin peleas todo era armonía, era para pasarlo bien. Después yo ya de adulto jugaba al tejo de los dos largo y corto, teníamos competencias con otros clubes de otras ciudades. Lo pasábamos bien. Después me fui de mi Ercilla, pero sabía todo lo que pasaba acá igual. Venía a jugar tejo con mis amigos de antaño, sobre todo en las fiestas patrias, en las actividades que realizaban los clubes. Ahora al volver a mi pueblo me doy cuenta de los cambios que hay, sobre todo en las fiesta patrias. Ya no hay ramadas, no hay actividades para ustedes los niños, los jóvenes ni los adultos… Mi tío me lo contaba con tanta alegría y emoción, así como si lo estuviera viviendo de nuevo, a pesar de sus años se recordaba casi de todo los detalles: de que lo pasaba muy bien en las fiestas patrias con su familia y amigos. Yo me imagino que tendría que haber sido muy divertido, ya que lo pasaban bien en las Fiestas Patria en esos tiempos en Ercilla. Fin FIESTAS PATRIAS EN ERCILLA

DAVINSON DAMIAN ACOSTA GEISSBUHLER 2° LUGAR CATEGORÍA JUVENIL Liceo Alonso de Ercilla y Zúñiga Concurso de Cuentos “el 18 en mi Comuna” Septiembre 2014 Había una vez en una parcela alejada de la ciudad, una abuelita que vivía junto a su marido y que al sentir como los días se alargaban y los árboles comenzaban a florecer, la emoción se apoderaba de ellos, porque sabían que muy pronto llegarían las tan anheladas Fiesta Patrias, donde podrían compartir con sus familia y regalonear a sus nietos con ricos dulces y entretenidos juegos. Don Roberto se preocupaba de tener la ramada lista, el palo bien ensebado y ya escogido el lechón para que sus hijos y nietos jugaran a atrapar el chancho, mientras que la abuelita Erna preparaba los pajaritos, las empanadas, las sopaipillas y la rica cazuela de pava con chuchoca que tanto les gustaba a sus hijos. La alegría en ese hogar era completa, pues estaban todos reunidos y compartiendo las tradiciones de la familia que se perdían estando en la ciudad .La libertad con la que podrían jugar los niños y ayudando por las tardes a rodear los animales, darles comida a las aves, buscar los huevos al gallinero y regar la huerta, eran actividades novedosas y entretenidas para ellos. 33


Sus padres mientras tanto disfrutaban de una conversa junto a la fogata que asaría el cordero para la noche. Para esa familia estos días eran reencontrase y contarse sus penas y alegrías para fortalecer los lazos, porque se juntaban todos sagradamente sólo para estas fechas, donde brindaban por los que se fueron, los que vendrán y por los que hoy están. Luego de estos hermosos días regresaban a sus hogares con el corazón lleno de alegrías por lo vivido en familia, y con la esperanza de volver a verse el próximo año. Claro que cargaditos de cosas ricas que les regalaba la abuela: una rica conserva de membrillo, mermelada de mora, pancito amasado, miel, huevos harina tostada; que son cosas que se aprecian de sobremanera cuando uno está lejos del hogar.

Felices Fiestas Patrias!!! Fin

UNA FIESTA SOLIDARIA.

JOVINO VALENZUELA CARIQUEO. 3° LUGAR CATEGORÍA JUVENIL Escuela G – 122. San Ramón Concurso de Cuentos “el 18 en mi Comuna” Septiembre 2014 Había una vez un hombre llamado Arturo, vivía enfermo y solo en la localidad de Pidima, cuidad de Ercilla. Dada su vejez sentía que no tenía fuerzas ni dinero suficiente para levantar una ramada y así poder reunir unos pocos recursos que le permitieran subsistir. Entre sus conocidos estaban Raúl, un hombre generoso, siempre dispuesto a ayudar. Acudió a visitarlo, le contó de sus intenciones y de lo mal que se sentía. Este hombre no dudo en prestarle ayuda. Fue así como ambos reunieron fondos y materiales, producto de ayudas de vecinos y conocidos. Una vez reunidos los materiales se dispusieron a levantar la ramada, una larga y ancha, con capacidad para muchas personas. Después de un largo día de trabajo pudieron por fin verla terminada, sólo faltaba adornarla y esperar que se acercara el 18 de Septiembre para inaugurarla. Raúl aportó con algunos alimentos y licores para que el anciano pudiera vender, mientras éste con sus escasos ahorros, había adquirido los insumos faltantes. 34


La Mañana del 18, antes de la salida del sol, todo estaba dispuesto para recibir a los comensales, los que fueron llegando pasado el mediodía. Fue increíble ver la cantidad de gente que allí se reunió. Faltó espacio para acoger a tantos y tantos que llegaban de todos lados a la ramada de un viejecito que con ganas, esfuerzo y la voluntad de un hombre generoso vio realizado su sueño. Al finalizar las Fiestas Patrias sólo se obtuvo cuentas alegres en la ramada de Arturo. Es que cuando las cosas se realizan con esfuerzo y acompañado por personas nobles y generosas, todo resulta más fácil.

Fin

TROMPETIN EL TROMPO BAILARIN

RODOLFO PAREDES BUSTOS MENCIÓN HONROSA CATEGORÍA JUVENIL Liceo Alonso de Ercilla y Zúñiga Concurso de Cuentos “el 18 en mi Comuna” Septiembre 2014

Hace mucho tiempo atrás, cuando los chanchos volaban y las vacas ladraban, en un pequeño pueblito olvidado, vivía un trocito de madera que quería jugar con los niños, pero como no tenía forma de juguete nadie lo encontraba atractivo, hasta que cierto día fue pateado bruscamente por el hijo del carpintero y lo estrelló contra un árbol provocándole un chichón en su cabeza, el cual se endureció y nunca más se desapareció. La hermana de aquel muchacho vio lo sucedido y sintió pena por el trocito de madera, lo tomó entre sus manos y lo llevó donde su padre, para darle alguna solución y revertir el daño causado por su cruel hermano.

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El carpintero al verlo tan triste, pensó y pensó como podría ayudarlo, hasta que al fin se le ocurrió una idea. Comenzó con moldear su cuerpo en forma de trompo, colocó alrededor una lienza y con la ayuda de su pie de metal el trompo giro y giro sin parar.

Qué gran alegría sintió la niña al ver resultado y decidió ponerle por nombre trompetín el trompo bailarín. El carpintero creo muchos más y los regaló a todos los niños del pueblo.

Fin

Esta 1° edición se terminó de imprimir en la Biblioteca Pública Municipal de la Comuna de Ercilla, en el mes de septiembre del año 2014.

© AGRUPACIÓN ESCRITORES DE ERCILLA Y BIBLIOTECA PÚBLICA MUNICIPAL, 2014.-

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Teléfono: 555-555-5555 BIBLIOTECA PÚBLICA MUNICIPAL N° 275 CALLE ONGOLMO 279 FONO 045-922660 / 045 - 922456 WEB : www.biblioredes.cl/ercilla E-mail : b275bc1@abretumundo.cl biblioteca.ercilla@gmail.com

AGRUPACIÓN ESCRITORES COMUNA DE ERCILLA E-mail : escritores.ercilla @gmail.com 37 Web : http://escritoresercilla.webnode.es/


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