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ARTE,página a página
TESOROS DEL ARTE POPULAR MEXICANO ANN R ROBERTS, MARION OETTINGER JR, ANNIE O´NEILL, MARGARITA DE ORELLANA / ARTES DE MÉXICO
En la primera mitad del siglo XX, Nelson A. Rockefeller reunió una de las mejores colecciones de artesanía mexicana en el extranjero. Esta publicación, originalmente editada en Estados Unidos, es una invitación a conocer un acervo excepcional, entre textiles, piezas de cerámica, marquetería o cestería, llenos de belleza, calidad, ingenuidad y pasión de las manos mexicanas.
ART DÉCO
MICHAEL RUNKEL, STEPFAN WEIBENBORN / KÖNEMANN
Con más de 500 ilustraciones, este volumen es una guía completa y detallada del estilo decorativo más importante de los años 20 y 30. Desde la arquitectura hasta la moda, la publicidad y el transporte, Skinny Fritz explora todas las áreas del estilo de vida y arte.
VAN GOGH. LA OBRA COMPLETA: PINTURA RAINER METZGER, INGO F. WALTHER / TASCHEN
Se trata de un exhaustivo estudio sobre Vincent van Gogh, en el que se combina una monografía detallada sobre su vida y su obra. Una publicación completa sobre el arte de uno de los pintores más reconocidos del mundo, con un catálogo de sus 871 pinturas.
A LO LARGO DE LA HISTORIA, EL ARTE Y SUS CREADORES H AN SIDO MOTIVO DE MILES DE PUBLICACIONES, NUNCA ES TARDE PARA ADENTRARSE EN UN UNIVERSO DOBLEMENTE CREATIVO
Redacción cupula@elheraldodemexico.com
DISEÑO GRÁFICO EN MÉXICO: 100 AÑOS. 1900-2000 LUIS ALMEIDA / ARTES DE MÉXICO
Desde los impresos de José Guadalupe Posada hasta los últimos trabajos hechos en multimedia, el diseño gráfico en México ha pasado por infinidad de corrientes. Esta edición hace un recorrido visual y documental que retoma publicaciones y momentos emblemáticos en la historia del diseño en México.
II
ESO NO ESTABA EN MI LIBRO DE HISTORIA DEL ARTE MANUEL JESÚS ROLDAN SALGUEIRO / ALMUZARA
Artistas suicidas, creadores obsesionados con autorretratarse, obras de arte repudiadas en un determinado contexto histórico, las enfermedades que han atacado a los más destacados pintores o las razones para atentar contra una obra, estos y otros aspectos ocultos en la historia del arte integran este libro.
• Luis Carlos Sánchez ¦ Aniversarios •
ADEMÁS DE CREAR UN UNIVERSO DE COLOR, EN OCASIONES
SURREAL, EL ARTISTA FUE UN INCANSABLE PROMOTOR CULTURAL
QUE BENEFICIÓ LA CAPITAL OAXAQUEÑA Y SU NATAL OCOTLÁN DE MORELOS
Por Luis Carlos Sánchez luiscarlos.sachez@ elheraldodemexico. com
Y del soñador de Ocotlán
a habían pasado más de tres décadas desde que Rodolfo Morales (1925-2001) empezó a dar clases en la Preparatoria No. 5 de la Ciudad de México, cuando decidió regresar definitivamente a su natal Oaxaca. En ese lapso, recuerda el crítico y curador de arte Fernando Gálvez, su paisano Rufino Tamayo lo había descubierto en una exhibición montada en Cuernavaca en 1975.
A partir de entonces, “Rodolfo fue una figura central en los años 80 cuando fue el boom de la pintura oaxaqueña y surgen muchísimos nombres, pero prácticamente las figuras que lideraban eran, por un lado, Francisco Toledo y, por el otro, Rodolfo Morales, ambos apoyados por Tamayo”.
Con Estela Shapiro, el oaxaqueño expuso en Nueva Orleans, San Francisco, Nueva York, Florida y en la Ciudad de México. Más tarde, ya en Oaxaca, conoce a Nancy Mayagoitia y en 1992 decide crear una fundación con la que comenzó a convertir en realidad otros sueños que tenía, más alejados de la intimidad del taller y comprometidos con el entorno donde había crecido.
Como Toledo, que también había sido apoyado por Tamayo, Rodolfo Morales
“decidió que parte del dinero que generaba con las ganancias del éxito comercial rotundo que tuvieron en su vida, se dedicó a desarrollar un trabajo de rescate y de impulso del patrimonio cultural, así como a subvencionar actividades artísticas. En el caso de Rodolfo también promocionó mucho la música, las bandas de poblados en los entornos de su pueblo natal. En Ocotlán de Morelos pudo impulsar el rescate,
MIRADA. Rodolfo Morales en un balcón de esas casas oaxaqueñas que rescató. Foto: cortesía Juan Carlos Reyes.
COLOR, El cuadro La novia de Rodolfo Morales, pintado en 1991. Foto: especial.
ESCENA. De lado derecho, el cuadro Mujeres con perros. Foto: especial.
por ejemplo, de iglesias, no solamente de Ocotlán, sino de poblados cercanos como Santa Ana del Valle y otros más en los que impulsó proyectos de restauración de las templos”, dice Gálvez.
El trabajo que el pintor estaba desarrollando no se quedó en el patrimonio edificado, sus ambiciones fueron más allá: “Se dedicó al impulso de oficios para que la gente de los pueblos se dedicará a las restauraciones con oficios como la herrería, el estofado de oro para los altares, para las columnas y los diversos elementos arquitectónicos, de la hoja de oro que llevan los templos, de ebanistería fina”.
A Morales le interesaban los templos del siglo XVI, esos que en algunas ocasiones aparecieron en sus cuadros, pero también canalizar los recursos que iba obteniendo en proyectos culturales y educativos para Ocotlán. Más tarde, sus sueños fueron más allá y decidió comprar casas antiguas del centro de Oaxaca que se convertirían en sede de sus proyectos culturales y sociales y permitirían seguir financiando sus iniciativas una vez que él faltara.
En Oaxaca, su recuerdo ha sido rememorado con una serie de conciertos impulsados por la fundación que lleva su nombre; además, fue organizado un festival que incluyó diferentes actividades artísticas. En la Ciudad de México, sin embargo, su memoria no ha sido motivo de homenajes, como confirmó el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL) a Cúpula
EIV IMÁGENES
IMÁGENES
ANÓNIMO ERA UNA MUJER
ARTISTA. El oaxaqueño junto a sus fieles perros. Foto: cortesía Juan Carlos Reyes.
Ese aliento innato lo impulsó a estudiar en la Academia de San Carlos. Su arribo a la ciudad e incursionar en la vorágine urbana le significaron un enorme reto. Aprendió con esmero, pero hizo pocos amigos; pintó grandes lienzos y murales, pero él asumió su legado pletórico de colores, de imágenes y vivencias. En este entorno tan distinto al que lo arropó siempre adquirió nuevas herramientas. Descubrió las texturas y otros pigmentos, jugó con desechos de tela y botones, hojas de lata y cenefas tejidas. Rodolfo dibuja y pinta, es su manera de hablar con el mundo, no de cambiarlo o denunciarlo, si acaso, de interpretarlo. En su quehacer urbano se rodea de mujeres y hombres que hacen lo mismo, descubre obras de gran calado y a pintores famosos. En ellos hay un estilo y un empeño. Él no siente la necesidad de competir o de imitarlos. Asume su manera de crear con orgullo; no busca complacer ni tampoco ser reconocido, pero sí expresar y hacer lo que lo hace sentir pleno. Un día, gracias a su amiga Geles Cabrera, aparece Rufino Tamayo y se asombra con sus obras. Le fascina la sencilla hechura que construye con sus manos; lo admira e impulsa. Es entonces que Rodolfo, a sus 50 años, emerge al escenario de la plástica nacional y sus obras adquieren otro tamiz pues se abren paso de manera especial entre las expresiones visuales que se arremolinan en el mercado. Sus mejores compañeros fueron la soledad y su estudio. La timidez que lo identificaba, sumada a su voz suave y callada se convirtió en un dique que contuvo el crecimiento de su ego, ese duende que obnubila a los creadores y los convierte en mercaderes. Por fortuna Rodolfo cuidó y mantuvo la raíz de su pasado, pues en la cúspide de su triunfo plástico decidió regresar a su pueblo. Hablar de las obras de arte de Rodolfo Morales con adjetivos o descripciones académicas no alcanza para abordarlas; la riqueza de sus personajes y escenas de tono popular y lúdico suelen toparse con juicios limitados y concluyentes. Para apreciar y disfrutar sus obras debemos olvidar los cánones estéticos y dejarnos sorprender por la belleza de los cielos y de las nubes de su pueblo, por la soltura de sus trazos y la riqueza de su paleta, por el juego de sus collages, pues más que sueños sus obras de arte nos ofrecen paisajes y escenas que no pretenden nada, más que representar sus emociones, sus recuerdos, sus vivencias, todo aquello que siente y observa. Mujeres volando, perros, campanarios, un avión que cruza el cielo, las banderas y las iglesias, las celebraciones, los ritos de su pueblo, un mercado y la piel de las mujeres; niños jugando, floreros, guitarras y bicicletas, cementerios y árboles, los elementos que Rodolfo representa son bellos por sencillos. Para celebrar los cien años del nacimiento de Rodolfo Morales nada mejor que una frase suya: “No soy ni buen ni mal pintor, soy Rodolfo Morales. Los buenos pintores abundan y los malos pintores también, pero los artistas son nada más ellos.”
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Rodolfo Morales nació en Ocotlán de Morelos, en el estado de Oaxaca, el 8 de mayo de 1925.
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Estudió en la Academia de San Carlos y fue profesor de dibujo en la Preparatoria Número 5.
3 DE LOS GRANDES
Descubierto por Rufino Tamayo, fue uno de los más destacados artistas mexicanos.
#OPINIÓN
CUANDO EL ARTE TRANSGREDE SIN PERMISO
MELISSA MORENO CABRERA
@melissototota
AGRESIÓN A XITLALLI TREVIÑO, EN UN ACTO QUE BUSCA PASAR COMO ARTE, REABRE EL DEBATE SOBRE EL
SE APLAUDE LA PROVOCACIÓN AUNQUE ESO SIGNIFIQUE PASAR POR ENCIMA DE OTRAS PERSONAS
l 22 de noviembre de 2023, durante el Festival Arte/Acción en el Faro Cosmos de la Ciudad de México, la artista Xitlalli Treviño presentaba una performance en la que estaba atada e inmóvil como parte de su propuesta. En medio de la acción, otra artista, Rocío Boliver —conocida como “La Congelada de Uva”— irrumpió sin previo acuerdo. La empujó, le rompió la ropa, tocó su cuerpo sin permiso e incitó al público a participar. Todo ocurrió frente a una audiencia, sin que el espacio o la organización intervinieran. Lo que pasó no formaba parte de una colaboración ni de una obra conjunta. En el arte de acción, donde el cuerpo es herramienta y mensaje, el consentimiento no debería darse por hecho. Marca una diferencia clara entre lo que incomoda y lo que invade. Ninguna trayectoria ni discurso alcanza para borrar ese límite. El caso abre una conversación más amplia: ¿qué tanto se sigue justificando en nombre de la libertad creativa?, y ¿ qué implica realmente respetar el consentimiento en prácticas que trabajan con el cuerpo? Son preguntas que vale la pena hacerse También vale la pena observar las reacciones: el silencio institucional, el respaldo automático a trayectorias reconocidas, la incomodidad que genera hablar de estos temas cuando involucran a figuras del mismo medio. Todo eso también forma parte del problema. Lo que pasó con Xitlalli no es un caso aislado. En algunos espacios se aplaude la provocación aunque eso signifique pasar por encima de otras personas. Se ve la transgresión como una forma de crear, sin pensar a quién puede dañar. Pero hay una gran diferencia entre incomodar con una propuesta artística y aprovecharse del prestigio o del poder que se tiene en el medio para imponer algo. No se trata de cancelar, sino de detenernos, observar y repensar. Porque romantizar la transgresión no es audacia: es negligencia. Porque sin permiso, no es arte. Es violencia.
Por Azaneth Cruz azaneth.cruz@elheraldodemexico.com
Gráfica urbana,
UN GRITO SOCIAL
CREADOR.
Uno de los objetivos del artista es no embellecer sus escenas, sino nombrarlas con firmeza. Foto: cortesía.
LA OBRA DE NOEL RODRÍGUEZ BUSCA CREAR CONCIENCIA Y CONSTRUIR MEMORIA; A TRAVÉS DEL GRABADO HA ENCONTRADO UNA FORMA DE MIRAR E INTERPELAR A LA GRAN CIUDAD
Noel Rodríguez Filio (Ciudad de México, 1983) es un artista que ha encontrado en el grabado una forma de mirar e interpelar a la ciudad. Su obra, de potente carga visual y social, surge de la necesidad de documentar, denunciar y al mismo tiempo celebrar los gestos cotidianos que resisten al olvido y a la desigualdad. Su obra, dice, “emerge del asfalto, de las aceras desgastadas, del transporte público saturado, de las voces que, desde la calle, venden, gritan, resisten”. Formado en el FARO de Oriente y en la Facultad de Artes y Diseño de la UNAM, su lenguaje visual se ha consolidado en el proyecto Gráffika Urbana, una propuesta que conjuga la tradición gráfica mexicana con la intervención urbana y una fuerte conciencia social.
“Mi obra no es decorativa: es testimonio, es un grito”, afirma. Y es que su trabajo, principalmente compuesto por xilografías monumentales impresas en manta, PVC y poliéster, “no pretende embellecer la realidad, sino nombrarla con firmeza. Siempre me ha interesado el posicionamiento político que se puede realizar a partir de una imagen. Las cosas que veo en la calle, que me duelen, son las que se convierten en obra”, expresa Rodríguez, quien, como muchos artistas formados desde la periferia, tuvo que construir su camino con voluntad y terquedad.
“Mi papá me dijo que no estudiara Arte, que no había trabajo. Hice dos veces el examen para diseño, pero no era lo mío. A la tercera hice el examen para Artes sin decirle, y fue cuando me quedé. Ese momento me cambió la vida”. En su obra, que ha sido comparada con la del grupo Nueva Presencia (fundado en México
EN EL ARTE
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Cuenta con una trayectoria de 17 años en el ámbito artístico. Es fundador del Taller de Gráfica Urbana, ubicado en Iztapalapa. La incursión de Rodríguez en la gráfica comenzó a través del grafiti.
en los años 60 por Arnold Belkin y Francisco Icaza, el cual planteó que el arte debía responder a los horrores de su tiempo, rechazando el esteticismo y abrazando el compromiso político y ético del artista) por su fuerza expresiva y su realismo crítico, aparecen escenas del día a día capitalino: voceadores, paraderos, vagones del metro, edificios en ruinas.
“Siempre he tratado de mantenerme en esa línea de hablar desde lo social. Me interesa evidenciar los contrastes de esta ciudad, donde unos tienen mucho y otros casi nada”, reitera.
Ahora, participa en Gráfica Urbana. Ciudad contrastada, exposición de la Galería Coronel, donde exhibe unas 15 piezas, incluidas obras inéditas y un ready-made, que no habían sido mostrados. “Son obras que consideramos fundamentales dentro del proyecto Gráffika Urbana, pero también incluiré algunas piezas tempranas que no había exhibido. Es una forma de mostrar el proceso completo”.
El artista también dirige el Taller de Gráfica Urbana, un espacio de formación y experimentación para artistas que, como él, ven en la gráfica una herramienta de cambio. “Ahorita hay un boom de grabadores mexicanos que están trabajando desde lo social. Es un momento importante. La gráfica está viva”.
Con su obra, Rodríguez busca crear conciencia, pero también construir memoria: “Mi intención es hablar desde el presente, pero con una mirada crítica.
La ciudad está llena de heridas, pero también de dignidad. Mi trabajo es una forma de no dejar que eso pase desapercibido”.
COTIDIANO. Ubask Acste, grabado en hule elastina impreso en poliester, elaborado por Noel Rodríguez. Foto: cortesía.
• Redacción ¦ Viaje al pasdo
VIADUCTO,
VEHI CU LAR
El Viaducto y el Periférico son dos vialidades que fueron fundamentales para la modernización de la Ciudad de México a mitad del siglo XX, un desarrollo urbano que fue de la mano del crecimiento económico y poblacional del país, y que fue previsto desde 1925, cuando el arquitecto Carlos Contreras realizó una planeación a largo plazo que más tarde se ejecutaría con diversas variaciones.
En el libro Una ciudad noble y lógica. Las propuestas de Carlos Contreras Elizondo para la Ciudad de México, la arquitecta Alejandrina Escudero indicó que en la década de los 20, Carlos Contreras Elizondo se propuso transformar la Ciudad de México, inspirado en las corrientes urbanísticas en boga, en particular las provenientes de Estados Unidos.
Él encontró una ciudad dilatada, fragmentada, incomunicada y desordenada, así que quiso modificarla por medio de un sistema vial que integrara sus partes, le diera una forma armónica, controlara el uso de suelo, regulara su crecimiento, ofreciera una circulación eficaz e incrementara los espacios verdes.
En suma, la arquitecta establece cómo el urbanista imaginó el entonces Distrito Federal a futuro, de qué estrategias se valió para transformarlo, cuáles son las condiciones reales del lugar, sus problemas y sus necesidades, qué elementos del urbanismo internacional adoptó para construir una “ciudad noble y lógica”, y en particular, cuál fue su relación con los políticos para materializar su ideal.
Dichas propuestas fueron retomadas durante el gobierno de Miguel Alemán, de ahí que justamente uno de los tramos del Viaducto lleve el nombre del expresidente; y es que con el crecimiento urbanístico de la ciudad las congestiones vehiculares empezaron a ser un problema urgente a resolver.
El arquitecto Jorge Legorreta escribió, en 2002 un artículo aparecido en la prensa, que “en el Viaducto y en el Periférico se entubó el agua de los ríos para dar cauce exclusivamente a los autos, sin dejar una vialidad para el transporte colectivo. Eso fue un error histórico que seguimos pagando hasta nuestros días. En aquel tiempo, sin embargo, el único transporte
ES UNA DE LAS VÍAS RÁPIDAS DE LA CIUDAD DE MÉXICO QUE FUE IMAGINADA PARA BRINDAR RAPIDEZ ANTE EL AUMENTO DE MOVILIDAD
CIMIENTOS. El Viaducto, junto con el Periférico, comenzó a idearse desde 1925 y se inauguró en 1950. Foto: especial.
VIGENCIA. En la actualidad, atraviesa la zona central de la CDMX con una orientación Este-Oeste. Foto: Cuartoscuro.
eléctrico era el tranvía, pero después fue el Metro, como pasó con la calzada de Tlalpan, una vialidad modelo que combina hoy autos particulares con transporte público”.
El Viaducto Miguel Alemán fue inaugurado en septiembre de 1950 y las obras estuvieron bajo la dirección del arquitecto Carlos Lazo. Durante la construcción, se realizaron importantes modificaciones, como el entubamiento de varios ríos para controlar inundaciones. Y al día de hoy el viaducto es una vía rápida que atraviesa la zona central de la Ciudad de México con una orientación Este-Oeste.
A lo largo de su recorrido, el Viaducto pasa por varias colonias, incluyendo Nápoles, Escandón, Del Valle, Roma y Narvarte. Además, recibe tres nombres diferentes en su trayecto: Viaducto Río Becerra: Desde el cruce con San Antonio hasta la calle Minería; Viaducto Miguel Alemán: Desde la calle Minería hasta el trébol de la calzada de Tlalpan, y Viaducto Río de la Piedad: Desde el trébol de la calzada de Tlalpan hasta la calzada Zaragoza. Y, si bien es rebasada por el tráfico, sigue siendo una vía de la modernidad