5 minute read

Opi nión Larga Paracaídas

Por Rogelio Guedea

Las mujeres derriban la puerta de Palacio de Gobierno

Advertisement

Son casi 18 mil los feminicidios que se han cometido en lo que va del sexenio del presidente López Obrador. En el mismo tiempo, pero en el gobierno de Peña Nieto, se habían registrado ya poco más de 10 mil. En todo el sexenio de Felipe Calderón se registraron poco más de 4 mil. Por otro lado, en el gobierno del presidente López Obrador aumentó el 110% el número de mujeres desaparecidas. En síntesis, la cifra es escalofriante: más de diez mujeres están siendo asesinadas cada día en la actualidad y menos de la mitad de estos feminicidios termina con una sentencia condenatoria. No está de más decir que estas cifras escalofriantes tienen a las mujeres de todo el país, y en especial a las de Colima, con niveles de insatisfacción nunca antes vistos. Por eso, en la pasada marcha por el Día Internacional de la Mujer, el reclamo se convirtió en una voz de hierro en contra de las autoridades responsables de proteger la integridad y vulnerabilidad de las mujeres. En la marcha colimense, las mujeres llegaron hasta las puertas de Palacio de Gobierno, en el centro de la ciudad, y las derribaron como para mostrar el tamaño del reclamo que estaban lanzándole a las autoridades de gobierno. Si bien no parecería sensato responder a la violencia con más violencia, lo cierto es que la indiferencia de las autoridades por resolver una problemática central no hace sino justificar estas acciones que, en otras circunstancias, podrían o deberían ser reprochables. A lo largo y ancho del país, las mujeres se echaron a las calles e hicieron hacer sonar su voz y sus pro- testas contra la inseguridad que padecen. La respuesta de las autoridades colimenses ha sido de comprensión hacia la impotencia de las marchistas, pero también de calma porque no es algo que pueda resolverse de la noche a la mañana, aunque tampoco se vea que se haga algo para contener la ola de violencia que afecta a las mujeres. En Colima la violencia ha subido exponencialmente y la violencia hacia la mujer, de forma particular, ha aumentado exponencialmente. Si hay algo que afecte la parte medular de la desatada violencia de nuestra entidad, eso está radicado en los crímenes hacia las mujeres, quienes deberían obtener, por encima de todo, una respuesta decente por parte de las autoridades obligadas a responder a sus necesidades. El año pasado Colima registró la tasa más alta de feminicidios del país y según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), el estado de Colima inició el año 2023 con 14 homicidios dolosos de mujeres. La deuda, pues, con las mujeres colimenses no es poca y obviamente vale muchísimo más que la puerta de Palacio de Gobierno, por la cual en algún momento tendrá que salir una noticia contundente que asegure que de aquí en adelante se actuará no sólo con prontitud sino también con efectividad en la erradicación de este flagelo en contra de las mujeres. Ojalá de verdad no quede, como siempre, en una fecha conmemorativa más, en un mero arrebato, y se empiecen a ver cambios sustanciales en este ámbito de la agenda pública local. Es justo y es necesario.

Lista

El año pasado, en Colima comenzó a desbordarse la violencia o las violencias que se ejercen en contra de las mujeres, lo cual derivó en que, a marzo de 2023, la entidad volviera a ocupar el primer lugar nacional en la comisión de feminicidios por cada 100 mil habitantes. En 2022, la entidad sumó, al menos, 109 asesinatos de mujeres, la cifra más alta desde que comenzó el registro.

El Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública ha dado cuenta de que, a nivel nacional, entre enero y diciembre de 2022, al menos 3,450 mujeres fueron asesinadas en el país. Y aunque todas las muertes violentas se investigan como feminicidios, de la anterior cifra solo a 858 casos se les aplicó el correspondiente protocolo. En ese infierno de terror es donde se coloca Colima.

La violencia contra las mujeres, incluyendo las desapariciones, en lo cual Colima también se encuentra con altas estadísticas, ha rebasado ya el ámbito familiar, para encajarse en una sociedad que comienza a voltear hacia ellas y a dejar de ignorar su sufrimiento. La empatía aun no es total, pero a golpe de protestas, visibilizar su tragedia y de comenzar a ocupar las calles, ellas -que en realidad debemos ser todos y todas- se muestran muy decididas a no ceder ante la sinrazón y exigir justicia y atención.

Las autoridades, sin importar su nivel, están siendo señaladas por no actuar, por dejar pasar, por enredar a las víctimas y a sus familias en el laberinto de la burocracia, de la impunidad y corrupción. Maquillar los feminicidios y transfeminicidios como homicidios dolosos, debe ser castigado de alguna manera.

Su exigencia es simple y muy directa: encontrar a las desparecidas, aclarar los feminicidios, prevenir la violencia o violencias en su contra, avanzar en la igualdad entre hombres y mujeres, y garantizar acciones de prevención, investigación, juzgamiento y sanción de la violencia feminicida. Y la lista es larga…

COLUMNA

La Espiral de Elliot

Por Juan Carlos Recinos

La utopía de un sueño se transforma con acciones

Siglos atrás, el hombre buscó la manera de mirar al futuro y dejar huella de ello en sus acciones. Primero miró hacia adentro (el descubrimiento del microscopio por Zacharias Jansen) y después hacia afuera (el descubrimiento de los cristales pulidos y convexos por Hans Lippershey y Galileo Galilei), es decir, de lo más chico a lo más grande. Estos cambios no fueron fáciles de asimilar por la sociedad en transición del Renacimiento a la Edad Moderna. Los sueños comenzaban a tomar forma y el pensamiento crítico a sentar las bases de los nuevos conocimientos y la dirección que deberían de tomar estos para mejorar el mundo.

A partir de esta revolución, la humanidad ha buscado abrir nuevas ventanas a lo desconocido, a construir una sociedad mejor y a utilizar los hallazgos para transformar la vida. Hoy, la naturaleza de las cosas nos exige plantearnos las siguientes preguntas en un contexto multiverso de la realidad y que es apremiante en nuestra cotidia-

La Espiral de Elliot

nidad: ¿cuál es la utilidad de saber y aprender? ¿el que enseña sabe? ¿somos una sociedad justa con nuestro entorno? ¿tenemos autonomía? ¿somos resilientes? Más de una pregunta tendrá muchas respuestas, pero las respuestas no sirven de nada si no se ejecuta para el bien de todos la idea u objetivo planteado.

Quizá una de las disciplinas que mayor se acerca, y ser respuesta (o alternativa) a los cuestionamientos planteados anteriormente, es la pedagogía, y en específico, el proceso educativo que se genera en la funcionalidad de la misma. El polímata suizo/francófono JeanJacques Rousseau sentó las bases de la esencia y la naturaleza del pensamiento del hombre en uno de los tratados filosóficos más hermosos, Emilio, o de la educación. Curioso y preguntón, Rousseau nos dice en este libro, además de que nos señala categóricamente qué hay que hacer con los sueños del ser humano, que nada debe alterar la naturaleza misma del ser, que estamos regidos por un principio de libertad y de amor propio.

Este hecho tan sencillo y fundamental en el espíritu de nuestra especie, es el que se nos ha olvidado cultivar al momento de compartir todos los saberes. Hoy en día, la educación se ha vuelto el negocio más rentable, a la par de los grandes equipos de futbol. Quien tiene los recursos necesarios, podrá acceder a las transformaciones de forma inmediata, quien no, tendrá que esperar su turno como lo hacen las personas que a diario madrugan por alcanzar una ficha en alguna clínica del IMSS para ser atendidas, o un golpe de suerte del destino.

Esta apreciación aplica para América Latina, y en específico para México, y en mi caso, para Colima. En la actualidad no existen estrategias para modificar el contexto educativo, ni voluntades que se unifiquen y vayan en la misma dirección por el bienestar de los educandos. Lo que existe en la actual educación, lejos del principio rousseauniano, es un acartonamiento en el currículum para ejecutar los contenidos en un proceso de enseñanza-aprendizaje muy deplorable, que, si lo vemos con lupa, es el mismo que prevalece en todo el territorio nacional desde hace décadas.

Antes mencionaba

¿cuál es la utilidad de saber

Cartón de Rima

COLUMNA

This article is from: