Cultura

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Cultura elCaribe, SÁBADO 12 DE SEPTIEMBRE DE 2020

elcaribe.com.do

La modernidad Dramaturgia llegó a RD en el durante la Era siglo XX por PP de Trujillo

Ed Vásquez: bajo influjo del quehacer familiar

Antonio Vidal Ortega narra cómo Puerto Plata se convirtió en un polo de modernidad desde finales del siglo XIX y principios del XX P.6

El artista plástico Ed Vásquez narra cómo el quehacer de sus padres, sastre y modista, lo empujaron a plasmar sus creaciones P.10

Bienvenida Polanco Díaz analiza el desempeño de la dragmaturgia durante la Era de Trujillo, y cómo los artistas obraron, según el entorno dominante P.7

Laberintos y espejos de El Gordo Oviedo Fue el izquierdista más cercano a todos por su espíritu alegre y su libertad sin prejuicios

El Gordo Oviedo. FUENTE EXTERNA

JOSÉ MERCADER 666mercader@gmail.com

E

l Gordo Oviedo era gordo, de sonrisa socarrona, con el pelo a lo Alain Delon y cuerpo de Henry Calvin cuando hacía de sargento Demetrio López García en la serie de televisión de El Zorro. En el Cibao hubie-

ran dicho que era el Perfecto Charlatán, en el segundo sentido, de cherchoso y peso pesao en la categoría sangre liviana. Lo conocí cuando Olga Luciano lo llevaba como la imagen del jarabe Emulsión de Scott, que no es lo mismo que el Wampole, y mucho antes de que llegaran a este rincón del universo sus hijos José Carlos y Dilia Virginia, tiempos en que iba a la UASD en bicicleta con La Ticha en barra. En cualquier esquina aparecía Luis Díaz

sudao en un maratón que él se inventaba donde corrían él y Duluc; o te topaba con el Bacho quedao en su Mercedes que le servía para practicar para cuando fuera presidente. ¡El Bacho Va! Después que el 1J4 se dividió en cuchumil pedacitos, más que fracciones y partiditos quedaron algunos de aquellos militantes representativos. Y el Gordo Oviedo fue uno. El Gordo siguió su ritmo, sus visitas a

Santiago a casa de la Viuda Minaya que estaba en una segunda planta en la calle 30 de Marzo detrás de la Iglesia Mayor hasta que mudó su “Hotel Izquierdista” a la 16 de Agosto al lado de Jorge Gobaira el síndico. Por ahí pasaron todos de tadas las tendencias: Polón, Saleta, Chaljub, María, Fidelio, Román, Amaury, menos los del MPD y del PCD, que era otra camá. Pasó, pero con aire de Agatha Christie, Sagrada Bujosa que la policía buscaba como aguja, fichada como Sonia López y María Bujon, sin saber que la llamábamos La Pichona. La Pichona y el Flaco Mario Velázquez, que eran como Bonnie and Clyde, se camuflaban que ni siquiera El Gordo reconocía. Era la época dura en la que los jóvenes inteligentes fueron asesinados, perseguidos y obligados a vivir con nombres falsos y moverse en las penumbras. Quizás por su gordura El Gordo no pudo encontrar una buena cueva y la policía, como los acompañantes del inspector Javier Funero en la novela La Sombra del Viento de Carlos Ruiz Zafón, lo golpearon como hacía dos mil años no se hacía. Usaron el “palito de abollar ideologías” que Quino definió en una de las tiras de Mafalda lo que le provocó una epilepsia de terrible secuela. -Carajo, ni porque su padre era Gobernador de Azua a las órdenes del Jefe, este muchacho er Diablo salió derecho. Repetía uno de los torturadores. En la Guerra de Abril, siendo un muchachón, se le ve en una foto en la Academia del Eugenio María De Hostos cuando la izquierda jugó un papel importante y en la que se destacaron muchísimas mujeres que Anonimato, en pleno compinche con Machismo, se hicieron los chivos locos para ignorarlas. Es, por ejemplo, el caso de Agustina Riva, Tina Bazuka y la China entre otras. El Gordo era un militante de la alegría que nació probablemente en el París de la Bohemia de Tomás Hernández Franco, celebrando cada día, cuando algún Ovni, por error lo teletransportó a esta isla sin ton pero con Son. En la UASD de los 70, él era el campus, estaba en Ingeniería, en Medicina, en el Comedor, en el Alma Máter teorizando y agitando, buscando votos para Roberto Santana, el papichulo blanquito y de melena, para la presidencia de la Federación de Estudiantes por FRAGUA, antigua UNER. l


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