Entre Nos Otros 12

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Enero-Junio 2018. No.12

Editorial

Revista del Programa de Comunicación Social y Periodismo de la Universidad de Ibagué. Entre Nos Otros. Enero-Junio 2018. no.12 ISSN 2339-3580 Iniciativa de investigación formativa y de articulación de las asignaturas del Programa de Comunicación Social y Periodismo, liderada por los estudiantes y docentes.

ÍNDICE

Editora Angela Lopera Molano

Dos familias, un guerrero-

Comité Editorial Adriana Guzmán Acosta Carlos Rodríguez Pérez Irene Rodríguez Prada María José Cuesta Ospina Natalia Agudelo Peñón Nicolás Amado Murillo Paula Camila Pachón Montes Valentina Cárdenas Cadena Diseño logo Pamela Castro Larsen Diseño y Diagramación Marcela Morado

(Editorial)..............................................1 (Perfil)

Edgar Leonardo Silva Tafur .................................2

(Crónica)

Las maravillosas acacias

Manuela Botero López.......................................6

(Artículo principal)

Procesos ciudadanos de comunicación para la paz en el sur del Tolima Tatiana Alexandra Ávila Barbosa, Beatriz Helena Alba Sanabria ...................................................9

(Entrevista)

El agua como motor de vida Carlo Javier Gualtero Bernal

.............................12

(Aula)

Crastinus Hirudinea

Valentina Cárdenas Cadena ..............................15

(Reportaje gráfico)

C

ualquier cosa que tenga como objetivo sobrevivir y perdurar en el tiempo tiene, tarde o temprano, que asumir retos y adaptarse según las circunstancias. Entre Nos Otros no es la excepción, desde que inició el proceso de creación para la edición número 12 de la revista se planteó que la publicación debía incluir nuevas secciones, artículos y debía contar con una participación más activa de los estudiantes. La idea de incluir la opinión de los estudiantes nace de la necesidad de construir una revista desde adentro, puesto que Entre Nos Otros es ante todo una revista universitaria. De la misma forma es importante que quienes son el público principal de la revista participen y se integren directa e indirectamente en la publicación. Desde el comité editorial de la revista, durante el semestre B 2018, se desarrollaron encuestas, sondeos y reuniones para conocer las opiniones y sugerencias de la comunidad universitaria. Una de nuestras actividades favoritas fue el lanzamiento de la edición número 11, durante la Cátedra Inaugural del semestre del Programa de Comunicación Social y Periodismo. Ese día se les pidió a los estudiantes anotar en post-its su opinión sobre Entre Nos Otros. Una de esas opiniones es esta: “Son páginas para conocer la región y el mundo desde otras miradas”. Con el mismo entusiasmo que nos vinculamos al comité editorial de la revista presentamos esta nueva edición, en la que establecimos que el concepto común entre los textos eran las historias y el movimiento, por eso la metáfora del maletín viajero.

Laboriosos de la 28

Rector César Vallejo Mejía Vicerrectora Diana Carolina Velasco Malaver Decana Facultad de Humanidades, Artes y Ciencias Sociales Fadhia Sánchez Marroquín Directora Programa de Comunicación Social y Periodismo Luz Dary Espitia Hernández Impresión León Gráficas LTDA Contacto entrenosotros@unibague.edu.co Los artículos publicados son responsabilidad de sus respectivos autores y no comprometen a la Institución. Universidad de Ibagué Facultad de Humanidades, Artes y Ciencias Sociales Programa de Comunicación Social y Periodismo Ibagué, Tolima, Colombia

Juan Manuel Sanabria Novoa .............................17

(El anzuelo medios)

El club de periodismo: un espacio para verdaderos apasionados Adriana Guzmán Acosta

.................................20

(Reportaje)

Caminos de metal que el tiempo oxidó

Daniela González Cifuentes, María Paula González Cuellar....................................................22

(Paz y región)

Experiencias del semestre de Paz y Región

Gisela Andrea Quiroga Quintero ...........................28

(Relatos) Marti-inca

Nicolás Amado Murillo ...................................32

(Columna de opinión) El cómplice perfecto

Federico Avendaño Semma ...............................36

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Revista del Programa de Comunicación Social y Periodismo de la Universidad de Ibagué

un guerrero Dos familias,

Texto y fotos por: Edgar Leonardo Silva Tafur*

Me acerco a buscar asiento (primero porque hace mucho sol y segundo porque lo necesito) y estrecho su mano. Me acomodo a su derecha y descargo el morral. -Espéreme tantito, dice. -Claro profe, tranquilo. Saco la libreta y empiezo a ver las preguntas que he preparado. Durante 15 minutos habla en voz baja, ve el celular y piensa en voz alta. Deseo saber con quién habla, pero usa los audífonos. Más tarde comprenderé. Mientras tanto observo una niña y dos niños que conversan sentados sobre una barra. No pasan más de cinco minutos cuando un hombre con gorra azul oscura y camisa manga larga color azul claro se acerca y les dice: “Por favor bajen de ahí”. El profesor les dice: “Niños bajen de ahí”. Ellos hacen caso, pero no están muy contentos. Bajan las escaleras que están a mi derecha y se dirigen a una de las canchas que tiene el Polideportivo Bocaneme. El paraíso para todo deportista y un hogar para otros. Él, un hombre moreno y con un poco de barba, lleva año y medio en Ibagué. Es profesor de lucha grecorromana y campeón panamericano en 2013 en Guadalajara, México, en la categoría de 66 kg. No es gringo, no es colombiano y no es ruso. Su país fue visitado por Cassius Clay, más conocido como Mohamed Ali, en el año 1996. Una república dirigida por hermanos cuyo apellido es Castro. De acuerdo con Google Maps, Ibagué se encuentra a más de 1905 km de Camagüey, tierra natal del Profesor. Allí nació el 14 de noviembre de 1986. A la edad de 7 años, su madre, profesora, se casó con un señor en un pueblo de Camagey, llamado Florida. Ese mismo año conoció la lucha. “Entrenadores de lucha pasaron por los colegios en las clases de educación física preguntando quién se quería apuntar en el deporte, yo no sabía nada, pero me apunté”; al mismo tiempo practicaba gimnasia artística y taekwondo. “En los tres deportes era bueno, así que me quedé con el entrenador que más me convenció”. Manuel Rubio fue una de las personas que visitó el colegio y le convenció de que entrara a la lucha. Más tarde, Ignacio Márquez Pino, más conocido como Pancho, “que en paz descanse”, estuvo a cargo de su progreso. “Fui un alumno sobresaliente. La gente decía ¿cómo es posible? buen deportista y buen estudiante”. Esto implica sacrificio, dedicación y apoyo de la familia, es decir, una formación integral. “Debes dejar muchas cosas aparte para poder enfocarte en tus metas. Es difícil pero no imposible”.

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Su infancia no fue color de rosas. Pasó por mucho trabajo, aguantó hambre y caminó descalzo por las calles de Camagüey. Sin embargo, a los 9 años fue campeón en la categoría 9-10 de un torneo que tuvo lugar en su tierra y aún guarda el diploma que le concedieron, en Cuba. Conformó la selección nacional a los 15 años y participó en el internacional Grand Ma, en el cual quedó 5o en el internacional de mayores. Fue el primer paso a la gloria deportiva. “Ahí me empezaron a mirar los entrenadores de mayores”. Nunca perdió en su categoría a nivel nacional (15-20 años). Ganó todos los escolares y juveniles. Era invencible. Con 15 años, fue catalogado el atleta más integral de Cuba. Mérito que se alcanza siendo campeón nacional y contando con un promedio académico bastante alto. “Yo salí como atleta integral en la lucha grecorromana. Terminé con 98,63 kg. Nunca se me olvida”. Gracias al deporte tuvo la oportunidad de ir a Rusia, Italia, España, Francia, Armenia, Azerbaiyán, Bielorrusia, Asia, China, República Dominicana, México, Salvador, Guatemala, Haití y, por supuesto, Colombia. Francia fue uno de esos “Fui un alumno sobresaliente. La gente países que lo fascinó, lo asombró. Sin embargo, tiene bastante clara una situación que no puede decía ¿cómo es posible? buen deportista y olvidar y que se desarrolló en otro lugar: “Tengo buen estudiante”. [...] “Debes dejar muchas el privilegio de decir que un 14 de febrero fui a un cosas aparte para poder enfocarte en tus restaurante en Armenia, donde todo era de oro. Las sillas, las mesas, los cubiertos, los cuadros, metas. Es difícil pero no imposible”. donde se ponían las servilletas. Todo, todo, todo”. A Colombia llegó gracias a una persona que se ha convertido en su hermano y su familia. Yasdiel García, entrenador de la Liga de Lucha del Tolima, amigo incondicional del Profesor. “Estuvimos muchos años durmiendo en la misma cama, comiendo en el mismo plato y si había un pedacito de pan lo compartíamos”. Desde la niñez han tenido una rivalidad constructiva. “En un nacional de Cuba era figura. El único que me marcó punto fue él. Como era mi amigo decían que lo había dejado marcar el punto y él se molestó. En realidad, me marcó el punto bien marcado. Tuve que ponerme las pilas porque si no me hubiese ganado”, se ríe, “cuando tenía un problema en mi casa con mi mamá, yo me escondía en la casa de él. Y cuando él no tenía las posibilidades iba a mi casa, salía conmigo. Somos compadres, amigos”. García lo contactó y le hizo la invitación para venir a ayudarlo en el Tolima. “Yo no quería estar acá por mi familia, por ciertas cosas personales. Sin embargo, vine un día, vi a los muchachos y me comprometí. Tomé la decisión de apoyar la lucha tolimense”. La familia del profesor está en Cuba. Tiene dos hijos: una niña de seis y un niño de tres años. “Tengo ganas de ir a Cuba a ver a mis hijos”. La esposa es colombiana. Vive en Canadá y se comunican a través de WhatsApp o video llamadas, “con mi mujer yo hablo a toda hora, excepto cuando entreno”. Con sus hijos la cosa es diferente. Debe llamarlos porque el internet en Cuba no es muy bueno. “La imagen se ve mal. Es un chicharrón eso”.

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Es él. Está sentado en una banca ya desgastada por el tiempo. Lleva una camisa blanca y una pantaloneta que tiene la bandera de su país. Hay una maleta sobre el muslo donde apoya sus codos mientras usa el celular. A su izquierda hay una pequeña palma que tiene pintada la bandera colombiana. El sol está muy por encima de la franja amarilla.

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Desde hace cinco meses no viaja a Cuba. “Lo más difícil es haber dejado a mis hijos en Cuba. Lo más difícil para mí, es no verlos crecer. Hoy por hoy siento que me falta la vida por ellos. Es lo que más amo en esta vida. Es lo que más me ha chocado en Colombia. Yo he estado viajando, pero no tanto tiempo, lo máximo que me había separado de mi familia era un mes, por los entrenamientos. No quería alejarme de ellos, pero la vida es así”. También es consciente de que su amor por el deporte ayuda. “Cuando pienso que cumplo con mi labor, con lo que me gusta, empareja la situación. Quisiera estar en Cuba ahora mismo, pero bueno me toca, como dicen en Colombia: ‘cuando toca, toca’”.

Antes de ser un guerrero fue un ser humano como usted y como yo, que tenía virtudes y también errores. Era un Dre., aquel joven que protagoniza Karate Kid junto al famoso e inolvidable Jackie Chan, solo que él no buscaba practicar karate sino lucha. Aunque las condiciones sociales y económicas no son las mismas, hay algo que los une, incluso usted también puede hacer parte de este caso. “Yo tenía un gran problema. Como era tan distraído y regado, siempre dejaba las cosas botadas. Es decir, me sentaba con un buso, me lo quitaba y lo dejaba ahí en el piso o donde fuese. Mi mamá se molestó mucho, pues botaba todo. Tanto así, que me sacó de la lucha. Ella decía: ‘No vas más a la lucha porque todo lo botas’. Pasé llorando como dos días. Mi mamá no podía conmigo hasta que me volvió a llevar a la lucha y le dijo al entrenador: ‘Si Alexander vuelve a botar algo, ahora sí más nunca vuelve a la lucha’”. Tal parece que no se volvieron a ver camisas o cualquier otra cosa en el piso, porque su hijo aún continúa sobre la colchoneta.

Ahora vive en una ciudad tranquila y amañadora. Un vividero. Le rodean padres de familia, atletas y amigos. Su lugar de trabajo, más bien, su hogar, es un espacio pequeño donde se encuentra tendida una colchoneta con forma cuadrada. De las 24 horas del día, nueve están dedicadas al entrenamiento de dos grupos: uno de masificación (quienes comienzan) compuesto por 35 niños. El otro es la Selección Juvenil de Lucha del Tolima.

Alexander Casal tiene 32 años. Es una persona tímida, poco expresiva, modesta, humilde y educada. Es amigo, padre, hermano e hijo. “Soy una persona de pueblo, que estoy para servirle a todo el que haga falta. Si algún día me dieran la posibilidad de quedarme, me quedaría”. Mientras tanto incursiona en el diseño gráfico de ropa deportiva junto con unos profesores del SENA.

Karina Ramírez Tolosa tiene 19 años y hace parte de la Selección. Ella conoció al profesor a mediados de febrero del año 2017. Afirma que la impresión ha cambiado a lo largo del tiempo. “Muchas veces uno juzga a las personas antes de conocerlas. Yo lo veía más fuerte, más duro, más drástico y a medida del tiempo veo que a pesar de que él mismo nos exige, es un hombre noble, que se pone en los zapatos del otro. No es sólo nuestro entrenador sino también nuestro amigo”. Él no solo los corrige, sino que también los aconseja y los escucha. “El Profesor pasa mucho tiempo acá porque es su trabajo y no tiene muchos amigos a parte de esta familia, nosotros. Cuando hay inconvenientes él siempre cuenta con nosotros y nosotros también hacemos lo mismo con él. Él es un hombre fuerte, noble, humilde, muy respetuoso, ético y profesional”.

Detrás de esa postura erguida y con brazos cruzados hay otras cosas que ven sus estudiantes y sus amigos. Mientras tanto, hay una luz naranja y otra color verde que genera la impresión de un semáforo. No hay rojo, quizás, porque esta familia no puede parar, simplemente tiene que continuar. Ahora el sol da por debajo de la franja roja. “¡Deportistas listos para empezar el entrenamiento!: ¡Sí!, listos, ¡con voluntad y esmero obtendremos ser primeros!”.

-¿Qué piensa cuando decide dejar a su familia y viene acá? “Es difícil sacrificar el tiempo de familia para venir a trabajar, pero eso también hace parte de los sueños, sacrificarse y salir adelante”, dice Karina, mientras el profesor se pone un par de tenis color gris y sale con cronómetro y pito en mano. Luego de unos minutos, tal vez 20. Urley David Montealegre un joven de 18 años se encuentra sentado en la colchoneta al lado izquierdo mío, mientras gotas de sudor forman lagunas de sal sobre la tela. Descansa un poco y dice: “Él dejó su familia por trabajar con nosotros. Cualquier persona no lo haría. Estar lejos de las personas que quiere, por venir a conformar otra familia de atletas. Cuando se puede hacemos actividades con el propósito de darle afecto. Intentar ser su familia. Muchas veces vemos videos de lucha”. Según Karina, hace poco fueron a la casa del profesor a ver un Panamericano que se desarrolló en Perú. “Es una persona carismática, echada para adelante. Una persona que lucha por sus sueños. Un guerrero”, dice David, cuando ya faltan 12 minutos para las 6 de la tarde.

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*Estudiante de cuarto semestre del programa de comunicación social y periodismo de la Universidad de Ibagué.

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Revista del Programa de Comunicación Social y Periodismo de la Universidad de Ibagué


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Las maravillosas

insoportable. Cuando era niña adoraba ir allí, tenía una fascinación indescriptible, que aún conservo, por el arroz que cocina mi abuelita. Era sencillo distraerme jugando con mis primas, observar el sublime río Magdalena, comer cholado o raspado y escuchar las disparatadas historias de mi abuelo. Pero los tiempos cambiaron, crecimos y reemplazamos los juegos de calle por Instagram, WhatsApp y cualquier otra distracción que funcionara con internet; ocio bastante difícil de satisfacer en una casa sin televisor, radio, internet o cualquier tipo de medio de comunicación que nos conecte con el mundo exterior.

No fue hasta que me encontré sola en el bus de vuelta a casa que entendí lo mucho que había estado necesitando ir a aquel lugar que aborrezco, para perderme en su tormentosa paz. Desde que tengo memoria, todos los años recorro con mi familia los 69.7 km que hay de Ibagué a Girardot, como mínimo cinco veces al año. Es tradición pasar cada festividad en casa de mi abuela materna: Semana Santa, día de la madre, año nuevo… y cada vez se hace más

Cuando iba en el bus camino a Girardot no podía evitar pensar en la famosa frase de Karl Marx: “La religión es el opio del pueblo”, sin duda alguna esa es la frase que describe perfectamente esa casa de más de 100 años de antigüedad, que fue la herencia de mi bisabuelo Andrés López a mi abuelo Enrique López y mi abuela Nubia Vesga, cuando consagraron su matrimonio. Fue el hogar de ocho hijos y de varios espíritus y fantasmas que, según mi abuela, aún permanecen allí. Su fachada es color naranja y es, en apariencia, muy pequeña, pero nadie imagina lo grande que es por dentro. Tiene un zaguán estrecho y largo que conduce a un espacio amplio al aire libre que todos llamamos BBQ. Está custodiado por dos pinos inmensos de aproximadamente ocho metros de alto y una cantidad de flores y matas que crecen desmesuradamente, gracias a la obsesión de mi abuela por cuidarlas, leerles la biblia y cambiarlas de posición dos veces al día para que tomen el mejor sol.

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La casa fue remodelada en el año 2000, cuenta con cinco habitaciones, de las cuales solo son utilizadas dos, una por un tío y la otra por mi abuela y una tía, en la primera habitación de la casa nadie se atreve a dormir, es donde más asustan y dicen que ahí vive el espíritu de una anciana achacosa. Personalmente no me atrevo a pasar de la puerta y tampoco quiero comprobarlo, puedo vivir con la duda. La segunda habitación está desocupada porque la tía que dormía ahí se mudó hace poco con su hija. Es la habitación con más significado para mí, era la de mi abuelo y falleció en ella hace nueve años; es la habitación donde siento más paz y la única a la que no le tengo miedo.

olvida los nombres de sus nietos, el lugar donde pone las cosas, nunca recuerda lo que almorzó y puede repetir la misma historia varias veces al día porque olvida que ya nos la ha contado y que prácticamente nos la sabemos de memoria. Su presente es confuso, fácil de relegar, pero su pasado permanece intacto y es fascinante; no cambian las palabras de sus historias, las exclamaciones, los gritos, los ademanes que hace con las manos, siempre los mismos. Hace un par de años mi abuela empezó a jugar de nuevo con peluches, sus comentarios se han vuelto jocosos y su actitud cada vez más testaruda y terca. Ella es el recordatorio viviente de lo que significa envejecer: volver a ser un niño.

La casa está impregnada de elementos religiosos por todas partes: cuadros, cruces, la Biblia siempre a la mano, folletos del profeta William Branham. Las reglas son bastantes estrictas: prohibido el televisor, la radio, el internet, prohibido poner música, a menos que sea cristiana, prohibido andar muy ligero de ropa, (regla bastante difícil de cumplir una temperatura de 43°C), prohibido quedarse despierto después de las diez de la noche y, básicamente, está prohibido ceder ante cualquier tentación mundana.

En los últimos años siempre que voy a aquella casa mi rutina consiste en bañarme más de tres veces al día y quedarme tendida en el suelo buscando las partes más frías, para evitar derretirme del calor mientras reniego de la falta de Wi-Fi. Pero esta vez fue diferente. Quizás fue el hecho de que me sentía tan agobiada por la vida y sus circunstancias que en cuanto llegué allá y pude desconectarme del mundo exterior, me sentí tranquila, en paz conmigo misma e intenté sacar el mayor provecho de aquella casa y sus reglas. Desde el momento en que crucé la puerta me convertí en la sombra de mi abuela, me levantaba temprano en la mañana para escucharla leer la Biblia, la acompañe a la iglesia (por supuesto me tocó seguir los estándares de moda necesarios, falda larga y blusa cubierta) y en esas visitas me di cuenta lo lejos que había estado de Dios en los últimos meses, sentí calma, sentí que aunque el mundo se estuviera desmoronando a mi alrededor y estuviera perdida, allí siempre habría un lugar para mí.

Y sí la casa es particular, su dueña lo es aún más. Mi abuelita es para mí, lo mismo que las acacias eran para los antiguos egipcios: maravillosa. He visto cambiar el color de su cabello cada vez más, el negro se transforma en plata y luego en completo blanco, y sus ojos verdes se han estado rodeando de pliegues alrededor, igual que sus manos, pero su espíritu no se apaga, no cambia, no se marchita. Es fuerte para afrontar problemas, para ser el pilar que sostiene a la numerosa familia y para colmarla de esa sabiduría que solo los años pueden otorgar. Siempre está vestida con faldas largas y blusas de mangas, como toda buena cristiana. Su fe en el cristianismo ha sido el legado para todos sus hijos y nietos y es la única religión que se practica en la familia, unos más entregados que otros, pero a fin de cuentas todos creemos en ella.

Cerré todas mis redes sociales, dejé mi celular en un segundo plano y me dediqué a disfrutar de las cosas más simples de la vida: los raspados en el Parque Bolívar, los mercados en la plaza con mi abuela y mi tía, las historias del pasado de mi abuela, aunque ya las he escuchado mil veces, ella disfruta contármelas y yo escucharlas. La más divertida de todas siempre es la del brujo que vive en la casa vecina, al cual mi abuela apoda El Polvorete, su nombre real es Adán Morales, es un

A sus 78 años está padeciendo el terrible comienzo del Alzheimer, confunde a sus hijas entre sí,

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Texto y fotos por: Manuela Botero López*

acacias

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nostalgia por todos los momentos que quizás me perdí por estar enfrascada en las redes sociales, pero dentro de mí sentía que algo se estaba reconstruyendo de nuevo y que la sensación de estar perdida y rota iba desapareciendo. Necesitaba a mi familia, necesitaba alejarme del mundo, necesitaba darme cuenta de que esa tormentosa sensación de querer escribir un WhatsApp o de abrir Instagram y no poder, me llevó a encontrar paz, una sensación de tranquilidad que no pienso rechazar y para que esta continúe acompañándome, he decidido implementar algunas de las reglas de aquella casa pero, sobre todo, intentaré vivir como lo hace mi abuelita, en armonía con su alma, con Dios y la vida; con la serenidad de un niño.

Adán ha vivido al lado de mi abuelita toda su vida; siempre se sienta afuera de su casa y solo observa su alrededor, no habla mucho con la gente, muy rara vez sonríe. Cada vez que mi abuela pasa cerca, él le susurra unas palabras entre dientes, mi abuelita dice que son maleficios que quiere ponerle, pero ella con calma replica “yo tengo un brujo más grande: Dios” y sigue su camino. Hay rumores de que una bruja viene a visitarlo y a traerle libros de magia negra y objetos para realizar sus conjuros, también se dice que tiene una mascota, un pájaro al que se le apoda el pájaro del Adán, que mi abuela asegura haber visto en varias ocasiones y que describe como un fenómeno con alas negras, nadie más lo ha llegado a ver, pero en la casa ya es costumbre decir “ahí está el pájaro del Adán” cada vez que escuchamos un ave cantar.

*Estudiante de cuarto semestre del programa de Comunicación social y periodismo de la Universidad de Ibagué.

Procesos ciudadanos de comunicación para la paz en el sur del Tolima Por: Tatiana Alexandra Ávila Barbosa* y Beatriz Helena Alba Sanabria**

Resumen Este proyecto de investigación se realizó con el propósito de identificar iniciativas ciudadanas que se gestaron para crear resistencia civil, para contrarrestar las dificultades ocasionadas por el conflicto armado y fueron necesarias para la generación de una cultura de paz en el sur del Tolima (Colombia). La metodología cualitativa se desarrolló través del método de estudio de caso y la realización de diagnósticos participativos de comunicación en cuatro municipios del sur del Tolima (Ataco, Planadas, Chaparral y Rioblanco).

Introducción Esta investigación hace parte del ejercicio de comprensión que desde la academia se hace del territorio, y que puede constituirse como insumo para el reconocimiento de las buenas prácticas e iniciativas ciudadanas, susceptibles de ser replicables en toda la región. Los resultados obtenidos permiten evidenciar las propuestas concretas que han hecho las comunidades para aportar a la paz y al mejoramiento de sus condiciones de vida. La intención de esta investigación fue evidenciar que la paz es un proceso que no solo se concluyó luego de los diálogos en La Habana, sino que habita en cada una de las comunidades que han estado inmersas en escenarios de conflicto y han tenido que sobrevivir y resistir a este, con o sin el apoyo del Estado.

Sin duda alguna, mi abuelita hace responsable al Polvorete de todas las cosas anormales que pasan en la casa, de los cajones y puertas que se abren solos, los pasos que se escuchan en la noche, las sillas que se caen misteriosamente y los espíritus que muchos de la familia han podido ver. Lo malo de escuchar estas historias es que en la noche no puedo dormir, no me atrevo a ir sola al baño o a la cocina y mi único deseo es que vuelva a amanecer, la oscuridad allí es aterradora y la hace aún peor el hecho de que no me dejen encender la luz en toda la noche.

Los escenarios explorados en el sur del Tolima evidenciaron experiencias y procesos con características similares por el contexto económico, político y social de esta zona. Igualmente, se reconocieron allí ciertas particularidades, desde el trabajo colectivo, que dinamizan y enriquecen la vida de las comunidades, en la construcción de paz territorial, donde la comunicación juega un papel fundamental en las prácticas locales. “La comunicación es una experiencia de producir paz desde y en sí misma. Solo que esta experiencia debe ser producida desde las estéticas y relatos que habitan la gente” (Bayuelo et al., 2008).

El viaje de regreso fue abrumador, tenía muchos sentimientos encontrados, sentía

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anciano moreno de mediana estatura, con un ojo vidrioso y gris, causante de su mirada atemorizante. Su rostro está lleno de arrugas, finos pliegues que, junto a su cabello blanco, dan cuenta de sus 79 años. Sus dientes son producto del descuido y el abandono en el que vive y esto también se refleja en su casa, aunque está ubicada justo al lado de la casa de mi abuelita en el barrio Las Quintas, el estado de pobreza y miseria de aquella casa amarilla de puertas verdes y cafés es lamentable. Según mi abuela, todas las cosas malas que él ha hecho en su vida se le han devuelto.

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Metodología Esta investigación se desarrolló desde un enfoque cualitativo para comprender las acciones humanas dentro de las iniciativas civiles, a través del análisis de las percepciones e interpretaciones de los sujetos involucrados en las iniciativas analizadas, a través de un estudio exploratorio que identificó las posturas y los valores que comparten las comunidades estudiadas.

Cabe resaltar que para caracterizar las iniciativas se realizó un diagnóstico participativo de comunicación, el cual permitió un acercamiento directo con la comunidad. En los espacios de encuentro se generaron intercambios de ideas, de información, puntos de vista y experiencias entre personas y grupos.

de las comunidades en un contexto de conflicto armado. La asociación Aprovocal de la vereda Calarma en Chaparral está conformada por mujeres que, a partir de la integración y organización, trabajan por mejorar su calidad de vida a partir de la gestión de proyectos que generen oportunidades de formación, empleo y proyección social. Entre tanto, la emisora comunitaria Musicalia Estéreo tiene una trayectoria e impacto de 19 años en el municipio de Planadas, realizando procesos de comunicación y participación con la comunidad, al posibilitar la construcción de paz entre los habitantes de la cabecera municipal y las veredas del municipio. En cuanto a la caracterización del lugar que ocupa la comunicación, se identificó que, a nivel interno, los procesos de gestión y participación de las líderes e integrantes de Aprovocal han contribuido en la consecución y cumplimiento de los objetivos de desarrollo propuestos por la asociación productiva. Finalmente, los procesos de comunicación de Musicalia Estéreo evidencian un trabajo colaborativo con la comunidad del municipio a través de iniciativas y proyectos que fomentan la construcción de tejido social, así como campañas que favorecen a diferentes sectores de la población. Esta investigación es importante para el departamento del Tolima y para la sociedad en general, porque permitió la recolección de información inexistente sobre el aporte que han generado las organizaciones productivas y sociales en los municipios de Planadas, Chaparral, Ataco y Rioblanco para la construcción de imaginarios de paz. De igual manera, los resultados permitieron caracterizar dos iniciativas sociales, a partir de la relación directa con líderes y comunidades de Aprovocal y Musicalia Estéreo. Referencias Anyaegbunam, C., Mefalopulos, P., y Moetsabi, T., (2008) Diagnóstico participativo de comunicación rural comenzando con la gente. Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación. Roma, Italia. Bayuelo, S., Cadavid, A., Durán, O., González, A., Tamayo, C., & Vega, J. (2008). Lo que le vamos quitando a la guerra. Bogotá: Universidad de Oklahoma. Cambero, S. (2011). Empoderamiento femenino y políticas públicas, una perspectiva desde las representaciones sociales de género. Entramado 7(2). Hernández, E. (2009) Resistencias para la paz en Colombia. Experiencias indígenas, afrodescendientes y campesinas. Revista Paz y Conflictos, 2, 117 - 135. Juarez, J. et al., (2017) Los movimientos sociales de mujeres y su consolidación como interlocutor y actor político en la construcción de la paz en Medellín, Colombia. Izquierdas, 34, 1- 25. Lukas, J; Santiago, K. (2004) Investigación educativa, Editorial Alianza. Martí, S. (2014) Los movimientos sociales. Recuperado 19 de abril de https://campus.usal.es/~dpublico/ areacp/materiales/Losmovimientossociales.pdf

Resultados A partir del trabajo realizado durante la primera fase se evidencia que, si bien el sur del Tolima ha sido una zona estratégica para la acción de los grupos armados, también es un territorio donde se han constituido procesos de organización y participación ciudadana, que evidencian el interés de los habitantes de esta zona por superar el conflicto y pensar en otras formas de integración y reconstrucción del tejido social. De acuerdo con el trabajo realizado durante la fase de diagnóstico y caracterización, se evidenció que las dos iniciativas seleccionadas corresponden a procesos ciudadanos que buscan satisfacer las necesidades

* Comunicadora Social y Periodista, especialista en Gerencia del Talento Humano y Desarrollo Organizacional, y candidata a Magíster en Educación de la Universidad de los Andes. Docente del Programa de Comunicación Social y Periodismo e investigadora del Grupo Rastro Urbano. ** Comunicadora Social – Periodista de la Universidad de Tolima. Co-investigadora, Programa Ondas.

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La investigación se desarrolló en dos (2) fases que permitieron alcanzar los objetivos propuestos. La primera fase permitió la identificación y rastreo de los procesos ciudadanos de comunicación para la paz en los cuatro municipios del sur del Tolima. En la segunda fase se indagó por el lugar que ocupa la comunicación en los procesos ciudadanos de paz, a partir de la caracterización de dos iniciativas civiles a través del método de estudio de caso.

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Revista del Programa de Comunicación Social y Periodismo de la Universidad de Ibagué

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Por: Carlo Javier Gualtero Bernal*

A

los tres años Federico Avendaño se dio su primer chapuzón en la piscina. Desde entonces, sus esfuerzos, jornadas maratonianas para compaginar estudios y entrenamiento y su afán por mejorar han llenado su trayectoria profesional con logros en distintos campeonatos. Entre estos premios están dos medallas de oro y tres de plata en el Campeonato Zonal Municipal Universitario 2017. A nivel nacional compitió en el Torneo Nacional Universitario donde ganó una medalla de plata y dos de bronce.

En el 2013 entró a formar parte de la Liga de Natación del Tolima donde tuvo la oportunidad de participar en diferentes competencias, ¿cómo fue esto? Pertenezco a la Liga de Natación del Tolima desde finales del 2013, que fue mi último año en la categoría infantil. Ese año cambiaron las categorías y pasé a la categoría juvenil, siendo Selección Tolima en mi primera interliga desde 2014 en Palmira. Desde ese año he pertenecido a la Liga. Daban la opción de entrenar con la Liga de Natación o con el club al que yo pertenezco, que es el Club de Natación del Colegio Inglés. En este caso, decidí entrenar con mi club para seguir con el mismo proceso que he llevado hasta el día de hoy.

Actualmente, el ranking le ubica entre los tres mejores a nivel nacional en su categoría, que comprende a los nadadores con edades entre los 17 y 18 años. Criado en una familia de deportistas, Federico nos cuenta su secreto para llegar y mantenerse entre los mejores de su especialidad.

¿Qué premios o reconocimientos obtuvo durante su carrera deportiva?

¿Cómo compaginó su infancia con los sacrificios que exige el deporte?

La mejora de los tiempos en los entrenamientos, eso es para mí el mayor premio. En cuanto a reconocimientos formé parte de la preselección de los Juegos Olímpicos Juveniles de Buenos Aires 2018. Otros reconocimientos o premios son las medallas de diferentes campeonatos departamentales, nacionales e internacionales. Además, me convocaron para la selección de la Asociación Colombiana de Universidades, ASCUN, para participar en el panamericano universitario

Uno se acostumbra a tantos años de entrenamiento y a tener una infancia diferente a los demás. No tenía tanto tiempo para salir a jugar ni para compartir mucho tiempo con mis amigos. El tiempo libre lo usaba para entrenar, aunque también sacaba tiempo para jugar cualquier cosa con mis amigos. En general, tuve una infancia feliz.

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sudamericano, que se celebró en Sao Paulo (Brasil), pero lamentablemente no pude acudir por falta de recursos. Cuando tuvo dificultades en la natación, ¿pensó en retirarse? Yo pensé en mis primeros campeonatos retirarme porque me ganaban por bastante distancia. Tenía un nivel inferior al de mis compañeros. Se lo comenté a mi padre y me dijo que eso era pasajero. Muchos nadadores en Colombia no llegaban a lo más alto. ¿Cómo le han tratado las lesiones? He tenido lesiones como rupturas de los huesos de los dedos por estar jugando fútbol o jugar baloncesto. Esas cosas no las debe hacer alguien que practique mi deporte. En el 2014 tuve una lesión en las rodillas por el crecimiento. Pasé de medir 1,58 a principios de año a medir 1,72. Esto hizo que se me salieran los huesos de las rodillas. Tuve que parar los últimos tres meses del 2014 para que se me relajaran las rodillas. Para mí lo peor que le puede pasar a un deportista es la impotencia que se tiene al no poder competir por una lesión. Gracias al apoyo de mi papá hoy estoy entre los tres primeros a nivel nacional, por eso me quedé.

¿Cuáles son las técnicas de la natación? Existen cuatro técnicas de nado. La técnica de mariposa que es el movimiento simultáneo de los brazos. La técnica de espalda que es mirando hacia el cielo moviendo los brazos alternativamente; la técnica de pecho y la técnica libre que es la más rápida que existe actualmente. Ya el estilo de utilizar estas técnicas se lo da cada nadador. ¿Con cuál técnica se siente más cómodo para competir? Yo diría que es la libre, en las pruebas de 200 o 400 metros libre. También algunas de fondo como los 1500 metros libres. Las pruebas combinadas incluyen toda la combinación de las técnicas de nado en la misma prueba, entonces he practicado ese combinado para ser un nadador más completo. ¿La natación le ha dejado amistades durante los 15 años que lleva entrenando? Las amistades que uno hace no solo en la natación, sino en cualquier deporte son muy lindas. Se crean amistades tanto con los compañeros con los que uno entrena, como también se teje amistad con personas que uno conoce en los diferentes campeonatos en diferentes ciudades. Uno conoce personas especiales con las cuales se mantiene una comunicación digital o uno se encuentra con ellas cuando compite en otra ciudad.

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El como motor de vida


Revista del Programa de Comunicación Social y Periodismo de la Universidad de Ibagué

Usted estudia comunicación social y periodismo en la Universidad de Ibagué, ¿cómo maneja el tiempo entre el estudio y el entrenamiento? Al principio me propuse matricular cuatro o cinco materias. En primer semestre la Universidad escoge el horario, entonces matriculé siete materias. Me senté con mi papá y cuadramos una agenda de tiempo para poder entrenar y así nadar los kilómetros correspondientes cada día. Por ejemplo, los lunes en la mañana debo entrenar y en la tarde hago gimnasio. Los martes entreno doble, en la mañana y en la tarde más en el gimnasio; los miércoles, en la mañana; los jueves, otra doble jornada; los viernes, una jornada en la mañana; los sábados, doble jornada y los domingos descanso. Ha sido bastante complicado, ya que se cruzan muchos entrenamientos con los trabajos, pero se puede sacar tiempo y ha sido bastante satisfactorio hasta hora.

Siempre hay una influencia de la familia en todas las acciones que yo he realizado. Mi padre fue nadador toda la vida, desde que era un niño hasta que se retiró después de mi nacimiento. Él me inculcó ser nadador de carrera y así empecé a meterme más en el mundo de la natación. Antes de que yo naciera, mi papá se convirtió en entrenador del club al que pertenezco. Hoy mi padre es mi entrenador y siempre ha estado ahí apoyándome al igual que mi madre, que no fue deportista de alta competición, pero sí practicó varios deportes. Mis hermanos también son deportistas: Juan Tomás y María entrenan natación y Sofía practica gimnasia rítmica. Mi mamá siempre se dio cuenta que al tener una familia de deportistas, habría algunas dificultades para cada uno de nosotros. Ella nos comprendió y nos apoyó. Siempre ha sido como mi guía y mi acompañante en algunas lesiones que he tenido. Mi mamá ha sido parte importante y primordial durante todo mi proceso de deportista.

¿En el 2019 participará en algún torneo en el que represente a la Universidad? Participé el Zonal Universitario 2018 que tuvo lugar en la ciudad de Pereira en el mes de mayo de 2018. Gané el oro en los 1500 libre; tres platas en 200 y 400 libre y 400 combinados. Y, por último, un bronce en los 100 libres.

¿Por qué decidió practicar natación y no gimnasia como su hermana Sofía?

¿Qué le pediría al 2019? Siempre me gustó mucho más la natación que la gimnasia, me parece que la gimnasia es un deporte que no depende de uno. Depende de la calificación de un juez y puede haber casos de injusticias en ese deporte. En la natación no pasa eso. Aunque así uno nade feo, si nada rápido, gana. Eso hace que la natación dependa del rendimiento de uno mismo para poder ganar.

Tengo el objetivo de formar parte de la Selección Tolima en los Juegos Nacionales de Bolívar y poder luchar por las medallas. *Estudiante de sexto semestre del programa de comunicación social y periodismo de la Universidad de Ibagué.

Crastinus Hirudinea Por: Valentina Cárdenas Cadena*

Crastinus Hirudinea es el nombre científico para el mejor conocido, Gusano de la Procrastinación. El gusano como lo conocemos es un pequeño insecto que trabaja como un depredador externo de muchos mamíferos. El verdadero origen de los gusanos es desconocido aún. Pero en el caso del Crastinus Hirudinea, depredador de los humanos, su origen se remonta a hace aproximadamente un siglo. Cuenta la historia que en una selva tropical en el norte de Suramérica se encontraba un pequeño perezoso en la copa de un árbol, recibiendo los rayos del sol. De un momento a otro, una fuerte ventisca acechó la selva y el perezoso cayó al suelo, este se vio lastimado por otros animales que corrían a través de la jungla buscando un refugio. El perezoso, aunque no murió, estaba sangrando por una de sus patas. Y mientras caminaba, iba dejando su rastro de sangre en el suelo. Sangre que luego se combinó con el humedal de la tierra y sus nutrientes, generando unos pequeños huevos. Huevos que luego serían los originadores del gusano. La primera persona que estudió al gusano fue su primera víctima. El científico inglés Richard Sough. Sough se encontraba haciendo un estudio del ciclo de los diferentes tipos de gusanos que se encontraban en las selvas tropicales. Tenía gusanos bellotas, gusanos flecha, gusanos planos. Sin embargo, unos pequeños huevos de color amarillo (como lo describe en su bitácora) llamaron su atención. Estos serían los huevos del Crastinus Hirudinea. El ciclo de este gusano era bastante rápido, de alrededor una semana. Cuando nacieron eran muy pequeños, medían como máximo 0,5 mm. Eran delgados, de color verdoso, tenían la punta negra y, al parecer, poseían una especie de trompa. No tenían qué comer y, aunque se les ofreció de todo, aún se veían muy débiles; tanto así que Sough simplemente los clasificó como una especie que fácilmente se extinguiría. Cuenta la esposa de Richard que después de esa ida a la selva tropical, Richard no era el mismo. Se caracterizaba por ser un hombre activo, pero al pasar de los días, no quería hacer nada, todo lo posponía y no salía de su cama. De un momento a otro, Richard perdió la habilidad del habla, de la vista y de la escritura. Un día de octubre, cuando por fin se levantó, Richard cayó desmayado sobre su escritorio. Sangre y masa craneoencefálica empezó a salir de sus orejas y nariz. Su esposa, al encontrarse con esta escena, llamó rápidamente a emergencias. Richard fue trasladado a un hospital cercano y la sorpresa con la que se encontraron los médicos, fue peor aún. Richard Sough ya no tenía cerebro. En vez de esto, tenía un gran gusano verde-amarillento enrollado en su bóveda craneal que medía por lo menos dos metros. El gusano era viscoso, tenía una trompa negra en forma de succionador y, por todo su torso, poseía alrededor de 20 patas carrasposas, que tenían características que les permitían adherirse a cualquier superficie.

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Su familia lleva en el ADN el deporte. Su padre es su entrenador, su madre y sus tres hermanos también son deportistas. ¿De qué forma su familia lo ha apoyado en este deporte?

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Revista del Programa de Comunicación Social y Periodismo de la Universidad de Ibagué

Después de Richard, varios casos se registraron en la zona. Síntomas como pereza anormal excesiva, postramiento en cama, pérdida de habilidades, fueron identificados. Y todos daban indicio de que era producidos por estos asquerosos gusanos. El gusano de la procrastinación nacía débil, pues resulta que su única fuente de alimento era el cerebro humano. Se metía por las orejas de cada uno de sus huéspedes y se ubicaba en la zona más alta del cerebro, enviando ondas para restringir cualquier tipo de actividad. Así, con un cerebro en reposo, le era más fácil devorarlo. No se sabe muy bien en qué hábitat se encuentra el gusano de la procrastinación, pero en donde más se ha observado es en lugares llenos del polvo.

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Este ejercicio de la clase de Literatura hispanoamericana, orientado por la docente Patricia Coba, consistía en inventar un “monstruo” para que fuese incluido en un Manual de Zoología Fantástica. Se debía hacer un relato del monstruo con su nombre propio, descripción física, avistamientos, hábitat y su respectiva ilustración. La idea es que fuese algo totalmente original y bien constituido para dejar llevar nuestra imaginación y habilidad para contar y construir historias.

*Estudiante de cuarto semestre del programa de Comunicación social y periodismo de la Universidad de Ibagué.

Por: Juan Manuel Sanabria Novoa*

Cargar, desgranar, cortar y empacar; todo esto sin cambiar la expresión de satisfacción en aquel rostro que implícitamente enmarca la experiencia de años de trabajo. A pesar de estar despiertos desde las 2 a.m., 2. laboran el resto del día con gran orgullo, sin queja alguna y con una amabilidad reflejada en su mirada. *Estudiante de sexto semestre del programa de comunicación social y periodismo de la Universidad de Ibagué.

Dibujo: Vale

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[reportaje gráfico]

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El antídoto contra este gusano sigue en proceso. Pero estudios han comprobado que la lectura fortalece la habilidad del cerebro para protegerse de este parásito y que las personas que realizan actividad física, los ahuyentan con su constante movimiento. ***



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El club de periodismo: un espacio para verdaderos apasionados Durante el segundo semestre del 2018, el club de periodismo de El Anzuelo Medios reanuda sus sesiones con una programación que incluye módulos de fotografía, periodismo en cómic, talleres de prensa y otros ejercicios de narrativa y producción periodística. Para iniciar, a finales de agosto, el club recibió al reportero gráfico Cristian Acuña, editor fotográfico de la revista El Rollo, quien lleva seis años trabajando para la Subdirección de Educación de la Caja de Compensación Familiar Comfenalco, Quindío. Fueron dos días en los que Cristián compartió con los estudiantes los tips y consejos para capturar en una o varias fotografías la mejor historia; además de establecer la diferencia entre foto reportaje y fotografía documental. Durante los dos días, los espacios elegidos por los estudiantes para hacer el ejercicio práctico fueron el Skate Park, la carrera tercera y la plaza de la 28. Días después, el grupo visitó Calarcá y Salento en una salida que terminó de afianzar su conocimiento y pasión por la fotografía.

De la fotografía al periodismo en cómic El club de periodismo fue concebido como un espacio para ampliar conocimientos y discusiones que inicialmente se generan en las aulas. En ocasiones, se incita a experimentar y crear desde otras formas de narrar la realidad, como en el módulo de periodismo en cómic, un área poco explorada en el programa. Esta sesión fue impartida por el profesor Jorge Mendoza, quien desde su experiencia empírica en el tema, enseñó a los estudiantes a contar lo que sucede a su alrededor desde el cómic y sus elementos como las viñetas, las onomatopeyas, los globos, entre otros. El docente recalcó que esta forma de expresión no siempre relata temas controversiales y, para ejemplificar, contó la experiencia de Valentina Jater y José Morera, estudiantes de sexto semestre quienes, a partir de una salida pedagógica a Calarcá, narran la vida del director del Museo Gráfico y Audiovisual del Quindío. “El cómic es un formato muy antiguo que desde el ámbito periodístico no se ha tenido mucho en cuenta. Para nosotros, la forma más creativa de narrar una buena historia es a través del cómic y no desde los medios tradicionales. También nos interesa no dejar perder la esencia de los dibujos que transmiten lo mismo o más que una fotografía. Salirse un poco del cliché es adentrarse en una aventura. Requiere de mucha dedicación, pero realmente el resultado vale la pena”, contó Valentina sobre el ejercicio.

Foto: Club de periodismo

De la teoría a la práctica En un tercer momento, la fotografía, el cómic y los ejercicios en prensa cobraron más sentido durante el cubrimiento de Ibagué Ciudad Rock. En su versión número 17, el festival consolidó importantes agrupaciones locales y nacionales; allí el Club de periodismo capturó las historias más rockeras desde la fotografía, la radio y la prensa. Para finalizar el semestre, los estudiantes cerrarán con la visita a dos de los medios más importantes de Colombia: Semana y Noticias Uno. El objetivo de la salida pedagógica es conocer las metodologías de trabajo de cada medio y evidenciar las dinámicas de producción para la consolidación de sus agendas informativas. A propósito de la visita, Juan Manuel Sanabria, estudiante de sexto semestre, hizo énfasis en la importancia de conocer los grandes medios donde posiblemente incursionarán los futuros periodistas de la Unibagué: “Nos salimos un poco de la teoría y las clases para conocer la parte profesional. Conocer la mirada de muchos profesionales que están en el medio: sus experiencias, cómo han sido sus años trabajando allí, teniendo en cuenta que muchos de nosotros estamos a punto de graduarnos y necesitamos conocer esa mirada desde afuera, desde los que ya tienen experiencia en el tema”. Al finalizar el periodo académico aun quedarán muchos temas por abordar, pues los estudiantes inquietos e impacientes, han puesto sobre la mesa situaciones, lugares, historias que les interesa explorar desde diferentes formatos periodísticos. En el 2019 el objetivo es lograr que más allá de ser un espacio impulsado por un grupo de docentes, sean los mismos jóvenes quienes se interesen por darle continuidad al proyecto y vinculen otros estudiantes apasionados por el periodismo y la comunicación social. *Periodista El Anzuelo Medios, Universidad de Ibagué.

Caricatura: José Morena y Valentina Castellanos

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Por: Adriana Guzmán Acosta*


Caminos de metal que el tiempo oxido Revista del Programa de Comunicación Social y Periodismo de la Universidad de Ibagué

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La troncal que conectó la capital con el Ferrocarril del Pacífico (Buenaventura), incluyó un tramo que pasaba por Ibagué. “Primero hicieron las redes del ferrocarril hasta Espinal, allá lo bifurcaron hacia Neiva. Luego, llegó a Flandes y a Chicoral. Algunos años después, llegó a Ibagué”, comenta Pedro Bernardino Sosa, miembro fundador de la Academia de Historia del Tolima, sobre las diferentes etapas que tuvo la llegada del ferrocarril a la capital del Tolima. La Guerra de los Mil Días, reiteradas dificultades burocráticas y la muerte de Carlos Tanco, empresario encargado de las obras, provocaron que la construcción de dichas redes ferroviarias fuera lenta. Finalmente, el ferrocarril llegó a Picaleña en 1919, un hito que permitió que continuara hacia el centro de Ibagué.

‘’Ver ese monstruo en mi ciudad fue una locura: la gente se sentía con ínfulas de importancia. Desde que llegó, Ibagué no fue la misma Ibagué de siempre. Ahora teníamos clase, ahora podíamos destacar ante las demás ciudades y no ser solo un pueblo más”, rememora Jaime González, hijo de un comerciante de aquella época. En ese mismo año, aparejado con la actividad ferroviaria, comenzó la construcción de un pequeño y alejado barrio rural: la estación del ferrocarril de Picaleña. Su población fue creciendo, al punto de convertirse en un lugar significativo en la ciudad por su connotación social y económica. El centro de la ciudad también se benefició del impulso ferroviario con la construcción de la estación Ospina en 1926, ubicada en la calle 20 con carrera 1ra, en el lugar donde se encontraba esa vieja enramada. Esta importante obra la promovió el presidente, Pedro Nel Ospina, en colaboración con el ministro de obras públicas, Laureano Gómez. Llegada del tren a Ibagué,1921 Foto suministrada por: Carlos Pardo Viña

Por: Daniela González Cifuentes y María Paula González Cuellar*

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ocomotoras y vagones revolucionaron la economía y la industria colombiana a finales del siglo XIX. Caminos de metal que hicieron posible la distribución y el transporte de cargas que, anteriormente, no podían ser trasladadas con facilidad. El ferrocarril trajo consigo aumentos significativos de la producción de la industria bananera, cafetera, textil y el desarrollo de algunas regiones del país. El sistema ferroviario comunicó las ciudades de mayor capacidad económica y comercial. Cuando Pedro Nel Ospina asumió la presidencia se propuso aumentar las distintas redes que conectaban el país. Esto originó la creación de un proyecto ferroviario nacional que comprendía tres troncales: la transversal (Bogotá– Buenaventura), la occidental (Valle del Cauca) y la oriental (Bogotá – Santa Marta). La construcción de estas redes fue paulatina. Aunque algunas quedaron incompletas, el ferrocarril se posicionó como el transporte de carga y de pasajeros más representativo del siglo XX.

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La estación ferroviaria no solo convirtió Ibagué en uno de los principales tramos en el camino entre Bogotá y el occidente del país, sino que también impulsó el desarrollo urbanístico, económico y social de la zona. Permitió la creación de distintos barrios, el crecimiento del sector hotelero y del comercio, a raíz de los productos que salían o llegaban desde otras ciudades. “La llegada del tren los domingos era un espectáculo. Llegaba cargado de bizcochos, calentanos, quesillos, bizcochuelos. Había una especie de mercado cuando llegaba el tren. Donde en estos momentos está el Monumento a la Bandera, en aquella época estaba lleno de ventas y carpas. Los ibaguereños iban allí a comprar los productos de tierra caliente”, afirma don Pedro Bernandino.

‘’Ver ese monstruo en mi ciudad fue una locura: la gente se sentía con ínfulas de importancia. Desde que llegó, Ibagué no fue la misma Ibagué de siempre. Ahora teníamos clase, ahora podíamos destacar ante las demás ciudades y no ser solo un pueblo más”, rememora Jaime González, hijo de un comerciante de 23 aquella época.

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Dos años después, en enero de 1921, llegó el tren a la Capital musical de Colombia. Una inmensa multitud aguardaba este importante evento en una estructura tipo enramada, el lugar que serviría como estación del ferrocarril. A tal acontecimiento no faltaron el Obispo de Ibagué, el Secretario de Gobierno del Departamento, el Alcalde y su gabinete. A las 11:00 a.m., en medio de la algarabía, las sirenas, los gritos y la banda municipal, llegó la primera locomotora.


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La ciudad transformó su urbanismo a partir de la construcción de la estación. El arquitecto y docente de la Universidad del Tolima, Andrés Francel, comenta que en 1935 se realizó el Proyecto Ibagué Futuro, el cual visualizaba la arquitectura de la ciudad dentro del movimiento moderno, siendo el ferrocarril el eje alrededor del cual se planeó. Arquitectos como Alberto Manrique Martín, Arturo Jaramillo Concha y Carlos Alberto Tapia, llegaron a la ciudad para concebir algunos de los proyectos más importantes para la capital. Esto “permitió ver la estación Ospina no solo como el inmueble, como el contenedor, sino como ese centro que permitió la comunicación con otras dinámicas nacionales, principalmente respecto a Bogotá. En otras palabras, fue un núcleo de expansión de las ideas, del pensamiento, de la cultura, de incorporación de nuevos preceptos en arquitectura y urbanismo. A nivel de estas dos áreas es fundamental para comprender la ciudad desde 1920, fecha a partir de la cual se empieza a transformar la ciudad, gracias a las ideas que llegan mediante el ferrocarril”, agrega Andrés Francel. Los rieles del ferrocarril atravesaban la ciudad para llegar a la estación Ospina desde la estación de Picaleña. El tren pasaba por el barrio bautizado como Versalles, y seguía por donde hoy se ubica el Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA). Allí descargaban los tanques de petróleo y continuaba su recorrido por lo que actualmente es la Avenida Ferrocarril. Un vestigio que hoy nos sigue acompañando. Aquellos caminos de metal desplazaban un tren que constaba de 10 a 12 vagones. Los primeros que seguían a la locomotora eran de carga; los otros, de pasajeros. Clasificados en función de la capacidad económica, “el tren tenía tres categorías: una de ellas era exclusiva para las personas con más dinero”, dice Pedro Bernandino. Además, contaba con “su vagón restaurante, donde las personas iban y consumían sus propios alimentos, porque no había meseros o camareros”, cuenta doña María Elvira Borja, nacida en 1946, en la crónica ‘Tras los rieles’ publicada en www.elanzuelomedios.com. Ella disfrutó su juventud asomándose a la ventana a admirar cómo pasaba y sonaba tres veces al día esa “gran máquina” de vapor.

Ibagué contaba con cinco carreras, algunas incompletas, con calles de tierra, que en invierno eran un barrizal; en verano, una polvareda. La llegada del tren trajo progreso y cambio. Tras 41 años recorriendo aquellos rieles, cada vez más desgastados, bufando, silbando y echando humo, el tren realizó su último viaje a Bogotá en 1962. Las empresas de transporte automovilístico, los tractocamiones, los buses y los taxis asestaron el estoque final a la gran máquina de vapor. “Desafortunadamente llegaron los señores de las tractomulas y exigieron que les hicieran carretera. El gobierno le ‘paró más bolas’ a los tractomuleros que a seguir con el tren”, menciona Pedro Bernandino.

Estación Ospina, 1926 Foto suministrada por: Carlos Pardo Viña.

Ibagué, hace 50 años Según expone Hugo Ruiz, autor de la obra Ibagué: ayer, hoy y mañana, una nueva concepción urbanística llegó de la mano de profesores franceses y norteamericanos, que transmitieron sus conocimientos a estudiantes colombianos. Surgió así una colaboración en la búsqueda de soluciones a problemas urbanísticos de diferentes municipios. Así llegaron a Ibagué los primeros arquitectos egresados de la Universidad Nacional a contribuir a la formación de una ciudad en crecimiento, una ciudad que aspiraba a renombrarse: de pueblerina a urbe. En 1965 se proyectó el Plan Piloto de Desarrollo Urbano de Ibagué, que contenía la futura expansión de la ciudad. El Instituto Geográfico Agustín Codazzi, junto con los arquitectos Carlos Martínez Silva y Fernando Ruiz Gutiérrez, fueron los encargados de desarrollar esta iniciativa.

Ibagué, en 1964, apenas alcanzaba los 125.000 habitantes, según un boletín demográfico de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). Era inútil tener dos tipos de transporte terrestre. El tren dejó la ciudad y la estación del ferrocarril quedó abandonada, afectando a sus zonas aledañas. “El deterioro de la estación Ospina hace que, en su entorno se ubiquen casas y prostíbulos de muy discutibles características. El entorno se tornó muy conflictivo. Incluso ahora, 40 años después, estamos resolviendo problemas en esta zona”, explica el director del Plan de Ordenamiento Territorial de la Secretaría de Planeación, Ismael Molina.

El proyecto no fue sencillo y algunas decisiones fueron innecesarias. El 24 de agosto de 1982 se llevó a cabo lo que el historiador Hernando Bonilla llama un “acto atroz de leso patrimonio histórico”: la demolición de la estación Ospina. “Se hizo con el fin de seguir un concepto de modernización mal empleado por la omisión de las normativas y de las valoraciones arquitectónicas. Principalmente mediadas por unos intereses financieros y constructivos tanto del gobierno municipal, departamental o nacional, y por supuesto, las empresas constructoras”, expresa Andrés Francel.

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Algunos ciudadanos, como don Pedro Bernandino, doña María Elvira, Hernando Bonilla, Ismael Moreno y Andrés Francel, esperaban que la estación del ferrocarril fuera remodelada o refuncionalizada, al igual que sucedió en otras muchas ciudades del país: una biblioteca pública en Pereira, una sede de la Universidad Autónoma de Manizales, una escuela como en Morales, Cauca. “Tantos usos culturales que se le pudieron haber dado, pero el Municipio decidió derruirla para construir una terminal que, no es tan respetable desde el punto de vista arquitectónico”, dice Pedro Bernandino.

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“Desafortunadamente llegaron los señores de las tractomulas y exigieron que les hicieran carretera. El gobierno le ‘paró más bolas’ a los tractomuleros que a seguir con el tren”, menciona Pedro Bernandino.


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“A mí sí me hubiera gustado que los políticos de esta ciudad conservaran algo del tren, es que eso sí que fue muy bonito. Montarme en esa máquina fue una de las mejores experiencias que viví en aquella época. Conseguir el pasaje y lograr subirme era algo exótico. Además de que era un viaje delicioso y muy cómodo”. Entre risas y nostalgia recuerda Leyla Gutiérrez, una mujer en aquella época disfrutaba de la experiencia de viajar en nuestro tren.

Sin embargo, no siempre se pensó en la pérdida de la memoria histórica y arquitectónica a raíz de la demolición de esta obra. La estación Ospina fue un gran referente en el momento de su construcción, pero cuando el transporte terrestre cogió la batuta, el tren perdió importancia estratégica, económica y comercial. Así que “cuando se hizo la actual Terminal de Transportes en 1987, la ciudad no lo asumió como un problema, sino como una solución. Era un área libre que se estaba deteriorando. Se pensó que localizar ahí la terminal sería una buena decisión para la ciudad”, expone Ismael Molina. La lógica que se utilizó fue que, si ahí quedaba una estación de transporte, donde llegaba y salía el tren, la solución era demolerla y construir una infraestructura que cumpliera con la misma función: que llegaran y salieran los buses. Claramente el error no fue la construcción de esta terminal, sino la demolición de ese gran referente histórico. “Una ciudad que no es capaz de reconocerse en su pasado, no es capaz de construirse en su futuro. No es dejar allá el pasado y eso allá no lo tocamos. Es utilizar lo que deja el pasado y reutilizarlo para las necesidades del presente y del futuro. Eso se hubiera podido hacer con la antigua estación”, agrega el director del POT de la Secretaría de Planeación. Eso es precisamente lo que se espera que el Municipio realice con la estación del ferrocarril de Picaleña, una intervención para la conservación del patrimonio cultural y arquitectónico. Esta edificación se salvó de la demolición, sin embargo, fue abandonada e invadida por familias desplazadas. En 2010 se llevó a cabo una investigación por la arquitecta Olimpia Niglio y el programa de arquitectura de la Universidad de Ibagué, en el que se propuso su restauración con el fin de darle un valor histórico, social y cultural ante la diversidad de intereses y el descuido de las autoridades. Actualmente, no existe ningún proyecto urbano que incluya la recuperación de este patrimonio, pero sí se logró declararla un bien de interés cultural. “Ya sabemos que no nos la van a destruir. Ya no va a haber ni un alcalde con iniciativa, ni un constructor con iniciativa, ni nada”, dice Ismael. “Tenemos que sentarnos a mirar qué vamos a hacer con la estación y cómo reconstruimos un pedacito de la historia que nos ha quedado allá”.

La red férrea nacional cuenta con 3.515 kilómetros de vías, de los cuales funcionan 448. La mayor parte se encuentra abandonada, desarticulada e incluso, invadida. Por lo tanto, el proyecto pretende recuperar el tramo de La Dorada a Santa Marta, el de Bogotá a Belencito y el ferrocarril del Pacífico, siendo estos los puntos de mayor importancia comercial y económica. Mientras tanto en Ibagué, el futuro del ferrocarril es incierto. En su momento fue uno de los puntos importantes de llegada y salida del occidente del país. Ahora es un punto perdido e innecesario en el proyecto que busca unir todas las redes ferroviarias. Personas como María Elvira espera volver a ver y a escuchar esa majestuosa máquina de vapor. “Aún recuerdo la última vez que monté en tren. Fue hace más de 50 años y me sigue pareciendo la sensación más maravillosa del mundo”, dice con cierto aire de melancolía. “Ojalá pueda volver a viajar en tren algún día, o al menos volver a escuchar ese sonido que avisa de su llegada”, concluye. *Estudiantes del programa de comunicación social-periodismo de la Universidad del Tolima.

Personas como María Elvira espera volver a ver y a escuchar esa majestuosa máquina de vapor. “Aún recuerdo la última vez que monté en tren. Fue hace más de 50 años y me sigue pareciendo la sensación más maravillosa del mundo”, dice con cierto aire de melancolía.

Un pedacito de ese hito histórico y cultural fue rememorado a pocos metros de lo que fue la estación Ospina. En enero del 2006, bajo el programa Ibagué Para Mí, se trasladó la locomotora que recorría los rieles que iban y venían a la capital y al occidente del país. La máquina Skoda, marcada con el número 33, ahora se encuentra como un monumento en la avenida 19 con carrera 1ra, embelleciendo el sector y rescatando lo que significó el desarrollo de nuestra ciudad.

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Demolición de la Estación Ospina, 1982 Foto tomada de: “Ibagué: ayer, hoy y mañana’’ -Hugo Ruiz

Hoy en día, la presencia del tren en Ibagué solo se rememora viajando a aquellos años. En diferentes ciudades se han reactivado las redes ferroviarias con el fin de beneficiar la conectividad y competitividad del país. Esto se ha realizado bajo el Plan Maestro de Transporte Intermodal, presentado por el Gobierno Nacional en el 2015. En él se propone fortalecer la infraestructura vial, aeroportuaria, férrea, marítima y fluvial para que, en el 2035, todas las regiones del país se encuentren conectadas, permitiendo el crecimiento económico.


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Experiencias del semestre

de Paz y Región Desde mi área de comunicación social y periodismo tuve la oportunidad de enfocarme en la gestión de contenidos, gracias a esto pude generar varias propuestas que se fueron desarrollando en el transcurso de los cuatro meses del Semestre de Paz y Región.

acompañada por cinco estudiantes de las carreras de ingeniería civil, administración de negocios internacionales e ingeniería industrial. En la Alcaldía de Planadas trabajaron tres de ellas y los otros conmigo en ASOPEP. Formamos un lazo de compañerismo durante estos meses y realizábamos diferentes actividades en Planadas. A nivel general, las personas que conocí por fuera y dentro de la asociación fueron un apoyo fundamental en mi estancia en este bello Municipio.

De esta manera, pude administrar las redes sociales de ASOPEP, con la finalidad de optimizar sus publicaciones. Hice la propuesta de realizar un vídeo institucional para la Asociación y la vinculación a la emisora Musicalia, con un programa de radio.

¿En qué aporta el proyecto al desarrollo local, regional o nacional? Inicialmente los proyectos aportan al crecimiento y cambios que ha tenido ASOPEP, pues mediante las herramientas que les brindé durante mi experiencia pudimos sacar adelante varios procesos. Un ejemplo de ello es el programa de radio “hablemos con el campo”, mediante este espacio en la emisora de Planadas, Musicalia, se

¿Qué aspectos significativos puede destacar del proyecto en el que participó? La experiencia de Paz y Región fue muy significativa y marcó mi vida profesional y personal. Cada uno de los proyectos en los que trabajé tuvo una trascendencia importante, puesto que como estudiante se enfrenta uno a muchos retos y es ahí donde salen a flote todos los conocimientos adquiridos.

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Por: Gisela Andrea Quiroga Quintero*

Vereda Coloradas - rodaje vídeo institucional ASOPEP

Algo importante para destacar de los proyectos en los que participé es que gracias a todos estos procesos conocí muchas personas, evolucioné a nivel profesional y, algo fundamental, a diario se hace el ejercicio de compartir saberes, pues no solo se replica el conocimiento propio, también se aprende de muchos temas. En mi caso, de los procesos de cafés, cultivos, asociatividad, catación del café, análisis físico y sensorial. ¿Con qué personas ha interactuado en el municipio en el desarrollo de su Semestre de Paz y Región? Durante la experiencia conocí muchas personas, no solamente del Municipio, sino también de otras partes de Colombia y otros países, esto gracias a mi trabajo en ASOPEP. Mi experiencia estuvo

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Revista del Programa de Comunicación Social y Periodismo de la Universidad de Ibagué

logra brindar y compartir nuevos procesos, noticias o eventos en torno al café, el campo, acontecimientos en Planadas, conferencias y talleres que son de importancia para toda la comunidad.

¿Qué aportes considera que ha generado usted al proyecto desde su formación? Mis aportes estuvieron ligados a toda la parte teórica y de conocimiento que se adquiere durante la carrera. En mi experiencia tuve la oportunidad de compartir saberes en temas como producción audiovisual, edición de vídeos, producción de un programa radial, gestión de proyectos, entre otros. Puedo resaltar que a diario no solo como estudiantes sino como personas estamos aportando y recibiendo todo tipo de conocimientos, que hacen que durante los cuatro meses de la experiencia nos volvamos parte del equipo de trabajo al cual nos asignaron y nos apropiemos por completo del territorio, en mi caso de Planadas.

Desde lo personal, describa la experiencia de vida en el municipio durante este Semestre de Paz y Región. Entender la experiencia no es solo enfocarse en la parte académica, esta va más allá de la teoría aprendida en los salones de clase e implica cómo llegamos a un municipio desconocido y afrontamos cada reto que se presenta durante la experiencia. Vivir en Planadas ha sido una de las mejores experiencias en mi vida, aprender de nuevos temas como el campo y el café fue algo enriquecedor y que me hizo aprender a valorar más mi vida en la ciudad. Conocer personas y compartir experiencias nuevas con ellos, visitar diferentes veredas de Planadas y aprender a admirar esos hermosos paisajes. ¿Qué aspectos puede resaltar del municipio? Planadas es un municipio que se encuentra en crecimiento a nivel sociocultural y económico. El auge de los cultivos de café y de asociaciones como ASOPEP, que se han encargado de destacar de forma positiva los cambios y evoluciones que está teniendo Planadas. Los hermosos paisajes, su gente servicial y, a nivel general, los muchos proyectos que se pueden desarrollar en este municipio hacen que sea una excelente plaza para los estudiantes. *Estudiante de noveno semestre del programa de comunicación social y periodismo de la Universidad de Ibagué. Su experiencia del Semestre de Paz y Región se realizó en el municipio de Planadas, con el proyecto de gestión y producción de contenidos para la Asociación de Productores Ecológicos de Planadas, ASOPEP.

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Lo anterior hace que se genere impacto y desarrollo local en Planadas, pues el proyecto del programa de radio no solo favorece a las personas que hacen parte de ASOPEP, sino en general a todos los planadunos, haciendo que estos se enteren, participen y se vinculen a los procesos de mejoramiento que brinda la ASOPEP para todos los agricultores y comunidad en general.

Enero-Junio 2018. No.12


Revista del Programa de Comunicación Social y Periodismo de la Universidad de Ibagué

Enero-Junio 2018. No.12

MARTI-INCA Texto e ilustración por: Nicolás Amado Murillo*

Felipe de Aragón compareció una vez más frente al tribunal cristiano de España. En la sala de audiencia había un obispo tratando de controlar la locura evidente del acusado. El relato de Aragón era tan increíble y aterrador que al juez no le quedó de otra que reafirmar lo que ya era una verdad ineludible:

[relatos]

- Le han robado el alma, allá el diablo conquista almas. En esas, el portón de la sala se abrió de par en par con un estrépito que silenció los murmullos de algunos hombres y los rezos de algunas mujeres que imploraban a la virgen por la salud de Aragón. Por este, entró un hombre desarrapado, de ropas curtidas y de rostro lánguido. Ante él se plantó Aragón, quien solo atinó a abrir los ojos y caer nuevamente en un ataque de locura. El hombre fue llamado por el juez al estrado. Se identificó como Juan de la Cruz, explorador español que junto a Aragón viajó a las Indias en busca de especies, oro y tierra. Estaba ahí para contar su versión de los hechos. - Me identifico con el nombre de Juan de la Cruz, nacido en España en el siglo XVI después de Nuestro Señor. Los hechos ocurrieron en el segundo mes del año anterior, en una zona que se conoce entre nosotros como el Valle de las Lanzas. Ascendíamos por una cumbre yo y otros 10 escuderos, a la cabeza iba el señor Aragón. Nuestros caballos iban enseguida. Al poco tiempo de iniciar el ascenso por un camino pedregoso los animales relincharon, se han tirado para atrás y algunos hasta botaron a sus jinetes. Nada que no se solucionara con dos latigazos. El camino se hizo más difícil y por un momento pensé en devolverme. Yo iba último. Vimos aves tan extrañas que no creo hayan sido creadas por Dios. Ninguno hablaba porque todos íbamos con la idea de conquistar una gran extensión de tierra, que se encontraba al otro lado de la montaña. Tuve siempre la sensación de ser observado, y hasta por un instante creí que era el diablo que nos observaba.

Por eso quiero ante todos pedir que se debata la idea de fundar una ciudad justo en ese valle, quienes vivan allí no sabrán ni siquiera si hará sol o si lloverá o pueden ser las dos al mismo tiempo, yo mismo lo he visto. Fray Bartolomé, al parecer también lo vio, Marco Polo lo vio en el Japón mucho antes que yo. La sala permaneció en silencio para escuchar la sentencia, que a la luz de todos no podía ser otra. Sin embargo, el juez le dio la oportunidad de decidir al público el destino de Aragón. Para ello, le dio dos opciones, o sería fusilado o podía volver a las indias y jamás regresar, compartir con aquellos seres no humanos la ausencia de alma. El público en coro gritó: -¡Que lo fusilen! *Estudiante de cuarto semestre del programa de Comunicación social y periodismo.

El ascenso tardó más o menos medio día, llegamos cuando el sol está justo a la mitad del cielo. De repente, el caballo de don Felipe ha relinchado y él se ha caído. Ante nosotros se levantó una criatura con forma humanoide, con cabeza de camello, alas de águila, noté que la criatura poseía también branquias. Yo me eché hacia atrás y tropecé con una gran piedra, allí me escondí. El camello tomó a Aragón y lo levantó casi dos metros, agarrándolo de su camisa. La espada voló tan alto que nunca la vi caer. Estoy seguro de haber visto el monstruo dividirse en dos, el camello quedó justo ahí, en el cerro. El ave con branquias se fue muy hacia el norte del valle, a una cumbre nevada. Luego, el camello emitió un sonido con el cual el sol se hizo más y más fuerte ante nuestros ojos. El señor Felipe vio el sol directamente y comenzó a gritar y a arrancarse las greñas.

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[relatos]

La parte de ave emitió un sonido que parecía partir el valle en dos, en la mitad de este empezó a llover a forma de tempestad, cosa que no puede ser obra sino del demonio mismísimo. Así, hacía sol en la mitad del valle y llovía en la otra mitad, luego llovió sobre el cerro e hizo sol en la gran cadena montañosa que veíamos. Yo no atiné sino a rezar el bendito Padre nuestro, ante lo que por fin el monstruo soltó a mi general, pero ya era demasiado tarde, vi sus ojos desorbitados y no paraba de gritar, estoy seguro que el diablo se le llevó el alma.


Revista del Programa de Comunicación Social y Periodismo de la Universidad de Ibagué

Enero-Junio 2018. No.12

El cómplice perfecto

De gran relevancia es que se imponga la justicia a los autores intelectuales del desfalco, aunque no es lo más importante. Orlando Arciniegas, Carlos Heberto Ángel y Luis H. Rodríguez actualmente se encuentran detenidos. Treinta y cuatro años para Arciniegas y 12 para Ángel, son las penas que deberán pagar, mientras que el exalcalde espera en un proceso lento su futuro. Lo mencionado es totalmente necesario, pero no ha logrado que la calidad de los entrenamientos deportivos mejore en la ciudad. ¿Cuál es la solución?, ¿qué puede hacer una persona del común? Simple. Si le duele lo que pasó, únase a otras personas con el mismo interés y realice estrategias acordes a una lucha pacífica por la pronta entrega de los escenarios.

La indiferencia es un tipo más de violencia hacia algo, en este caso de parte de los ciudadanos hacia ellos mismos, es como apuñalarse propiamente por la espalda. Este es uno más de los casos de indiferencia del país, son muy pocas las personas que se han interesado por hacer algo. A pesar de que nos toque las fibras más sensibles cuando pasamos por los lugares donde ocurrieron los hechos, se olvida y estos lugares se hacen parte del paisaje tolimense, un Elefante Blanco tan colosal como el de la Unidad Deportiva de la calle 42 y el Parque Deportivo. Los escenarios deportivos en Ibagué llevan tres años en total abandono, al notar esto, los únicos que pueden presionar para agilizar este proceso son los individuos desde la propia acción de pronunciarse de manera correcta. Sin embargo, no lo hacen. La única solución es a largo plazo, lograr que cada persona ponga el dedo en la yaga, como pocos lo han hecho, para demostrar que es un problema que nos aqueja a todos. * Estudiante de tercer semestre del Programa de Comunicación Social y Periodismo.

Así han surgido grupos cívicos con el fin de hacer presión para la pronta recuperación del deporte ibaguereño. Sin embargo, estas agrupaciones han sido atacadas por los mismos ciudadanos, tildándolos de grupos políticos en busca de votos, a pesar de ser un conglomerado en busca de un interés común. En octubre de 2016 nace el grupo ‘Yo me comprometo por Ibagué’ y, posteriormente, en marzo de 2017 de allí se separa un núcleo que consolidó “En Ibagué escenarios deportivos YA”. Ambas comunidades realizan esporádicamente actividades en forma de protesta a los entes públicos, ya sea el entierro de escenarios deportivos en 2016, entrenamientos simbólicos y marcha pacífica y familiar en el mismo año. Como grupo oficial fue invitado a la Audiencia Pública del 9 de marzo de 2017 en el Congreso de la República en Bogotá para hablar de la problemática actual, sin embargo, en medio de todas las actividades, diferentes individuos los atacan verbalmente, así como periodistas de los distintos medios de comunicación.

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[columna de opinión]

¿Por qué no hay escenarios deportivos en Ibagué? esta es la pregunta que podría hacer un turista o cualquier persona que no es de la ciudad, a alguien que vive en ella. ¿Cuál es la respuesta que recibe en la mayoría de los casos? Los corruptos que se robaron todo, como siempre. No obstante, a pesar de ser una respuesta acertada, no está completa. El verdadero culpable de que hoy el deporte agonice en la Capital musical de Colombia es el ciudadano, todos nosotros, incluso los que no pertenecen a la ciudad y que se quedan callados, cual cómplice perfecto de un robo. El 15 de abril de 2018 se cumplieron tres años del desplazamiento deportivo que dejó náufrago no solo al alto rendimiento, sino también al deporte aficionado, que dejó las arcas ibaguereñas parcialmente vacías.

[aula]

[columna de opinión]

Por: Federico Avendaño Semma*




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