Diana Ramos
CÓMO CONTROLAR LA EXPECTATIVA PARA TENER ÉXITO
Leyes Mentales
Formación práctica
TE HE GANADO, PERO GRACIAS POR CAMBIAR MI VIDA LEY DE LA EXPECTATiVA
CÁNCER,
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SUMARIO
Página 7
LEY DE LA EXPECTATiVA
Página 9 PRÁCTiCA FORMATiVA
¿Para qué te sirve controlar la expectativa, y cómo puedes hacerlo?
Página 4 EDiTORIAL de DAViD C. MENDOZA
Página 5 HABLÁNDOLE AL CÁNCER CARA A CARA
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EDiTORIAL
Por cosas de la naturaleza, los meses de junio incluyen un cambio de estación. Para los territorios del hemisferio norte es la entrada del verano, y en los del hemisferio sur, junio conlleva la entrada al invierno.
A menudo, el cambio de estación de estación nos anima a realizar otro tipo de cambios en nuestras vidas, y no me refiero al “cambio de armarios” sacando la ropa de la estación entrante y guardando la de la estación saliente, sino a cambios en planes y propósitos. Algo parecido al
David C. Mendoza Director y Editor
tipo de planes que hacemos al comenzar el año, repletos de nuevas expectativas.
Ese es uno de los motivos que aconsejaban que este número se centrase en torno a la Ley de la Expectativa, puesto que ese reajuste anímico de expectativas en los planes de vida se acrecenta cuando el cambio de estación es para entrar en las estaciones de los extremos, entiéndase por ello Verano o Invierno.
A menudo y a nivel conversacional se confunden expectativas con objetivos o esperanzas, es decir, que cuando la gente habla de sus expectativas en algo, a menudo se está refiriendo a cosas que le gustaría que sucedieran en su vida por decisión o elección propia. Sin embargo, como veremos a lo largo de este número, la Ley de la Expectativa trabaja de la mano con el devenir no propuesto, al margen de que finalmente pueda resultar en algo bueno o malo en sí mismo.
En este número veremos cómo la expectativa puede ser decisiva para salir adelante, superando problemas serios y recuperándonos, o para hacer que no salgamos de ellos. Nos servirá de ejemplo la experiencia real del cáncer que padeció Diana Ramos. También veremos en profundidad cómo actúa ésta Ley, y a través del artículo formativo, cómo redirigir su actuación para que favorezca a nuestros intereses y coincida con lo que queremos que suceda.
Espero que puedan disfrutar de este número, y si todavía no son miembros de nuestra comunidad, les recomiendo entrar en la web oficial y suscribirse para que puedan recibir cada número directamente en su correo, además del resto de contenidos relacionados con las Leyes Mentales.
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HABLÁNDOLE AL CÁNCER CARA A CARA
Las expectativas
tienen influencia sobre cómo te desenvuelves en medio de los acontecimientos
Unas simples palabras pueden cambiarlo todo en tu vida: “tienes cáncer” . Sin duda nadie quiere que el
médico le diga algo así, pero a veces, la intuición se encarga de ir creando en nosotros una especie de sospecha de que algo malo está a punto de llamar a la puerta de nuestra vida.
Hacía tiempo que Diana se lo venía temiendo, todas aquellas tensiones… preocupaciones… estrés… tenían que estallar por algún sitio. Además, eran frecuentemente aderezadas con un buen montón de emociones contenidas por la educación vinculada al respeto que desde niña había recibido. Aquel día el médico se lo dijo: “Sí,escáncer… decuellodeútero…enestadiodos”.
En ese momento todo se puso en marcha en la cabeza, en milésimas de segundo viajaba mentalmente al momento de sus hijas sin ella, con la angustia del “¿Yquévaaserdeellas deellassinmí?” por la cabeza se pasan todas las cosas que te vas a perder de
la vida en general y de la de tus seres queridos en particular, en especial de la vida de los hijos y los nietos cuando se tienen. El cerebro se pone a mil por hora, como si estuviese a punto de estallar, y en ese mismo momento, cuando todavía no has salido ni de la consulta médica, cuando todo está pasando ante ti, las expectativas que crees que tienes lo marcan casi todo… o decides que vas a luchar… o lo ves como algo sin salida que acaba de poner en marcha la cuenta atrás de tu muerte.
Diana pensó, asumió, y aceptó que solo había una salida, que por decirlo así, era salir con vida por el otro lado del cáncer. En ese mismo instante, en aquella misma sala médica, Diana ya había tomado la decisión de luchar lo que hubiera que luchar, dejarse vencer no era una opción, su expectativa solo
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era una, la de salir sana de aquello. La salud la esperaba al otro lado de un desagradable pasillo del tiempo, en el que se sometía a una sesión de radioterapia diaria, y a una semanal de quimioterapia. La agresividad del tratamiento hacía que a menudo su cuerpo no pudiese levantarse, era como descender a los infiernos literalmente.
El cáncer cambio su vida reafirmando los valores que consideraba importantes a la vez que la liberó de una mochila de culpas ajenas
Diana se concentró en sus hijas y en que ella tenía que salir, porque no estaba dispuesta a que el día que ellas se graduasen o se casasen, su madre no estuviera con ellas. Su familia siempre había sido importante, y ese valor se había reafirmado y concentrado. Por otro lado, ser una persona predispuesta a ayudar a otros le había llevado a ‘echarse a cuestas’ culpabilidades de otras personas que escurren su responsabilidad culpando a otros de sus propios errores.
Atravesar el cáncer la reafirmó en la importancia de ayudar a los demás, y a su vez le dio el valor necesario para poner barreras a los que van de víctimas por la vida, y que buscan aprovecharse de las buenas personas colgándoles culpas que no tienen.
Lo que esperas con confianza y seguridad tiende a hacerse realidad en tu vida, al margen de que eso sea bueno o malo. La Ley de la Expectativa hace referencia a que se consigue o acaba sucediendo lo que uno se teme que sucederá, y no lo que le gustaría que sucediera. Evidentemente Diana no quería tener cáncer, y cuando acudió a los médicos se temía algo, ya que sus molestias internas no ‘pintaban bien’. En las primeras visitas al médico los resultados fueron negativos, pero no mucho más tarde sus expectativas se confirmaron y las pruebas dieron positivo.
¿Influyeron las expectativas en su experiencia con el cáncer?
La misma Ley de la Expectativa funcionó en sentido opuesto cuando al conocer su diagnostico sus expectativas estaban en luchar y salir, en acompañar a sus hijas en todo lo que les quedaba por vivir. Junto con Ley de la Creencia, que siempre está presente en todo lo que hacemos, pensamos y sentimos, las expectativas que tenemos sobre qué pasará con algo, o cómo va a ocurrir un asunto, tienen una influencia decisiva sobre cómo te desenvuelves en medio de esos acontecimientos.
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LEY DE LA EXPECTATIVA
LEY DE LA EXPECTATIVA
Dice:
"No se consigue lo que se quiere, sino lo que se espera o se teme conseguir"
Para comprender mejor cómo funcionan las Leyes Mentales, es necesario tener en cuenta que estamos tratando con corrientes de energías y fuerzas reales, que siempre están activas e interactuando con los asuntos cotidianos, y que lo hacen a través de la forma en la que pensamos y procesamos los mismos en nuestra mente. En el número de este mes nos centramos en la Ley de la Expectativa. El diccionario define “expectativa” como ideasquesehaceunapersonarespecto aalgoqueconsideraquepodríaocurrir. Setratadeunasuposiciónenfocadaen elfuturo, yestasuposiciónpodríaono seracertada.
Como el resto de Leyes Mentales, la Ley de la Expectativa también es una energía motora de los asuntos
Su influencia es ‘multidireccional’ porque no es algo que funcione solo en un sentido, por ejemplo, de nosotros hacia los demás, o de los demás hacia nosotros, sino que funciona y actúa
hacia todos los sentidos. Con diferente intensidad su influencia siempre está presente, tanto en las expectativas que tenemos sobre otras personas, como en las expectativas que tienen otras personas con nosotros. También actúa sobre el desarrollo y desenlace de los acontecimientos de nuestra vida, y a la misma vez en sentido opuesto, en la expectativa que esos acontecimientos generan en nosotros. “Rizando el rizo” puede llegar a combinarse entre todos ellos en forma de conexión triangular, p.ej., con el condicionamiento que la expectativa que alguien tiene sobre nosotros en nuestra relación con ciertos acontecimientos, que a su vez generan expectativas en ese alguien, creando ambas una expectativa interaccionada.
En sentido práctico, las expectativas que con nuestro pensamiento nos hacemos en nuestra mente sobre qué va a ocurrir con un asunto, o sobre cómo creemos que se va a desarrollar, siempre tendrán una influencia previa e inevitable en la forma en que nos vamos a desenvolver
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en todo lo relacionado con ese asunto. Al decir desenvolver no nos referimos solo al comportamiento que tengamos, sino también a los sentimientos que nos va a provocar, a la forma en la que
afectará a nuestra vida en ese momento, y en futuras situaciones similares.
Sin importar que sea bueno o malo para ti, la Ley de la Expectativa hará que lo que esperes con confianza, seguridad o la sensación de inevitabilidad, se haga realidad.
Del mismo, las expectativas que otras personas que respetamos o que nos
inconscientemente tomaremos uno de estos dos caminos: Vivir la vida dentro de esas expectativas que nos marcaron para no defraudar, o salirnos de ellas marcando distancias que nos reafirmen
en lo que consideremos importante para nosotros o nuestra vida.
Las expectativas son las ideas y suposiciones
enfocadas que se hace cada persona respecto a algo que considera que podría ocurrir en el futuro
importan tengan puestas en nosotros (padres, jefes, profesores, etc.), al ser conscientes de ellas, nos estarán afectando a favor o en contra, porque según con qué polaridad las tenemos asumidas en nuestra psique, de forma
Las expectativas también pueden estar siendo generadas por nuestro subconsciente de forma residual a partir de experiencias anteriores similares, incluso las podemos estar interpretando como supersticiones. Por ejemplo, si en anteriores ocasiones un asunto “X”
desembocó en consecuencia “Y”, nuestro subconsciente va a crear la expectativa “Y” cuando estemos frente a algo similar a “X”, inconscientemente comenzaremos a comportarnos como si “Y” fuese casi inevitable, por lo que al final… lo será.
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PRÁCTiCA FORMATiVA
“Concentra
tu atención y pensamiento en lo que quieres que pase, para que se aleje de lo que te da miedo que pueda pasar”
David C. Mendoza
¿Para qué te sirve controlar la expectativa, y cómo puedes hacerlo?
Esta es la sección de LA REViSTA que está dedicada a la práctica formativa, así que para que tenga esa utilidad, deberías encauzar las respuestas a las preguntas del “para qué” y “cómo” para que sean una respuesta unificada, como un tándem inseparable. Esa unión de respuestas te va a ayudar a manejar esta Ley, y así evitar que los conceptos
de “expectativas” a los que se refiere esta Ley se confundan con otros conceptos relacionados con el uso de la palabra expectativa como sinónimo de esperanzas u objetivos.
Aquí explicaremos cómo manejar la Leydela Expectativaen relación a su función e influencia sobre las expectativas mentales que tenemos en relación a nuestra propia vida. También veremos los detalles de qué es lo que tenemos que hacer para que las expectativas nos resulten favorables para lograr nuestros objetivos y esperanzas.
La Ley de Expectativa rara vez actúa sola
Además de funcionar acompañada de Ley de la Creencia, suele venir acompañada de otras Leyes, como la Ley del Hábito y la Ley de la Actividad Subconsciente, que es la que trabaja para generar coherencia entre lo que ahora estás viviendo y lo ‘sembrado’ en tu subconsciente sobre lo que temes o esperas que pase. Fácilmente podemos deducir que la Ley de la Actividad Subconsciente es el combustible inicial del que se nutre la Ley
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delaExpectativa, por lo tanto, para que acabe sucediendo lo queremos que pase y no lo que nos tememos, tendremos que cambiar el foco de atención de la actividad subconsciente para que se enfoque sobre lo que queremos, en lugar de que se derive a su tendencia fácil que es la de centrase en lo que se teme que podría pasar.
Para ello tenemos que incidir voluntariamente y de forma sistemática en nuestro pensamiento subconsciente, puesto que según la Ley de la Concentración, aquello que se siembre en el
subconsciente crecerá en proporción a los recursos mentales que se le dediquen. Ahí surge la necesidad de hacerlo intencionadamente y por sistema, para que eso sea lo que crezca y no lo otro, y así la mente, al hacer su trabajo de generar coherencia entre los acontecimientos que piensas y los que vives, la generará para que todo gire hacia lo que deseas que suceda y no hacia lo que temes que suceda.
Tal vez se entienda mejor este ejercicio con un ejemplo. Si queremos encontrar un puesto de trabajo, habrá un arco de
probabilidades reales de conseguirlo basadas en la coincidencia entre nuestro perfil profesional y el solicitado por el contratante. Aunque nuestro deseo es conseguir un trabajo, la mente tenderá a poner la expectativa en que, seguramentevaaser difícilconseguirlo, por lo que sea, por la edad, por idiomas, etc. así que como la mente tiene que generar coherencia, va a estimularnos para que ni siquiera lo intentemos con todas las ofertas que se alejen un poco de lo que vemos posible, y así sucede lo que tememos, que es seguir sin empleo.
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