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Ejercicios de funambulismo
from CRISTINA GAMEZ
by Elena Gámez
Funámbulos. Grafito sobre lienzo
Tríptico funámbulos. Tejido en lino realizado en telar de bajo liso, acrílico, aluminio, acero, bisagras
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La historia del arte nos brinda numerosos ejemplos de parejas de artistas que compartieron vida creativa y afectiva. El resultado casi siempre es el mismo: ellas quedan reducidas al papel de potenciadoras del genio de su compañero, a imitadoras de segunda dotadas de escasa originalidad. Y en el peor de los casos se las presenta como amenazas a la productividad de su pareja cuando osan competir y cuestionar la «genialidad masculina». Pero también hay historias de respeto y ayuda mutua en situaciones de éxito y en momentos marcados por el fracaso. Lo cierto es que de las relaciones afectivas entre artistas se derivan influencias privadas y colaboraciones en muchos casos marcadas por las complejidades.
En el año 2001 Cristina Gámez inicia una relación con el también artista Tahiche Díaz. Basada en el plano afectivo, esta relación originó cambios profundos en la obra de ambos. En un contexto creativo compartido, las conversaciones y diálogos continuos y el análisis de las referencias comunes generaron en Cristina Gámez y Tahiche Díaz influencias recíprocas enriquecedoras. Ambos establecieron un sistema creativo y afectivo que se materializó en la colaboración para algunos proyectos —La casa hilvanada (2003-2004)— y en la ayuda mutua en el diseño y en la formalización de algunas obras como Juego entre manos (2013).


Juego entre manos, en la exposición xxiii Miniartextil Eros en Venecia, Italia.
Juego entre manos. Hilo de lino, acero, pasta epoxi, cristal
13 Carrillo, R., «Al arte por amor», en Pliegues y parábolas, Cuatrotablas y Viceconsejería de Cultura y Deportes del Gobierno de Canarias, Tenerife, 2006, pp. 6, 7.
14 Véase en el apartado Textos críticos de Cristina Gámez el texto inédito titulado «La casa hilvanada», 2019.
El título Juego entre manos describe la pieza de forma literal: en unos compartimentos de cristal a modo de dados juguetean parejas de manos. El título, con claras referencias a lo lúdico, va más allá y alude a lo que está pendiente, a los proyectos futuros, a asuntos sin resolver, a todo aquello que tenemos «entre manos». Aquí las manos que juegan representan el amor y más concretamente sus complejidades, desplegando un lenguaje que genera lecturas e interpretaciones diversas, complejas y en ocasiones contradictorias. Se trata aquí de una gramática que propicia un lenguaje inabarcable, como el juego del amor, marcado por lo concreto y lo impreciso, lo físico y lo mental, lo cercano y lo inaccesible. Esas manos, realizadas con hilo, se enrollan caprichosamente entre sí: una mano continúa y se prolonga en la mano del otro, con la que juega y comparte material, tejido y piel. El uso de una estructura y una retícula de cristal permite compartimentar los diferentes juegos de manos, que quedan así cristalizados en el tiempo: cada compartimento de cristal responde a un instante temporal, a un capítulo de una historia de amor. En esa estructura a modo de tejido hecho de cristal también queda contenido el movimiento de las manos, dispuestas en un pentagrama vítreo como notas musicales de una sinfonía todavía por descubrir; organizadas a modo de muestras de laboratorio para ser analizadas y así poder desvelar su significado oculto. A propósito de Pliegues y parábolas (2006), la primera de las muestras duales realizadas por la pareja, el crítico Ramiro Carrillo señalaba algunos de los puntos comunes entre ambos artistas:
[…] en ésta, su primera exposición dual, se han dividido las tareas. Mientras C. Gámez estudiaba la arquitectura de la representación, T. Díaz se ha dedicado a llenar de figuras los escenarios vacíos. Excelente colaboración, aunque quizás invisible a los ojos de quien no acostumbre a profundizar en la apariencia de las cosas. […] La obra de T. Díaz es barroca, como lo es, en su rebuscado análisis del lenguaje, el trabajo de C. Gámez 13 .
En la serie Funámbulos y grutescos (2001) Díaz participa como modelo en los juegos de funambulismo representados en unas obras en las que son más que evidentes las alusiones a los equilibrios en el espacio de la representación. Pero a su vez esta serie funciona como metáfora de los equilibrios que deben mantenerse en una relación de pareja, en el circo de la vida y sobre la cuerda del amor. Las dinámicas colaborativas que Gámez y Díaz han desarrollado durante años se han basado en la fisicidad mental complementaria de ambos, propiciando una danza barroca de diálogos y espejos, como pone de manifiesto el proyecto titulado La casa hilvanada (2004) 14 .
Grutescos. Plotter sobre lienzo

Funámbulos. Grafito sobre lienzo


Funámbulos. Grafito sobre lienzo



Funámbulo. Tejido en lino realizado en telar de bajo liso por la autora, acrílico. A la dcha.: Detalle
