Recomendaciones para el cuidado de la piel FSFB

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Programa de Piel Sana

Fundación Santa Fe de Bogotá

Cuidado preventivo de la piel

La piel es la principal barrera protectora de nuestro cuerpo, equilibra la temperatura, evita el ingreso de microorganismos, favorece la movilidad, entre muchas otras funciones. Por ello, en el proceso de atención y cuidado en salud es muy importante su cuidado.

¿Cómo prevenimos las lesiones de piel en nuestros pacientes?

Por medio de los cuidados básicos como: higiene, hidratación, movilidad y detección temprana de posibles riesgos o procesos que pueden generar algún daño. Junto a la información y educación que brindamos a los pacientes y familias, para el cuidado de la piel. La Fundación Santa Fe de Bogotá favorece la prevención de lesiones de la piel o la mitigación de los posibles riesgos. Aquí te contaremos en detalle cómo lo hacemos.

Valoración de la piel

Al ingresar, diariamente realizamos la valoración del estado de la piel.

Valoramos prominencias óseas (las zonas en las que más sobresalen los huesos) y buscamos cambios de color en la piel.

Valoramos zonas expuestas a la humedad como: pliegues abdominales, inguinales, mamarios y la zona genital.

Verificamos la piel en contacto con los bordes de yesos, férulas, vendajes elásticos, prótesis y fundas de compresión.

Valoramos zonas de la piel con dispositivos médicos como: sondas, drenajes, adhesivos en la piel, cánula de oxígeno, entre otros.

Higiene de la piel

El baño diario es una medida muy eficaz para reducir la cantidad de suciedad y bacterias que se acumulan en la piel.

En algunos casos en los que no es recomendable pasar a la ducha, esta higiene se realizará con paños especiales que limpian, protegen e hidratan la piel.

Se recomienda el uso de jabones neutros que nos afecten el adecuado equilibrio de la piel.

Secamos la piel sin realizar fricción y evitamos la humedad en pliegues.

Realizamos la lubricación de la piel, con crema y sin hacer masajes.

Verificamos que la ropa y tendidos estén libres de humedad y arrugas.

Protección de la piel

En el caso de personas delgadas o con exposición de las zonas en las que más sobresalen los huesos (prominencias óseas), se protegerán con apósitos que alivien la presión y eviten lesiones.

Estos apósitos deben ser cuidados y no exponerlos a la hora de realizar el baño. Esto ayudará a mantenerlos limpios y secos para cuidar adecuadamente de su piel.

En algunos casos se emplean aceites hiperoxigenados que ayudan a la hidratación y elasticidad de la piel.

Utilizamos removedores de adhesivos para evitar laceraciones en la piel por el uso de estos.

Cuidado del exceso de humedad

La humedad es el medio perfecto para favorecer la aparición de lesiones de la piel y el crecimiento de bacterias u otros microorganismos. Por ello, evitarla es clave para prevenir lesiones.

Secar adecuadamente la piel, en especial las zonas de los pliegues.

Si requieres el uso de pañal, es importante avisar oportunamente cuando requiera el cambio de este. Igualmente, estamos atentos, para realizar el cambio las veces que sea necesario.

Evitar la fricción cuando se realice la limpieza de zona genital y perianal pues puede ocasionar lesiones.

El pañal debe estar en la talla adecuada y la posición correspondiente que evite la aparición de lesiones.

Adicionalmente, se debe utilizar una crema protectora a base de

Soporte nutricional

La piel es el órgano más grande del cuerpo. Por lo tanto, requiere de un buen aporte de nutrientes como: proteínas, vitaminas, minerales y un adecuado aporte de agua. En este caso la alimentación sugerida debe contener estos nutrientes y orientados a sus requerimientos clínicos.

Una adecuada nutrición, aportará de manera directa factores protectores para la aparición de lesiones en la piel o favorecer los procesos de cicatrización de lesiones preexistentes.

Movilidad

La movilidad y actividad física, es clave para el cuidado de la piel. Esto favorece la circulación y aparición de zonas de presión. El nivel de movilidad dependerá de las condiciones del paciente.

Si la movilidad es restringida o debe pasar mucho tiempo en la cama. El equipo de salud estará realizando cambios de posición cada 2 o 4 horas según su requerimiento y nivel de riesgo de lesión.

En los tiempos que se encuentre sentado, se deberá reposicionar su zona glútea cada hora. Esto libera el exceso de presión en esta zona.

En algunos casos no es sencillo tolerar ciertas posiciones, pero es muy importante que se permita tenerla por algunos tiempos del día, para favorecer su movilidad.

Caminar acompañado por el servicio, con el calzado y las medidas adecuadas, será de gran ayuda para prevenir lesiones, entre otros buenos efectos en su salud.

Actividades que pueden aumentar el riesgo de lesiones

de piel

Utilizar flotadores y cojines tipo rosca o dona.

Realizar masajes en las zonas en las que sobresalen más los huesos (prominencias óseas).

Utilizar productos con alcohol como: perfumes, colonias y talcos.

Elevar la cabecera de la cama a más de 30 grados.

Tener zonas expuestas frecuentemente a la humedad.

Evitar vigilar la comodidad del paciente y el cambio de posición en los tiempos recomendados.

Evitar cerciorarse de la posición de los dispositivos o equipos médicos que puedan estar haciendo presión en la piel del paciente.

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