
5 minute read
Muebles Avelino
Una empresa familiar con más de medio siglo de historia
La tienda de muebles que fundó Avelino Domínguez Becerra es ya un referente en el barrio. Situada en el Paseo de Alberto Palacios, 27, lleva vendiendo y sirviendo muebles desde hace más de 60 años, ahora a manos de su hijo Avelino Domínguez Fernández y de su nieto David Domínguez Menasalvas.
Advertisement
¿Cuándo se crea la empresa y por quién?
Se crea con Avelino Domínguez Becerra, mi padre, hace 64 años, en el 1955.
¿Cómo ha evolucionado el negocio hasta ahora?
Antaño muy bien pero ahora con el tiempo de crisis que tenemos pues va mal. Porque claro que seguimos en crisis, por lo menos en este sector, en el del mueble.
¿Han cambiado su forma de trabajar desde hace tantos años?
Hemos ido trabajando a mejor. Mi padre iba andando a llevar los muebles a los sitios con un carro que se hizo él, luego se compró
una moto. Él iba en la moto y otro iba atrás cogiendo el carro. Después una Isocarro, más tarde una furgoneta y hasta hoy día que ha cambiado muchísimo.
¿Llevaba cualquier tipo de mueble?
No, no es lo mismo el mueble de hoy día que el mueble de antaño. Eran muebles que no se desmontaban. Así empezó él: comprando muebles en el rastro, los traía, los lijaba, los barnizaba y los servía. Y luego al cabo de un tiempo empezamos a trabajar con fabricantes, y ya te servían los fabricantes.
¿Cuántos años estuvo comprando en el rastro hasta que empezó a trabajar con los fabricantes?
Por lo menos 4 o 5 años.
¿Cómo han afectado las grandes empresas de muebles a este negocio?
Pues nos han quitado mucho de lo barato. Lo que pasa es que la gente que quiere algo que merezca la pena y que sea bueno viene a las tiendas de barrio. Nosotros no vendemos un género para que luego nos llamen la atención, vendemos un género que sabemos que no nos da problemas, duradero. Las tiendas de barrio son así, cuesta mucho tiempo encontrar una clientela y se puede ir en cuatro días. David: La calidad y las personas son lo que nos diferencia de estas grandes empresas. Por ejemplo, Ikea es práctico a la hora comprarlo, de traerlo a casa tú y montarlo tú. Si te pones a echar cuentas con el servicio de entrega y el servicio de montaje, están a la par. Lo que nos quita son ventas de gente joven que se emancipa y que quiere muebles para salir del paso.

Pero eso es una cosa con la que no podemos competir, ni nos interesa entrar en ese tema. Sí nos quitan más las tiendas de carretera enfocadas a muchos más tipos de muebles de otras calidades. Avelino:
Aquí en el barrio ha llegado a haber diez y once tiendas de muebles, en Villaverde Alto. Y ahora quedamos tres o cuatro. Nosotros todo lo que vendemos lo servimos, aunque sea una silla. Yo no permito que una persona llegue y me diga que se lleva una silla, por ejemplo, se la sirvo yo, se la llevo a donde me diga. David: Nosotros tenemos que responder absolutamente de todo lo que vendemos. No sé la política que llevan las demás tiendas en cuanto a que haya algún problema o reclamación, o un mueble que está de un color diferente al que pidieron. Nosotros tenemos que responder absolutamente de todo eso porque nos gusta estar con nuestro público y saber que no va engañado. Ahora mismo la mitad de la clientela que tenemos es gente que ya nos conoce y que habla bien de nosotros o que vienen por recomendado aquí, y la otra mitad, por el tipo de barrio que es, porque hay mucha inmigración y mucho piso de alquiler, entonces ahora bastante porcentaje de nuestras ventas la hacen los inmigrantes. Como en este barrio la gente mayor ha ido falleciendo y los hijos no viven aquí, pues alquilan los pisos. Avelino: Yo siendo tienda de barrio me he recorrido toda España llevando muebles. He estado en Galicia, en Pamplona, Barcelona, Málaga, Huelva, Palencia, en Alicante diez o doce veces a llevar muebles, Córdoba, Extremadura…
¿Cómo conseguís mantener el negocio después de tanto tiempo?
Esto siempre ha sido un negocio familiar, de toda la vida. Cuando mi padre llevaba este negocio aquí estaban mi madre, mis hermanas y luego llegué yo ¿y cómo se consiguió este negocio? A duras penas. Porque nosotros hemos tenido gente trabajando con nosotros. La señorita que sigue estando aquí lleva 44 años y ha llegado la crisis y nos hemos mantenido pues porque era una pena muy gorda después de la cantidad de años, echarles y que luego llegara la jubilación y que no cobraran. Tampoco sabíamos que esta crisis iba a durar tantos años, pero nos hemos mantenido. Cuando llegó la crisis mis hijos me dijeron que les bajara el sueldo y la dependienta que aún sigue con nosotros también me lo dijo, sin embargo, otros no.
Alguien que pase por aquí ¿por qué debería comprar en esta tienda?
Los clientes saben cómo somos, la manera que tenemos de atender. Son los clientes los que rigen las tiendas, no nosotros. Las tiendas de barrio no vamos altas en precio, está la gente muy equivocada. Las tiendas de barrio venden más barato que otras tiendas dando el servicio que da. La gente viene aquí a comprar por la forma de atenderle y por la educación con la que se les trata. Está la venta y luego la postventa, y en las dos cosas hay que quedar bien.
¿Cómo crees que evolucionarán los pequeños negocios de Villaverde?
Pues no lo sé porque cada día nos lo ponen más difícil. No tenemos ayudas de nada por medio de la seguridad social, por medio de hacienda, por medio de nada aun con todo lo que digan ellos. Cada día los impuestos son mayores. Lo que hay es mucha incertidumbre, por lo menos en este sector.