CEO CASA DE PALMAS
JOSÉ IGNACIO ABAROA FLORES
Por: Elias Ignot / Fotos: Antonio Escamilla
Trayectoria en la elaboración de banquetes: Casa de Palmas nace hace 29 años. Empezamos en la cocina de casa de mis papás, donde por 3 años, me permitieron usar su cocina y garaje como área de producción. Con el tiempo fuimos ahorrando y fui adquiriendo equipo de cocina y lo respectivo, en ollas grandes y utensilios, para poder producir hasta para 500 invitados. Una noche, recuerdo que bajó mi papá y me dijo que ya tenía que volar, y así, fue como creamos “Casa Abaroa”, en Saturno 24, donde, de manera correcta, hicimos las diferentes áreas de trabajo, tanto en cocina como para la parte administrativa. Desde aquí atendimos muchos eventos, en donde nosotros nos transportábamos en una camioneta para llevar todo el material del evento.Posterior a eso, mi querida tía Florín, me propone hacer un salón y a esta idea se une también mi querido cuñado Rafa y fue así como, surge “Casa de Palmas” el salón de eventos. En la parte operativa siempre conté con el capitán de meseros Raciel y el buen capitán Jesús Luna, quien ha demostrado su responsabilidad y compromiso con Casa de Palmas y a la fecha, es Director de Operaciones. Consuelito, Naty, Ángeles, Chabelita, Azu y un sin número de brillantes señoras con quienes, bajo mi dirección, sacamos miles de platillos. En la cocina nunca tuvimos chefs, ni sub chefs, el único requisito era que tuvieran actitud positiva. Recuerdo, cuando llegó Consuelo a mi oficina y me dijo que quería ser lavaplatos, yo le pregunté ¿por qué?, y me dijo que no sabía cocinar; así que le cuestioné ¿cómo?, ¿no les das de comer a tu familia? Me contestó que sí y le dije que era lo mismo, pero para una cantidad mayor de personas; a los meses, llegó a ser jefa de cocina. Lo mismo con Azucena, joven con carácter, leal y honrada. Fueron años de mucho esfuerzo y dedicación ya que es un negocio que no te permite errores. La boda es de tal hora a tal hora y no hay chance de llegar tarde, conlleva un alto nivel de estrés para poder lograr el mejor pago. Cuando tu cliente te llama y te da las gracias porque todo estuvo tal cual se lo vendiste, es muy satisfactorio. En los eventos vendes una experiencia y si no la logras, valió todo.
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