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Copias Fotográficas

El fenómeno de la reproductibilidad en la fotografía es uno de los más cuestionados con respecto a la originalidad en el arte. La obra concebida como aquel ente único e irrepetible que aparentemente rige al arte clásico, si bien siempre ha sido debatido, con la llegada de los procesos fotográficos terminó por diluirse. A lo largo de la historia, un artista ha conformado un taller en el que múltiples oficiales y aprendices colaboraban en el proceso de materialización de la obra y en ocasiones incluso en el creativo. Asimismo, estos espacios reproducían la misma imagen o forma como ensayo o con la finalidad de cumplir con varios encargos. Los talleres realizaban copias de la pieza del maestro para evaluar su técnica, en el caso particular de la estampa se involucraban por lo menos tres especialistas distintos para la elaboración de una tabla o una plancha grabada que se estamparía: comenzaba el boceto o dibujo del artista que era grabado en una placa en un segundo momento, para después ser impreso o estampado generalmente en papel por un tercero al mando. Procesos del arte “clásico” que desmitifican al objeto antiguo como irrepetible; la idea se reafirma al trasladarnos a la pintura mural, que implica un gran número de colaboradores, o a la escultura misma, sobre todo en las casas fundidoras.

Esta misma potencia de reproductibilidad se aplica en la fotografía y así como en las disciplinas anteriores, existen varios factores que podrían definir a un objeto fotográfico como auténtico o falso.

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En la fotografía análoga existen los negativos o placas, matrices primigenias de las cuales se podrían reproducir miles de copias de una misma imagen, similar a un grabado en que el autor estampa cien o mil, dependiendo del desgaste de la matriz, ¿qué haría único a estas múltiples «copias»? Las variantes podrían transitar entre las condiciones de impresión, tiempo de exposición a la luz y aplicación de los químicos, hasta un retoque o intervención no controlada. Simplemente el número de copias autorizadas por el fotógrafo o quien represente al autor, también es determinante. Es decir, como en la escultura en metales existe el factor del «original múltiple», por lo que también se podría equiparar con el número de fundiciones autorizadas. De acuerdo con el glosario del FotObservatorio de la Imagen México, «original» se define como:

Imágen de la muestra Thinking Like a Mountain de Helene Schmitz, cortesía de Héctor Archundia

Imágen de la muestra Thinking Like a Mountain de Helene Schmitz, cortesía de Héctor Archundia

Original negativo es la imagen que se produce en el momento en que el fotógrafo hace la toma con su cámara. La impresión sobre papel a partir del negativo, hecha por el mismo fotógrafo en fecha cercana a la realización del negativo original, es un original positivo y se le conoce como impresión de época o vintage.

 Imágen de la muestra Visión 2020: fotografías décadas 1840-1860, cortesía de Héctor Archundia

Imágen de la muestra Visión 2020: fotografías décadas 1840-1860, cortesía de Héctor Archundia

Lo cierto es que se considera original lo impreso por el creador y bajo su estricto criterio. En fotografía el término copia no es denostativo, por el contrario, es un vocablo ampliamente utilizado en los propios artistas de la lente para referirse al número de ediciones de una misma imagen. Una verdad histórica es que en ocasiones, sobre todo después de mediados del siglo xx, los impresores y los fotógrafos no son la misma persona. En los talleres o estudios fotográficos era usual que hubiese un encargado del cuarto oscuro; cuando el fotógrafo se involucraba podía revisar las pruebas y decidir cuál era la mejor imagen y la mejor edición. En el caso de Héctor García es sabido que quien se encargaba de las impresiones era su esposa, la también artista, María García, de hecho, esto la llevó a realizar diversas experimentaciones de abstracciones fotográficas. En la actualidad digital, el fotógrafo acude a un impresor confiable y autoriza el número de copias, considerando que entre menos sean, más valor tendrá la imagen. Asimismo, la última copia puede llegar a tener un costo más alto por ser la última impresión autorizada.

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