En busca de una nueva vida

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En busca de una nueva vida

por Sandra García Cantón 3º de E.S.O.


Capítulo 1 Aunque eran casi las once, hora en la que los niños deben estar ya en sus camas, aquellos cuatro niños seguían delante del televisor esperando que el príncipe azul de su película preferida rescatara a su princesa de la malvada bruja. Estaban todos, desde el mayor, que con sólo ocho años sabía hablar dos idiomas indistintamente, hasta la pequeña de dos años que se tapaba los ojos cada vez que la bruja aparecía en la pantalla. Normalmente no se quedaban despiertos hasta tan tarde, pero aquella noche sus padres estaban en una fiesta muy importante del trabajo del padre, y los cuatro pequeños estaban al cuidado de Marta, la hermana mayor de la madre. Marta quería a esos niños como si de sus propios hijos se tratara, y aquella noche no había podido evitar decir que sí a las suplicas de los cuatro niños para no irse a la cama tan temprano como el resto de los días. Como no había muchas cosas que pudieran hacer todos juntos, después de una votación decidieron ver una película. El mayor de los cuatro quería jugar al videojuego nuevo que le había regalado su mejor amigo por su cumpleaños, pero puesto que a eso sólo se podía jugar de uno en uno, y no todos querían jugar, tuvo que conformarse con ver la película. Cuando la película terminó, Marta apagó la tele y mandó a todos los niños lavarse los dientes. A los más pequeños, Missa y Alex, que eran mellizos, les tuvo que ayudar un poco porque con dos añitos no sabían lavárselos ellos solos. Acto seguido Marta les llevó a su habitación y metió a cada uno en su camita. Cuando hubo comprobado que los cuatro niños ya estaban dormidos, sacó su ordenador portátil y se colocó en la gran mesa del comedor dispuesta a escribir su novela. Lo cierto era que después de un día tan largo detrás de sus sobrinos, la tenían agotada, pero no tenía más remedio que


escribir su historia ya que debía entregarla dos días después.


Capítulo 2 Marta era una niña activa y simpática, que se levantaba todas las mañanas con ganas de ir regalando sonrisas por la calle. Era una niña muy querida en su pueblo, de unos 70 habitantes. Desde que su madre, antigua alcalde del pueblo y también muy querida por la gente, murió durante el parto, todo el mundo se había volcado con la pequeña y le habían dado todo el cariño que ella les había dado a ellos antes de morir. Su padre también la quería muchísimo, pero muchas noches lloraba cuando estaba a solas porque necesitaba a su mujer, porque él sólo no se veía capaz de educar a su hija, y porque, también, se daba cuenta de que su hija necesitaba ese amor de madre que él no le podía dar. Pero el pasado no se puede cambiar, así que se convencía cada noche a sí mismo de que aunque su mujer no estuviera junto a él, educaría a Marta lo mejor que sabía y, lo que es más importante, le daría todo su amor y le dedicaría su vida. Aquella calurosa mañana de junio Marta se despertó con muchas ganas de sentir la brisa, de salir a jugar con sus amigos al campo, de escuchar los pajarillos... Así que sin perder tiempo se levantó, se vistió, desayunó y salió corriendo a buscar a sus amigos, no sin antes haberse despedido de su padre que se marchaba a trabajar. Iba a ser un día perfecto, o al menos eso creía ella. Estuvo todo la mañana rodando por las praderas con sus amigos y jugando al escondite. Se lo estaban pasando tan bien que no se dieron cuenta de que era la hora de comer y cuando miraron los relojes salieron corriendo hacía sus casas. Pero cuando Marta estaba llegando a su casa vio todo lleno de policías, gente mirando, y hasta una ambulancia. Lo peor fue cuando descubrió que la casa que estaba acordonada era la suya, y comenzó a preguntar a los policías que por qué no la dejaban entrar si ella vivía allí. Cuando los policías se dieron


cuenta de que era verdad, de que ella vivía allí, avisaron a una policía licenciada en psicología para que hablara con ella, ya que no iba a ser muy fácil explicarle que su padre había fallecido sin más; que su corazón se paró sin previó aviso y que tendrían que llevarla con algún familiar. No le fue muy fácil comenzar la trágica conversación, pero al final se decidió por saludarla y hablar amistosamente con ella para poder tranquilizarla. -¡Hola!, tú debes de ser Marta, ¿verdad? -Sí, soy yo. ¿Qué ha pasado? ¿Por qué no me dejan entrar en mi casa? Mi padre debe de estar esperándome para comer. -Bueno, verás, lo cierto es que tu padre no te está esperando para comer. Es que...verás, tarde o temprano todo el mundo tiene que morirse y se que esto va a ser muy duro para ti, pero la hora de tu padre había llegado. Cuando tu padre estaba entrando en casa su corazón falló y dejo de latir. Lo siento muchísimo. Por favor cualquier cosa que pueda hacer por ti no dudes en pedírmela. Esa voz, esa frase resonó en la cabeza de Marta durante varios segundos, mientras intentaba asimilar lo que acababa de escuchar. No era posible que le estuviera pasando eso a ella. Sólo había ido a jugar con sus amigos y cuando volvió a casa para comer su vida se desmoronó de golpe. ¿Qué iba a hacer ella sin su padre? No se podía creer que aquel que le había cuidado desde que nació, aquel que le despertaba cada mañana con un fuerte abrazo y aquel gracias al cual ella estaba allí, desapareciera de golpe de su vida, sin volver a oírle, sin volver a hablarle, sin ni siquiera poder volverle a decirle cuanto le quería. No podía ser verdad. La sicóloga no tuvo más remedió que llevarla a la comisaría y dejarla descansar para que saliera del shock. Habían pasado tres días y Marta se negaba a comer. No hablaba ni escuchaba. Simplemente se limitaba a pensar. ¿Por


qué a ella? ¿Es qué acaso no había tenido suficiente con perder a su madre? Estaba furiosa. La psicóloga, sin saber qué hacer, le llevó una taza de chocolate caliente, se la dejó en la mesita que tenía al lado y le dijo: - Tómatela despacito. Está ardiendo, no te vayas a quemar. -¿Por qué a mí?- le preguntó Marta con voz temblorosa. -Supongo que ahora mismo se te estarán pasando muchas preguntas por la cabeza, y, la verdad es que quizás yo no tenga respuestas para todas ellas. Mira Marta, hay cosas que uno no quieren que pasen, pero pasan, y no se pueden evitar. Después de que pase algo, ya nada se puede hacer, pero lo que yo te quiero preguntar es si tú querías a tu padre.. -Por supuesto que le quería y le voy a seguir queriendo siempre...-Pues eso él lo sabía, y no hay nada más bonito para un padre que sentir el amor de sus hijos. Tu padre te quería más que a nada en este mundo, y no tienes que pensar que ha desaparecido, porque ahora mismo esté donde esté te sigue queriendo igual que antes e incluso más. Por eso tú no puedes estar triste, porque aunque tú no lo veas, él va a estar siempre a tu lado, y lo que menos desearía él ahora es verte triste. Él quiere verte crecer, quiere verte vivir, pero alegre, sin borrarle jamás de tu memoria, pero dejando al lado la tristeza de su muerte, y alegrándote por tantos momentos felices que pasasteis los dos juntos. -Llevas razón. Él ha sido el mejor padre que jamás podría haber tenido y no se merece pasarlo mal porque me vea triste. Voy a estar alegre por él, aunque en mi interior siempre quede un gran vacío y una voz que suplique hablar con él. -Puedes hablar con él, siempre va a estar cerca tuya y te va a escuchar. ¿Sabes una cosa? Yo también perdí a mi padre cuando tenía tu edad y algo que me ayudó mucho a ir


superándolo fue escribir un diario para que así él pueda leer lo que te pasa cada día, tus problemas y tus alegrías, y así aunque no le veas, le podrás contar todo. -Me parece una buena idea. -Marta, espero que todo lo que te he dicho te sirva para algo. A mí alguien me dijo todo lo que yo te acabo de decir hace unos 15 años, y son cosas que me han ayudado mucho, no sólo para superar lo de mi padre, sino para muchas otras cosas que te irán sucediendo a lo largo de tu vida. Bueno, supongo que sabrás que hemos tenido que buscar el familiar más cercano para que obtenga tu tutela. -Sí. -Pues, lo cierto es que nos ha costado mucho encontrarlo, pero al final hemos encontrado a la hermana mayor de tu madre, y por lo que hemos podido hablar con ella, no os conocéis. -Es verdad. -Bueno, pues vais a tener mucho tiempo para conoceros porque el juez ha decidido darle tu tutela, y tendrás que irte a vivir con ella a Los Ángeles. Cuando se lo he dicho le ha dado mucha pena la muerte de tu padre, pero lo cierto es que le ha hecho mucha ilusión que vayas a vivir con ella. Parece una mujer muy agradable y cariñosa. Creo que os llevaréis muy bien.


Capítulo 3 20 de julio Querido diario: Parece que fue ayer cuando llegué a esta casa. Tan poco a pasado mucho tiempo, pero estas tres semanas se me han pasado volando. La tía May es muy amable conmigo y me quiere mucho. Yo también la quiero mucho a ella y, además, por lo que me contaba papá, tiene la misma alegría y amabilidad que mi madre. Es casi tan activa como yo, aunque a veces se agota fácilmente. Hoy, por ejemplo, hemos estado pintando mi habitación de otro color, y hemos tenido que sacar todos los muebles para luego volver a colocarlos, y cuando sólo faltaba por meter la cama, se ha recostado un poco en ella mientras yo iba al baño, y cuando he vuelto, ¡estaba dormidita! Me ha dado una pena despertarla... Mañana me ha prometido que me va a llevar al parque de atracciones (es la primera vez que voy a ir, y me hace mucha ilusión). Me da miedo que mi tía crea que no me siento a gusto y se preocupe demasiado por mí. Lo cierto es que sigo echando muchísimo de menos a mi padre, pero estoy empezando a sentir de nuevo que formo parte de una familia, y soy feliz (sin olvidarme de mi padre, por supuesto). Así que, papá, no te preocupes por mí porque aunque te echo mucho de menos, se que estás junto a mamá y que algún día yo también estaré con vosotros.

22 de julio

¡Qué bien me lo pasé ayer! Nunca había montado en tantas atracciones un mismo día. Me lo pasé tan bien que estoy pensando en hacerme un abono que hay para poder ir todos los días que quiera. A papá le hubiera encantado... Siempre que había feria en nuestro pueblo o en alguno de cerca me llevaba y nos pasábamos allí las horas muertas. Montando siempre en las mismas atracciones: la montaña rusa, el tren de


la bruja, el pasadizo del terror... Y siempre antes de irnos nos montábamos en la noria para hablar un rato y contarnos nuestras cosillas... ¡Le echo tanto de menos! Hay tantas cosa que quería hacer con él y que no hice. Íbamos a ir a pescar al día siguiente de su muerte... Le gustaba tanto pescar... Meterse hasta las rodillas en el lago y ver como los peces pasaban a su lado sin que él pescara ninguno. Le necesito a mi lado.

30 de julio Querido diario: ¿Creías que me había olvidado de ti? Es que últimamente he estado haciendo muchas cosas, y la verdad, para que engañarnos, es que no me apetecía escribir aquí, porque cada vez que te abro vuelve a mí la realidad, que mi padre no está conmigo, y me pongo muy triste. Bueno estos días he estado yendo a muchos sitios de la ciudad que la tía creía que debía conocer. Un día me llevó a Hollywood y a Beverly Hills, y estuvimos andando por el Boulevard Hollywood y por la calle Sunset Strip. El jueves pasado estuvimos en La Playa Venecia que estaba llena de chicas y chicos montando en patines en bañador y de hombres haciendo pesas. Y ayer estuvimos comprando en algunas tiendas muy famosas de las que yo había oído hablar muchas veces y pensaba que nunca entraría en ninguna de ellas. Eran inmensas y nos atendieron en todas dos estilistas como mínimo. Me compré tanta ropa que de vuelta a casa casi no cabían las bolsas en el taxi. Nunca me había comprado tantas faldas, ni tantos pantalones el mismo día, pero es que en mi habitación no tengo armario, sino un ropero, que es una habitación con muchas estanterías, perchas y cajones para guardar la ropa. También tiene tres espejos que llegan al techo y una cortinilla para que cuando me cambie no me vea nadie. Es tan grande que con la ropa que tenía antes de ir de compras, no llenaba ni un tercio del espacio, así que la tía May se empeñó en que me tenía que comprar mucha ropa. Hoy la he estado colocando y probándomela a la vez. Me encanta todo lo que me he comprado, pero sobretodo un vestido que es rosa y


muy largo para alguna ocasión especial. Me gusta esta ciudad, me gusta mi nueva casa, pero echo mucho de menos a mis amigos, a la gente del pueblo. Necesito alguien de mi edad con quien jugar y con quien hablar, que entienda mis problemas y sepa darme soluciones. Aunque aquí estoy bien echo de menos mi antigua vida.


Capítulo 4 2 de agosto

Creo que la tía May ha leído mi diario porque hoy cuando me he levantado me ha dicho que me tenía que poner muy guapa porque me va a llevar a comer a casa de unos amigos suyos que me quieren conocer y que tienen dos hijos, un chico y una chica de mi edad. Yo la he dicho que no me apetecía mucho porque me dolía la cabeza, pero ella ha insistido en que tenía que conocer a los chicos porque eran muy majos y ya era hora de que estuviera con gente de mi edad y comenzara a hacer amigos. Creo que la próxima vez guardaré mejor mi diario, aunque si no lo hubiera leído no iría a conocer a esos chicos. Espero que sean majos. Ya te contaré.

2 de agosto (por la noche) ¡Me alegro mucho de que la tía leyera mi diario! Los chicos que me ha presentado hoy son muy majos y nos hemos hecho muy amigos en una sola tarde. Se llaman Sonia y Álvaro, y creo que yo también les he caído muy bien a ellos, o al menos eso espero, porque si no, no habríamos quedado mañana para dar una vuelta por el parque que hay al lado de su casa. Al principio me daba un poco de vergüenza hablar, por eso de que ellos son hermanos y yo soy la extraña, pero luego me he ido soltando poco a poco y aunque sea un poco precipitado decirlo ahora, creo que llegaremos a ser muy buenos amigos. Son los dos muy simpáticos, Álvaro más callado que Sonia, pero me han caído los dos muy bien. Además son muy gracioso y sinceros... Bueno te voy a dejar ya, que es muy tarde y todavía no sé que ropa me voy a poner mañana.

5 de agosto


¡Buenos días! Hoy es un día muy bonito: hace sol, los pajarillos cantan, hay una brisa suave... ¡Uy! Casi se me olvidaba: también es mi cumpleaños. Me hace mucha ilusión, aunque es el primer cumpleaños que no paso al lado de mi padre. Supongo que esté donde esté me estará felicitando. Además, lo que tengo que hacer en vez de ponerme triste es acordarme de lo ricos que estaban los pasteles de arándanos que me preparaba siempre el día de mi cumpleaños. Estaban riquísimos. No sé que me habrá preparado la tía porque cuando me ha despertado me ha dicho que me vistiera con mi ropa más bonita y que esperara a que ella me avisará cuando podía bajar, así que aquí estoy, con mi vestido rosa largo esperando a que me venga a avisar. Creo que ya viene. Luego te cuento como ha ido todo.

6 de agosto Ayer cuando bajé al piso de abajo vestida me estaba esperando May también muy guapa, y en la puerta de casa había un coche de caballos. Nos montamos y nos llevó a una pradera desde la que se ve todo el mar y allí hicimos un picnic. Después me llevó una gran librería y me dijo que cogiera todos los libros que me gustaran y que como mínimo tendría que coger seis. Cogí cinco y el sexto lo eligió ella porque había tantos que yo ya no sabía cual coger. Cuando terminamos de comprar me llevó a casa de vuelta, y cuando yo creía que no habría ninguna sorpresa más abrí la puerta de casa, y ¡sorpresa! Estaban allí toda la ente a la que había ido conociendo en el poco tiempo que llevaba en la ciudad (incluidos Álvaro y Sonia) y me habían preparado una fiesta sorpresa. Estuvimos bailando, cantando y nos lo pasamos genial. La fiesta se acabó muy tarde, a eso de la una y media, y cuando subí a mi cuarto me encontré una cajita roja encima de la almohada con una nota. Era el regalo de May (como si no hubiera sido suficiente con los libros). En la nota ponía: Cuando yo tenía tu edad mi madre me lo regaló a mí, y espero


que algún día se lo regales tú a tu hija cuando cumpla los quince años, pero hasta entonces, úsalo tú.. Espero que te guste. Estaba muy nerviosa y tenía muchas ganas de abrirlo. Era un collar de perlas precioso. Me encanta y creo que no me lo voy a quitar nunca.

18 de agosto Llevaba mucho tiempo sin escribir. Es que me puse a leer los libros y estoy enganchada. Termino uno y empiezo otro. No puedo parar. Dentro de tres días empiezo el colegio y estoy muy nerviosa. Además que yo recuerde en mi pueblo no se empezaba tan pronto el colegio, pero bueno serán cosas de ciudad. Voy al mismo colegio que Sonia y Álvaro, y a la misma clase, pero tengo miedo a no caerle bien a la gente, a no saberme adaptar...Ya se verá todo .

20 de agosto

¡Mañana es el gran día! Estoy muy nerviosa. Hoy hemos ido May y yo ha comprar las últimas cosillas: mi mochila, tres libros que me faltaban, un estuche, etc. ¡Ah! Y también hemos ido a comprar el uniforme del colegio. Las chicas llevamos una falda por las rodillas de color rojo con una camisa blanca y una corbata muy pequeñita roja. Los chicos llevan también camisa y corbata y abajo llevan un pantalón negro. La verdad es que no es un uniforme muy feo porque en la tienda he visto algunos de otros colegios que eran horribles. He estado preparando la mochila del colegio, la ropa y he llamado a Sonia para quedar con ellos e ir juntos al colegio. Hemos quedado en la esquina de la calle 35 a las 9 de la mañana porque entramos a las 9 y media. Bueno, creo que me voy a dormir porque mañana será un día muy importante y muy largo, y no quiero estar cansada.


Buenas noches y deséame suerte.


Capítulo 5 21 de agosto ¡Hola diario! ¡Hoy ha sido mi primer día de colegio! Tengo que contarte tantas cosas que no sé ni por donde empezar: El colegio es muy bonito y muy grande, con un patio inmenso y una piscina cubierta porque también tenemos clase de natación una vez a la semana. También tiene taquillas colocadas en los lados de los pasillos. Los profesores parecen todos muy majos aunque solo les he visto en el acto de presentación del nuevo curso que ha habido en el teatro, que por cierto, también es muy grande. Mi tutora es una chica de unos 40 años, creo, que se llama Elizabeth y que es muy maja. Ella nos ha enseñado nuestra clase y nos ha dejado elegir sitio (yo tengo delante a Álvaro y detrás a Elena). También me ha presentado a toda la clase y nos ha dado el horario de mañana. Los chicos del colegio, en general, son chicos normales, salvo algunos grupos que hay de pijos, otros de macarras, etc. Y la gente de mi clase, la verdad, es que es muy variada: Hay tres chicos que son hippie, cuatro macarras, cuatro pijas y los demás que me han parecido más o menos normales. De momento no he hecho nuevos amigos porque he estado con Sonia y Álvaro que me han hecho un recorrido por todo el colegio para que lo conociera. Yo creo que ellos van a ser mis mejores amigos porque de momento, aunque les conozco de hace unas semanas, son los únicos chicos que he conocido y que me han estado ayudado, y me parecen muy buenas personas.

22 de agosto

Hoy ya sí que he tenido clase. A primera hora hemos tenido música con un profesor un poco maniático. Luego hemos tenido educación física con un profesor que nos ha tenido dando vueltas al patio 35 minutos para ver si


volvemos del verano con buena forma física o no. Casi me muero de calor y de cansancio, pero he sido la única de mi clase que ha aguantado todo el tiempo sin parar ni disminuir el ritmo. Y después, hemos tenido matemáticas, que aunque sólo haya presentado como va a evaluar, qué vamos a dar, le ha dado tiempo para empezar un poco el primer tema. No me he enterado de nada y eso me preocupa mucho porque el resto de la clase entendía todo lo que decía el profesor. Tengo que ponerme las pilas ahora porque sino luego va a ser peor. Después de mates tocaba recreo. He estado dando una vuelta con Álvaro y con Sonia y me han presentado a muchos chicos que son sus amigos. Son todos muy majos y hablan muchísimo. Espero haberles caído bien. A cuarta hora tocaba lengua. La profesora es mi tutora y nos ha estado preguntando un rato sobre como nos ha ido el verano y las vacaciones para que nos conozcamos todos un poco más. Me ha gustado mucho esta clase porque ni siquiera hemos sacado el libro. Después hemos tenido inglés con una chica que no dice ni una palabra en español, y no me he enterado de casi nada. Tendré que llamar ahora a Sonia porque he oído algo de ‘homework’ pero no he entendido lo que ha dicho después. Y a última hora he tenido plástica, que por cierto me ha encantado. Es un profesor muy majo aunque rebusca mucho los trabajos (según me han dicho), y ya nos ha mandado el primer trabajo: tenemos que diseñar y construir una maqueta de un parque de atracciones exclusivamente con palillos. Nos ha dado de margen un mes, y tenemos que hacerlo tanto en clase como en casa porque si no, no da tiempo. Yo ya tengo un boceto hecho y se donde va a ir cada cosa. Me va a quedar muy bonito. Bueno, te dejo que tengo que llamar a Sonia para ver que había de inglés para mañana.

25 de agosto


¡Hoy es sábado¡ Ayer y anteayer no escribí nada porque estuve haciendo deberes y trabajos que nos han empezado a mandar ya. También estuve intentando entender el primer tema de matemáticas yo solita, pero es imposible, es muy difícil y no entiendo nada. De todas formas ahora me pondré ha hacer los deberes que tengo y luego me pondré otra vez con mates, haber si consigo entender algo. Esta tarde he quedado con Sonia, Álvaro y otros tres amigos de Álvaro para ir al cine a ver una película de miedo que se estrenó ayer. Todavía tengo que desayunar, hacer la cama, arreglar el cuarto, hacer los deberes... Así que si no me doy prisa no me va a dar tiempo.

26 de agosto Ayer estuvo muy bien la película que vimos y luego nos fuimos a merendar por ahí. Me lo pasé muy bien. Además los amigos de Álvaro son muy majos. Hoy he estado haciendo un poco el tonto por casa, viendo la tele, jugando a las cartas con May... Se me ha pasado muy rápido el día. Bueno te tengo que dejar que mañana hay que madrugar y ya es muy tarde, aunque todavía quiero leer un poco. ¡Buenas noches!

28 de agosto

Me está costando coger el ritmo de mi clase, sobretodo en la asignaturas troncales como mates, lengua, inglés y física y química. Las demás las llevo bien pero es que estas se me han atragantado y no consigo sacarlas a delante. No sé a quien pedirle ayuda porque me da mucha vergüenza. Tengo que intentar ponerme al día.


3 de septiembre ¡Hace casi una semana que no escribía nada aquí! ¡Qué rápido pasa el tiempo! Mañana me voy de convivencia con mi clase a un pueblo que hay cerca de la sierra y nos quedaremos allí hasta dentro de una semana. Me gustaría llevarme el diario para contarte todo lo que hagamos pero lo voy a dejar aquí porque me da miedo que se pierda o que alguien lo lea. Así que cuando llegue ya te haré un resumen de todo lo que hemos hecho. Tengo muchas ganas de ir a la convivencia, pero la verdad es que me pone muy triste porque vamos a la montaña que era el lugar favorito de mi padre. Le encantaba llevarme a hacer senderismo durante un día entero, comer por ahí, estar rodeados de árboles. Hacía mucho que no iba a la montaña. La última vez que fui con él fue por abril, creo.

9 de septiembre

Esta mañana he llegado de mi convivencia. ¡Qué bien nos lo hemos pasado! He hecho más amigos y he conocido mejor a la gente de mi clase. Hemos montado a caballo, hemos hecho senderismo, nos hemos bañado en una piscina natural... Hemos hecho muchísimas cosas, y yo he hecho muchísimas fotos para poder acordarme siempre de la primera excursión que hice en este colegio. Me gustaría explicarte todo lo que hicimos más a fondo, pero estoy muy cansada y me voy a ir a la cama directa.

12 de septiembre Tengo un serio problema: ya pronto voy a empezar a tener exámenes de todo y no consigo ponerme al día en algunas asignaturas. En lengua más o menos estoy avanzando aunque todavía no tengo el nivel de la clase, pero si me sigo esforzando tanto no creo que tarde en alcanzarlo. ¡Pero en matemáticas y en física y química estoy perdidísima! Por más


que lo intento no consigo entender nada, y aunque en casa estudie todos los días, haga los deberes y practique mucho, no hago ni un solo ejercicio bien. A este paso mucho me temo que voy a suspender los primeros exámenes, igual que en inglés. Lo que pasa es que con inglés Sonia me está echando una mano y aunque yo todavía no soy capaz de escribir una sola oración bien, ya voy entendiendo algunas de las palabras que dice mi profesora. Pero aún y así también voy a suspender. Estoy intentando ahorrar dinero para apuntarme a clase particulares de mates y física y química, pero me parece que no voy a tener suficiente ni en noviembre. No quiero que la tía May se entere porque ella cree que a mí se me da muy bien estudiar y no quiero defraudarla.


Capítulo 6 20 de septiembre Hoy he tenido el primer examen de lengua y no me ha salido muy bien. No creo que apruebe y eso que había estado estudiando tres horas diarias desde la semana anterior. Antes de empezar el examen estaba muy nerviosa, pero no me he quedado en blanco, sino que he respondido a todas las preguntas lo mejor que he podido, pero de todas formas no creo que vaya a aprobar. Además la sintaxis es lo que peor se me da y valía cuatro puntos del examen. He dado todo lo que he podido de mí y si eso no me sirve para aprobar no sé que voy a hacer. Sonia me ha dicho que no me preocupe, que ella el primer examen que hizo con esta profesora el año pasado también creía que lo iba a suspender, y luego lo aprobó. No sé si lo aprobaré pero ahora me tengo que poner a estudiar porque mañana tengo el examen de mates del primer tema y pasado el de inglés.

21 de septiembre

El examen de matemáticas si que no lo apruebo ni de broma. Me han entregado el examen y no entendía nada de lo que había que hacer, parecía escrito en chino. De seis preguntas sólo he contestado cinco y que estén bien, comprobando los resultados con mis compañeros, creo que sólo tengo una. A este paso me va a quedar en esta evaluación porque le he estado echando un vistazo al segundo tema y no es nada fácil.

23 de septiembre

Al menos no se me dan mal todas las asignaturas. He entregado mi trabajo del parque de atracciones y me ha felicitado porque dice que está muy bien. Si se me dieran tan bien las matemáticas como plástica o educación física...


Hoy he estado hablando con May un rato antes de cenar y me ha estado preguntando si me gusta esta ciudad, mi nueva vida, si echo de menos ha mi padre, a mis amigos... No la he mentido y la he dicho que aunque aquí estoy genial porque me gusta mucho esta ciudad, vivir con ella, mis nuevos amigos, etc. La he confesado que lo cambiaría todo por volver a pasar un sólo minuto más con mi padre. Y es que es verdad, porque aunque parezca que ya lo he superado, estoy todo el día haciendo cosas para no acordarme de que mi padre ya no está conmigo. May me ha dicho que no puedo hacer eso, que tengo que exteriorizar mis sentimientos porque no es bueno sufrir por dentro, y que si yo no pido ayuda, nadie me la va a poder dar. Lleva toda la razón. Creo que estoy intentando creer que nada de eso pasó, que mi padre no murió y que ya no vivo en mi pueblo, y eso me está haciendo sentir muy mal porque en apariencia estoy muy bien pero nadie sabe realmente como me siento. Ni siquiera yo misma. Desde que llegué a esta ciudad creo que no me he sentado ni un solo minuto para pensar en todo lo que ha pasado e intentar comprenderlo. He preferido ignorar mis problemas en lugar de afrontarlos. No sé si voy a ser capaz de sentarme yo sola o con mi tía y hablarlo durante un rato. Es lo que ha intentado la tía May hoy, pero en cuanto ha empezado a preguntar me he echado a llorar y se ha dado cuenta de mi problema, de que no lo he superado. Le echo tanto de menos. Hay tantas cosas que quería hacer con él... Siempre me imaginaba cómo sería el día que me llevara al altar vestida de blanco para darnos la bendición a mí y a mi esposo... Le imaginaba cuidando de mis hijos, que le llamarían ‘abu’ o ‘llallo’. Papá vuelve conmigo por favor. Te necesito. Yo no puedo hacer nada sin ti...

1 de octubre Hoy en el colegio casi se pegan dos chicos por mi amiga


Sonia. Han discutido por cuál de los dos la pediría salir (porque a los dos les gusta mucho ella) y por poco acaban a tortas. Cuando Sonia se ha enterado se ha quedado atónita. No entiende porque hacen eso esos dos chicos si ni siquiera la conocen bien. Y es que es verdad, esos dos chicos sólo han hablado con nosotras unas cinco veces en lo que va de curso. Además a Sonia no le gusta ninguno de ellos, le gusta un chico que está dos cursos más arriba y que juega en el equipo de béisbol. Se podría decir que es uno de esos chicos guaperas súper populares que tiene detrás a más de medio colegio. Por cierto, ya me han dado las notas de todos los exámenes que hice y para mi sorpresa ¡he aprobado lengua! Me he sacado un 5’2 pero me da igual, con eso me basta y me sobra. El examen de matemáticas, el de inglés y el de física y química los he suspendido con notas muy bajas (ninguno con más de un 4). No sé si decírselo a tía May o esperar que se lo diga mi tutora porque ha pedido cita para hablar con ella dentro de dos semanas. Creo que mejor voy a esperar a que se lo diga mi tutora y así al menos tendré dos semanas más para pensar que le voy a decir cuando me pregunte.

2 de octubre

Hoy hemos tenido que ir Álvaro y yo a hablar con los dos chicos que se habían peleado por Sonia para decirles que a ella no les gustaba ninguno aunque sí que les tiene mucho aprecio como amigos, pero que no hacía falta que se pelearan por ella. También hemos estado hablando un rato Álvaro y yo sobre el chico que le gusta a Sonia y hemos llegado a la conclusión de que no es un mal chico, que el único problema que tiene es que se le ha subido un poquito la popularidad a la cabeza y que alguien como Sonia le volvería a poner los pies en la tierra, así que hemos decidido que tenemos que hablar con él y conseguir que ellos se conozcan porque creemos que en cuanto él hable con ella verá lo buena chica que es y se enamorará de ella. El problema ha sido que esto lo hemos


hablado en clase, y como nos han avisado muchas veces de que nos calláramos y hemos seguido hablando, pues nos han castigado ha quedarnos una hora más. Para colmo Sonia nos ha preguntado de qué estábamos hablando y como no se lo hemos dicho se ha picado con nosotros y dice que no nos va a hablar hasta que se lo digamos.

3 de octubre Sonia sigue enfadada. Pensé que para hoy ya se habría olvidado pero no me habla y a su hermano tampoco. He quedado con Álvaro que voy a ir a su casa dentro de un rato y que vamos hablar con ella. Espero que no se cuando le digamos de que estuvimos hablando no se lo tome a mal y nos perdone. Es que no entiendo por qué si a ella le gusta él, es incapaz de decirle nada, ni siquiera hola cuando pasa a su lado.

3 de octubre más tarde ( en el baño de casa de Álvaro y Sonia)

Se lo hemos dicho y nos ha hecho jurar que no vamos a hablar con él, y que si lo hacemos si que no nos va a volver a hablar nunca más. Lo hemos jurado y yo pienso cumplirlo porque creo que hablaba muy en serio. Dice que si ella habla con él o no es su problema y que de momento prefiere que él no sepa que a ella le gusta. Si es lo que quiere tendremos que respetarlo. Te tengo que dejar, que llaman a la puerta.


Capítulo 7 19 de octubre Hoy ha ido May a hablar con mi tutora y cómo tenía mucho miedo de lo que le pudiera decir, les he pedido a Sonia y a Álvaro que me acompañaran a espiar. Sonia no podía porque tenía dentista, pero Álvaro sí que me ha acompañado. Hemos estado escondidos en un baño hasta que el colegio ha quedado vacío. Y luego hemos esperado a que llegara mi tía y entrara en nuestra clase. Entonces nos hemos puesto debajo de una de las ventanas de mi clase ha estudiar. Lo hemos oído todo. Cuando ha entrado mi tía, se han saludado y se han sentado. Han empezado hablando de mi comportamiento en clase, que era muy bueno aunque hablara mucho con Álvaro. Y después se han puesto a hablar de mis notas. Mi tía le ha dicho que no tenía ni idea de que me fuera tan mal en algunas asignaturas y ha confesado que todavía yo no tengo demasiada confianza en ella, que no le cuento lo que me pasa ni como me siento porque como yo se lo contaba todo a mi padre y ahora no está, prefiero guardármelo todo para dentro. Entonces mi profesora le ha preguntado que si ella no era mi madre. May no ha tenido más remedio que explicárselo todo. Cuando le ha dicho que mi padre murió y que yo me tuve que mudar aquí este mismo verano los ojos de mi tutora se han llenado de lágrimas y le ha dicho a mi tía que entonces es comprensible que todavía ande un poco desorientada y que por eso no consigo ponerme al día. No sé como ni por qué, pero en mitad de la conversación, mi tutora le ha preguntado a mi tía: -¿Eres May Braisley? ¿Tú estudiaste en la universidad de Krondway? Y así sin más se han dado cuenta de que eran amigas de la universidad. Por lo menos se han tirado hablando unos 40 minutos de sus días en la universidad. Cuando han sacado el tema de los hombres, mi tutora le ha dicho que ella ahora mismo mantenía una relación estable con un chico que había conocido dos años atrás, y mi tía le ha confesado que ella es


incapaz de encontrar a su hombre ideal, que se encuentra muy sola y que tiene miedo de morir sin haber encontrado alguien que la quiera. No tenía ni idea de que mi tía se sintiera tan sola. De haberlo sabido la hubiera intentado animar, pero nunca me lo habría imaginado. Después de hablar tanto tiempo de sus vidas han vuelto al tema de mis estudios, y han decidido entre las dos que mi tía me va a ayudar todas las tardes a estudiar para que alcance el nivel de la clase y así me ponga al día. Además m tutora cree que así yo empezaré a tener más confianza en May y me abriré más con ella. Lo he estado pensando y es verdad que todavía no tengo mucha confianza en mi tía, pero creo que poco a poco voy confiando en ella.


Capítulo 8 5 de noviembre La tía May lleva ayudándome unas semanas y aunque es un poco pronto para decirlo, estoy notando cambios. Ahora ya entiendo muchas más cosas cuando mi profesora de inglés se pone a hablar. En mates se nota mucho más mi mejora aunque todavía estoy estudiándome el tema uno a pesar de que vamos por el tres. Pero hay una cosa que me preocupa más y que no me puedo quitar de la cabeza desde el día que mi tía se reunió con mi tutora, y es que mi tía diga que tiene miedo a morir sola. A mí también me daría miedo si tuviera su edad. Además últimamente me he fijado más en ese aspecto y, aunque no me había dado cuenta hasta ahora, May se encuentra muy sola. Muchas veces la miro a escondidas y la veo mirando a las sillas vacías del comedor, o mirando la ventana como si esperara que alguien entrara por ella. También la he oído algunas veces hablar sola, sobretodo cuando está en su habitación por la mañana haciendo la cama. Y en la ducha siempre está cantando canciones que dicen cosas como ‘ese príncipe azul que nunca apareció’, ‘perdió la esperanza y también la razón y allí se vio sola en un rincón’, etc. Siempre en tono melancólico. No sé si debería hacer algo. Podría buscarla un novio, o ayudarla a conocer gente.

8 de noviembre Ayer y hoy he estado hablando con Álvaro de lo de mi tía ( a Sonia no se lo hemos contado porque prefiero que sea un secreto porque Álvaro fue el único que se había enterado y no se lo quiero contar a nadie más) y él también cree que debería hacer algo si de verdad veo que se encuentra tan sola. Hemos estado en todas las cosas que podríamos hacer para ayudarla: podemos apuntarla a una agencia, pero tarde o temprano se enteraría y se enfadaría conmigo por haberla apuntado sin su


permiso; podríamos llevarla a un bar de esos en los que organizan citas de siete minutos para conocer gente, pero le problema sería convencerla a entrar y sentarse una vez llegados al bar; y por último hemos pensado buscar por nuestra propia cuenta un buen hombre que sea perfecto para ella. Ahora va a venir Álvaro a mi casa porque hemos pensado en redactar un anuncio por palabras para publicarlo en una revista de ciencia que lee mi tía para que el que lo lea tenga algo en común con ella y nos llame a nosotros.

8 de noviembre (por la noche) En cuanto ha venido Álvaro nos hemos puesto manos a la obra. Tenía que ser un anuncio atractivo pero a la vez delicado y refinado (como mi tía). Nos ha costado mucho empezar a escribirlo y cuando lo habíamos escrito hemos tenido que borrar y cambiar muchas cosas hasta que ha quedado un anuncio perfecto. Dice así: Mujer de cuarenta años busca hombre discreto e inteligente para conversar y salir algún día a cenar. Obligatorio que le gusten las ciencias y la astronomía. Interesados manden un mensaje al ... Hemos puesto el móvil de Álvaro para que si lo leyese mi tía no viera que es mi móvil. Pasado mañana lo mandaremos por la tarde y según pone en la revista, las cartas y anuncios tardan en publicarse un mes aproximadamente, así que para navidad más o menos ya lo habrán puesto. Espero que todo salga bien y que encontremos un hombre que encaje con ella.

15 de noviembre ¡No te vas a creer lo que ha pasado hoy! Cuando estábamos saliendo de clase Sonia, Álvaro y yo ha venido el guaperas que le gusta a Sonia y le ha preguntado si tiene pareja para el baile de navidad.


(Se me había olvidado decírtelo pero es que en navidad hacen un baile de gala y hay que ir acompañado y con vestidos de esos largos que arrastran por el suelo.) Sonia se ha quedado alucinando y no sabía que decir ni que hacer. Parecía que le hubiera comido la lengua un gato. Pero entonces, cuando ya pensábamos que el chico se iba a ir porque Sonia no contestaba, le ha dicho que no, no tenía todavía con quien ir al baile. Y ahí ha sido cuando el chico, que por cierto se llama Pitt, le ha preguntado si le gustaría que él fuera su acompañante. A Sonia casi se le saltaban las lágrimas de alegría y a contestado rápidamente que sí. ¡Cuando Pitt se ha ido Sonia estaba teniendo un ataque de nervios! Estaba tan contenta que ha empezado a saltar y a abrazarme. Cuando la hemos conseguido calmar, lo primero que ha hecho ha sido preguntarnos si nosotros habíamos tenido algo que ver. La hemos dicho que no y nos ha costado mucho que nos creyera, pero al final lo hemos conseguido. Yo todavía no tengo pareja para ir a ese baile, pero es algo que no me importa demasiado.

5 de diciembre Siento mucho llevar tanto sin escribir pero es que no encontraba el diario porque la última vez que escribí era muy tarde y se me debió caer el diario entre la cama, la pared y mi mesita de noche cuando me quedé dormida y hoy lo ha encontrado tía May de casualidad. Pues aunque lleve mucho tiempo sin escribir no han pasado demasiadas cosas. El anuncio de tía May aún no ha salido. Yo he mejorado un poco más en mis estudios (el último examen de mates lo he aprobado con un cinco). Y Sonia está cada día más nerviosa porque queda muy poco para el baile, que es el día 16. Mañana la voy a llevar por la tarde a la tienda donde yo me compré el vestido rosa largo (que por cierto, voy a estrenar en el baile) para ver si encontramos uno que le guste a ella. Ya te seguiré contando otro día porque ahora tengo que hacer un trabajo.


9 de diciembre El vestido que se compró Sonia es precioso. Es en un tono azulado tirando a morado con la espalda al descubierto y unos tirantes plateados. Casi se vuelve loca cuando lo vio por primera vez. Además la sienta muy bien. Hoy he aprobado el tercer y último examen de física y química de esta evaluación, así que estoy muy contenta. Todavía no tengo pareja para el baile... si no me lo pide nadie no se a quien se lo podré pedir.

12 de diciembre

Ya pensaba que no iría al baile porque había decidido que si no me pedía nadie que fuera con él, pues no iría. Pero hoy, a cuatro días del baile, me lo han pedido, pero ¿a que no sabes quien? Pues ni más ni menos que Álvaro. Me alegro mucho de que me lo haya pedido él porque así no me dará vergüenza hablar con él. Supongo que me lo ha pedido porque él tampoco tiene pareja... pero ¿y si me lo hubiera pedido porque le gusto? No es posible. Sólo somos amigos, no hay nada de que preocuparse.

17 de diciembre Ayer fue el baile. Me lo pase genial. Estuve bailando con Álvaro y Sonia con Pitt. Iba todo el mundo guapísimo. Sonia también. Habíamos quedado ella y yo en mi casa dos horas antes para vestirnos y prepararnos y cuando vinieron a buscarnos Pitt y Álvaro nos dieron una flor a cada una para ponérnosla en el pelo. Fue una noche muy bonita y bailamos muchísimo. Y justo al final del último baile (que fue un baile lento) Pitt besó a Sonia. Yo creo que Sonia no ha debido dormir pensando que significó aquel beso, que si no me equivoco, fue su primer beso. Por cierto, ya no tenemos colegio. Ya tenemos las vacaciones de navidad. Ayer por la mañana nos dieron las


notas, y aunque me han quedado física y química e inglés, mi tutora y muchos profesores me dijeron que se nota mucho que me estoy esforzando para ponerme al nivel de la clase. Tía May también me ha felicitado. Dice que está orgullosa de mí y que en la próxima evaluación no me va a quedar ninguna. Espero que sea verdad.


Capítulo 9 7 de enero Ya hemos vuelto al colegio después de estas dos semanitas de vacaciones en las que no te he escrito ni un solo día porque no he parado ni un minuto quieta en casa. Sonia y Pitt han hablado hoy por primera vez desde el baile de navidad porque Pitt al día siguiente se fue de vacaciones y Sonia no pudo verle. Se han tirado hablando, al menos, unos 40 minutos. Ha sido a la salido del colegio en un banquito. Yo me he tenido que ir a casa porque May me estaba esperando para comer y no me he enterado de lo que ha pasado, pero hace una hora me ha llamado Sonia y me lo ha contado todo con pelos y señales. Resulta que a Pitt le gustaba Sonia desde antes del verano pero no se atrevía a decirle nada por miedo a que le rechazara. Ella también le ha dicho que le gustaba desde hacía más o menos lo mismo. ¡Y ahora dicen que están juntos! ¡Cómo me alegro por ella! La pobre llevaba mucho tiempo comiéndose el coco por él. ¡Casi se me olvida! Hoy han sacado la revista de ciencias del mes en la que sale el anuncio de tía May, así que ya sólo es cuestión de tiempo que empiecen a llegar mensajes.

10 de enero

De momento ya nos han dejado mensaje tres hombres y Álvaro y yo les hemos pedido que vayan un día cada uno a una cafetería que hay en el centro supuestamente para conocer a mi tía, pero en lugar de ir ella, iremos nosotros y entrevistaremos a los tres hombres.

20 de enero

Esta tarde es la última ‘entrevista’ que tenemos con el último candidato. Los otros dos hombres eran muy majos, aunque uno de ellos ha quedado totalmente descartado porque


sólo va a estar en esta ciudad hasta el verano. Cuando llegamos a la cafetería y nos presentamos a los dos hombres (cada sábado quedamos con uno) se quedaron un poco pasmados porque ellos habían ido con la idea de que iban a conocer a una mujer de cuarenta años, y no a dos críos que lo que intentaban era buscarle un novio a esa mujer. De todas formas, ninguno de los dos hombres se lo tomó a mal y nos invitó a tomar algo mientras le hacíamos preguntas para saber si encajaría con May. El que no se va a ir en verano, me parece un hombre muy agradable y simpático, pero le veo un poco serio. Ojalá el que conozcamos esta tarde sea más alegre.

25 de enero Ya hemos decidido cuál de los dos es el hombre que le presentaremos a mi tía. No hemos dudado ni un segundo en elegir al último que conocimos porque es majo, alegre, agradecido, inteligente y encima es guapísimo. Hemos pensado en organizarle una cena sorpresa con él la noche de su cumpleaños, que es el día 28. Lo que no sé es si debo decirle quién es y cómo le hemos conocido, o dejarla que ella misma lo descubra. Creo que lo mejor será que yo misma se lo diga. Bueno, en el colegio cada vez me va mejor ( es que últimamente sólo te hablo de lo de tía May). No he vuelto ha suspender ningún examen, aunque mis notas tampoco suben del 7, pero no me importa. Sonia y Pitt se pasan el día juntitos abrazaditos diciéndose cosas al oído. Sonia casi no habla conmigo en el colegio, pero me llama todas las tardes. De todas formas no me importa porque se la ve muy contenta. Y Álvaro me ha dicho que le gusta una chica de clase, pero no se ha atrevido a decirme quién. Tengo que intentar averiguarlo.

31 de enero El día del cumpleaños de la tía no tuve más remedio que explicarle la cita que le habíamos preparado porque tenía


miedo a que se enfadara conmigo y no se lo pasara bien el día de su cumpleaños. Al principio se creía que se lo estaba diciendo en broma. Luego cuando se dio cuenta de que lo estaba diciendo en serio se quedo un poco atontada y cuando ya creía que me iba a echar una bronca inmensa me miró, me sonrió y me dijo que no había hecho falta que hiciera todo eso por ella, que ella misma hubiera podido encontrar a alguien, pero me lo agradeció muchísimo y me confesó que había sido una idea muy buena y que seguro que se lo iba a pasar genial (aunque aún no conocía al hombre, que por cierto se llama Paul). Cuando volvió de la cena yo ya estaba dormida y cuando me desperté al día siguiente la escuché cantando en la ducha, pero no una de esas canciones melancólicas que solía cantar, sino una que hablaba del amor y de las flechas de Cupido. Menos mal que todo salió bien. Se la ve muy feliz, y además han vuelto a quedar la semana que viene para ir a dar un paseo por el parque que hay cinco calles más debajo de mi casa.

19 de febrero

Álvaro se ha atrevido a decirme quien le gusta. Me lo ha dicho justo cuando estaba en la puerta de mi casa de vuelta del colegio. Me ha dicho: -Pues es que me gustas tú... En ese momento creo que se me ha parado el corazón. No me lo podía creer. Hemos estado un rato en silencio hasta que, como ha visto que no reaccionaba, ¡me ha dado un beso! Lo más extraño es que me ha gustado, y eso sólo puede significar una cosa según May ( se lo he contado nada más llegar porque ahora tengo mucha más confianza en ella): a mí también me gusta él. Cuando he subido a mi cuarto lo he estado pensando y cada vez que recordaba el beso se me ponían llenaba el estómago de mariposas. ¡Es verdad que me gusta! ¿Cómo no me he podido dar cuenta antes? Me da un poco de cosa que se entere Sonia así que he llamado hace un poco a Álvaro y le he dicho que él a mi también me gusta pero que no se lo diga a su hermana, que ya se lo diré yo.


30 de marzo El día 24 de febrero fui a hablar con la psicóloga del colegio porque mi tía quería saber si ya había mejorado mi estado de ánimo desde lo de mi padre, y como me vio muy bien me dijo que ya no hacía falta que siguiera escribiendo todos los días en el diario. Yo no escribía todos los días, pero sí muy a menudo, aunque muchas veces no me apeteciera, y desde que me dijo eso ya casi no escribo. Desde el último día que escribí (el 19 de febrero) han cambiado muchas cosas: mi media de notas es un 7’5 ( de lo cuál estoy muy orgullosa), Sonia y Pitt siguen juntos y Álvaro y yo, ¡también! ( se lo dije a Sonia y se alegró muchísimo por nosotros) y lo más importante: ¡mi tía y Paul están prometidos! ¡Me lo dijeron anoche! Se casan dentro de dos semanas. Va a ser una boda discreta y sencilla, con pocos invitados y sin una gran fiesta, pero va a ser el día más importante en la vida de mi tía y está muy nerviosa.


Capítulo 10 19 de abril

¡Ayer fue la boda de May y Paul! Fue una ceremonia muy bonita y muy sencilla. Mi tía iba con un vestido blanco larguísimo y precioso. Paul también iba muy guapo. Después de la ceremonia fuimos a firmar unos papeles en los que se declara a Paul mi padre legal, así que ahora ya sí que puedo decir que formo parte de una familia, otra vez. Cuando los estaba firmando no pude evitarlo y me puse a llorar porque no quiero que reemplacen a mi padre, pero Paul me dijo que él sería mi padre legal y que siempre me iba a querer como a una hija, pero que él no intentaría borrar a mi padre de mí mente. Aquellas palabras me confortaron mucho. Desde hoy hasta dentro de diez días voy a quedarme a dormir en casa de Sonia y Álvaro porque mis padres se han ido de luna de miel. Nos lo vamos a pasar muy bien los tres juntos ( Sonia, Álvaro y yo ) viviendo en la misma casa..

10 de mayo ¡Me gusta mi vida! Soy muy feliz y lo más importante: mi tía también. Ya llevan casi dos meses casados y se les ve muy contentos y muy unidos. Yo también estoy muy unida a ellos y no he tardado en cogerle muchísimo cariño a Paul. Le aprecio mucho. Hoy me han dado las notas de fin de curso y ante mi sorpresa no he bajado en ninguna asignatura del siete. Mi tutora me ha felicitado muchísimo y me ha dicho que se siente muy orgullosa de haber sido mi profesora. Mis padres también me han felicitado y como recompensa me han llevado al parque de atracciones. Me lo he pasado genial, y antes de volver a casa nos hemos montado en la noria (como solía hacer con mi padre). Cuando estábamos en lo más alto Paul me ha dicho que me tenían que decir algo muy importante. Y ha sido May la que me ha dicho que ¡voy a tener una hermanita! Casi me pongo a saltar de la alegría pero menos mal que me han sujetado porque si no hubiera tirado la


noria abajo. Me he abrazado lo más fuerte que he podido a los dos, les he felicitado, y les he dad las gracias. Hace un año Creía que mi vida había terminado, que ya nada tenía sentido, pero de pronto he vuelto a sentir que me habían dado una nueva oportunidad, y que desde ese momento comenzaría el resto de mi vida.


Capítulo 11 Eran casi las cinco de la madrugada cuando la hermana de Marta y su marido llegaron a casa. Cuando entraron en el comedor encontraron a Marta dormida en el sofá con una manta echada por encima, con el ordenador sobre las piernas. La hermana de Marta guardo el documento que Marta estaba había estado escribiendo y apago el ordenador. Cuando lo dejo sobre la mesa se dio cuenta de que su hermana tenía algo en una mano apretado contra el pecho. Quiso ver qué era y se lo quitó con mucho cuidado para que no se despertara. Cuando lo tuvo en sus manos se fue al lado de una lamparita para verlo mejor y se dio cuenta de que era una foto. En ella se veía una chica de unos quince años abrazada a sus padres en la entrada de un parque de atracciones. Dio la vuelta a la foto y se encontró con que había algo escrito: ‘Gracias por regalarme una nueva vida’


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