El valle (con)sentido.

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elvalle (con)sentido

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napa, El valle mรกs popular del norte de California, sabe cรณmo consentir a sus visitas con delicias culinarias, escenas de postal y un montรณn de placeres sibaritas. Tantos, que no basta con las gotas de la felicidad para complacer al hedonista que llevamos dentro.

texto y fotos por M a r c k G u t t

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Globos para la vista

Mucho antes de que el Valle de Napa se convirtiera en una denominación de origen para vinos, sus paisajes carreteros ya eran, en sí mismos, un deleite. Mesetas que mantienen su verdor todo el año, lagos que son hogar de aves migratorias y ríos que buscan el final del arcoíris comparten el condado de Napa. Simplemente manejar entre los pueblos, bien camuflados entre viñedos y granjas, es suficiente para quedar impresionado con los espectáculos gratuitos que ofrece la naturaleza. Pero mejor que el coche son las bicicletas y kayaks que sirven para explorar Napa al aire libre. El valle está repleto de senderos ciclistas y compañías que ofrecen recorridos guiados, lo mismo por viñedos que por reservas ecológicas. Algunas opciones son el río Napa, ideal para buscar castores a bordo de un kayak; el parque estatal Bothe, donde se pueden ver las secuoyas californianas más alejadas de la costa; y el lago Hennessey, famoso entre los amantes de la pesca. ¿Demasiado verde? No importa, también hay placeres visuales más sofisticados. Hall Wines, en Santa Helena, ofrece recorridos como cualquier viñedo. Con una diferencia sustancial: el precio, además de incluir una degustación de vino, contempla una muestra de arte contemporáneo digna de museo. Cuando los dueños de un viñedo encuentran el quehacer del vino tan fascinante como el mundo del arte, el resultado es un campo al que visten piezas de Jaume Plensa, Spencer Finch y Jim Campbell, entre otros. Sin embargo, si de consentir a los ojos se trata, no hay como un viaje en globo. La experiencia, que se ofrece todos los días en los que el clima despierta de buen humor, empieza ridículamente temprano. El vuelo con Aloft Napa Valley comienza en el estacionamiento de V Marketplace, un viñedo histórico que ahora funciona como centro comercial. Cada globo tiene capacidad para 12 pasajeros y un piloto, que apenas funciona como intermediario

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Viñedos IMPORTANTES

En Napa: Judd’s Hill ://juddshill.com En Oakville: B Cellars ://bcellars.com En St Helena: Hall Wines ://hallwines.com

Guía práctica Qué hacer

Getaway Adventures: senderismo guiado y recorridos en kayak y bici ://getawayadventures.com Indian Springs: baños tradicionales de lodo ://indianspringscalistoga.com Napa Valley Aloft: viajes en globo aerostático ://nvaloft.com Napa Valley Bike Tours: recorridos y renta de bicicletas ://napavalleybiketours.com


guía práctica

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duración de estadía 5 días

clima temperatura media anual: 26°C

mejor temporada para viajar enero a julio

entre los caprichos del viento y la dirección anhelada. El viaje sobrevuela cientos de viñedos y los pueblos de Yountville y Napa. Idealmente dura una hora, aunque si el viento amanece aliado, pueden ser dos.

Vueltas para el olfato

mucho antes de que el valle de napa se convirtiera en denominación de origen para vinos, sus paisajes carreteros ya eran un deleite.

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A orillas de Silverado Trail, uno de los caminos más famosos de Napa, se encuentra Judd’s Hill. Aunque el viñedo tiene una ubicación privilegiada es todo menos presumido. Podría, como otros, decorar el paisaje con castillos góticos a los que se les perdió la Edad Media; pero no, en lugar de eso cede el protagonismo al vino. En pleno campo, una casa modesta sirve para recibir a las visitas. La mesa puesta: cuatro copas vacías y un plato con queso, sal, limón y tofu sirven para dar la bienvenida. Desde la cabecera, se presenta una mujer llamada Caroline Friedman. No es enóloga ni viticultora, pero habla hasta por los codos y su pasión por el vino la ha llevado a estudiar más sobre él que sobre cualquier otra cosa. La cata es, como el viñedo, atípica. Por supuesto que la idea es vender botellas con la etiqueta Judd’s Hill. Sin embargo, más que hablar sobre las bondades del viñedo que la contrata, Caroline habla sobre el vino en general. Y


En Oakville, uno de los pueblos más pequeños del valle, se encuentra B Cellars. El viñedo, que no es particularmente grande, compensa la falta de hectáreas con su propio huerto orgánico.

ya que empieza, no para. La degustación sirve como pretexto para adentrarse en el mundo de Dionisio. Caroline habla sobre la diferencia entre syrah y shiraz, dos cepas a las que la migración cambió de nombre y el quinto sabor al que los japoneses bautizaron como umami, ideal para maridajes. Cuando llega el momento del primer trago, un hombre osa privar a su nariz del buqué de un cabernet sauvignon. Caroline sugiere, inquisitivamente, menear la copa al menos 10 segundos antes de dar el primer y segundo trago. El movimiento, más que un alarde pretencioso, libera el aroma del vino y las barricas que lo hospedaron. Encontrar madera, nueces, chile o chocolate en el aroma de un vino es personal y depende de la memoria olfativa. “Pero no encontrar nada”, dice Caroline, “eso sí que no”.

huerto orgánico, un sistema de cavernas que sirven como bodega y una colección importante de esculturas. Los túneles son tan impresionantes como la anciana de Seward Johnson que, inmóvil, recibe a las visitas. Sin embargo, lo que hace especial a B Cellars es su cocina. Regido por la idea de que un buen vino se sirve con buena comida, este viñedo acompaña sus catas con un menú estacional para maridar. Mientras los chefs hornean pizza y reducen cebolla hasta caramelizarla, los platos se sirven siempre en compañía de una copa de vino. Sauvignon blanc con ñoqui de ricotta, chardonnay con flatbread de calabaza y un blend de syrah y cabernet sauvignon con vegetales rostizados son algunas de las parejas que ya encontraron su media naranja.

Maridaje para el gusto Guía práctica

En Oakville, uno de los pueblos más pequeños del valle, se encuentra B Cellars. El viñedo, que no es particularmente grande, compensa la falta de hectáreas con su propio

Dónde comer

Bouchon Bakery de Thomas Keller: pan rústico, cruasanes, postres y café en Yountville ://thomaskeller.com Farmstead: restaurante de la granja a la mesa en St Helena ://longmeadowranch.com Oxbow Public Market: mercado con sushi, tacos, queso, café y helados en Napa ://oxbowpublicmarket.com Redd Wood: pizza a la leña, ensaladas y mixología en Yountville ://redd-wood.com

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Guía práctica

Dónde dormir En Calistoga: Solage Calistoga Resort and Spa ://solagecalistoga.com En Napa: Silverado Resort and Spa ://longmeadowranch.com En Yountville: North Block Hotel ://northblockhotel.com

las granjas y viñedos del valle son vecinos de algunos de los resorts más lujosos y exclusivos de Estados Unidos, QUE OFRECEN masajes relajantes inspirados en el aroma del vino.

En Yountville, que se jura la capital culinaria de Napa, ni siquiera hace falta ir a un viñedo para saborear la felicidad, presente en gotas, roles de canela, burrata casera y pizza a la leña. Este pueblito, de apenas 3,000 habitantes, tiene dos restaurantes con estrellas Michelin. Uno de ellos, The French Laundry, es al que debe que la gente lo ubique en el mapa. Para conseguir una mesa hace falta un milagro o, en su defecto, reservar con meses de anticipación. Por suerte, los placeres culinarios no terminan donde una botarga blanca y llantuda pone estrellas. Buchon Bakery, con sus cruasanes recién horneados, es garantía para un desayuno estilo francés. Y Redd Wood, en el hotel North Block, hace lo suyo con la cena. El menú, que cambia todos los días, contempla pizzas crujientes a la leña, burrata hecha en casa y, por supuesto, vino de la región.

Barro para el tacto

Junto con la llegada del vino, comenzó el auge hotelero. Hace ya varios años que Napa dejó de ser un campo dedicado exclusivamente a la agricultura. Ahora, las granjas y viñedos del valle son vecinos de algunos de los resorts más lujosos y exclusivos de Estados Unidos. Por una parte, sí, la campiña californiana pierde parte de su esencia. Pero a cambio gana masajes relajantes inspirados en el aroma

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del vino, exfoliantes con semillas de uva y baños de barro con propiedades curativas. Lo más común, en todo el valle, es que los hoteles cuenten con spa. Silverado, en Napa, además de ofrecer masajes relajantes y de tejido profundo, cuenta con tratamientos exfoliantes que utilizan chardonnay y aceite de semilla de uva. Y Solage, en Calistoga, presenta un abanico de opciones que incluye masajes con bambú caliente, baños de aguas termales y aromaterapia personalizada. Ahora que, si la desnudez y el lodo no son un problema, el tratamiento más tradicional del valle es el baño de barro que ofrece Indian Springs, un hotel que desde 1860 es famoso por sus aguas termales y balneario. La experiencia, que toma poco más de una hora, contempla tinas de lodo caliente, bañeras de agua termal y vapor. El lugar, aunque decorado con orquídeas, tiene un toque de matadero apocalíptico. Pero si dejar el glamour de lado y compartir un cuarto con desconocidos desnudos no supone problemas, Indian Springs ofrece el tratamiento de spa más original de Napa. Para obtener información sobre cómo llegar a San Francisco desde cualquiera de nuestros destinos en Estados Unidos, México, Guatemala, Puerto Rico y Costa Rica, visita volaris.com o síguenos en nuestras redes sociales oficiales.


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