Pajaritos a volar.

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Cuando se trata de conservación y sostenibilidad, Costa Rica es, realmente, pura vida. Y cuando se trata de pájaros, más vale ciento volando que uno en mano. When it comes to conservation and sustainability, Costa Rica truly is pura vida. And as for birds, better a hundred in the bush than one in hand.

TEXTO Y FOTO TEXT AND PHOTO MARCK GUTT

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V O L A R B I R DWATC H I N G

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Pensar en Costa Rica es pensar en bosques tapizados de perezosos, cafetales que esconden tucanes y volcanes que custodian ríos de agua turquesa. La estampa tica insignia tiene que ver con escenas que derrochan verdor y vida silvestre. En la ecuación intervienen los azares geográficos, pero también un proyecto de nación que pone primero la biodiversidad. Mucho tiempo antes de que términos como “desarrollo sostenible” y “turismo responsable” fueran de dominio popular, los ticos ya apostaban por ellos. A finales de la década de 1940 Costa Rica se deshizo de su ejército para invertir en ciencia y educación. Siete décadas después, las semillas rinden fruto. Más de una cuarta parte del territorio está protegido bajo el esquema de reservas y parques nacionales. Mientras que la mayoría de los países pierden bosques año con año, Costa Rica incrementa los suyos con programas de reforestación. Y especies que en buena parte del continente están amenazadas, como los quetzales, en los bosques ticos tienen poblaciones estables. Costa Rica no es perfecto, pero tiene mucho que enseñar cuando se trata de turismo sostenible. Salir en busca de pájaros, desde tucanes aparatosos hasta mosquiteros huidizos, es el pretexto ideal para recorrer algunos de los rincones más biodiversos no solo del país, sino del mundo.

Tangara dorada en Batsú Garden; Trogón Lodge desde la carretera. Golden tangara at Batsú Garden; Trogón Lodge from the highway. 076

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Thinking about Costa Rica conjures up images of tropical forests packed with sloths, toucans hiding among the coffee trees, and volcanoes from which flows turquoise blue water. The iconic image of Costa Rica is one bursting with green and wildlife. This includes geographical features but also a national project that puts biodiversity first. Long before terms like “sustainable development” and “responsible tourism” had become buzz words, Costa Rica was already incorporating them into its identity. In the late 1940s, Costa Rica abolished its military in order to invest in science and education. Seven decades later, the seeds are bearing fruit. Over a quarter of the territory is protected under the national park and reserve system. While most countries lose forest year after year, Costa Rica is expanding its forests through reforestation programs. Species that are endangered in other parts of the Americas, like quetzals, are living in stable populations in Costa Rica’s rainforests. Costa Rica isn’t perfect, but it has lots to teach the world when it comes to sustainable tourism. Heading out to look for birds, from noisy toucans to timid chiffchaffs, is the perfect reason to check out some of the most biodiversity-rich places not only in the country, but on Earth. Located southeast of San Jose, the Orosi Valley and San Gerardo de Dota are the stuff Costa Rican identity is made of. Whether going it alone or giving yourself every chance to spot some lifers (rare species you may only see once in a lifetime), these are some great birdwatching destinations. In the process, you’ll also see ever-flowing waterfalls, cloud-covered mountains, and tiny frogs who have mastered the art of camouflage.

BUENA COMPAÑÍA GOOD COMPANY El valle de Orosi y Dota sorprenden a las visitas con cientos de pájaros que se dejan ver sin esfuerzos. Eso sí, los resultados son tantísimo mejores cuando la compañía incluye guías especializados que conocen la región y están familiarizados con las aves locales. Para buscar lifers o regresar con listas más palomeadas, vale la pena considerar guías recomendados en las siguientes páginas. Dota and the Orosi Valley astound visitors with hundreds of birds that can be seen without any effort. You can see even more if you go with specialized guides who know the region and are familiar with local birds. If you’re looking to tick some lifers of your list, consider the guides suggested in the following pages. AI RE M AYO 2 0 2 2

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Puede que la basílica de Nuestra Señora de los Ángeles, en Cartago capital, robe la atención nacional cuando se trata de peregrinaciones. Al hablar de pájaros y naturaleza, sin embargo, una iglesia más modesta es tanto más divina. Contra todo prejuicio, Paraíso revela antes la presencia de búhos desinhibidos que de manzanas tentadoras. Una vuelta por la plaza central y la iglesia de esta localidad, en especial poco antes del atardecer, basta para ver pericos, lechuzas blancas y lechucitas neotropicales.

VALLE DE OROSI

El valle de Orosi se encuentra en el cantón de Paraíso, 45 kilómetros al sureste de San José. Aunque el viaje es corto y el camino está tapizado de miradores, los atractivos turísticos de la región son apenas conocidos, incluso al interior de Costa Rica. A la provincia de Cartago le gusta mantener perfil bajo. Y si no es un destino superconocido, es más por abusar de la discreción que por falta de atractivos turísticos. En la localidad de Cachí y el valle de Orosi, los jardines de colibríes, las iglesias custodiadas por búhos y los parques nacionales llenos de cascadas son cosa de todos los días.

PARAISO CHURCH: OWLS AND SINS IN THE HEART OF PARADISE

OROSI VALLEY

The Orosi Valley is located in Paraíso Canton, 28 miles southeast of San Jose. While it’s not a long trip and there are plenty of scenic lookouts along the way, the regional tourist attractions are only just gaining recognition, even here in the heart of Costa Rica. Cartago Province likes to keep a low profile. While it’s not an especially well-known destination, that owes more to excessive discretion than a lack of tourist attractions. In the town of Cachí and the Orosi Valley, hummingbird gardens, churches with owls perched atop, and national parks full of waterfalls are everyday sights.

Nuestra Señora de los Ángeles Basilica, in Cartago City, steals all the attention when it comes to pilgrimages. When it comes to birds and wildlife, however, a less ostentatious church is that much more divine. Against all expectations, Paraíso reveals the presence of curious owls before tempting apples. It just takes one trip around the central square and church, especially right at dusk, and you’ll surely see parakeets, white barn owls, and neotropical pygmy owls.

HOTEL QUELITALES: HOTSPOT TICO PARA OBSERVACIÓN DE AVES

HOTEL QUELITALES: COSTA RICA’S BIRDWATCHING HOTSPOT

Quelitales es un paraíso pajarero ubicado al final de la carretera a Peñas Blancas, una localidad pequeña en el distrito de Cachí. Camuflado en las faldas del cerro Duan, el hotel presume búngalos con regaderas exteriores, restaurante con vistas privilegiadas y un registro con cerca de 300 especies de aves. Y por si fuera poco, Don José Álvarez, a cargo del hotel, es un pajarero devoto que aprovecha cualquier oportunidad para presumir aves quisquillosas como el colibrí pechinegro y la codorniz pechinegra. Por cuenta propia o en tour especializado, los senderos de Hotel Quelitales permiten recorrer un bosque lluvioso premontano en busca de aves como oropéndolas, tinamúes y pinzones cafeteros, especie endémica de la región. En plan contemplativo, el mirador de la cascada Doña Ana ofrece la posibilidad de ver más de 35 especies de colibríes, incluidos el picolanza mayor y el esmeralda capirotada. hotelquelitales.com

Quelitales is a birdwatching paradise located at the end of the road to Peñas Blancas, a small village in Cachí District. Disappearing among the foothills of Mount Duan, the hotel features bungalows with outdoor showers, a restaurant with unbelievable views, and a some 300 reported bird species. If that wasn’t enough, Don José Álvarez, who runs the hotel, is a devout birdwatcher who will find any opportunity to point out hardto-spot birds like the black-bellied hummingbird or the black-breasted wood quail. Whether on your own or on a specialized tour, the trails at Hotel Quelitales offer you a glimpse into the low-mountain rainforest where you may spot birds like oropendolas, martins, and Prevost’s ground sparrows, which are endemic to the region. Allowing yourself plenty of time, the observation deck at the Doña Ana waterfall is where you can see over 35 hummingbird species, including the green-fronted lancebill and the coppery-headed emerald. hotelquelitales.com

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TAPANTÍ MACIZO DE LA MUERTE: SENDERISMO EN UN PARQUE NACIONAL

IGLESIA DE PARAÍSO: BÚHOS Y PECADOS EN EL CORAZÓN DE PARAÍSO

Ubicados al sureste de San José, el valle de Orosi y San Gerardo de Dota hacen justicia a la esencia tica. En plan amateur o en busca de lifers, como se conoce a las especies que se ven solo de milagro, estos destinos son perfectos para observar aves. Y con ellas, cascadas que no descansan, montañas cubiertas de nubes y ranitas expertas en el arte del camuflaje.

GUÍAS / OUR GUIDES VALLE DE OROSI

Teylor Redondo teylorredondo@gmail.com +506 8495 6252

DOTA

Marino Chacón dreamland@ice.co.cr +506 8302 3381

Tapantí - Macizo de la Muerte no tiene la fama de sus contrapartes Manuel Antonio, Volcán Poás o Tortuguero. Por lo mismo, tampoco tiene hordas de gente. Este parque nacional con 58,000 hectáreas es uno de los secretos ticos mejor guardados. Además de ser uno de los parques nacionales más grandes de Costa Rica, Tapantí es una de las regiones más lluviosas del país. Rodeado de ríos y con diferencias de altura de casi 2,800 metros, esta reserva es ideal para ver helechos jurásicos, cruzar puentes colgantes y ver más de 400 especies de aves como el mirlo acuático norteamericano, el mosquerito crestado y el tororoi piquigualdo.

TAPANTI-MACIZO DE LA MUERTE: NATIONAL PARK HIKING Tapantí - Macizo de la Muerte is not as wellknown as its counterparts Manuel Antonio, the Poás Volcano, or Tortuguero. That means you won’t find hordes of people, either. This 224 square-mile national park is one of Costa Rica’s best-kept secrets. Not only is it one of Costa Rica’s largest national parks, Tapantí is one of the rainiest parts of the country. Surrounded by rivers with nearly two miles in elevation change, this reserve is where you’ll see Jurassic ferns, hanging bridges, and over 400 bird species like the American dipper, the tufted flycatcher, and the ochre-breasted antpitta. Arriba, Teylor Redondo, guía pajarero; abajo, pareja de lechucita neotropical en la plaza de Paraíso. Above, Teylor Redondo, birdwatching guide; below, pair of neotropical pygmy owls at Paraíso plaza.

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SAN GERARDO DE DOTA

SAN GERARDO DE DOTA

Conocido como Dota, a secas, esta pueblo al sur de la provincia de San José es el Disneylandia de los pájaros. Llegar no es fácil: la carretera es un enredo serrano lleno de vueltas y falto de espacio. Eso sí, la recompensa lo vale. En este bosque nuboso, modelo ejemplar del desarrollo sostenible, las especies de pájaros se cuentan por cientos. A cambio de adentrarse en uno de los lugares más fríos de Costa Rica (o de los menos calientes, como decimos otros), Dota sorprende a las visitas con aguacatillos que albergan quetzales, miradores con vistas de postal y senderos que esconden coros alados.

Known simply as Dota, this town in the south of San Jose Province is a bird’s Disneyland. Getting here isn’t easy, the road is a mess of mountain passes full of turns and tight corners. But the journey is worth it. In this cloud forest and exemplary sustainable development model, you can count the bird species by the hundreds. For those willing to come to one of Costa Rica’s coolest (or not-so-hot, as other of us would say) spots, Dota is happy to delight with aguacatillo trees where quetzals make their homes, lookouts with picture-perfect views, and trails alive with choruses of singing birds.

TROGÓN LODGE: CABAÑAS A ORILLAS DEL RÍO SAVEGRE Más que un hotel de lujo, Trogón Lodge es una institución pajarera en el bosque nuboso de Dota. Ubicado a orillas del Savegre, uno de los ríos más limpios de Centroamérica, este hotel sirve como base para comer de lo lindo, escapar del calor tico y dormir en cabañas custodiadas por colibríes. Además de ofrecer tours especializados para observar aves, Trogón Lodge tiene una red de senderos que se pueden recorrer por cuenta propia. Debajo de las nubes y el dosel de los árboles, los cuatro kilómetros de caminos en el bosque resguardan puentes, cascadas y aves como colibríes y pavas negras. trogonlodge.com

BATSÚ GARDEN: VISTAS PANORÁMICAS Y CIENTOS DE AVES La carretera enredada que lleva a Dota es un lugar popular para buscar pájaros. Lo son también el bosque cerca del criadero de truchas y la ribera del río Savegre. Eso sí, para tener éxito en estos lugares hacen falta telescopios, guías de campo y ojos expertos. Batsú Garden, un mirador y jardín de colibríes, pone la cosa más fácil. Diseñado para fotografiar aves, este jardín en el corazón de Dota es el lugar ideal para ver pájaros de cerca. Muy de cerca. En un buen día, un par de horas en Batsú basta para ver al tucán esmeralda, al colibrí volcanero, a la clorofonia cejidorada y a la codorniz moteada, una gallinácea que a la menor provocación se prepara un copetazo de súper saiyajin.

TROGON LODGE: CABINS ON THE BANKS OF THE RIVER SAVEGRE Not just a luxury hotel, Trogón Lodge is an aviary institution in the Dota Cloud Forest. Located on the banks of the Savegre River, one of the cleanest rivers in Central America, this hotel serves as basecamp for eating good stuff, catching a break from the Costa Rican heat, and sleeping in cabins surrounded by curious hummingbirds. trogonlodge.com

En Costa Rica hay registro de casi mil especies de aves. Izquierda, tucanete gorjiazul en Batsú Garden; abajo, quetzal macho adulto. There are nearly 1,000 bird species registered in Costa Rica. Left, blue-throated toucanet in Batsú Garden; below, a male quetzal.

BATSU GARDEN: PANORAMIC VIEWS, HUNDREDS OF BIRDS The winding road leading to Dota is popular for birdwatching. The rainforest near the trout farm and the banks of the Savegre River are also good spots. But to ensure success, you’ll need telescopes, camp guides, and expert eyes. Batsú Garden, a lookout and hummingbird garden, makes it easy. Designed for photographing birds, this garden in the heart of Dota is the perfect spot for a close-up show of these feathery friends. How close? Real close. On a good day, a couple of hours at Batsú is all you need to see the emerald toucanet, the volcano hummingbird, the golden-browed chlorophonia, and the spotted wood quail –a chicken relative that flashes its Super Saiyan-like crest at the slightest provocation.

CASA MONGE: WAKING UP WITH THE QUETZAL

CASA MONGE: AMANECER CON EL QUETZAL De no ser por un resplandeciente detalle, Casa Monge figuraría en las guías como una opción de hospedaje y nada más. Pero no, este lugar dista de ser solo un sitio para dormir. Uno de los pájaros más codiciados de Dota es el quetzal. Y si bien se puede ver en diferentes zonas del valle, pocos aguacatillos como los de este rincón. Para tener suerte con el quetzal hace falta despertarse antes que el sol, compartir el espacio con un montón de gente y visitar en la temporada correcta. Dicho lo anterior, las probabilidades de ver quetzales entre enero y abril son altas. Con el perdón de Monteverde y los bosques nubosos de México, Guatemala y Honduras, aquí son más altas que en ningún otro lado. 080

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Arriba, pájaro carpintero payaso; abajo, Trogón Lodge, hotel pionero en San Gerardo de Dota. Above, acorn woodpecker; below, Trogón Lodge, a pioneer in San Gerardo de Dota.

If not for one outstanding detail, Casa Monge would be just another lodging option in the guidebooks and nothing more. But no, this place is far from being just a place to sleep. One of the most prized birds in Dota is the quetzal. While you can spot quetzals in several parts of the valley, there are few aguacatillo trees like the ones found here. If you’re to have any luck with the quetzal, wake up before sunrise, vie with tons of people, and make sure you’re here in the right season. That said, you stand a good chance of spotting quetzals between January and April. Our apologies to Monteverde and the cloud forests of Mexico, Guatemala, or Honduras, but your chances here are better than anywhere else.

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