Siete lagos. Patagonia neuquina.

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7 LAGOS PATAGONIA NEUQUINA

En la cara oriental de la cordillera de Los Andes, donde el continente sudamericano comienza a adelgazar, cohabitan bosques de árboles helados, montañas acostumbradas a vestir de blanco y apenas un puñado de pueblos que ha logrado aclimatarse a los caprichos de la naturaleza en estado salvaje. De acuerdo con la tradición cartográfica, es aquí, en la provincia argentina de Neuquén, donde comienza la Patagonia. De acuerdo con la sabiduría local, los límites de la tierra son solo asunto de ella. Entre volcanes que rugen, picos que tocan las nubes y lagos que se funden con el horizonte, la domesticación de la geografía se prueba imposible. Y los mapas, ilusamente chicos.

Texto y fotos por: MARCK GUTT

Es vegetariano, procurador apasionado de la buena ortografía y viajero. Aunque sus papás le dijeron de chiquito que no era buena idea, también es conversador con extraños. Cuando sea grande quiere ser políglota y autosustentable, de los que crecen naranjas en su propio huerto, mientras colabora como fotógrafo y articulista en National Geographic Traveler y Esquire, entre otras. Instagram: @gbmarck Muelle en el istmo donde se fundó Villa La Angostura.

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Vista de la carretera en el camino entre Bariloche y Villa La Angostura.

En la región patagónica del norte argentino, Bariloche ha hecho un trabajo excepcional para monopolizar la atención. Viajes de graduación y chocolaterías con mejor fama que producto comparten, en el imaginario colectivo, un lugar con centros de esquí de primer nivel y hoteles desbordados de estrellas. Gracias a una conectividad envidiable y una infraestructura más urbana que pueblerina, el protagonismo de la región es apenas compartido con los vecinos más tranquilos y remotos de la provincia contigua. Y lo de remoto es solo un decir. Cien kilómetros en dirección hacia el norte, la cordillera resguarda un par de aldeas que, sobradas de modestia, presumen playas acostumbradas al silencio, parques nacionales apenas transitados y lagos que no se cansan de revelar postales. Villa La Angostura, con sus bosques de arrayanes y costas vírgenes, y San Martín de Los Andes, con sus montañas presumidas y senderos inadvertidos, sirven como base para explorar confines patagónicos menos amansados. Paisajes dominados por cientos de araucarias, cascadas que no saben guardar silencio y poblados mapuches que anteceden toda forma de bandera celeste, son solo algunos de los secretos que Los Andes guardan en estas latitudes. Eso sí, la Patagonia más septentrional no entiende de grandes edificios ni

de buena señal de teléfono. Pero a cambio del desarrollo urbano, las montañas neuquinas ofrecen la ruta panorámica más famosa del país, el río más pequeño de la Patagonia y corrientes de aire que, si bien no tienen nada de cosmopolita, tienen todo de puro.

Villa La Angostura

De acuerdo con la jerga argentina, el pueblo turístico más pequeño de la región se presenta con cuando menos dos mentiras. Ubicado a 80 kilómetros al norte de Bariloche, este pueblo no tiene nada de angosto y tampoco de villa. Hace falta recurrir a la historia para explicar, con justicia, el nombre de esta localidad, famosa por sus árboles pelados y sus casonas faltas de humildad. A comienzos del siglo XX, los programas nacionales de población devinieron en la fundación de pequeñas colonias patagónicas. Así nació Villa La Angostura. Lo primero, entonces desprovisto de connotaciones negativas, alude a una aldea pequeña. Lo segundo, en congruencia con la geografía del lugar, hace referencia al istmo donde se estableció la colonia. Hoy, la franja de tierra es tan estrecha como siempre y el pueblo sigue sin superar los 15,000 habitantes, pero la palabra villa adquirió significados indignos y La Angostura se mudó un par de kilómetros más cerca de la promesa de crecimiento.

La Villa, como le dicen los locales, es un pueblo de poca gente y mucho dinero. Y si bien cuenta con un centro de esquí y hoteles ridículamente presumidos, sus mayores lujos tienen poco que ver con el quehacer del hombre. Pese a los countries arrogantes, los yates nuevecitos y los chefs galardonados, el principal orgullo del lugar es su parque nacional y su negativa para cambiar bosques por edificios.

Playa en los confines del Parque Nacional Arrayanes.

Tapiz rosado en la avenida principal de Villa La Angostura.

El antiguo puerto donde se fundó la localidad, en el istmo de Quetrihué, es el punto de partida para explorar el lago Nahuel Huapi y el Parque Nacional Los Arrayanes. En conjunto, el par es una muestra emblemática de los atractivos distintivos de la región: lagos que no necesitan cielos azules para impresionar y árboles que se las arreglan para sobrevivir sin la ayuda de corteza. Las contadas calles del pueblo, con sus chocolaterías artesanales y banquetas custodiadas por cerezos, también tienen su encanto. Pero ni siquiera los alfajores de dulce de leche o el olor de los asados bastan para desviar la atención de los cientos de espectáculos naturales que, sin necesidad de buscar, aparecen en La Angostura. En estas tierras nadie se atreve a asegurar dónde se pueden ver nutrias ni qué tardes deparan atardeceres multicolores, pero para probar suerte, dicen, hace falta cambiar las estrellas de los restaurantes por las que se ven en el cielo.

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H7 HOT destination Cabalgata gaucha en Villa La Angostura.

Desembocadura del lagos Falkner en la ruta de los Siete Lagos.

Cascadas en la ruta de los Siete Lagos próximas a Río Hermoso.

Ruta Siete Lagos

Lo único más impresionante que los pueblos monteses de la Patagonia neuquina son los caminos que los unen. No se trata de carreteras de última generación ni de rutas pensadas para probar la potencia de un motor, pero a cambio de manejar por curvas zigzagueantes y desviaciones de terracería, la cordillera recompensa a las visitas con decenas de picos nevados, estanques que se comportan como espejos, pájaros que posan desinhibidos y una colección de postales que justifican el título de la ruta panorámica más famosa de Argentina. El Camino de los Siete Lagos se extiende, entre Villa La Angostura y San Martín de Los Andes, por poco más de 100 kilómetros. Sin pausas ni prisa el trayecto toma cerca de dos horas. Pero lo de sin pausas es distópico. Más que un medio, este camino es un fin. Un fin que no se cansa de sorprender ni siquiera a los locales que creen conocer la ruta de memoria. El primero de los lagos, al borde de La Angostura, es el Correntoso. Por su cercanía con el pueblo es de los más concurridos de la ruta, pero incluso así, la tendencia patagónica de agrandar la naturaleza y mantener los censos a la baja sirve para conservar el equilibrio. Además, civilización aparte, la desembocadura del Correntoso es un río de aproximadamente 200 metros que tiene el título del más corto de Argentina. El segundo lago, Espejo, tiene un nombre que peca de obviedad. Su playa es popular durante el verano, pero incluso cuando el termómetro alcanza los 25 grados, el agua de deshielo se encarga de mantener lejos a los nadadores con ánimo de quebrantar el reflejo. 25 kilómetros más adelante, el camino se encuentra de nuevo con el Correntoso. Entonces, de las huellas humanas queda casi nada. En lugar de restaurantes y casas, los custodios del lago son montañas vírgenes, bosques tupidos y los vestigios de una hostería tradicional que sobrevivió a las inclemencias del clima, pero sucumbió ante la turbulencia política argentina.

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Marineros a la vieja usanza en La Villa.

Playa del hotel La Escondida en Villa La Angostura.

Mirador de la cascada Vullignanco, entre Traful y Río Hermoso.

En el lago Nahuel Huapi habitan más de un centenar de especies de aves.

POR SUERTE, EL SIGUIENTE TRAMO ESTÁ ACOMPAÑADO DE OTRAS CASCADAS MENOS TÍMIDAS. La segunda parte del camino, considerablemente más alta y más fría, está marcada por el Ñivinco. Las cascadas de este río, que salen del circuito tradicional, son menos extrovertidas que los lagos. Para llegar hace falta caminar más o menos 45 minutos. El problema, cuando el clima no está de buenas, es que los 45 minutos pueden contemplar charcos enlodados, troncos caídos y ríos descaradamente fríos. Por suerte, el siguiente tramo está acompañado de otras cascadas menos tímidas. Escondido, Falkner y Villarino, los lagos que marcan la mitad del camino, descansan prácticamente juntos entre La Angostura y San Martín. El primero, que es también el más chico de la ruta, suele pasar desapercibido. El otro par, más frecuentado por ovejas que por personas, no se pierde de vista ni queriendo. 30 kilómetros

Ovejas errantes en la Ruta Nacional 40.

al sur de San Martín, el penúltimo lago cambia los nombres coloniales por herencia prehispánica. El Machónico, que se traduce como lugar de cangrejos de agua dulce, recibe su nombre del mapudungun, la lengua de los mapuches. El lago, hogar de crustáceos como la páncora, está acompañado también por bosques de coigües y farolitos chinos, una suerte de muérdago que indica la presencia de aves. Finalmente, custodiado por muelles de madera y casas con pinta alpina, el Lácar anuncia la llegada a San Martín. Más seguido que no, las dos horas que sugiere Google Maps para completar el recorrido se convierten en cinco o seis. Por suerte, incluso en las tierras regidas por los caprichos de la cordillera, los argentinos prefieren cenar pasadas las diez de la noche.

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destination GUÍA DE 7 LAGOS CÓMO LLEGAR Aeroméxico y Aerolíneas Argentinas, como miembros de Sky Team, conectan a la Ciudad de México y a Cancún con vuelos directos a Buenos Aires. Desde la capital argentina, Aerolíneas Argentinas ofrece vuelos diarios a Bariloche y a San Martín de Los Andes. aeromexico.com aerolineas.com.ar

DÓNDE DORMIR En Villa La Angostura

La Escondida Este hotel, ubicado a orillas del lago Nahuel Huapi, cuenta son alberca al aire libre, spa, gimnasio, jacuzzi y casi 100 metros de playa propia. Su restaurante, Delfina, está albergado en una casa tradicional que tiene más de 100 años. D. Arrayanes 7014, Puerto Manzano, Villa La Angostura T. +54 294 447 5313 hosterialaescondida.com.ar

Todas las habitaciones son diferentes en Río Hermoso Hotel de Montaña.

Playa de San Martín de Los Andes en el lago Lácar.

Estación de esquí Cerro Chapelco en San Martín.

San Martín de Los Andes

Caminata con raquetas entra árboles nativos de la cordillera neuquina.

Cabañas de montaña en la comunidad Las Pendientes, en San Martín de Los Andes.

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La gran ciudad de Los Andes neuquinos, por mucho, descansa a orillas del Lácar. Tiendas de ropa deportiva, gasolineras para escoger e incluso una división interna por barrios hacen de San Martín de Los Andes el pueblo más crecido de la montaña. El boom, antes que explicarse con una población permanente de 30 mil habitantes, se justifica con un centro de esquí posicionado entre los mejores del país. Chapelco, con 28 pistas y más de 1,500 hectáreas de terreno esquiable, atrae entre junio y septiembre a viajeros de todo el mundo. Durante el invierno, la montaña seduce a esquiadores y snowboarders en cantidades grotescas. La nieve, además, se complementa con senderos para practicar caminata con raquetas y pistas para deslizarse en un objeto autoexplicativo que los argentinos llaman culipatín. Cuando el termómetro se calienta, las tiendas cierran, los hoteles se vacían y la vida nocturna se desvanece. Pero a cambio de volver a la vida pueblerina, San Martín comparte sus miradores sin gente, sus días con 15 horas de luz y sus montañas en technicolor.

Chapelco San Martín de Los Andes

El Lácar

El pueblo, en sí mismo, tiene suficientes restaurantes y confiterías como para comer sin parar todo el día. Afortunadamente, las calorías innecesariamente placenteras no son el único medio para terminar rodando en San Martín. Una colección de senderos de montaña, acompañados de cultura mapuche, rosa mosqueta y volcanes iracundos, rodean al pueblo de alma alpina. Los caminos, que a menudo se interrumpen con la aparición improvisada de miradores, están custodiados por zorros escurridizos, aves por millar y pehuenes, los árboles autóctonos que los mapuches utilizan como fuente de alimento. Además de andar en bici, los meses cálidos son ideales para remar, acampar y recorrer los senderos secundarios que desaparecen con las nevadas.Y en la ciudad, con calor y cielos despejados o con frío y tormentas impredecibles, las diez cuadras comerciales complementan las actividades al aire libre con tanto chocolate caliente, mermelada de sauco y cerveza artesanal, que cuesta trabajo no acabar como la Patagonia… ¡enorme!

El Machónico CHILE

Villarino Escondido Falkner El Espejo

Cascadas Ñivinco

DÓNDE COMER En Villa La Angostura

El Correntoso Villa La Angostura Parque Nacional Los Arrayanes Lago Nahuel Huapi

Bariloche Postre de peras en Delfina, restaurante histórico en Villa La Angostura.

En Río Hermoso Río Hermoso Hotel de Montaña Este hotel, en la Ruta de los Siete Lagos, se encuentra 30 kilómetros al sur de San Martín de Los Andes. Ubicada a orillas del río Hermoso, esta casona combina lujo y servicio con calidez hogareña y tranquilidad rural. D. Ruta 63 Km 67, Río Hermoso, San Martín de los Andes T. +54 297 241 0485 riohermoso.com

ARGENTINA

El Mercado Proyecto multidisciplinario que combina restaurantes, bares y tiendas. La oferta gastronómica incluye cervecera artesanal, hamburguesas, casa del té y parrilla. D. Los Arrayanes 450, Villa La Angostura T. +54 294 1543 88631 elmercadoangostura.com.ar Las Balsas Este restaurante, a cargo del chef Franco Pautasso, forma parte del portafolio Relais & Châteaux. Cena degustación con menú enfocado en ingredientes locales y cava con más de 150 etiquetas de vino argentino. D. Cabellera de la Berenice 445, Villa La Angostura T. +54 294 449 4308 lasbalsas.com Pistach Ensaladas,

empandas,

rojas y blancas, pastas caseras, hamburguesas y cocina fusión. Platillos preparados en horno de barro. D. Inacayal 44, Villa La Angostura T. +54 294 449 5203 facebook.com> Pistach’

En San Martín de Los Andes

Abolengo Chocolatería artesanal, alfajores de dulce de leche, mermeladas locales y maicea, pasteles caseros, té y café. D. San Martín 806, San Martín de Los Andes T. +54 297 242 7732 facebook.com/abolengo.chocolates Ku de Los Andes Parrilla, pastas caseras, ensaladas, guarniciones, vinos y cervezas producidos localmente de forma artesanal. D. San Martín 1053, San Martín de Los Andes T. +54 297 242 7039 facebook.com/kudelosandes

QUÉ HACER En Villa La Angostura

Cabalgatas del Tero Cabalgatas guiadas por el bosque La Pampita y el lago Nahuel Huapi. facebook.com/cabalgatasdeltero

En San Martín de Los Andes

Andes X 3 Renta de equipo y recorridos guiados: senderismo con raquetas, ascenso a volcanes, rápidos, kayak. deportesdemontana.com.ar Chapelco Ski Resort Centro de esquí a 1,980 metros sobre el nivel del mar. Cuenta con 28 pistas y cerca de 1,600 hectáreas de terreno esquiable. Temporada habitual entre junio y septiembre. chapelco.com Patagonia MTB Tours Recorridos personalizados con guías locales para andar en bicicleta. Itinerarios ajustables y renta de equipo. facebook.com/PatagoniaMTBTours Wilderness Patagonia Esta compañía ofrece recorridos hechos a la medida y guías especializados en la región norte de la Patagonia argentina. Su abanico de productos, en el que no se contemplan tours grupales, incluye rutas de senderismo, acceso a sitios inexplorados y experiencias descaradamente personalizadas. wildernesspatagonia.com T. +54 9 2944710692

pizzas

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