DJ Mag ES #105

Page 70

¡Hola Allendes! ¿Qué tal ha ido el verano? Con tanta fecha parece que has tenido poco o nada de tiempo para descansar. ¡Hola! ¡Muy, muy bien! Ha sido un verano alucinante, la verdad, y apenas he tenido tiempo para descansar. Gracias a mi residencia en ANTS y al tour nos hemos movido mucho; hemos estado en Marbella, en Barcelona por Sónar, en Tomorrowland,… y pude pinchar un par de veces en el escenario principal por primera vez. Increíble. Por mi parte también estuve en Dreambeach, viajé a Chile, pinché en Hï Ibiza en la sesión BODYWORKS,… Y, además, he sacado un nuevo disco. ¡Ha sido un verano muy movido! Diría que mi mejor verano hasta la fecha, la verdad. Cuéntanos más acerca de ti y de tus inicios como DJ. ¿Empezaste en la industria como hobby o como vocación? ¿Algún día imaginaste que estarías donde estás hoy en día? Claramente empecé como hobby. No tenía ninguna expectativa real de llegar donde estoy ahora. La primera vez que toqué algo de música fue en Chile medio jugando con un amigo de la universidad y empezamos a pinchar en fiestas universitarias, ya sabes; para beber, para ligar, para pasar el rato… ¡haha!. Y es algo que poco a poco me empezó a calar. Tengo entendido además que tu primer acercamiento con la música fue el violín. Cuéntanos, ¿cómo es posible saltar del violín a la música electrónica? ¡Ah, sí! Bueno, esto fue de muy niño -como con 7 años-, que empecé con el violín, luego estuve en grupos tocando algo el teclado. Pero ya sabes, los grupos y las bandas musicales están compuestas por diversas personas y no todos tienen el mismo compromiso con la banda o la misma visión, siempre acabas en desacuerdo respecto a algo. A la hora de hacer un tema entre cuatro personas tú quieres que sea de una forma, el guitarrista la quiere de otra,… Además, cuando haces algo por hobby, no todos se lo toman en serio y no siempre nos poníamos de acuerdo para quedar, para tomar decisiones,…

En mi caso, mi visión sobre la música cambió y de hobby evolucionó a vocación. De verdad quería que esto me funcionara. Ahí fue cuando empecé a investigar más y un amigo me enseñó un software de ordenador; ése fue mi primer acercamiento con la electrónica. A partir de ahí pude empezar a producir, de repente podía sentarme a la hora que a mi me parecía y empezar a componer sin tener que esperar a nadie, y sin tener que ponerme de acuerdo con nadie. Yo escribía todo y el ordenador lo hacía sonar. Aunque debo decir que aquello no era electrónica como tal, era algo experimental que no se había hecho eco todavía en Chile, un tipo de música muy poco común en mi país que muy pocos conocían. Se bailaba otra música y había poquísimos clubes que pusieran ese sonido que yo componía. ¿En qué momento decides viajar de Chile a España? La oportunidad me vino casi sin esperarla. En cuanto supe utilizar el software y empecé a conocer mejor este tipo de música, saqué un disco mío e independiente. Al parecer gustó y, por allá por 2003, me empezaron a invitar a clubes a pinchar. Justo entonces, una noche mientras pinchaba en Santiago me escuchó un DJ de Zaragoza que andaba por allí, Iñigo Oruezabal. Al parecer le gustó mi música y, al acabar la fiesta, se acercó y me comentó que acababa de montar un estudio en Barcelona. Quería que fuera con él y que hiciéramos música juntos. Yo acababa de terminar la universidad y decidí venirme con él, hicimos muchos discos juntos, pero nunca pude conseguir mi permiso de trabajo en España. Fue entonces cuando me vi en un vaivén horrible de viajes entre Chile y España porque no podía quedarme aquí por mucho tiempo; sacamos discos en Paradigma, en Catwash, nos dieron un premio de la revista Traxx,… ¡una locura!. Pero como nunca pude solucionar el problema con mi permiso de trabajo, tuve que volver a Chile en 2007. Por aquel entonces, y con tantos discos ya hechos, tuve oportunidad de pinchar más por Sudamérica con

070

mi sello “Andes Music”, que formé junto a mi socio Marcelo Rosselot. Pero siempre tuve intención de volver a Europa en algún momento. ¿Hay alguna influencia chilena que te inspirara en su día y que a día de hoy continúe inspirándote? En cuanto a artistas de electrónica, Ricardo y Luciano siempre han sido de gran influencia para mí. Cuando volví de nuevo a España allá en 2009, Luciano me ayudó mucho a darme a conocer con mi álbum “Llovizna”, un álbum que fue editado en Cadenza y que me dio el empujón definitivo para poder dedicarme a la música. Gracias a su ayuda y a ese disco pude llegar hasta aquí. ¿Crees que Ibiza ha sido clave en tu desarrollo como DJ? Sin duda. Yo no conocía Ibiza y en 2009 llegué aquí por primera vez para el closing de Ushuaïa Ibiza. Luciano justo pinchó dos o tres temas míos, la gente se volvió loca y pensé; ¡wow, qué entretenido es esto! Haha. Al año siguiente me invitaron a ser residente de Ushuaïa y fue entonces cuando por fin conseguí un trabajo seguro y pude venirme de Chile a vivir a Ibiza. Sino, no hubiera podido venir a la isla. Gracias a ese trabajo por fin pude volver a Europa de nuevo, ¡y con mucha suerte lo había conseguido en esta isla, que es el lugar donde pasa todo! Vi todo lo que sucedía, la cantidad de contactos que podías llegar a hacer aquí,.. ¡y me quedé sin dudar! Ya llevo casi 10 años aquí. Sin duda, este lugar ha sido importantísimo en el desarrollo de mi carrera. “Andes Music” es el nombre con el que bautizaste a tu sello junto a Marcelo Rosselot, y lo abandonaste a la 6a referencia. ¿Por qué? ¿Crees que volverías a asociarte en un futuro? Bueno, toda la vida he sido socio de Marcelo, no solo en temas referentes a la música, sino en diferentes cosas,… Y, de hecho, todavía somos socios. El sello fue bastante bien, pero después de la 6a referencia allá por 2007-2008, el mercado del vinilo estaba súper dañado y Marcelo quería


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.