En la Gobernación: En la celda veinte de Gobernación, que es lo más alegre y de mejor humor, pues lo forma un trío lleno de alegría en ella se ahuyenta el menor dolor. Sus ratos de broma y alegres cantares, solo se encaminan a hacer olvidar a sus compañeros del mismo infortunio que tengan paciencia y sepan esperar. Número veinte, tú me quitas la tristeza. Número veinte, tú de me das fortaleza. Número veinte, nunca te podré olvidar. Pues en ella encierra tantas emociones que nunca se olvidarán. Son nuestras mujeres un ramo de flores, que están encerradas en Gobernación yo les rindo honores desde el veintiuno, y a ellas les ofrezco todo mi amor. El día que salgan serán azucenas que adornen las calles de todo Madrid, porque todas son sumamente buenas y llevan estampado el sello de aquí. Número veinte ... Desde esta celda sin luz este es el poema que os ha dedicado un camarada andaluz.
Gracias, queridas amigas, por vuestra aportación, al dar a conocer vuestros testimonios vivos, jamás lo hubiera hecho para solo dar a conocer el mío, uno de tantos entre miles. Al recoger esta pequeña, muy pequeña parte de estos testimonios que de una manera u otra habían convivido conmigo en las cárceles franquistas surgieron otros muchos que no conocía, pero que eran compañeras que habían sufrido la represión, pasando por las comisarías y cárceles. Sus testimonios son de un gran valor, y de un interés histórico. Por razones que ya explico al comenzar este segundo tomo, estos no han visto la luz como yo hubiera deseado, pero no quedarán archivados en una carpeta, cueste lo que cueste daré a conocer a estas mujeres, y como dice Teresa Pamies, soy una alcarreña con tesón.
270