Arte y naturaleza 19942014

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ARTE Y NATURALEZA 1994 / 2014

ALBERTO CARNEIRO FERNANDO CASAS


ARTE Y NATURALEZA 1994 2014


ALBERTO CARNEIRO FERNANDO CASAS

Sala de exposiciones Diputaci贸n de Huesca 16 mayo / 27 julio 2014



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ARTE Y NATURALEZA CARNEIRO Y CASAS


ARTE Y NATURALEZA. CARNEIRO Y CASÁS: UNA PRESENTACIÓN María Pallás y Catarina Rosendo

En 2014 el proyecto Arte y Naturaleza cumple veinte años. La Diputación de Huesca celebra este aniversario con una reflexión sobre el extenso programa de ejecución de obras en el paisaje y conferencias temáticas llevado a cabo desde 1994. Al mismo tiempo presenta una exposición de dos artistas que, en el marco del proyecto, fueron invitados a hacer una escultura en Huesca: Fernando Casás en el desierto de Monegros (2003) y Alberto Carneiro en la chopera de Belsué (2006). La oportunidad de reunir una selección de obras de estos dos artistas responde a la intención (ya antigua y aplazada, hasta hoy) de observar con más detalle los universos formales y conceptuales que guían a Carneiro y Casás en sus respectivas prácticas artísticas, en busca de lo que los une y los separa a partir de un interés común por las cuestiones del paisaje y de un conjunto de procedimientos afines realizados en contextos paisajísticos y que tienen como recurso los elementos naturales. Por tanto, respondemos a este reto con gran alegría, pues en la celebración del aniversario se ha encontrado el pretexto ideal para probar y poner en práctica este enfoque con las obras de Carneiro y Casás. En este sentido, queremos destacar el papel fundamental de Teresa Luesma en el impulso de esta conmemoración para concienciarnos sobre la necesidad de preservar la memoria de un programa cuyo éxito se debe al rigor y la calidad que han impreso en él quienes, como Javier Maderuelo, han intervenido directamente. Tampoco podemos olvidar la extraordinaria red de afectos que se ha establecido a lo largo de los años entre los organizadores y todos los participantes: comisarios, artistas, profesores, público. Arte y naturaleza: Carneiro y Casás muestra una selección de las obras de dos artistas que se caracteriza por una serie de especificidades. Por un lado, no se trata de una exposición colectiva en el sentido clásico de realizar una elección de obras en relación

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con un tema o un concepto sobre los que pueden servir de ejemplo. Por otro lado, tampoco se trata de una exposición individual, ya que la reunión de dos artistas en una misma exposición parece determinar por sí sola un punto de vista centrado en la búsqueda de una lógica relacional y de las afinidades plásticas y conceptuales que puedan estar presentes en cada uno de sus trabajos. Ahora bien, es precisamente esta cuestión la que puede plantear el riesgo de hacer invisible lo que es radicalmente diferente en cada una de las obras. Así pues, hemos procurado organizar esta exposición de forma que, al mismo tiempo que pudiese dar cuenta de dos prácticas artísticas muy cercanas al paisaje y a las condiciones naturales/culturales de aprehensión y comprensión de la realidad, también indicase los momentos en que las prospecciones artísticas de Fernando Casás y Alberto Carneiro recorren senderos que, lejos de ser opuestos, son al menos complementarios, y en buena medida alternativos uno respecto del otro. Las obras que se presentan abarcan desde los años setenta hasta la actualidad, sin intención retrospectiva y sin la pretensión de representar la totalidad del recorrido artístico de sus autores. Como señalábamos, muchos son los caminos que se entrelazan en la obra de estos dos artistas, pero también son muchos los que divergen. El ámbito de inicio de su práctica artística ha marcado el desarrollo y la influencia posteriores de sus obras. Alberto Carneiro participa en 1968 del influjo británico en la St. Martin’s School of Art y asimila las corrientes artísticas más avanzadas, al mismo tiempo que da comienzo a una profunda reflexión sobre las motivaciones fenomenológicas que están detrás del acto escultórico, en una actitud, entonces inédita en Portugal, de abordaje conjunto de la obra de arte con el paisaje considerado como naturaleza envolvente. Por esos mismos años, al otro lado del planeta Fernando Casás inicia su obra en una metrópolis como Río de Janeiro y en un contexto todavía muy sensible a las experiencias neoconcretas del arte brasileño, pero enfocando su interés desde muy temprano en la cultura y el paisaje amazónicos y dejándose seducir por la exuberante naturaleza de los trópicos y por su pausado y constante cambio. La obra que ambos artistas han ido desarrollando a lo largo de los años comparte una inequívoca percepción ecológica del mundo y de los valores integradores, enriquecidos con un mutuo interés por las filosofías orientales, que forman la base de la relación entre el individuo y lo que le rodea. Su recurso a la fotografía (como documento o como base de constitución de la obra), el carácter experimental presente en la indiferencia hacia la especificidad de los medios, la evidente fascinación por el elemento árbol, por

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Fernando Casás Árboles como arqueología 2003 Ermita de la Corona, Piracés (Huesca)

Alberto Carneiro As árvores florescem em Huesca 2006 Chopera de Belsué (Huesca)

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Alberto Carneiro Os sete rituais estéticos sobre um feixe de vimes na paisagem (álbum) 1975

Fernando Casás Uma outra história 1 1974

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su materia, su verticalidad, su vínculo simbólico y ancestral entre el mundo subterráneo y el cielo infinito, todo ello son elementos que permiten corroborar, en la obra de Carneiro y Casás, un abordaje de la creación artística que es más antropológico que estético, o cuya condición estética es más que nada el resultado de una antropología de la mirada y de los gestos que se detiene principalmente en la emergencia y la creación de las manifestaciones artísticas a partir de una forma de estar en el mundo. A través de procesos, significados y puntos de llegada que tantas veces son complementarios entre sí, los trabajos de estos dos artistas poseen, sin embargo, una irreductibilidad de fondo que es lo que les confiere su unicidad: mientras que para Carneiro el gran referente paisajístico se asienta en su propio ambiente rural de origen y es siempre aprehendido en su vertiente integradora y en su capacidad de generar en el individuo un reconocimiento de sí mismo, funcionando como elemento que identifica al hombre con lo que le rodea, para Casás el paisaje es el lugar del exceso de significados (que desde la exuberancia de la selva se transportan hasta las realidades culturales de las trashumancias humanas que unen África con el continente americano) y de la toma de conciencia de una alteridad que siempre permanece latente en los nexos que el individuo entreteje entre las pequeñas cosas y el gran cosmos. Por ello, en los dos artistas un empeño similar por explorar las energías de las materias naturales sigue caminos paralelos: donde Carneiro se dirige a la propia esencia de estas mismas materias, procurando revelar en sus capas superficiales las fuerzas y los movimientos subyacentes, Casás trabaja en la captación de las energías que fluyen en el espacio-tiempo y que se manifiestan en el constante proceso de transformación inherente al devenir de las cosas. Las obras de Alberto Carneiro que han sido seleccionadas muestran la variedad de procesos y medios que caracterizan su trabajo. Un primer grupo comprende O caderno preto, Ele mesmo mandala em si, A floresta y Os sete rituais estéticos sobre um feixe de vimes na paisagem. Tienen en común el hecho de ser ediciones de artista que juegan con las convenciones formales del soporte libro y álbum y con su temporalidad y su narratividad propias. Partiendo de O caderno preto, que es un conjunto de textos, dibujos y proyectos para instalaciones escultóricas entendidas como intervenciones en el paisaje (y que fue íntegramente realizado en el transcurso de su estancia en Londres), estas obras comparten el recurso a la fotografía en blanco y negro (resultado de incursiones planeadas en los paisajes) y su posterior manipulación e incorporación

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ALBERTO CARNEIRO Y FERNANDO CASÁS: UNA VISTA DISTANTE Rogelio Vallejo y Hugh Adams

1. Nature as Material: An Exhibition of Sculpture and Photographs Purchased for the Arts Council Collection by Andrew Causey, texto de Andrew Causey, [Londres], Arts Council of Great Britain, 1980. 2. Notas facilitadas por Fernando Casás en 2014.

Se dice que “la distancia proporciona atracción a la vista”, pero también puede aportar una mayor objetividad. Así que, aprovechándonos de la oportunidad que ofrece esta exposición y considerando estos dos elementos, estética y objetividad, nos proponemos revaluar a estos dos artistas en un contexto internacional. Establezcamos, en primer lugar, que las obras de Carneiro y Casás son totalmente inconfundibles y que aunque los dos empleen materiales y argumentos en común e incluso a veces traten el mismo tema, hay un claro espacio entre ellos. Lo que tienen en común es la exploración de las interrelaciones entre el arte y el mundo natural, operando siempre como pensadores analíticos y radicales que destacan por sintetizar sus temas de forma económica y creativa. Pero más allá de eso hay una diversidad significativa e impresionante, al tener ambos como sello distintivo la ausencia total del deseo de transigir o de desviarse de sus respectivas deontologías. Solo podemos especular sobre lo que causó el gran cambio cultural que se produjo a principios y mediados de los años sesenta, cuando la práctica de los artistas vanguardistas cambió de manera sustancial y la mera representación del paisaje quedó totalmente eclipsada por el compromiso físico con él. Esto comprendió una gran cantidad de formas con las que casi todas las obras de Carneiro y de Casás tienen correspondencia. La principal característica de este cambio fue la manipulación física de la tierra, a menudo de forma masiva, performativa, casi ritualizada, con movimientos llevados a cabo a través o dentro de ella, a veces señalando el camino de forma atávica y con la adopción generalizada del concepto de la naturaleza como material, tal como indicaba el título de una exposición contemporánea.1 Parafraseando a Casás: la naturaleza es presentada, no representada.2 Y como gran parte de estos trabajos eran temporales o estaban situados en lugares remotos, inaccesibles para la mayoría, surgió el deseo de documentar la obra original, considerando su condición efímera. Esta documentación

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podía ser presentada a través de imágenes seriadas, mapas, dibujos y textos añadidos que en general contenían una numerosa cantidad de elementos filosóficos y poéticos o casi poéticos. Inevitablemente, teniendo en cuenta el mercado —el cual, por otro lado, muchos de estos artistas habían tenido la intención de eludir— el documento en sí se convierte en obra de arte, en lugar del modificado o del desaparecido original. Por supuesto, sabemos cómo el arte puede circunvalar el tiempo y petrificar un momento para siempre, pero fue por aquel entonces cuando el tiempo mismo y su avance se convirtieron en una obsesión y numerosos artistas buscaron nuevas formas de representar ese fenómeno. Mucho más importante fue el empleo que los artistas hicieron de materiales inusitados, preponderantemente de los que son naturales, orgánicos y con frecuencia muy efímeros. Tanto Fernando Casás como Alberto Carneiro estuvieron en la vanguardia de muchos de estos desarrollos, y podríamos afirmar que precedieron a la mayor parte de sus contemporáneos. Obras de Casás como Gabinete del coleccionista,3 iniciada en 1960, y las creaciones de Carneiro en bambú y virutas de madera de los años sesenta,4 así como Fusão de troncos, de 1963-19655 —que consideramos precursora y esencial—, lo demuestran ampliamente. La transición de Carneiro resulta manifiestamente ilustrada en las obras que datan de entre 1964 y 1967, cuando los materiales funcionales se metamorfosean conceptualmente para convertirse en la obra de arte misma. Sus obras de este período, como las de Casás, se sitúan de manera inequívoca como un elemento imprescindible en la importante trama del canon arte/naturaleza. A finales de los sesenta, piezas como Energía 01 / Vagalumes de Casás consolidan la posición de este artista, con obras sin precedentes en ningún lugar que combinan belleza etérea y gravitas.

3. Fernando Casás, Gabinete del coleccionista, 1960-2012. 4. Alberto Carneiro, A flor, 1968-1969, y O canavial: memória-metamorfose de um corpo ausente, 1968. Véase Bernardo Pinto de Almeida, Alberto Carneiro: lição de coisas, Oporto, Campo das Letras, 2007, pp. 32-34. 5. Alberto Carneiro, Fusão de troncos, 1963-1965. Ibídem, p. 16.

Alberto Carneiro O caderno preto (detalle) 1968-1971

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Fernando Casรกs Gabinete del coleccionista 1960-2012

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Alberto Carneiro “Os pássaros começam onde as árvores acabam” (Ruy Belo). Uma homenagem para o meu amigo Domingos Fonseca 2009-2013

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Alberto Carneiro Paisagens imaginadas sobre recordações de paisagens com uma imagem do teu ser imaginante (caderno 4) 2012 Fernando Casás Águas de Marte 1 2009

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Águas de Marte 2 2011



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ARTE Y NATURALEZA: UN PROYECTO PARA EL FUTURO Javier Maderuelo

1. Un conjunto bastante homogéneo de catorce templos, fortalezas señoriales y arquitectura popular situado en el Alto Aragón. 2. Algunas de ellas han sido descubiertas, recuperadas y restauradas a partir de 1977. Véase Antonio Durán Gudiol y Domingo J. Buesa Conde, Guía monumental y artística de Serrablo, Madrid, Ministerio de Educación y Ciencia, 1978.

Entre los siglos X y XI unos constructores que procedían de la región de Lombardía, al pie de los Alpes, llegaron al valle del Gállego y enseñaron a sus moradores a construir un tipo de templos que hoy conocemos con el apelativo de románico serrablés.1 Aquellas iglesias de piedra, con su friso de baquetones en el ábside, supusieron entonces una novedad en un territorio recóndito que empezaba a ser habitado. Con el paso de los siglos, otras necesidades y otras técnicas originaron nuevas formas y nuevos tipos constructivos, dando origen a otros estilos y a otras edificaciones, y se fueron olvidando aquellas pequeñas ermitas cuando, desplazados sus usuarios y abandonado su uso, fueron literalmente fagocitadas por una naturaleza que recuperó sus dominios haciendo crecer la vegetación en el interior de sus naves hasta llegar a ocultar sus restos.2 Hoy entendemos que aquellas construcciones, junto a otras, como los conjuntos de Montañana, Alquézar, Roda de Isábena, etcétera, forman parte indisoluble del territorio y de su historia, constituyendo las señas de identidad de sus actuales moradores. El monasterio de San Juan de la Peña, la colegiata de Santa María de Alquézar, la catedral de Barbastro, la iglesia barroca de San Lorenzo de Huesca forman parte de una cadena de hitos que anclan estos territorios del Alto Aragón en su historia, en un pasado que nos imaginamos fabuloso porque los vestigios en los que se apoya ese pasado realmente lo son. Pero ¿cuáles son los vestigios que nosotros ahora, en el siglo XXI, vamos a dejar como testimonio de nuestro paso por estas tierras? Sin duda alguna hay en Huesca hitos que muestran el ingenio del hombre actual y su capacidad para transformar en beneficio propio el medio físico, como las grandes obras de ingeniería, pero las constantes protestas que denuncian el deterioro del medio físico y la violencia que hay que ejercer sobre la naturaleza para la implantación de grandes infraestructuras nos alertan del sentido antinatural y anticultural que acompaña alguno de esos actos de arrogancia técnica. Lo que nos emociona hoy de aquellas

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ermitas y capillas de Serrablo es, por el contrario, lo que tienen de artístico, es decir, la capacidad que los constructores del pasado tuvieron para trasmitir, por medio de la composición arquitectónica y de las formas talladas en piedra, un sentido de espiritualidad que hoy reconocemos con la palabra arte. Las grandes obras de ingeniería, como presas, saltos de agua o túneles, quedarán como vestigio del poder de una época de indudable arrogancia técnica, pero ¿qué queremos decir sobre nuestra sensibilidad artística? Este tipo de reflexiones se agitaron en el origen del encargo del proyecto Arte y Naturaleza que en noviembre de 1993 redacté para la Diputación de Huesca. En aquella memoria escrita destacaba que lo “hecho por el hombre” aparece en nuestra cultura técnica enfrentado a “las obras de la naturaleza”, y recordaba que los fenómenos que llamamos naturaleza solo son reconocibles como tales porque los hombres somos capaces de realizar artificios. De esta forma, naturaleza y artificios surgen como conceptos que pueden ser definidos por oposición: artificio es lo que no es naturaleza, y, recíprocamente, naturaleza es aquello que no es artificial.

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Richard Long A Circle in Huesca 1994 Maladeta (Huesca)


Sin embargo, esta división, aparentemente clara, no nos debe dejar satisfechos, ya que no es seguro que algunos de los paradigmas de lo que entendemos por naturaleza, tales como los árboles o los animales e incluso las olas del mar, puedan ser considerados productos naturales, es decir, fenómenos no alterados por las artes del hombre tras la intensa práctica de la agricultura y la ganadería, artes que se vienen realizando desde los albores de la humanidad. Cuando Plinio el Viejo, en el siglo I de nuestra era, escribió su Historia natural, tratado en el que recoge gran parte de los conocimientos del Imperio romano de su época, todos los parajes sobre los que escribe, así como las plantas y los animales, han sido ya alterados por los cultivos y el pastoreo. Nada de lo descrito por él, por el simple hecho de que alguien haya llegado hasta allí para verlo, puede ser considerado en estado natural, en el sentido de no hollado por el hombre. Ulrich Rückriem Siglo XX 1995 Abiego (Huesca)

El concepto, poco preciso, de lo que es naturaleza no se encuentra en el origen de nuestras ideas como cabría suponer: se trata en realidad de un concepto que surgió al detectarse unas diferencias esenciales entre lo que ha sido construido por el hombre

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ARTE Y NATURALEZA [1994-2014]

1994 OBRA EN EL PAISAJE RICHARD LONG (Brístol, 1945) A Circle in Huesca, 1994 Maladeta, Huesca Comisaria: Gloria Moure Fotografía: Richard Long Diputación Provincial de Huesca

EXPOSICIONES Richard Long Del 26 de mayo al 10 de septiembre. Sala de la Diputación de Huesca

PUBLICACIONES Javier Maderuelo, Arte público: intervenciones artísticas en Alquézar y Roda de Isábena Artistas: Javier Elorriaga, Gabriel, Christine Boshier, Manolo Paz, Javier Sauras, Jorge Barbi, Ricardo Calero y Miquel Planas

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1995 OBRA EN EL PAISAJE ULRICH RÜCKRIEM (Düsseldorf, 1938) Siglo XX, 1995 20 estelas de granito rosa Porriño 400 x 100 x 100 cm Abiego (Huesca) Estela XXI, 1995 1 estela granito rosa Porriño 400 x 100 x 100 cm Ciudad de Huesca Comisaria: Alicia Chillida Desarrollo técnico del proyecto: Luis Enguita Diputación Provincial de Huesca

CURSO Arte y Naturaleza Del 4 al 8 de septiembre Diputación de Huesca Director: Javier Maderuelo Profesores: Pere Alberch, Javier Maderuelo, Carmen Añón, Fernando Castro, Gillo Dorfles, Colette Garraud y Gloria Moure

PUBLICACIONES Javier Maderuelo, La pérdida del pedestal

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1996 EXPOSICIONES Fernando Casás: Natürgeist Del 26 de mayo al 10 de septiembre. Sala de la Diputación de Huesca Catálogo: textos de Javier Maderuelo

CURSO Arte y Naturaleza. El paisaje Del 5 al 9 de septiembre Diputación de Huesca Director: Javier Maderuelo Profesores: Javier Maderuelo, Augustin Berque, Enrique L. Carbó, Fernando Castro, Manuel García Guatas, Maaretta Jaukkuri, Francisco Pellicer, Perejaume, Juan Luis de las Rivas

1997 CURSO Arte y Naturaleza. El jardín como arte Del 6 al 9 de septiembre Diputación de Huesca Director: Javier Maderuelo Profesores: Fernando Castro, Miguel Cereceda, Lorette Coen, Jesús Mari Lazkano, Eva Lootz, Carmen Morte, Hidetoshi Nagasawa, Philippe Nys, Juan F. Remón y Eliseo Trenc

PUBLICACIONES Ulrich Rückriem: Pirineos, Huesca, 1995, textos de Alicia Chillida y José Lebrero Stals

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1998 EXPOSICIONES Miguel Ángel Blanco: Flor de nieve negra Del 8 de septiembre al 8 de octubre. Sala de la Diputación de Huesca Catálogo: textos de Javier Maderuelo y Miguel Ángel Blanco Esther Pizarro: Percepciones de L. A. Del 8 de septiembre al 8 de octubre. Sala Saura de la Diputación de Huesca

CURSO Arte y Naturaleza. Desde la ciudad Del 7 al 11 de septiembre. UIMP Pirineos y Diputación de Huesca Director: Javier Maderuelo Profesores: Juan Antonio Álvarez Reyes, Marc Augé, Josefa Calvo Montoro, Daniel Canogar, Horacio Capel, Antonio Fernández Alba, Carlos García Vázquez, Chus Tudelilla, Mario Gaviria y Ángela Souto

PUBLICACIONES Gloria Moure, Richard Long: Spanish Stones

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1999 EXPOSICIONES Alberto Carneiro: Sobre los árboles y el agua Del 11 de septiembre al 17 de octubre. Sala de la Diputación de Huesca Catálogo: textos de Javier Maderuelo y Alberto Carneiro

CURSO Arte y Naturaleza. Arte público Del 8 al 12 de septiembre. UIMP Pirineos y Diputación de Huesca Director: Javier Maderuelo Profesores: Nancy Princenthal, José Jiménez, Manuel García Guatas, Félix Duque, César Floriano, Tonia Raquejo, Antoni Remesar, Fernando Castro y Xavier Costa

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