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EXTORSIÓN con IA, nuevo modus del crimen en el país
Estafadores ya usan Inteligencia Artificial.
de extorsión en 2023 fueron Estado de México (4,010 casos), Veracruz (881) y Guanajuato (801). Cabe destacar que estados con poca población como Morelos o Colima muestran una mayor incidencia por delitos de extorsión que otras entidades con un mayor número de habitantes
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En contraste, estados como Coahuila (30), Chiapas (18) y Tlaxcala (3) reportaron las cifras más bajas de denuncias. A pesar de estas estadísticas, el estudio revela que la extorsión es el segundo delito menos denunciado en el país, con una cifra negra que alcanza el 97.9% en 2020.
El delito de extorsión afecta casi por igual a mujeres y hombres, con tasas de 5 mil 249 y 5 mil 521 por cada cien mil habitantes respectivamente. Además, este delito tiene mayor incidencia en las regiones urbanas (5 mil 916) que en las rurales (3 mil 517); aunque en ambas zonas se presenta una alta incidencia.
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Uno de los desarrollos más preocupantes en este tipo de crimen es el uso de tecnologías avanzadas como la Inteligencia Artificial para perpetrar engaños. Las bandas criminales ahora emplean imágenes falsas y otros recursos de IA para estafar a las familias de migrantes desaparecidos en la frontera entre México y Estados Unidos. Esta modalidad ha permitido a los delincuentes suplantar identidades de personas desaparecidas o incluso crear situaciones falsas, generando un clima de confusión y temor en las víctimas. A pesar de las denuncias y los esfuerzos por parte de las autoridades para combatirlo, la extorsión sigue siendo uno de los delitos más desatendidos en cuanto a justicia, dejando a las víctimas en una situación de vulnerabilidad y desconfianza hacia el sistema de seguridad y justicia del país.
El estudio del IBD subraya que la falta de confianza en las autoridades encargadas de investigar y sancionar este delito es una de las razones principales por las cuales la extorsión sigue siendo uno de los menos denunciados. Muchas víctimas prefieren no involucrarse con las autoridades por miedo a las represalias o por el temor de que su denuncia no sea atendida de manera efectiva. Ante este panorama, el estado de impunidad es un factor que agrava aún más la situación de la extorsión en México, impidiendo que se sancione a los responsables y generando un ciclo de violencia y vulnerabilidad para millones de mexicanos.