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El comercio exterior argentino frente a la guerra comercial y la perdida de la hegemonía del dólar

Ing. Miguel L. PONCE

Director Centro de Estudios para el Comercio Exterior del SIGLO XXI. migponce@gmail.com

Analizar este escenario requiere entender que Argentina se encuentra en un mundo radicalmente diferente, con un nuevo orden geopolítico y económico. La “pérdida de la hegemonía del dólar” no significa su desaparición, sino su conversión en una moneda importante entre varias, en un sistema monetario multipolar. Ante este hecho novedoso, una estrategia integral inteligente para el comercio exterior argentino en ese contexto hipotético debería contemplar:

Principios Rectores Fundamentales

1. Pragmatismo Extremo: Evitar la alineación exclusiva con cualquier bloque. Argentina debe ser un “país puente” entre China, EE.UU., la UE, Brasil y otros actores. Como vengo repitiendo desde hace décadas: DESIDEOLOGIZAR NUESTRO VINCULOS DIPLOMATICOS PARA NO PERJUDICAR NUESTROS VINCULOS COMERCIALES Y ECONOMICOS

2. Diversificación como Seguro Nacional: No depender de un solo socio, ni para las exportaciones, ni para las importaciones, ni para la financiación.

3. Agregar Valor Local: La estrategia de exportar commodities a granel es vulnerable. La clave será industrializar y exportar con la mayor cantidad de valor agregado posible.

4. Flexibilidad Financiera y Monetaria: Adaptarse a un mundo con múltiples monedas de reserva y nuevos instrumentos de pago

Estrategias Concretas por Área

1. Estrategia Comercial y de Mercados

  • Profundizar la relación con China, pero con inteligencia: (A diferencia de lo que dicen los rumores sobre presiones de EE. UU, sobre todo a partir del “salvataje” de TrumpBessent)

  • Negociar desde la fuerza: Argentina es un proveedor clave de alimentos (soja, carne, trigo) y minerales (litio). Debe usar esta posición para negociar acuerdos que incluyan transferencia de tecnología e inversión en industrias locales (ej.: fabricación de baterías de litio, biotecnología agrícola).

  • Ir más allá de las commodities: Promover las exportaciones de servicios basados en el conocimiento (software, videojuegos, biotecnología, ingeniería) y productos de alto valor (vinos, frutas finas, ali - mentos gourmet).

  • Evitar la “maldición de los recursos”: No caer en un modelo extractivista que depende únicamente de la demanda china de materias primas.

Reconstruir y fortalecer la relación con Estados Unidos:

  • Enfatizar la complementariedad: Aunque EE.UU. pierda hegemonía, seguirá siendo una potencia económica y tecnológica de primer orden. Argentina puede posicionarse como proveedor confiable de alimentos de alta calidad, energía (GNL, hidrógeno verde) y nichos tecnológicos.

  • Apuntar a cadenas de valor regionales: Integrarse a cadenas de suministro norteamericanas en sectores como software, automotriz (enfocado en vehículos eléctricos) y farmacéutico.

Aprovechar el Mercosur (con una nueva mirada):

  • Flexibilizar o “modernizar” el bloque: Impulsar acuerdos que permitan a los miembros negociar individualmente con terceros países, mientras se mantiene un núcleo común de reglas. Un Mercosur rígido es una traba en un mundo multipolar.

  • Integración productiva regional: Desarrollar cadenas de valor sudamericanas. Ejemplo: Litio argentino + industria automotriz brasileña = cadena regional de vehículos eléctricos para el mundo.

Diversificación geográfica agresiva:

  • Recuperar y ampliar mercados tradicionales: Fortalecer lazos con la Unión Europea, aprovechando el histórico acuerdo Mercosur-UE (si logra ratificarse).

  • Explorar mercados emergentes: Potenciar relaciones con India, el Sudeste Asiático (Vietnam, Indonesia), África del Norte (Marruecos, Egipto) y Sudáfrica. Son mercados con un enorme crecimiento demográfico y de clase media.

2. Estrategia Financiera y Monetaria

Multimonetarización de la cartera:

  • Diversificar reservas: El BCRA debería mantener una canasta de reservas en yuanes (RMB), euros, dólares, y posiblemente otras monedas como la libra esterlina o incluso oro.

  • Fomentar el uso de monedas locales en el comercio: Establecer acuerdos de swap en moneda local con China, Brasil y otros socios clave para reducir la dependencia del dólar en las transacciones bilaterales. Esto mitiga el riesgo cambiario.

Atracción de Inversión Extranjera Directa (IED) diversificada:

  • Crear un clima atractivo y estable: Seguridad jurídica, reglas claras y una macroeconomía estable son esenciales para atraer capitales de todas las procedencias.

  • Vender “paquetes” de oportunidad: Posicionar a Argentina como un hub de energías renovables (hidrógeno verde, litio), agroindustria tecnológica y economía del conocimiento.

3. Estrategia Productiva y Logística

Agregar valor en origen:

De la soja al aceite y la proteína vegetal: Exportar productos procesados en lugar de granos.

Del litio a las baterías y celdas: No solo exportar el carbonato, sino avanzar en la cadena de valor.

De la carne al corte envasado al vacío con marca país: Mejorar la calidad y el branding.

Inversión en Infraestructura Crítica: Corredores bioceánicos: Terminar y mejorar los corredores logísticos que conectan los puertos argentinos con Chile y Brasil, posicionando a Argentina como una ruta clave en el Cono Sur.

Modernización portuaria y ferroviaria: Es vital para bajar costos logísticos y ser competitivos.

Riesgos y Desafíos a Mitigar

Dependencia excesiva de China: El mayor riesgo sería caer en una relación de dependencia similar a la que tuvo con Gran Bretaña en el siglo XIX. Hay que evitar que China compre todos los activos estratégicos.

Volatilidad de las nuevas monedas: El yuan aún no es una moneda totalmente convertible. Manejar una cartera multimoneda requiere una sofisticación y prudencia que el BCRA debe desarrollar.

Tensiones geopolíticas: En un mundo bipolar o multipolar, navegar entre China y EE.UU. será un ejercicio de equilibrio constante. Argentina no puede permitirse ser un peón en un nuevo “Gran Juego”.

Falta de consenso interno: La estrategia de largo plazo debe ser un Acuerdo de Estado, respaldado por todos los sectores políticos y productivos. Los cambios bruscos de rumbo con cada gobierno serían fatales.

Conclusión

La estrategia argentina en un mundo post-hegemónico del dólar y con una China potencialmente triunfante debe ser activa, inteligente y multidimensional.

No se trata de “subirse al carro chino”, sino de usar la nueva configuración global para maximizar la autonomía y el desarrollo nacional. La oportunidad está en jugar con todos los grandes actores, aprovechando la competencia entre ellos para obtener los mejores acuerdos comerciales, tecnológicos y de inversión, mientras se diversifican riesgos y se avanza decididamente en la industrialización y la agregación de valor de los recursos naturales.

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