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Economía post-electoral
Por Invecq Consulting S.A.
Finanzas y mercados
El triunfo electoral para el oficialismo, que obtuvo cerca del 41% de los votos a nivel nacional, generó una fuerte reacción positiva en el mercado: el riesgo país cayó cerca de 700 puntos básicos (-38%), registrando la mayor baja intradiaria de la historia, al igual que el Merval en dólares (medido por CCL) el cual subió más de 30%, superando el máximo previo de enero de 2002 (+22%).
El tipo de cambio oficial, por su parte, evidenció un cambio más acotado del tipo de cambio mayorista con una reducción cercana al 4%, reflejando posiblemente menor relación con el riesgo político y más con variables estructurales. Si bien la tensión cambiaria aflojó, el tipo de cambio oficial se mantiene levemente por debajo de la banda cambiaria superior. La tendencia alcista del equity se extendió durante tres ruedas consecutivas, alcanzando un valor de 1.874 puntos. Si bien en el camino se observaron tomas parciales de ganancias, el impulso comprador continuó y el Merval en dólares culminó la semana superando los 2.000 USD, consolidando así una de las mejores semanas del año para estos activos. Aun así, el Merval continúa 16% por debajo del máximo histórico alcanzado en enero, reflejando que, pese al rebote, la caída previa a las elecciones había sido muy profunda.
El riesgo país, por su parte, se mantiene por debajo de los 700 pb, evidenciando que gran parte de la prima anterior respondía a riesgo político, pero aún quedan desafíos. Sin embargo, para alcanzar niveles que permitan la vuelta a los mercados internacionales aún sería necesario comprimir entre 200 y 300 p.b adicionales. Informe
En el segmento de bonos hard-dollar, los Bonares (legislación local) mostraron una suba intradiaria de hasta 20%, superando a los Globales (legislación extranjera), que avanzaron 17%. Hacia el cierre de la semana, las paridades se mantuvieron en alza y las TIR comenzaron a ubicarse en torno a un solo dígito, algo no visto en mucho tiempo. Pese a ello, los Bonares aún cotizan 8% por debajo de los máximos del año y los Globales, 6% por debajo. En cuanto a los bonos en pesos ajustados por CER, previo a las elecciones llegaron a rendir más de 30% de TIR por encima de la inflación en el tramo medio de la curva, niveles muy castigados. Tras el resultado electoral, esos rendimientos se comprimieron hasta el 15% real, mostrando una notable mejora en las valuaciones.
Respecto al tipo de cambio, el movimiento fue más moderado. Durante la semana vencieron instrumentos dólar linked -particularmente el D31O5, utilizado como cobertura preelectoral- y también se cerraron los futuros de octubre, factores que limitaron una caída del tipo de cambio financiero y lo mantuvieron relativamente estable. El dólar oficial (A3500) finalizó la semana con una variación negativa de 3%, mientras que el MEP y el CCL lo hicieron ambos en un 5%. Estas variaciones reflejan que, en el frente cambiario, el resultado postelectoral fue prácticamente neutro, sin movimientos significativos, a diferencia del marcado repunte de los activos financieros. Hacia adelante, será clave monitorear el accionar del Tesoro de Estados Unidos, particularmente si vuelve a vender dólares -lo que incrementaría la oferta en el MULC– o si decide retirarse del mercado local, lo que podría generar presión alcista sobre la demanda de divisas en el corto plazo. Asimismo, el viento de cola externo, impulsado por la política monetaria más laxa de la Reserva Federal, podría favorecer que el Gobierno retome gradualmente el acceso a los mercados internacionales en los próximos meses, en la medida en que el riesgo país continúe comprimiéndose hacia niveles de 400–500 pb. ¿Se aproxi- ma, finalmente, la vuelta del acceso a los mercados internacionales?
Economía
Uno de los principales desafíos tras las elecciones es reducir la volatilidad y los elevados niveles de las tasas de interés observados entre agosto y octubre. Se espera que, de manera gradual, la política monetaria comience a normalizarse, algo clave para la recuperación de la actividad económica. Tanto el BCRA -que dio un primer paso con una incipiente baja de encajes- como el Tesoro -que logró el menor costo de financiamiento desde marzo de 2025, liberó liquidez y no enfrentó demanda de instrumentos dollar-linked en su primer test de deuda post electoral- están dando señales en esa dirección. La primera licitación tras los comicios legislativos dejó un balance positivo. El punto más destacado fue que la tasa promedio ponderada de las LECAP se ubicó en 2,87% mensual, nivel que no se veía desde marzo de 2025 -y que estuvo en línea con los rendimientos del mercado secundario-.

En relación con los montos, se adjudicaron $6,9 bn frente a vencimientos por $11bn (rollover del 60%). La inyección de liquidez al sistema (que se reforzó con la recompra de títulos públicos realizada por el Tesoro) es positiva dado el contexto de tasas de interés extraordinariamente altas. Por caso, los Adelantos promediaron 84% TNA en octubre y la interbancaria 67%, con una inflación esperada de 22% para los próximos 12 meses.
Por último, cabe destacar que i) el 100% de la colocación fue a través de títulos a tasa fija -a diferencia de las licitaciones preelectorales en donde los instrumentos dollar-linked ganaron mayor protagonismo-, y ii) se extendió la duration -el 34% colocó a noviembre, pero el 66% restante se extendió hacia 2026 y 2027-.
Por otro lado, luego de tres meses en los que la política monetaria se concentró casi exclusivamente en contener al dólar, el Gobierno debería avanzar hacia su normalización, es decir, una mayor flexibilidad que reduzca la volatilidad y permita una baja tasas. la última semana de octubre, dio un (pequeño) paso en ese sentido: el cómputo para el cumplimiento de la integración de efectivo mínimo volvió a ser mensual -desde el 14/08 era diario-, y determinó que la entidades deben tener al menos el 95% del encaje total exigido al final del día -antes era el 100%-.
Aunque la exigencia sigue en máximos desde enero de 1993 y las tasas siguen muy elevadas en términos reales, algunas ya comenzaron a reaccionar -la caución cerró la semana en la zona de 20% y repo en 30%-.
Aún falta que el resto de las tasas del sistema financiero converjan hacia niveles más razonables, lo que sería muy positivo en términos de actividad, que se encuentra estancada desde febrero.
Resta ver con qué ritmo y alcance avanzará la flexibilización monetaria. Por un lado, la demanda de cobertura tendería a moderarse, aunque todavía se mantiene alta -el tipo de cambio casi no reaccionó tras las elecciones-; por otro, la oferta será menor que la que hubiera sido sin el adelanto de la liquidación del agro. Si bien la tensión disminuyó, no puede descartarse algún ajuste en el esquema cambiario.


Opinión

Beatriz CÁCERES
Lic. Comercio Internacional. comercio exterior









