Revista Familia Católica - Número 27

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Familia Católica Coleccionable

El cuarto enemigo de la Familia: EL COMUNISMO - Mártires de Barbastro

- Carta de un Cristero a su esposa

- El Credo para mi hijo - Para concurso - Reflexiones, entretenimiento, la receta de los viernes y más...

AÑO 14

N° 27

- Familia Católica OTOÑO - INVIERNO 2012

1 DONATIVO $20.00


Editorial “FAMILIA CATÓLICA” DIRECTORIO Director: Héctor Guiscafré Asesor Doctrinal: R.P. Mario Trejo Formación y Diseño: David Plata Asesor Técnico: Paloma Plata Circulación: Grupo “Familia Católica de QRO” Correspondencia: Plan de Guadalupe 65-7 Col. Ticomán. CP 07320 México D.F. Tel: 5754-6095 Le proporcionamos la dirección del correo electrónico de la revista para recibir consejos y sugerencias; por favor tome nota. revista@familiacatolica.com ¡PRÓXIMAMENTE! LA COLECCIÓN COMPLETA DE ESTA REVISTA ONLINE No deje de visitar: www.familiacatolica.com

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Han pasado dos largos años, por diversas causas no se había podido publicar la revista de “Familia Católica”. La tregua ha resultado demasiado larga. “Los hombres pasan y las obras quedan” nos decía un antiguo ACEJOTAEMERO muy convencido de lo cierto de este refrán, y ahora no lo pusimos en práctica oportunamente. A pesar de nuestro retraso, la respuesta al solicitar ayuda ha sido excelente: varios matrimonios jóvenes, que viven desde hace pocos años en Querétaro, y son católicos de dicho y de hecho, se animaron a tomar la estafeta y han iniciado con muchas ganas, a desarrollar las diferentes actividades. Ellos se han responsabilizado de la revista y terminarán con el programa previo en los dos números siguientes: 27 y 28. Para más adelante, se deberán trazar nuevos caminos y derroteros de la revista. En este número podrás encontrar dos artículos que versan sobre el tema eje de este fascículo: el comunismo como la cuarta revolución mundial contra la familia. Los autores muestran como afectó a las familias la implantación de este régimen político. Sin duda ha sido el enemigo más dañino para la familia en su momento. En el siguiente número veremos que la quinta revolución (el irrealismo) igualmente ha dañado a la familia, pero a largo plazo. Podrás encontrar también dos artículos sobre la persecución religiosa llevada a cabo por el comunismo directamente (caso de España) o secundario a sus ideas que han penetrado mediante el socialismo, las sociedades y las estructuras de los gobiernos (caso de México). Los dos testimonios que se muestran son ejemplares, en ambos casos sufrieron por la causa de Cristo, en el primer caso (España) un grupo de religiosos sufren el martirio sólo por mantener su fe y en el segundo caso (México) es el ejemplo de un cristero que como muchos otros ingresaron a su ejército en forma espontánea al ver que el gobierno quería desterrar a Cristo de sus hogares y de su país. Las demás secciones son las habituales: doctrina, poesía, la receta de cocina y la parte de entretenimiento. La sección de catecismo está muy bien explicada a través de una escena de la vida diaria. También les avisamos con gusto que en el siguiente número aparecerá un índice por materia de todo el contenido de los 28 números hasta entonces publicados. Esperamos que este fascículo sea de tu agrado y que puedas aplicar muchas de sus enseñanzas a tu familia.

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El cuarto enemigo de la familia

EL CUARTO ENEMIGO DE LA FAMILIA: EL COMUNISMO El comunismo tal vez es el proceso revolucionario que más directamente ha dañado a la familia ya que sus principios o máximas han sido condenados por la Iglesia Católica a través de sus representantes en la tierra.

Revisamos en los números anteriores (n° 22 a 26 de esta revista) el proceso destructivo que han empleado los enemigos de Dios, para quitarle todo vestigio de catolicismo a la sociedad mas católica que ha existido, la Europa occidental de la “edad media”. Después de un artículo introductorio, revisamos los tres primeros enemigos de la familia: a. El humanismo, que produjo una disminución del fervor y la piedad a esa sociedad. b. El protestantismo, que le restó autoridad a la Iglesia y produjo una gran apostasía (de un tercio de los católicos). c. El liberalismo que introdujo las máximas insurrectas de “libertad, igualdad y fraternidad” y atacó directamente a la divinidad de N.S.J. Todos estos aspectos repercutieron en forma muy importante en las familias católicas, como lo explicamos en los artículos correspondientes. Ahora vamos a tratar para ustedes, amigos lectores, el cuarto enemigo de la familia: el comunismo. Introducción: Antes que nada, me podrían decir: “pero que importancia tiene este tema si ya el comunismo ha desaparecido en toda la anteriormente llamada: Unión de Repúblicas Soviéticas Socialistas (URSS) y ha dejado de ser una corriente política para el mundo, desapareciendo también los partidos comunistas, en casi todos los países del orbe. Solamente en algunas naciones con gobierno comunista, fuera del “Soviet” Ruso, se ha mantenido este régimen de gobierno: China Nacionalista, Corea del Norte, Vietnam de Norte, Cuba, Venezuela y Nicaragua, así como algunos otros países mas pequeños, en Asia y África. Pero ha disminuido claramente su

Los padres del comunismo. penetrancia (su aplicación de la doctrina socialista a la sociedad, por parte de los directivos comunistas, en cada país). “También es conveniente señalar que la política extensionista ha desaparecido en todos estos gobiernos”. Así es que, a pesar de lo señalado anteriormente, este tema es muy importante pues fue un paso esencial en el proceso destructivo de la familia católica. El comunismo es tal vez el proceso revolucionario que más directamente ha dañado a la familia, ya que sus principios o máximas (el ateísmo de estado, la igualdad de clases sociales -todos igual de pobres- y la supresión de las libertades particulares -propiedad privada, libertad de culto y propiedades, como donde vivir o cuantos hijos tener-) han sido condenadas por la Iglesia Católica a través de sus representantes en la tierra. Tres Papas anteriores, han refutado cada una de estas máximas solas o en su conjunto.1, 2, y 3 Estos tres Papas, en el siglo XIX y principios del XX, -Pio IX, León XIII y Pio XI han escrito sendas encíclicas al respecto (referencias 1, 2 y 3). Ellos condenan explícitamente al comunismo. Pio IX le llama falsa y perversa doctrina, doctrina pestilente 1 Pio IX. Encíclica Quanta cura, 8 de diciembre de 1864. 2 León XIII. Encíclica Quod Apostolici muneris 28 de diciembre de 1878. 3 Pio XI. Encíclica Quadragesimo anno 15 de mayo de 1931.

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El cuarto enemigo de la familia

El trabajador industrial servía hasta que su salud se debilitara. (Quanta cura) y Pio XI dice: “Católico y socialista son términos antitéticos… nadie puede ser buen católico y verdadero socialista.” Recordemos aquella máxima de Marx en su libro “El capitalismo” : “la religión es el opio de los pueblos”. Y entenderemos por qué Pio XII consideraba al comunismo como “intrínsecamente perverso”4 El proceso destructivo en Europa y la expansión del comunismo. El comunismo encuentra sus raíces en los abusos del capitalismo. El mundo liberal y capitalista del siglo XIX destrozó la antigua cristiandad. El liberalismo desmanteló las estructuras históricas de la sociedad europea. Tomando como ejemplo lo que le sucedió al obrero de esa sociedad europea en la edad media podemos entender mejor lo que sucedió en el resto de las personas que integran una familia. Aquí les mostramos el proceso: - Los obreros perdieron todos sus derechos, salvo uno: el derecho de vender su trabajo al mejor postor. Con esto, el hombre perdió todo sentido de responsabilidad para con la sociedad dentro de la cual vivía. Si valía solamente en términos de la fuerza de sus brazos, él no era responsable por lo que pasaba dentro de un mundo que ya había dejado de ser suyo. El hombre se redujo a ser un trabajador para una sociedad dentro de la cual no figuraba ni como participante ni como miembro. Desarraigado de la comunidad, el hombre perdió su sentido de patria. No se sentía leal a aquello que no le era leal a él. Junto con la responsabilidad

desapareció también la seguridad. El trabajador industrial servía hasta que su salud y sus fuerzas se debilitasen. Al ocurrir esto, dejaba de ser útil para la fábrica y sus dueños. Puesto que su sueldo solía ser lo mínimo que su patrón podía pagarle, generalmente el trabajador no podía ahorrar nada para los años de su vejez. Se apoderaba de las masas industrializadas un sentido angustioso de inseguridad. Sus antiguos gremios habían desaparecido con la aniquilación de una economía basada en la artesanía. Pues todavía no habían aparecido los sindicatos modernos, el trabajador sentíase totalmente aislado, solo, sin ningún remedio para la incertidumbre de su vida. Aunque el campo todavía retenía hasta cierto punto su antigua independencia, ésta se había perdido en la ciudad. Por lo tanto, la destrucción externa de la sociedad tradicional produjo una destrucción interior. Los antiguos valores, tanto los humanos como los espirituales, no habían perdido su verdad, pero sí habían perdido su eficacia. ¿Dónde estaban estos valores? En gran parte, la Iglesia no actuaba con bastante prisa para contrarrestar o corregir los cambios producidos por el nacimiento de la gran ciudad industrial. A menudo los obreros estaban sin parroquias y sin sacerdotes, sobre todo en Francia y en Alemania. La falta de justicia y de caridad dentro del torbellino industrial, hizo que la fe desapareciera poco a poco dentro de las conciencias de los desposeídos. Esto produjo un vacío espiritual

Convertir las sociedades en ateas, es un ataque directo contra Dios, y es la principal arma contra las familias.

4 Pio XII. Alocución a la juventud italiana. Cdad. del Vaticano. 1953

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El cuarto enemigo de la familia en el corazón del siglo del materialismo. Ya hemos visto que los apóstoles del liberalismo pregonaban una filosofía cuyo primer principio era la búsqueda de la riqueza y cuyo único deber era el cumplimiento de la palabra sobre los contratos entre las empresas y los obreros. El mundo se marchitaba hasta resultar materialista y nada más materialista. La nueva prosperidad de la burguesía disfrazaba un abismo espiritual y se apoyaba en la injusticia y la pobreza de los demás. Europa se descompuso no solamente desde fuera, en las instituciones de la sociedad, sino también desde dentro del corazón, del alma humana. El comunismo trataba de llenar este vacío. Pero hay que recordar que el vacío liberal fue el que engendró el comunismo como hijo suyo. El comunismo es el producto más típico y más importante del liberalismo. El caos de la sociedad no tenía sentido en términos cristianos, a menos que lo tuviera en términos del pecado. Pero este caos sí tenía sentido, y resultó perfectamente racional, dentro del pensamiento comunista.

Desconfianza generalizada: imagínense que en una familia todos sospechan de todos. La denuncia se convirtió en una forma de vida.

¿Y el comunismo cómo destruye a la familia?

Comienza así:

Comentamos antes que este enemigo de la familia es el que más directamente la ha dañado. Utilizando las siguientes estrategias se afectó en forma importante a las familias, desquiciándolas.

“Poseer privadamente las cosas como suyas es derecho que la naturaleza ha dado al hombre…. Así, la autoridad pública no puede abolirlo, sino tan sólo moderar su uso y atemperarlo al bien común.”

1.- el ateísmo del estado

3.- La supresión de las libertades.

En 1er lugar es una estrategia directa del comunismo, la de convertir a las sociedades en ateas, o sea, el ataque directo contra Dios. Esto en sí mismo, es muy grave y es con mucho, la principal arma contra las familias. Una sociedad sin Dios es una sociedad muerta. Lo mismo le sucede a una familia. Aquellas que no tienen a Dios por centro, no son realmente familias. Esto es lo que intentó hacer la revolución bolchevique en Europa. Quitar a Dios de los individuos, de las familias y de la sociedad.

Los países bajo un régimen comunista se convirtieron en grandes cárceles de ciudadanos disconformes que querían huir de su país y aprovechaban los eventos internacionales, deportivos o sociales, para hacerlo.

2.- desaparición de la propiedad privada Si no hay propiedad privada, no hay posesión de bienes, no hay estímulos, no hay herencia. Esta disposición comunista va en contra de todo principio razonable y lógico. El Papa León XIII hace una apología preciosa en defensa de la propiedad privada en su encíclica Rerum Novarum. 5 5 Leon XIII. Encíclica Rerum novarum 15 mayo 1891

Los padres no podían decidir el número de hijos. El estado decide por todos: uno, dos o tres hijos por pareja y punto. En China tienen permitido sólo un hijo por pareja. Los ciudadanos no pueden tener religión, deben ser ateos. 6 Existen otras limitaciones importantes de la libertad que no están dadas directamente por el estado, sino por las condiciones económicas, como por ejemplo, la imposibilidad de tener un coche, de viajar, de estudiar en el extranjero. (Existen muchas excepciones a estas reglas, pero eso no las hace aplicables -las excepciones- a la mayoría de la población).

6 ¿Pues que se creen los Estados comunistas para tomar tales atribuciones?

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El cuarto enemigo de la familia 4.- la intromisión del Estado en la educación de los hijos. En materia educativa el grado de penetración o de aplicación de la estrategia revolucionaria fue muy variable en cada país y en diferentes periodos, en un mismo país. Hubo, desde quitarle los hijos a los padres al nacer, hasta intervenir solamente en los programas escolares. Pero la tendencia fue más interventora que pasiva y la política general que se plasmó fue la de que los hijos no reconocieran la autoridad paterna por sobre la del Estado. Nosotros bien sabemos que si no hay figura paterna no hay ejemplo, no hay correcciones y menos aún relación afectuosa entre padre e hijo o amor. El panorama de un país así educado es sombrío y desgarrador. Y así fueron educadas varias generaciones en cada país comunista, generaciones que hoy son adultos mayores, y tienen a su país en sus manos. Como decimos por acá en México: “Por eso estamos como estamos”. 5.- la desconfiaza generalizada La forma de actuar enérgica, eficaz y a rajatabla de la policía en la URSS y en otros países comunistas como China y Cuba ha sido ampliamente descrita. Ha sido una policía de Estado sin miramientos y que ha cumplido las órdenes de sus superiores. Ahí no ha habido problema, sino en la forma de indagar y acusar a un posible infractor contra el régimen. Los principales denunciantes de los rusos eran los propios camaradas o sus familiares, en un sistema de vigilancia muy efectivo, pero a costa de la intromisión de estos vigilantes en la vida privada de cada persona. Así se dio la desconfianza generalizada. Imagínense qué familia puede vivir sospechando todos de todos. La denuncia se convirtió en una forma de vida. El denunciante contumaz se hacía de algunas cosas materiales que le daba el Estado como premio por las denuncias. Eso lo hacía vivir privilegiado y entonces era atacado por otros camaradas encargados de la “igualdad”. Esta desconfianza generalizada existía también entre los más altos puestos de las fábricas, industria, ejército y de los políticos o gobernantes, haciendo de la vida en estos países, un verdadero suplicio.

Pio IX llama al comunismo, falsa y perversa doctrina (Quanta Cura).

6. la igualdad de clases Finalmente respecto a la igualdad, que para nosotros es tan obvio que corresponde a una utopía, a una falacia, también esta estrategia de la revolución es señalada como un grave error por León XIII en su encíclica: “Quod Apostolici muneris7… En este documento pontificio, el Papa León XIII señala: “Según las enseñanzas del Evangelio, la igualdad entre los hombres consiste en que todos sin excepción, somos llamados a la dignidad altísima de ser hijos de Dios. Y por lo tanto todos debemos de ser juzgados por la misma ley. La desigualdad de derecho y de poder dimana, del mismo autor de la naturaleza”. En la URSS se trató de cumplir estrictamente con el concepto de igualdad, y esto provocó una pobreza 7 León XIII, Quod Apostolici muneris 28 de diciembre de 1878.

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El cuarto enemigo de la familia pasaron de ser de héroes nacionales a traidores a la patria y sus miles de figuras y monumentos en todo el país desaparecieron como por arte de magia. Todo este desmantelamiento del comunismo en esa zona lo llevó a cabo Mijaíl Gorbachov (secretario general del partido comunista de la URSS (1985-1991) y presidente del Soviet Supremo (1988-1990)) Él puso en marcha un programa de profundas reformas y cambios políticos, todo lo cual se le denominó “la Perestroika” y promovió una política de apertura total (Glasnost). En 6 años terminó su obra. Recibió el Premio Nobel de la Paz en 1990 y fue olvidado rápidamente. Mi interpretación de estos hechos es la de que hubo un cambio de planes en las cúpulas más altas probablemente motivados por las dificultades de corromper a los jóvenes que viven en la pobreza. De todas formas debemos de tener en cuenta el papel trascendental que jugó el comunismo en la descristianización de Europa y en el ataque feroz que llevo a cabo en las familias de los países bajo el yugo marxista. Este ataque fue tanto así, que los más viejos recuerdan todavía con pánico en sus almas los tiempos en los que:

Mijaíl Gorbachov llevó a cabo el desmantelamiento del comunismo en la URSS. generalizada de todos los individuos no “élites” de esos, antaño, grandes países. Las clases alta y media, otrora existentes y pujantes, desaparecieron. Y quedó sólo una clase privilegiada, los dirigentes. En eso ha consistido la igualdad preconizada por ellos.

“REZAR ERA TRAICIÓN A LA PATRIA” “TENER MÁS QUE LOS DEMÁS ERA TRAICIÓN A LOS COMPATRIOTAS” “Y COMERSE UN PLATO DE ARROZ, SIN CONOCIMIENTO DE LA FAMILIA, ERA TRAICIONARLA” Dr. Héctor Guiscafré

“La Igualdad de la pobreza, viviendo en la pobreza.”

Obras consultadas:

El final del comunismo

2. Wilkhemsem Federico. El Problema de Occidente y los Cristianos. Publicaciones

Los hechos: como podrá vislumbrarse, los individuos de las sociedades comunistas no eran felices. Sufrían en serio por pobreza, incertidumbre y falta de estímulos (todos igual de amolados). En contraste, las juventudes comunistas estaban, a finales del siglo pasado, mucho menos corruptas o “degeneradas” que las correspondientes a los países del primer mundo. En Europa oriental, en todos los países que formaban la URSS. Todo esto los llevó a vivir en pocos meses un hecho inusitado. Con la mayor discreción y el menor tiempo posible, desapareció de tajo el comunismo en la URSS. Personajes como Lenin, Stalin y Trotski

3.- Alvear A. Curso de historia general. Editorial Jus, México. 1966

1. Denzinger E. El Magisterio de la Iglesia. Barcelona, España ED: Herder 1963.

Versión PDF de este artículo

de la Delegación Nacional del Requeté. 1960.

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Poema

PARA CONCURSO ¡Qué tal! ¿Que si listo estoy ya? ¡hombre!, con tal exponente y tal elocuencia y tal donaire, no necesito ensayar. Mas me preguntas: ¿Qué poesía será? pues que decirte, la mejor la más profunda, la más real. Cada vez que la digo, no, aún menos, cada vez que la pienso, vuelvo a vibrar pues encierra en cada estrofa, en cada verso; sutileza, ternura, perdón, dolor, rezo, gozo, ensueño, tristeza, ansiedad, remordimiento, consuelo, alegría, inmensidad. Todos los adjetivos reunidos, le van. no admite utopías, no admite copias, ni original es única, es infalible, es signo de honestidad.

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y los demás anonadados a meditar se pondrán mi seguridad hoy no está a prueba creo que voy a triunfar, ¡qué de aplausos, qué de aplausos me rendirán! Y al acabar los aplausos seguro me acecharán, ¿quién te la dio? ¿dónde la encontraste? ¿quién es el autor? ¡qué poema, qué verdad! ¡Ay amigo que consuelo así concursar! mas espera, creo que mi tiempo va ¡si, me llaman tu aplauso me alentará!

Al leerla por primera vez, sonriendo me dije, ¿qué es esto, un poema o una verdad? y entonces, concluyendo: ¡Éste es el que buscaba, un poema de verdad! Con éste no habrá rivales, con éste al apuntar El triunfo de la verdad; y aquí estoy a concursar.

¿Qué si viene mi familia? caro, claro, aquí está y eso me ayuda, ¿sabes? porque mi padre y mi madre a la segunda estrofa llorarán.

Mas que pasa, que al pisar el escenario me topo con un crucifijo y empiezo a temblar y entiendo ¡SOBERBIA RUIN, EN MI NOMBRE NO TRIUNFARAS! Y al mirar a mi Cristo; ¡Cristo eterno, Cristo Dios ya no quiero concursar!

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Testimonio Cristero

CARTA DE UN CRISTERO A SU ESPOSA … y henchido de febril entusiasmo, también yo salí y grité con toda la fuerza de mis pulmones “¡VIVA CRISTO REY!” “Mi querida esposa: El lápiz se me cae de la mano, no sé si escribirte o no hacerlo: digo esto porque si te escribo, quizá vaya a aumentar tus dolores; si no te escribo te formarás el concepto de que no te amo, de que no me acuerdo de ti ni de esos hijos tesoro de mi existencia por quienes he derramado abundantes lágrimas. Voy a decirte: ¿Tendrás valor para escucharme? El 27 de abril de 1927 salí, como te dije en una carta que a México te escribí de Tepalcatepec, y creo que recibirías, salí de San Isidro a Coalcomán a verme con don Guadalupe Lucatero, con el objetivo de arreglar el asunto del ganado que tú supiste; pero a mi llegada a dicho lugar, encontré que el señor Lucatero andaba levantado en armas, y una multitud, por no decir que todos, lo secundaron, inclusive el señor que tu sabes. Llegar yo y ver aquel regocijo, que el pueblo en masa aclamaba a Cristo que expuesto en la Custodia veía quizá con sonrisa placentera el entusiasmo de sus hijos deseosos de su Dios, al que hombres sin conciencia querían expulsar de las iglesias, de los hogares, etc. Ver yo aquel alboroto y sentirme entusiasmado, todo fue uno. La sangre hervía en mis venas,¿y? ¿quieres que te diga?, ¿no te enojas?, hubo unos instantes que me olvidé de mi esposa y de mis hijos, y henchido de febril entusiasmo también yo salí y grité con toda la fuerza de mis pulmones: “¡VIVA CRISTO REY!” Desde ese instante soy soldado de Cristo, y ya verás a tu esposo no rayando a sus sirvientes, no tratando de ganados, no haciendo negocios, sino lo verás con el arma en la mano defendiendo la fe de mi esposa, de mis hijos y la mía. ¿No es esto una prueba del amor que te tengo?… Aquí estoy cumpliendo con un deber de cristiano, y abrazado con una cruz tan pesada que apenas puedo con ella. ¡Cuántas cosas! Hambres, fríos, persecuciones y calumnias, pero lo que más me duele y hace sufrir, es el recuerdo de ustedes… sé que sufres mucho, querida mía, ¡tú, no acostumbrada a ningún contratiempo de la vida, la única en tu casa y tratada siempre con el mayor esmero!

Y ahora ser yo el autor de tus sufrimientos. ¡Pero qué digo, si sé que también eres cristiana y secundarás mi obra en forma distinta! Yo con el arma y tú con la resignación, yo tostado del sol y hambriento y tú con tus plegarias, estamos fundidos en el mismo crisol trabajando por el mismo ideal y nuestra vista fija en el mismo punto… Dios… Imagínate que hay veces que tenemos combates que duran sin cesar 24 horas y que a diestra y siniestra caen sin vida nuestros valientes soldados. Muchos han muerto en mis brazos y al

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Testimonio Cristero esposa y mis hijos. Es muy dulce sufrir por CRISTO REY.

Te abrazo desde estas regiones desoladoras, y aunque personalmente no estoy con ustedes, sí estoy con pensamiento y los ideales. No te he abandonado, estoy contigo; pero una fuerza superior e irresistible me obliga a dejarlos. Hay algo más grande que la esposa, los hijos y los bienes, y es Cristo por quien lucho, por quien sufro, por quien se debe dejar lo más querido de este mundo. Tocó mi corazón una vez, otra más, y entonces corrí como Saulo y le dije: “¿qué quieres, Señor de mí?” “Anda” me dijo, “defiéndeme porque mis enemigos me acosan”. Sin esperar más y sin vacilación ninguna, dejé cuanto tenía: intereses, negocios, y lo más grande, lo más querido: mi

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Adiós, mi querida compañera, único depósito de mis sinsabores y dichas; contigo abrazo a mis queridos hijos y sabes que si no nos vemos en la tierra, viviré para ustedes en el cielo. Tu esposo, José María Fernández. (Muerto en combate el día 9 de mayo de 1929) Dios y mi derecho. ¡VIVA CRISTO REY! ¡VIVA NUESTRA SEÑORA DE GUADALUPE! ¡VIVA EL PAPA!

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morir ¿sabes cuál es su última palabra?: “¡VIVA CRISTO REY!” Y enseguida van a recibir su palma a la Gloria… Yo tengo la esperanza de verlos a ustedes aquí en la tierra, pero si muero ten el valor de la señora Gutiérrez - “doña Carmen Alfaro Madrigal viuda de Navarro Origel” - No me llores, por el contrario ofrece a Dios el sacrificio de mi vida, y ¡vive Dios! que si me pierdes en la tierra me tendrás más solícito velando por ustedes en el Cielo. Desde aquella mansión de paz rogaré por ustedes y por todos aquellos que les hagan bien… Por acá se habla de arreglos; ojalá, ojalá y esto sea como lo hemos pedido. Nosotros no cejaremos ni un momento: vencer o morir, así lo hemos pretendido, ofrecido con juramento, y de no ser como lo hemos pretendido, que Dios mejor me quite la existencia.

En nuestros sufrimientos tenemos mucho de consolador. Sabemos que nos dicen: bandidos, salteadores, en fin un cúmulo de calumnias. Pero ¿qué importa?, también a Cristo lo calumniaron, ¿y no Él mismo ha dicho: “bienaventurados los que padecen persecución por la justicia?”… Por mi no te aflijas, al contrario, vive satisfecha de tu esposo. No te preocupes por el porvenir, Dios estará contigo. ¿Crees que dejará a la familia del que todo lo dejó por Él? Imposible. Ya tengo hecho mi pacto con Dios: casi a diario, por no decir todos los días, lo recibo en mi pecho y todo se reduce a hablarle de ustedes… A mis hijos, hazles ver que si los dejé, fue por Dios, no vayan a creer que fueron abandonados por otra causa. Háblales siempre de Dios…

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Héroes contemporáneos... víctimas del comunismo

LOS MÁRTIRES DE BARBASTRO ...con el corazón henchido de alegría Santa espero confiado el momento cumbre de mi vida: El martirio… hasta España. Hablaremos un poco de la historia de los mártires que padecieron en Barbastro, ciudad de España que fue azotada durante la Guerra Civil Española. Entre estos mártires se encontraban seminaristas que pertenecían a la congregación de los Misioneros Claretianos. Uno de ellos fue nuestro recordado Padre Ramón Sarmiento, quien pasó sus últimos años en nuestra Fraternidad. Ante la situación de revuelta en que se encontraba España en esa época, los Superiores decidieron dispersar a los alumnos en otras casas de la congregación, lo que ayudó al padre Sarmiento y algunos de sus compañeros a salvarse, debido a su condición de extranjeros, suerte que no tuvieron otros seminaristas porque fueron apresados y fusilados en el mes de agosto de 1936. El 18 de julio de 1936, habiéndose producido el Alzamiento Nacional, estalló en España la feroz guerra que iba a azotar su suelo por casi tres años. Las medidas adoptadas por el gobierno republicano de Madrid no fueron las apropiadas, ya que entregaron indiscriminadamente armas al pueblo, provocando persecuciones a partir del 19 de julio de ese mismo año. Desgraciadamente las autoridades de la ciudad de Barbastro (en el corazón de Huesca, Aragón), se pronunciaron partidarias de las fuerzas comunistas, lo que equivalía a ser enemigas de la Iglesia Católica. En el centro de la ciudad destacaban el Colegio de los Escolapios y la casa de los Misioneros Claretianos. En éste último estaba a cargo el P. Felipe de Jesús Munárriz, su comunidad estaba integrada por 59 misioneros entre estudiantes, seminaristas y profesores.

Acusaciones infundadas. El 20 de julio se hallaban los religiosos reunidos en la casa cuando se presentaron vociferando 60 individuos del comité local fuertemente armados, con la orden de efectuar una violenta requisa y detener a los hermanos, a quienes acusaban de esconder armas y planear un complot antigubernamental. De nada valieron las explicaciones que les dio el superior en el patio, donde la comunidad se había reunido. –¡Aquí no hay armas, ni política! ¡Somos simples religiosos! Los comunistas lo insultaron y a empellones y culatazos condujeron a los religiosos hasta el colegio, donde quedaron alojados en un salón, sin acceso al agua, sin posibilidades de aseo, sin colchones y con escaso alimento; era un lugar inhabitable y con un calor cada vez más sofocante. El hermano Jaime Falgarona, enfermo en cama con 39 grados de fiebre, fue sacado de su habitación a rastras y arrojado con el resto en la improvisada prisión. Se les prohibió hablar en voz alta y reunirse en grupos y así permanecieron encerrados durante casi un mes. En ese lapso de tiempo se les anunció cuatro veces que se les iba a fusilar, como parte de una tortura psicológica.

Escudo Claretiano

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Héroes contemporáneos... víctimas del comunismo Mientras tanto, afuera, el pueblo gritaba enardecido exigiendo a los captores que asesinasen a los religiosos allí mismo, insultándolos y blasfemando como poseídos. Los primeros mártires. Los comunistas se presentaron nuevamente el 21 de julio para llevarse a la cárcel municipal al Padre Superior Felipe de Jesús Munárriz y a otros religiosos. Los sacaron con las manos atadas por la espalda rumbo al cementerio donde los fusilaron a mansalva. También ejecutaron al Obispo de Barbastro, D. Asensio Barroso, a quien los rojos tenían un encono terrible. La fuerza de la Fe. El 12 de agosto fue un día inolvidable para los valerosos hombres de Dios. Eran las siete de la mañana cuando un representante del comité irrumpió en el salón pidiendo sus nombres y, acto seguido, separaron a dos estudiantes argentinos llamados Hall y Parussini, quienes salvaron sus vidas por su condición de extranjeros. Uno de ellos relató lo acontecido: “Todos se confesaron por última vez y pasaron el día en oración. Estaban contentos de sufrir algo por la causa de Dios y perdonaban a sus verdugos prometiendo rogar por ellos en el cielo”. Las palabras escritas por uno de los condenados, antes de ser conducido al cadalso, producen escalofríos aunque también una

enorme emoción: “Con el corazón henchido de alegría santa, espero confiado el momento cumbre de mi vida: el martirio. No se nos ha encontrado ninguna causa política. No se nos ha habido ningún juicio. Morimos todos contentos por Cristo, por su Iglesia y por la fe de España. Queridos padres: muero mártir por Cristo y por la Iglesia; muero tranquilo cumpliendo mi sagrado deber. Adiós, hasta el cielo” En una envoltura de chocolate, el P Faustino Pérez apuntó: “Agosto 12 de 1936, en Barbastro seis de nuestros compañeros son ya mártires; pronto esperamos serlo nosotros también, pero antes queremos hacer constar que morimos perdonando a los que nos quitan la vida y ofreciéndola por la ordenación cristiana del mundo obrero, el reinado definitivo de la Iglesia Católica, por nuestra querida Congregación y por nuestras queridas familias… (y finaliza diciendo:) ¡Vive inmortal, Congregación querida, mientras tengas en las cárceles hijos como los que tienes en Barbastro, no dudes que tus destinos son eternos! ¡Quisiera haber luchado en tus filas: Bendito sea Dios!”. Ninguno mostró cobardía.

Esa noche irrumpieron una vez más en el salón los emisarios de la muerte para llevar al patíbulo a un nuevo grupo de mártires. Para entonces se habían confesado todos y después de rezar se acostaron. No habían pasado dos horas, cuando a media noche se abrieron las puertas y entraron los comunistas con cuerdas ensangrentadas en sus manos. “¡Bajen del escenario los que tengan más de 26 años!” Como nadie los tenía nada pasó, entonces se encendieron las luces y se leyeron los primeros veinte nombres; los llamados con una voz firme respondían: “¡Presente!”. Los milicianos hicieron formar a los detenidos contra la pared mientras les ataban las manos a la espalda y los codos de dos en dos. “Todos estaban tranquilos y resignados, sus rostros tenían algo de sobrenatural que no es posible describir. En todos se notaba el mismo valor, el mismo entusiasmo; ninguno desfalleció Sepultura del Padre Sarmiento, quien fue compañero de ni mostró cobardía”. Los que quedaron en el es-

los mártires de Barbastro.

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Héroes contemporáneos... víctimas del comunismo cenario contemplaban resignados, aunque doloridos, la espantosa escena. Oyeron a algunos perdonar a los que los ataban y vieron a otros recoger del suelo las cuerdas, besarlas y dárselas a sus verdugos. Alguno gritó: “Adiós hermanos, hasta el cielo…”. Uno de los guardias comentó dirigiéndose a los que quedaban en el escenario: “Vosotros todavía tenéis un día más para comer, reír, divertiros, bailar y hacer lo que queráis. Mañana a esta misma hora vendremos a buscaros como a éstos y os daremos un paseíto a la fresca hasta el cementerio”. Poco después, el siniestro sonido de las descargas indicó a los que aún permanecían con vida, que sus hermanos ya se hallaban junto a Cristo Rey y su Santa Madre.

pero no menos peligroso, el martirio de permanecer fiel a la fe de siempre en medio de este mundo pagano y paganizante. Roguemos a estos gloriosos mártires que nos guarden de cualquier acuerdo con el enemigo y nos conserven fieles a Nuestro Señor y a la Virgen Santísima. R.P. Rodrigo Fernández

“Por ti, mi Reina, la sangre dar”.

La fe de siempre. Hace ya algunos años que el Padre Sarmiento también ha ido al Cielo a reencontrarse con sus compañeros, después de otro tipo de martirio. Un martirio más lento y sordo

Vive inmortal, congregación querida, mientras tengas en las cárceles hijos como los que tienes en Barbastro, no dudes que tus destinos son eternos.

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Cuando todos dormían, la noche del 14 al 15 de agosto, un nuevo grupo armado irrumpió en el salón gritando como demonios. Los religiosos se levantaron y aguardaron, comprendieron que aquello era el fin, se abrazaron mientras los ataban y los golpeaban. Salieron en plena noche los 17 estudiantes, cantando con valentía increíble mientras subían al camión. Semejaban a los primeros mártires cristianos, cuando arrojados a los leones en presencia de Nerón, iban entonando himnos al Señor y felices por saber que en breve estarían con Él. Ya en el cementerio, los bajaron y colocados junto a sus fosas de pie o de rodillas, unos con los brazos en cruz, otros con el rosario o un crucifijo entre las manos, escucharon la última proposición: “Aún estáis a tiempo. ¿Qué preferís: ir en libertad al frente o morir?”. La respuesta fue terminante y no se hizo esperar: “¡Morir!, ¡Viva Cristo Rey!”. Las detonaciones sacudieron los alrededores mientras en el cercano santuario de Pueyo, la Virgen abría los brazos con infinita ternura para recibir en su regazo a ese nuevo batallón de mártires de nuestra sagrada Fe. Hoy el lugar se halla marcado por un sencillo monumento que recuerda aquel horror en donde los restos de los 51 mártires yacen en la iglesia de Barbastro, en un bello mausoleo que es visitado por los viajeros que atraviesan la región.

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Cuando el hombre odia, en lugar de amar.

EL COMUNISMO O LA RELIGIÓN DEL ODIO La verdadera religión instaurada por Jesucristo, es la religión del amor, entonces el comunismo será la religión del odio. Se destruyó a Dios poniendo al hombre como centro de su religión, y más aún se le enseñó a odiar en lugar de amar. Al realizar la gran obra de la Creación, el Dios eterno tenía en vista un plan maravilloso: el universo tendría un centro, alrededor del cual deberían girar todas las cosas. Ese centro sería Jesucristo, “Alfa y Omega, Principio y Fin” de toda la Creación. El “motor” de esa obra divina, es decir, lo que debería llevarla a cabo sería el amor divino difundido en sus criaturas racionales: el ángel y el hombre. Por eso el primero y el mayor de todos los Mandamientos es el siguiente: Amarás a Dios sobre todas las cosas. Por eso también, al instaurar la Nueva Alianza, Jesucristo nos da un Mandamiento nuevo: “Ámense los unos a los otros como Yo los amé”. Luego después de su creación, un ángel se opuso a esa obra maravillosa y se volvió el demonio. Desde ese momento no tiene descanso e intenta destruir el plan de Dios o al menos contrarrestarlo para llevar las almas al infierno. En su ilusión maldita sigue siempre un método que podemos destacar en los errores que difundió en el orbe; hace de ellos una caricatura de la obra de Dios, toma unos elementos que se le parecen y otros que la arruinan. Así, por ejemplo, encontramos en la Masonería ritos que recuerdan los sacramentales de la Iglesia así como en varias religiones paganas sacrificios humanos, los cuales debían supuestamente aplacar la justicia ofendida de los dioses. El demonio imitaba así, de modo horrible, el Sacrificio del Mesías y su efecto de salvación. Él sabe que el hombre tiene en su alma una sed profunda del bien y de la verdad, sabe que es un ser religioso. Por lo cual inventa falsas religiones o falsas doctrinas que roban algún aspecto de la verdad y proponen al hombre cierta búsqueda de un bien, para engañarlo y finalmente perderlo. Atrás de la bonita fachada está el error, el pecado. Es lo que pasa con el Comunismo. Bajo pretexto de combatir la injusticia social – la cual puede ser real a veces – o de hacer desaparecer la pobreza, el Comunismo instaura un sistema político falso, que es del todo contrario a la justicia. Bajo pretexto de desarrollar al hombre y sus virtudes, el Comunismo niega a Dios, destruye la sociedad, la educación, la familia y finalmente al mismo hombre. Es una poderosa caricatura del plan divino, tanto más peligrosa cuanto más la deforma. Es

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El universo tendría un centro, este centro sería Jesucristo “Alfa y Omega, Principio y Fin”. un falso mesianismo, ¿acaso no faltaron quienes, con la llamada “teología de la liberación”, vieron a Jesucristo como un comunista que vino a sembrar la revolución? Para lograr su fin, el demonio reemplazó el “motor” querido por Dios por su contrario. Así por lo tanto, si la verdadera religión, instaurada por Jesucristo, es la religión del amor, entonces el comunismo será la religión del odio. I. La religión del amor querida por Dios: Lo que define Dios, lo que hace su vida desde toda la eternidad, es el amor; “Dios es Amor” nos dice San Juan. Lo que consiste en Él en una unión y una entrega sin límites entre las Personas de la Santísima Trinidad. Por lo cual cuando Dios quiere realizar la Creación, es para hacer participar de su amor a los ángeles y a los hombres. Quiere hacer del hombre un reflejo de Sí mismo, un espejo de su perfección, una brasa ardiente de su amor infinito.

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Cuando el hombre odia, en lugar de amar.

La familia debe ser reflejo de la Santísima Trinidad y de Jesucristo. Unirnos en Jesucristo. Ya que Jesucristo debe ser el centro del universo, los hombres van a ser concretamente una imitación de su Salvador. Toda su vida consistirá en asemejarse a su perfección. Más aún, Dios prevé que los hombres sean todos miembros de Jesucristo, de su Cuerpo Místico. Todos deberán contribuir, por sus esfuerzos y sacrificios, a la edificación de ese Cuerpo, el cual no es otra cosa que la Santa Iglesia Católica (vean las Epístolas de San Pablo).

ciudadanos a lograr la salvación de su alma. Por lo tanto, todos van a trabajar con el mismo fin: el bien común. Para lograrlo será necesario que cada uno ejerza un trabajo o una profesión distinta y se esmere en hacerlo respetando las leyes justas. Lo cual exigirá muchas veces que el ciudadano sepa renunciar a sí mismo por el bien del conjunto. Lo vemos por ejemplo en el caso de una guerra en la que los hombres se sacrifican para salvar su Patria. En cierto modo la sociedad temporal imita a la Iglesia como especie de cuerpo civil. Y es de notar que si se habla de sacrificio, no es porque Dios quiere la destrucción del hombre con ello. Al contrario: el sacrificio tiene un valor de redención, tanto para uno mismo como para salvar a los otros. Y se vuelve la más sublime expresión del amor. – “Quién ama su vida la perderá, y quien pierda su vida, la encontrará”– nos dice Nuestro Señor, porque (aunque parezca destrucción a los ojos del mundo) el sacrificio es el principio de nuestra glorificación. Fíjense que en todo ese plan querido por Dios, siempre está presente el mismo “motor”: el amor. Es el amor que empujará a los hombres hacia la verdad, que los hará buscar el bien común, y sobre todo que les dará la fuerza para sacrificarse cuando sea necesario. Ahora bien, el Comunismo es la caricatura de todo esto… II. La religión del odio:

La Familia, espejo del amor divino. En esa obra divina, la familia reviste una importancia capital. Dios la quiso, lo mismo que el hombre en sí, como continuación de su amor infinito. La familia debe ser un reflejo de la Santísima Trinidad y de Jesucristo. Y así como el fruto del amor de Nuestro Señor somos nosotros, esa multitud de hijos unidos y trabajando juntos, así también en la familia el fruto del amor de los esposos serán todos los hijos que Dios quiera darles, su unión de sangre y de corazón y sus esfuerzos en común. Es en la familia donde se forma el alma de los hijos de Dios, su inteligencia y su voluntad. Ella es la cuna necesaria para la educación. Al niño se le debe enseñar la verdad y el bien y ya que nuestra vida está marcada por la Cruz, ya que vivimos en un mundo malo, hará falta enseñarle el espíritu de sacrificio. Lo cual será mucho más difícil de lograr si falta el elemento esencial querido por Dios en nuestros corazones: el amor. Pues es mucho más fácil sacrificarse por alguien que uno ama. La Patria, unión de los ciudadanos para llegar a Dios. La sociedad temporal, nuestra Patria, es querida por Dios en el mismo plan: que el gobierno ayude a sus

¡No serviré! Para poder responder a ese plan divino, bastaba que la criatura se abriese al amor infinito de Dios. Pero hacerlo suponía reconocer su entera dependencia como criatura, aceptar que no podía ser nada sin Dios. El demonio no lo quiso. “¡No serviré!” Con ese grito infernal se opuso a la voluntad y al amor de Dios. Ese rechazo de Dios es el primer aspecto del Comunismo. Según esa doctrina, el mundo y el hombre no son nada más que materia. No existe algo espiritual, tanto fuera como dentro del hombre. Por lo tanto Dios no existe. O mejor dicho, no puede existir un Dios fuera del hombre. Él es su propio dios. Pero como no tiene alma –ya que no tiene nada espiritual – es un dios material. Y ¿cuál es la actitud que hace que el hombre alcance su “perfección”? Es la Revolución. No debe haber en el hombre sentimiento alguno de dependencia ni de sumisión a un Dios Creador. Al contrario, el hombre debe estar siempre en estado de lucha, debe ser un revolucionario. La Revolución es el cambio completo del orden establecido (en el orden político y religioso). Parte de un rechazo de lo que nos gobierna, tanto en el

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Cuando el hombre odia, en lugar de amar. ella un principio de revolución. Dice que esa oposición constante engendra el progreso de la sociedad. Como lo vemos, es todo lo contrario del Cristianismo: éste busca la perfección del conjunto por la práctica del amor mutuo, aquel pretende llegar a lo mismo por la lucha y el desacuerdo; éste tiende a unir, aquél a desunir. Una justicia injusta.

No serviré, primera manifestación del comunismo. Cielo como en la tierra. Implica en el hombre una mente de reivindicación permanente, que esté siempre descontento. Esa fue la actitud del demonio desde un principio. Sin duda él es el primer revolucionario. E incluso Carlos Marx, el que sistematizó y difundió el pensamiento comunista fue, antes de todo, un revolucionario. Si se puso a escribir fue más para dar una justificación intelectual a su actitud de fondo: el no aceptar el orden establecido. No buscar la unión sino la oposición. El espíritu revolucionario debe ser el punto de partida de las relaciones entre los hombres. Hace falta buscar siempre algún motivo de oposición con los demás, por ejemplo inventando niveles arbitrarios en la sociedad (lo que llamaron ellos la clase alta, la clase pobre, etc.), en el trabajo (los sindicatos obreros que enfrentan a los directores de empresas), o también en la religión (un ejemplo: los obispos deben reclamar igualdad con el Papa; los sacerdotes deben buscar ser igualados a sus obispos… Es el error de la colegialidad del Vaticano II). En todos los ámbitos es necesario para el Comunismo crear un motivo de oposición. Lo importante es que haya siempre discusión, en base a desacuerdos. Más aún, se debe buscar por ella la destrucción del adversario. Es una lucha permanente. Esa teoría se llama la dialéctica. Marx la tomó del filosofo Hegel, pero éste veía en ella el principio de la evolución, mientras que Marx busca en

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Se ha intentado destruir a Dios poniendo al hombre como centro de su religión, y más aún, se le ha enseñado a odiar en lugar de amar. Pero hacía falta dar a esa caricatura un semblante de justicia. Lo hace el Comunismo creando un malestar ante la pobreza. Sabemos que Dios quiso la sociedad como un Cuerpo, en el cual todos los hombres cooperen. Ahora bien, en un cuerpo es necesario que haya diversidad de miembros, nos dice San Pablo, cada cual teniendo su función propia (los pies, la cabeza…). Por eso no puede haber igualdad en la sociedad: unos van a tener el cargo de mandar, otros de realizar obras particulares. Y es la unión entre esas diversas funciones que permitirá el progreso real. También, como consecuencia, habrá siempre ricos y pobres. “Tendréis siempre pobres entre vosotros” dice Nuestro Señor. Él lo quiere así. Y ¿por qué? Para que los pobres sean una imagen del Redentor crucificado y que los ricos sean una imitación del Salvador que andaba curando a los enfermos. Cada uno debe ser algún reflejo de la perfección de Jesucristo. Esto es lo que rechaza el Comunismo porque considera que la pobreza es una injusticia. Los pobres deben buscar recuperar lo que los ricos les robaron. La propiedad privada es un robo. Todos deben gozar de todo. Tal teoría mantiene un malestar permanente e incentiva al odio. Finalmente los estados comunistas, a partir de ese falso principio, cometen tremendas injusticias. El trabajo ahoga a la familia. Al decir que el hombre es pura materia, no le quedó nada que fuera espiritual. Se inventó una religión materialista. Se le quitó al hombre su fin verdadero, que es el Cielo, haciéndole creer que todo termina en este mundo. Pero entonces, ¿cuál es el ideal del hombre, el fin al cual deba tender? El trabajo. Nosotros sabemos, por lo que nos enseña la Santa Iglesia, que el hombre debe trabajar para sustentar su vida, lo cual reviste un aspecto de pena en razón del pecado original. Al mismo tiempo le da ocasión al hombre de desarrollar las virtudes y los talentos que le regaló Dios. En todo esto el trabajo nunca deja de ser un medio para alcanzar un fin superior: la salvación del hombre. Mientras que en el Comunismo se vuelve un fin en sí mismo. !Hay que trabajar por el trabajo mismo! Es ahí, particularmente, donde se

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Cuando el hombre odia, en lugar de amar. destruye la familia. El hombre no debe dedicarse a ella sino al trabajo. El Estado comunista va a tener todo el poder para controlar esto. Se caricaturiza el espíritu de sacrificio por una obligación al trabajo. El hombre debe ser forzado a trabajar; y no para lograr el Cielo, sino para el Estado… para nada! Crea una opresión tan grande que los hombres acaban agotados, sin tiempo para vivir, ni menos para amar a Dios. La ideología comunista va hasta exigir la renuncia a la voluntad propia: debe ser sacrificada a las decisiones del Partido, el cual es infalible. ¿No les recuerda algo? Curiosamente el hombre, que supuestamente era totalmente libre sin deber sumisión a Dios o a quien sea, termina completamente sometido al Estado. Se pretendía hacer del hombre un dios… Se termina haciéndolo un esclavo. Llega a ser tan absurdo que esos gobiernos engendran más injusticia y pobreza que la que existía antes de su revolución. Es la destrucción del hombre. Y la destrucción de la familia, porque el hombre no puede dedicarle el tiempo necesario. Hoy: el Comunismo disfrazado de Liberalismo. ¿Cuál es el medio que necesitan la Iglesia y la sociedad para enseñar al hombre la verdad, el bien, el amor? La educación. El Estado comunista quiere controlar la educación, pero para enseñar a los hombres el espíritu revolucionario y someterlos. Antonio Gramsci, un italiano, desarrolló la teoría que prevalece hoy en día, la Revolución Cultural. Ésta quiere hacer pasar las ideas comunistas a los hombres a través de la enseñanza, de la comunicación, etc. Es lo que acontece en la mayoría de los países actualmente. Muchos de ellos no son, oficialmente, comunistas. A lo sumo, sus gobiernos se dicen socialistas. Pero en realidad hacen pasar las mismas ideas a sus ciudadanos, de modo más “light”. Así triunfa la falsa teoría de la evolución en la ciencia, el culto de la fealdad en las artes, la idea de libertad y de igualdad en política, el espíritu de reivindicación en la sociedad, la educación sexual desenfrenada en las escuelas… Todo lo cual nos viene del espíritu revolucionario. Para lograrlo es necesario quitarles los hijos a sus familias, hacerles pasar mucho tiempo en la escuela, donde se les dirá que pueden pensar lo que quieran y hacer lo que les convenga, y hasta se les enseñará la impureza. Lo más “gracioso”, tal vez, de esa revolución cultural, es que hayan logrado hacernos creer que somos libres. Nunca en la historia el hombre fue tan vigilado por el estado: se controla lo que dice, lo que piensa. El ciudadano imagina que tiene poder porque tiene el derecho de voto. Mientras el Estado sigue haciendo lo que se le antoja. Fue un golpe maestro del demonio: al hacer creer al hombre que debía ser revolucionario para ser libre, terminó haciéndole un esclavo… Ahora sin siquiera saberlo.

Condenación divina. Queridos amigos, nuestro enemigo el diablo sabe inventar trampas poderosas para hacernos caer. Sin embargo no es capaz de imitar la perfección divina. Sólo la puede caricaturizar. Toma unos elementos que se parecen a la verdad y al bien para engañarnos. Pero a fin de cuentas aparece siempre su cola por algún lado. Es lo que hizo con el Comunismo. Logró hacer de él la religión del odio, una religión sanguinaria como él, donde el hombre pretende ser Dios y termina siendo esclavo. Es por su oposición tan fundamental a la verdad que Pío XI, al condenarlo, lo llamó una doctrina “intrínsecamente perversa” (Encíclica Divini Redemptoris). Entendemos mejor por qué la Santísima Virgen María quiso bajar de los Cielos, a Fátima, para denunciar Ella misma el peligro: en ese mes de mayo de 1917, acababa de ser promulgada en México una Constitución revolucionaria y anticlerical (5 de febrero); y se estaba preparando la Revolución Rusa de octubre. Conclusiones prácticas. ¿Cómo reaccionar en contra del Comunismo? Lo primero es formarse. Hay que conocer bien lo que enseña la doctrina de la Iglesia, para poder reconocer los errores y evitarlos. Hace falta leer mucho, participar en las charlas que dan los Padres, y formar a los hijos.

Si la educación no la hacemos nosotros, será el enemigo quien lo haga… y perderá a nuestros niños.

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Cuando el hombre odia, en lugar de amar. trabajo no debe impedir la educación de nuestros hijos. Busquemos la manera de hablar con ellos, preguntarles cómo andan, saber cuáles son sus ideas, corregir las que son erróneas y enseñarles las verdaderas. Para las mamás, siempre hay que recordar que su primer lugar y el más natural, es su hogar. Para que la familia ande bien, hace falta que estén allí. En la medida de lo posible es preciso evitar que trabajen, para no dejar perderse ese momento precioso de la educación de sus hijos. No nos engañemos: si esta obra no la hacemos nosotros, será el enemigo quien la cumplirá… Y perderá a nuestros niños. Todos debemos evitar siempre el “espíritu sindicalista” que reina en nuestra sociedad: fácilmente, sin darnos cuenta, tenemos esa tendencia a criticar la autoridad o en reivindicar nuestros derechos, olvidando las nociones de bien común y de jerarquía, queridas por Dios.

Porque de lo contrario serán infectados por el veneno, terminarán teniendo esa mente liberal, independiente, revolucionaria. Además esa formación es necesaria para poder lanzarse en la vida política. ¿Qué sentido tiene que alguien vote, por ejemplo, sin estar formado? Como parte de lo mismo, es necesario hacer todo para desarrollar las escuelas verdaderamente católicas, apoyarlas y mandar allí a sus hijos. Porque en la mayoría de las otras escuelas aprenderán ideas falsas, cuando no el vicio. Es cierto que las buenas escuelas piden muchos sacrificios, pero da ánimo el pensar que de ellas depende la salvación de nuestros niños, y el resurgir de la Patria Católica. En cuanto a los papás, hay que buscar dar a su familia el tiempo que necesita. La sociedad moderna está infectada con una visión esclavizante del trabajo. Nuestra vida no es el trabajo. Éste es sólo un medio para sustentarse; pero tenemos algo más importante que cuidar: es nuestra familia. Tratemos de no dejarnos ahogar por las preocupaciones del trabajo, por sus quehaceres; a veces llegan a tomar tanta amplitud que los papás ya no pueden hablar con sus hijos. Es cierto que puede ser difícil encontrar el tiempo para hacerlo, en más de un caso. Al menos tengamos como meta el saber que nuestro

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Padre Jean de Chambord † Obras consultadas: -RP. Julio Meinvielle, El comunismo en la Revolución Anticristiana. - Jacques Ploncard d’Assac, Rousseau, Marx y Lenin. - RP. Hugo Ruiz, Aide-Mémoire de la vie chrétienne - RP. Gérard Mura, Fátima, Roma, Moscú. - Prof. Juan Antonio Widow, El hombre animal político. Orden Social, principios e ideologías.

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Dios dio dos últimos remedios al mundo: el Santo Rosario y la devoción a mi Corazón Inmaculado.

Ya que el diablo quiere difundir el odio en nuestros corazones, sepamos resistirle con las armas que nos dio la Virgen María. Ella dijo en Fátima: Dios dio dos últimos remedios al mundo: el Santo Rosario y la devoción a mi Corazón Inmaculado. ¡Seamos fervorosos en vivir de la devoción mariana! Recemos en familia y tratemos de cumplir las 5 comuniones reparadoras de los primeros sábados. Vayamos a la fuente del amor, para que tanto en nuestra familia como en nuestra Patria reine esa Caridad que nos traerá la verdadera paz.

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Educación de los hijos

EL CREDO PARA MI HIJO Una de las ilusiones de un niño es hacer su primera comunión, por eso voy a comenzar por decirte quien es Dios nuestro Señor. Más antes dime el Credo. Ya sé que lo sabes muy bien, pero ¿te has dado cuenta de todo lo que decimos en él?

Mira, Andresito, el sacerdote nos ha llamado para darnos una gran noticia, para comunicarnos una cosa muy grata, que le preocupa mucho y pide nuestra ayuda, lo que ha inundado de gozo mi corazón de madre y mis ojos se han humedecido con lágrimas de emoción y de alegría infinitas. No dudo que también a ti ha de impresionarte, y que, a pesar de tus pocos años, darás el aprecio y estima que se merece, y tu tierno corazón se verá colmado de aquel gozo y alegría, que, los que hoy somos mayores, sentimos algún día y su recuerdo nos llena de emoción. ¿Sabes qué noticia nos dio? ¡Ah!, ya lo supones, ¿verdad, Andresito? Que el día ... , harás ¡TU PRIMERA COMUNIÓN! ¿Sabes lo que es hacer tu Primera Comunión? ¡Oh, qué alegría! Presta atención: es hospedar a Jesús en tu corazón; es recibir a Jesús real y verdaderamente con su Cuerpo, su Sangre, su Alma y su Divinidad; ¡al Niño Jesús! , el mismo que un día rodeado de niños como tú, cuando vivía en Palestina, los acariciaba, los bendecía, poniendo sus manos sobre sus cabecitas al mismo tiempo que decía a sus Apóstoles: “No se los impidáis, dejad que los niños vengan a Mi, pues de ellos es el reino de los cielos”. Para que Jesús venga contento a tu corazón, quiero que te dispongas con tiempo y prepares tu alma como Él desea y se merece. ¡Cómo recuerdo yo aquel día de mi Primera Comunión, mi primer abrazo, mi primer encuentro con Jesús, la primera visita que con tanto cariño hizo a mi alma! Veo con gozo indecible que sabes muy bien la Historia Sagrada, el Catecismo; pero no basta. Esfuérzate por vivir desde hoy todas esas cositas que sabes, y comprender cuanto puedas lo que vas a hacer en ese día memorable, a quién vas a recibir y lo que Él quiere y espera de ti. Yo misma voy a ayudarte a que pienses y sueñes con ese venturoso día, el más feliz de tu vida, principio de tus grandes alegrías, y mías también, como lo fue para aquella niña tan buena y tan cariñosa con sus padres, que

“Como recuerdo mi primera comunión, mi primer abrazo, mi primer encuentro con Jesús, la primera visita que con tanto amor hizo a mi alma.” se llamó Teresita del Niño Jesús; de aquel otro niño también que se llamó Domingo Savio, a los que veneramos como santos, modelos a los que has de imitar, si quieres ir al Cielo como ellos y estar para siempre con Jesús y su Madre Santísima, la Virgen María. Desde hoy quiero que pienses en ese día de cielo; que pienses en Jesús, el mejor amigo de los niños buenos, como tú vas a ser, ¿verdad?; que ames a Jesús, y para ello que le conozcas; que le ofrezcas tu corazón, haciéndote

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Educación de los hijos digna morada suya, y que seas un sagrario vivo, donde Jesús esté contento. Que tu corazón sea un trono de amor desde el cual gobierne tus potencias y sentidos, y que, haciéndote dócil, practiques desde ahora, las enseñanzas que el mismo Jesús te da por medio de la Santa Iglesia, de sus ministros, los sacerdotes, y también por tu madre, que te ama tanto, y toda ilusionada suspira por ese tu día feliz, y porque se grabe hondamente en tu alma y jamás se borre de tu corazón. Yo misma voy a ser, a la vez que tu madre, tu maestra, tu catequista, para enseñarte quién es Jesús, qué quiere de ti y lo que tú debes hacer para que tu Primera Comunión le sea agradable, sea el principio de la infinidad de gracias que Jesús va a derramar sobre tu alma, si de veras le amas y quieres ser su fiel amigo. Todos los días al entregarte por la noche al descanso y por la mañana al despertar, mira a la Santísima Virgen y di con todo fervor a su Divino Hijo, y a ella también, esta breve oración: ¡Oh Jesús mío! Tú dijiste: “Dejad que los niños se acerquen a Mi”, con lo cual manifestaste tu singular predilección para las almas inocentes. Yo quiero acercarme a Ti con la inocencia de mi vida y pureza de mi corazón. Te pido, dulcísimo Jesús, que adornes mi pobre corazón con tus excelsas virtudes, para que tomes posesión de él, haciéndole digna morada tuya en el día de mi Primera Comunión. ¡Oh María, Madre mía!, quiero recibir a Jesús en mi corazón; dame la gracia de vivir como tu divino Hijo quiere: que sea obediente, aplicado y ame mucho a mis padres, a mis hermanitos y sea cariñoso con todos, como Jesús nos quiere y nos ama, y así venga contento a mi corazón. Amén. Creo en Dios Padre Todopoderoso Voy a comenzar por decirte quién es Dios Nuestro Señor. Mas antes dime el Credo. Ya sé que lo sabes muy bien, pero, ¿te has dado cuenta de todo lo que decimos en él? Creo en Dios Padre todopoderoso, creador del cielo y de la tierra, Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor; que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo; nació de Santa María Virgen; padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado; descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos; subió a los cielos y está sentado a la diestra de Dios Padre; desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos. Creo en el Espíritu Santo; en la Santa Iglesia Católica; en la Comunión de los

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Creo en un solo Dios “que es nuestro Padre que está en los cielos, Creador y Señor de todas las cosas, que premia a los buenos y castiga a los malos” Santos; en el perdón de los pecados; la resurrección de los muertos; y la vida eterna. Amén. Fíjate bien, al decir creo; es como si afirmaras: estoy certísimo, seguro, más que si lo viera con mis propios ojos, de que es verdad todo lo que en él expresamos, porque lo ha dicho Dios, y así nos lo enseña la Iglesia por los sacerdotes, sus ministros. HAY UN SOLO DIOS.- Cuando rezamos el Credo, Andresito, confesamos primero que hay un solo Dios, “que es nuestro Padre que está en los cielos; Creador y Señor de todas las cosas, que premia a los buenos y castiga a los malos”. Y, ¿quién es ese Dios único? Es tan grande y perfecto que San Agustín - un hombre muy santo y muy sabio, grandemente admirado por todos los santos y sabios de todos los tiempos, tanto que han llegado a decir de él que es el más santo de los sabios y el más sabio de los santos - exclamaba: “Dios es inefable. Más fácilmente diré lo que no es que lo que es. Ni la tierra ni el mar es Dios. Y cuanto hay en el mar y en la tierra, todo aquello no es Dios. Y lo que brilla en el cielo, las estrellas, el sol, la luna, todo esto no es Dios... ¿Quieres saber lo que es Dios? Lo que ni el ojo vio, ni el oído oyó, ni alcanzará el corazón humano a comprender. Pero lo que el corazón del hombre no alcanza a comprender, ¿cómo podrá expresarlo adecuadamente con la palabra?”

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Educación de los hijos DIOS ES NUESTRO PADRE. - Pero algo sí sabemos de Dios. Nos lo ha revelado Jesús. Él nos ha dicho: “Dios es nuestro Padre que está en los cielos”. Fíjate bien en lo que te voy a explicar. ¿No has oído a tus amiguitos, a tus tíos decir: “mira como se parece este niño a sus padres?” Te pareces a nosotros, eres nuestra imagen; por eso te amamos tanto y te cuidamos con tanto cariño. Pues, mira, cuando Dios creó el mundo, después de haber hecho todas las cosas, se detuvo y exclamó: “Hagamos al hombre a imagen y semejanza nuestra”. Cogió un poco de barro e hizo un cuerpo muy bonito, infundió en él el alma inmortal, que es la imagen de Dios, y el cuerpo empezó a vivir; y el hombre fue hecho a imagen de Dios, como tú, Andresito, lo eres nuestra.

con la hermosura del sol, la luna y las estrellas, Dios es más hermoso; si con la sabiduría de todos los hombres y de todos los ángeles, Dios es más sabio; si con la bondad de todos los buenos, Dios es más bueno; si con la justicia de todos los justos, Dios es más justo; porque Dios es infinitamente grande, infinitamente hermoso, infinitamente sabio, infinitamente bueno, infinitamente justo, infinitamente infinito”. Tiene todas las perfecciones sin defecto ni límite. El mar es grande, inmenso, pero tiene orillas y así todas las cosas. Sólo Dios es inmenso, infinito, infinitamente perfecto. Tercero: es bueno. ¡Cuántas cosas podríamos decir sobre la bondad de Dios! En cierta ocasión se presentó a Jesús un joven y le dijo: “Maestro bueno, ¿qué debo hacer

Cuando tú fuiste formado, y cuando lo fui yo y tu papá y todos los hombres, también Dios infundió nuestra alma inmortal, que nos da la vida y que nos hace imagen de Dios. Ya ves que somos hijos y que Dios es nuestro Padre que está en los cielos. Hoy te voy a enseñar más cosas acerca de Dios para que le ames más que a nosotros, porque es mucho mejor que nosotros. ATRIBUTOS DE DIOS. - Y, ¿cómo es Dios? “Dios es espíritu purísimo, infinitamente perfecto, bueno, sabio, poderoso y eterno, principio y fin de todas las cosas”. Primero: Dios es espíritu. Así lo dijo el mismo Jesucristo a la Samaritana (Jn, IV, 24); es decir, no tiene cuerpo como nosotros, ni forma alguna de cuantas cosas conocemos y vemos con nuestros ojos, o percibimos con los otros sentidos: el oído, el olfato, el gusto, el tacto. No lo podemos ver o tocar; no tiene manos, no tiene pies, etc., es espíritu. Es purísimo, porque es infinitamente más perfecto que nuestras almas y los mismos ángeles; ya que los ángeles y nuestras almas han sido creadas por Dios y dependen de Dios. Adoremos a Dios en espíritu y en verdad, como nos dice Jesucristo. Segundo: es infinitamente perfecto. Qué bellamente lo dice San Agustín: “Si queremos compararle con la grandeza de los cielos y de la tierra, Dios es más grande; si

San Agustín dijo: ¿Quieres saber lo que es Dios? Lo que ni el ojo vio, ni el oído oyó, ni alcanzará el corazón humano a comprender.

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Para reflexionar crean en Él no perezcan, sino que vivan vida eterna (Jn., III, 16). ¿Recuerdas aquellas parábolas tan hermosas que dijo Jesucristo a los judíos: la del Buen Pastor (Jn., X, 11-16), del Hijo pródigo (Lc., XV, 12-32), de la Oveja perdida? (Lc., XV, 4-7). En ellas vemos lo bueno que es Dios Nuestro Señor, y que no quiere, ni busca otra cosa que nuestra felicidad.

para conseguir el cielo?” Y le contestó Jesús: “¿Por qué me llamas bueno? Dios sólo es bueno” (Mt., XIX, 16). ¿Qué hacen los hijos agradecidos? Los hijos agradecidos y buenos aman mucho a sus padres porque les alimentan, visten y dan cuanto necesitan. Cuando uno recibe un regalo, se agradece a quien lo hace y de él se dice ¡qué bueno es! Pues todo cuanto tenemos y todo cuanto nos dan nuestros padres, Dios es quien nos lo da, de Él lo recibimos todo, absolutamente todo. Una madre ama entrañablemente a su hijo, y no desea más que verle en todo feliz y contento; pues el mismo Dios llega a decir: “ aunque una madre pueda olvidarse, lo que parece imposible, Andresito, aunque una madre -dice Dios- llegue a olvidarse de su hijo, Yo nunca podré olvidarme de ti” (Is., XLIX, 15). La madre es muy buena para su hijo, pero el Señor, dice, que aún es mejor. Por eso Dios nos perdona siempre, con tal que estemos pesarosos y arrepentidos.

Fragmento del libro “Tu Primer Encuentro con Él” Antonino Pérez Martínez O.S.A.

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San Tarsicio, mártir de la Eucaristía.

Por hoy no quiero cansarte más, Andresito; mañana continuaré explicándote más grandezas de Dios, nuestro Padre celestial. Cuando reces el Padrenuestro piensa qué bueno es Dios, cuánto nos ama y cómo quiere que seamos también hijos suyos, humildes, sencillos y dóciles a sus enseñanzas y agradecidos a sus infinitos beneficios, que constantemente recibimos de su paternal bondad. Vamos a ver ahora cómo contestas a estas preguntas del Catecismo: - ¿Quién es Dios? ¿Dónde está Dios? Muy bien, Andresito. Veo que has estudiado el Catecismo, y que pones mucha atención a las explicaciones que te voy dando. Como premio te contaré una historia muy bonita. A lo mejor la has oído ya; no importa; es seguro que te volverá a gustar. Si continúas así, todos los días te contaré alguna, para que imites los ejemplos y ames más a Jesús… Continuará.

Finalmente, Dios nos amó tanto que llegó hasta el exceso de darnos a su Hijo unigénito, a fin de que todos los que Oración Por los Niños de Primera Comunión ¡Oh Jesús, que nos has amado hasta el inefable exceso de la Eucaristía!, inflámanos en un celo ardiente de tu gloria, para preparar dignamente a los niños que, por primera vez, se han de acercar a tu Sagrada Mesa. ¡Oh, Corazón Sagrado de Jesús!, preserva estas tiernas almas de los ataques del mal, robustece su fe, aumenta su amor y adórnalas con todas las virtudes que han de hacerlas dignas de recibirte. Así sea. San Juan Bautista, Precursor del Mesías, prepara el camino de Jesús en el corazón de los niños. San Tarsicio, protege a los niños de Primera Comunión. (500 días de indulgencia. Ench. Ind., 152)

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- Familia Catรณlica -

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Cuarto misterio doloroso del Rosario: Nuestro SeĂąor Jesucristo con la Cruz a cuestas


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