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PANCAKES

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una copa de vino

una copa de vino

No solo un desayuno dulce

Tal vez el gran número de películas y series televisivas norteamericanas que vemos ha sido determinante en el hecho de que, en los últimos años, el consumo de pancakes en nuestro país, especialmente a la hora del desayuno, esté siendo cada vez mayor.

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Aunque actualmente los asociemos a la cultura norteamericana o anglosajona en general, el origen de los pancakes es muy anterior a esas sociedades y tiene raíces religiosas. Según muchos libros de historia, los antecesores de los pancakes se remontan al siglo IV o V d.C., cuando durante la Cuaresma no sólo estaba prohibido por la Iglesia el consumo de carne sino también de manteca, huevos, queso o leche.

El hambre aguza el ingenio, de modo que quienes observaban el ayuno empezaron a hacer una pasta a base de harina de trigo y agua que se cocinaba extendiéndola en capas muy finas sobre piedras muy calientes. Algunos siglos más tarde las autoridades eclesiásticas permitieron en la dieta de Cuaresma la leche, huevos y manteca, que se añadieron a la pasta de harina dando origen a lo que hoy en día son los pancakes.

En la época medieval, era costumbre en aldeas y monasterios preparar auténticos montones de pancakes el primer martes de ayuno de Cuaresma, para compartirlos con todos los vecinos del lugar que, tras consumir una parte ese mismo día, reservaban los sobrantes para comerlos durante los cuarenta días de abstinencia debido a su buena conservación. En Alemania se confeccionan a base de patata, del mismo modo que los placki ziemniaczane, toda una institución culinaria en Polonia. En Rusia y otros países eslavos los blinis se comen a cualquier hora del día, dulces o salados a base.

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