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La nueva realidad y los retos de la dirección financiera
La evolución del comercio electrónico ha permitido que en pocos años se convierta en un sector que mueve muchos millones, como todos sabemos la pandemia aceleró dicha evolución y de cierta forma ha obligado a las organizaciones a innovar y desarrollar nuevas soluciones.
A medida que se desarrollan las tecnologías de información y comunicación TICs, y gracias al uso de plataformas de logística que permiten solucionar los problemas de distribución de las mercaderías compradas online, así como soluciones de pago, el comercio electrónico se ha convertido en la opción preferida para muchos clientes, lo que ha supuesto una transformación innegable de los hábitos de compra.
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Todo apunta que para los próximos años y décadas el comercio electrónico continuará con su expansión, constituyéndose en un pilar importante del comercio mundial, indudablemente está lleno de beneficios y razones para que los usuarios compren por internet, no solo es el hecho de la comodidad o la extensa variedad de productos de un solo click, también lo es la información disponible del producto, facilidad de comparar precios y algo fundamental como es la experiencia final durante el proceso de compra.
Sin embargo el mundo físico y virtual, el OFF y ON, pueden y deben convivir, no están reñido el uno con el otro. La tienda online es un complemento a la tienda física, el comercio electrónico debe adaptarse a la estrategia comercial de la empresa y generar una experiencia única, a lo que hoy en día llamamos OMNICANALIDAD.
Retos y oportunidades
Desde la dirección financiera, esta situación nos obliga a cambiar y abordar una verdadera transformación en todo sentido, debemos pasar de un mero instrumento de reporte a convertirnos en un socio importante de la estrategia de la organización y toma de decisiones.
Como los principales retos y capacidades en donde se debe centrar la dirección financiera podríamos mencionar los siguientes:
1) Una cultura centrada en el valor, es decir, más allá de buscar eficiencias y la contención de costos y gastos, debemos aliarnos con las áreas de negocio y transformarnos en sus socios, para asegurar que las diferentes decisiones aporten el valor que la
2) Medir para conseguir, la orientación hacia el control de gestión es imprescindible, así como apoyar a la dirección a poner en práctica la estrategia, mediante una planificación financiera eficiente y alineada con los objetivos, una asignación óptima de recursos y una gestión de indicadores que agreguen valor.
3) Procesos integrales y analítica de datos, ya no es suficiente procesar las transacciones de manera rápida y económica, en la actualidad es imprescindible contar con competencias de análisis tanto descriptivo, como predictivo que permitan
gestionar diferentes escenarios y prácticamente en tiempo real tomar decisiones en un mar de información.

4) Gestión de Riesgo eficiente, la función de la dirección financiera cada vez es más transversal, lo cual nos permite brindar una visión muy amplia de los riesgos a un nivel general del negocio, así como la gestión proactiva de los riesgos de cumplimiento.
En definitiva el nuevo entorno ha generado cambios y retos para todos, aprender a gestionar dichos cambios, así como convivir en un mundo digital y tradicional, nos permitirá aprovechar las oportunidades y generar valor para la organización.
