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Columna de Opinión

Foto: Gentileza Arturo Brandt.

Por Arturo Brandt,

Master of Law in Environmental Laws – Vermont Law School

Cuando debemos entender que un proyecto es "verde"

LOGRAR UN CONSENSO en cuando un proyecto cumple con las variables AGS (Ambiental, Social y Gobernanza) ha sido un desafío para los inversionistas y empresas, debido a que la demanda por fondos con estos criterios continúa creciendo. Sin embargo, un correcto entendimiento de dónde el capital verde debe enfocarse, no es siempre algo obvio. y definitiva de las ASG, o para saber cuándo una iniciativa puede ser etiquetada como proyecto ASG.

Una de las complejidades que se derivan de esta situación es que existe un sinnúmero de fondos que afirman ser “verdes” y que, tras un breve análisis, se determina que no lo son. De acuerdo con datos de un estudio realizado por BlackRock a 425 inversionistas a nivel global -quienes en su conjunto administran más de US$25 billones en activos-, se reveló que la inexistencia de data se visualiza como uno de los mayores obstáculos para que las compañías desarrollen inversiones sostenibles.

Esta calificación constituye una ventaja para atraer nuevos y mejores capitales, sirviendo para evaluar el cumplimiento de las condiciones que las empresas deben cumplir para alcanzar esta nominación, siendo además un predictor de riesgos y, por tanto, una oportunidad de mejora constante para las compañías. Una de las complejidades que La Unión Europea se encuentra trabase derivan de esta situación jando en una “taxonomía verde”, a fin es que existe un sinnúmero de de lograr un concepto común para que fondos que afirman ser “verdes” una inversión pueda ser considerada y que, tras un breve análisis, se sostenible, considerando estos aspecdetermina que no lo son. tos: contribuir en objetivos medioambientales de mitigación y adaptación de cambio climático; protección en el uso sostenible del agua y recursos marinos; transición hacia una economía circular; prevención y control de la contaminación, y la protección y restauración de la biodiversidad y ecosistemas.

En el contexto empresarial, es usual hablar de las variables ASG y su impacto, pero aún se conoce muy poco sobre ellas, ya que no existe una definición universalmente aceptada sobre lo que son. Existen muchas taxonomías, cada una “a la medida” de su autor, lo que aumenta las dificultades para el sector ante la ausencia de una determinación certera Es necesario entender que este tipo de inversiones lo que buscan es visualizar una nueva era empresarial, donde las compañías que están más abiertas a resolver los desafíos que enfrenta la humanidad, serán también las mejores posicionadas para crecer y promover nuevas formas de hacer negocios.