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Análisis

Foto: Gentileza First Solar Chile.

Planta fotovoltaica Luz del Norte.

PLANIFICACIÓN ENERGÉTICA DE LARGO PLAZO:

Proyectando la transición

energética de Chile

Por Carlos Barría,

jefe de la División de Políticas y Estudios del Ministerio de Energía

EL ÉXITO DEL PROCESO DE TRANSICIÓN energética de Chile ha sido reconocido en el país y a nivel internacional, en que la Planificación Energética de Largo Plazo (PELP) ha sido una de las herramientas fundamentales para el avance sostenido hacia un futuro energético más limpio y de cara a la ciudadanía. Se trata de un proceso establecido por Ley, llevado a cabo con amplia participación y visión de Estado, cuya segunda versión está hoy en pleno desarrollo.

La PELP es un instrumento público fundamental para evaluar los diferentes caminos del desarrollo del sector energético futuro, proyectando el consumo energético y sus alternativas de oferta. Un aspecto central de la PELP es la identificación de polos de desarrollo de generación renovable, una herramienta que puede ayudar a resolver las complejidades ambientales y territoriales el desarrollo de la infraestructura de transmisión.

Un aspecto crucial de esta iniciativa es la identificación de polos de desarrollo de generación renovable, una herramienta que puede ayudar a resolver las complejidades ambientales y territoriales el desarrollo de la infraestructura de transmisión.

Además, entrega información relevante no solo para la toma de decisiones de política pública y procesos regulatorios como la expansión de la transmisión, también para que organizaciones públicas y privadas, investigadores, estudiantes, y muchos otros desarrollen estudios y análisis en diversas materias.

Existen tres elementos clave para el buen desarrollo de la PELP: la participación ciudadana; la solidez de los análisis técnicos, y el involucramiento institucional.

Respecto del primero, la ley estableció un registro de participación ciudadana que en esta oportunidad lo componen 706 personas, de las cuales 84% son personas naturales y el resto representantes de diversas organizaciones. La situación sanitaria y la opción de reunirse virtualmente permitieron lograr cobertura nacional en la participación, con cerca del 40% de personas inscritas fuera de la región metropolitana. Sin embargo, todavía se deben hacer esfuerzos para promover la participación femenina, siendo hoy cerca del 30% del registro.

Utilizando una metodología efectiva de participación, a través de veinte talleres técnicos y cinco audiencias públicas que entregan información clara y oportuna, escuchando las diversas opiniones y atendiendo las legítimas diferencias que surgen, es posible lograr un aporte concreto de la ciudadanía en el proceso PELP.

El segundo elemento clave es la solidez de los análisis técnicos que se deben llevar a cabo. La planificación energética se caracteriza por ser compleja, multidimensional y de gran tamaño, para lo cual se cuenta con herramientas probadas de modelamiento no sólo para simular la operación del sistema eléctrico en un esquema de co-optimización, sino además para caracterizar la demanda energética futura en los distintos sectores de la economía.

Se cuenta con herramientas que permitirán proyectar la integración de generación distribuida en las diversas zonas del país, y otras para evaluar nuevas tecnologías esenciales para operar el sistema eléctrico con una alta penetración de energías renovables.

Un aspecto esencial será la evaluación de emisiones de CO2eq en cada uno de los escenarios, siendo clave para lograr el compromiso de la carbono neutralidad al 2050. Asimismo, la evaluación de los efectos de cada escenario en la contaminación local de las ciudades será esencial, entendiendo que la transición energética entrega una oportunidad única para resolver uno de los mayores problemas ambientales del país. El uso de energéticos limpios para calefacción y la movilidad sustentable serán fundamentales para transformar las ciudades y mejorar la calidad de vida de las personas.

Foto: Gentileza Ministerio de Energía.

El tercer elemento clave es el fuerte involucramiento institucional y los equipos técnicos que apoyan, piensan y elaboran cada detalle del proceso PELP.

Por una parte, el proceso cuenta con el apoyo de un grupo técnico de 21 académicos con paridad de género, de los más importantes centros de investigación vinculados a energía del país. Representan a 12 universidades en 8 regiones colaborando para identificar evidencia científica, robustecer las metodologías, e incorporar las componentes más complejas del análisis como lo son lo territorial, social y ambiental.

Finalmente, el más valioso aporte a la calidad y rigurosidad de la PELP lo entrega el trabajo y compromiso de un equipo de más de 30 especialistas del Ministerio de Energía en diversas temáticas, que junto al liderazgo del BiMinistro de Energía y Minería y del Subsecretario de Energía permiten lograr la confianza y solidez necesaria de un proceso clave para la transición energética.

Tenemos la oportunidad de transformar Chile con energía limpia, beneficiando a la sociedad, al medio ambiente y nuestra economía. De ahí la importancia de llevar adelante procesos como la PELP basados en estrictos criterios técnicos, con amplia participación y compromiso institucional, que le dan sustento de largo plazo al desarrollo energético y, en definitiva, contribuye a mejorar la calidad de vida de toda la ciudadanía.