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Sensibilidad social en las canciones de Villamil
Marcelino Triana Perdomo
Se ha dicho con razón que Jorge Villamil es un auténtico retratista del paisaje colombiano, que matiza maravillosamente sus canciones con un lirismo romántico y un tinte de nostalgia que lo convierten en un verdadero poeta popular.
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Pero Villamil fue mucho más que un poeta romántico que le cantó a los amores y desamores, a la familia, al campo, los animales, los ríos, los azules cerros, la ecología, el folclor, la violencia y la paz.
Como todo gran artista fue en su actividad creadora un ser universal, no solo porque trascendió las fronteras comarcales, sino por su visión totalizadora del hombre, que supo interpretar los sufrimientos de su pueblo y dejar adicionalmente en sus canciones un mensaje que denuncia y clama por la justicia:
“... su canción no es una mercancía del mundo de consumo, sino que cumple una alta misión: comunicar a los hombres para hacerlos más humanos, expresar y definir las experiencias, las luchas de un pueblo y cantar sus problemas, dolores y esperanzas y sus ansias de verdad, de libertad, de justicia, amor y paz” (“Jorge Villamil Cordo- vez Música Y Poesía” Fortunato Herrera Molina S.J. Segunda Edición 2008 Pág. 46)
Sus composiciones pueden haber entrado al mundo de la sociedad de consumo y al comercio disquero (lo que de por si no es malo), pero no por ello pierden su carga libertaria y de denuncia, aspectos estos que poco han sido resaltados y promocionados.
Al analizar el valor de la creación artística, dijo Saramago, que, por ejemplo: “Un cuadro de Picasso por alto que sea su precio es mucho más que un producto, es una forma intensa de ver la vida, de denunciar las formas establecidas y a veces las arbitrariedades humanas” (“Grandes Entrevistas de Común Presencia” Amparo Osorio y Gonzalo Márquez Cristo 2010.)
Son varias las canciones del maestro Villamil en las que denuncia la desigualdad y clama por la justicia. Por limitaciones de espacio hacemos alusión a algunas de ellas:
En el vals: “La Mortaja”, cantado especialmente por Helenita Vargas, del que tomamos un fragmento, condena la avaricia de algunos que prefieren vivir pobres para poder morir ricos y no pagan salarios justos, ni les importa la suerte de los humildes:
“El rico avariento que guarda el dinero en cheques y acciones joyas y terrenos es bueno que afloje que ayude a su hermano pues nada se lleva mientras muchos niños no han desayunado...
De algunos patrones se queja el obrero unos son muy malos otros son muy buenos menos gananciales menos dividendos pagando lo justo el justo salario vivirán contentos...
“cuando tú te mueras no te llevas nada ni el novillo gordo ni las finas joyas solo la mortaja...
(Hablado) si unos gusanos te visten, y otros te han de desnudar…”
Esa seda que rebaja tus procederes cristianos obra fue de los gusanos que labraron su mortaja también en la región baja, la tuya han de devorar.
¿de qué te puedes jactar? y ¿en qué tus glorias consisten?
El orden de las estrofas se ha variado y se ha agregado una parte hablada que no figura en la mayoría de versiones que se conocen de este vals, tomada de www.musica.com › C › Chelo
Villamil condena la ostentación y el brillo falso cuando afirma que “todo es oropel” y cuando en el rajaleña “A qué tanta vanidad” dice:
“Eres como mula de arria que va estrenando herraduras y debajo de las enjalmas llevas las peladuras”.
Igualmente en el villancico sanjuanero “Campanas de navidad” interpretada entre otros por Garzón y Collazos, el compositor describe el contraste y los cuadros humanos que vivió en una noche de navidad, cuando en el ejercicio de su profesión de médico, le tocó desplazarse al barrio Los “Laches” en el suroccidente de Bogotá, a atender en un inquilinato al hijo de un agente de policía que padecía de fiebre, escalofríos y los delirios propios del sarampión y posteriormente dirigirse al Chicó, al norte de la capital, y en una mansión, auscultar al hijo de un General, que sufría síntomas parecidos, producidos por un fuerte resfriado:

“Son muchos los que se alegran y olvidan penas hay otros que se recuerdan con su sonar Que nada tienen en esta vida, que todo llega y todo se olvida y entonces lloran en navidad.”
No obstante, la gran sensibilidad social del compositor de las Américas, no se matriculó en ningún extremismo y en política se describía como un hombre de centro. Así se cataloga en la entrevista concedida a Vicente Silva:
‘‘Yo soy conservador más por tradición familiar que por otra cosa, pero no es que sea conservador en mis conceptos. Por el contrario, mis ideas son bien diferentes, pero sin ser socialista. Yo soy progresista y me defino de centro, de rótulo azul por fuera, pero de otro color por dentro.” (Las Huellas de Villamil Segunda Edición 2006 pág. 502).