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Las aves en las canciones de Jorge Villamil
Con la asesoría de ASORHUI. Asociación Ornitológica del Huila en la identificación de las aves con su nombre científico.
Villamil era un enamorado de la naturaleza y la ecología. Y dentro de alrededor de unas de sus 300 canciones, hay 29 donde menciona las aves, el paisaje y el rio. No todas están grabadas, hay unas más interesantes que otras y así hablara de amor o desamor o de conflictos sociales, siempre las comparaba con algún ave en particular o con las aves en general. viento. Una campesina lo corrigió diciéndole que los guaduales no se mecen, ellos lloran.
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A continuación, veremos una breve descripción de la historia de la canción basado en el texto del libro Las Huellas de Villamil de Vicente Silva Vargas. Va primero el título de la canción, seguido del nombre común del ave y luego en latín el nombre científico.
Pajaro Diostede. Ramphastos ambiguus.

Una leyenda campesina dice que cuando se escucha cantar esta ave, se pide un deseo, anteponiendo la frase Dios te dé este canto es señal de buena suerte. Villamil se inspira en ella para componer su canción y burlarse de un jardinero del Cedral y una dama del Huila.
La Trapichera. Los turpiales. Icterus chrysater.
Luna roja. Las guacharacas. Ortalis columbiana.
En 1.958 cuando Villamil viajaba de Neiva al Cedral se encontró una campesina de 18 años que le llamó su atención y quiso llevarla en el carro, pero ella se negó; por su gracia y el cantar de los pájaros él le prometió una canción y empezó a apodarla La Trapichera. La muchacha se despidió, Villamil siguió su camino y empezó a tararear la canción.
Los Guaduales. Las mirlas. Turdus ignobilis.


Se dice que un 11 de abril de 1.965 Domingo de Ramos mientras miraba el valle del rio Suaza, brotó la inspiración para componer los Guaduales. Comparaba los ramos con los guaduales que mecía el
En 1.976 en un viaje al llano a Villamil le impresionó lo que vió, como la luna roja, los toros bramando y los morichales. Al llegar a la finca de su amigo que lo había invitado, encontraron que el mayordomo se estaba yendo a traer a su mujer a la que le había pegado por engañarlo, pero él la seguía queriendo. Luego al otro día por la mañana los cantos de las aves y sus colores terminaron por darle las ideas para componer su nueva canción.
Sur del Huila. Palomas. Columba livia.

Compuesta en 1.960, cuando Villamil aceptó presidir la liga de ciclismo del Huila y organizar la vuelta al Huila en bicicleta. Después de pasar por varios municipios, llegaron al valle del Suaza, luego a Tarqui y a Pitalito donde había nacido su abuelo Timoteo Villamil Landínez y donde nació su padre. La vista de estos hermosos paisajes, sus árboles, sus flores, la salvajina, el rio, sus parques y sus gentes con sus costumbres le inspiraron esta canción donde menciona las palomas.
Tierra Yaguareña. Los garzales. Garcita bueyera. Bubulcus ibis. Y, Garza patiamarilla . Egretta thula.

Es una mezcla de picardía política y observación de la naturaleza. Nació en 1.974 después de una convención del Partido Liberal que terminó en pelea y en la división del partido en dos facciones. Esto se comentaba en los cafés, en los tomaderos de trago y en los paseos, en uno de los cuales después de observar una pelea entre un pitojuí y un ave más grande, los paseantes azuzaron a Villamil para que compusiera una canción.
El Ñeque Ñeque. Garrapatero. Milvago chimachima.
Esta canción es el recuerdo de un paseo de olla un domingo de 1.962 en el rio Pedernal, cerca a Yaguará, donde se mencionan, la música de cuerda, los vestidos de baño de la época: chingue para las mujeres, chingas para los hombres, el sancocho, el baile y el aguardiente. Habla de los árboles a la orilla de las lagunas donde se posan varias especies de garzas y por este motivo se llaman garzales. También menciona una mirla.
El pájaro Pitojuí. Pitangus sulphuratus.


Este rajaleña se originó en las pausas que el papá de Villamil y los jornaleros hacían en un restaurante caminero cerca a San Antonio de Anaconia, donde su dueña no llamaba a las cosas por su nombre, sino que les decía ñeque ñeque. Esta expresión más ciertas coplas de doble sentido de los campesinos dieron forma en 1.990 a esta canción.
Amor de hiedra. Golondrinas. Stelgidopteryx ruficollis.
Esta canción se basa en un sueño que tuvo Villamil en 1.963. Soñó que estaba en un burdel donde había muchos hombres y mujeres borrachos; tenía mucho frío, su ropa y zapatos estaban destrozados, estaba viejo, sin dientes y empezó a llorar y llorar. Cuando se despertó la cobija se había caído al piso, tenía mucho frio y estaba llorando. Se levantó y empezó a componer un vals de acuerdo a lo visto en el sueño. odontólogo. Con el tiempo Villamil la apodó La Cimarrona y empezó a elaborar la canción.
Los Nidos. Carpintero en su nido. Melanerpes rubricapillus.
Desesperanzas. Nido destruido.
Esta canción nace cuando Villamil observa como un campesino prepara una comida con los huevos de un nido. El compositor le hace el reclamo, pero esto no sirve de nada pues al poco tiempo el mismo personaje arranca una gran cantidad de plantas ornamentales del jardín de su casa. Villamil habla con el campesino y le explica que el arrasamiento de las matas es tan grave como el maltrato a los animales.
Noches de la Plata. Aves.
En una finca del médico Jesús Cook en La Ceja, Antioquia en 1.983 hubo un encuentro de amigos con aguardiente, bambucos paisas y canciones de Villamil; se vino un fuerte aguacero que inundó los caminos, desbandó a los pájaros y acabó con la música. Esto le sirvió a Villamil para filosofar sobre la naturaleza y la vida.
La Cimarrona. Gavilan. Rupornis magnirrostris.



Esta canción nace el 19 de enero de 1.960 en una etapa de la vuelta al Huila en bicicleta en La Plata, en la finca La Meseta de la familia Ramírez Vargas. En este sitio, doña Ana Julia Vargas de Ramírez los entretuvo conversando a Villamil y otras personas. Son elementos para la canción: El paisaje nocturno de La línea, un filo montañoso; la luna, el viento susurrante, los volcanes, las aves y la isla en el rio La Plata.
Las margaritas, El cucarachero. Troglodytes aedon.
Un odontólogo amigo de Villamil, molestaba a una joven vendedora de chicha, guarapo, arepas y empanadas en una caseta a orillas del Magdalena. Villamil y su amigo al salir del trabajo se iban para la caseta de la campesina y ella empezaba a sufrir con los piropos del
En 1.958, el compositor viajaba de Bogotá a Neiva en autoferro. Cerca de Fontibón observó los campos de la sabana de Bogotá llenos de margaritas silvestres en un inmenso tapete blanco, amarillo y verde. La vista de este paisaje, el aire fresco que llenaba sus pulmones, era ideal para empezar a componer una nueva canción.
Los aserríos. Turpial. Icterus chrysater.
En esta canción el compositor nos habla de la ma- nera equivocada de manejar el medio ambiente basado entre la antigua producción maderera del Cedral y la vida moderna, amenazada por la violación de los derechos humanos, el irrespeto a la flora y la fauna, el abuso de los químicos, y la acción depredadora de narcotraficantes, guerrilleros y paramilitares. Mezcla también la nostalgia familiar, al volver muchos años después al Cedral y encontrar un campo deforestado y despoblado.
Mirando al Valle del Cauca. Garzas.
En 1.964 siendo Villamil jurado de un encuentro musical precursor del Festival Mono Núñez, fue invitado por el político conservador Cornelio Reyes a una tertulia en una hacienda de la zona. Luego estuvo en otras fincas entre ellas La Brisa donde una leyenda dice que vivía un ángel viejo tocador de arpas. Cornelio le insinuó a Villamil que le hiciera caso al ángel y compusiera una canción. Jorge no le respondió, pero empezó a urdir un vals con magnolias, atardeceres, bandadas de garzas y la hacienda el Paraíso con la historia de Efraín y María.
Aquella primavera. Golondrinas.
Esta canción está inspirada en una historia de gringos, un triángulo amoroso entre una mujer enamorada de un soldado norteamericano que muere en Vietnam y un insistente pretendiente que finalmente es rechazado porque la mujer no puede olvidar al soldado muerto.
Noche de Azahares. Las aves cantarán.
Esta canción fue el regalo de bodas que el músico le dio a su hermana preferida, la Negra Graciela, la niña que salió con el de el Cedral para estudiar en un colegio de monjas. Con el paso de los años la amistad entre los dos se fortaleció a pesar de las adversidades.
Algeciras. La perdiz. Colinus cristatus.
Después de una visita a Algeciras durante unas fiestas populares nació la idea de este bambuco en 1.995. Se describe el paisaje cordillerano, menciona a la perdiz que canta en su nido, los curiosos nombres que ha tenido este municipio, cita otros lugares emblemáticos y recuerda a destacadas familias locales.
Gaviotas de Santa Marta. Gaviota. Larus fuscus. (una de las especies de gaviotas más comunes)
Este paseo surgió en noviembre de 1.965 al final de la luna de miel de los Villamil Ospina. La brisa, el verde azul del mar, las arenas con las conchitas de chipi chipi, las gaviotas, los alcatraces volando fueron su inspiración.
Palmares de Casanare. Turpial. Icterus chrysater.
Advertencia a los llaneros para aprovechar con inteligencia los recursos de la bonanza petrolera y evitar su despilfarro, invitándolos a cuidar los cultivos de arroz, el ganado y la palma africana. Esta canción surgió en 1.993 durante una visita a una hacienda en Yopal.
Alegre voy. Palomas, turpiales.
Estampa campesina de 1.958 en ritmo de sanjuanero. Aquí Villamil recuerda un amanecer por los lados de Villavieja en un paseo, donde va describiendo lo que ve: muchachas recogiendo algodón, mujeres ordeñando, una molienda de caña, las vacas bramando, las aves trinando, bandadas de pájaros.
