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Entrevista a Gilberto Pacheco Hernández
Sabíamos que Don Gilberto acababa de desembarcar de la nueva PSS Neptuno, por eso cuando llegó a nuestras oficinas nos interesó mucho platicar con él. Con la sencillez y calidad humana que caracteriza a la gente de COTEMAR, Don Gilberto Pacheco accedió inmediatamente, siempre con una sonrisa amable y cordial.
—Yo tengo en la empresa 22 años, los cumplí el 11 de febrero de 2015. Entré a COTEMAR cuando era una empresa nueva y me enamoré de ella porque vi que tenía un futuro grande— nos comparte. En ese tiempo ha recibido el reconocimiento de la empresa por su trabajo como motorista dentro de diferentes embarcaciones y está seguro que el crecimiento, tanto de COTEMAR como el suyo, ha sido enorme pero nunca desorganizado.
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La pasión por su trabajo de motorista es evidente, al igual que su personalidad curiosa y vivaz; a nuestro amigo Gilberto le gusta estar aprendiendo cosas nuevas. La constante innovación le permite estar capacitado para su trabajo. —La misma empresa ha satisfecho mis ansias de conocimiento y de superación— destaca Don Gilberto con notable entusiasmo.
¿Temerle al cambio? ¡Claro que no! Está acostumbrado a adaptarse a cualquier cosa que el trabajo requiera; —el profesionalismo es el mismo en cualquier parte del mundo—, nos asegura por experiencia, ya que ha participado en tres traslados de plataformas desde el extranjero, incluyendo la nueva PSS Neptuno, la más grande y moderna que opera COTEMAR actualmente. —Ya estaba en su último proceso— nos comenta, refiriéndose a la Neptuno cuando él y el resto del equipo llegaron a China para traerla a México; —estuvimos aproximadamente un mes [...] para hacer las pruebas de mar. En las pruebas probamos todos los equipos, se arregla lo que falle [...] para luego aceptar que todo esté en buenas condiciones—nos relata.
Luego viene la navegación, que en el caso de Neptuno fue relativamente tranquila aunque nunca deja de ser una aventura. —Pasamos por Singapur, por el estrecho de Malaca, que es muy conocido por la piratería—. Nos comenta que la seguridad se cuidó en todo momento; se empleó un remolcador y se tomaron todas las medidas pertinentes para que llegaran con bien.
Terminando la plática, le expresamos nuestra admiración y respeto al entrevistado, al igual que a todo el equipo de colaboradores que trajeron la PSS Neptuno. Bien lo dijo él: —no cualquiera aguanta una navegación de tres meses nada más viendo mar y cielo—.
Y tiene razón. Sólo la gente con seguridad, experiencia y pasión por su trabajo puede hacerlo bien; como la gente de COTEMAR... como Don Gilberto Pacheco.