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Monólogo con la Reina del Bullerengue

Por. Marcos Vega Seña

(Conductor del conversatorio)

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Este artículo es el producto de un conversatorio que se llevó a cabo en el marco del Festival del Porro, en Medellín, en su versión del año 2014.

En el universo de las divas del bullerengue

Yo signico para la historia de la vida colombiana algo importante porque doy a conocer a todo el mundo lo que yo sé: cantar bullerengue. Estefanía Caicedo fue una gran cantante, desafortunadamente ella murió, pero dejó su música para que otros se la cantaran; quien estuvo interpretando a Estefanía, grabándole sus canciones fue Joe Arroyo, también murió Para mí, Estefanía Caicedo fue una gran persona, una gran cantante y no se puede negar. Totó La Momposina es una mujer que yo la aprecio y la quiero porque ella es una mujer que conmigo, para qué, se ha portado muy bien, muy bonito.

Petrona en Tambores de Malagana

Yo comencé a cantar en Malagana a un amigo que se llama José Carrascal; él estaba haciédole a los niños pobres unos regalos y pidió que le cantara un bullerengue. Eso fue en el 1984; ahí comenzó Petrona Martinez a cantar, a cantar poquito, pero cantaba, hasta que encontró a Marceliano Orozco, quien descubrió que ella sabía cantar. Me propuso que yo fuera cantante de los Soneros de Gamero. Entonces yo le dije, Macce, tú pareces un pendejo, qué vamos hacer música pa´ otro; por qué vamos a darle realce a pueblo ajeno; tú eres de Malagana; yo no lo soy, pero vivo aquí, entonces vamos hacer un grupo que sea de aquí. Eso fue en el 1984; de ahí nació Tambores de Malagana.

Por las arenas del arroyo

Antes de ser internacional y famosa era doméstica. Yo trabajaba en mi casa, después nos vinimos pa´ Palenquito y me dediqué a sacar arena del arroyo y ahí fue donde nació el tema la vida vale la pena. Dice:

Cuando vine a Palenquito, yo vi la vida es un hoyo, Me dediqué con mis hijos a sacar arena del arroyo. Oye niña, les digo, la vida vale la pena Coge la pala en la mano y vamos a sacar la arena.

El que bulle… en la sangre… rengue.

El bullerengue para mí signica mucho, bastante, porque esa es una música que la cantaba mi abuela, mi bisabuela, mi tatarabuela; la componía mi papá, entonces, yo al bullerengue lo respeto, a pesar de que lo canto, lo respeto, porque un bullerengue lo hicieron unas señoras mayores con tanta dedicación y con tanto amor y yo no tengo más que hacer si no cantarlo y seguirlo igual que lo hacían ellas.

Sentaos en el bullerengue

El bullerengue sentao, se dice no es porque uno esté sentado; es porque es una canción pacica, no es una canción ligera, es suavecita, queda... y uno lo canta con aquella melodía bajita. La chalupa es más arrebatadita que el bullerengue sentao; la puya es más arrebatada que la chalupa, entonces por eso es que hay tres bullerengues: sentao, chalupa y puya. La especialidad del bullerengue es que cuando uno va a cantar, uno saca un sentimiento de adentro y lo explora fuera para que el público lo sienta.

La historia del Pío Pío Gavilán

La historia de Pio pio gavilán es que nace del 25 de diciembre, cuando se hacen los pasteles. Pa´ mi tierra son pasteles, porque es arroz con cerdo, bueno la navidad, pero uno dice, los pasteles se reparten en diciembre. Me dieron mi aguinaldo pero mi pastel va adelante en bijao, entonces esa canción nace de ahí. El gavilán llora porque sabe que los pájaros son atrevidos. Como no lo dejaron comerse el pastel, se puso a llorar, es por eso es que la canción dice:

Pio, pio, pio, gavilán, gavilán garrapatero Llora gavilán

Pio, pio, pio, gavilán, gavilán si esta mayor llora mi señor

Pio, pio, pio, gavilán, el 25 de diciembre llora gavilán

Pio, pio, pio, gavilán, se comieron los pasteles y a mí no me dan

Pio, pio, pio, gavilán, hay llora llora llora gavilán

Pio, pio, pio, gavilán.

Ese gavilán lloró porque no le dieron pastel

De sextetos, lumbalús y bullerengues

La música del sexteto tiene otra cadencia, no es la misma del bullerengue; sexteto es uno y bullerengue es otro. Dice el dicho, con esta cabecita aquita y canosa que la tengo, como yo compongo., yo puedo hacer un sexteto, hago un bullerengue, una chalupa y una pulla. Vea, los implementos del sexteto son unos tambor, tambora, llamador y marímbula. El bullerengue no lleva eso, el bullerengue nada más lleva tambor, llamador, la voz y las palmas. Eso de las tablas, ahora es que las oigo mentar, pero yo en mi tierra no conocí eso; eran las palmas, entonces ahora oigo que en Urabá tocan con tablitas y eso, pero allá en mi tierra eran las manos, sí señor.

El lumbalú es una canción que la cantan y eso da dolor. El que conoce y entiende de eso llora, en el bullerengue no. Con el bullerengue da es ganas de bailar, es la única diferencia que hay entre lumbalú y el bullerengue.

El baile del bullerengue

Cuando estaba niña, le digo, me metía en la rueda del bullerengue de mi abuela y bailaba con todo el que me cogía a bailar ¡ay bien sabroso. Hombe sí, las mujeres cantadoras usaban sus polleras, sus pollerines y sus blusas pa´ cantar. Cuando yo conocí el verdadero bullerengue, nada más eran dos hombres que tocaban el tambor alegre y el llamador y lo demás era pura mujer. Tocaban, cantaban la una, la otra contestaba y así... bailaba la una, salía esa, entraba la otra, ese es lo que se dice una rueda de bullerengue. El que se quería meter bailaba, por lo menos, si usted llegaba ahí se quedaba si le gustaba la canción y bailaba con la pareja. Las mujeres lo que hacían era que cuando ellas ya estaban bien borrachas se cortaban las toallas y se la enganchaban a cualquier hombre en el pescuezo y se lo enrollaban y se lo llevaban para afuera pa' que diera la botella de ron.

Esta es la canción, quisiera reírme...El Lobo

Ese lobo fue compuesto por mi abuela, Ofelina Martinez. Mi abuela tenía una gallina paría, y un lobo pollero llegó salió y se la cogió ramram, se cogió el pollo. Mi abuela cogió una vara y salió detrás y el lobo rusrus, se metió en el hoyo y ella se quedó con la varita esperando el lobo, pa que saliera, porque se metió y dejó el pollo ya pa comérselo. Cuando el lobo salió, ella le dio con la vara. De ahí salió el lobo, entonces acá ahora que ya Irene Martínez se abrió a cantar y lo registró. Como antes no habían registros, no había nada; todo el que quería coger, cogía... El lobo de mi abuela decía

Ahí viene el lobo... el lobo, ese es el lobo, El lobo, el lobo etá, lobo, el lobo etá (El lobo) en donde etá (El lobo) en donde etá (El lobo) eta en el hoyo (El lobo) eta en el hoyo (El lobo) se lleva el pollo (El lobo), se lleva el pollo (El lobo) cojo una vara (El lobo) cojo una vara

Así, con desparpajo y sinceridad, la Reina del Bullerengue compartió parte de sus historias.