SILVINA YÁÑEZ HABITAR EL TIEMPO


@del texto y de las imágenes Silvina Yáñez edición contar la propia historia Mendoza / Buenos Aires, mayo de 2025
@del texto y de las imágenes Silvina Yáñez edición contar la propia historia Mendoza / Buenos Aires, mayo de 2025
de lo que estoy hecha de zamba estoy hecha de refugios y de calma de andamios
estoy hecha de abrazos y silencios de gritos y estampidas de rasguños y fracturas de caricias y trompadas
estoy hecha de terciopelo y de seda también de espinas y de escarcha
estoy hecha de palabras de olvidos de distancia de amarras de anclas de muelles de puentes y de fosas
inmersión
volver a ese único instante preciso precioso perfecto infinito frágil cierro los ojos… mi corazón (es una obviedad que preciso destacar)
por un momento vacilo… ¿será que tengo que hacerlo?
decido es ahora tengo veintisiete años respiro como tocando el tiempo un collar de pesas en mi cintura un tanque de oxígeno en mi espalda pesado en el aire, refugio en el agua
¿te dije que en el agua yo encuentro a dios?
de espaldas a mi la caricia de un instante que aún sin saberlo será eterno océano de presencia, escucho el agua en mi existencia que se derrite con el todo ahora sí comienzo a descender
prolija, prudente desolada con la más honesta de las soledades
catorce metros tejidos con una tanza tan invisible como azulada
el agua y su prudente tibieza me abrazan me sostienen me arrullan me vuelvo etérea se desdibujan los bordes
respiro simple y divinamente me siento respirar y como desde un eco lejano me abraza una palabra
AZUL ese es tu nombre
cuando quieras encontrarte serena y calma cuando el cemento te pese y se vuelva abrumador solo llámame así…
vestida de agua y habitada por la majestuosa fragilidad humana me encontrarás
arigató
confusa me deslizo por este espacio irreal e infinito… ¿qué hago acá? me pregunto una y mil veces el cansancio y la pregunta me visten por dentro jamás he visto tanta cantidad de personas dirigiéndose a infinitos destinos y yo… alguien podría explicarme… ¿cómo llegué hasta acá? tengo que encontrar algún lugar que se parezca a una casa de cambio recorro visualmente y camino hacia allá me coloco en una fila y al llegar hasta la ventanilla… la sonrisa amorosa de un hombrecito pequeño y prolijo me da la bienvenida más bonita que yo recuerde así sin palabras, sin preguntas, me regala una muñequita de papel a modo de abrazo me mira, como si me pudiese leer, como si supiera el infinito miedo que me habita respiro
una serenidad recién nacida se apodera de mi existencia casi en el mismo momento en que percibo un precioso silencio, que será mi compañero durante toda la travesía abandono el lugar con algunas bellas monedas y el símbolo pequeño y sutil que le abre la puerta al viaje más inesperado de mi vida siento mi voz dentro del pecho has llegado
Bienvenida eres a Japón de ahora en más mi Japón
hoy
he despertado una nueva vez a esta vida
me acomodo en la cama siento mi cuerpo expandirse y acariciar la sábana suave y arrugada (tiene zonas tibiecitas y otras no tanto, por ahí anduvo mi alma mientras soñaba)
agradezco siempre agradezco la vida y sus tropiezos la vida y sus andares livianos la vida y sus puentes… sus esquinas
me incorporo qué bello es poder hacerlo empiezo a moverme despacito como pariendo este Instante cada paso me acerca a ese aroma café recién nacido la ventana y su amplia posibilidad
hoy la simpleza de lo cotidiano me dejo mirar cuando veo amplifico mis sentidos una nueva oportunidad de decidir cómo construiré el día que tengo por delante brindo por esta calma
tiempo estoy hecha de tiempo. del tiempo de los otros, del mío, del tuyo si hay una palabra para mí entre tantas es esa no sé bien por qué…
tal vez y sólo tal vez
sea que a veces creo poder desdoblarlo y así sentir el aroma de otros universos… caminos que no tomé o sí quien sabe
a veces el silencio sin más ninguna palabra habitará en aquel instante solo yo y vos lo sabemos
conmigo siempre amores de mi vida
* hacía frío descubrí la intimidad de aquellas teclas ese piano en esa piel
* volviste te soñé tantas veces
* fuiste la persona que mejor me quiso
* me llevaste a caminar el mundo queres que vea lo que tus ojos descubren esa fue, quizás… tu mejor manera de amar-me
* a veces… y solo a veces entre los escombros se asoma la sombra de un amor que no pudo ser
* que afortunada soy en mi alma y en mi memoria siempre habita un abrazo al que volver ese que te silba al oído diciéndote tranquila has llegado a casa
* no respires tan cerca mi aire ya te pertenece
* te extraño
* y aparece tu piel
ahora somos dos a dar batalla tu inmensa pequeñez se aferra a la vida y me vuele guerrera
interestelar ya verás el tiempo pasará y estarás acá en éste mismo lugar acompañando a tu hija, ya mujer ya madre (y el miedo se diluyó entre sus palabras)
mi gran decisión no
¡no lo hagas otra vez!
sólo tu voz tu confianza en mi fuerza fue mi sostén
sí
lo vestiré de música y su nombre será Martín
humano puente
naciste un precioso martes de veintiún soles no puedo tenerte corre ella a tu encuentro
te canta el ángel de la guarda en portugués ahí en ese rincón de dolorosa esperanza son todos bañados por su voz y por tu serena calma y ahí justo ahí estoy presente aún sin estarlo
* quieta inmóvil
tan viva por dentro
tan muerta por fuera tejiendo promesas para un lejano después sin deudas
liviana eso elijo hoy y siempre
palmas azules
tantas veces no pude hoy una canción define mi aire lo pinta por dentro mi voz se viste de fiesta se suelta el pelo y me guiña
Mía
fuiste un susurro del viento oído por ella en el medio del caos y la incertidumbre tengo que hacerte… de barro y de nostalgia
todas las voces habitan en tu corazón de vacío pétreo la esperanza el hartazgo
la súplica
vestida de azul coraje ocuparás otros rincones y despertarás nuevas preguntas sólo para quienes ya estén despiertos el misterio de tu íntimo secreto sobrevivirá a mi tiempo y eso… ya es todo lo que tenías por decir
entre sueños
entro al túnel con el peso de la vida apoyada en mi bastón la travesía es larga… la muerte siempre a mi lado para recordar lo que nunca olvido continúo y eso que al comienzo se asemejaba a un bastón toma vuelo y se vuelve antorcha del otro lado me espera la vida despierto mojada de luz tal vez lo peor ya pasó
veinticuatro de marzo de mil novecientos setenta y seis
de lo que estoy hecha (segunda parte)
estoy hecha de acequias y de agua de tierra y de plegaria de gritos de heridas de miedos de sangre de súplica de entrega
estoy hecha de coraje (no siempre) de treguas
la música me viste por dentro
me dejo tejer por hilos azules (de nuevo, no puedo evitarlo) pentagramas suspendidos en un universo invisible al que suelo mirar cuando la huida se vuele imperiosa y necesaria y sí… la cobardía también me habita cada tanto
estoy hecha de memoria y de historia de orillas y de borde
de cortes y suturas
estoy hecha de vendimia… de bosques y de ríos de montañas y arlequines
estoy hecha de voces y de tango de tambores y de danza
estoy hecha de otoños y de vientos de fronteras y horizontes de presencias y de pausa
estoy hecha de fragmentos y de esquirla de brisas y huracanes
estoy hecha de tiempo y de nada de nostalgia de palabras de miradas de preguntas y ventanas de trabajo y de fatiga de pasiones y acertijos de flores estoy hecha
y así va siendo… estoy hecha de las historias que me voy contando las recuerdo las transformo las maquillo las escondo estoy hecha de retazos de fragmentos queriendo ser las voces las caricias las miradas las palabras los silencios todos portadores de estaciones de mi viaje hay quienes pasaron… hay quienes quedaron… todo ya ha obrado en mi con el permiso de mi cincel
la magia del ahora imponente irrespetuoso y con él la posibilidad de parar y volverme una observadora de lo viajado
no no será en otra vida será en esta
habitar mi tiempo el tiempo
una y mil veces su presencia constante en mí
obstinada y perfecta su delicada sonrisa resurge en cada semilla y su promesa implícita tal vez su destacado poder resida en lo invisible, en lo intrascendente majestuosa cotidianidad el eco fugaz de alguna melodía olvidada la vida y su constante caminar que en la plenitud del instante se deja apreciar
habitar el tiempo de manera irreverente y atrevida beberlo de a sorbos, de a tragos a fondo blanco como sea posible pero nunca sin saberlo imperdonable ignorancia de lo obvio
kintsugi
¡no!
se escuchó decir
no la tires esa soy yo restaurada fracturada una y mil veces las hebras de oro y su trazo sutil guardan las mil y una lunas que del frío asfalto me volví proa de nuevo mascarón de nuevos mares
así esa pieza rota renace más fuerte cada herida una historia cada trizadura una batalla librada una huida quizás
tal vez y sólo tal vez en la herida resida lo inmortal de mis días
en su exquisita imperfección, se esconden sabios duendes sólo tienes que acercarte y escucharás el susurro de toda una vida
todo se vuelve visible cuando me atrevo a mirar hacia adentro agradezco esta pausa en el camino
para recordar lo que nunca olvido