COLUMNA
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La integración continental por medio del turismo.
E
l éxito del VI Salón Nacional de Turismo, en Sao Paulo, resaltó el momento especial del sector, hoy, en Brasil. Visitando los stands, me imaginé que el país puede y debe asumir un desafío mayor: promocionar aún más la integración del continente por medio del turismo. Pero, ¿por qué debería tocarle ese papel a Brasil? Además de constituir un marco histórico para el país, la Copa del Mundo de 2014 y los Juegos Olímpicos y Paraolímpicos de 2016 son una conquista del continente. Juntar Copa y Juegos Olímpicos en América del Sur, en intervalo de dos años, es un hecho inédito y una oportunidad que los sudamericanos deben abarcar conjuntamente. Brasil presentará increíbles opciones turísticas en todo el territorio nacional y será una vitrina para que turistas de destinos más distantes descubran el potencial de la región. Sin embargo, esa no es la única ni la principal razón. El incentivo a los viajes por el continente es el camino más indicado para la fuerte expansión del sector en toda Sudamérica. Podemos reproducir en la región el fenómeno europeo.
Por Flavio Dino
Hemos avanzado mucho, en relación con ampliar la conectividad aérea y con la expansión del flujo de turistas de América del Sur. Actualmente, Argentina, Uruguay, Chile, Paraguay, Bolivia, Colombia y el Perú figuran entre los 15 mayores mercados emisores de turistas para Brasil. Tengo la convicción de que estamos en el mejor momento para avanzar más, en la medida en que la región vive un ciclo inédito, combinando democracia política, crecimiento económico y distribución de renta. Pienso que dos acciones merecen especial mención para alcanzar nuestros objetivos. En primer lugar, podemos discutir algo similar al Programa Calypso, iniciativa de turismo social de la Comisión Europea, que beneficia a jóvenes, personas con deficiencia y ancianos, aprovechando los periodos de baja temporada. El entretenimiento, como define la Constitución brasileña en su artículo 6º, es un derecho fundamental. Es antieconómico y socialmente injusto que millones de personas no puedan tener vacaciones adecuadas, mientras miles de habitaciones en hoteles permanecen vacías por total falta de clientes.
El secreto de los números superlativos en Europa es, sobre todo, el turismo intrarregional: cerca del 80% de los turistas que viajan por Europa pertenecen a ese continente. Así, es fundamental que Brasil se vuelva más conocido por turistas de los países vecinos y que los brasileños visiten más nuestra región.
En segundo lugar, creo que podemos organizar un Salón de Turismo de América del Sur, que refuerce en los sudamericanos la voluntad de conocer mejor nuestro propio continente. Brasil es uno de los 10 países que cuenta con más eventos internacionales en el mundo. Puede capitanear la iniciativa y organizar la primera edición en 2013, para después alternarla con las demás naciones.
Sabemos que la consolidación de destinos ocurre a partir del equilibrio del flujo de turistas entre los países, hecho saludable que sustenta y amplía la conectividad aérea y la infraestructura de servicios. En efecto, para que un vuelo entre Brasil y un vecino sea rentable para la compañía aérea, es recomendable que haya equilibrio en el número de turistas brasileños que deseen ir al otro país y viceversa.
Para el Instituto Brasileño de Turismo (Embratur) —que tiene por meta, hasta 2020, doblar el número de turistas extranjeros y triplicar la entrada de divisas provenientes de turismo— constituye un desafío muy bienvenido. Dirijámonos hacia este objetivo de la manera como los pueblos ibéricos nos enseñaron con su lema: "navegar es necesario".
* Es presidente del Instituto Brasileño de Turismo (Embratur). Fue diputado federal por el PC del B-MA, juez federal y presidente de la Asociación de Jueces Federales de Brasil (Ajufe).
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