Columbia Abril 2008

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CABALLEROS DE COLÓN — EDICIÓN EN ESPAÑOL

SIRVIENDO A UNO. SIRVIENDO A TODOS.

ABRIL 2008


“Nuestros valores fundamentales nos guían en todo lo que hacemos”. Por más de 125 años, nuestros valores fundamentales se han vinculado a nuestra identidad como empresa fraternal de la familia católica. Desde nuestro primer pago de beneficio por muerte de $970 dólares en 1885 hasta los más de $205 millones de dólares que pagamos el año pasado, nuestros principios siguen siendo los mismos. Nuestro objetivo es proteger el bienestar económico de los Caballeros y sus familias, y nuestros valores fundamentales nos guían en todo lo que hacemos. La Asociación de Norma del Mercado de Seguros (Insurance Marketplace Standards Association) menciona a los Caballeros de Colón como líder en ventas éticas y prácticas de comercialización. Ellos reconocen nuestro Código de Ética de Comercialización, que toma como modelo los Diez Mandamientos, como una de las mejores prácticas en esta industria. Nuestra política es no invertir ni uno solo de nuestros $14,000 millones de dólares en capital en ninguna empresa involucrada con el aborto o la pornografía, u otras prácticas que violen la enseñanza católica. Año tras año, consistentemente hemos logrado un alto rendimiento sin este tipo de inversiones. Como resultado de ello, podemos proporcionarle a usted y a su familia un excelente fundamento económico para su futuro, sin dejar de mantener nuestro compromiso con las más altas normas morales y éticas. Y éste es nuestro compromiso con usted.

Carl A. Anderson, Caballero Supremo

U N

B E N E F I CI O

SEGUROS DE VIDA

F R AT E R N A L

SEGURO DE CUIDADO A LARGO PLAZO

ANUALIDADES


Columbia

Una edición especial de Columbia dándole la bienvenida al Papa Benedicto XVI a los Estados Unidos al mismo tiempo que reflexiona en su ministerio y mensaje.

O DA D E A P E RT U R A 2

ABRIL 2008

VOLUMEN 88

NÚMERO 4

Escuchar, leer y celebrar POR TIM S. HICKEY

CONSTRUYENDO UN MUNDO MEJOR El Papa Benedicto XVI es un modelo para el futuro de la Iglesia y un regreso a los fundamentos del mensaje del Evangelio.

CNS PHOTO/MAX ROSSI, REUTERS

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POR CARL A. ANDERSON, EL CABALLERO SUPREMO

FOTOS DE CIERRE 48 En solidaridad con la Iglesia ¡BIENVENIDO, SANTO PADRE! Caballeros de Colón debe

UNA CULTURA DEL DIÁLOGO Para el Papa, el diálogo

estar a la vanguardia en la bienvenida al Papa

tiene que estar fundamentado en la verdad.

Benedicto XVI a los Estados Unidos.

POR EL PADRE BERNARD O’CONNOR.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

POR EL OBISPO WILLIAM LORI, EL CAPELLÁN SUPREMO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

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4 GRATITUD Y COOPERACIÓN El Papa se ha mostrado

ADEMÁS Las intenciones del Santo Padre, el Hombre

especialmente comprometido con las relaciones entre

católico del mes, y Su plan de acción espiritual

el catolicismo y el judaísmo. NOS TRAE A CRISTO El Papa Benedicto nos confirma en

POR EL RABINO DAVID ROSEN. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

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nuestra entrega a Cristo. POR EL ARZOBISPO DONALD W. WUERL DE WASHINGTON. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

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UNA PROGRAMA MORAL Los Papas no participan en la arena del poder político, sino que hablan en un lengua-

UN ABRAZO LLENO DE AMOR PARA EL MUNDO ENTERO La visita del Papa Benedicto XVI a los Estados Unidos dará

je moral universal acerca de los problemas del mundo y su potencial.

la oportunidad de que instruya a los 70 millones de católicos del país. POR JOHN L. ALLEN JR. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 8

POR GEORGE WEIGEL. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

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EN EL HORIZONTE: ‘LA REFORMA BENEDICTINA’ La visita

VIVE LAS VERDADES DE SU NOMBRE Benedicto: Un nom-

del Papa a los Estados Unidos es solamente uno de los

bre poderoso con una historia igualmente poderosa

eventos importantes de la Iglesia dirigidos a la reno-

POR CARMEN ACEVEDO BUTCHER. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

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vación de la Iglesia en Jesucristo. POR ROBERT MOYNIHAN. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

PARA QUE DIOS RESULTE CREÍBLE Las enseñanzas del

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Papa Benedicto XVI rechazan el relativismo y defien-

ASOCIADOS EN FAVOR DE LA LIBERTAD, LA JUSTICIA Y LA PAZ

den la racionalidad de la fe.

Una historia de las relaciones diplomáticas de los

POR LESLEY RICE . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

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POR JIM NICHOLSON. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

EL EVANGELIO DE LA FAMILIA La familia es el primer medio ordinario del encuentro con la humanidad. POR DAVID S. CRAWFORD . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

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Papa Benedicto XVI nos enseñan las bases de la moral POR CARL A. ANDERSON, EL CABALLERO SUPREMO . . . . . . . . . .

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VOLVER A DESCUBRIR A JESÚS Comprender la persona de Cristo ha sido el centro del pontificado del Papa. POR EL PADRE RAYMOND J. DE SOUZA. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

TAMBIÉN EN ESTA EDICIÓN SECCIÓN ESPECIAL QUE SE PUEDE EXTRAER en donde se destacan citas y fotografías de los primeros 36 meses del pontificado de Benedicto. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 22 ESTIMADO SANTO PADRE La vitalidad de la vida intelec-

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tual y espiritual de muchas universidades católicas de

EL PAPA Y LA MISA En un papado que se caracteriza por

los Estados Unidos se refleja en estas cartas de los

la renovación eucarística, el Papa se centra en lo que

presidentes de universidades dirigidas al Papa

es ‘fuente y culmen’ de la vida católica.

Benedicto XVI.

POR EL PADRE JOSEPH FESSIO, SJ. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

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VIDA Y MINISTERIO DEL PAPA BENEDICTO XVI . . . . . . . . . . . . . . . . . 9

UN PAPA DE ESPERANZA Y AMOR Las dos encíclas del cristiana.

Estados Unidos con el Vaticano.

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ODA DE APERTURA

Escuchar, leer y celebrar a primera palabra de las Reglas de San Benito es “escuchar”. Ése es un buen consejo que debemos seguir al prepararnos para participar en la visita apostólica del Papa Benedicto XVI a los Estados Unidos. Del 15 al 20 de abril — en eventos que van desde misas masivas al aire libre, en TIM S. HICKEY Washington, D. C., y la Ciudad de Nueva York, hasta varias pequeñas reuniones con los obispos de los Estados Unidos, con seminaristas, con educadores católicos y los jóvenes — el Papa reafirmará lo que ha hecho desde su elección, en este mes, hace tres años. En su homilía inaugural, Benedicto XVI dijo, “Mi verdadero programa de gobierno no es hacer mi voluntad, ni seguir mis propias ideas, sino escuchar, junto con toda la Iglesia, la palabra y la voluntad del Señor, para ser guiado por Él, con lo cual, Él mismo dirigirá a la Iglesia en este momento de la historia”. Así como el Papa ha escuchado al Señor, también ha hablado y ha actuado. “Su Ministerio y Su Mensaje” es el enfoque de esta edición especial de Columbia. En más de una docena de artículos destacamos lo que el Papa ha dicho y ha enseñado hasta hoy, y lo que podremos oír durante su visita a los Estados Unidos. Reconocidos analistas del Vaticano como George Weigel, John L. Allen Jr. y Robert Moynihan han expresado sus puntos de vista, así como lo ha hecho el editor del Papa, el padre jesuita Joseph Fessio, de Ignatius Press. El rabino David Rosen, que fue nombrado por el Papa, Caballero Papal Comandante de la Orden de San Gregorio el Grande, explica las relaciones del Santo Padre con el pueblo judío; y el Padre Bernard O’Connor, de la Congregación del Vaticano para las Iglesias Orientales, analiza la importancia de promover el diálogo entre los católicos y la gente de otras religiones. El Padre Raymond J. DeSouza escribe acerca del tema central del pontificado de Benedicto XVI: la Persona de Jesucristo. Lesley Rice y el Dr. David

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Caballeros de Colón Publicador

Funcionarios Supremos Carl A. Anderson

Crawford, eruditos del Instituto Pontificio Juan Pablo II para Estudios sobre el Matrimonio y la Familia, en Washington, abordan los dos aspectos más críticos de las enseñanzas del Papa: el relativismo y la primacía de la familia. El Caballero Supremo, Carl A. Anderson, también aporta una reflexión sobre las dos encíclicas del Santo Padre. Finalmente, Jim Nicholson, ex embajador de los Estados Unidos ante el Vaticano y hermano Caballero de Colón, examina la historia de las relaciones diplomáticas entre los Estados Unidos y la Santa Sede, incluyendo un capítulo de nuestra propia historia. En el centro de esta edición, literal y simbólicamente, está una sección especial que destaca las propias palabras del Papa. Hemos analizado más de tres años de las enseñanzas del Papa y escogido citas breves pero significativas de sus sermones del Angelus, de sus mensajes de Navidad y de Año Nuevo, de sus homilías y de sus escritos. En cada uno se ha puesto una hermosa imagen del Santo Padre, desde abril de 2005 hasta hoy. Escuchar, leer y celebrar son los lemas de la visita del Papa Benedicto XVI. Escuchar atentamente lo que nos tiene que decir. Leer detenidamente esta edición de Columbia y los textos de sus discursos. Finalmente, celebrar el visionario liderazgo pastoral del Papa; y, el 16 de abril, unirse a mí y a los Caballeros de Colón de todo el mundo para levantar un vaso (o dos) de cerveza — la bebida favorita de la patria del Papa — en honor de Benedicto XVI en su 81 cumpleaños. Bienvenido, Santo Padre. ¡Ad multos annos! ■

Caballero Supremo

Mons. William E. Lori, S.T.D. Capellán Supremo

Dennis A. Savoie Diputado Caballero Supremo

Donald R. Kehoe Secretario Supremo

John “Jack” W. O’Reilly Jr. Tesorero Supremo

Paul R. Devin Abogado Supremo

Editorial Tim S. Hickey, Editor 203-752-4303 tim.hickey@kofc.org Alton J. Pelowski, Subdirector 203-752-4562 alton.pelowski@kofc.org Patrick Scalisi, Director Asociado 203-752-4885 patrick.scalisi@kofc.org Arthur F. Hinckley Jr. Director de Arte

Luis A. Villares, Mariana Pozo y Enid de Moya-Muñoz, Traductores El Padre Michael J. McGivney (1852-90) — Apóstol de los jóvenes, protector de la vida familiar cristiana y fundador de los Caballeros de Colón, intercede por nosotros.

En Contacto con Nosotros Correo Regular: Columbia, 1 Columbus Plaza, New Haven, CT 06510-3326 TELÉFONO: 203-752-4398 FAX: 203-752-4109 E-MAIL: columbia@kofc.org Dpto. de Atención al Cliente: 1-800-380-9995

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En la Portada Cuadro del Papa Benedicto XVI con un libro que ilustra la parábola del Buen Samaritano.

COVER: PAINTING BY ANTONELLA CAPPUCCIO © KNIGHTS OF COLUMBUS


CONSTRUYENDO UN MUNDO MEJOR POR CARL A. ANDERSON, CABALLERO SUPREMO

El Papa de las bienaventuranzas El Papa Benedicto XVI nos presenta un modelo para el futuro de la Iglesia AL ACERCARSE EL AÑO 2000, muchos se preparaban para sobrevivir la implosión de la era electrónica, en caso de que el llamado Y2K provocara el colapso de la red mundial de cómputo. Pero para los cristianos, era un momento especial para mirar hacia adelante en anticipación del tercer milenio del cristianismo y de lo que el Papa Juan Pablo II llamó “una nueva primavera del Evangelio”. Desde entonces hemos cruzado ese umbral y hemos recibido al Papa Benedicto XVI, el Papa del nuevo milenio. Si estamos viviendo el comienzo de una nueva primavera para el cristianismo, nos podríamos preguntar: ¿Qué clase de Papa tenemos ahora para que nos guíe? Mientras nos preparamos para celebrar el tercer aniversario del pontificado de Benedicto XVI, ya tene-mos mucho material de reflexión, incluyendo sus viajes a Alemania, Polonia, España, Turquía y Brasil, así como sus dos encíclicas y su libro. La visita del Papa a los Estados Unidos pronto inaugurará un nuevo capítulo en su ministerio. Vemos ya a un hombre admirable como líder mundial, alguien a quien describen consistentemente en términos de su simplicidad, humildad, bondad, amabilidad y alegría. En efecto, mientras más conocemos sobre Benedicto XVI, más recordamos las bienaventuranzas que Cristo predicó durante su Sermón de la Montaña (ver Mt 5, POPE: COURTESY L’OSSERVATORE ROMANO

3-12): Bienaventurados los pobres de espíritu, los mansos, los que tienen hambre y sed de justicia, los misericordiosos, los nuestra cultura secular moderna limpios de corazón y los que trade consumismo y progreso materibajan por la paz. Y, al final: al, que con demasiada frecuencia “Alegraos y regocijaos”. ¿Sería pasa por alto la difícil situación de exagerado pensar que se nos ha los pobres y de quienes sufren. dado a “un Papa de las bienavenEn su ministerio turanzas” para guiar la El Papa pastoral también Iglesia en este nuevo la exhortación milenio? Benedicto XVI vemos ardiente de Cristo al El Catecismo de la finalizar las bienavenes un modelo Iglesia Católica nos “Vosotros recuerda que las bienpara el futuro turanzas: sois la luz del mundo. aventuranzas están “en el centro” de la enseñanza de la Iglesia y … Brille así su luz delante de los homde Jesús, que nos revelan su semblante y su caridad un regreso a los bres, para que vean vuestras buenas obras y que forman la base de fundamentos y glorifiquen a vuestro la esperanza cristiana del mensaje del Padre que está en los (1717). No nos debe sorcielos” (Mt 5, 14, 16). prender que las dos Evangelio Así se nos presenta en primeras encíclicas de el Papa Benedicto un Benedicto XVI, Deus modelo de vida cristiana en el Caritas Est (Dios es amor) y Spe nuevo milenio. Él es también un Salvi (Sobre la esperanza modelo para el futuro de la Iglesia cristiana), exploren nuestra comy un regreso a los fundamentos del prensión de Dios por medio de los mensaje del Evangelio. temas del amor, la caridad y la Las bienaventuranzas hablan esperanza. del poder transformador del Las bienaventuranzas nos Evangelio en la vida de los presentan también una profunda creyentes y en la vida del mundo. declaración moral, que en la época Este poder brilla en la vida y de Jesús sólo se puede comprender ministerio de Benedicto XVI. Es como el repudio a los valores connuestra esperanza que gracias a su vencionales relacionados con la visita a los Estados Unidos brille riqueza, la posición social, el con mayor intensidad en toda poder, la satisfacción personal y la América y en el mundo. felicidad. Aquí podemos ver refle¡Vivat Jesus! jado en el pontificado de Benedicto XVI una inquietud por los efectos deshumanizantes de c o l u m b i a /a b r i l 2 0 0 8 3


¡Bievenido, Santo Padre! Caballeros de Colón debe estar a la vanguardia en la bienvenida al Papa Benedicto XVI a los Estados Unidos POR EL OBISPO WILLIAM E. LORI, EL CAPELLÁN SUPREMO

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El Caballero Supremo y yo también tuvimos el privilegio de analizar con el Santo Padre su próxima visita a los Estados Unidos. Esperábamos pasar sólo unos pocos minutos con él, pero finalmente nuestra reunión duró casi 20 minutos. Él mostró un interés sincero por lo que le decíamos. He aquí a un hombre muy brillante que escucha con el amor de un tierno pastor.

UNA BENDICIÓN PARA LA IGLESIA La gente por lo general está consciente de que el Papa ha pasado gran omo lo parte de su vida estudiando y saben los lectores enseñando la fe de la Iglesia. regulares de esta Ha escrito más de 50 libros y columna, estamos numerosos artículos, y ha prorealizando una prenunciado innumerables dissentación sistemática cursos. Sus escritos son docdel Compendio del tos, minuciosos y a veces aleCatecismo de la gres, pero también son accesiIglesia Católica. Pero bles para la mayoría de los leccomo diría un presentores. Sobre todo, reflejan a tador de noticias de la una persona que conoce a televisión, EL OBISPO WILLIAM E. LORI Jesucristo no sólo de manera “Interrumpimos nuesCAPELLÁN SUPREMO intelectual, sino también en tra programación las profundidades de su alma. regular para dar un mensaje importante”; interrumpo así Nuevamente, el Espíritu Santo ha mi serie de columnas para añadir mi bendecido a la Iglesia con un pontívoz a las de ustedes en esta bienveni- fice extraordinario. Del 15 al 19 de abril, Estados da a nuestro Santo Padre, el Papa Benedicto XVI, a los Estados Unidos. Unidos dará la bienvenida a una persona que, en todos aspectos, es Justo antes de la Navidad, acomextraordinariamente competente y pañé a nuestro Caballero Supremo a posee una gran cantidad de caracuna visita al Vaticano, donde tuvimos el privilegio de reunirnos con el terísticas y virtudes humanas admirables, incluyendo el valor perPapa Benedicto XVI. El Santo Padre sonal de ser una voz que impone la nos saludó con cariño, habló inglés fe y la razón en el mundo actual. con fluidez, y con facilidad natural demostró su gran familiaridad con el Pero no sólo damos la bienvenida a un gran hombre. Damos la bienveniespíritu, carácter y labor de los da al vicario de Cristo y por consiCaballeros de Colón de todo el guiente debemos dedicar algún tiemmundo. Nos agradeció lo que llamó po a reflexionar sobre ese cargo que “el gran ejército” de Caballeros el Espíritu Santo le ha confiado. leales.

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Podríamos comenzar por preguntarnos de dónde provienen la misión y las responsabilidades del Papa. Una breve respuesta es de “Cristo”. Al comienzo de su vida pública, Cristo escogió a sus Apóstoles. Los instruyó y los envió al mundo para que pusieran en práctica su misión. La Escritura deja claro que San Pedro era el principal entre los doce Apóstoles, precedencia que le fue reconocida por los otros once durante la vida de Cristo en la tierra y luego de su muerte y resurrección. A través de los siglos, se ha ido desarrollando la forma en que la Iglesia comprende el papel del Papa. Fiel a la tradición, tanto el Vaticano I (1869-70) como el Vaticano II (196365) enseñan que “[e]l Papa, Obispo de Roma y sucesor de san Pedro, es el perpetuo y visible principio y fundamento de la unidad de la Iglesia. Es el Vicario de Cristo, cabeza del colegio de los obispos y pastor de toda la Iglesia, sobre la que tiene, por institución divina, la potestad plena, suprema, inmediata y universal” (Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica, 182). ¡Qué descripción de puesto! Algunas palabras de explicación podrían ayudar. LA LABOR DEL PAPA Primero, el Papa es el Obispo de Roma. Roma, reverenciada como el lugar donde Pedro y Pablo dieron la vida por Jesucristo, surgió como la sede (diócesis) preeminente de la Iglesia. Hoy, mediante un vicario general (el Cardenal Camillo Ruini), el Papa Benedicto vela por las necesidades pastorales de su ciudad y área circundante, a la vez antigua y moderna. Con tanta frecuencia como puede, visita las parroquias de Roma y ocasionalmente se reúne con el clero de Roma. Como sucesor de San Pedro, el Papa continúa el mandato que Cristo le dio a Pedro, un mandato que se extiende hasta el fin de los tiempos: específicamente, ser la “fuente visible y la base de la unidad de la Iglesia”. Jesús hizo a Pedro la cabeza reconocible de los Apóstoles y le dijo: “Yo he rogado por ti, para que tu fe no desfallezca. Y tú, cuando hayas vuelto, confirma a tus herw w w. ko f c .o r g


manos” (Lc 22, 32). Hasta el fin del mundo, el Señor continuará proveyendo un pastor universal para su Iglesia. Otorgará a este pastor el poder necesario para que fomente la unidad de la Iglesia: “un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo” (Ef 4, 5). Para cumplir con esta misión, el Señor ha otorgado al Papa “poder pleno, supremo, inmediato y universal”. Tal como enseña el Vaticano II, “…El Señor puso tan sólo a Simón como roca y portador de las llaves de la Iglesia (Mt., 16,18-19), y le constituyó Pastor de toda su grey (cf. Jn., 21, 15)” (Lumen Gentium, 22). Esto significa que el Papa puede intervenir en las diócesis de todo el mundo y reservarse diversos asuntos para sí mismo por el bien común de toda la Iglesia. Se debe subrayar que él cumple su misión primordialmente enseñando la fe, a veces de forma extraordinaria (consejos ecuménicos, definiciones solemnes),

pero con mayor frecuencia en cartas encíclicas, exhortaciones o en sus audiencias de los miércoles. Proclamando y enseñando sobre la fe es como se conduce a la gente hacia la oración y a la vida sacramental de la Iglesia. Con base en la fe se gobierna la Iglesia. El Papa enseña con autoridad en asuntos de fe y moral, no como persona privada, sino por virtud del cargo que ocupa. Él ha sido dotado con el don del “carisma seguro de la verdad” a fin de guardar y promover todo lo que Dios ha revelado. Tanto el Vaticano I como el Vaticano II enseñan que “cuando el Papa, usando su plena autoridad como pastor y maestro de todos los cristianos, define o declara precisamente doctrinas sobre la fe y la moral, y las presenta como enseñanzas que toda la Iglesia debe sostener como verdad, entonces, mediante la asistencia divina prometida a San Pedro,

Hombre católico del mes San Marcos, Evangelista (m. 67) Fiesta: 25 de abril

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an Marcos fue miembro de la primera comunidad cristiana en Jerusalén. Trabajó junto a San Pedro, predicando el Evangelio en Roma antes de llevarlo a Venecia y Alejandría, donde fue martirizado. A Marcos se le llama Evangelista porque escribió el primero de los cuatro relatos del Evangelio, aunque también predicó el Evangelio dondequiera que

viajaba. De la misma forma, todos somos llamados a proclamar el Evangelio por medio de la palabra y las obras. Se cree que el “hombre joven” en el Evangelio que se fue corriendo cuando arrestaron a Jesús es el mismo Marcos (Mc 14, 5152). Como nos lo recuerdan los ejemplos de los santos,

enseña con esa infalibilidad con la que Cristo quiso que su Iglesia estuviera dotada” (The Gift of Faith por el Arzobispo Donald Wuerl y otros, Our Sunday Visitor, 2001). Pero el Papa no supervisa la Iglesia solo. Él es el sucesor de San Pedro así como los Obispos de todo el mundo son los sucesores de los Apóstoles. Cuando nos referimos a los obispos de forma colectiva, hablamos del “colegio” episcopal. Ese colegio está unido con el Papa en el gobierno supremo de la Iglesia. Tal como enseñó el Concilio Vaticano II: “Así como, por disposición del Señor, San Pedro y los demás Apóstoles forman un solo Colegio Apostólico, de igual modo se unen entre sí el Romano Pontífice, sucesor de Pedro, y los Obispos sucesores de los Apóstoles” (Lumen Gentium, 22).

somos llevados asociada con un león, simhacia Cristo y bolizando el poder y el la esperanza de parentesco con Cristo. la gloria futura Siguiendo el ejemplo de mediante la Marcos, busquemos congracia y el vertirnos en verdaderos perdón de Dios discípulos de Cristo. y el don de la Recibamos y adoremos a perseverancia. Jesús en la Eucaristía, perEn la mitiéndole fortalecernos tradición católi- mientras vivimos y comparca, San Marcos timos el Evangelio. es llamado el “intérprete” de San Pedro. En su SU PLAN DE primera epístola, Pedro se refiere a Marcos como “mi ACCÍON hijo” (1 P 5, 13). Nosotros ESPIRITUAL también podemos mirar Visitar al enfermo con confianza hacia San esús sanó a los enferPedro y su sucesor, el Papa Benedicto XVI, como mos y consoló a los hijos espirituales. afligidos. Nosotros La figura de San podemos crecer en la fe y Marcos con frecuencia es la confianza cuando visita-

Intenciones del Santo Padre Ofrecidas en solidaridad con el Papa Benedicto XVI ➢➢ General — Que la complejidad de la sociedad actual no impida a los cristianos proclamar que la resurrección de Cristo es fuente de esperanza y de paz. ➢➢ Misión — Que los seminaristas de las Iglesias jóvenes adquieran una formación espiritual y cultural que los capacite para evangelizar sus pueblos y los del mundo entero. POPE: CNS PHOTO/L’OSSERVATORE ROMANO VIA REUTERS ST. MARK: RÉUNION DES MUSÉES NATIONAUX/ART RESOURCE, N.Y.

(Continua en la página 6)

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mos a los enfermos, escuchamos su sabiduría y aprendemos de su sufrimiento. ¿Has reconocido la oportunidad de responder a las necesidades de nuestros hermanos y hermanas enfermos? Medita sobre las palabras de Isaías 61, 1-3 y Marcos 10, 46-52. c o l u m b i a /a b r i l 2 0 0 8 5


De manera colectiva, los obispos junto con el sucesor de Pedro tienen a su cargo el cuidado de toda la Iglesia. El colegio episcopal, sin embargo, no actúa solo, sino en unión con el Papa, ya sea reunidos todos o separados por grandes distancias. En sus diócesis, los obispos ejercen un gobierno pleno y total en comunión con el Santo Padre. Después de todo, las diócesis (llamadas “iglesias particulares”) no son meras “sucursales” de la Iglesia universal, sino “encarnaciones” locales de ella. El sucesor de Pedro está siempre presente cuando un Obispo ejerce plenamente sus responsabilidades de enseñar, santificar y go-

bernar. El papel del Papa no disminuye el papel del Obispo local, sino más bien lo fortalece y lo confirma a fin de que la Iglesia en su diversidad pueda estar unida en la fe, en el culto y en el servicio. La visita del Papa Benedicto a los Estados Unidos fomentará y fortalecerá grandemente a los Obispos de nuestro país, al igual que fortalecerá a los sacerdotes, diáconos, religiosos y laicos. A LA VANGUARDIA En última instancia, el Papa y los Obispos en comunión con él han de ser signos vivos de la presencia y el cuidado de Cristo, el pastor eterno. Damos la bienvenida al Santo Padre

tal como lo haríamos con Cristo (ver Mt 10, 40). El Papa ha sido bendecido con numerosos dones magníficos que él ha puesto al servicio del Señor y de su Iglesia. Podemos mostrar nuestra gratitud por el don del Papa y de su cargo orando por nuestro Santo Padre, abriendo nuestros corazones a sus enseñanzas, y resolviendo ser testigos en nuestro mundo de la verdad y del amor de Jesucristo. El Papa ha reconocido a la familia de los Caballeros de Colón como un “gran ejército” de fe y caridad. Mantengámonos a la vanguardia al dar la bienvenida a este Papa extraordinario.

Nos trae a Cristo Bienvenida al Santo Padre en Su Visita Pastoral a los Estados Unidos POR EL ARZOBISPO DONALD W. WUERL DE WASHINGTON

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on gozo y entusiasmo llenos de fe damos la bienvenida a nuestro Santo Padre, el Papa Benedicto XVI, en su primera visita pastoral a los Estados Unidos como pastor de la Iglesia universal.

Nuestro gozo se basa en la realidad la fe que con tanto cariño profede que el Papa Benedicto XVI es el samos. sucesor de San Pedro en EL ECO DEL EVANGELIO DE su ministerio como VIDA DE CRISTO cabeza de la Iglesia y El Papa viene a nosotros Vicario de Cristo. como un prominente Nuestra entusiasta maestro de la fe. Su bienvenida nace del primera encíclica Deus reconocimiento de que es Caritas Est (Dios Es también el momento de Amor) nos recuerda que renovar nuestra fe y pro“la naturaleza íntima de fundizar nuestra esperanEL ARZOBISPO la Iglesia se expresa en za, mientras procuramos DONALD W. WUERL una triple tarea: anuncio llevar el Evangelio y la de la Palabra de Dios luz de Cristo al mundo. (kerygma-martyria), celebración de El Papa Benedicto nos confirma en los Sacramentos (leiturgia) y servinuestra entrega a Cristo y anuncia

Itinerario del Benedicto XVI • 15-20 de abril MARTES 15 DE ABRIL Llegada a la Base Aérea Andrews. Saludo del Presidente George W. Bush y su esposa. También estarán presentes dignatarios locales de la Iglesia y el Nuncio Apostólico. MIÉRCOLES, 16 DE ABRIL 10:30 a.m. El Presidente Bush y la Primera Dama reciben al Santo Padre en el prado sur de

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la Casa Blanca. Será apenas la segunda vez en la historia que un pontífice visite la Casa Blanca. Al finalizar la ceremonia de recibimiento se efectuará una reunión privada entre el Santo Padre y el Presidente, mientras se reúnen los dignatarios de los dos Estados.

en la Basílica del Santuario Nacional de la Inmaculada Concepción. Antes del servicio de oración, que se llevará a cabo en la cripta del Santuario, en el exterior habrá la oportunidad de tomar fotografías de la bienvenida pública al Papa a esta iglesia nacional.

5:30 p.m. Servicio privado de oración y reunión con los 350 obispos de los Estados Unidos

JUEVES, 17 DE ABRIL 10 a.m. El Papa ofrecerá Misa en el nuevo Estadio de los

Nacionales en Washington. Ésta será la primera actividad no relacionada con el béisbol en este parque. 5 p.m. Los presidentes de más de 200 colegios universitarios y universidades católicas en los Estados Unidos y superintendentes de las 195 diócesis católicas han sido invitados a un discurso del Papa Benedicto XVI sobre la importancia de la educación católica. La actividad será en el recinto de la

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cio de la caridad (diakonia). Son tareas que se implican mutuamente y no pueden separarse una de otra” (25). Mientras damos la bienvenida a nuestro Santo Padre, reflexionemos con él acerca de quiénes somos como miembros de la Iglesia y discípulos del Señor. En su exhortación apostólica postsinodal Sacramentum Caritatis (Sacramento de Amor), Benedicto nos enseña que “la Eucaristía nos hace descubrir que Cristo muerto y resucitado, se hace contemporáneo nuestro en el misterio de la Iglesia, su Cuerpo” (97). Estas profundas reflexiones espirituales sobre la Iglesia y la Eucaristía encuentran una bellísima resonancia en la encíclica más reciente de Benedicto, Spe Salvi (Sobre la Esperanza Cristiana). En el transcurso de su visita, nos dirigiremos al Santo Padre buscando su guía y su estímulo: para las familias que enfrentan los retos de una cultura que poco apoya el amor conyugal fiel; para los jóvenes, a muchos de los cuales Dios llama a la vida religiosa o al sacerdocio; y para las escuelas católicas, programas de educación religiosa e instituciones católicas de alta enseñanza. El mensaje de Benedicto XVI nos ayudará a no cejar en nuestros esfuerzos por construir una sociedad buena y justa

basada en los valores morales genuinos. El itinerario del Papa lo llevará a la capital del gobierno de nuestra nación (incluyendo una visita al Presidente George W. Bush), a reuniones con mis hermanos obispos, con educadores, y al diálogo con líderes de diferentes religiones. En Nueva York, el Papa dará en las Naciones Unidas su mensaje de paz y experiencia y se reunirá en oración con los jóvenes, sacerdotes, religiosos y seminaristas. En Washington y en Nueva York, Benedicto XVI celebrará misas al aire libre durante las cuales será eco claro de las palabras del Evangelio de vida y salvación de Cristo. REAFIRMACIÓN DE LA FE Al dar la bienvenida al Papa, tenemos especialmente en mente los signos positivos de la renovación de la Iglesia en los Estados Unidos, particularmente en nuestra labor de catequesis. La visita del Santo Padre fortalecerá nuestra entrega a la formación de la fe católica en todas sus formas. Al reunirnos alrededor del Vicario de Cristo, renovaremos nuestro sentido de entrega para hacer que los hilos, producto del encuentro con Cristo y su mensaje de vida, se entretejan en lo que es nuestra experiencia humana, nues-

tra sociedad y nuestra cultura. Lo que el Santo Padre nos trae es la reafirmación de nuestra fe católica, por lo cual lo saludamos llenos de gozo. En enero, Benedicto XVI envió un mensaje personal de estímulo a decenas de miles de jóvenes reunidos en Washington para la Reunión Anual de Jóvenes y la Misa por la Vida. Expresó su gratitud por la entrega de tantos jóvenes estadounidenses a la promoción del respeto por la dignidad y los derechos inalienables de cada ser humano, incluyendo los miembros más pequeños y más indefensos de nuestra familia humana. También nos expresó que espera con mucho anhelo su visita a los Estados Unidos y nos dio muestra de su afecto y su solidaridad en la oración. Ahora, al dar la bienvenida al Vicario de Cristo, sucesor de Pedro, Obispo de Roma, pastor de la Iglesia universal, lo hacemos con la firme convicción de que nos trae a Cristo. También sabemos que nuestra fe puede ser renovada y nuestra entrega al Señor confirmada por el cuidado del ministerio pastoral de nuestro querido Papa Benedicto XVI.

NUESTRO GOZO SE BASA en la realidad de que el Papa Benedicto XVI es el sucesor de San Pedro Universidad Católica de América, la única universidad en los Estados Unidos operada por los obispos.

10:45 a.m. El Papa Benedicto XVI se dirigirá a las Naciones Unidas, tras volar temprano por la mañana a Nueva York.

6:30 p.m. Budistas, musulmanes, sijs, hindúes, judíos y representantes de otras religiones se reunirán con el Santo Padre para un servicio de oración en el Centro Cultural Papa Juan Pablo II, cercano a la Universidad Católica.

6 p.m. Servicio de oración con líderes de comunidades cristianas no católicas en la Iglesia St. Joseph, fundada por católicos alemanes en Manhattan.

VIERNES, 18 DE ABRIL CNS PHOTO/NANCY WIECHEC

SÁBADO, 19 DE ABRIL 9:15 a.m. Misa para sacerdotes, diáconos y miembros de órdenes religiosas en la

Catedral de San Patricio en la Ciudad de Nueva York. 4:30 p.m. El Santo Padre se reunirá con jóvenes católicos, incluyendo 50 jóvenes con capacidades diferentes, en el Seminario St. Joseph en Yonkers. Se prevé que miles de jóvenes, incluyendo cientos de seminaristas, participarán en una concentración y servicio de oración y luego escucharán un mensaje del Papa.

DOMINGO, 20 DE ABRIL 9:30 a.m. El Santo Padre visitará la Zona Cero. 2:30 p.m. Misa en el Yankee Stadium para concluir esta visita histórica. 8 p.m. El avión Shepherd One (Pastor Uno) alza vuelo desde del Aeropuerto John F. Kennedy.

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Un abrazo lleno de amor para el mundo entero La visita del Papa Benedicto XVI a los Estados Unidos dará la oportunidad de que instruya a los 70 millones de católicos del país PORJOHN L. ALLEN JR.

A

ntaño, ser Papa significaba no sólo nunca tener que disculparse, sino nunca tener que hacer sus maletas. El protocolo era que aun los reyes y emperadores iban a ver al Papa; no él a ellos. En las raras ocasiones en que un Papa tuvo que dejar Roma, fue generalmente perseguido por una turba o un ejército invasor. Esta inmovilidad comenzó a esfumarse bajo el Papa Pablo VI, el primer pontífice de los tiempos modernos que viajó fuera de Italia. Pablo VI hizo nueve viajes escogidos por su valor simbólico, comenzó con la Tierra Santa y visitó cada continente al menos una vez. Sin embargo, fue el Papa Juan Pablo II quien hizo que los viajes formaran ya parte de los instrumentos del cargo papal, visitando 129 países en 104 viajes. Después de la elección de Juan Pablo II en 1978, se dijo que llegaría a ser no sólo el sucesor de Pedro sino también de Pablo, viajando por las carreteras y caminos del mundo moderno para evangelizar. El propio Papa Benedicto XVI se ha mostrado inesperadamente viajero, haciendo siete viajes en menos de tres años: ■ Colonia, Alemania, 18-21 de

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agosto de 2005, para la Jornada Mundial de la Juventud. ■ Polonia, 25-28 de mayo de 2006. ■ Valencia, España, 8-9 de julio de 2006, para la Jornada Mundial de las Familias. ■ Baviera, Alemania, 9-14 de septiembre de 2006. ■ Turquía, 28 de noviembre-1º de diciembre de 2006. ■ Brasil, 9-14 de mayo de 2007, para la V Conferencia General de Obispos de Latinoamérica y del Caribe. ■ Austria, 7-9 de septiembre de 2007. No cabe duda que su visita del 15 al 20 de abril a los Estados Unidos será su viaje más importante hasta la fecha: celebrará misas públicas en Washington y Nueva York, hará visitas de alto nivel al Presidente George Bush y al lugar donde estaban las Torres Gemelas, tendrá reuniones ecuménicas y con otras religiones, una reunión con los jóvenes, y la reunión tan esperada con la Asamblea General de las Naciones Unidas. Si el pasado puede servir de prólogo, una breve revisión de los primeros viajes de Benedicto puede dar alguna indicación acerca de lo que se puede esperar de él en tierra estadounidense. ¿POR QUÉ VIAJA BENEDICTO XVI? Para comenzar, hay una diferencia entre los viajes de Juan Pablo II y los

de Benedicto XVI, que vale la pena hacer notar. Cuando Juan Pablo II emprendió el camino, esperaba hacer historia en el presente. A Benedicto XVI, en cambio, no parece interesarle tanto obtener resultados inmediatos, sino fortalecer a largo plazo las bases de la fe en las comunidades que visita. Esa diferencia puede, en parte, reflejar las diferencias entre los retos que han enfrentado los dos pontífices. A principios de su papado, Juan Pablo II se encontró batallando contra una dictadura del bloque soviético. Benedicto XVI en cambio lucha contra una “dictadura del relativismo” en Occidente, mucho más amorfa. A la luz de ese reto, el centro del papado de Benedicto XVI, según el Secretario de Estado del Vaticano, Cardenal Tarcisio Bertone, es el fortalecimiento de la identidad católica en el contexto de un secularismo generalizado. No siempre resulta muy espectacular, pero es un tema que se repite en los viajes de Benedicto XVI. El discurso a la juventud en Polonia, en mayo de 2006, ofrece un claro ejemplo: “Cristo a menudo queda reducido a un montón de preguntas y a personas que uno no se atreve a mencionar públicamente en voz alta”, dijo Benedicto XVI. Y advirtió que “una fe sólida debe soportar las pruebas”. Durante sus viajes, Benedicto XVI parece haber desarrollado una doble estrategia para promover la identidad católica.

BENEDICTO XVI PROBABLEMENTE

se centrará en lo esencial de la fe, presentándola de una forma positiva w w w. k o f c .o r g


Ante el mundo exterior a la Iglesia, Benedicto XVI trata de combatir los prejuicios que se han formado durante siglos sobre la fe. Le preocupa el hecho de que, a menudo, los hombres y mujeres modernos conocen el catolicismo sólo como una caricatura, un sistema legalista de órdenes y mandatos. Su estilo es presentar, de una manera deliberadamente positiva, las bases de las doctrinas cristianas clásicas tales como el pecado, la redención y el juicio terrenal. Es como si quisiera despojar al mundo actual de su cubierta y retroceder El Papa Benedicto XVI abraza a un grupo de niños durante su visita un centro franciscano de rehabilitación de drogas en al tiempo en que la Guaratingueta, Brasil, el 12 de mayo de 2007. fe y la cultura se dividieron por primera vez durante la Ilustración. Alemania, para la Jornada Mundial Éste es un enfoque que se puede lla- de la Juventud en el 2005 — algunos mar “ortodoxia afirmativa”, que comentaristas esperaban un duro acentúa el profundo “sí” que subyace enfrentamiento con la política de tras el “no” específico de las izquierda, o una serie de quejas del Papa por la disminución de las vocaenseñanzas de la Iglesia. “El catolicismo es más que un ciones y las iglesias vacías. En camsimple código moral y una serie de bio, Benedicto XVI ofreció una medirequisitos y leyes”, dijo el Papa tación sobre la Eucaristía, que durante su viaje a Austria en sep- describió como una “fisión nuclear tiembre de 2007. “Es el regalo de una en el centro de la existencia”, que amistad que dura toda la vida y hasta produce una “reacción en cadena de actos de amor”. Colectivamente, en la muerte”. A veces casi poético, Benedicto dijo, estos pequeños actos de amor XVI dijo en Austria que en el corazón pueden transformar al mundo, de del Evangelio cristiano están los bra- hecho, constituyen la única fuerza zos abiertos de Jesús en la cruz, los que lo puede hacer. Sus viajes son muy ricos para la cuales se transforman en los brazos abiertos de los cristianos en oración y pastoral, pero generalmente no dan de los cristianos que abrazan al material para los grandes titulares en la prensa. mundo entero con amor. Por supuesto, no siempre ha sido así. A veces los viajes han motivado REGRESAR A LAS BASES Por otro lado, cuando visita a una controversias, como la tormenta que comunidad católica, el mensaje de estalló en el mundo islámico después Benedicto XVI generalmente se cen- de la conferencia de Benedicto XVI tra en los principios espirituales: la en la Universidad de Regensburg, el oración, la devoción, los sacramen- 12 de septiembre de 2006. Durante tos, la catequesis y la evangelización. su discurso, Benedicto XVI citó a un En el primer viaje de Benedicto emperador bizantino del siglo XIV XVI al extranjero — a Colonia, que había dicho que Mahoma “había ABOVE: CNS PHOTO/TONY GENTILE, REUTERS RIGHT: CNS PHOTO FROM CATHOLIC PRESS PHOTO TIMELINE: VARIOUS SOURCES INCLUDING USCCB AND CNS

Vida y Ministerio del Papa Benedicto XVI 16 de abril de 1927 Joseph Alois Ratzinger nació en Marktl am Inn, Baviera, Alemania, y fue bautizado el mismo día, Sábado Santo. 1939 Entró al seminario menor en Traunstein. 1941 Joseph Ratzinger cumplió 14 años y, como requería la ley de ese tiempo, se unió a la Juventud de Hitler. 1943 A la edad de 16 años, Joseph Ratzinger y el resto de su clase del seminario fueron reclutados para la brigada antiaérea alemana. Un año más tarde fue reclutado por la Legión Austriaca y recibió el entrenamiento básico en la infantería alemana. 1945 En la primavera, Joseph Ratzinger abandonó el ejército y regresó a su hogar en Traunstein. Fue detenido brevemente por las fuerzas americanas en un campo de prisioneros de guerra. Después de ser liberado, él y su hermano Georg reingresaron en el seminario. 1945 Estudió filosofía y teología en la Escuela Superior de Filosofía y Teología de Freising y en Herzogliches Georgianum, un instituto de teología asociado a la Universidad de Munich. 29 de junio de 1951 Joseph y su hermano Georg fueron ordenados sacerdotes por el Cardenal Faulhaber de Munich. 1952 Comenzó a enseñar en la Escuela Superior de Freising. 1953 En julio, el Padre Ratzinger recibió su doctorado en teología de la Universidad de Munich. El título de su tesis fue “El Pueblo y la Casa de Dios en la Doctrina de la Iglesia de San Agustín”. SIGUE PÁGINA 11

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difundido con la espada la fe que predicaba”. De la misma manera, estallaron protestas en Brasil cuando Benedicto XVI afirmó que Cristo no fue impuesto a los indígenas del Nuevo Mundo. (En ambos casos, Benedicto insistió que una minuciosa lectura de su texto puede sugerir más de una interpretación). Otras veces sus viajes han abierto nuevas relaciones, como la imagen de Benedicto XVI rezando con el Gran Muftí de Estambul en la famosa Mezquita Azul de la ciudad, en diciembre de 2006. Por lo general, sin embargo, esos escándalos son la excepción que confirma la regla. Dado que Benedicto XVI no sigue el juego de la prensa, la cobertura de los medios de comunicación a veces no alcanza a percibir la profunda lógica que dicta su itinerario. Por ejemplo, de su último viaje en el mes de mayo a Brasil surgieron tres grandes noticias: los improvisados comentarios del Papa a bordo del avión papal sobre la excomunión de los políticos partidarios del aborto a voluntad; su condena a los distribuidores de drogas en Fazenda Speranza, un centro rural para jóvenes adictos; y su crítica tanto al marxismo como al capitalismo en un discurso a los obispos de Latinoamérica. En la prensa, estos eventos se trataron por lo general de manera aislada, como si tuvieran poca relación entre sí. Sin embargo, para Benedicto XVI

todo estaba muy claro. El Papa expresó que tanto el aborto como las drogas y las falsas promesas ideológicas ilustran lo que sucede cuando una sociedad está construida etsi Deus no dartetur: como si Dios no existiera. Su argumento básico en Brasil, que expresó de varias formas cada vez que tomó la palabra, fue que sólo la fe en Dios, revelada en Jesucristo, puede verdaderamente sanar las heridas de la humanidad. No fue casualidad que tocara este tema en Brasil, que había sido el laboratorio para el movimiento de la teología de la liberación en el catolicismo, durante el período posterior al Concilio Vaticano II (1962-65). Benedicto XVI siempre ha creído que la teología de la liberación, en sus formas más extremas, ha puesto la esperanza de la redención en los políticos en vez de en Cristo. Durante la misa de canonización de Frei Galvão, el primer santo nacido en Brasil, el Papa ofreció una clásica formulación de su pensamiento a este respecto: “Sólo de los santos y de Dios viene la verdadera revolución, que es la condición definitiva para cambiar al mundo”. Este fue un mensaje profundo y provocativo, pero toma algún tiempo asimilarlo. Dado que Benedicto XVI no apunta a resultados a corto plazo, a menudo es complicado evaluar el impacto de sus viajes en los lugares que ha visitado.

IMPACTO PAPAL Una forma tradicional de medirlo es por la cantidad de asistentes, y las cifras del Papa han sido muy variables. Inmensas multitudes saludaron a Benedicto XVI en Colonia y en Polonia, pero en otras ocasiones la concurrencia ha sido escasa. En Austria que es mayormente católica, por ejemplo, la audiencia más grande del Papa fue apenas superior a las 30,000 personas. En Brasil, el país católico más grande del mundo, sólo 200,000 asistieron a la misa del Papa al aire libre en Aparecida, el santuario Mariano más grande del Hemisferio Sur. (El Vaticano había proyectado la asistencia de un millón). Aunque sea algo difícil de cuantificar, los peregrinos dicen que se sienten inspirados hacia una fe más profunda: “busco a un padre espiritual”, dijo una joven polaca en el 2006, “no a una estrella de rock”. Por su parte, Benedicto XVI parece indiferente a las normas convencionales del éxito. Reflexionando sobre su viaje a Brasil con un grupo de sacerdotes del Norte de Italia durante el verano pasado, calificó las medidas cuantitativas de “falsa esperanza”, insistiendo en que “las estadísticas no son nuestra divinidad”. En vista de todo esto, ¿qué se debe esperar cuando Benedicto XVI venga a los Estados Unidos? En una palabra, más de lo mismo. Benedicto XVI probablemente se centrará en lo esencial de la fe, presentándola de una forma positiva, lo cual significa que aquellos que buscan un gran enfrentamiento probablemente que darán desilusionados. Por otra parte, Benedicto XVI también está muy consciente que, dependiendo de lo que Dios le tenga reservado, éste podría ser su único viaje a los Estados Unidos, pues cumplirá 81 años cuando esté en Washington. Seguramente preparará sus mensajes cuidadosamente y El Papa Benedicto XVI observa a una paloma en vuelo desde su apartamento al finalizar la oración del Ángelus el 27 de enero en el Vaticano. El Papa dejó libre a dos palomas blancas como símbolo de paz.


aprovechará esta excelente oportunidad para hablar directamente a la “principal nación” del mundo. Si el Papa dice algo polémico, puede ser por accidente. En cambio, lo que diga con toda intención será un rico entramado de enseñanzas que sólo este Papa erudito es capaz de aportar. En cierta forma, Benedicto

XVI continúa siendo en el fondo un catedrático, y por seis días en abril, Estados Unidos será su aula.

Vida y Ministerio

John L. Allen Jr. es corresponsal del National Catholic Reporter (Reportero Nacional Católico) y autor de The Rise of Benedict XVI (El Ascenso de Benedicto XVI) (Doubleday, 2005). Ha acompañado al Papa Benedicto, hasta la fecha, a todos los viajes que ha hecho al extranjero.

1957 Obtuvo el permiso para enseñar en la universidad. Escribió su disertación sobre “La Teología de la Historia de San Buenaventura”. 1959 Comenzó a enseñar como profesor de tiempo completo de teología fundamental en la Universidad de Bonn. El 23 de agosto falleció su padre. 1962-65 Participó en las cuatro sesiones del Concilio Vaticano II como experto consejero en teología del Cardenal Joseph Frings de Colonia, Alemania. 1963 Comenzó a enseñar en la Universidad de Münster. El 16 de diciembre falleció su madre. 1966 Aceptó la cátedra de teología dogmática en la Universidad de Tübingen. 1969 La violenta ola de sublevaciones estudiantiles, principalmente por ideologías marxistas y el rechazo a la religión tradicional, inquietó al Padre Ratzinger. Desilusionado por la atmósfera liberal de Tübingen regresó a Baviera para enseñar en la Universidad de Regensburg. 1972 Junto con Hans Urs von Balthasar, Henri de Lubac y otros renombrados teólogos, fundó la revista trimestral “Communio” de teología católica. 25 de marzo de 1977 Fue nombrado arzobispo de Múnich y Freising por el Papa Pablo VI. 28 de mayo Fue ordenado obispo. El Padre Ratzinger fue el primer sacerdote diocesano, en 80 años, en asumir el gobierno pastoral de la arquidiócesis bávara. Escogió como lema episcopal: “Cooperadores de la Verdad”. 27 de junio Fue elevado al Colegio de Cardenales por el Papa Pablo VI. Fue

Vive las Verdades de su Nombre Benedicto: Un nombre poderoso con una historia igualmente poderosa POR CARMEN ACEVEDO BUTCHER

¿Q

ué significa un nombre? En una fe que se predica por la Palabra del Evangelio de Juan, significa todo. La Biblia enfatiza el poder de todo lo que tiene que ver con el lenguaje y si analizamos en el Nuevo y el Antiguo Testamento el acto de nombrar, el significado de los nombres y específicamente los cambios de nombre (como el que experimenta un cardenal cuando es elegido papa), se hace presente la bondad de Dios y la bendición de la salvación divina. Una de las primeras lecciones de las Escrituras nos enseña la autoridad asociada con acto de nombrar. Dios lleva ante Adán el ganado, los animales salvajes y los pájaros que acaba de crear, para que los bautice; esto es un símbolo poderoso de nuestra responsabilidad hacia la tierra y LEFT: CNS PHOTO/L’OSSERVATORE ROMANO RIGHT (FROM TOP): ALL CNS PHOTO/CATHOLIC PRESS PHOTO, FROM KNA

hacia todas sus criaturas. Más tarde, el nombre de Abraham, que significa “padre (ahh) de multitudes (raham)” representa la divina vocación de este primer patriarca hebreo. Luego Jacob (el que “ase por el talón”, el que te “va a hacer tropezar”) le arrebató el derecho de primogénito a su hermano Esaú; pero en Peniel, el embustero luchó con un ser sin nombre — lo cual es significativo —, una misteriosa y poderosa criatura celestial que luego dio un nuevo nombre a Jacob, “Israel” o “yisra’el” en hebreo, que se deriva de sara, “que luchó con” y El, “Dios”. El nuevo nombre indica que este líder hebreo acabó por aceptarse a sí mismo y su identidad ante Dios, y que a partir de ese momento llevaría una vida santa. Algo similar sucedió con el veleidoso pescador llamado Simón (del hebreo “Shim’on” que significa “oír”). Parece que estaba dispuesto a escuchar y obedecer todo lo que “oía” o "escuchaba" en el momento, como lo demostró al negar a Jesús; pero cuando Jesús lo hubo bautizado con el nombre de “Pedro”, se transformó en la “roca” o “piedra angular”, sobre la que está edificada la Iglesia de la paz, según el Evangelio de San Mateo (cf. Mt 16). Los especialistas en la Biblia también enfatizan que el significado del nombre

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judío Jesús, que era muy común, tiene su origen en Yeshua, que significa “Dios salva”. En la mente de los antiguos, una palabra no es una simple etiqueta. Un nombre no se limita a identificar a una persona en el mundo; para ellos participa de manera misteriosa en la esencia de lo que representa. Es lo que simboliza. Las palabras conectan lo visible, personas y cosas específicas, con la realidad invisible y universal. Por lo tanto, cuando Juan poéticamente da a Jesús el nombre de “el Verbo” en el primer capítulo de su Evangelio, las propias palabras de esa frase, “el Verbo”, se perciben como el “Logos”, “Jesús”, “Amor”, de una manera inmediata y mística, que quizás se ha perdido en nuestra mente moderna. Tomando en cuenta la importancia de los nombres, podemos analizar por qué el Santo Padre número 265, ex Cardenal Joseph Alois Ratzinger, escogió el nombre de “Benedicto” para servir como cabeza de la iglesia cristiana con mil millones de fieles muy diversos. Benedicto es un nombre poderoso con una historia igualmente poderosa, que comenzó en el siglo V con San Benito, y ahora guía al Papa, quien ya había sido bautizado con nombres muy adecuados. Para comprender las profundas resonancias del nombre que escogió, primero debemos comprender los nombres de pila que recibió el Papa Benedicto XVI.

ARMONÍA Y BENDICIONES El Sábado Santo, 16 de abril de 1927, en un pequeño pueblo de la Alta Baviera llamado Marktl am Inn (“Pequeño Mercado cerca del Río Inn”), los orgullosos padres de un recién nacido, Joseph Ratzinger, oficial de policía, y su esposa Mary, dieron el nombre de Joseph a su último hijo. En hebreo, Joseph significa “Dios te dará más”, una frase que expresa su gratitud por este pequeño bebé, el más reciente “regalo” (o “bendición”) del Dios amoroso y generoso que siempre “da más”. A menudo llamamos bendiciones a los dones espirituales y físicos de Dios, y los padres del futuro papa sabían que el nombre Joseph recordaría constantemente a su hijo la naturaleza infinita de la bondad de Dios. Aunque Dios nos demuestra diariamente su amor al darnos muchas bendiciones, es muy fácil ignorarlas y pensar que es algo natural. Pero tener un nombre que significa “bendición” es en sí un motivo bendito para recordar la gratitud. Para el Papa Benedicto XVI, su nombre de pila Joseph es también una sólida conexión entre su Padre celestial y su progenitor terrenal, y debe recordarle que la comunidad es

posible cuando existe armonía entre lo divino y lo ordinario. Sus devotos padres sabían que el nombre de Joseph era un buen legado espiritual para un recién nacido, porque también era el nombre del hijo favorito de Jacob, quien, al aprender la humildad y el perdón, maduró hasta convertirse en un gran líder de Egipto, un unificador durante los difíciles años de sequía y hambruna (cf. Gen 41). Se suma a la riqueza del primer nombre del Papa su segundo nombre, que es Alois; en alemán significa “sabiduría”, y Ratzinger sugiere el “buen consejo”, puesto que en alemán Rat significa “consejo”. Los nombres que recibió Joseph Alois Ratzinger a su nacimiento son aún más interesantes si tomamos en cuenta que el nombre Benedicto refiere a “hablar bien de alguien, elogiar a alguien” del latín benedicere (bene que significa “bien” y la raíz dicere que significa “hablar”). Otro sinónimo de benedicere es “bendecir”, por lo cual el nombre Benedicto en latín complementa el nombre hebreo Joseph (“Dios da más”), porque ambos enfatizan la idea de “bendición”, aunque de manera diferente ...

BENEDICTO es un nombre poderoso con una historia igualmente poderosa, que comenzó en el siglo V con San Benito


PROFETA DE LA PAZ Una persona tan erudita como el ex Cardenal Joseph Ratzinger estaba bien consciente de esta profunda historia lingüística de bendición, ya que cuando el Papa Juan Pablo II falleció el 2 de abril de 2005, Ratzinger rindió varias veces un elocuente homenaje a su gran amigo, enfatizando el poder de la palabra y de la acción de “bendecir”: Ninguno de nosotros olvidará jamás cómo en ese último Domingo de Pascua de su vida, el Santo Padre, marcado por el sufrimiento, se asomó una vez más a la ventana del Palacio Apostólico y por última vez impartió su bendición “urbi et orbi” (a la ciudad y al mundo). Podemos estar seguros que nuestro querido Papa permanece hoy en la ventana de la casa del Padre, desde donde nos mira y nos bendice. ¡Sí, bendícenos Santo Padre! Encomendamos tu querida alma a la Madre de Dios, tu Madre, que te guió cada día y que ahora te guía a la gloria eterna de su Hijo, nuestro Señor Jesucristo”. (Énfasis del autor). Dos semanas más tarde, el 19 de abril, el Cardenal Ratzinger fue elegido como Obispo de Roma, adoptando el nombre de Benedicto XVI, y el 24 de abril, Benedicto XVI fue formalmente instalado como Papa. Tres días más tarde tuvo su primera audiencia en la Plaza de San Pedro, y ante más de 15,000 personas explicó sus razones para escoger ese nombre: “Deseo hablar del nombre que escogí al llegar a ser el Obispo de Roma y pastor de la Iglesia universal. Escogí el nombre Benedicto XVI especialmente como un enlace con el venerable pontífice, Benedicto XV, quien guió la Iglesia a través de los turbulentos tiempos de la Primera Guerra Mundial. Él fue un verdadero y valiente profeta de la paz que luchó incansable y valientemente, primero (Izquierda) El Papa Benedicto XVI ora frente a la tumba del Papa Benedicto XV en la cripta de la Basílica de San Pedro en el Vaticano el Día de los Muertos el 2 de noviembre de 2005. (Arriba) San Benito de Nursia escribiendo la Regla Benedictina.

para evitar el drama de la guerra y luego para limitar sus terribles consecuencias. Pongo mi ministerio sobre sus huellas, al servicio de la reconciliación y de la armonía entre los pueblos, profundamente convencido que el gran bien de la paz es, ante todo, un regalo de Dios, un regalo frágil y precioso que se debe invocar, cuidar y fortalecer día a día, con la contribución de cada uno”. “El nombre Benedicto también evoca la figura extraordinaria del gran “patriarca de la vida monástica en occidente”, San Benito de Nursia. La expansión progresiva de la Orden Benedictina que él fundó ejerció una enorme influencia en la difusión del cristianismo en el continente europeo. Por esa razón, San Benito es muy venerado en Alemania y especialmente en Baviera, mi pueblo natal; él constituye un punto fundamental de referencia para la unidad de Europa y una poderosa evocación de las irrefutables raíces cristianas de la cultura y civilización europea”. El Papa Benedicto XVI dijo que escogió “Benedicto” porque es un nombre asociado con dos cristianos que trabajaron por la paz del mundo: el Papa Benedicto XV y San Benito. Las noticias principales de los primeros días de su papado confirman que este Papa se centró en la bendición y la reconciliación: “El Papa Plantea Acercamientos con la Iglesia Ortodoxa en una Peregrinación Inaugural” (Noticiero CBS, Canadá), “El Papa predica la unidad en su primer viaje oficial” (Noticiero Myrtle Beach Sun) y “El Papa desea estrechar relaciones con Otras Iglesias” (International Herald Tribune). El Papa Benedicto XVI dedica sus esfuerzos a vivir el verdadero significado de su nombre. Carmen Acevedo Butcher es profesora de Literatura Medieval y del Renacentista en la Universidad Shorter de Roma, Ga. Este artículo se ha extraído con el permiso correspondiente, de su libro “Man of Blessing: A Life of St. Benedict” (Hombre de Bendiciones: La Vida de San Benito) (Paraclete Press © 2006, www.paracletepress.com).

LEFT AND RIGHT (TOP): CNS PHOTO/L’OSSERVATORE ROMANO ABOVE: PORTRAIT BY HERMAN NIEG; RIGHT (BOTTOM): CNS PHOTO FROM REUTERS

Vida y Ministerio VIENE DE LA PÁGINA 9

asignado a la Iglesia Santa María de la Consolación en el Tiburtino. 25-26 de agosto de 1978 Participó en el cónclave que eligió a Juan Pablo I. 15-16 de octubre Participó en el cónclave que eligió al Papa Juan Pablo II. 1980 El Papa Juan Pablo II le pidió que dirigiera la Congregación de Educación Católica en el Vaticano. Él no acepto. 25 de noviembre de 1981 El Papa Juan Pablo II nombró al Cardenal Ratzinger Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, Presidente de la Comisión Bíblica Pontificia y Presidente de la Comisión Teológica Internacional. 5 de abril de 1993 Fue elevado por el Papa Juan Pablo II a la Orden de Obispos dentro del Colegio Cardenalicio, asignándole la suburbicaria (titular) de Velletri-Segni. 1986-1992 Sirvió como Presidente de la Comisión para la Preparación del Catecismo de la Iglesia Católica. 6 de noviembre de 1998 El Papa Juan Pablo II aprobó la elección del Cardenal Ratzinger como Vicedecano del Colegio Cardenalicio. 13 de noviembre de 2000 Fue nombrado académico honorario de la Academia Pontificia de las Ciencias. abril de 2005 Después del fallecimiento de Juan Pablo II, renunció como Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe y participó en el cónclave para elegir al próximo Papa (18-19 de abril).

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Para que Dios resulte creíble Las enseñanzas del Papa Benedicto XVI rechazan el relativismo y defienden la racionalidad de la fe POR LESLEY RICE

“T

oma forma una dictadura del relativismo que no reconoce nada que sea definitivo y que deja como última medida solo al propio yo y a sus deseos”. La observación incisiva del Cardenal Joseph Ratzinger al colegio de Cardenales antes del inicio del cónclave de abril de 2005 captó la atención del mundo y presagió lo que se convertiría en una labor central de su pontificado: recordarles a la Iglesia y al mundo la gran dignidad del hombre articulando la relación entre la fe y la razón, entre la verdad y el amor El interlocutor del Papa Benedicto XVI cuando reflexiona sobre el significado de la fe y la naturaleza de la racionalidad es el mundo contemporáneo, que en su mayoría ha escuchado el Evangelio pero no lo ha hecho suyo. Un vistazo a las sociedades occidentales — cuya influencia en esta era de la globa-lización llega mucho más allá de sus fronteras geográficas — revela que lo que se valora es la tolerancia, mientras se teme, desprecia o ignora la verdad sobre las interrogantes fundamentales de la existencia humana. ¿Cómo puede el relativismo, que parece dar cabida a la coexistencia de todos los puntos de vista, llamarse dictadura, o régimen represivo? ¿y qué tiene esto que ver con la fe cristiana?

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Como su predecesor Juan Pablo II, Benedicto XVI fue testigo tanto de los efectos deshumanizantes de las dictaduras del siglo XX como del acontecimiento profundamente eclesial del Concilio Vaticano II. El concilio buscó renovar la Iglesia recuperando la riqueza de sus fuentes — las Escrituras, los Padres de la Iglesia, los santos — e ir al mismo tiempo al encuentro del mundo contemporáneo maltrecho y tumultuoso, con estas riquezas a la mano. Pero la búsqueda de una forma adecuada de enlazar un mundo ferozmente protector de su autonomía y una Iglesia firmemente confiada en Jesucristo ha sido la constante labor de las décadas posteriores al concilio. LA PALABRA [LOGOS] SE HIZO CARNE En su mensaje de Navidad a la curia romana en 2005 — una oportunidad anual para que el Papa haga un repaso de los sucesos del año que termina — Benedicto XVI ofreció su propia respuesta al intrincado asunto de la relación entre la Iglesia y el mundo. “ El Papa señaló que este “problema perenne” del encuentro entre la fe y la razón caracterizó los primeros años del cristianismo tanto como nuestra propia época. Esto se expresa en la admonición de la Primera Carta de Pedro: estén “siempre dispuestos a dar respuesta a todo el que os pida razón [logos] de vuestra esperanza” (3, 15). Esta exhortación nos recuerda las primeras palabras del Evangelio de Juan, que — tal como lo señaló Benedicto XVI en su discurso de 2006 en la Universidad de Ratisbona, Alemania — da un nuevo significado a las líneas iniciales del libro del Génesis para ilustrar la identidad de Jesús de Nazaret: “En el principio existía la Palabra [logos], y la Palabra

estaba con Dios, y la Palabra era Dios. Ella estaba en el principio con Dios. Todo se hizo por ella y sin ella no se hizo nada de cuanto existe”. En estas cortas oraciones, San Juan une la noción bíblica de la creación del mundo por Dios con el concepto filosófico griego logos (palabra, razón, racionalidad). Este vínculo expresa tanto que Jesús es divino como que Dios es racional. Dios estableció el mundo de acuerdo con su propio logos, y en Jesús el fundamento divino de la razón entró al orden que Él creó para dar luz al mundo: “Y la Palabra [logos] se hizo carne y puso su morada entre nosotros, y hemos contemplado su gloria…” Juan, quien escribió a fines del Siglo I, tenía una noción de la razón muy diferente de la que predomina hoy. El antiguo sentido de la razón comprendía el orden del universo, la capacidad del hombre de percibir este orden, y el acto creador de Dios como fuente perdurable de este orden. Lo que está implícito en esta forma de ver la razón es que nuestra capacidad para percibir el orden del mundo nos pone en contacto con el Creador del mundo. La riqueza de esta idea de la razón — una facultad que busca conocer no sólo cómo funciona el mundo sino también por qué funciona, por qué existe — se ilustra con un ejemplo de Spe Salvi, la encíclica más reciente del Papa sobre la virtud de la esperanza. Benedicto SVI se refiere a la antigua práctica cristiana de adornar las tumbas con representaciones de Jesús como filósofo: “En esa época la filosofía no se veía como una difícil disciplina académica … Más bien, el filósofo era la persona que sabía enseñar el arte fundamental: el arte de ser auténticamente humano, el arte de vivir y morir.” En este sentido, el ejercicio de la razón — que incluía la observación, el descubrimiento y la invención — encontraba su fin último en la búsqueda del orden del mundo. UNA REDUCCIÓN DE LA RAZÓN En Ratisbona, Benedicto XVI expresó que la noción de la razón ha cambiaw w w. k o f c .o r g


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do a través del tiempo. La forma antigua de comprenderla, tal como funcionaba en el Evangelio de Juan, es muy diferente del concepto que rige en la actualidad. Ahora hay una “limitación autoimpuesta”, una falsa modestia en la que el poder de la razón humana para acercarse a Dios se trivializa, se pasa por alto o se rechaza de plano, en favor de la creciente capacidad del hombre para ejercer la providencia por sí mismo, por así decirlo, mediante la tecnología. Mientras que el Papa claramente indicó en Ratisbona que los

avances de la ciencia han producido mejoras valiosas, expresó su profunda inquietud de que el hábito de pensamiento generalizado que equipara lo racional con lo empíricamente probable sea de hecho un error profundamente deshumanizante. A fin de cuentas, es incoherente un concepto de la razón que se limita a sí misma a los datos de los sentidos y las pruebas experimentales. Una noción puramente científica de la razón depende de la racionalidad del mundo y la accesibilidad del orden del mundo a la mente del hom-

‘NECESITAMOS HOMBRES QUE mantengan los ojos fijos en Dios, aprendiendo de Él lo que significa la verdadera humanidad’ ABOVE: CNS PHOTO/ALESSIA GIULIANI, CATHOLIC PRESS PHOTO RIGHT (TOP): CNS PHOTO BY NANCY WIECHEC (BOTTOM): CNS PHOTO/L’OSSERVATORE ROMANO FROM REUTERS

19 de abril Fue elegido como el Papa 265. Adoptó el nombre de Benedicto XVI en honor a San Benito, el fundador de la vida monástica en occidente, y de Benedicto XV, que fue Papa durante la Primera Guerra Mundial y promotor de la paz. 24 de abril Benedicto XVI fue formalmente instalado como Papa. 2 de mayo Celebró una misa para marcar un mes del fallecimiento del Papa Juan Pablo II y más tarde hizo una visita privada a la tumba del difunto pontífice. 12 de mayo Primera reunión con el cuerpo diplomático acreditado a la Santa Sede. 13 de mayo Anunció la supresión del periodo normal de espera de cinco años para que iniciara la causa de canonización del Papa Juan Pablo II. 29 de mayo Primer viaje por Italia y misa afuera de Roma como Papa Benedicto XVI. La misa fue celebrada en Bari, Italia, y marcó la conclusión de la semana del Congreso Eucarístico de Italia. 9 de junio Reunión en el Vaticano con 25 líderes de las organizaciones judías más importantes del mundo. 16 de junio Dio la bienvenida al Vaticano a una delegación del Consejo Mundial de Iglesias. 28 de junio Publicó el Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica, que estuvo encargado de producir en su anterior cargo como Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe. 1º de julio Recibió en el Vaticano al Caballero Supremo, Carl A. Anderson, y al Capellán Supremo, Obispo William E. Lori, en una audiencia privada. 18-21 de agosto Primer viaje apostólico al extranjero y regreso a su patria como Papa. Viajó a Colonia, Alemania, para la Jornada Mundial de la Juventud. SIGUE EN LA PÁGINA 17

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bre, y aun así no logra reconocer la fuente y garantía de esta inteligibilidad: el Creador. Esta noción reducida de la razón oscurece la relación entre el hombre y Dios. También sirve para dejar fuera de la vida pública la experiencia religiosa, que por naturaleza no se limita a observar y medir a través de los sentidos. La religión queda así reducida a una faceta opcional de la esfera privada, sin implicaciones para la comunidad en su conjunto. Como consecuencia, explica el Papa, la conciencia se vuelve subjetiva, de tal forma que cada persona decide por sí misma lo que es ético y lo que no lo es. En vez de limitarse a permitir la coexistencia pacífica de puntos de vista diferentes, el relativismo se impone a sí mismo como la única forma aceptable de afirmar a la gente en sus diferencias. Por el contrario, Benedicto XVI enseña que la verdad — y la búsqueda de ella — es lo que a la vez eleva y unifica a los seres humanos, con todas sus diferencias. El relativismo es lo que separa a las personas, al negar la posibilidad misma de que busquen una verdad común, auténtica, accesible a toda persona mediante la razón. El agnosticismo público del relativismo es lo que promueve el individualismo radical y, por consiguiente, el aislamiento y la enajenación. La noción cristiana de la verdad ha sido enriquecida por siglos de diálogo con la filosofía, y se ha propuesto a todos los pueblos, pero es a la vez única entre las tradiciones filosóficas y religiosas. La verdad, para un cristiano, no es sencillamente un sistema filosófico ni una colección de dogmas. Jesús dijo: “Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida” (Juan 14, 6). Benedicto XVI nos invita a hacer nuestros los “vastos horizontes” de la razón. Son vastos porque lo que la razón finalmente busca es a Dios, quien nos creó, vino

a nosotros y quiere que ser conocido. “La Palabra [logos] se hizo carne y puso su morada entre nosotros”. VIENDO CON LOS OJOS DE LA FE En su libro de 1994 Una mirada a Europa, el Cardenal Ratzinger explicó la respuesta a Cristo en la fe como el cumplimiento de la razón: “La fe no significa renunciar a la razón por las limitaciones de nuestro conocimiento; no es retirarse a lo irracional ante los peligros de una razón meramente instrumental. La fe no es una expresión de cansancio y huida, sino que es el valor de existir y un despertar a la grandeza y al alcance de lo que es real. La fe es un acto de afirmación; está fundamentada en el poder de un nuevo Sí, que se hace posible al hombre cuando es tocado por Dios… El mysterium, como lo ve la fe, no es irracional sino que llega a las profundidades máximas de la razón divina… Es la razón creadora, el poder del conocimiento divino que otorga significado. Sólo desde este comienzo puede uno comprender correctamente el misterio de Cristo, en el que la razón puede entonces verse como lo mismo que el amor”. Es cierto que la fe — el conocimiento de Dios — no puede ser sometida a una prueba experimental. Pero lo que esto nos demuestra es que la fe no es una forma inferior de conocimiento, sino que la verificabilidad experimental no es el nivel máximo de la racionalidad. Como escribió el Cardenal Ratzinger, la fe no es irracional ni está separada de la experiencia real. La Primera Carta de Juan muestra cuán fundamental era la experiencia de los discípulos — la evidencia de sus sentidos, la interpretación de su razón, la apertura de su espíritu — para su fe en Jesús y para su labor de expansión de la Iglesia. “Lo que existía desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos

‘SÓLO POR MEDIO de los hombres que han sido tocados por Dios puede Dios volver para estar con la humanidad’ 16

visto con nuestros ojos, lo que contemplamos y tocaron nuestras manos acerca de la Palabra de vida, — pues la vida se manifestó, y nosotros la hemos visto y damos testimonio y os anunciamos la Vida eterna, que estaba vuelta hacia el Padre y que se nos manifestó — lo que hemos visto y oído os lo anunciamos para que también vosotros estéis en comunión con nosotros. Y nosotros estamos en comunión con el Padre y con su Hijo, Jesucristo. Os escribimos esto para que nuestro gozo sea completo” (1 Juan, 1, 1-4). Pero ¿qué pasa con quienes no ven a Jesús con sus ojos ni lo tocan con sus manos? ¿Qué experiencia — qué evidencia y qué razón — hace que el Evangelio sea creíble para ellos? Aquí la naturaleza social y eclesial de la fe se torna evidente: Son otras personas — aquéllos a quienes ha captado el amor de Cristo, el Logos cuyo amor es el fundamento del mundo — quienes son en sí mismas la credibilidad de la fe, en el amor que han recibido y que irradia hacia sus hermanos y hermanas. El Cardenal Ratzinger explicó en un discurso en Bassano, Italia: “Nuestro conocimiento de Dios está basado esencialmente en… una confianza que se convierte en participación y que posteriormente es verificada mediante la experiencia de la vida de cada individuo. La relación con Dios es también, y de hecho, antes que nada, una relación con los hombres; está basada en una comunión entre los hombres” (“¿Qué significa creer?” en Christianity and the Crisis of Cultures [El Cristianismo y la crisis de las culturas], Ignatius, 2006). La comprensión de nuestra comunión con otros y con Dios como la realización plena de la racionalidad no deja sin sentido el conocimiento y la tecnología científica. Por el contrario, esta comunión — y el logos de amor que implica — enriquece cada forma de razón mientras trabajamos juntos por el bien común. Pero la posibilidad de una comunión con Dios y con otros en Cristo se hace creíble sólo mediante el testimonio de quienes han experiw w w. k o f c .o r g


mentado por sí mismos esta amistad. Es por ello que varias semanas antes de su elección como Papa, en un discurso en honor a San Benito de Nursia, quien se convertiría en su homónimo, el Cardenal Ratzinger hizo un llamado a un testimonio de esa naturaleza: “Lo que más necesitamos en este momento histórico son personas que hagan creíble a Dios en este mundo por la fe iluminada en la que viven. El testimonio negativo de los cristianos que han hablado de Dios pero vivido de forma contraria a Él ha oscurecido la imagen de Dios y ha abierto la puerta a la incredulidad.

“Necesitamos hombres que mantengan los ojos fijos en Dios, aprendiendo de Él lo que significa la verdadera humanidad. “Necesitamos hombres cuyo intelecto sea iluminado por la luz de Dios, hombres cuyo corazón esté abierto a Dios, para que su intelecto pueda hablar al intelecto de los otros y que su corazón pueda abrir el corazón de los otros. Sólo por medio de los hombres que han sido tocados por Dios puede Dios volver para estar con la humanidad.” Lesley Rice se graduó en 2006 del Instituto Pontificio Juan Pablo II para Estudios sobre el Matrimonio y la Familia en Washington, D.C.

El Evangelio de la familia La familia es el primer medio ordinario del encuentro con la humanidad POR DAVID S. CRAWFORD

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n sus tres años como pontifice, el Papa Benedicto XVI ha hablado con frecuencia y profundidad sobre la centralidad del matrimonio y la familia en la vida y misión de la Iglesia. Lo que él ha enseñado hasta el momento muestra una continuidad clara con el rico desarrollo de esas ideas como las presentó el Papa Juan Pablo II. Al mismo tiempo, sin embargo, Benedicto XVI ha mostrado su propio enfoque y sus inquietudes sobre la relación del matrimonio y la familia con la Iglesia y el mundo del presente.

EL TEMA DEL RELATIVISMO Podemos empezar por examinar las ideas de Benedicto XVI sobre el matrimonio y la familia en el marco de los grandes temas de su pontificado. Uno de estos es el problema del “relativisRIGHT (FROM TOP): ALL CNS PHOTOS FROM REUTERS; PIER PAOLO CITO, REUTERS ; ALEXANDRA BEIER, REUTERS

mo” en la cultura occidental moderna, una inquietud que tiene gran importancia en los escritos de Benedicto XVI desde antes de que fuera Papa. Por relativismo, el Papa se refiere a la tendencia a rechazar las verdades fundamentales de la realidad, como las que explican el significado de la vida humana y su destino. De igual forma, el relativismo rechaza la verdad moral trascendental que no es meramente un producto de factores sociales, sicológicos o biológicos. No cabe duda de que el relativismo es contrario a la creencia católica, que insiste que podemos descubrir la verdad sobre la realidad, la vida humana y su destino. Pero Benedicto XVI ha subrayado un efecto en particular del relativismo: su tendencia a aislar al individuo dentro de sí mismo. Puesto que el relativismo considera la verdad subyacente como incierta y finalmente inalcanzable, Benedicto XVI con frecuencia ha señalado que éste propone “la propia voluntad y los propios deseos” como el “criterio último” de la vida humana. Una vez que se pierden las verdades básicas que nos unen a todos, las personas no pueden tener criterios para juzgar sus deseos. La implicación, entonces, es que todo deseo es legítimo. Por supuesto que

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2-23 de octubre Dirigió el Sínodo de Obispos en el Vaticano acerca de la Eucaristía. El Caballero Supremo sirvió como auditor en el sínodo. 17 de octubre El Vaticano informó que las audiencias públicas del Papa Benedicto XVI estaban atrayendo una gran muchedumbre al Vaticano, aún más grande que aquellas de Juan Pablo II. Más de un millón de personas habían asistido a las audiencias generales semanales del Papa o a sus bendiciones del domingo, desde su elección en abril. El número podría subir a cerca de 3 millones para final de diciembre. 25 de diciembre Publicó Deus Caritas Est (Dios es Amor), la primera encíclica de su pontificado. 1º de enero de 2006 Anunció que durante el mes de enero rezará especialmente por los emigrantes de todo el mundo. 16 de abril El Domingo de Pascua de Resurrección, Benedicto XVI hizo una súplica especial por la paz, especialmente en África, América Latina y el Medio Oriente. 25-28 de mayo Segundo viaje apostólico al extranjero. Visita de cuatro días a Polonia, la patria de su antecesor Juan Pablo II. El viaje incluyó visitas a los campos de muerte Nazis, Auschwitz y Birkenau. 26 de junio Recibió a la presidenta de las Filipinas, Gloria Macapagal Arroyo, que entregó al Santo Padre una copia de una reciente ley que prohíbe la pena de muerte en las Filipinas. 9-14 de septiembre Cuarto viaje apostólico al extranjero. Visitó Munich, Altötting y Regensburg, en Alemania. 2-19 de septiembre Líderes musulmanes toman como ofensivos algunos SIGUE EN LA PÁGINA 19

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Benedicto XVI no afirma que los deseos humanos sean malos, o que carezcan de importancia. Sólo insiste en que deben tener sus raíces en la verdad para ser buenos y dignos de la persona humana. Desde este punto de vista, resulta claro por qué el relativismo ha sido un tema tan persistente en los análisis de Benedicto XVI sobre el matrimonio y la familia. Un matrimonio o una familia no pueden durar cuando se basan en los deseos de los individuos que se apartan de la verdad y el amor; de la misma forma tampoco sobreviven el matrimonio y la familia como realidades sociales y culturales. El efecto del relativismo sobre el matrimonio y la familia, por consiguiente, ha sido el de socavar su estabilidad y significado social, como lo han mostrado fenómenos como el divorcio sin culpa, la amplia aceptación y uso de anticonceptivos, la creciente aceptación de las relaciones sexuales extramaritales, y el creciente respaldo legal y social hacia el “matrimonio gay”. Así, en el Encuentro Mundial de las Familias 2006 en Valencia, España, el Papa habló sobre “la dispersión que se genera sobre todo en el ámbito urbano” que aleja al matrimonio y a la familia de su significado esencial y de la verdad estabilizadora. Tal como argumentó Benedicto XVI el año pasado, tales circunstancias reducen el matrimonio y la familia a la “mera formalización social de vínculos emocionales”. El resultado, entonces, es que el amor humano sólo puede encontrar expresión en relaciones estructuralmente inestables, que en última instancia son pasajeras y egoístas. Frente a estos desafíos, Benedicto XVI repetidamente se ha referido a lo que ha llamado la “verdad sobre el matrimonio y la familia”, o, de hecho, el “Evangelio de la familia”. “Sólo la roca del amor total e irrevocable entre el hombre y la mujer”, argumentó en un discurso en 2006, “es capaz de fundamentar la construcción de una

sociedad que se convierta en una casa para todos los hombres”. El Papa ha subrayado dos aspectos cruciales del matrimonio y la familia que, dice, finalmente “convergen”. LA EXPERIENCIA DEL AMOR El matrimonio y la familia son realidades conocidas desde el comienzo por toda cultura y toda religión. Representan una verdad universal de la persona, inteligible tanto para los cristianos como para los no cristianos. El matrimonio y la familia componen, por consiguiente, una parte ineludible del ser humano, que en sí mismo comprende la experiencia formativa personal de ser hombre o mujer, de ser un hijo o un padre, y así por el estilo. Esta experiencia también significa que estamos llamados a amar. Puesto que la familia está tan íntimamente relacionada con la “esencia más profunda del ser humano”, también está estrechamente vinculada con interrogantes fundamentales e ineludibles de la vida humana: “¿Quién soy?, ¿qué es el hombre?” Tal como Benedicto XVI señaló en un discurso en 2005, estas preguntas naturalmente conducen a más interrogantes: “¿Existe Dios? y ¿quién es Dios?, ¿cuál es verdaderamente su rostro?” En su primera encíclica, Deus Caritas Est (Dios es Amor), Benedicto XVI habla sobre las numerosas clases de amor que experimentamos: el amor a nuestro trabajo y actividades, a nuestra vida social, incluso a los amigos. Sin embargo, señala que el amor entre el hombre y la mujer se presenta como el paradigma del amor humano. En efecto, la encíclica comienza diciéndonos que la base del amor humano, su “arquetipo por excelencia” (imago perfecta), es la relación hombre-mujer, que busca la felicidad en el matrimonio. El amor entre un hombre y una mujer, por consiguiente, parecería constituir un punto de partida para cualquier comprensión del amor humano. Pero precisamente de este

‘TODA GENERACIÓN, TODA LA paternidad y maternidad, toda familia tiene su principio en Dios’ 18

tipo de amor humano provienen los niños y la familia en general. El amor marital, por lo tanto, es también el inicio y fundamento de todo amor familiar. Así, el problema fundamental del relativismo, es que socava nuestro llamado básico y universal a amar. Tal como explicó el Papa en Valencia, el relativismo tiende a reducir el amor a un deseo meramente “subjetivo y mudable” por el placer individual. El resultado es que se exalta la sexualidad, separada de su auténtico significado religioso y humano en el vínculo exclusivo y permanente del matrimonio. CONVERGENCIA CON LA REVELACIÓN Estas experiencias humanas ineludibles “convergen” con el segundo aspecto de las enseñanzas de Benedicto XVI sobre el matrimonio y la familia: la participación de la alianza de Dios tal como se revela en el Antiguo Testamento y que se cumple en la persona de Cristo. Como hemos visto, el ser humano, por su misma naturaleza, se siente atraído hacia el amor. Este llamado se hace aparente primeramente mediante la experiencia del matrimonio y la familia. Pero esta experiencia se abre a la revelación que hace Dios de sí mismo como amor, y de hecho participa en ella. Como dijo Benedicto XVI en un discurso en 2006 en la Basílica de San Pedro, la familia es “el medio primero y ordinario del encuentro de Dios con la humanidad”. En Valencia, dijo con mayor profundidad aun: “Toda generación, toda paternidad y maternidad, toda familia tiene su principio en Dios, que es Padre, Hijo y Espíritu Santo”. Uno de los primeros signos de esto, dijo Benedicto, es que Dios escogió convertirse en hombre en el seno de una familia, aceptando a María como su madre y a José como su padre adoptivo. Al así hacerlo, también se convirtió en parte de la familia humana más extendida. De esa forma, los Evangelios de Mateo y Lucas comienzan trazando el linaje humano de Jesús (Mt 1, 1-17, Lc 3, 2338). Su nacimiento en el seno de estas relaciones familiares sienta las bases para que Jesús fuera judío, miembro del pueblo elegido, y que haya vivido en un tiempo y un lugar específicos. w w w. k o f c .o r g


Sin embargo, desde el punto de vista teológico, lo más importante es que tanto las Escrituras como la tradición usan el matrimonio y la familia como analogías para describir las relaciones básicas, tanto en Dios mismo — Jesús es el Hijo único de Dios — como en la salvación del mundo por Dios. Así, Benedicto XVI escribe que el “amor exclusivo y definitivo” entre un esposo y su esposa “se convierte en el icono de la relación de Dios con su pueblo y viceversa” (Deus Caritas Est, 11). Por ejemplo, las Escrituras y la tradición se refieren repetidamente a Cristo como el novio y a la Iglesia como su esposa; a la “boda” de la naturaleza divina y la humana en la Encarnación de Cristo en el vientre de María; a los hombres y mujeres de la Iglesia como hijos e hijas de Dios; a la Iglesia como una familia de hermanos y hermanas, y así por el estilo. En otras palabras, la revelación de Dios de sí mismo sugiere que la forma más apropiada de comprender lo que significa hablar del amor de Dios y la vocación del hombre en sí es compararlo con el amor de los esposos y de las familias, que forma parte integral de la naturaleza encarnada de cada hombre y de cada mujer. La “verdad” sobre el matrimonio y la familia”, dijo Benedicto XVI en 2005, “se ha hecho realidad en la historia de la salvación, en cuyo centro están las palabras: ‘Dios ama a su pueblo’”. UNA ‘HISTORIA DE AMOR’ Se pueden encontrar los antecedentes de este enfoque en los escritos del Cardenal Joseph Ratzinger. El Cardenal Ratzinger analizó extensamente el concepto bíblico de la alianza de Dios con su pueblo y su cumplimiento en Cristo. Esta relación de alianza comienza con Adán y Eva en el Libro del Génesis. Hay también alianzas importantes con Abraham y Moisés, la última de las cuales tomó una forma específicamente legal. La alianza entre Dios y su pueblo entonces toma un giro hacia una analogía de esposos, que se desarrolla en los escritos de los profetas. En un artículo de 1995, el Cardenal Ratzinger preguntó: “Pero, ¿cómo cambia el lenguaje de los profetas en relación con los esposos nuestra comprensión de lo que significa la alianza de Dios con su pueblo, de hecho, de lo que significa la ley? Una vez que esta alianza se presenta en térABOVE: CNS COURTESY L’OSSERVATORE ROMANO RIGHT: BOTH CNS PHOTOS (TOP): ANATOLIAN NEWS AGENCY, REUTERS; L’OSSERVATORE ROMANO

minos de un matrimonio, la repetida infidelidad de Israel se puede describir como una especie de adulterio. Ciertamente, de acuerdo con una interpretación reducidamente legalista de la alianza, Israel merecía ser descartado como un cónyuge carente de fe. Por el contrario, Dios repetidamente perdona a su esposa. Esto, en efecto, es el centro de la ley como gradualmente se llega a comprender. El Cardenal Ratzinger argumentó el cambio del Antiguo que Testamento hacia la imagen de esposos significa que la historia de la relación de Dios con su pueblo se convierte en una especie de “historia de amor”. Pero este sentido de matrimonio que toma la alianza de Dios con su pueblo llega a su plenitud en la persona de Jesús. En efecto, si pensamos en la alianza matrimonial como la forma más certera de describir esta alianza entre Dios y el hombre, entonces su centro es la unión de las naturalezas divinas y humanas en la persona de Cristo, cuando el Hijo se hizo carne. Al recibir su cuerpo y sangre en la Eucaristía, somos llevados, en efecto, a esta alianza marital y familiar, uniéndonos con el novio, Cristo, en un forma análoga a la relación única entre esposos en el matrimonio. La realidad de la carne y la sangre en la Eucaristía es, por lo tanto, la realidad de la alianza de Dios con el hombre llevado a sus conceptos más profundos. Es la verdad más grande de la persona humana, y es la fuente del “Evangelio de la familia”. Tal como nos lo dice Benedicto XVI, aquí es donde encontramos la convergencia del amor humano, reflejado más visiblemente en las relaciones matrimoniales y familiares, con “el amor en su forma más radical”, esto es, el amor de Dios que sacrificó a su único Hijo por el bien de su Esposa la Iglesia, y de sus hijos que son sus miembros (ver Deus Caritas Est, 12). David S. Crawford es profesor auxiliar de teología moral y ley de familia en el Instituto Pontificio Juan Pablo II para Estudios sobre el Matrimonio y la Familia en Washington, D.C.

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de los comentarios del Papa en su discurso a los académicos de la Universidad de Regensburg en Baviera. Horas después de su regreso de Alemania al Vaticano (14 de septiembre) se emitió una declaración explicando el contexto y el propósito de una cita de tiempos medievales usada en su discurso en Regensburg. Durante el discurso del Angelus del 17 de septiembre, el Papa lamentó una vez más la dura reacción y la mala interpretación de sus comentarios. Para aclarar, se publicó en árabe y en la primera página del L’Osservatore Romano (19 de septiembre) el mensaje del Papa Benedicto respecto a sus palabras acerca del Islam. 28 de noviembre - 1º de diciembre Quinto viaje apostólico al extranjero. Visita de cuatro días a Turquía. Celebró la misa en Éfeso. Visitó al Patriarca Ecuménico Ortodoxo Bartolomé I en Estambul y visitó la Mezquita Azul. 25 de enero de 2007 Recibió al primer ministro vietnamita, Nguyen Tan Dung. Se convirtió en el primer Papa en recibir en audiencia a un líder vietnamita comunista. En marzo se anunció que el gobierno de Vietnam daría los primeros pasos para establecer relaciones diplomáticas con la Santa Sede. 13 de marzo Anunció la publicación de Sacramentum Caritatis, una exhortación apostólica que recoge las conclusiones del Sínodo de Obispos sobre la Eucaristía de 2005 y exhortó a que se ampliara el uso del latín en las celebraciones y misas internacionales. 2 de abril Marcó el segundo aniversario de la muerte de Juan Pablo II con una misa conmemorativa en la Plaza de San Pedro. 18 de abril Publicó el primer libro como Papa Benedicto XVI. El primer volumen de su obra “Jesús de Nazareth” se publicó en alemán, polaco e italiano. No se publicó en SIGUE EN LA PÁGINA 21

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Un Papa de esperanza y amor Las dos encíclicas del Papa Benedicto XVI nos enseñan las bases de la moral cristiana POR CARL A. ANDERSON

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uando Dios se revela y llama al hombre, éste no puede responder plenamente al amor divino por sus propias fuerzas. Debe esperar que Dios le dé la capacidad de devolverle el amor y de obrar conforme a los mandamientos de la caridad. La esperanza es aguardar confiadamente la bendición divina y la bienaventurada visión de Dios…” Esto que nos enseña el párrafo 2090 del Catecismo de la Iglesia Católica nos permite comprender enseguida por qué la primera encíclica del Papa Benedicto XVI versa sobre la naturaleza del amor y la caridad, y su segunda sobre la fe y la esperanza. Con Deus Caritas Est (Dios es Amor) y en Spe Salvi (Sobre la Esperanza Cristiana), Benedicto XVI ha entregado a la Iglesia grandes enseñanzas sobre las virtudes teologales de la fe, esperanza y caridad, es decir, las bases de una vida moral cristiana. ‘UNA NUEVA REALIDAD’ Casi cuatro décadas antes de convertirse en Papa, el Padre Joseph Ratzinger dijo lo siguiente durante un retiro donde predicó para estudiantes universitarios en Alemania: “Lo que verdaderamente nos atormenta hoy, lo que nos molesta mucho más (aun más que la pregunta teórica sobre la existencia de

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Dios) es la ineficacia del cristianismo: Después de 2,000 años de historia cristiana, no vemos nada que se asemeje a una nueva realidad en el mundo; más bien, lo encontramos sumido en los mismos viejos horrores, la misma desesperación y las mismas esperanzas de siempre. Y también en nuestras propias vidas, inevitablemente experimentamos una y otra vez la impotencia de la realidad cristiana ante todas las demás fuerzas que nos imponen su influencia y sus exigencias”. El futuro Papa presentó clara y concisamente las inquietudes de esos estudiantes que luchaban con las preguntas fundamentales sobre Dios y la revelación cristiana. Son inquietudes que Benedicto XVI, al igual que todos los sacerdotes del mundo, confrontan a diario y que el Papa ha tratado de responder directamente en sus encíclicas. Estas inquietudes se complican aun más por el creciente peso de la secularización que se impone sobre la sociedad occidental. Lo experimentamos en particular durante las grandes celebraciones cristianas de la Navidad y la Pascua, cuando los símbolos cristianos son excluidos de las manifestaciones públicas. Sin embargo, una presión más sutil y poderosa obra constantemente cambiando el significado que le damos al lenguaje. La recuperación de un significado auténticamente cristiano en nuestro lenguaje es uno de los objetivos fundamentales del papado de Benedicto XVI. Sus encíclicas hacen un gran esfuerzo por explicar por qué, por ejemplo, la esperanza cristiana difiere del simple optimismo o de la idea secular de progreso, y por qué la caridad cristiana difiere de la seguridad social u otros servicios gubernamentales.

La secularización afecta no sólo la presencia de nacimientos en la Navidad y las palabras “bajo Dios” en el Juramento de Fidelidad a la Bandera de los Estados Unidos. También va agotando el significado de la vida cristiana al secularizar la forma en que los cristianos piensan y viven. De esta forma, la secularización disminuye la capacidad que tienen los cristianos para mostrar por medio de su vida “una nueva realidad en el mundo”.

DECIR SÍ A DIOS “No podemos permanecer neutrales ante la cuestión de Dios”, dijo el Cardenal Ratzinger en una ocasión mientras dirigía un retiro. “Sólo podemos decir sí o no, y esto con todas las consecuencias que alcanzan hasta los menores detalles de la vida”. Entonces, ¿qué significa decir sí a Dios que es amor? ¿Cuáles son las consecuencias de este sí que alcanzan hasta los menores detalles de la vida? Esta es la pregunta fundamental que presenta Deus Caritas Est. Sólo se puede responder si comprendemos desde el principio que la revelación del amor divino no contradice las aspiraciones humanas más elevadas, sino que las eleva más allá de lo que el hombre puede hacer por sí mismo sin ayuda de nadie. En Deus Caritas Est leemos: “Amor a Dios y amor al prójimo son inseparables, son un único mandamiento. Pero ambos viven del amor que viene de Dios, que nos ha amado primero. Así, pues, no se trata ya de un ‘mandamiento’ externo que nos impone lo imposible, sino de una experiencia de amor nacida desde dentro, un amor que por su propia naturaleza ha de ser ulteriormente comunicado a otros. El amor crece a través del amor. El amor es ‘divino’

¿QUÉ SIGNIFICA DECIR sí a Dios que es amor? w w w. k o f c .o r g


porque proviene de Dios y a Dios nos une y, mediante este proceso unificador, nos transforma en un Nosotros, que supera nuestras divisiones y nos convierte en una sola cosa, hasta que al final Dios sea ‘todo para todos’” (18). De igual forma, ¿qué significa decir que nos salvamos por nuestra esperanza en Cristo? Tal como lo escribió Benedicto XVI en Spe Salvi, “el hombre necesita a Dios; de lo contrario queda sin esperanza”. No podemos ser redimidos “solamente desde el exterior”, como sería por el gobierno o la ciencia, sino solamente por el amor incondicional, absoluto. “La verdadera, la gran esperanza del hombre que resiste a pesar de todas las desilusiones, sólo puede ser Dios, el Dios que nos ha

amado y que nos sigue amando ‘hasta el extremo’, ‘hasta el total cumplimiento’” (ver 23-31). Cuando se leen juntas, Deus Caritas Est y Spe Salvi presentan una meditación profunda sobre la base de la vida cristiana, que conduce al creyente a adoptar la oración con la que termina Deus Caritas Est: “Muéstranos a Jesús. Guíanos hacia Él. Enséñanos a conocerlo y amarlo, para que también nosotros podamos llegar a ser capaces de un verdadero amor y ser fuentes de agua viva en medio de un mundo sediento” (42). Carl A. Anderson, Caballero Supremo de los Caballeros de Colón, es vicepresidente fundador de la sede en Washington del Pontificio Instituto Juan Pablo II para Estudios sobre el Matrimonio y la Familia.

Volver a descubrir a Jesús Comprender la persona de Cristo ha sido el centro del pontificado del Papa Benedicto XVI POR EL PADRE RAYMOND J. DE SOUZA

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l 24 de abril de 2005, el Papa Benedicto XVI, recién electo, predicó en su misa inaugural y recordó el inicio del pontificado del

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de mayo. En Italia, en un solo día, se vendieron más de 50,000 ejemplares. 9-13 de mayo Sexto viaje apostólico al extranjero. Visita de cuatro días a Brasil, para la apertura de la V Conferencia General de Obispos de Latinoamérica y el Caribe y la canonización del primer santo nacido en Brasil, el Padre Antônio de Sant’ Ana Galvão. 30 de junio Emitió una carta abierta a los católicos de China pidiendo la unidad entre las comunidades registradas y no registradas. 8 de julio En su carta apostólica Summorum Pontificum autorizó difundir el uso del Rito Tridentino en las misas. 7-9 de septiembre Séptimo viaje apostólico al extranjero. Visita de tres días a Austria. Incluyó una reunión con los líderes políticos austriacos y diplomáticos internacionales, en la que pidió a Europa que no olvidara sus valores cristianos; una peregrinación al Santuario Mariano de Mariazell y una visita a la Abadía Cisterciana de la Santa Cruz, que es el monasterio cisterciano benedictino activo más antiguo del mundo. 11 de octubre Más de 100 líderes musulmanes de todo el mundo enviaron una carta al Papa Benedicto XVI y a otros líderes cristianos proponiendo las similitudes teológicas como una base para la paz y la comprensión. 29 de noviembre Respondió a una carta de 138 eruditos musulmanes invitando a un grupo de ellos a reunirse con él y con el Consejo Pontificio del Diálogo Interreligioso. Por carta, extendió una invitación al Príncipe Ghazi de Jordania, que fue el arquitecto del proyecto de los eruditos musulmanes. 30 de noviembre Emitió Spe Salvi, la segunda encíclica de su pontificado.

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¿Qué escuchará el mundo del Papa Benedicto XVI durante su visita pastoral a los Estados Unidos? Durante sus tres años de pontificado, han surgido temas importantes de su visión de la Iglesia y el mundo.


En sus propias palabras

Las enseĂąanzas del Papa Benedicto XVI desde abril de 2005 al dĂ­a de hoy.

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Todavía, y continuamente, resuenan en mis oídos las palabras del Papa Juan Pablo II: “¡No temáis! ¡Abrid, más todavía, abrid de par en par las puertas a Cristo!”

2005

Homilía en la Imposición del Palio y entrega del Anillo del Pescador, 24 de abril

Sólo respetando la dignidad inviolable de la persona humana y promoviendo las correspondientes libertades individuales puede construirse una sociedad civil que contribuya a la prosperidad de todos sus ciudadanos. Discurso, 16 de junio

Estoy convencido de que para construir una sociedad verdaderamente atenta al bien común es necesario buscar en el Evangelio las raíces de valores compartidos… Este es el ardiente deseo de la Iglesia Católica, cuyo único interés es anunciar y testimoniar las palabras de esperanza y amor de Jesucristo. Discurso, 23 de mayo

Quien ha descubierto a Cristo no puede sino llevar a los demás hacia él, dado que una gran alegría no se puede guardar para uno mismo, sino que es necesario comunicarla.

Si confiamos en Cristo no perdemos nada, sino que lo ganamos todo. En sus manos nuestra vida adquiere su verdadero sentido.

Congreso Internacional UNIV, 10 de abril

Homilía, Plaza Pilsudski, Varsovia, Polonia, 26 de mayo

Una modernidad que no esté enraizada en auténticos valores humanos está destinada a ser dominada por la tiranía de la inestabilidad y del extravío. Discurso a los Obispos de los Países Bálticos, 23 de junio

Y es muy urgente que los hombres y las mujeres de nuestra época conozcan y se encuentren con Jesús y, también gracias a nuestro ejemplo, se dejen conquistar por él.

Considero mi deber dirigir desde aquí un apremiante y urgente llamamiento para que cesen todos los conflictos armados que ensangrientan la tierra.

Regina Coeli, 9 de abril

Ángelus, VII Centenario de la Conversión de San Francisco de Asís, 17 de junio

Hoy, en la época de la globalización, esta identidad católica sigue presentándose como la respuesta más adecuada, con tal de que esté animada por una seria formación espiritual y por los principios de la doctrina social de la Iglesia. Audiencia General, 23 de mayo


¡Cuán necesario es, al inicio de este tercer milenio, que toda la comunidad cristiana proclame, enseñe y testimonie íntegramente las verdades de la fe, de la doctrina y de la moral católica de manera unánime y concorde!

En Jesucristo, que por nosotros permitió que su corazón fuera traspasado, se ha manifestado el verdadero rostro de Dios. Vigilia de la Jornada Mundial de la Juventud, 20 de agosto

Ángelus, 3 de julio

Sabemos bien que la paz es ante todo don de Dios, que hemos de implorar con insistencia en la oración, pero en este momento queremos recordar también que es compromiso de todos los hombres de buena voluntad. ¡Que nadie se substraiga a este deber!

¿Hacer la señal de la cruz? ¿Cómo haremos ahora con la bendición? es pronunciar un sí visible y público a Aquel que murió por nosotros y resucitó, al Dios que en la humildad y debilidad de su amor es el Todopoderoso, más fuerte que todo el poder y la inteligencia del mundo. Ángelus, 11 de septiembre

Esto es lo que pedimos cuando oramos: “Venga a nosotros tu reino”. … pedimos, por consiguiente, que la justicia y el amor se transformen en las fuerzas decisivas en el orden del mundo. Homilía, Munich, 10 de septiembre

Ángelus, Fiesta de la Transfiguración, 6 de agosto

Ésta es una institución insustituible según los planes de Dios, y cuyo valor fundamental la Iglesia no puede dejar de anunciar y promover, para que sea vivido siempre con sentido de responsabilidad y alegría. Discurso de Bienvenida, V Encuentro Mundial de las Familias, Valencia, España, 8 de julio

Los Caballeros de Colón han construido activamente el Reino de Dios en la tierra, y sé que seguirán dedicando todas sus energías y entusiasmo apostólico a promover la misión de la Iglesia dondequiera que se encuentren. Saludo a los Caballeros de Colón en su Convención Suprema 125, 7 de agosto

La libertad, como la vida misma del hombre, cobra sentido por el amor. En efecto, ¿quién es más libre? ¿Quien se reserva todas las posibilidades por temor a perderlas, o quien se dedica “decididamente” a servir y así se encuentra lleno de vida por el amor que ha dado y recibido? Ángelus, 1 de julio

Quien conozca, aunque sea mínimamente, el evangelio de Cristo, sabe que es un mensaje de paz por excelencia. Ángelus, 19 de agosto


La fe no se reduce a un sentimiento privado, que quizá convenga ocultar cuando resulta incómoda, sino que implica la coherencia y el testimonio también en el ámbito público en favor del hombre, de la justicia y de la verdad. Ángelus, 9 de octubre

Ésta es la misión de la Iglesia ayer, hoy y siempre: anunciar y testimoniar a Cristo, para que el hombre, todo hombre, pueda realizar plenamente su vocación. Solemnidad de Cristo Rey, 20 de noviembre

El silencio de San José no expresa un vacío en su interior, sino, por el contrario, la plenitud de la fe que lleva en su corazón y que guía cada uno de sus pensamientos y de sus actos. Ángelus, Cuarto Domingo de Adviento, 18 de diciembre

Hacen falta familias que no se dejen arrastrar por modernas corrientes culturales inspiradas en el hedonismo y en el relativismo, y que más bien estén dispuestas a cumplir con generosa entrega su misión en la Iglesia y en la sociedad. Ángelus, 8 de octubre

Hemos aprendido que la verdadera paz requiere la justicia, para corregir las desigualdades económicas y los desórdenes políticos, que siempre son factores de tensiones y amenazas en toda la sociedad. Encuentro con el Cuerpo Diplomático, Ankara, Turquía, 28 de noviembre

Esta buena nueva no es sólo una palabra, sino una Persona; ¡es Cristo mismo, resucitado, vivo! Homilía, Catedral del Espíritu Santo, Estambul, Turquía, 1 de diciembre

Cristo vino precisamente para crear una red de comunión en el mundo, donde todos podemos apoyarnos unos a otros, ayudándonos a encontrar juntos el camino de la vida y a comprender que los mandamientos de Dios no son limitaciones de nuestra libertad, sino las señales de carretera que nos orientan hacia Dios, hacia la plenitud de la vida. Vigilia de Oración con los Jóvenes, Loreto, 1 de septiembre

Quien sabe agradecer, como el samaritano curado, demuestra que no considera lo que recibe como algo que le corresponde, sino como un don que, incluso cuando llega a través de los hombres o de la naturaleza, proviene en definitiva de Dios. Ángelus, 14 de octubre

A veces se piensa que la santidad es un privilegio reservado a unos pocos elegidos. En realidad, llegar a ser santo es la tarea de todo cristiano, más aún, podríamos decir, de todo hombre. Ángelus, 1 de noviembre


En verdad, paz. Mensaje de la Jornada Mundial de Oración por la Paz, 1 de enero

Amor a Dios y amor al prójimo son inseparables, son un único mandamiento. Pero ambos viven del amor que viene de Dios, que nos ha amado primero.

El verdadero amor se traduce en gestos que no excluyen a nadie, a ejemplo del buen samaritano, el cual, con gran apertura de espíritu, ayudó a un desconocido necesitado, al que encontró “por casualidad” a la vera del camino (cf. Lc 10, 31).

Deus Caritas Est (18), 1 de febrero

2006

Homilía del Miércoles de Ceniza, 1 de marzo

2007 Solamente el respeto de la dignidad humana de todos los emigrantes, por una parte, y el reconocimiento de los valores de la sociedad por parte de los emigrantes mismos, por otra, hacen posible la integración correcta de las familias en los sistemas sociales, económicos y políticos de los países de acogida. Ángelus, Jornada Mundial del

La vida es el primero de los bienes recibidos de Dios y es el fundamento de todos los demás; garantizar el derecho a la vida a todos y de manera igual para todos es un deber de cuyo cumplimiento depende el futuro de la humanidad. Discurso a la Academia Pontificia

Como he afirmado, la Iglesia no tiene como tarea propia emprender una batalla política para realizar la sociedad más justa posible; sin embargo, tampoco puede ni debe quedarse al margen de la lucha por la justicia. Sacramentum Caritatis, 13 de marzo

para la Vida, 24 de febrero

Emigrante y del Refugiado, 14 de enero

El lenguaje familiar es un lenguaje de paz; a él es necesario recurrir siempre para no perder el uso del vocabulario de la paz. Mensaje de la Jornada Mundial de Oración por la Paz, 1 de enero

Que el Niño Jesús traiga consuelo a quien vive en la prueba e infunda a los responsables de los gobiernos sabiduría y fuerza para buscar y encontrar soluciones humanas, justas y estables. Mensaje Urbi et orbi, 25 de diciembre

2008

La naturaleza humana y la dimensión cultural se integran en un proceso amplio y complejo que constituye la formación de la identidad de cada uno, donde ambas dimensiones — la femenina y la masculina — se corresponden y completan. Discurso a los participantes en el Congreso sobre Mujeres, 10 de febrero


Papa Juan Pablo II, hace 26 años. “En este momento, mi mente se traslada al 22 de octubre de 1978 cuando el Papa Juan Pablo II comenzó su ministerio aquí en la Plaza de San Pedro”, dijo Benedicto XVI. “Las palabras que pronunció en aquella ocasión resonaban constantemente en mis oídos: ‘¡No tengan miedo! ¡Abran de par en par las puertas a Cristo!’ El Papa se refería a los grandes, a los poderosos de este mundo, que tienen miedo de que Cristo les quite algo de su poder, si le permiten entrar y si dejan que la fe sea libre”. Además, añadió Benedicto XVI, Juan Pablo II no se dirigía sólo a unos cuantos. “El Papa se dirigía a todos y especialmente a los jóvenes. ¿No será que todos, de alguna manera, tenemos miedo? Si permitimos que Cristo entre completamente en nuestras vidas y si nos abrimos totalmente a él, ¿no será que tenemos miedo de que pudiera quitarnos algo? ¿No será que quizás tenemos miedo de desprendernos de algo que es significativo, algo importante, algo que hace la vida tan bella? ¿No será que luego corremos el riesgo de acabar disminuidos y privados de nuestra libertad? El Papa les dijo una vez más: ¡No! Si permitimos que Cristo entre en nuestras vidas, no perderemos nada, nada, absolutamente nada de lo que hace que la vida sea libre, bella y magnífica”. Finalmente, Benedicto XVI concluyó diciendo: “Hoy, con una gran fortaleza y una gran convicción, basado en una extensa experiencia personal de la vida, les digo, queridos jóvenes: ¡No tengan miedo a Cristo! Él no les quita nada, por el contrario, les da todo”. ¿QUIÉN ES JESUCRISTO? Aunque expresó en su homilía inaugural una continuidad con su predecesor, Benedicto XVI también indicó un cambio en el énfasis. El

pontificado de Juan Pablo II cambió al mundo al insistir que la realidad de Jesucristo — el “Redentor del Hombre”, que fue el título de su primera encíclica — tenía consecuencias de orden público en la cultura, la política y la economía. Los poderosos y grandes de este mundo deben prestar atención a esto. Juan Pablo II dijo: “abran (a Cristo) las fronteras de los estados, los sistemas económicos y políticos, los vastos campos de la cultura, de la civilización, del desarrollo”. Sin negar las palabras de Juan Pablo II , Benedicto XVI da en cierta forma un paso atrás, y dice que no sólo se deben moldear las sociedades a la persona de Jesucristo, sino que nuestra propia concepción de la realidad depende de nuestra creencia en la Palabra que se hizo carne. La encíclica más distintiva de Juan Pablo II desarrolló un proyecto que algunos llaman “humanismo cristiano”, es decir, las consecuencias que para la persona humana tiene la fe en Jesucristo. La cita favorita de Juan Pablo, tomada del Concilio Vaticano II, enseña que Jesucristo vino a revelar no sólo quién es Dios, sino también lo que significa ser plenamente humano (ver Gaudium et Spes, 22). Benedicto XVI cambió el enfoque: de las consecuencias de la fe en Jesús pasó a la persona misma de Jesucristo. Su primera encíclica, Deus Caritas Est, fue heredada parcialmente del pontificado anterior, y se cambió para centrarse primero en el amor de Jesús por nosotros, y luego en la forma como debemos amarnos los unos a los otros. El pontificado de Benedicto XVI ha sido principalmente la respuesta a una pregunta: ¿Quién es Jesucristo? La repuesta a esa pregunta ha dado pie a uno de los proyectos más importantes del pontificado de Benedicto XVI: su obra en dos

‘SI PERMITIMOS QUE CRISTO entre en nuestra vida, no perdemos nada, nada, absolutamente nada’ 28

volúmenes, Jesús de Nazaret. El primer volumen fue publicado el año pasado y ahora está trabajando en el segundo. Aunque el Papa tiene innumerables ocupaciones, debe escoger los proyectos especiales a los que desea dedicar su energía personal. Benedicto XVI ha decidido poner sus libros acerca de Jesús entre sus prioridades. Aunque Juan Pablo II nos acostumbró a que los Papas publicaran libros, los suyos no fueron extensas obras teológicas. Fueron entrevistas y memorias y no pretendían ser eruditos. Y eso es justamente lo que ha decidido hacer Benedicto XVI: escribir una obra personal seria de teología sobre la persona de Jesús. El Santo Padre explica que esta decisión nace del deseo de corregir “la noción de que es muy poco lo que sabemos con certeza de Jesús y que no fue sino en etapas posteriores cuando la fe en su divinidad dio forma a la imagen que tenemos de Él”. Es una cuestión muy importante, como lo explica en Jesús de Nazaret. “Esta noción ya ha penetrado profundamente en la mente de la mayoría de los cristianos. Ésta es una situación decisiva para la fe, porque se ha puesto en duda su punto de referencia: la amistad íntima con Jesús, de la que todo depende, está en peligro de quedarse sin bases”. LA ETERNA RAZÓN DE DIOS Todo depende de que tengamos un concepto correcto de Jesucristo, la Palabra — la eterna razón de Dios — que se hizo carne y que reveló que Dios es al mismo tiempo racional, personal y amoroso. Benedicto ha presentado este argumento en sus escritos durante casi cuatro décadas, es decir, que sólo en Jesucristo podemos ser libres de los mitos, la fatalidad y los caprichos de los dioses antiguos. Los primeros cristianos tuvieron que tomar esta decisión y rechazaron definitivamente los dioses de otras naciones, inclusive los del Imperio Romano, en favor del logos — la razón de los filósofos — que se había revelado como una persona. “La elección hecha significaba w w w. ko f c .o r g


una opción en favor del Logos contra cualquier clase de mito; supone también la desmitologización del mundo y de la religión”, escribió el Cardenal Joseph Ratzinger en 1968 en su obra teológica más completa, Introducción al Cristianismo. El logos del que escribió el Cardenal Ratzinger, es el “dios de los filósofos”, el principio original de la razón y el orden que está en el corazón de todos los seres. Aquel logos — traducido del griego al español como la Palabra — es la racionalidad que puede alcanzar la filosofía. Pero ese logos luego se nos reveló cuando se nos habló de la Palabra en Jesucristo. Creemos en el Dios de los filósofos, pero lo reconocemos como una persona que nos habló en Jesucristo. La palabra de fe de la que nos hablaron no es otra que la Palabra de Dios mismo, la Palabra que se hizo carne y habitó entre nosotros (ver Jn 1, 14). Para Benedicto XVI, esto es absolutamente crítico. Sin Jesucristo, sólo tenemos la razón de los filósofos para combatir las arbitrariedades de los dioses paganos, o el sometimiento a las fuerzas puramente materiales. Aunque esta razón puede abrir el espacio para que Dios actúe, la razón sola no salva, no redime, ni responde a los más profundos deseos del corazón. El Santo Padre trató este mismo tema en su más reciente encíclica, Spe Salvi. Comenta que en el pasaje de los Reyes Magos, San Mateo nos ofrece otra forma de ver la realidad: las estrellas ya no controlan a los dioses, sino que Dios controla a las estrellas. En efecto, en esta escena se invierte la concepción del mundo de entonces que, de modo diverso, también hoy está nuevamente en auge. No son los elementos del cosmos, las leyes de la materia, lo que en definitiva gobierna el mundo y el hombre, sino que es un Dios personal quien gobierna las estrellas, es decir, el universo; la última instancia no son las leyes de la materia y de la evolución, sino la razón, la voluntad, el amor: una Persona. Y si conocemos a esta Persona, y ella a nosotros, entonces el inexorable poder de los elementos materiales ya no es la última instancia; ya no somos esclavos del universo y de sus leyes, ahora somos libres. Esta toma de conciencia ha influen-

ciado en la antigüedad a los espíritus sinceros en busca de la verdad. El cielo no está vacío. La vida no es el simple producto de las leyes y de la casualidad de la materia, sino que en todo, y al mismo tiempo por encima de todo, hay una voluntad personal, hay un Espíritu que en Jesús se ha revelado como Amor. UNA FIRME CREENCIA La aseveración que hace Benedicto XVI — y que ha estado haciendo durante su fructífera vida como teólogo — es extraordinariamente osada. Dice que sin la razón, el hombre cae constantemente en formas de entender la realidad que lo hacen dependiente de la astrología, los mitos, la magia, las ideologías políticas, el desarrollo económico y los avances

tecnológicos. La razón se deshace de estas falsas opciones y deja espacio para Dios. Sin embargo, no podemos alcanzar a Dios solamente por la razón, por lo tanto, necesitamos que Él se nos revele. Lo hizo en Jesucristo, quien vino como persona, una persona que es amor y misericordia. Para seguir este argumento en sentido inverso: Sin Jesucristo, perdemos lo que San Pablo llama la “libertad de los hijos de Dios” (Rom 8, 21). Algunos expertos observadores han llamado a Juan Pablo II el Papa de la libertad. Benedicto XVI señala sin cesar hacia Jesucristo, el que hace posible la libertad. El Padre Raymond J. de Souza es sacerdote de la Arquidiócesis de Kingston, Ontario, y miembro del Consejo St. Paul the Apostle #9652 en Kingston.

El Papa y la Misa En un papado que se caracteriza por la renovación eucarística, el Papa Benedicto XVI se centra en lo que es ‘fuente y culmen’ de la vida católica POR EL PADRE JOSEPH FESSIO, SJ

E

n su homilía inaugural el 24 de abril de 2005, el Papa Benedicto XVI dijo: “En este momento no necesito presentar un programa de gobierno. Algún rasgo de lo que considero mi tarea, lo he podido exponer ya en mi mensaje del miércoles 20 de abril…” ¿Cuál fue el “programa de gobierno” delineado cuatro días antes, que presentó en la mañana que siguió a su elección?

El Papa no pudo ser más claro: “La Eucaristía, corazón de la vida cristiana y manantial de la misión evangelizadora de la Iglesia, no puede menos que constituir siempre el centro y la fuente del servicio petrino que me ha sido confiado”. En este mismo mensaje, Benedicto XVI también expresó claramente la forma en que entiende su ministerio como Obispo de Roma con respecto a la reforma litúrgica promovida por el Concilio Vaticano II. Dijo: “Por eso, también yo, al disponerme para el servicio del Sucesor de Pedro, quiero reafirmar con fuerza mi decidida voluntad de proseguir con el compromiso de aplicar el Concilio Vaticano II, a ejemplo de mis predecesores, y de continuar fiel a dos mil años de tradición en la Iglesia”. Es interesante señalar que además de evocar la continuidad con la tradición, el Papa da a entender que el Vaticano II aún no se ha implantado plena o apropiadamente. c o l u m b i a / a b r i l 2 0 0 8 29


RUPTURA CONTRA CRECIMIENTO ORGÁNICO En su autobiografía de 1998, Mi vida. Recuerdos 1927-1977, el Cardenal Ratzinger dijo que la abrupta introducción del Misal de Pablo VI (el Misal que se usa en la actualidad) “…introdujo una ruptura en la historia de la liturgia cuyas consecuencias sólo podían ser trágicas”. ¿Su solución? “Una renovación de la conciencia litúrgica que nuevamente reconozca la unidad de la historia de la liturgia y que comprenda el Vaticano II, no como una ruptura, sino como una etapa de desarrollo… Estoy convencido de que la crisis de la Iglesia que estamos experimentando se debe, en gran medida, a la desintegración de la liturgia”. En declaraciones previas sobre la liturgia, dijo, respecto a las reformas posteriores al Vaticano II: “Esto no había sucedido nunca. Es absolutamente contrario a las leyes del crecimiento litúrgico”. Se refirió a la “realización concreta” de la reforma litúrgica como “una devastación”. En su libro El espíritu de la liturgia, el Cardenal Ratzinger dijo que la renovación litúrgica, que compara con la restauración de un fresco, se ve “amenazada con la destrucción”. Es importante señalar que el Cardenal Ratzinger no se refiere a alguna aberración o un exceso ocasional justo después de Vaticano II. Escribe sobre nuestra época actual y se refiere a la Misa tal como la experimenta la mayoría de los católicos, en la mayoría de las parroquias, la mayor parte del tiempo. La continua insistencia de Benedicto XVI sobre una reinterpretación del Vaticano II, una reinterpretación en armonía con la tradición, recibió un énfasis aun mayor en su primer discurso a los cardenales de la Curia Romana en diciembre de 2005. Contrastó dos categorías de “hermenéutica” (es decir, de interpretación) relacionadas con el concilio: “hermenéutica de la discontinuidad y la ruptura” y “hermenéutica de la reforma”. Y expresó: “La hermenéutica de la discontinuidad corre el riesgo de acabar en una ruptura entre Iglesia preconciliar y la Iglesia posconciliar”.

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¿QUÉ HA HECHO ÉL? Lo primero que hizo el Papa recién electo, como símbolo de su “programa de gobierno”, fue tomar el nombre de Benito. San Benito (c. 480-547) fue el líder del movimiento monástico occidental que mantuvo la continuidad, no sólo con la tradición católica, sino también con la tradición cultural griega y la romana luego del colapso del imperio romano, un colapso debido tanto a la corrupción interna como a los enemigos externos. San Benito no encabezó este movimiento involucrándose en la política; de hecho, dejó la esfera política tras servir como magistrado romano. Por el contario, hizo de la sagrada liturgia el eje de su vida y de su obra. Para el año de 1200 había más de 40,000 monasterios en Europa. El cristianismo se encontraba en pleno auge, y los monjes habían ayudado a transformar la cultura europea. ¿Cómo? Buscando primero a Dios y adorándolo con la máxima reverencia y belleza. El año de la elección del Papa Benedicto XVI fue el Año de la Eucaristía, un hecho providencial al que hizo alusión en su primer mensaje. En agosto de 2005, en Colonia, Alemania, pronunció los dos discursos principales de la Jornada Mundial de la

Juventud, que tenía un tema eucarístico. Una charla trataba sobre la adoración eucarística y la otra se refería a la Misa. Dos meses después, presidió un Sínodo Mundial de Obispos en el que nuevamente el tema era la Eucaristía. En febrero de 2007, Benedicto XVI emitió su informe postsinodal, la exhortación apostólica Sacramentum Caritatis (El Sacramento de la Caridad). Fue un despliegue de virtuosismo de este profesor que se convirtió en Papa, y asentó las bases para lo que bien podría convertirse en el documento más importante de su papado: Summorum Pontificum, el motu proprio (latín para “por iniciativa propia”), emitido en julio pasado. EL MOTU PROPRIO El Papa explica por qué emitió Summorum Pontificum en la carta que acompaña el documento. Pero no cabe duda de que ya lo tenía en mente aun antes de que fuera elegido pontífice. En una conferencia litúrgica en el monasterio benedictino de Fontgombault, Francia, en 2001, dijo: “Personalmente, desde el principio estaba a favor de la libertad de continuar usando el viejo Misal por una sencilla razón: La gente ya había


comenzado a hablar de romper con la Iglesia preconciliar… A fin de subrayar que no hay un rompimiento esencial, que hay continuidad en la Iglesia, que ésta conserva su identidad, me parece que es indispensable dar la posibilidad de seguir usando el viejo Misal, como signo de la identidad perdurable de la Iglesia”. Continuó: “Al observar lo que sucedió cuando se aplicó el nuevo Misal, muy pronto encontré una segunda razón: …el viejo Misal es un punto de referencia, un criterio…” El motu proprio, como generalmente se conoce ahora, establece que cualquier sacerdote puede celebrar una Misa “privada” de acuerdo con el viejo Misal. A la celebración de esta Misa “pueden ser admitidos los fieles que lo pidan voluntariamente” sin que haga falta “ningún permiso, ni de la Sede Apostólica ni de su Ordinario [obispo local]”. Las Misas públicas, sin embargo, requieren la autorización del párroco, quien acogerá de buen grado su petición”. Si el párroco se niega a conceder la autorización, los fieles pueden acudir al Obispo, a quien “se invita vivamente a satisfacer su deseo”. Si esta apelación no tiene éxito, el asunto puede referirse a la Pontificia Comisión “Ecclesia Dei”, una comisión de la Curia Romana

que “ejercitará la autoridad de la Santa Sede vigilando la observancia y aplicación de estas disposiciones” [del motu proprio]. En resumen, el Papa pone la Misa con el viejo Misal a disposición de todos los sacerdotes y fieles que lo deseen. ¿QUÉ ESPERA LOGRAR EL PAPA? Benedicto XVI ha dado sus razones para el motu proprio y usa dos frases que expresan el resultado que desea para la Iglesia. Primero, desea “llegar a una reconciliación interna en el seno de la Iglesia”. Por un lado, esto significa que quienes prefieren la vieja Misa ahora podrán tener acceso a ella, mientras que quienes prefieren la nueva Misa no se verán privados de ella. Aunque puede parecer paradójico, si se acepta esta situación con caridad y serenidad podría desaparecer la fuente de división y amargura que ha infectado la Iglesia luego de la reforma litúrgica. En un nivel más profundo, sin embargo, el motu proprio reconcilia la Iglesia de hoy con la Iglesia del pasado. Sana la ruptura y la discontinuidad que dividieron a la Iglesia antes y después del concilio Vaticano II.

En segundo lugar, el Papa espera que las dos formas de usar este mismo rito romano “puedan enriquecerse mutuamente”. Quiere que el Misal antiguo eventualmente salga beneficiado con lo que son auténticas mejoras del nuevo Misal. (Menciona dos: las Misas para nuevos santos y la incorporación de algunos de los nuevos Prefacios). También quiere que el nuevo Misal se beneficie del Misal anterior. En esto es menos específico, pero menciona “la sacralidad que atrae a muchos hacia el uso antiguo” y la “gran reverencia” con la que espera que se celebre el nuevo Misal. Creo que Benedicto XVI desea que mediante un proceso gradual se llegue a un “uso” único general, es decir, una sola forma de la Misa. Y será la forma que habría tenido la Misa si el Concilio Vaticano II se hubiera interpretado debidamente y se hubiera implementado la renovación postconciliar “en fiel continuidad con los dos mil años de tradición en la Iglesia”. El Padre Joseph Fessio, un jesuita estadounidense, es editor de Ignatius Press, una editorial católica que él fundó en 1978. Él publica la revista Catholic World Report. También es profesor y teólogo en residencia en la Universidad Ave Maria en Naples, Florida.

Una cultura del diálogo Para el Papa Benedicto XVI, el diálogo tiene que estar fundamentado en la verdad POR EL PADRE BERNARD O’CONNOR

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l 17 de enero, estaba planeado que el Papa Benedicto XVI pronunciara un discurso para inaugurar el año académico en la Universidad Sapienza en Roma. Algunos profesores — la mayoría de ellos científicos — protestaron por la visita del

CNS PHOTO/PAULO WHITAKER, REUTERS

Papa, alegando que era “incongruente” que él visitara una institución secular. “Este Papa”, escribieron, “siempre ha tenido una actitud cerrada, incluso hostil, hacia la ciencia”. Como resultado, el Papa canceló su visita. Los profesores que protestaban se dijeron satisfechos con este desenlace, declarando que el Papa bien podría haber usado la ocasión como “pretexto para acusarnos de rechazar el diálogo”. Benedicto XVI, sin embargo, nunca respondió a este insulto, aunque bien podría haberlo hecho. Él considera que promover el diálogo es parte de su misión papal. Usa la palabra “diá-logo”con frecuencia en todos sus escritos y discursos. Aparece en el discurso que planeaba

pronunciar en Sapienza, así como en sus mensajes anuales al cuerpo diplomático del Vaticano, a los embajadores, a las delegaciones ecuménicas y a los pueblos de las diversas naciones, como la carta de mayo pasado a los católicos chinos, que marcó un hito en su historia. UNA PERSPECTIVA BALANCEADA Se reconoce al Papa Pablo VI el mérito de haber dado importancia al diálogo en el seno de la Iglesia. En su encíclica de 1964 Ecclesiam Suam, escribió: “Muchas son las formas del diálogo de la salvación. Obedece a exigencias prácticas, escoge medios aptos, no se liga a vanos apriorismos, [y] no se petrifica en expresiones inmóviles” (32). El diálogo siempre c o l u m b i a / a b r i l 2 0 0 8 31


comprende un “impulso interior de caridad que tiende a hacerse don exterior de caridad” (26). Es precisamente este deseo de conversación e interacción lo que caracteriza el uso del término por parte de Benedicto XVI. Primordialmente, él considera que una cultura del diálogo nos permite poner en perspectiva nuestras dife-rencias y descubrir que compartimos una amplia gama de valores, ideales y aspiraciones. Durante su visita a los Estados Unidos, está programado que Benedicto XVI sea anfitrión de un foro en Washington, D.C., junto con los líderes de diversas religiones importantes. Tomando en consideración las numerosas referencias al diálogo que ha hecho desde su elección, este evento no será una simple formalidad o un tributo simbólico a la diversidad religiosa tan evidente en los Estados Unidos. Benedicto XVI no se presta a organizar eventos para aumentar su tasa de popularidad. Más bien, la gente se siente atraída por su llamado sencillo a un diálogo auténtico. El domingo siguiente al discurso cancelado en Sapienza, una multitud de unas 200,000 personas llenó la Plaza de San Pedro para la bendición papal del mediodía. Se unieron a la muchedumbre estudiantes de la universidad, y algunos llevaban carteles que decían: “Si Benedicto no va a La Sapienza, La Sapienza viene a Benedicto”. En este sentido, la visita del Papa a Washington podría tocar los siguientes temas: ■ El diálogo impacta la vida ordinaria de los creyentes. Hablando con el embajador turco el 19 de enero de 2007, Benedicto XVI describió la importancia del diálogo diciendo que era “necesario entre las autoridades religiosas de todos los niveles”. Sin embargo, sería equivocado concluir que el proceso del diálogo y sus consecuencias atañen solamente a los líderes religiosos. Por el contrario, el mérito del diálogo es que permite que todos los que “comparten la misma vida” reconozcan que sus intereses particulares son de hecho una expresión del “bien común”. Nuestras relaciones se entrelazan; nuestras metas se

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sobreponen; nuestras esperanzas convergen. Por consiguiente, “cualquier discriminación o vejación por motivos de raza o color, de condición o religión” tiene que ser reprobada, dijo el Papa en la sinagoga de Colonia en agosto de 2005. Aunque el diálogo “no debe ocultar o minimizar las diferencias existentes”, éstas nunca deben ser una barrera para nuestro “testimonio armonioso” de la causa de la paz. ■ El diálogo repudia la violencia. En noviembre de 2005, Benedicto XVI dijo a los representantes del Centro Simon Wiesenthal, un grupo judío de defensa de los derechos humanos, que los cristianos y los judíos conocen demasiado bien ese “tejido de conflicto y violencia”. Dirigiéndose al embajador de Gambia el pasado diciembre, el Papa dijo que la violencia puede ser combatida donde el diálogo permite que “se ajusten las expectativas del grupo”. El diálogo enfatiza la “disposición amigable” innata de un pueblo cuyos miembros se adhieren a diferentes religiones. ■ El diálogo inspira la colaboración. Benedicto XVI puso énfasis en este punto clave durante su audiencia con el presidente de la República del Sudán el 14 de septiembre de 2007. La cooperación y la búsqueda de iniciativas novedosas de colaboración son igualmente vitales para nuestro “deber de trabajar” por un mayor grado de “unidad visible” entre las tradiciones religiosas. ■ El diálogo se enfrenta a los retos. Durante su discurso de 2007 al cuerpo diplomático del Vaticano, el Papa subrayó que el diálogo entre las religiones y las culturas nos da las herramientas para lidiar con efectividad con los “retos que debemos afrontar juntos”, en particular los que conciernen a la familia, la protección del ser humano y la seguridad internacional. Un espíritu de diálogo también puede allanar los obstáculos políticos. Nos confiere la fortaleza para examinar con sinceridad e integridad esas “cuestiones históricamente polémicas” que “persisten en su afán de dividirnos”, le dijo el Papa a la Alianza Bautista Mundial el pasado diciembre.

Sobreponiéndose a las distancias

Estudiantes de la Universidad de Sapienza en Roma despliegan un cartel que lee: “Si Benedicto no viene a La Sapienza, La Sapienza va a Benedicto” y “Estudiantes con el Papa”, durante la audiencia general semanal del Papa Benedicto XVI en el aula Pablo VI en el Vaticano el 16 de enero. El Papa dio la bienvenida al grupo de estudiantes de Sapienza el día después de que cancelara una visita a la universidad debido a amenazas de protesta.

Miembros del clero de diferentes religiones asisten a la audiencia general semanal del Papa Benedicto XVI en el aula Pablo VI en el Vaticano el 23 de enero. Como es costumbre durante la Semana de la Oración por la Unidad de los Cristianos del 18 al 25 de enero, el Papa dedicó su mensaje al ecumenismo.

■ El diálogo busca ampliar “el conocimiento mutuo” y fomentar la reciprocidad. Con esas palabras, Benedicto XVI elogió a los obispos de Chad por su enfoque perceptivo y directo de “las relaciones entre cristianos y musulmanes”. De igual forma, respondiendo a la “carta abierta enviada por 138 líderes religiosos musulmanes” el pasado otoño, insistió en que el diálogo comprende la búsqueda del “conocimiento objetivo de las otras religiones” y la conciencia de que “compartimos la experiencia reliw w w. k o f c .o r g


giosa”. En octubre pasado, recordó a los participantes del Encuentro Internacional por la Paz en Nápoles que el “camino del diálogo” ilumina “las tradiciones y las diversas formas de sabiduría religiosa”. Así reconoció que la sabiduría puede ser común a diferentes tradiciones religiosas. ■ El diálogo se opone a las posiciones cerradas. Las relaciones evolucionan, al igual que lo hace la comprensión. Por eso, Benedicto XVI informó al Consejo Pontificio para la Pastoral de los Emigrantes e Itinerantes en mayo de 2006 que debían “cultivar” un “estilo de diálogo abierto sobre el problema religioso”. No quiere decir que renunciemos a nuestras propias convicciones, pero da a entender que Cristo ha llamado a los creyentes “a abrir los brazos y el corazón a todos”. El diálogo asume que podemos cambiar de diversas maneras. Los avances más pequeños son dignos de elogio. Por esto mismo, la solicitud del rey de Arabia Saudita para visitar al Papa el pasado 6 de noviembre fue tan importante. Aunque no se tocaron ciertos asuntos, la visita fue apropiadamente descrita como “una aportación para superar las distancias”.

■ El diálogo permite que avance la reconciliación. Cuando Benedicto XVI fue a Alemania en 2005 para la Jornada Mundial de la Juventud, se reunió con representantes de algunas comunidades musulmanas. Intercedió por la reconciliación, tanto como un medio de “evitar caer en los mismos errores” del pasado como para fortalecer la importancia del respeto “de la identidad del otro”. Ese respeto requiere que nos comprometamos con “la defensa de la libertad religiosa”, y respetemos las minorías. En su discurso de 2008 al cuerpo diplomático del Vaticano elaboró sobre este tema. Cuando hay deseo de respeto fraternal y reconciliación el “diálogo, para ser auténtico, debe ser claro, evitando relativismos y sincretismos” — la aceptación incondicional de creencias religiosas divergentes. Para Benedicto XVI, el diálogo tiene que estar fundamentado en la verdad: sin ambigüedades ni ambages teológicos y con un compromiso que no puede ser superficial.

UN DON DE DIOS Finalmente, Benedicto XVI afirma con frecuencia que el “diálogo genuino” tiene una dimensión

Gratitud y cooperación El Papa Benedicto XVI se ha mostrado especialmente comprometido con las relaciones entre el catolicismo y el judaísmo POR EL RABINO DAVID ROSEN

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a ceremonia que marcó la ascensión del Papa Benedicto XVI al trono de San Pedro en 2005 coincidió LEFT: ALL CNS PHOTOS: (TOP) DARIO PIGNATELLI, REUTERS; CHRIS HELGREN, REUTERS; TONY GENTILE, REUTERS

con la fiesta judía de la Pascua, por lo cual para los líderes religiosos judíos resultó muy difícil (y en ciertos casos, imposible) aceptar una invitación a este acontecimiento histórico. Algo parecido sucede con la visita del Papa a los Estados Unidos este mes de abril, que nuevamente coincide con la víspera de la Pascua. Sin embargo, el hecho de que se extendieran invitaciones a los rabinos para asistir a la instalación del Papa indicó muy claramente el interés que tiene Benedicto XVI en las relaciones entre el catolicismo y el judaísmo.

trascendental. El progreso en el diálogo es a final de cuentas un don de Dios. El Papa recordó al Comité Judío Americano en marzo de 2006, que puesto que “judaísmo, cristianismo e islamismo creen en un solo Dios, creador del cielo y de la tierra”, entonces una preferencia por el diálogo es en realidad una expresión de nuestra herencia común. No es de sorprenderse que grupos como Al-Qaida se opongan vigorosamente a este diálogo, así como criticaron la visita del Papa a Turquía y su reunión con el rey saudí. La respuesta del Papa a esa mentalidad cerrada se puede encontrar en su mensaje de octubre pasado en el Encuentro Internacional de Representantes de Religiones organizado por la Comunidad de San Egidio: “El diálogo no debilita la identidad de nadie, sino que mueve a cada uno a ver lo mejor del otro. Nada se pierde con el diálogo, todo es posible con el diálogo”. El Padre Bernard O’Connor, natural de Nova Scotia, es un funcionario de la Congregación del Vaticano para las Iglesias Orientales. Ha sido Caballero de Colón durante 20 años.

Apenas un mes después de su ascensión como Papa, Benedicto XVI recibió una delegación del Comité Judío Internacional para Consultas Interreligiosas. Este grupo es el interlocutor oficial de la Comisión de la Santa Sede para las Relaciones Religiosas con los Judíos, y comprende las principales organizaciones pro judías así como las corrientes más importantes del judaísmo contemporáneo. Vale la pena subrayar que Benedicto XVI recibió esta delegación casi al inicio de su pontificado, aun antes de entrevistarse con las delegaciones de otras ramas del cristianismo. En esta reunión, el Papa dijo: “En los años que siguieron al Concilio, mis predecesores, el Papa Pablo VI y, en especial, el Papa Juan Pablo II, dieron pasos significativos para mejorar las relaciones con el pueblo judío. Yo tengo la intención de continuar por este camino”. Encontramos otra prueba de esta intención en la visita que hizo Benedicto XVI a una sinagoga en c o l u m b i a / a b r i l 2 0 0 8 33


Colonia, Alemania, durante la Jornada Mundial de la Juventud 2005, su primera visita como Papa a un lugar no cristiano de adoración. Allí se refirió a la reunión, diciendo: “Deseo confirmar también en esta circunstancia mi intención de continuar con empeño el camino para mejorar las relaciones y la amistad con el pueblo judío, en el que el Papa Juan Pablo II dio pasos decisivos”. En ambas ocasiones, Benedicto XVI explicó su visión de la naturaleza y el propósito de esta relación. Al tiempo que reconocía el pasado trágico y deploraba el resurgimiento del antisemitismo, Benedicto dijo que estaba convencido de que el “patrimonio espiritual” que es el tesoro de cristianos y judíos constituye la fuente de sabiduría y de inspiración que puede guiarnos hacia ‘un porvenir de esperanza’, de acuerdo con el plan divino. UN ÍNTIMO AMIGO Durante su primer año de pontificado, Benedicto XVI continuó reuniéndose con organizaciones y líderes judíos, incluyendo los rabinos jefes de Israel y el Rabino Jefe de Roma. Al recibir a este último, dijo: “La Iglesia Católica está a vuestro lado y es vuestra amiga. Sí, nosotros os amamos y no podemos dejar de amaros, a causa de los Padres: por ellos sois hermanos nuestros amadísimos y predilectos”. El Papa también expresó su gratitud por la protección divina del pueblo judío que ha garantizado su supervivencia en el transcurso de la historia. “El pueblo de Israel fue liberado varias veces de las manos de sus enemigos, y durante los siglos del antisemitismo, en los momentos dramáticos de la Shoah, la mano del Omnipotente lo sostuvo y guió”. Estas ideas se destacaban ya en los escritos del Papa antes de su elección. En diciembre de 2000, en un artículo titulado “La herencia de Abraham: El don de la Navidad” publicado en L’Osservatore Romano, el Cardenal Joseph Ratzinger escribió: “Abraham, padre del pueblo de Israel, padre de la fe, se ha convertido en fuente de la bendición, puesto que en él ‘todas las familias de la tierra se

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llamarán benditas’. La labor del Pueblo Escogido es, por lo tanto, hacer don de su Dios — el único y verdadero Dios — a todos los demás pueblos. En realidad, como cristianos somos herederos de su fe en el único Dios. Nuestra gratitud, por consiguiente, tiene que extenderse a nuestros hermanos y hermanas judíos quienes, a pesar de las dificultades de su propia historia, han conservado la fe en este Dios hasta el presente, y que han dado testimonio de ello a la vista de aquellos pueblos que, al carecer del conocimiento del Dios único, ‘habitan en tinieblas y sombras de muerte’ (Lc 1, 79). UNA CONDENA DEL ANTISEMITISMO En este mismo artículo, el Cardenal Ratzinger trató la cuestión del antisemitismo y la relación que con él tiene el cristianismo. Escribió: “Aun si la trágica experiencia más reciente de la Shoah fue perpetuada en nombre de una ideología anticristiana que trató de asestar un golpe a la fe cris-

tiana en sus raíces abrahámicas a través del pueblo de Israel, no se puede negar que la insuficiente resistencia por parte de los cristianos ante esta atrocidad se puede explicar por una herencia de sentimientos antijudíos que subsiste en el corazón de un gran número de cristianos”. Benedicto XVI reiteró que los objetivos antisemitas de la ideología nazi también eran anticristianos cuando visitó el sitio de los campos de concentración de AuschwitzBirkenau en mayo de 2006. Al describir las intenciones del nazismo, dijo: “En el fondo, con la aniquilación de este pueblo, esos depravados criminales querían matar al Dios que llamó a Abraham… Con la destrucción de Israel, con la Shoah, querían en última instancia arrancar también la raíz de la fe cristiana, para sustituirla por una creencia de su propia invención...” No puede haber mayor condena y repudio del antisemitismo que lo que expresan estas palabras. Resulta nor-

El Papa Benedicto XVI camina por la entrada del campo de concentración de AuschwitzBirkenau en Oswiecim, Polonia, el 28 de mayo de 2006. El Papa se reunió con sobrevivientes del “abismo del terror” y oró por la reconciliación.

‘LA IGLESIA CATÓLICA ESTÁ A vuestro lado y es vuestra amiga’


mal condenar el antisemitismo como un mal. Llama más la atención si se califica de “pecado contra Dios y el hombre”, como lo hizo el Papa Juan Pablo II. Sin embargo, es todavía más significativo que el Papa Benedicto XVI declare que el antisemitismo es un ataque en contra de las raíces mismas del cristianismo y que cualquier sentimiento hostil hacia los judíos tiene que ser intolerable para un verdadero cristiano. UNA FINALIDAD COMPARTIDA: LA PAZ La relación entre la Iglesia Católica y el pueblo judío; el peligro y la advertencia sobre el antisemitismo que alcanzó su clímax en la Shoah; y la responsabilidad conjunta por la humanidad que nace de ese “patrimonio compartido”, y también de las lecciones que nos da la historia, son temas esenciales de la visión teológica mundial de Benedicto XVI. Tampoco podemos pasar por alto su profunda comprensión del significado del Estado de Israel para el pueblo judío. Como Cardenal Ratzinger, él sirvió en el Comité Especial de la Santa Sede que autorizó que se establecieran relaciones plenas entre Israel y el Vaticano.

Entre sus amigos íntimos en Israel se encuentra Zwi Werblowsky, que es profesor universitario y uno de los pioneros judíos israelíes del diálogo entre las creencias. El Cardenal Ratzinger telefoneó a Werblowsky en Jerusalén para expresarle su alegría ante este acontecimiento, que describió como el fruto de la labor del Vaticano II. Esto es muy significativo. No todos los miembros de la Iglesia se dan cuenta del papel central que desempeña Israel en la identidad judía contemporánea e histórica. El Papa sí la comprende y es plenamente consciente de que esa relación entre el Vaticano y el Estado de Israel está estrechamente vinculada con la relación entre la Iglesia y el pueblo judío. Claro que esto no deja de tener sus complicaciones. No es posible ignorar los conflictos de interés de Tierra Santa y el mundo musulmán. La posibilidad de reconciliar estos intereses depende en gran medida de la resolución del conflicto israelípalestino. Por consiguiente, el tema de la oración por la paz en Tierra Santa ha sido recurrente en las homilías y discursos del Papa. Él ha

indicado que esa paz sería una fuente de bendición para el mundo. En efecto, Benedicto XVI se ha referido con frecuencia a la necesidad de que los judíos y los cristianos oren y trabajen juntos por la paz en el mundo entero. En su mensaje del año pasado en ocasión del “Día del Judaísmo” patrocinado por la Conferencia Episcopal Italiana (y por varias otras conferencias episcopales), el Papa declaró: “Los invito a todos a dirigir una oración ardiente al Señor: que los judíos y los cristianos se respeten y estimen mutuamente y colaboren por la justicia y la paz en el mundo”. En palabras de la liturgia hebrea, permítanme agregar: “Que sea la voluntad de nuestro Padre en el Cielo que esta oración se cumpla pronto en nuestros tiempos”. El Rabino David Rosen, ex Rabino Jefe de Irlanda, dirige el Departamento de Asuntos Interreligiosos del Comité Judío Americano. También preside el Comité Judío Internacional para Consultas Interreligiosas, con sede en Jerusalén. Fue miembro del Comité Bilateral que negoció el establecimiento de relaciones plenas entre la Santa Sede y el Estado de Israel. En octubre de 2005, el Papa Benedicto XVI lo nombró Caballero Comandante del Papa de la Orden de San Gregorio Magno; es el primer israelí y el único rabino ortodoxo que ha recibido tal distinción.

Estimado Santo Padre La vitalidad intelectual y espiritual de muchas universidades católicas de Estados Unidos se refleja en las cartas de bienvenida que envían sus presidentes al Papa Benedicto XVI ‘Fiesta del Papa’

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stoy seguro que usted conoce las Reglas de San Benito que exhortan a todos los monjes a ser buenos administradores de los recursos que Dios ha puesto

LEFT: CNS PHOTO/GIANCARLO GIULIANI, CATHOLIC PRESS PHOTO

al cuidado del monasterio. Aquí, en el Benedictine College (Universidad Benedictina) de Atchison, Kansas, sabemos que el recurso más valioso que se nos ha confiado son nuestros estudiantes. Y qué gran recurso: generosos, apasionados, felices, compasivos, dedicados a su fe y leales a la Iglesia; tienen una gran energía, pero también la vulnerabilidad propia de la El Presidente de juventud; su Benedictine College, futuro es muy Stephen D. Minnis, con la estudiante prometedor,

pero aún necesitan que los guíen y los formen. Tenía yo poco tiempo como presidente de esta universidad, cuando falleció su querido predecesor, el Papa Juan Pablo II. Yo sabía que nuestros estudiantes le tenían un gran aprecio y afecto, pero no esperaba yo la profundidad de su aflicción. En ciertos aspectos, parecía como si hubieran perdido a un miembro de su familia. Sin embargo, cuando se anunció que usted era su sucesor, y aún más, cuando se enteraron de que había elegido llamarse como nuestra universidad (así

Anna Roper.

c o l u m b i a / a b r i l 2 0 0 8 35


lo interpretaron ellos), casi explotaron de gozo. Esa misma noche, los estudiantes y los monjes de la Abadía de St. Benedict (una de nuestras comunidades patrocinadoras que tiene sus raíces en la Abadía de St. Michael en Metten, Baviera) organizaron espontáneamente una “fiesta del Papa” para celebrar su elección. Al verlos aquella noche hablando cantando, rezando, compartiendo su alegría del presente, sus sueños del futuro y sus esperanzas para el mundo, me di cuenta que, como universidad, es nuestro deber darles lo mejor que tenemos. La mejor herramienta para la nueva evangelización es el testimonio de católicos amorosos y auténticos dedicados a la verdad, consistentes en su entrega y alegres de su fe. Nuestra labor es ayudar a nuestros estudiantes a desarrollar todo su potencial para llegar a ser esos nuevos evangelizadores. Lo lograremos educando a nuestros estudiantes para que sean líderes con toda la tradición benedictina, los que transformarán al mundo a través de su dedicación para lograr lo mejor en lo intelectual, personal y espiritual. Intelectual: Significa crear un ambiente académico en el que se reta a todos los estudiantes a alcanzar todo su potencial por medio de una educación amplia en todas las disciplinas. Como institución católica estamos dedicados a “buscar y difundir desinteresadamente la verdad” (Ex Corde Ecclesiae). Nosotros les transmitimos la riqueza de la herencia intelectual católica y animamos a nuestros estudiantes a adquirir el hábito de aprender durante toda su vida. Personal: A través de su participación en una comunidad residencial dinámica, nuestros estudiantes reciben una formación de las virtudes. Adquieren la capacidad de formar y promover los vínculos comunitarios. Como líderes de

empresas, profesionales, maestros, ciudadanos, vecinos y padres, nuestros alumnos han aprendido a apreciar las virtudes inherentes y el valor infinito de cada ser humano. Ellos aprecian en alto grado el bienestar de los demás, la lealtad a sus comunidades y familias, y tienen una absoluta dedicación a la integridad personal. Espiritual: Los estudiantes crecen en una atmósfera que valora la fe en Jesucristo. Aceptamos y apoyamos a estudiantes de todas las religiones y promovemos sus esfuerzos por crecer más cerca de Dios. Compartimos con todos los miembros de nuestra comunidad la belleza y el misterio de la fe católica, al mismo tiempo que respetamos la libertad esencial, que es la clave para una fe madura. Todos tienen el reto de poner su fe en acción. Estamos particularmente orgullosos del Consejo Universitario Caballeros de Colón 4708 de St. Benedict, que celebra este año su aniversario número 50. Alentamos esta dedicación dentro del marco del carisma benedictino, que nos llama a todos a vivir unidos en la búsqueda de la verdad, con el deseo de fomentar y reconocer la dignidad de cada persona y el compromiso de llevar una vida equilibrada. En este marco, los estudiantes se preparan para vivir una vida de servicio, siendo líderes con verdadera humildad. Nuestro enfoque benedictino de la educación culmina en la graduación de quienes están comprometidos a vivir sus vidas “de modo que Dios sea glorificado en El Presidente de la todas las cosas” Universidad Católica (Reglas de San de América, el Muy Benito). Revdo. David M. Al confiarnos O’Connell, CM

‘TODOS LOS ESTUDIANTES tienen el reto de poner su fe en acción’ 36

la formación de los futuros líderes de la Iglesia y del mundo, Dios nos ha dado una enorme responsabilidad. Sólo cumpliendo con nuestra visión de ser una de las mejores universidades católicas de los Estados Unidos lograremos ser administradores responsables de ese increíble regalo. Muchas gracias por visitar Estados Unidos. Yo también lo invito a visitar este lugar donde usted es muy querido: la Universidad Benedictina.

‘Razón. Fe. Servicio’

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he Catholic University of America (La Universidad Católica de América) tiene el privilegio de dar la bienvenida a Su Santidad, el Papa Benedicto XVI, a su campus durante su primera visita apostólica a los Estados Unidos. Como universidad nacional de la Iglesia Católica en nuestro país, nuestra misión histórica ha sido testigo de nuestra renovada vitalidad y motivación en el Siglo XXI. La Universidad Católica de América, una institución católica norteamericana de estudios superiores, define su identidad por su fidelidad a las enseñanzas de Jesucristo que transmite la Iglesia. Tres de sus escuelas — Filosofía, Teología y Derecho Canónicas — son de naturaleza eclesiástica, además, la Escuela de Derecho Canónico es la única facultad de ese género en los Estados Unidos. Al dedicarse a promover el diálogo entre la fe y la razón, que tan bellamente describió el Papa Juan Pablo II en Ex Corde Ecclesiae, las 12 escuelas de La Universidad Católica de América buscan descubrir e impartir la verdad a través de una excelencia en la w w w. k o f c .o r g


enseñanza y en la investigación escolástica, siempre al servicio de la Iglesia, de la nación y del mundo. Aquí, la vida de la mente, influenciada y enriquecida por la tradición intelectual católica, se ilumina también por nuestra entrega a la vida del alma gracias a un ministerio lleno de vida en el campus universitario, que hace propicio un encuentro con Cristo por medio de la oración y la devoción, que son lo más importante en esta universidad. En los últimos diez años, aproximadamente 80 jóvenes varones han entrado en los seminarios y unas 30 mujeres jóvenes han elegido la vida religiosa consagrada, junto con varios cientos de estudiantes que sirven en organizaciones de laicos católicos en toda la nación y en otros países. Cientos de estudiantes participan regularmente en los retiros espirituales que patrocina la universidad durante el año. La adoración eucarística semanal y los servicios de oración, el sacramento de la confesión siempre disponible, numerosos programas para los estudiantes que sirven como voluntarios en el Distrito de Columbia, así como los viajes anuales de misión a varios países del Tercer Mundo proporcionan a los estudiantes la oportunidad de poner su fe en acción de una manera visible. La vida estudiantil también muestra su compromiso con la identidad católica de la universidad, como lo hacen los miembros del Consejo Caballeros de Colón 9542 del campus. Siendo la única universidad católica de nuestro país que ha sido decretada por el Vaticano y es apoyada por los obispos de los Estados Unidos, La Universidad Católica de América tiene una responsabilidad única: ayudar a la Iglesia a reflejar en sí misma y en su influencia la cultura contemporánea. Un ejemplo es la respuesta entusiasta que La Universidad Católica de América ha dado a la solicitud, que hizo el entonces Cardenal Joseph Ratzinger en 2004, de ser anfitriona de un simposio internacional acerca de la ley natural como una fuente

común para la moralidad, que se llevará a cabo justo antes de su arribo al campus universitario. El mejor y más convincente testimonio de todo lo que representa La Universidad Católica de América es el de los propios estudiantes: jóvenes alegres, fieles y dedicados, cuyas vidas han cambiado con lo que han aprendido y experimentado aquí. Para ellos, “Razón, Fe y Servicio” es mucho más que un lema institucional. Estos conceptos son el camino que nuestros estudiantes toman en su encuentro con “Cristo Nuestra Esperanza” y en su esfuerzo por llevarlo al mundo.

‘Una identidad Católica vital’ a University of St. Thomas (Universidad de Santo Tomás) en Minnesota, con todo entusiasmo da la bienvenida a los Estados Unidos a su más distinguido alumno honorífico, el Papa Benedicto XVI. El Cardenal Joseph Ratzinger era prefecto de la Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe del Vaticano cuando visitó la Universidad St. Thomas, el 13 de febrero en 1984, para celebrar una misa, dar una conferencia y recibir un título honorífico. En esa época, era aclamado como teólogo y escritor de fama internacional, que había sido profesor universitario en Alemania, hasta que fue nombrado arzobispo de Munich y Freising en 1977. Cuatro años más tarde llegó a ser prefecto de la Sagrada Congregación de la Fe y ocupó ese puesto hasta que fue elegido papa en abril de 2005. Durante su visita a la Universidad St. Thomas, el Cardenal Ratzinger dio la homilía en una misa conmemorativa del XV Aniversario del Seminario de St. John Vianney, que se encuentra en nuestro campus, y es el seminario

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‘PERTENECEMOS A MARÍA, a su Hijo y a ambos’

El Presidente de la Universidad de St. Thomas, Padre Dennis Dease

universitario más grande de Estados Unidos. La mención que acompañó al título honorífico de Doctor en Letras Humanas alabó al Cardenal Ratzinger por “su disposición para reconocer y enfrentar las dificultades de nuestra época para la fe y su difusión”. Veinticuatro años más tarde, St. Thomas toma la iniciativa de enfrentar los mismos temas y las mismas dificultades. Cuando llegué a ser presidente en 1991, enfaticé la importancia de mantener esa entrega de corazón a “la promoción de nuestra vital identidad católica y al desarrollo integral del estudiante. No sólo la formación de la mente, sino también del corazón y del alma”. Diecisiete años más tarde, creo que nuestra universidad ha conseguido avances significativos para establecer una vital comunidad católica por medio de iniciativas académicas, extra curriculares y comunitarias. Patrocinamos uno de los más grandes y mejores programas de estudios católicos en toda la nación. Todos nuestros graduados deben tomar tres cursos de teología y dos de filosofía. Nuestra Escuela de Leyes, que tiene sólo siete años, ha florecido en su misión de “integrar la fe y la razón en la búsqueda de la verdad a través de un enfoque en la moralidad y la justicia”. Los seminarios con los que colaboramos han crecido — St. Paul para la preparación de sacerdotes y St. John Vianney para los estudiantes universitarios —, en St. John Vianney se duplicaron los seminaristas hasta llegar a 150 en los últimos cinco años. Desde que se abrió nuestra universidad de Roma en el 2000, más de 350 estudiantes se c o l u m b i a / a b r i l 2 0 0 8 37


han inscrito en los programas regulares o en cursos especiales. En los últimos 15 años, 600 maestros y directores de escuelas se han graduado de la Universidad St. Thomas, sin tener que pagar su matrícula, gracias al Instituto Murria, que patrocinamos con la arquidiócesis de St. Paul y Minneapolis. Nuestro compromiso también ha crecido fuera de las aulas. La fundación Carnegie dedicada al progreso de la enseñanza ha nombrado a St. Thomas una de las 62 instituciones “comprometidas con la comunidad”, citando las 80,000 horas de servicio que nuestros estudiantes y empleados aportan cada año en bien de la comunidad. Nuestros maestros, empleados y estudiantes también aprovechan una amplia gama de innovadores programas internos para promover las vocaciones y para integrar los principios católicos en nuestra vida y en nuestro trabajo. Asimismo, estamos orgullosos de patrocinar un consejo universitario de Caballeros de Colón que este año tiene más de 60 estudiantes. En resumen: la Universidad St. Thomas ha trabajado arduamente para fortalecer su carácter católico. Su Santidad tiene nuestra promesa de que continuaremos buscando más oportunidades en los años venideros.

Que no se diga nunca que nuestros sueños son limitados

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s apropiado que el nombre de nuestra universidad comience con un adjetivo posesivo, que indica pertenencia, Notre Dame (Nuestra Señora), nos pertenece como nuestra madre y nosotros le pertenecemos a ella como sus hijos. Esta pertenencia está en el corazón de la universidad y en el corazón de la Iglesia

El Presidente de la Universidad de Notre Dame, Padre John I. Jenkins, CSC, reunido en el Vaticano con el Cardenal Francis Arinze.

Católica, y los dos corazones palpitan como uno solo. El cristianismo es precisamente familiar desde el principio de sus enseñanzas. Pertenecemos a María, a su Hijo y a ambos. Ésta es la razón por la cual, sin titubear, describimos a nuestros estudiantes, alumnos, maestros, empleados, amigos y benefactores como la “familia de Notre Dame”. En realidad somos una familia. Nuestra misión, en primer lugar, es pertenecer a María y a su Hijo; para promover y alimentar no sólo la sabiduría, sino también el amor a sus hijos e hijas; llevarlos a una fe que transforma al mundo, que garantiza que verán a todos los hombres como hermanos e hijos de Dios. Es una misión abrumadora, que sólo puede realizar una universidad católica, y que resulta desconcertante para nuestros contemporáneos seculares, pero nunca permitiremos que se diga que nuestros sueños son limitados. El año pasado, la familia de Notre Dame celebró la beatificación del Padre Basil Moreau, fundador de la Congregación de la Santa Cruz, quien insistió que “no se debe cultivar la mente dejando de lado el corazón”. Aquellos que enseñamos, administramos, estudiamos, trabajamos y vivimos aquí, tenemos el diario privilegio de cultivar nuestra mente y nuestro corazón en toda una rica variedad de actividades. Liturgias en la intimidad y calidez del pabellón residencial y la respe-

‘QUE SU ESTADÍA EN los Estados

Unidos sea una ocasión de grandes gracias’ 38

tuosa polémica de las discusiones en las clases; el gran entusiasmo y algarabía en los eventos deportivos y el reverente silencio en la gruta durante las vigilias a la luz de las velas; la absoluta atención a los estudios hasta muy entrada la noche y los devotos servicios que los estudiantes de Notre Dame rinden a las personas más necesitadas de nuestra sociedad a través de programas del Center for Social Concerns (Centro de atención social). Mientras todos estamos orgullosos de la prominencia de Notre Dame como universidad católica y nos sentimos honrados de servir a la Iglesia Católica, estamos conscientes que la Iglesia no es nuestro cliente, sino nuestra Madre. Sólo sus más humildes servidores llegan a ser los verdaderos líderes de la Iglesia y sabemos que nuestra responsabilidad de educar e inspirar a los jóvenes, hombres y mujeres, para este paradójico servicio es en sí un regalo que nos hace Dios. No es la única responsabilidad que nos asigna Dios, pero es una responsabilidad especial para nosotros y estamos muy agradecidos por ello. Estamos muy agradecidos a nuestro Santo Padre, el Papa Benedicto XVI, por honrar a nuestra nación con el regalo de su visita, y como la primera universidad católica que patrocinó un consejo de Caballeros de Colón, Notre Dame y todos los miembros de esta familia estamos encantados de unirnos a los Caballeros de Colón para darle la bienvenida a los Estados Unidos de América. Oramos para que su visita intensifique nuestro sentido de pertenencia, profundice nuestra comunión y avive nuestro deseo de la venida del Reino.

‘La búsqueda de la verdad’ u visita a los Estados Unidos evoca a otro hombre nacido en Baviera, Boniface Wimmer, que dejó su monasterio en Metten en 1846 y sobrevivió un tormentoso viaje a través del Atlántico con 18 de sus com-

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bien común de la sociedad”. pañeros para fundar el primer St. Vincent College toma muy monasterio y universidad benedictien serio esa recomendación. na en América, el Saint Vincent Nosotros retamos a nuestros estuCollege (Universidad de San diantes a crecer intelectual, espiriVicente) en Latrobe, Pennsylvania. tual y moralmente, para que se El Abad Wimmer y sus comsuperen en la vida y hagan la difepañeros ni siquiera se hubieran rencia en el mundo. Nuestros imaginado, cuando se establecieron cursos académicos promueven la en las faldas de la bella Montaña búsqueda de la verdad y el desarroLaurel, que para el 2008 esa funllo del raciocinio crítico con el fin dación sería el sitio del monasterio benedictino más grande del mundo, de preparar a los graduados para los más variados objetivos que ofrece la un seminario para 59 hombres y vida. una universidad de artes libres que Creemos que la educación de acoge a cerca de 2,000 estudiantes. Cuando el Presidente George W. nuestros estudiantes no debe limiBush lo reciba en la Casa Blanca, en tarse a las aulas. En este semestre, grupos de estudiantes de la St. su cumpleaños, le mencionará su Vincent College irán a Sao Paolo, visita a St. Vincent Brasil, para trabaCollege, en mayo pasajar en una casa de do, para nuestra SIDA, a unas graduación. En aquella escasas millas de ocasión recordó a los donde usted estugraduados que: vo en mayo de “Benito fue el santo 2007; a Calcuta, que…ayudó a salvar la India, para servir civilización de a los pobres en las Occidente. San Benito misiones de la fue la inspiración para Madre Teresa; a aquel hombre Newark, Nueva (Wimmer) que vino a Jersey, para trabaeste país a plantar esos jar en la escuela El Presidente de Saint ideales en suelo ameriVincent College, Jim preparatoria St. Benedict cano y fundó esta uniTowey, sostiene a su que está transformando las versidad. San Benito hija, Marie, entonces vidas de cientos de jóvenes también fue la de 3 años, en esta foto inspiración para el de 2006, luego de una de edad escolar en los barrios más pobres; y a Papa, que tomó su conferencia de prensa Nueva Orleans, Louisiana, en la que se anunció nombre en tributo a los su designación como para participar en el ideales benedictinos de nuevo presidente. proyecto Hábitat para la caridad y comunidad, Humanidad en ayuda de que sabe que el mundo las familias afectadas por los necesita ahora más el huracán Katrina. que nunca”. Estas iniciativas de servicio, Su Santidad, las palabras no junto con el rigor académico de pueden expresar todo nuestro sennuestro plan de estudios, forman timiento de adhesión a usted y un firme cimiento que apoya a nuestro amor — nuestro seminario todos nuestros estudiantes, sin tiene la Cátedra Papa Benedicto importar las diferencias de religión. XVI de Teología Bíblica y Nos regocijamos de la diversidad Proclamación Litúrgica, y el sello que existe en la St. Vincent College de St. Vincent tiene como fondo la — aproximadamente una tercera bandera de Baviera. Su venerable predecesor, el Papa parte de nuestros estudiantes no son católicos y más de 100 son de Juan Pablo II, en una ocasión habló las minorías. Una completa cuarta de la educación como “la formaparte de nuestros estudiantes parción integral de los estudiantes, de ticipa en programas atléticos y manera que puedan ser verdaderos muchos más participan en otras discípulos de Cristo y como tales trabajar efectivamente para la evan- actividades. Un grupo de estudiantes de la St. Vincent College gelización de la cultura y para el LEFT: CNS PHOTOS; ALESSIA GIULIANI, CATHOLIC PRESS PHOTO; KEN BROOKS, THE CATHOLIC ACCENT

instituyó recientemente el Consejo 14384 de los Caballeros de Colón y ahora tienen más de 40 miembros. Sin lugar a duda, la visión y vitalidad de nuestra universidad es una manifestación del corazón de la Abadía de Saint Vincent. Los 170 monjes que tienen su hogar en la Universidad de San Vicente — incluyendo las decenas de monjes que enseñan aquí y aquellos que viven en los dormitorios — inspiran a nuestros estudiantes con la palabra y el ejemplo. Como lo expuso en su primera encíclica, Deus Caritas Est, un monasterio expresa “un inmenso servicio de caridad hacía el prójimo”. Nuestros estudiantes experimentan eso todos los días. Que su estadía en los Estados Unidos sea una ocasión de grandes gracias para nuestra patria y nuestra universidad. Queremos expresarle que siempre es bienvenido a la Universidad de San Vicente, donde Baviera, San Benito y la educación católica humanística conviven en armonía. P.S. Mi hijo Joe, que le presentó a usted el agua y el vino en la Misa de Nochebuena de 2006, le envía todo su cariño.

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Una programa moral Los papas no participan en la arena del poder político, sino que hablan en un lenguaje moral universal acerca de los problemas del mundo y su potencial POR GEORGE WEIGEL

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l 16 de marzo de 1854, una pandilla de rufianes asociados con el “Know-Nothing Party” (Partido No Sabe Nada), que era anticatólico, destruyó un bloque de mármol que había enviado el Papa Pío IX a los Estados Unidos como una contribución para el Monumento a Washington; los “Know-Nothing” arrojaron los pedazos de mármol al Río Potomac. Setenta y cuatro años más tarde, el gobernador de Nueva York, Al Smith, descubrió que ser católico todavía era un gran impedimento en la política presidencial; su campaña de 1928 estuvo plagada de propaganda anticatólica, que contribuyó a la aplastante derrota de Smith ante Herbert Hoover. La noción de que era imposible ser un fiel católico y un patriota estadounidense con el tiempo ha sido derrotada, y ahora parece que se encuentra confinada a los más oscuros rincones de la vida pública estadounidense. Si los católicos tuvieron que recorrer un camino escabroso para alcanzar una completa aceptación en la política de los Estados Unidos, el papado moderno también tuvo que transitar por una senda difícil para conseguir un lugar en las mesas de negociación, donde se debate el futuro del mundo. En 1919, mientras la conferencia de Versalles trans-

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formaba el mapa de Europa, la Santa Sede tenía relaciones diplomáticas plenas con sólo 26 países, la mayoría en Latinoamérica. A pesar de todo, las cosas comenzaron a cambiar en ese frente, gracias a la generosidad de Benedicto XV (que llevó al Vaticano a la bancarrota al proporcionar ayuda a prisioneros y refugiados durante la Primera Guerra Mundial), gracias al testimonio antitotalitario de los papas Pío XI y Pío XII, y por el afecto universal que se ganó el Papa Juan XXIII, cuya encíclica de 1963, Pacem in Terris (Paz en la Tierra), hablaba en favor de la humanidad y a toda la humanidad. Cuando el Papa Pablo VI vino a Nueva York en octubre de 1965, en la primera visita papal a los Estados Unidos y a las Naciones Unidas, no fue recibido como un monarca extranjero antidemocrático e intruso, (como lo habrían calificado los “Know-Nothing” y los fanáticos del tiempo de Al Smith), ni como una persona que no tuviera nada que hacer en los foros donde los grandes especialistas discuten cuestiones sumamente serias (como lo expresaron los italianos del tiempo de Benedicto XV). Por el contrario, Pablo VI vino a la O.N.U. como un dignatario con la capacidad de hablar al mundo acerca de sus más profundas preocupaciones morales y espirituales de manera única UN NUEVO PARTICIPANTE EN LA POLÍTICA MUNDIAL El resurgimiento del papado como punto de referencia moral universal, que ha dado a los Papas un poder especial en los asuntos internacionales, fue un proceso lento. El historiador inglés Owen Chadwick

encuentra el comienzo de ese poder moderno en 1839, con el Papa Gregorio XVI y la condena del comercio de esclavos. El Papa no tenía forma de imponer sanciones, pero su denuncia del comercio de esclavos quizás fue el primer esfuerzo de persuasión moral por parte de un papa a escala mundial. El sucesor de Gregorio, Pío IX, vendió el último acorazado papal (la Inmaculada Concepción) cuando quedó “prisionero en el Vaticano”, tras el embargo de los estados papales en 1870; y, a decir verdad, aunque el mundo católico sentía afecto por Pío IX, éste no tenía ninguna influencia sobre los asuntos internacionales. Tocó a su sucesor, el Papa León XIII, inventar un nuevo método de interacción papal con el mundo. León siguió la pauta de Gregorio XVI y comenzó a posicionar el papado como un nuevo tipo de actor en la política mundial: maestro y testigo moral. Su gran encíclica social de 1891, Rerum Novarum, disertó acerca de las “cosas nuevas” del mundo industrializado con una lucidez que ha inspirado a varias generaciones de reformistas sociales. Pío XI retomó la obra de León XIII, y en su encíclica Quadragesimo Anno de 1931, analizó brillantemente la tentación totalitaria en la que estaba cayendo la mayor parte de Europa, al tiempo que ampliaba la doctrina social de la Iglesia para abarcar una visión total de una sociedad justa. Juan XXIII continuó con esta tradición de la enseñanza social por el papa, y captó la atención y el respeto del mundo con su encíclica Pacem in Terris. Cuando, en 1965, Pablo VI caminó hacia la tarima de mármol verde de la Asamblea General de la

BENEDICTO mostró una aguda capacidad para diagnosticar los males culturales del mundo w w w. k o f c .o r g


O.N.U., lo apoyaba la grandeza de los papas que habían redefinido el poder del Vaticano en el mundo moderno. No era ya el poder que pusiera de rodillas a los príncipes penitentes (como lo había hecho Gregorio VII con el Santo Emperador Romano Enrique IV), era un poder diferente: el poder de la persuasión moral, que cambia la historia al cambiar las mentalidades. Sin embargo, la exhortación de Pablo VI “¡Nunca más guerras! ¡Guerras nunca más!” no se ha cumplido. Tendría que venir otro papa, Juan Pablo II, para demostrar la efectividad de la nueva estrategia del Vaticano: el cambio por medio del argumento moral. UN MORALISTA GLOBAL Cuando Juan Pablo II fue a la O.N.U. en octubre de 1979, habían pasado menos de cuatro meses de su triunfal regreso a su nativa Polonia. Allí, había encendido una revolución de conciencia que, en el verano de 1980, dio nacimiento al movimiento de Solidaridad en los astilleros de Gdansk. Al devolver a sus compatriotas polacos su auténtica cultura e historia — que los Nazis habían tratado de destruir ya en 1939-1945, y que los comunistas habían tratado de usurpar a partir de 1945 — Juan Pablo II dio a su pueblo la herramienta para una resistencia que los garrotes del totalitarismo no podrían subyugar. En la O.N.U., Juan Pablo II desarrolló y “globalizó” su mensaje de los derechos humanos como la base para una sociedad justa, poniendo especial énfasis en el derecho fundamental de la libertad religiosa. Lo que es quizás más importante, Juan Pablo II había expuesto el caso de los derechos humanos de una manera que pudiera analizarlo todo aquel que estuviera dispuesto a tomar el argumento con seriedad. Habló en un idioma moral genuinamente universal, y al hacerlo, mostró al mundo que era verdaderamente posible tener una conversación moral global, a pesar de la complejidad de las diferencias humanas. Cuando volvió a la O.N.U. en 1995, la revolución de conciencia de Juan Pablo II había triunfado en Europa Central y Oriental, y condujo al final del comunismo europeo y a la PAUL VI: CNS FILE PHOTO; JOHN PAUL II: AP PHOTO/MARK LENIHAN

caída de la Unión Soviética. Pero el Papa, que siempre pensaba más allá, vio nuevos peligros en el horizonte. Los comunistas que aún subsistían en el mundo, así como también los partidarios del autoritarismo del Este de Asia, los musulmanes radicales y los occidentales postmodernos, todos argumentaban en formas variadas que los “derechos humanos” eran una idea inventada por el Occidente para imponerla a los demás. No es así, insistió Juan Pablo II, y argumentó que existe una ley moral universal escrita en el corazón humano, que podemos conocerla si reflexionamos detenidamente acerca de la vida moral. Esta ley moral universal revela ciertos derechos humanos que cada gobierno debe realmente reconocer y proteger, sin importar las circunstancias culturales. Además, continuó el Papa, esta ley moral universal puede ser una “gramática” que regule el debate sobre el futuro del mundo.

Papas en las Naciones Unidas “¡Nunca jamás guerra! ¡Nunca jamás guerra! Es la paz, la paz, la que debe guiar el destino de los pueblos y de toda la humanidad”. — Papa Pablo VI, Discurso a las Naciones Unidas, 4 de octubre de 1965 “Es necesario que la Organización de las Naciones Unidas se eleve cada vez más … a la condición de centro moral, en el que todas las naciones del mundo se sientan como en su casa, desarrollando la conciencia común de ser, por así decir, una ‘familia de naciones’ ”. — Papa Juan Pablo II, Discurso a las Naciones Unidas, 5 de octubre de 1995

MÁS QUE UN PODEROSO POLÍTICO La diplomacia de la Santa Sede en los primeros años del siglo XXI tiene que ver con más de 175 países que intercambian representantes diplomáticos con el Vaticano. El representante permanente de la Santa Sede ante la Celestino O.N.U., Arzobispo Migliore, atiende todos los asuntos políticos, sociales, económicos y culturales de la agenda de la organización. No obstante, cuando el Papa Benedicto XVI camine hacia el podium de la O.N.U. el 18 de abril, no será como un poderoso político más, sino como la voz de la razón moral universal. Su misma presencia será un reto para aquellos que quisieran separar la fe religiosa de la razón (como algunos extremistas radicales islámicos y los intelectuales occidentales del “nuevo ateísmo” de hoy). Su presencia también retará a aquellos que han perdido la fe en la razón, hasta el punto de imaginar que nunca ha habido nada cierto, en todas partes y para todos. En su conferencia de Regensburg en septiem-

bre de 2006, Benedicto XVI mostró, mejor que cualquier presidente, primer ministro, rey, reina o secretario ge-neral, una aguda capacidad para diagnosticar los males culturales del mundo y para ponerlos en la agenda mundial. Muy osado habría sido el observador que predijera, hace cien años, que un día los Papas hablarían al mundo, y que el mundo los escucharía, y tal vez cambiaría. Y, sin embargo, es ésta una de las facetas de la historia del papado en el Siglo XX, la que creó una plataforma moral desde la cual se dirigirá Benedicto XVI al mundo en la O.N.U. George Weigel, distinguido miembro de “Washington’s Ethics and Public Policy Center” (Centro de Políticas Públicas y Ética de Washington) es autor del éxito de librería según el New York Times “Witness to Hope: The Biography of Pope John Paul II” (Testimonio de Esperanza: La Biografía del Papa Juan Pablo II) (Harper Perennial y el más reciente, “Faith, Reason, and the War Against Jihadism: A Call to Action” (Fe, Razón y la Guerra Contra el Jihad: Un Llamado a la Acción) (Doubleday).

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En el horizonte: ‘la reforma Benedictina’ La visita del Papa Benedicto XVI a los Estados Unidos es solamente uno de los eventos importantes de la Iglesia dirigidos a la renovación de la Iglesia en Jesucristo POR ROBERT MOYNIHAN

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urante su visita de seis días a los Estados Unidos en abril, el Papa Benedicto XVI transmitirá su visión de la continua renovación de la Iglesia en el siglo XXI. Esta visión es espiritual y doctrinal y está dirigida a erradicar la confusión que ha subsistido en algunas áreas de la vida de la Iglesia desde la clausura del Concilio Vaticano II. El Papa también desea fortalecer a la Iglesia al tiempo que enfrenta los retos de un mundo moderno secularizado y un Islamismo resurgente. Sus esfuerzos podrían llamarse “La Reforma Benedictina”. Para alcanzar estas metas, el Papa seguramente destacará tres puntos durante su visita del 15 al 20 de abril: la Eucaristía, especialmente durante las dos misas al aire libre; la Catequesis, o formación de la fe, durante algunas reuniones más íntimas o privadas; y el Testimonio Evangelizador de los valores del Evangelio. El viaje no será político, aunque 2008 es un año de elecciones en los Estados Unidos. Benedicto XVI visitará la Casa Blanca para reunirse con

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el Presidente George W. Bush y presentará sus respetos en la “Zona Cero” de Nueva York (lugar donde se produjo el ataque terrorista). “El Papa es imparcial respecto a la política”, afirmó el Secretario de Estado del Vaticano, Cardenal Tarcisio Bertone, a Familia Cristiana, en la edición del 6 de enero de este semanario italiano. El Cardenal Bertone expresó que el discurso del Papa ante las Naciones Unidas “confirmará la irreemplazable naturaleza de las Naciones Unidas” y también mencionará los lugares conflictivos del mundo, como el Medio Oriente y África. VISITA CENTRADA EN CRISTO Benedicto XVI ya ha cumplido casi tres años como Papa. Dondequiera que vaya y cualquiera que sea el asunto que trate, su mensaje contiene tres elementos correlacionados: una invitación a encontrarse con Jesucristo, el llamado a los creyentes a aprender más acerca de Jesús, y el reto de ser testimonio de Jesús en su vida. Su visita a los Estados Unidos, por lo tanto, estará centrada en Cristo. El Papa enfatizará que Jesucristo es el centro, como fuente, vida y esperanza de la Iglesia. Enseñará que Jesucristo no es un concepto o una ideología, sino una persona que se puede encontrar en la Eucaristía, en las Escrituras, en la oración y en el culto. Además, enseñará que la Iglesia existe para dar testimonio del Señor vivo, y no por una razón social o política, por noble o sublime que ésta sea.

El Papa pondrá énfasis en la catequesis. Benedicto XVI, que fue maestro antes de ser obispo, presentará a los obispos estadounidenses y a los educadores católicos la necesidad de enseñar la fe en Jesús; lo cual significa, la necesidad de una catequesis clara, para que haya una buena enseñanza en las familias, parroquias, diócesis, escuelas y universidades. Finalmente, el Papa subrayará la necesidad del testimonio. Hará hincapié en que se debe dar un testimonio cristiano en este mundo tentado por la violencia y por soluciones injustas a problemas difíciles. Éste seguramente será uno de los temas durante su viaje y especialmente en su discurso a las Naciones Unidas, en la Ciudad de Nueva York. DESPUÉS DE LA VISITA En lo que resta de 2008 y a principios de 2009, el Papa y sus más cercanos colaboradores continuarán proclamando estos mensajes en algunos eventos eclesiales. Se encuentra ya próximo el XL Congreso Eucarístico Internacional en Québec, Canadá, del 15 al 22 de junio. El Papa no asistirá a ese congreso, pero enviará una delegación papal que lo representará. Sin embargo, Benedicto XVI tiene programado unirse a los participantes del congreso, vía televisión desde Roma, en la Misa de Clausura. “Gracias a la presencia de la delegación papal, esa Misa de Clausura tendrá una importancia simbólica al tener la visible comunión de la Iglesia universal reunida en la Ciudad de Québec alrededor de la

BENEDICTO XVI desea que los cristianos modernos reciban la inspiración de San Pablo w w w. k o f c .o r g


presencia de Jesucristo en la Eucaristía” expresó el Cardenal Marc Ouellet de Québec. “Es una oportunidad para los católicos de todo el mundo de celebrar su fe en la Eucaristía y de dar testimonio del Evangelio compartiendo momentos de oración, reflexión y fraternidad”. Más tarde en verano, el Papa asistirá al último día de la Jornada Mundial de la Juventud, el evento más grande de la juventud del mundo, que se celebrará del 15 al 20 de julio en Sydney, Australia. Al asistir a la Jornada Mundial de la Juventud, dicen los organizadores, “los jóvenes de todo el mundo harán una peregrinación de fe, se reunirán y tendrán la oportunidad de redescubrir su llamado bautismal y la esencia de los sacramentos de la Eucaristía y la Reconciliación, con lo cual, descubrirán un nuevo celo apostólico para dar testimonio más completo del Evangelio en el mundo moderno”. En este año, también se espera que Benedicto XVI visite Lourdes, Francia, para el 150 aniversario de las apariciones de María en ese lugar. A principios del 2009, el Papa tiene programado asistir al VI Encuentro Mundial de las Familias en la Ciudad de México. En el Encuentro Mundial de las Familias de 2006 en Valencia, España, el Papa dijo: “A través de la intercesión de María, abran sus hogares y sus corazones a Cristo, de manera que él sea su fortaleza y su gozo, y les ayude a vivir en armonía y a proclamar ante el mundo el poder invisible del verdadero amor”. Su discurso subrayó la distancia que existe entre el subjetivismo del mundo moderno y las constantes enseñanzas de la Iglesia. “La verdadera libertad humana se basa en que hemos sido creados a imagen y semejanza de Dios”, dijo el Papa. “La educación cristiana consecuentemente es una educación de libertad y para la libertad. La familia cristiana — el padre, la madre y los hijos — está llamada a hacer todo esto, no como una tarea impuesta desde afuera, sino como un regalo de la gracia sacramental del matrimonio que se derrama sobre los esposos. Si ellos permanecen abiertos al Espíritu y imploran su ayuda, les otorgará el amor de Dios Padre que se manifestó y se encarnó en Cristo. ... Éste es el ABOVE: CNS PHOTO/DARIO PIGNATELLI, REUTERS RIGHT: CNS PHOTO FROM REUTERS

Otra faceta de la renovación: El clero enovar la Iglesia en América también significa restaurar la pureza del clero, de los pastores que cuidan el rebaño. Con este objetivo, el Cardenal Claudio Hummes, Prefecto de la Congregación para el Clero (derecha), envió recientemente una carta a todos los obispos, párrocos, superiores religiosos y rectores de seminarios del mundo, pidiéndoles que en cada diócesis establezcan “cenáculos”, o pequeños grupos de adoración eucarística perpetua, con el fin de “santificar” a los sacerdotes por medio de la oración. El Cardenal Hummes anunció esta iniciativa en la edición del 5 de enero de L’Osservatore Romano y dijo que estaba haciéndose cargo del proyecto explícitamente para combatir los “pecados” sexuales cometidos por una parte del clero, “mínima” pero aun significativa. “Pedimos a todos que hagan adoraciones eucarísticas para reparar ante Dios los graves daños que se han cometido”, dijo el cardenal, “ y para restaurar a las víctimas su dignidad”. Antes de ser elegido papa, el Cardenal Joseph Ratzinger pidió a Dios perdón en el rezo del Vía Crucis del Viernes Santo de 2005. Calificó los escándalos sexuales del clero como una “inmundicia en la Iglesia” particularmente “entre aquellos que, por el sacerdocio, deben estar dedicados completamente a Jesús”. Es razonable concluir que esta iniciativa de adoraciones eucarísticas en expiación por los escándalos sexuales del clero ha estado en la mente de Benedicto XVI desde antes de ser papa. Pero la adoración eucarística no es solamente para santificar a los sacerdotes, es para todos en la Iglesia. Benedicto XVI pide a todos los católicos regresar a la práctica de la adoración eucarística. — Reportado por Robert

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mensaje de esperanza que... deseo compartir con todas las familias del mundo”. EL AÑO DE SAN PABLO Y LO QUE SIGUE El 28 de junio, Benedicto XVI iniciará el Año de San Pablo. El Papa desea que los cristianos modernos reciban la inspiración del Apóstol de los Gentiles. El 25 de enero, fiesta de la Conversión de San Pablo, el Santo Padre mencionó que Pablo había exhortado a los cristianos a rezar constantemente. La solicitud de Pablo a los cristianos de Tesalónica, dijo el Papa, da “fortaleza y consistencia” a las exhortaciones de su epístola para que “reprendan a los indisciplinados, animen a los indecisos, sostengan a los débiles y tengan paciencia con todos. Cuiden que nadie devuelva a otro mal por mal, sino constantemente procuren el bien entre ustedes y con los demás. Estén siempre alegres, oren sin cesar y den gracias a Dios en toda ocasión” (1 Tes 5, 12-18). Éste es el mensaje del Papa a la Iglesia y al mundo: “Busquen el bien para cada uno y para todos”. Ésta es la meta de su visita a los Estados Unidos y de todos sus esfuerzos, mientras guía a la Iglesia a través de las aguas tormentosas del presente. Robert Moynihan es editor de la revista “Inside the Vatican” (Dentro del Vaticano) (www.insidethevatican.com) y autor de “Let

Moynihan

God’s Light Shine Forth: The Spiritual Vision of Pope Benedict XVI” (Hagamos que Brille la Luz de Dios: La Visión Espiritual del Papa Benedicto XVI) (Image Books/Doubleday, 2005).

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Asociados en favor de la libertad, la justicia y la paz Una historia de las relaciones diplomáticas de los Estados Unidos con el Vaticano POR JIM NICHOLSON

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stados Unidos no siempre ha tenido las relaciones dinámicas y versátiles de las que goza en la actualidad. En el siglo XVIII, la misión de los Estados Unidos ante la Santa Sede (los Estados Papales) fue establecida primordialmente para proteger los intereses comerciales estadounidenses. Poco después de la promulgación de la Constitución de los Estados Unidos en 1787, los líderes de este país comenzaron a ver la necesidad de tener una representación consular en Roma, que en ese entonces era la capital de los Estados Papales. Además de proteger los intereses comerciales y de velar por los intereses de los estadounidenses en el extranjero, el puesto consular reunía condiciones inmejorables para informar sobre la inestabilidad revolucionaria que se propagaba por la Europa del siglo XIX. En junio de 1846, Giovanni Maria Mastai-Ferretti fue electo Papa y asumió el nombre de Pío IX. Su elección constituyó una fuerza motriz para establecer las relaciones diplomáticas plenas con la Santa Sede. Los estadounidenses de Roma encontraban natural que se ampliaran las relaciones con Roma, pero continuaba la resistencia del público estadounidense y el Congreso de los

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Estados Unidos. Para junio de 1847, ciertos funcionarios de alto rango del Vaticano expresaban discretamente su apoyo para que se ampliaran las relaciones entre la Santa Sede y los Estados Unidos. Haciendo caso omiso de sus críticos, el Presidente James Polk elevó la posición del cargo estadounidense de “cónsul” a “encargado de negocios”. El 21 de marzo de 1848, el Senado de los Estados Unidos debatió un proyecto de asignaciones para el encargado de negocios en la corte papal. Sorpresivamente, durante el debate casi no se invocaron objeciones religiosas al establecimiento de las relaciones. Sólo algunos de los que se oponían a enviar un encargado de negocios a Roma alegaban que una misión de esa naturaleza serviría para establecer la Iglesia Católica en los Estados Unidos. El senador Andrew Butler de Carolina del Sur, por ejemplo, comentó que no veía ninguna razón válida para enviar un representante a Roma. Argumentó que “el nuestro es un gobierno que no nos permite legislar sobre religión, y yo no estoy dispuesto a avalar indirectamente una misión por consideraciones religiosas”. El senador Lewis Cass de Michigan, sin embargo, rápidamente definió una importante diferencia: Estados Unidos enviaría un representante al Papa en su calidad de soberano, no de jefe de la Iglesia Católica Romana. Esta distinción

que marcó Cass hace más de 150 años es aún el principio que guía a la Embajada de los Estados Unidos ante la Santa Sede. Al final, el proyecto de asignaciones de 1848 fue aprobado y ese mismo año el Presidente Polk designó a Jacob L. Martin como el primer encargado de negocios en la Corte de los Estados Papales. Aunque Estados Unidos había tenido relaciones consulares oficiales con los Estados Papales desde 1797, mediante este acto de 1848 Estados Unidos formalmente reconoció a la Santa Sede como miembro de pleno derecho de la comunidad de naciones. COOPERACIÓN ENTRE PRESIDENTES Y PAPAS Durante los siglos XIX y XX, la Iglesia Católica de los Estados Unidos se expandió en términos de cifras, poder, influencia y riqueza. Con el flujo de inmigrantes de países predominantemente católicos a fines del Siglo XIX, la importancia de Estados Unidos aumentó hasta tal punto que la Santa Sede no podía pasarla por alto. En 1892, el Papa León XIII nombró al Arzobispo Francesco Satolli como delegado apostólico ante la jerarquía estadounidense. A fin de minimizar la controversia y para no volver a despertar los sentimientos públicos en contra de la Iglesia, se trazó un plan según el cual Satolli vendría a los Estados Unidos con el pretexto de representar al Papa en la

LA SANTA SEDE está asociada con los Estados Unidos en la búsqueda de libertad, justicia, paz y dignidad humana w w w. k o f c .o r g


Exposición Colombina de 1892 en Chicago. A pesar de que continuaba la controversia respecto a su presencia en los Estados Unidos, Satolli permaneció durante unos cuatro años. Para mediados de los años 1930, la Depresión en los Estados Unidos y los asuntos internos que preocupaban tanto a la iglesia Católica como al Presidente Franklin Roosevelt impulsaron a los poderosos miembros del gobierno y a la Iglesia a una creciente colaboración. La cruzada del Presidente Roosevelt en contra del desempleo, de las prácticas laborales injustas, de la discriminación y la pobreza tocaba problemas que la jerarquía católica estadounidense también trataba de confrontar con igual vigor. Fue una relación que Roosevelt fomentó con gran satisfacción. En el Cardenal George Mundelein de Chicago, un entusiasta reformador social, Roosevelt encontró un amigo fiel que lo respaldaba. Los primeros 100 días de la presidencia del Presidente se caracterizaron por el éxito de la implementación de programas de recuperación diseñados para combatir la Gran Depresión. El Cardenal Mundelein escribió al Presidente elogiando sus logros. Sería el inicio de una larga amistad entre estos dos hombres. LA DERROTA DE LOS REGÍMENES TOTALITARIOS Cuando el Papa Pío XI falleció en febrero de 1939, el Cardenal Eugenio Pacelli fue electo para sucederlo. La coronación de Pío XII se llevó a cabo el 12 de marzo, y el Presidente Roosevelt envió a su representante personal, Joseph Kennedy, embajador de los Estados Unidos en el Reino Unido. Este representante tan conspicuo fue quizá una forma de sondear la opinión pública sobre las relaciones diplomáticas con la Santa Sede. Para ese verano, había aumentado el interés por reanudar las relaciones diplomáticas entre algunos miembros del sistema político estadounidense. En julio, el Secretario de Estado, Cordell Hull, recibió una carta del representante Emanuel Celler, un congresista judío de la Ciudad de Nueva York, con arguRIGHT: CNS PHOTO COURTESY TOM W. FREEMAN

mentos a favor de la reanudación de los vínculos diplomáticos con la Santa Sede. En su carta, Celler señaló: “Los sucesos en el extranjero indican de manera muy clara la importancia del papel que debe representar la religión para preservar la democracia en contra de los avances feroces e inmisericordes del fascismo, el nazismo y el comunismo”. En un dramático llamado, insistió: “El restablecimiento de relaciones con la Santa Sede recordaría de manera espectacular al mundo que la intolerancia, el odio religioso y el fanatismo no pueden florecer aquí. Encendería en nuestros propios corazones la simpatía por los miles de desafortunados que han sido castigados, torturados y arruinados debido al odio y el veneno insano de un dictador”. La carta continúa elogiando a la Santa Sede por poner siempre “en alto el valor de la justicia y la caridad en las relaciones entre los hombres y entre las naciones”. En particular, Celler aplaudió a Pío XII y sus esfuerzos por confortar a la Europa destrozada por la guerra, y concluyó: “Ayudémosle en su gloriosa misión de paz enviándole nuestro delegado”. La idea de enviar un representante al Vaticano comenzó a ganar terreno, y motivó a Roosevelt para que invitara al Cardenal Francis Spellman de Nueva York a almorzar el 24 de octubre en la Casa Blanca para analizar las relaciones con el Vaticano. El Presidente explicó al prelado que una misión a la Santa Sede tendría que ser de carácter humanitario para evitar la controversia y la oposición política. Sintiendo que el momento era apropiado, Roosevelt se movió rápidamente para nombrar un representante especial. En la Nochebuena de 1939, envió un saludo de Navidad a la Santa Sede, compartiendo sus esperanzas de paz y anunciando el nombramiento de Myron C. Taylor como representante personal del Presidente en la Santa Sede. Durante los meses siguientes, Taylor trabajó estrechamente con el Vaticano para alimentar a los refugiados que huían cruzando las fronteras de Europa y para ayudar a los prisioneros de guerra aliados. La misión de los Estados Unidos se convirtió en un

Una salva de 21 cañonazos

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l año 1849 marcó la primera vez que un Papa visitaba territorio estadounidense. Este extraño encuentro ocurrió justo cuando el Papa Pío IX acababa de huir del fervor revolucionario de Roma a la seguridad de la ciudad costera de Gaeta. Mientras se encontraba allí, estaba de visita con el Rey Fernando II del Reino de las Dos Sicilias, cuando el encargado de negocios estadounidense en Nápoles, John Rowan, hizo una visita de cortesía al palacio. También por esa época, el USS Constitution había anclado en la bahía de Gaeta. El rey Fernando expresó su interés de visitar la fragata y Rowan consideró que era su deber invitar al Papa a que se les uniera.

El Rey Fernando y el Papa Pío IX fueron recibidos a bordo por el Capitán John Gwinn. Sin que ninguno de los jefes de estado lo supiera, Gwinn había recibido la orden escrita de no recibir a los dos hombres a bordo porque ambos defendían sus tronos en contra de revolucionarios, y Estados Unidos quería mantener su estricta neutralidad. En efecto, el USS Constitution no era simplemente un símbolo de los Estados Unidos, sino que de acuerdo con la ley almirantazgo, era suelo extraterritorial de los Estados Unidos. El Papa Pío IX pasó tres horas a bordo conversando con los marineros, entregando rosarios a los católicos de la tripulación y dando la bendición. El Papa en un momento se sintió mareado, se repuso en la habitación del capitán y fue despedido con una salva de 21 cañonazos. Por su participación en el incidente, Gwinn fue sometido a corte marcial. Antes de que se llevara a cabo el juicio, Gwinn falleció debido a una hemorragia cerebral.

centro de distribución de miles de cartas de familias estadounidenses deseosas de saber si sus seres queridos estaban vivos y en buenas condiciones. El 11 de diciembre de 1941, Italia c o l u m b i a / a b r i l 2 0 0 8 45


y Alemania declararon la guerra a un embajador plenipotenciario para favor de “el establecimiento de relalos Estados Unidos. Taylor, quien se representar los intereses esta- ciones diplomáticas de los Estados encontraba en los Estados Unidos dounidenses en la Santa Sede. En Unidos con el Vaticano”. Una prorecuperándose de una enferpuesta del Senado similar a la medad, regresó a Italia en 1942. resolución de la Cámara fue En septiembre, durante una aprobada por votación breve visita a la Santa Sede, unánime el 22 de septiembre reiteró el compromiso de los de 1983, y el 10 de enero de Estados Unidos de obtener una 1984, el Presidente Reagan victoria completa sobre las anunció el nombramiento de Potencias del Eje, objetivo que Wilson como el primer embano correspondía a los repetidos jador a la Santa Sede. llamados de la Santa Sede por un cese inmediato de las hostiCON METAS COMUNES lidades. El 4 de junio de 1944, Las relaciones diplomáticas las Potencias Aliadas entraron que comenzaron a finales del a Roma y días después tomaron siglo XVIII se han caracterizapor asalto las playas de do por tener altas, bajas e Normandía, acelerando el fin interrupciones hasta el predel nazismo. sente. Nadie negará el papel El Presidente Ronald Reagan y el Secretario de Estado del Con la caída de Hitler, otra que pueden desempeñar el Vaticano, Cardenal Agostino Casaroli, se reúnen durante fuerza igualmente ominosa Santo Padre y un Presidente de la 100ª Convención Suprema en 1982. ganaba terreno en los países del los Estados Unidos cuando se Este. El comunismo ya repretrata de disminuir la creciente sentaba una amenaza para la Santa menos de 10 años, se rompió la polarización del mundo por la intoSede antes del inicio de la Segunda espina dorsal del comunismo lerancia y el extremismo religioso. Guerra Mundial. De acuerdo con un soviético. Reagan reconoció el papel Se trata del líder del poder temporal memorando escrito en 1941 por crítico que desempeñó la Santa Sede más fuerte del mundo Taylor sobre una conversación que en el ataque definitivo contra las estrechamente asociado con uno de tuvo con un funcionario del fuerzas del comunismo en Europa los grandes líderes morales del Vaticano, la Santa Sede decía que Oriental y consideró al Papa Juan mundo, con el objetivo común de Europa enfrentaba dos grandes peli- Pablo II como un amigo y aliado. ayudar a otros a aceptar las tradigros: el nazismo y el comunismo. Si En 1982, la Santa Sede expresó ciones culturales y religiosas que la guerra pudiera poner fin a ambos, claramente su interés por tener rela- difieren de las propias. entonces Europa podría vivir en paz. ciones formales con los Estados Al igual que mis predecesores y Si, por el contrario, el comunismo Unidos. Caballeros de Colón estaba mis sucesores, tengo la firme consiguiera siendo una fuerza activa, planeando los festejos de su cente- vicción de que la Santa Sede tiene entonces Europa enfrentaría una nario, cuando William Wilson, el una presencia internacional como situación grave. representante de los Estados Unidos ninguna. Con más de 1,000 millones Tomaría muchos años para que ante la Santa Sede, recibió una lla- de católicos en todo el mundo, la Estados Unidos, obrando de manera mada del Secretario de Estado del Santa Sede está asociada con los concertada, con relaciones Vaticano, Cardenal Agostino Estados Unidos en la búsqueda de diplomáticas renovadas y fortaleci- Casaroli, invitando al Presidente libertad, justicia, paz y dignidad das con la Santa Sede, finalmente Reagan a asistir a las festividades en humana en el mundo entero. liberara al mundo y a la Iglesia del Connecticut. Wilson transmitió la yugo de la opresión comunista. Pero invitación al Presidente, quien luego Jim Nicholson fue Embajador de Estados Unidos ante el Vaticano de 2001 a 2005. Sirvió la asociación entre el Presidente aceptó. como Secretario del Departamento de Estado Ronald Reagan y el Papa Juan Pablo En la convención de los para los veteranos de guerra de 2005 hasta el II todavía estaba en un futuro lejano. Caballeros, el Cardenal Casaroli otoño pasado. Se graduó de la academia milituvo una reunión privada de una tar de West Point y sirvió como Ranger y paraen Vietnam; siguió como miembro de EL PRESIDENTE Y EL PAPA POLACO hora con Reagan. El Embajador caidista la reserva durante 22 años hasta retirarse con En 1981, bajo el Presidente Reagan, Wilson supone que esta reunión el rango de coronel. Obtuvo su grado en leyes las relaciones con el Vaticano final- impulsó la decisión de Reagan de de la universidad de Denver. Este artículo es un mente comenzaron a madurar. El establecer relaciones formales con extracto autorizado de su libro The United States and the Holy See: The Long Road (Estados principio de la década del 80 fue una la Santa Sede. En junio de 1983, Unidos y la Santa Sede: el largo camino) (30 época de cambio incipiente a la vez menos de un año después de esa Days Books Trenta Giorni Societa Cooperativa). que revolucionario en toda Europa. histórica reunión, la Cámara de Es miembro del Consejo 539 de Denver. A los tres años de haber asumido el Representantes de los Estados cargo Reagan, Estados Unidos tuvo Unidos presentó una resolución a

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ROSSI/REUTERS, GIAMPIERO SPOSITO/REUTERS, CHRIS HELGREN/REUTERS. BACK COVER (FROM LEFT): ALL CNS PHOTOS BY GIANCARLO GIULIANI/CATHOLIC PRESS PHOTO, COURTESY L’OSSERVATORE ROMANO, VATICAN MUSEUMS, CHRIS HELGREN/REUTERS AND NANCY WIECHEC

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Fotos de Cierre - En solidaridad con la iglesia

G A D H B E I donó $1,000 dólares para ayudar a las monjas en su ministerio.

C A

Miembros del Consejo Holy Family #6099, de Chattanooga, Tennessee, descargan latas de aluminio durante una campaña de recolección organizada a beneficio de los seminaristas. Los Caballeros reunieron más de 1,400 libras de latas de aluminio y obtuvieron cerca de $900 dólares. Los fondos fueron usados para ayudar a tres seminaristas, cada uno de los cuales recibe un estipendio mensual de $100 dólares del consejo.

B

Jim Middleton ofrece una demostración de cómo usar la nueva puerta de acceso para personas discapacitadas instalada en la Iglesia St. Anne, mientras Maurice Marty, Terry Alaric y el Padre Rex Velmonte observan. Todos son miembros del Consejo Msgr. Francis L. Flynn #6474, de Osoyoos, British Columbia, el cual reunió fondos para la instalación de la puerta.

C

El Diputado de Estado de Puerto Rico, Ángel M. Rodríguez, y el Obispo Rubén A. González, de Caguas, participan en la marcha anual provida que tuvo lugar frente al edificio del capitolio en San Juan. Obispos, sacerdotes y Caballeros puertorriqueños se unieron a otras 2,000 personas para participar en una Misa y manifestación en apoyo a la vida.

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Michael Agius, Walter Friedl y el Gran Caballero Greg MacDonald, instalan una puerta nueva entre la cocina y el almacén de su centro parroquial. El Consejo Father Paul J. F. Wattson #8919, de Windsor, Ontario, se encargó de varios proyectos de remodelación en el salón parroquial de su iglesia, entre los que se incluyen la instalación de un extractor de aire y varios arreglos realizados en el almacén.

G

Joseph Zucco y Chris Freselli muestran los premios que obtuvieron por servicio distinguido como monaguillos, mientras Mons. William Schultz y Joseph Zucco, ambos miembros del Consejo St. James #2370, de Stratford, Connecticut, los observan. Los niños recibieron sus reconocimientos luego de una Misa celebrada en la Iglesia Our Lady of Grace.

H

E

Miembros del Consejo St. Francis of Rome #7809, de Lake Elsinore, California, muestran la nueva podadora de césped que compraron para la Iglesia St. Francis of Rome, en Wildomar. El consejo organizó una noche de casino y varios desayunos benéficos para reunir los fondos para comprar la podadora, la cual es usada para dar mantenimiento a los terrenos de la parroquia.

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Representantes de los seminaristas posan junto al Obispo Auxiliar Thomas J. Paprocki de Chicago (primera fila, al centro), tras recibir un donativo de $30 000 dólares de La Salle Assembly de Chicago. Estos fondos se usarán para entregar becas de $500 dólares a 60 seminaristas. Aparecen también el Fiel Navegante Walter J. Gaglia (primera fila, izq.) y el Muy Reverendo Padre Dennis J. Lyle (primera fila, segundo de izq. a der.), director del Seminario Mundelein.

La Asamblea Father López, de Pinellas Park, Florida, organizó una guardia de honor para la ceremonia de dedicación de la estatua, entrada y jardines nuevos de la Iglesia Sacred Heart. El Consejo Father López #5737, y su grupo de damas, financiaron y construyeron la estatua que aparece al fondo. La nueva entrada fue dedicada a la memoria del personal de bomberos, policía y militar fallecido. Miembros del Círculo Corpus Christi #4981, de Mobile, Alabama, aparecen junto a la Madre Paúl, de las Hermanitas de los Pobres, después de que los muchachos ayudaron a las hermanas realizando algunos trabajos de jardinería. El círculo también

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CABALLEROS

DE COLÓN Sirviendo a Uno. Sirviendo a todos. Caballeros de Colón participan en una demostración pro-vida que tuvo lugar fuera del Palacio Nacional en Santo Domingo como parte de un evento organizado por la Arquidiócesis. El Cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez le urgió a la población católica de la isla para que se organice en respuesta a la legislación que se ha propuesto para despenalizar el aborto en la República Dominicana. Muchos de los consejos participaron mediante representantes.

Construyendo un mundo mejor un consejo a la vez. Cada día en el mundo entero, se les da a los Caballeros oportunidades para que ellos hagan la diferencia. Sea a través de servicios comunitarios, recaudando dinero para sus parroquias u oración. Elogiamos a todos y cada uno de los Caballeros por su fuerza, su compasión y su didicación para construir un mundo mejor.

Envía las fotos de tu consejo para usarlas en la sección Caballeros de Colón en Acción. Puedes enviar las fotos via e-mail a columbia@kofc.org, o por correa a 1 Columbus Plaza, New Haven, CT 06510-3326.


‘CON AYUDA DE JESÚS, CADA UNO DE USTEDES SE CONVERTIRÁ EN UN BUEN PASTOR’

Cristo es el verdadero Buen Pastor que dio su vida por sus ovejas, por nosotros, sacrificándose en la Cruz. Conoce a sus ovejas y sus ovejas lo conocen, al igual que el Padre lo conoce y él conoce al Padre (cf. Juan: 14-15). … Que la certeza de que Cristo no nos abandona y que no hay obstáculo que pueda evitar el cumplimiento de su plan universal de salvación sean fuente de constante consuelo — también en los momentos difíciles — y de firme esperanza para ustedes. La bondad de Dios está siempre con ustedes y es muy poderosa. El sacramento de las órdenes que están a punto de recibir hará que compartan la propia misión de Cristo; serán llamados a esparcir la semilla de su Palabra, la semilla que lleva en sí el Reino de Dios; a dispensar la divina misericordia y a alimentar a los fieles a la mesa de su Cuerpo y Sangre. Para ser dignos ministros, deben alimentarse sin cesar con la Eucaristía, fuente y culmen de la vida cristiana.

M ANTENGA vIVA LA FE www.kofc.org

Al acercarse al altar, su diaria escuela de santidad, de comunión con Jesús, de la forma de penetrar en sus sentimientos para renovar el sacrificio de la Cruz, no cesarán de descubrir la riqueza y la ternura del amor del divino Maestro, que hoy los llama a tener una amistad más cercana con Él. Con ayuda de Jesús, cada uno de ustedes se convertirá en un Buen Pastor, dispuesto, si fuera necesario, a dar su vida por Él. Que María, la madre celestial de los sacerdotes, los acompañe. — Extractos de la homolía del Papa Benedicto XVI en la Misa de ordenación de nuevos sacerdotes en la Basílica de San Pedro el 29 de abril de 2007.

JOSEPH RATZINGER Entró en el seminario menor en 1939 y fue ordenado sacerdote por el cardinal de Munich en 1951.

Por favor, haga todo lo posible para alentar las vocaciones sacerdotes y religiosas. Su oraciones y su apoyo son muy importantes.


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